martes, 30 de junio de 2009

Una segunda carta a Mel Zelaya


Estimado Mel:


cuando te mandé la primera carta el sábado, no creía que te iban a hacer un golpe de Estado. Usted tampoco. Al haberlo sabido, no te agarran en pijamas...

Los dos nos equivocamos: Hubo golpe y te sacaron del país. Y los diputados pusieron a un presidente provisional. Unánimemente. Ni un sólo diputado levantó la mano por vos. Ni siquiera los diputados de tu propio partido.

Igual que vos, no estoy de acuerdo con el golpe. Pero tampoco con vos y tus planes de cambiar la Constitución. Para eso querías hacer el referéndum a huevo, aunque no estaba aprobado por el Congreso, ni por la Corte Suprema, ni por el Tribunal Electoral.

No estoy de acuerdo con el golpe, porque vos y el pueblo hondureño tienen derecho a que te enjuicien como dios y la Constitución mandan. O presentan pruebas que violaste la Constitución - o se callen para siempre.

Los militares no tenían derecho de capturarte y mandarte al exilio. Mucho menos en pijamas. Nadie tenía derecho de ordenar a la Fuerza Armada a romper el Estado de Derecho.

El golpe de Honduras es el típico caso de la medicina que es peor que la enfermedad. La democracia hay que defenderla con más democracia, no con golpes de Estado. El golpe, en vez de salvar la democracia, le termina destruyendo.

Ojala que puedas regresar a Casa Presidencial, para que el Congreso inicie el proceso constitucional para deponerte.

Saludos, Paolo Lüers

(Más!)

lunes, 29 de junio de 2009

Golpe contra la pared


Golpe es golpe. Lo que pasó este domingo en Honduras, ha sido un golpe de Estado. El presidente metió al país en una crisis institucional y atentó contra la Constitución. Pero el parlamento, las cortes y la fiscalía tienen instrumentos legales suficientes para resolver esta situación. No tienen porque involucrar a los militares en una aventura golpista. No tienen porque usar la fuerza militar para expulsar del país al presidente. Recurriendo a estas medidas que rompen con el orden constitucional y con el estado de derecho, los militares y las autoridades civiles detrás de ellos proporcionan al país una medicina que es mucho más dañina que la enfermedad.

La inconstitucionalidad que cometió el presidente Zelaya con la ejecución de su encuesta-referéndum, requería de respuestas estrictamente apegadas a la Constitución. Estas medidas probablemente hubieran llevado a la sustitución del presidente y a su detención. Pero sustituir a un presidente, por las vías establecidas en la Constitución, es una cosa, y el golpe de Estado es otra. Es ilegal y en vez de resolver la crisis, la complica. Ejecutar una orden judicial de captura es una cosa, la captura del mandatario por efectivos militares y su expulsión del país es otra. Es ilegal.

Aparte de ilegal, el golpe es una estupidez política. No existía ningún peligro que Mel Zelaya consumara su intención de pervertir el orden constitucional. El sistema político hondureño estaba suficientemente consolidado -y unido- en torno a la defensa de la Constitución para hacer fracasar los planes de Mel Zelaya de convocar a un referéndum, en noviembre, para establecer una Asamblea Constituyente.

Por más intenciones anticonstitucionales y autoritarias que tenga un presidente, si no controla los demás órganos del estado (Congreso, Corte Suprema de Justicia, Tribunal Electoral, Fiscalía) y tampoco tienen el apoyo de la Fuerza Armada, ¿qué gran peligro puede representar para la democracia?

Mel Zelaya había perdido el apoyo hasta de su propio partido. No tiene ni un sólo diputado que lo defenda. ¿Cuál es la emergencia nacional que obliga a usar un golpe de estado para pararlo?

Es obvio que este golpe tampoco es el golpe militar clásico, con el cual los militares durante décadas han asumido el poder político y establecido dictaduras militares en muchos países de América Latina. Los militares hondureños no están haciendo nada parecido. No habrá dictadura militar en Honduras. No hay indicios de represión.

Los militares hondureños cometieron el grave pecado de facilitar, con fuerza militar, una sustitución forzada del presidente. Los militares, a esta altura del proceso democrático de América Latina, debieran tener claridad que no tienen el derecho de jugar este rol. Que nadie –ni los poderes legalmente constituidos como la Corte Suprema, la fiscalía o el Congreso- tiene el derecho de exigirles que juegen este rol.

Con la misma legitimidad que los militares se negaron a ejecutar la orden del presidente de apoyar institucionalmente un referéndum inconstitucional, hubieran tenido que rechazar rotundamente la solicitud de servir como fuerza de choque para resolver un problema institucional con medidas ilegales. Independientemente de quien provino esta solicitud, era el deber de los militares rechazarla.

Era el deber de las instituciones civiles de Honduras resolver la crisis con procedimientos constitucionales. Si eso no era posible con Mel Zelaya, había que hacerlo sin él o incluso contra él. Pero sin ruptura del estado de derecho.

Si el Congreso, con la unanimidad impresionante que mostró después del golpe para llenar el vacío de poder, hubiera actuado para resolver la crisis, la democracia de Honduras hubiera salido fortalecida. Hoy resulta debilitada - y el país al borde de la ingobernabilidad.

(El Diario de Hoy, Observador)

sábado, 27 de junio de 2009

Carta a Mel Zelaya, presidente de Honduras

Presidente:

Usted está llorando que está sufriendo un golpe de estado. Todo porque el ejército no le ayuda con la logística de un ‘referéndum’ que según la Constitución y una resolución de la Corte Suprema es ilegal.

Pero los militares no están tomando el poder. Lo que están haciendo es no acompañar al presidente en una locura anticonstitucional.

Como en El Salvador, su Constitución no permite el referéndum y mucho menos la reelección del presidente. Por esto usted quiere una nueva constitución, y para esto es el referéndum que usted llama ‘encuesta’. Un referéndum ilegal para abrir el camino a su reelección ilegal.

Entonces, quien está tratando de hacer un golpe de estado es usted, no el ejército.

Usted está tratando de gobernar contra la Asamblea Legislativa, contra su propio partido, contra la Corte Suprema, contra la Fiscalía. Supuestamente con el apoyo ‘del pueblo’, o sea de las organizaciones de masas financiadas con los dólares de Hugo Chávez.

Gobernar contra el sistema político y movilizar ‘al pueblo’ para cambiar la Constitución y quedarse en el poder, de eso se trata.

No sería la primera vez en América Latina que un presidente, que se ha quedado sin partido y en pleito con las instituciones constitucionales, trata de movilizar la calle contra el sistema político. Este tipo de autogolpe lo hizo Fujimori en Perú, lo hizo Serrano en Guatemala – y mire, don Mel, donde han quedado: en la cárcel o en exilio.

Saludos desde El Salvador, donde observamos este conflicto con especial interés.

Paolo Lüers

(Más!)

Autogolpe

Mel Zelaya, Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Rafael Correa y Evo Morales afirman que en Honduras se está preparando un golpe de Estado.Tienen razón. Sólo que no son los militares que están fraguando un golpe de estado, es el presidente Mel Zelaya que está preparando un autogolpe.

Todos los arriba mencionados dirigentes son partidarios del derecho a la reelección, siempre y cuando se trate de presidentes 'revolucionarios'. Todos son partidarios de cambiar las constituciones para permitir la permanencia en el poder de los 'líderes populares'. Y todos son abogados de usar, para modificar las constituciones, el método del 'referéndum popular', aun cuando no están previstas en las constituciones actuales.

En Venezuela, Ecuador y Bolivia ya cambiaron las constituciones para permitir la reelección presidencial. En Nicaragua y Honduras están dando los primeros pasos en la misma dirección. Este es el trasfondo del actual conflicto en Honduras. Esto es lo que ha llevado a Honduras a una grave crisis institucional, donde el residente desconoce las decisiones de la Asamblea Nacional, de la Corte Suprema, de la Fiscalía y del Tribunal Electoral.

Todos estos poderes coinciden que el referéndum que el presidente Zelaya está queriendo celebrar el 28 de junio para abrir el camino hacia la reelección, es inconstitucional. El Alto Mando militar hondureño no ha hecho ningún intento de deponer al presidente. Eso sólo puede hacer el parlamento, donde de hecho se discute una moción de separar a Mel Zelaya de su cargo.

Los militares se han negado a acatar la orden del presidente de asumir la logística para el referéndum, porque la celebración de este ha sido declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia. El que atenta contra el orden constitucional es el presidente, no la Fuerza Armada. Un presidente que se ha quedado sin apoyo de su propio partido y enfrentado con los demás poderes del estado -los órganos legislativo, judicial y electoral- está tratando de movilizar a la calle para imponer una alteración del orden constitucional.

Cualquier intento de un presidente de imponer una modificación del orden constitucional sin pasar por los mecanismos legalmente establecidos por la Constitución y sin construir acuerdos con los partidos y con los otros poderes del estado es un intento de autogolpe de estado.

No es nada nuevo en América Latina. Lo ha hecho Fujimori en Perú. Lo ha hecho Elías Serrano en Guatemala. Por suerte, han terminado en el exilio o en la cárcel. Pero no sin causar graves daños a su países. Con más éxito lo han hecho Hugo Chávez en Venezuela y luego, financiados y guiados por él, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.

El método utilizado siempre ha sido similar: un presidente carismático y populista moviliza la calle -'el pueblo', 'el movimiento social', 'las organizaciones populares- contra los órganos del estado que defienden los intereses de 'la burguesía', 'la oligarquía', 'los ricos' o 'el imperialismo'...

Parece caricatura. Pero es real. Así hablan Hugo Chávez y sus clones. "Lo que sucede en Honduras es que el Congreso está en contra de la consulta electoral, el Tribunal Supremo de Justicia también, el fiscal general, la iglesia y obispos en contra, la burguesía en contra, en fin todos en contra. Cualquier parecido con la realidad que nosotros hemos vivido no es coincidencia, es parte de la nueva realidad histórica que estamos viviendo en América Latina y el Caribe", dijo Hugo Chávez en su programa Aló Presidente. Y concluyó: "Es toda esa alianza de fuerzas burguesas retrógradas que están tratando de frenar una consulta popular. ¡Viva el pueblo! ¡Abajo la burguesía!"

Vaya, está claro: No importa que los poderes constitucionales estén en contra, con tal que 'el pueblo' se exprese en las calles...

Retomo una frase que sabiamente dijo el teniente coronel Hugo Chávez: "Cualquier parecido con la realidad nuestra no es coincidencia..." ¿Sólo estará hablando de Venezuela, o también de El Salvador? De esa duda nos saca el mismo Chávez: "Es parte de la nueva realidad histórica que estamos viviendo en América Latina y el Caribe."

Gracias por la advertencia, comandante...

(El Diario de Hoy. Observador)

jueves, 25 de junio de 2009

Carta a Marvin Galeas


Marvin:

Nunca me hubiera imaginado que todavía me podías provocar pena ajena. Han pasado como 15 años desde que hemos dejado de ser amigos. Han pasado 5 años desde que hemos dejado incluso de ser enemigos. Lo que queda es indiferencia.

Pero leyendo tu última columna, me siento apenado. Te sacaron al aire el trapo sucio: recibiste, durante años, 2 mil dólares mensuales como supuesto ‘asesor’ del ministro de Medio Ambiente.

Y en vez de callarte, otro derrame de palabras para justificar lo injustificable... ¡Qué pena!

¿Por qué siento pena por los pecados tuyos? Bueno, compartí con vos uno de los capítulos más valiosos de mi vida: nuestra participación en la guerrilla y en Radio Venceremos. Comparto con vos el noble ejercicio de columnista. Comparto con vos muchas críticas a la actual dirigencia del FMLN.

¿Cómo no nos va a dar pena a los que hacemos uso de la pluma polémica, si resulta que algunos de nosotros han recibido ‘menta’ todo el tiempo, poniendo en mal el noble ejercicio de la crítica política?

Nuestros detractores siempre nos han acusado de ser unos ‘vendidos a la derecha’, porque es la única manera que pueden entender que alguien critica a la izquierda. Y de repente vos les das la razón...

Aunque no te lo puedes imaginar, Marvin: Se puede criticar a la izquierda sin ser sobaleva con la derecha. Y sin cobrar por asesorías fantasmas. Y eso vamos a seguir haciendo.

Así que tranquilo, el gobierno del FMLN siempre tendrá quien lo critique... Te puedes callar un rato, o dedicarte a escribir cuentos.

Paolo Lüers

Posdata: Siempre puedes alegar que Mauricio Funes, siendo periodista crítico a los gobiernos de derecha, hizo lo mismo: cobró durante años un cheque mensual como ‘asesor’ de la doctora Victoria de Avilés, en aquel entonces procuradora de Derechos Humanos, hoy ministra en el gabinete Funes. Bueno, si esta comparación te tranquiliza la conciencia...

(Más!)

martes, 23 de junio de 2009

Carta al Centro Comercial Galerías


Querido “Gale”:


durante años, los jóvenes te adoraban. Semana por semana, nuestros hijos han gastado buena parte de nuestros salarios en “Gale”: comprando ropa, llevando a sus novias al cine, comiendo comida chatarra. A mi me consta: mi hijo está adicto a “Gale”...

Tus dueños han sido visionarios: Apostaron al cliente joven. Crearon un ambiente que atrae a los bichos. La publicidad está dirigida a ellos. En “Gale” encuentran la comida que les gusta, la moda hecha para ellos, las películas para ellos. Cuando andan pisto, lo gastan. Cuando no pisto, pasean para ve y gastar después...

Un día de estos, ya en vacaciones, mi hijo te visitó para ir al cine. Con su novia y dos amigos. Típicos estudiantes de secundaria. Bichos consentidos de clase media. Listos para cumplir su función de consumir. Pero este día, un guardia de seguridad armado decide que... “¡ustedes no entran!”

Mi hijo me llama. Llego a “Gale” a ver qué lío ha armado mi hijo. Ninguno. Los guardias me explican que tienen ordenes de no dejar entrar a “bichos que andan vestidos así...” Lo mismo me dicen en la oficina administrativa donde voy a protestar.

Lo absurdo: andaban vestidos con ropa comprada en “Gale”. Para comprar esta ropa fea gastan todo su pisto en “Gale”...

Ya con papi los dejaron entrar. Fueron al cine. Volví a la entrada para tomarme un café y observar. En sólo 10 minutos, hubo como 20 jóvenes que los guardias no los dejaron entrar. Nadie sabe con qué leyes funciona esta especie de “Apartheid” en Gale”.... Los rechazados no andan tatuajes, no tenían aspecto de violentos - tampoco de pobres que no pueden gastar. No eran más morenos o más cheles que los demás que dejaron entrar....

Una discriminación a la loca. ¿Quién instruye a los guardias a actuar así? ¿Y con qué criterio?

Esperando respuesta, te saluda Paolo Lüers

(Más!)

domingo, 21 de junio de 2009

¿Qué cambio buscamos - hacía el pasado o hacía el futuro?


“Vamos a traer de vuelta a nuestros hermanos emigrados, porque un país que es incapaz de albergar a sus hijos no puede vivir feliz.” El presidente Funes en su discurso de toma de poder del 1 de junio.

Si esto de la infelicidad es cierto, por lo menos no estamos solos. Estarían igualmente condenados a la infelicidad los pueblos de China, Cuba y Vietnam (bajo regimenes socialistas), así como países europeos como Irlanda, Italia, Polonia, Serbia, Turquía... Ni habar de India, Perú, Ecuador, México, Marruecos, Argelia y todo el resto de África y América Latina...

Todos son países con millones de sus nacionales trabajando y haciendo su vida en el extranjero. ¿Esto los convierte en pueblos condenados a la infelicidad? Y la otra pregunta: ¿Todos estos países, siguiendo la idea de nuestro residente, van a ‘traer de vuelta a sus hermanos emigrados’? ¿Todo el mundo va de regreso a sus orígenes?

No. Hay que dejar de ver la migración como un castigo y a los emigrantes como víctimas. Hay que empezar a ver -y tratar- la migración como un derecho: el derecho del ciudadano de convertirse en ciudadano del mundo y elegir libremente dónde quiere residir y trabajar.

Es obvio que este derecho no está garantizado para los millones de emigrantes salvadoreños, ni en Estados Unidos, ni en Europa, ni siquiera en México. En su gran mayoría están condenados a la ilegalidad con todas las consecuencias negativas que esto tiene para sus familias, para su seguridad social, para sus derechos humanos.

La meta, señor presidente, no es traerlos de regreso, sino de conseguir su plena legalidad. De esto depende la felicidad: del pleno derecho de gozar, como mano de obra, de la globalización y de un mercado integrado de trabajo. A esto hay que enfilar las políticas del Estado, no a la meta irreal y demagógica de revertir la migración.

La migración es un proceso irreversible. En el contexto de un proceso verdadero de integración, la migración se vuelve un factor positivo. En Europa, donde la Comunidad Europea no es simplemente un sistema de libre comercio sino de integración, cada persona goza del derecho de trabajar y residir en todos los países miembros. Los millones de ‘trabajadores temporales’ que de España, Portugal, Serbia, Turquía, Italia llegaron a Alemania (Suecia, Inglaterra, Francia) con derechos limitados, se han convertido en ciudadanos europeos residentes en Alemania, con plenos derechos laborales, sociales y políticos.

Pensar que la migración es reversible, que a los salvadoreños en el exterior hay que repatriarlos, y que esto traerá felicidad a nuestro país, es no entender el fenómeno revolucionario y dinámico de la migración y de la globalización del mercado de trabajo.

La desintegración familiar no es consecuencia de la migración como tal, sino de su forma ilegal que separa familias y no permite su reunificación. Lo que hay que revertir es la ilegalidad de la migración, no la migración. Una vez los salvadoreños tengan los mismos derechos de moverse en un mercado laboral regional como los tienen los griegos y portugueses que viven y trabajan en Inglaterra o Alemania, la migración pierde sus consecuencias negativas y desarrolla su potencial positivo.

Querer revertir la migración al extranjero es como querer revertir la migración interna que ha movido a millones de familias de las área rurales a las ciudades. Esa migración igualmente ha tenido consecuencias sociales muy duras, ha cambiado el carácter tradicional de las familias - pero igualmente ha sido motor del desarrollo.

Que tal si el presidente hubiera dicho: “Vamos a traer de vuelta a sus pueblos y cantones en Cabañas y Morazán a nuestros hermanos emigrados al Gran Salvador, porque nuestra zona Norte, si es incapaz de albergar a sus hijos, no puede vivir feliz.”

Las familias en nuestra zona Norte, si algo tienen de felicidad, es el hecho que tienen familiares en San Salvador y en Los Angeles que aportan a la economía familiar. Si no, pregunten a las familias en Torola o Cinquera que no tienen ningún migrante...

La gran mayoría de los salvadoreños que viven en Estados Unidos no quieren que nadie los traiga de vuelta al país. Quieren convertirse en residentes legales o incluso ciudadanos en Estados Unidos. Quieren el derecho de trabajar donde quieren sin perder el derecho de viajar libremente a El Salvador y de reunificar sus familias.

Suena utópico. Sí. Pero igualmente sonó utópico en Europa hace 30 años, y se está haciendo realidad. E igualmente es utópico pensar que vamos a ‘traer de vuelta’ a los salvadoreños que emigraron. La pregunta es: ¿Qué utopía buscamos hacer realidad? ¿Qué cambio buscamos - hacía el pasado o hacía el futuro? El pasado es que todo el mundo termina su vida en su país de origen y en el cantón donde nació. El futuro es la libertad de moverse libremente en un mundo integrado.

(El Diario de Hoy, Observador)

sábado, 20 de junio de 2009

Carta a los socios del Chele Torrez


No tan estimados señores:


Hoy me topé con cientos de sus empleados protestando en frente de la sede su empresa de seguridad SERCONSE. Llantas quemadas, carros atravesado, piedras, todo el cóctel guanaco de desmadre...

Sus hombres se sienten abandonados. No sólo por su jefe, el Chele Torrez, quien se retiró a otra vida. Abandonados además por el gerente general Perdomo, quien está bien vivo, y por ustedes, los cinco socios del Chele.

Ustedes se están haciendo los majes. Ya desarmaron la oficina. Pero su empresa debe varios meses de salario a sus 2000 empleados, no hablando del millón de dólares que debe al fisco – ¡y ustedes no dan la cara! Al Chele ya no le pueden cobrar, pero a ustedes sí.

En frente de su empresa, sus empleados están peleando con los delegados de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y del Ministerio de Trabajo, con la policía y hasta con los periodistas - pero de ustedes, los dueños de la empresa, nadie da la cara.

¡No sean tan cobardes, señores! El Chele ya pagó su deuda, ¿y ustedes?

Son 2000 hombres que han trabajado para Ustedes durante años, por salarios de hambre. Lo mínimo que esperan de ustedes que les den la cara.

Espero verlos pronto en público, Paolo Lüers

(Más!)

jueves, 18 de junio de 2009

Carta al coronel David Mungía Payés, ministro de Defensa


Estimado coronel:

¿Porqué usted dejó pasar la oportunidad de convertirse en el primer civil que asume el Ministerio de Defensa?

¿Por qué usted se tuvo que volver a ponerse el uniforme para asumir su cargo? Usted ya era civil, durante años participó en política civil, trabajó en la campaña de Funes como civil, no como militar. ¿No tuvo el valor de enfrentar a sus ex-camaradas de armas sin uniforme, como hombre civil con una visión política?

Siempre ha sido una demanda de la izquierda romper con la tradición latinoamericana de poner ministros de Defensa militares. Bueno, de la izquierda democrática, por ejemplo en Chile, donde el Partido Socialista puso a Michelle Bachelet como ministra de Defensa. No estoy hablando de la otra izquierda, la cubana o la venezolana, que resulta igual o más militarista que la derecha...

Otra pregunta: ¿Realmente tuvo necesidad de mandar al carajo (disculpe, al retiro) a los generales del Alto Mando?

¿Tuvo que apartar a los generales para afirmar su autoridad, siendo usted coronel? ¿O más bien los generales tuvieron que irse, porque el señor presidente ya no quería mirarles a los hojos? Porque es cierto, coronel, que el presidente electo les dio su palabra de nombrar ministro a uno de ellos - y rompió su palabra...

Lástima que nunca vamos a recibir respuestas a estas preguntas.

Suerte en su nueva carrera militar le desea Paolo Lüers

(Más)

Columna transversal: Showdown en Venezuela


Cualquier día nos despertaremos con la noticia de que el teniente coronel Hugo Chávez, autoproclamado líder máximo de la revolución bolivariana, ha cerrado Globovisión, el canal de televisión que se ha convertido en la voz de la oposición. Con el cierre de Globovisión, que Hugo Chávez ya anunció (más bien ordenó) públicamente y que está siendo preparado por las instancias estatales, Venezuela entrará en una nueva era de su tránsito hacia la dictadura.

Hace 15 meses, cuando lo entrevisté en Caracas, el abogado venezolano Enrique ter Horst, jefe de Onusal en los años 1994-95, me dijo: "No te confundás. Venezuela no es una dictadura. Es una democracia con un gobierno de fuertes tendencias autoritarias".

Ahora, cuando Ter Horst llegó a El Salvador para asistir a la toma de poder del presidente Funes, me dijo: "Olvídate, en Venezuela ya no habrá elecciones libres, porque Chávez sabe que ya no tiene apoyo mayoritario. Chávez no va a entregar el poder. Se terminó la democracia, se terminó la libertad de expresión. Van a cerrar Globovisión".

Luego de la decisión de Chávez de no renovar la licencia de Radio Caracas TV, en 2007, Globovisión quedó como único canal independiente y crítico accesible a todos los venezolanos. Todos los demás canales de televisión o están bajo control del Estado --partido, cumpliendo abiertamente la misión de "apoyar la construcción del socialismo"-- o se han replegado a una posición "neutral", absteniéndose de emitir posiciones políticas.

El gran problema de Hugo Chávez es que sus múltiples canales estatales, partidarios y "comunitarios" juntos no tienen la influencia y credibilidad de Globovisión. Día a día la revolución bolivariana está perdiendo la batalla mediática iniciada por ella misma. Los canales oficiales no tienen audiencia fuera de los más convencidos chavistas, pero Globovisión la ven todos, incluyendo los chavistas.

Por más que Chávez y sus ideólogos hablan de "terrorismo mediático", siempre cuando se refieren a los medios independientes y al periodismo crítico a su gobierno, Globovisión fortalece su posición como vocero de la disidencia, como portador de noticias incómodas para el gobierno y como agudo crítico a las locuras ideológicas de Chávez. Y como referente obligatorio para darse cuenta de la realidad nacional, tan distorsionada en los medios oficiales.

En esta situación, es lógico que Globovisión ha dejado de ser un medio imparcial, objetivo, no partidista. Para sobrevivir, se ha convertido en vocero de la oposición. Bajo permanente ataque por parte del gobierno, fiscalía, presidente y organizaciones de masas, Globovisión acumuló más poder de convocatoria, más influencia política, más capacidad de respuesta que los partidos de oposición.

El principal contrincante de Hugo Chávez en su camino a consolidar su poder, el principal obstáculo interpuesto entre el presidente populista y las masas que quiere controlar ideológicamente, es Globovisión.

Bajo la dirección de su director Federico Ravell --hijo de una familia de gran trayectoria de luchas contra dictaduras anteriores-- Globovisión se ha convertido en un dolor de cabeza insoportable para un gobernante que no tolera crítica, no entiende el concepto de pluralidad y quien quiere liderar una revolución monopolizando las cámaras, los micrófonos, la opinión pública.

Chávez se entiende como líder carismático, como el gran comunicador --su concepción de gobernar reside en la relación directa del líder con las masas, sin intermediarios, sin filtros, sin controles, sin pluralismo--. Para él, es indispensable callar a Globovisión. Sin embargo, por más que el gobierno lo ataca, Globovisión se vuelve más agresivo y más fuerte. No le da tregua ni agua a Chávez ni a sus ministros. No les dejan pasar ningún error, ningún desliz, ninguna vivianada. Día a día, las 24 horas, Globovisión les restriega en la cara sus metidas de pata. Sin misericordia.

Chávez no puede entender por qué no logra callar a Globovisión. Ni con amenazas ni con multas millonarias ni echándole encima las turbas rojas. Se da cuenta de que tiene enfrente a un hombre igualmente terco que él mismo, Federico Ravell, que no se dejará callar. Y empieza a entender que detrás de Globovisión se han atrincherado todos sus enemigos. La defensa de Globovisión está uniendo y revitalizando una oposición desgastada y desunida.

La defensa de Globovisión se ha convertido, para la mayoría de venezolanos, en la batalla síntesis para defender la libertad de expresión y la democracia.

Que todo esto implica una peligrosa desnaturalización de un medio de comunicación, nadie lo tiene más claro que Federico Ravell y los periodistas de Globovisión. Su sueño es volver a ser periodistas nada más, sin partido, sin enemigo a combatir, sin batallas a pelear. Pero esto, en la Venezuela de Chávez, es precisamente esto: un sueño.

¿Es un problema particular de Venezuela?

No. Es una característica de los gobiernos de izquierda chavista, a la cual se suscribe un sector poderoso del FMLN. Citamos un cable de la agencia AFP desde Quito, Ecuador:

"Los presidentes de Ecuador y Venezuela propondrán a la Unión de Naciones Sudamericanas la creación de una instancia que 'defienda a los gobiernos de los abusos de la prensa', que ambos definen como mayor enemigo de su modelo socialista".

Vaya. Defender al gobierno de la prensa, o defender a la prensa de los gobiernos, esa es la decisión que tiene que tomar cada uno.

(El Diario de Hoy)

martes, 16 de junio de 2009

Carta a un policía


Estimado amigo:


Durante el conflicto, fuiste oficial. Combatiste a la guerrilla. Cuando terminó la guerra, te apuntaste para la nueva policía civil. En la Academia te encontraste con ex-guerrilleros y ex-soldados. De algunos ex-guerrilleros te hiciste amigo. Porque tenían el mismo ideal que vos: Construir una policía al servicio de todos. Con otros no, porque nunca dejaron de verte como enemigo, con desconfianza...

De algunos policías ex-soldados te hiciste amigo, porque al igual que vos entendieron que sólo entre todos podían construir una policía nueva. Con otros no, porque te empezaron a ver como traidor, porque te acercaste mucho a algunos ex-guerrilleros.

Tu carrera en la PNC fue exitosa, a pesar de las trabas por parte de algunos incorregibles de derecha e izquierda que se quedaron trabados en el pasado. Afortunadamente, nunca eran mayoría, nunca lograron dominar la nueva policía. Pesaban más los que habían aprendido del pasado.

Te tocaron directores que fomentaron la unidad, y otros que fomentaron la división. Pero la policía nunca se dejó dividir.

Ahora, con ‘el cambio’, te apartaron. Te quitaron el mando. Promovieron a cargos de poder a oficiales cercanos al nuevo partido de gobierno.

Quieren que renunciés. ¡No les hagás el favor! Hazle huevo, la policía te va a necesitar cuando le pase esta calentura partidaria y vuelva a sus orígenes que tanto han costado: un cuerpo profesional sin amarres a partidos e ideológicas.

Te saluda Paolo Lüers

(Publicado en Más!)

domingo, 14 de junio de 2009

Carta al ministro de Gobernación, Humberto Centeno


Estimado Humberto:


Disculpe que te molesto tanto. No es personal, es político...

Lo último que necesitábamos era un ministro de Gobernación metiéndose en nuestras vidas, sermoneándonos sobre lo que es moral o inmoral, decente o indecente. Un ministro que quiere decidir hasta dónde hay que tapar las tetas y las piernas de las muchachas en los periódicos y en la tele...

Siempre desde la izquierda hemos criticado a los ministros de derecha cuando actuaban como policía de buenos modales, queriendo decirnos qué podemos ver en la tele y qué no. Y hoy, cuando hay un gobierno de izquierda, comienza a presionar a los medios a que practiquen ‘autocensura’ y tapen las carnes... No, monseñor Humberto, así no se vale...

De un hombre de izquierda en Gobernación se espera que al fin decida cerrar la Santa Inquisición, perdón: la Dirección de Espectáculos. Adiós, se acabó la era medieval...

Lejos de eso, vos querés revivir esa instancia obsoleta y darle más poder. Querés meter al Estado en asuntos de nuestra moral y de la libertad de expresión de los medios. ¿Y mañana en nuestros dormitorios...?

La moral y los buenos modales son asuntos demasiado serios para permitir que se meta Gobernación. Sobre qué puede aparecer en nuestros periódicos o pantallas de televisión, vamos a decidir entre los medios y el público, pero no en Gobernación.

Saludos, Paolo Lüers

(Publicado en Más!)

jueves, 11 de junio de 2009

¿Nueva República?


El 1 de junio del 2004, cuando fue juramentado Tony Saca como presidente de la República, no asistieron los diputados del FMLN. Por lo contrario, a la hora de la transmisión del mando marcharon en la calle denunciando fraude y llamando 'ilegítimo' al gobierno de Saca.

Cinco años más tarde, el 1 de junio del 2009, cuando fue juramentado Mauricio Funes, no hubo manifestaciones. La oposición completa -los diputados de ARENA, del PCN y del PDC, los ex presidentes areneros, el presidente saliente- estaban sentados en el acto del traspaso del mando al presidente Funes.

En el primer discurso de Funes como presidente constitucional, no hubo ni una sola palabra de reconocimiento del hecho que -a pesar de todas las advertencias del candidato y su partido- no hubo fraude electoral.

No tuvo ni una sola palabra de reconocimiento del hecho que El Salvador, después de cuatro administraciones de ARENA, es un país democrático, donde la alternancia del poder, una vez decretada por el voto popular, funciona sin trabas, sin boicot, de manera organizada, pacífica.

El nuevo presidente, quien en su campaña no se cansó de hablar del inminente fraude electoral (y cuyo partido llegó incluso a hablar del peligro de un golpe militar para evitar el triunfo de Funes), habló como si nuestra democracia comenzaba este día. Como si este no fuera un acto de inauguración de un nuevo gobierno, sino de la democracia.

La incapacidad de ver que todos -ambos bandos firmantes de la paz, oposición y gobiernos de la posguerra, sociedad civil- han sido protagonistas de la democratización del país, y de reconocer sin retorcijones ideológicos los aportes de ARENA y sus cuatro gobiernos a este proceso parece ser uno de los puntos de más coincidencia entre Funes y su partido.

Para el Funes que habló el 1 de junio, nuestra posguerra es la simple prolongación de la historia de la guerra - y de la historia que nos llevó a la guerra. Para el Funes que habló el 1 de junio, con los Acuerdos de la Paz no hemos salido de la confrontación entre sectores, representados por ARENA, que se oponen a la democracia, y otros sectores, representados por el FMLN, que luchan por la democracia.

En esta visión de la historia y de la lucha permanente de clases, los Acuerdos de Paz sólo cambiaron las formas de esta confrontación - ya no son bélicos.

Pero dentro de ambos campos que terminaron la guerra firmando la paz había (y sigue habiendo) otra visión muy diferente: Los Acuerdos de Paz son el compromiso de comenzar en serio a construir conjuntamente la paz, la justicia y la democracia.

Asumimos no sólo el compromiso no de cambiar la forma en que dos bloques se enfrentan, sino de superar la división de la sociedad en dos bloques y comenzar a reconocer que la única democracia posible es la que construyamos juntos.

Lastimosamente, no todos han asumido este compromiso, ni comparten esa visión. Tanto en la derecha como en la izquierda hay quienes siguieron buscando, por la vía electoral, ganar la guerra que no han podido definir con las armas.

En la izquierda, esa diferencia de criterios ha estado a la base de las divisiones que ha sufrido después de la guerra. Para algunos, el pacto de San Andrés (entre el grupo de los ex comandantes Joaquín Villalobos y Fermán Cienfuegos y el presidente Armando Calderón Sol) ha sido el intento, tal vez mal hecho, de llegar a una agenda común en la construcción de la democracia. Para otros ha sido, simplemente, un acto de traición, porque rompió con el planteamiento de los dos bloques históricos confrontados hasta la victoria... o la muerte.

Para Funes y la actual dirigencia del FMLN, es lógico hablar de la 'Nueva República' a construir a partir de la toma del poder del FMLN. Para otros, el acto fundacional de la nueva República era la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.

No podemos refundar la República cada vez que se ejerce la alternancia. El principio principal de la alternancia democrática es precisamente que el traspaso del poder ejecutivo al partido opositor pase con normalidad, sin rupturas, sin refundaciones.

Si la República no está fundada sobre el compromiso de construirla entre todos, sino sobre la ideología, la concepción de 'el cambio', el ideario del partido de gobierno de turno, nunca tendremos una República que todos sentimos nuestra y todos defendemos.

Una semana después de las elecciones presidenciales -impactado por los múltiples discursos y consignas que gritaban "Segunda República"... "Un nuevo país"... "Cambio de época"... "Redefinición del rumbo del país". .. "Fin de ciclo"... "Segundo Acuerdo de paz"... "Refundación de la democracia"... "El fin de la posguerra..." - yo escribí:

"Cualquier intento de refundación, de llevar al país a nuevas épocas, de declarar cerrado ciclos, si no es mediante la concertación entre todos los sectores, no puede producir acuerdos nacionales, sino más confrontación."

Esto hace falta reiterar ante el discurso del presidente Funes del 1 de junio. Porque este discurso no sólo constituye un desliz a un lenguaje confrontativo, sino algo mucho más grave: la fundamentación, la base, la justificación para suspender el compromiso del 1992 de la construcción conjunta de la democracia. La retórica del 1 de junio marca la pauta para un gobernante que está convencido que la democracia comienza hoy, con él, y con su partido en el poder.

Por más que siga evocando términos como 'unidad nacional' y 'reconciliación', Funes anuncia un gobierno que sigue apostando a la división de la sociedad en dos campos antagónicos. En este contexto, la frase que anda circulando del 'turno del ofendido' me comienza a asustar. Tenía sentido ético en boca de Roque Dalton, pero asusta en boca del FMLN.

Incluso el noble término de Oscar Arnulfo Romero de 'la opción preferencial de los pobres', ya en boca de este presidente y en el contexto de su discurso del 1 de junio, provoca más dudas que esperanzas...

(El Diario de Hoy, Observador)

Carta a Jorge Meléndez, nuevo director de Protección Civil


¡Querido Jonás!


Así te conocí cuando comandabas las tropas guerrilleras en Morazán: Jonás. Nombre de la Biblia: el hombre que se tiró al mar para calmar la tempestad...

No sé quien te dio este nombre, Jonás, pero le hiciste honor. Siempre te tirás a calmar tempestades. Lo hiciste como jefe militar, nunca desprendiéndote de tu tropa.

Lo hiciste como concejal en la alcaldía disfuncional de Violeta. Mientras otros pasaron años hablando paja, vos asumiste la parte más difícil, más incómoda, más desgastante: el pleito eterno con los vendedores. Te tiraste al mar del centro urbano para calmar la tempestad del caos. No resolviste, porque nadie te apoyó.

Hoy te pasa lo mismo. A los responsables del fracaso de la alcaldía les dan cargos importantes en el nuevo gobierno: doña Violeta en Salud, Eduardo Linares para dirigir la Inteligencia del Estado – y a vos te tiran al agua para calmar tempestades y desgastarte en misiones imposibles. Te encargan Protección Civil. Bajo los mandos del nuevo ministro de Gobernación Humberto Centeno.

A Centeno lo nombraron ministro, porque tus ‘compañeros’ del FMLN te vetaron para el cargo. No querían como ministro a un hombre que ha probado su independencia del FMLN y su compromiso con la defensa de la democracia. Entonces, ponen a mandar a un dirigente comunista y a trabajar a Jonás...

Harás buen trabajo. Pero otra vez, como en la alcaldía, no te van a permitir más que trabajar. Decidir, no.

Cuidado, esta vez puede ser que la ballena te trague...

Te desea mucha suerte tu amigo Paolo Lüers

(Publicado en Más!)

martes, 9 de junio de 2009

Carta a Manuel Melgar, ministro de Seguridad


Estimado ministro:


ya tuvimos en El Salvador genocidio, guerra, secuestros y terrorismo de ambos bandos, secuestros económicos, confrontación sangrienta de maras - y una mortalidad por homicidios en el rango de epidemia.

Lo que menos necesitamos es vernos involucrados en el negocio de asesinar a presidentes visitantes. Ni siquiera mediáticamente involucrados. Ni siquiera en broma. Y mucho menos por efectos de propaganda.

Entonces, ministro, explíqueme una cosa: Cuando Hugo Chávez, presidente de Venezuela, denuncia que su avión iba a sufrir un atentado terrorista en El Salvador, basándose, entro otras fuentes, en “algunos amigos del gobierno de El Salvador”, ¿cuál es su deber como ministro responsable de Seguridad de este gobierno?

¿Cuál gobierno? René Figueroa, ministro de Seguridad del gobierno saliente, dijo que no hubo indicios de nada. Entonces, el gobierno entrante. Un matutino local informa que “Manuel Melgar afirmó que conocía de dicho plan”. ¿Es cierto? ¿Cómo lo conocía? ¿De qué fuentes conocía de este plan? No vaya ser porque Chávez le mandó a decir...

¿Ha informado de los indicios de un atentado terrorista a la fiscalía, que es la instancia que en nuestro país es responsable de la investigación del delito? ¿Existe una investigación de fiscalía y PNC? ¿Con qué resultados?

¿O es todo esto una gran paja para justificar la decisión de Chávez de no asistir a la toma de poder de Funes? En este caso, el precio es el prestigio de nuestro país - y usted, como ministro, debería salir en defensa del país y desmentir a Chávez.

Esperamos los detalles que usted conocía sobre el plan terrorista. O el desmentido.

Saludos, Paolo Lüers

(Publicado en Más!)

domingo, 7 de junio de 2009

¿El fin de los compadrazgos?


Tenía pendiente el segundo artículo sobre el gabinete de ‘el cambio’. El mero día de la inauguración del gobierno publiqué un artículo sobre lo positivo que había que decir sobre el gabinete. Falta lo feo y lo malo. Falta decirlo, con nombre y apellido. Muchos comentan en privado que algunos de los nuevos ministros asustan, pero hay que decirlo en voz alta. Haciendo precisamente esto me hizo acreedor del consejo de una radioescucha: “Hágase una limpia, demasiado critica”. Bueno, señora, la crítica es un ejercicio de limpia...

Para el difícil propósito de analizar los elementos negativos del nuevo gabinete, ayuda mucho que el mismo presidente Funes, en su discurso del 1 de junio, aportara los criterios de juicio: “Garantizo que este será el gobierno de la meritocracia, no el gobierno de privilegios de familias, de abuso, de clientelas y de los vicios de padrinazgos sombríos. Derechos, sí, para todos. Privilegios, no, para nadie. Aquí las personas serán reconocidas por su talento y su honestidad y no por sus conectes o su apellido.”

Entonces, ¿nada tuvieron que ver el apellido y los conectes del presidente de la CEL, Nico Salume hijo, con la decisión del presidente de darle el honor de ser el único integrante del gobierno de Tony Saca sentado en la mesa de gabinete de Funes?

Tenemos que creer que nada tuvo que ver el apoyo que el padre del presidente de la CEL dio al candidato Funes, dándole un préstamo personal de 3 millones de dólares y una mansión donde vivir adecuadamente. Si es por puros ‘méritos’, ¿cuál es el principal mérito de Nico Salume en CEL, a parte del hecho que la transparencia del proceso de licitación para el megaproyecto e la presa hidroeléctrica El Chaparral fuera seriamente cuestionada?

Sobre la definición de lo que significa ‘meritoracia’ en la construcción del gabinete Funes hay unas interesantes reflexiones nada menos de Ernesto Zelayandía, amigo de Funes y flamante viceministro de Gobernación: “Todos los que estamos en el gabinete nos involucramos en la campaña, colaboramos financieramente. Yo colaboré financieramente… todo mundo tuvo una participación de una u otra forma..” Citado por El Faro.

Sobre Neto Zelayandía ya escribí en mi anterior columna: “Tampoco puedo ver qué méritos acreditan a Ernesto Zelayandía para ser viceministro de Gobernación, más allá que ha sido el ex-marido de la primera dama y que yo lo conozco como persona íntegra y simpática. Si necesitaban a alguien que compense la incapacidad del ministro de esta cartera, el diputado Humberto Centeno (sí, él de los de los rotulitos panfletarios), hubieran buscado a un experto en administración pública... Neto Zelayandía le hubiera podido servir mucho mejor en otra función, por ejemplo dentro de Relaciones Exteriores.”

Con lo que llegamos al caso del ministro de Gobernación, Humberto Centeno. Es imposible inventar méritos que lo recomiendan a dirigir este ministerio clave para la institucionalidad democrática. Es obvio que Centeno recibió Gobernación resultado de un pacto de Funes con el sector más ortodoxo del FMLN. Ceder a este grupo el control sobre Gobernación, Inteligencia del Estado, y Educación es, para graficarlo de alguna manera, el precio que paga Funes para poder controlar --junto con el sector más renovador del FMLN, con el CD de Héctor Dada y con sus Amigos-- las políticas macroeconómicas del país.

Es un precio muy alto. Compromete, de antemano, al gobierno Funes.

En el área de Seguridad Pública hay una indefinición que en nada aporta a crear confianza y tranquilidad. El ministro Manuel Melgar es de los hombres más moderados dentro del FMLN, pero no proyecta la fuerza, la autoridad y la capacidad de garantizar que las nuevas políticas de Seguridad Pública se mantengan fuera de tentaciones y presiones autoritarias, partidistas y populistas. Es revelador que Funes no se atrevió a escoger como ministro de Justicia y Seguridad a alguien con claras credenciales democráticas que no permitiera que esta cartera se dirija con criterios partidarios, creando una peligros mezcolanza entre Estado, partido y ‘organización social’. Tampoco nombró como director de la PNC a un civil independiente del partido, sino entregó la dirección al grupo de los oficiales policiales provenientes del FMLN, con el peligro que el resto de la oficialidad sienta el peligro de una ideologización de la institución. Tanto Manuel Melgar como los nuevos directores y subdirectores de la PNC son sujeto de presión del partido.

Si sumamos a estas decisiones en Seguridad las otras que afectan las políticas de Seguridad -Seguridad entendido de manera integral-, el nuevo gabinete realmente comienza a asustar: Eduardo Linares como jefe de la Oficina de Inteligencia del Estado, y la decisión de último minuto de imponer a la Fuerza Armada a un ministro que no goza de la confianza de los militares. Es obvio que un ministro de Defensa tiene que gozar de la confianza del presidente, pero también de los militares. Es muy revelador que entre los hombres de confianza del presidente no haya nadie que también sea de confianza de los militares. Para imponer a David Mungía Payés, Funes tuvo que remover al Alto Mando completo. Ojala que el nuevo ministro de Defensa resista a todas la presiones de permitir influencias cubanas y venezolanas en la Fuerza Armada. Ojala que el presidente le ayude a resistir.

En la Inteligencia del Estado bajo el mando de Linares estas influencias van a ser inevitables. With a little help from his friends..., el ex-jefe del CAM de San Salvador tratará de construir un aparato de control a favor de las estrategias a largo plazo del FMLN.

Para analizar detalladamente todo lo malo y feo en el nuevo gabinete de gobierno, necesitaría demasiado espacio. Hay varios nombramiento que a la luz del anuncio del presidente del fin del clientelismo y compadrazgo parecen absurdas: Juan Pablo Durán llega a la Lotería Nacional cobrando favores electorales. Así llegaron José Napoleón Duarte a Turismo, Tomás Chévez al Fondo de Vivienda Social, La Chelona Rodríguez al INDES, Carlos Cáceres a Hacienda y su primo a la Secretaría Privada de la Presidencia...

No llegaron por méritos que no sean principalmente políticos y electorales. Pero esto ya lo explicó mejor Neto Zelayandía...

Todo esto no es nada nuevo. Ha sido así en otros gobiernos. Pero entonces, hay que revisar críticamente buena parte del discurso del 1 de junio del presidente Funes. Hay que preguntarse, ¿cuál cambio? ¿Cuál ruptura? ¿Cual meritocracia?

(El Diario de Hoy, Observador)

sábado, 6 de junio de 2009

Carta para los jóvenes de 'Un Techo para mi país'


¡Queridos jóvenes de ‘Un Techo para mi País'!


Todos hemos visto nacer a la orilla del Boulevard del Ejército el champerío inmenso llamado ‘Comunidad Las Victorias’. Primero eran unas docenas, después unos cientos, ahora son más de mil champas, de las más provisionales e infrahumanas.

Esta vez la miseria no se escondió en una quebrada para no ofendernos. Esta vez, la pobreza extrema se instaló donde todos la ven, pero sin verla.

Porque todos nos estamos haciendo los majes.

Menos ustedes. Dijeron: “Estas familias necesitan un techo.” Son los bichos de la iniciativa “Un Techo para mi País”. La gran sorpresa: No son los jóvenes del Frente, no son brigadas rojas-rojitas. No son de la Iglesia tampoco. No son de los que cantan y lloran “Las casas de cartón”, sino de los que cantan rock y ponen techos.

Son estudiantes de las universidades más caras. Bichos que les encanta la discoteca, la jodedera, la ropa chiva. Jóvenes que les gusta la buena vida, pero sobre todo aman la vida.

Ustedes, que todo el mundo piensa que son hijos de papi y que nada les importa, dijeron: “¡Vamos a darles techos!”

Para hacer techos, necesitan pisto. Y cuando fueron a las empresas y las autoridades para pedir apoya para los techos, les dijeron: “No podemos apoyar una toma de tierra. Esa gente vive en la ilegalidad.”

Y ustedes contestan: “No, donde vive esa gente es en la intemperie - y le vamos a dar un techo.”

Y los están construyendo. Si es necesario, con las uñas. Legal, ilegal, da igual.

¡Qué maravilla! Así como la gente del Boulevard del Ejército necesita mil techos, ¡el país necesita miles de jóvenes como ustedes!

Saludos, Paolo Lüers

(Publicado en Mas!)

jueves, 4 de junio de 2009

Columna transversal: Rebeldes con causa


Siempre se escucha la queja de que "los jóvenes de hoy" son consumistas, indiferentes, que no asumen compromisos y no se interesan por la política.

Bueno, tal vez no se interesan mucho por la política como se practicaba en las generaciones de sus padres y abuelos. Y tal vez tienen razón.

El resto es paja: Indiferentes no son. Todos mis hijos se niegan a comprometerse con partidos, pero ninguno de ellos es indiferente. Asumen compromisos, pero con el país, con su profesión, con ideales, no con partidos. A duras penas votan, pero tapándose los ojos para no ver las banderas que les toca marcar.

Todos hemos visto nacer a la orilla del Bulevar del Ejército el champerío inmenso que alguien (no sé si un campeón del eufemismo, un gran cínico o un visionario) bautizó "Comunidad las Victorias". Primero eran unas docenas, después unas cientos, ahora son más de mil champas, de las más provisionales, más precarias, más inhumanas. Expuestas al sol, a la lluvia, al lodo, al polvo viven unas mil familias.

Todos hemos visto la miseria, porque esta vez no se escondió decentemente en una quebrada para no ofendernos. La pobreza extrema se instaló donde todos la ven, pero sin verla: Adultos politizados, viejitos comprometidos, políticos de derecha e izquierda, poetas revolucionarios, curas con responsabilidad social...

Pero los que no pasaron viendo al otro lado son unos bichos de clase media alta, estudiantes de las universidades privadas más caras del país. Montaron un campamento dentro del campamento, empezaron a construirles casas y a traerles consultas médicas a los habitantes de este champerío.

Son los jóvenes de Un Techo para mi País. Estudiantes consumistas aficionados a las discotecas, los celulares chivos, el mundo paralelo en "Facebook". Les encanta la buena vida, pero sobre todo aman la vida. Por eso arman una campaña para resolver la insostenible situación de las familias que viven en el champerío de "Comunidad las Victorias". Y en el mundo de los adultos responsables y concientes, comprometidos con la institucionalidad del país y el progreso de la humanidad, casi todos les dicen: "Miren, apreciamos sus buenas intenciones, pero tienen que tomar en cuenta que ahí se trata de una ilegalidad. Si apoyan a esta gente, legitimizan la toma ilegal de tierras. Si les dan un techo y una casa, se consolida el acto ilegal de la toma de tierra..."

Y los bichos consumistas e indiferentes dicen: "Está bien. Que el Estado se encargue de resolver el problema legal. Nosotros vamos a resolver un problema humanitario, un problema de salud, de sanidad, de vida..."

Y tienen la razón: Legal o ilegal, el hecho es que la gente vive ahí. Los niños viven ahí y necesitan condiciones para sobrevivir. Necesitan un techo.

Los jóvenes de Un Techo para mi País les están dando un techo, contra todas las dudas, resistencias y obstáculos. En vez de criticarlos, todos deberíamos ayudarles. Y sobre todo deberíamos dejar de hablar de la juventud consumista e indiferente.

Platicando con estos bichos, me recuerdo de una de las primeras mantas que yo pinté para llevarla en las calles agitadas de Berlín del año 1968. Decía: LEGAL, ILEGAL, SCHEISSEGAL! Se traduce más o menos así: Legal, ilegal, da igual. Bueno, un poco más fuerte y vulgar...

Yo sé que es una consigna cuestionable. Pero la cuestión que provoca no es ¿cómo se atreven hacer algo en una comunidad ilegal?, sino ¿cómo remover las barreras legales que impiden hacer algo que es justo y necesario?

Eso de la juventud consumista es una paja de los viejos frustrados. Eso lo dicen a los jóvenes venezolanos --que sólo piensan en pisto, drogas y sexo--, y han sido los estudiantes los únicos que han puesto a temblar a Hugo Chávez. Lo dicen aquí, y han sido los jóvenes de democracia y desarrollo quienes han retado a los políticos a que discutan en las universidades.

Y han sido los "hijos de papi" de las universidades élites que han tenido la decencia de pararse en el Bulevar del Ejército para darles techos a los desamparados.

(El Diario de Hoy)

Carta a Henry Campos, nuevo viceministro de Justicia y Seguridad


Estimado Henry:


lástima que no llegaste a ser fiscal general. Sigo pensando que fuiste el mejor de los candidatos propuestos.

Bueno, pero te oliste que no te iban a elegir, aceptaste la oferta del presidente de aportar a la justicia desde otra trinchera: la del ejecutivo. Te entiendo.

Lo que no entiendo porqué te dejaste...

Servir de vice bajo el mando de un hombre que no tiene mando, es dejarse joder. O dejarse aprovechar. ¿Y para esto empeñaste tu independencia?

El Salvador necesitaba a un ministro de seguridad y a un director general de policía con autoridad y capacidad para enfrenar monstruos en tiempos de Perrones, maras, narcos y otras plagas – y al mismo tiempo con credenciales democráticos e intelectuales.

Para cualquiera de los dos cargos -ministro o director- me hubiera gustado verte, ¿pero viceministro en un ambiente donde los puestos claves de seguridad están repartidos entre cuadros del partido?

Hubieras dicho al presidente: Con gusto y con ganas trabajaré en tu gobierno, pero no como pantalla para un aparato de seguridad en manos del partido – y te hubieras ganado el respeto de todos.

Ojala que esté equivocado y puedas tener impacto sobre seguridad y justicia.

Saludos, Paolo Lüers

(Publicado en Más!)

martes, 2 de junio de 2009

Carta a la doctora María Isabel Rodríguez, nueva ministra de Salud


Muy estimada Chabelita:


su presencia en el nuevo gabinete me llena de más confianza que todos los demás ministros juntos. El sólo hecho que (gracias a usted) Salud no va estar en manos de la gente que quería poner el Frente, ya es ganancia.

Usted es una persona de pensamiento de izquierda que ya ha mostrado su independencia del FMLN en incontables ocasiones. Cuando era decana de medicina, en los años setenta, el Partido Comunista la quería echar de la Universidad. Cuando era rectora y consiguió 25 millones del BID para la U, nuevamente la querían echar por ‘privatizadora’.

Dentro de este gobierno, asumir el sistema de salud para reformarlo es uno de los retos más grandes. Que para esto tuvieran que llamar a usted, que tiene 85 años, para mi demuestra que Funes no está preparado para gobernar. Usted sabe que la quiero mucho, Chabelita, y no se enoje conmigo cuando le digo: Funes la instaló como una especie de fusible contra las calenturas radicales que con toda seguridad surgirán en el partido del gobierno y en el seno del mismo gobierno.

Pero los fusibles, cuando hay crisis, se queman.

Claro, con personajes como usted sentadas en la mesa del gabinete, será difícil para la ortodoxia dentro del gobierno a promover políticas que atentan contra la democracia o contra el buen uso de los fondos públicos. Los sectarios controlan partes importantes del gobierno como Seguridad, Educación, Inteligencia del Estado, pero mientras Usted está, no pueden tomar el control total del gobierno.

Ojala, cuando se queme el fusible, no será tarde.

Cuídese mucho, Chabelita, su amigo Paolo Lüers

(Publicado en Más!)

lunes, 1 de junio de 2009

Hablemos primero de lo positivo

Para no ser aguafiestas este día que para muchos es histórico y lleno de expectativas, voy a destacar los elementos positivos del gabinete que hoy asume el gobierno de nuestro país.

I.
Aunque no quiero pensar que no existe otra persona calificada para hacerse cargo del ministerio y de la reforma de Salud que una señora de 85 años, la presencia de la doctora María Isabel Rodríguez -para mi, cariñosamente, Chabelita- en este gabinete me llena de más confianza que todos los demás integrantes. Son indiscutibles su vocación de servicio, sus conocimientos profesionales, su capacidad administrativa y su honorabilidad. Sobre todo, es una persona de pensamiento de izquierda que ya ha mostrado su independencia del FMLN en incontables ocasiones. Con la Chabelita sentada en la mesa de gabinete, será difícil para la ortodoxia que controlará buena parte del gobierno a promover políticas que atentan contra la democracia o contra el buen uso de los fondos públicos.
Aparte del mérito de no haber permitido que el sistema de salud caiga en manos de activistas radicales del movimiento social antisistema, la decisión de Funes de nombrar a la Chabelita equivale a la instalación de una especie de fusible contra calenturas radicales que con toda seguridad surgirán en el partido del gobierno y en el seno del mismo gobierno. Y talvez del mismo presidente...

II.
No sé si Herman Rosa será el ministro de Medio Ambiente ideal. Ante la amenaza que esta cartera caiga en manos de personajes como Ricardo Navarro o Ángel Ibarra, el nombramiento de este académico prestigioso ya es ganancia. Con Rosa no existe el peligro que el Ministerio de Medio Ambiente se convierta en un instrumento de una estrategia revanchista y antisistema, como probablemente pasará a la Defensoría del Consumidor bajo la dirección del activista Armando Flores.

III.
Igualmente me parece positiva la presencia de Gerson Martínez en el MOP. No tiene experiencia profesional en el rubro, pero para esta cartera tan maltrecha lo más importante era que llegue alguien honrado con capacidad de limpiar la casa. Gerson tiene la experiencia política y el pragmatismo necesarios para este cargo. Si había que nombrar a alguien del FMLN para dirigir esta cartera, era Gerson.

IV.
Hugo Martínez como canciller me parece una solución bastante decente, pensando en el daño que el otro aspirante a este cargo, Sigfrido Reyes, hubiera hecho al prestigio del país. Quiero creer que Hugo Martínez, junto con la doctora Rodríguez y Gerson Martínez, será una voz de racionalidad contra cualquier locura antisistema de los ortodoxos o populista del mismo presidente.

V.
Los últimos dos ejemplos me llevan a una reflexión necesaria: Analizando la construcción de este gabinete de gobierno, es obvio que no se trata de un conflicto entre FMLN y Funes, o entre partido y presidente. Hay gente capaz e idónea dentro del FMLN para gobernar, como Gerson Martínez, Hugo Martínez y los viceministros Eduardo Espinoza (Salud) y Galixto Mejía (Trabajo), así como hay gente muy dudosa -por lo menos en cuanto a su capacidad e idoneidad- que provienen de los Amigos o del CD, como Juan Pablo Durán (Lotería), Fernando González (ISTA), Carlos Cáceres (Hacienda), Oscar Kattán (Seguro Social), Manuel Sevilla (Agricultura). Tampoco puedo ver qué méritos acreditan a Ernesto Zelayandía para ser viceministro de Gobernación, más allá que ha sido el ex-marido de la primera dama y que yo lo conozco como persona íntegra y simpática. Si necesitaban a alguien que compense la incapacidad del ministro de esta cartera, el diputado Humberto Centeno (sí, él de los de los rotulitos panfletarios), hubieran buscado a un experto en administración pública... Neto Zelayandía le hubiera podido servir mucho mejor en otra función, por ejemplo dentro de Relaciones Exteriores.

VI.
Haber convencido a Henry Campos a entrar al ejecutivo, ya que difícilmente lograría ser elegido fiscal general, parece una muy buena idea. Estoy convencido que para la dirección de la policía hubiera sido más positivo escoger a un profesional externo como Henry Campos, quien difícilmente podrá hacer un aporte importante bajo la dirección de Manuel Melgar en Seguridad y Justicia.
Escoger director entre los comisionados siempre lleva el riesgo de fomentar divisiones dentro de la policía; en cambio y un profesional independiente y reconocido desde afuera de la institución hubiera podido aportar a la superación de divisiones y rivalidades.

VII.
En cambio, en la Fuerza Armada es al revés. Hay una institucionalidad interna muy consolidada. Aunque por razones de principio me inclinaría a una conducción civil de la Fuerza Armada, por razones de estabilidad y confianza la mejor solución era nombrar ministro de Defensa a un miembro del Alto Mando militar. Cualquier otra decisión, imponiendo a la Fuerza Armada a un ministro que no sea de su confianza, hubiera sido un gravísimo error.

VIII.
Ya que Guillermo Suárez López se mostró dispuesto a integrar el gabinete de Funes, lo más lógico hubiera sido encargarle Hacienda y la reforma fiscal. Esto sí hubiera servido como una señal clara que no viene una política tributaria revanchista. No sé si López Suárez no quiso o si Funes no se atrevió a ofrecerle Hacienda, o si el FMLN lo vetó...
De todas formas, su mera presencia en el gabinete es positiva. Y como el gobierno del FMLN va a insistir que en la operación del nuevo puerto de La Unión haya una decisiva participación del Estado, CEPA necesita a un presidente muy capaz, muy concertador y lo menos posible ideologizado. En este sentido, Guillermo López Suárez puede jugar un papel muy positivo en CEPA.

IX.
Hay bastante cosas positivas que decir sobre el gabinete que asume hoy el gobierno. También muchas cosas negativas. Pero será otro día menos festivo que habrá que hablar sobre las decisiones que tomaron Funes y el FMLN y sobre los futuros ministros que más bien asustan.

(El Diario de Hoy, Observador)