martes, 30 de noviembre de 2010

Carta al diputado Douglas Avilés del CD

Estimado Douglas:

en un periódico del fin de semana sale el título: “Diputado del CD responde a Durán”, y en el artículo tú, como fracción y jefe de fracción del CD en la Asamblea, desmientes que a este señor Durán se le haya ofrecido una plaza fantasma en la Asamblea.

Pero, querido diputado, a quien tienes que contestar no es a Juan Pablo Durán, sino al secretario general de tu partido y director del Seguro Social, Oscar Kattán. Es Kattán a quien todos escuchamos en la grabación de su conversación con Durán ofreciendo dinero y una plaza fantasma a Durán, con tal que se vaya del partido sin joder tanto...

No vale a pena contestar a Durán - ya todo el mundo sabe que este hombre es corrupto. Hasta Funes se dio cuenta y lo echó de la Lotería Nacional que le había dado para portarse bien...

No, si quieres defender el honor del CD, a quién tienes que responder es a Oscar Kattán. No sé quien llevó a Durán al partido Cambio Democrático, luego de que el PDC lo había echado por conductas inmorales. Pero todo el mundo sabe quién llevó a Durán a la dirección del CD: fue precisamente Oscar Kattán, quien llegó a desbancar a don Héctor Dada como secretario general armando esta coalición fatal con los oportunistas y tránsfugas que habían ingresado al CD: Durán y Tomás Chévez, el ex-candidato presidencial del PCN que aparició apoyando la candidatura del Frente.

Sin Durán, Kattán no hubiera llegado a secretario general y tal vez tampoco a la presidencia del Seguro Social. Y sin Kattán, Durán no hubiera llegado a la dirección del CD y la presidencia de la Lotería Nacional.

Así que en vez de hacer leña del árbol ya caído, preocúpate del palo que todavía está parado, pero que a lo mejor ya está podrido.

Suerte te desea Paolo Lüers

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¿Para qué sirven los padrinos? ¿Para comprarles aviones o para aprender política?

Tal vez no sea tan mala idea que el presidente de El Salvador escoja como ejemplos a seguir a sus colegas Obama y Lula. Algún palo para agarrarse necesita un gobernante sin partido en el cual confiar.

Todavía estamos esperando que nuestro presidente exprese su admiración por Lula emulando sus políticas de diálogo permanente y construcción de consenso con los empresarios nacionales. O instruyendo a su gabinete de seguridad a viajar a Rio de Janeiro para presenciar y entender cómo el gobierno de Brasil usa una combinación de fuerzas especiales de la policía y de la Fuerza Armada para combatir a las pandillas y romper el control que las mafias ejercen sobre barriadas enteras. Viendo las noticias de Rio, de repente se vuelve interesante tener como amigos a Lula y sus ministros...

De nada nos sirve que nuestro presidente adopte a Lula como padrino, si no sabe traducir esta relación en otra cosa que negocios poco transparentes como la compra de buses brasileños financiados por prestamos brasileños. Y mucho menos nos sirve su amistad con el presidente de Brasil si le lleva a Funes a comprar a este país aviones de combate, que ni siquiera nuestros militares han solicitado. Esto más bien parece emulación de las locuras de Hugo Chávez, quien está comprando submarinos rusos y aviones de combate franceses para tener contentos a sus colegas militares.

Ojalá que el otro padrino que nuestro presidente huérfano ha adoptado, Barack Obama, logre hacer entender a su apadrinado algunas verdades sobre temas como las finanzas públicas en tiempos de déficit. Y cómo acercarse a la oposición escuchándola...

Ojalá que los asesores en Casa Presidencial le hagan llegar al escritorio de su jefe esta noticia de The New York Times de este lunes 29 de noviembre: "El presidente Obama anunció que va a congelar, por dos años, los salarios para trabajadores del gobierno federal. Con esto, Obama trata a responder a las preocupaciones respecto al nivel altísimo del gasto y del déficit. 'La dura verdad es que para controlar este déficit serán necesarios amplios sacrificios, y estos tendrán que ser compartidos por los empleados del gobierno federal', dijo Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca".

El problema es que hasta ahora nuestro presidente a sus ídolos Obama y Lula les ha emulado de una manera muy selectiva. Les ha emulado solamente sus discursos, sobre todo los discursos donde hablan del cambio y donde hacen promesas, y no sus políticas públicas reales con los cuales se enfrentan a los problemas y crisis de sus países. La manera cómo Lula se enfrenta al reto de la seguridad es muy distante a sus discursos populistas. Igual las políticas de austeridad que Obama está obligado a adoptar, por dos razones: que con su programa original no ha logrado la recuperación económica, ni la reducción del desempleo ni mucho menos la reducción del déficit en las finanzas públicas de Estados Unidos; y segundo, porque perdió el control del Congreso.

Lo que hace interesantes a dirigentes como Lula y Obama no es su discurso populista de cambio, sino su sentido práctico de no olvidarse de las políticas reales y, cuando sea necesario, impopulares. Esto, hasta ahora, parece que no lo entienden en Casa Presidencial. Obama y Lula saben distinguir entre discurso y política. Funes, no.

(El Diario de Hoy)

sábado, 27 de noviembre de 2010

Carta a los diputados de la Asamblea Legislativa

Estimados padres de la patria:

No puedo creer que en la Asamblea Legislativa no existe ni siquiera una voz que se haya expresado en contra de una ley que...

· ... en vez de abolir de una vez por todo la oficina de censura de Gobernación, le da competencias adicionales de control sobre lo que puede o no puede publicarse en los medios y la publicidad. Felicidades, don Humberto Centeno, al fin tendrá sentido ser ministro de Gobernación...

· ... establece dos tipos de asesinatos, con penas diferentes; matar a un niño de 3 años o a un anciano de 85 ahora saldrá más barato que matar a una mujer.

· ... pone multas a nuevos ‘delitos’ como “elaborar y publicar imágenes o mensajes con contenido de odio o menosprecio a las mujeres”; o “utilizar expresiones verbales o no verbales relativos al ejercicio de la autoridad parental que tengan por fin intimidar a las mujeres...” (Entiéndase: educar con criterios ‘machistas’ a sus hijos...);

· definir como delito “burlarse de las mujeres dentro de sus ámbitos de trabajo, educativo, comunitario, espacios de participación política y ciudadana...” ¡Cuidado, Alecus, con tus caricaturas de doña Violeta!

Para dejarlo claro: Era necesario una ley que obligue a las autoridades a proceder debidamente con las investigaciones y juicios en todos los casos de violencia intrafamiliar y contra mujeres. Era necesario una ley que obligue a las autoridades estatales a remover los obstáculos que enfrentan mujeres para avanzar en su educación y profesión.

Me imagino que el sentimiento de culpa que todos ustedes sienten por no haber resuelto estos vacíos legislativos durante años y décadas, los tiene tan ahuevados que ahora permitieron que de contrabando les metieron cualquier tipo de barbaridades en esta ley.

Qué patético este cuadro: Como única manera de conseguir que dejen de chingar las feministas y que se callen los abogados de lo ‘políticamente correcto’, nuestros diputados (¡todos!) aprueban una ley, donde mezclan reformas necesarias con verdaderos atentados contra el sentido común.

Y ni una sólo voz se levanta en la Asamblea para decir: ¡Alto!, discutamos bien antes de hacer leyes contra toda lógica. Que ahuevada...

Paolo Lüers

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jueves, 25 de noviembre de 2010

Carta al Consejo Económico Social

Estimados sindicalistas, empresarios, y académicos que forman parte del Consejo Económico Social del país:

Me encontré una nota en La Prensa Gráfica del día martes 23 de Noviembre, diciendo que “el presidente de la República, Mauricio Funes, reveló ayer que instruyó al secretario técnico de la Presidencia, Alexander Segovia, para que se inicie la discusión del tema de pacto fiscal al interior de esa entidad.

Que raro: Yo no sabía que el Consejo Económico Social era una dependencia de Casa Presidencial que recibía ordenes del mandatario de turno. Inocentemente, yo creía que el tal CES iba a ser “UNA INSTANCIA DE DIALOGO, DE CONCERTACIÓN, EN LA QUE LAS PARTES ACTÚAN EN CONDICIONES DE IGUALDAD; UN ORGANISMO IDÓNEO PARA EL INTERCAMBIO DE OPINIONES Y PROPUESTAS EN FUNCIÓN DEL DESARROLLO NACIONAL.”

Lo creó, porque así lo explicó el presidente en su discurso del 3 de septiembre en el acto celebre de inauguración del CES.

Entonces, ¿cómo es eso que ahora el señor dice sobre el mismo CES: “Es una institución que no ha muerto, está trabajando, y yo le he dado instrucciones al secretario técnico para que comiencen a trabajar ya el tema del pacto fiscal”?

Así lo citan al presidente en la mentada nota de prensa.

¿Y con esto están de acuerdo ustedes, los dirigentes gremiales de los trabajadores y de los empresarios? ¿Y los académicos y rectores de universidades que están ahí para asesorar y aportar? ¿Y el representante de Naciones Unidas que está ahí para mediar? ¿Todos ustedes están de acuerdo que al CES le da instrucciones el presidente de qué y cuándo discutir? No lo puedo creer.

Creo que hace falta una reunión seria de ustedes con el presidente, para que le expliquen qué es un Consejo Económico Social, a diferencia de una secretaría de Casa Presidencial. Tal vez le mandan antes copia de la ley de creación del CES en España, donde dice: “No se prevé la participación de representantes del Gobierno, dado el carácter del Consejo de órgano consultivo del mismo, y la necesidad, por tanto, de garantizar su independencia en la formación y emisión de sus criterios. En razón a esta necesaria autonomía funcional se le dota de amplias facultades de autoorganización.”

Vaya, pero esto es en España, donde ya entendieron que la palabra ‘mandatario’ no viene del verbo ‘mandar’, sino del la palabra ‘mandato’.

Les deseo sabiduría y mucho coraje en su trabajo,

Paolo Lüers

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martes, 23 de noviembre de 2010

La incertidumbre es pecado de todos


Certidumbre es la palabra mágica, cuando se habla del futuro económico del país. O incertidumbre, dependiendo de qué ángulo se enfoca la realidad. Confianza es la otra. O desconfianza. Dependiendo si somos optimistas a pesimistas; luchadores o frustrados; al punto de arreglar al país o abandonarlo...

Pongamos el ejemplo de nuestro sistema monetario. Cada vez que alguien dice "desdolarización", se genera incertidumbre. Si es algún economista desfasado, un poquito. Si es alguien cercano al gobierno, más. Si es alguien con poder dentro del gobierno o del partido de gobierno, aún más.

Habló el presidente: "Por parte de mi gobierno, no habrá desdolarización". Que bueno, por lo menos de aquí a 2014 tendremos certidumbre temporal, si podemos confiar en la palabra del presidente. ¿Y de 2014 en adelante? ¿Y por parte de un gobierno del FMLN sin Funes, si es que el partido de gobierno gana en el 2014, qué certidumbre tenemos? Ninguna.

El país necesita inversiones. Pequeñas y grandes. Por lo menos las grandes necesitan certidumbre a largo plazo. Un proyecto de inversión grande, si ahora se decide, comenzará a funcionar en tres, cuatro o cinco años. Uno nunca sabe quién va a gobernar en cinco años. Mientras uno de los partidos que puede llegar a gobernar en 4 años siga pensando en cambiar las reglas del juego económico y político, no existe el tipo de certidumbre que necesitan las inversiones grandes, que impactan nuestra economía a largo plazo, para decidirse a apostar a El Salvador.

No es suficiente que el presidente diga que en su gobierno no habrá desdolarización. Para que haya certidumbre, lo tiene que decir el partido que compite por la presidencia en el 2014. Y si este partido no lo dice, con claridad y de manera irreversible, el presidente de la República –si realmente quiere generar certidumbre– tiene que tomar posición y decir: No voy a apoyar al FMLN ni en el 2012 ni en el 2014, ni activamente ni pasivamente. O está conmigo construyendo certidumbre, o está contra mi apuesta a la certidumbre...

La disyuntiva de mantener o modificar la dolarización es sólo uno de los grandes problemas donde esta lógica aplica. No es suficiente que el presidente haya dicho que no está en favor de la penalización delitos relacionados con el uso de la libertad de expresión; lo necesitamos escuchar del partido del gobierno, el FMLN. Y del otro partidito de gobierno que se llama GANA. Y si no, tenemos que escuchar del presidente que no va a estar del lado de estos partidos en las elecciones del 2012 y del 2014.

Y así en otros temas: control de precios por parte del estado; erosión de la democracia representativa en favor de lo que el FMLN llama democracia directa o popular; acercamientos al ALBA; política tributaria. El FMLN está hablando que generosamente a las empresas les va a permitir ganancias de 20%, lo que significa que va a tomar medidas que eviten que las ganancias sean más altas. El presidente de la República, si quiere aportar a la generación de certidumbre y confianza, tiene que hacer las alianzas políticas pertinentes para evitar que estas visiones del FMLN, en un futuro, se vuelvan políticas oficiales. No es suficiente decir que él no está de acuerdo, porqué él solamente va estar hasta el 2014, y la certidumbre necesita alcances mayores.

Pero hay otros factores que generan incertidumbre. Cada día que pasa sin que el ex presidente Tony Saca tome posiciones de oposición y de voluntad de enfrentarse al FMLN en las batallas electorales de 2012 y 2014... genera más incertidumbre.

Cada día más que PCN y PDC sostienen políticas de estar con una pata en el gobierno y con la otra en la oposición... genera incertidumbre.

Cada día que el empresariado y sus voceros no asuman una posición que combine la defensa consecuente de nuestro sistema de libertades políticas y económicas con propuestas claras y compromisos de cómo combatir la pobreza... genera incertidumbre.

Cada centímetro de terreno que ARENA no ocupe en el centro del espectro político y socioeconómico, atrincherándose en posiciones conservadores; y cada día que ARENA pierda para convertirse en la fuerza motriz del reformismo, del liberalismo y del pluralismo... es pérdida en la batalla por construir certidumbre y confianza.

Por default (porque no hay otro que puede asumir esta responsabilidad), ARENA tiene el compromiso histórico de convertirse en el movimiento plural, democrático, libertario que necesita el país para hacer las reformas que son indispensables para fortalecer y blindar la institucionalidad democrática y la economía social del mercado.

La izquierda democrática ha fallado ante esta responsabilidad, algunos por sus pactos errados con la izquierda antidemocrática, otros por falta de incidencia. Ahora queda en manos de la derecha democrática y liberal asumir esta responsabilidad. Por esto hay que señalar: Cada día que ARENA (sea por falta de claridad, o cobardía, u oportunismo, o claudicación) pierde en asumir ofensiva y abiertamente esta tarea, abona a la incertidumbre que tiene secuestrada al país y su economía.

(El Diario de Hoy)

Carta al ministro de Economía, Dr. Héctor Dada

Estimado Héctor:

Te invito a la bella ciudad de Suchitoto. Te llevaré a tomarte un fresco en mi tienda preferida, donde la niña Cande, a la hora de la sabrosa brisa que sube del lago en la tarde....

La última vez que fui, la Cande me pidió explicarle porqué a ella y su familia no le va tocar el subsidio del gas. Me enseñó sus recibos de luz, y cabal, está encima de los 200 kw. al mes que ustedes han definido como frontera de la pobreza...

¿Sabe por qué? Porque vive de su tiendita, y la tienda está dentro de su casa. Así que su recibo de luz es de casa y tienda. Lo que le mata son las refris de la tienda, que además son viejas y consumen mucho... Si tuviera dinero para comprar refris, no pagaría los $80 mensuales de luz y calificaría para el subsidio de gas en el nuevo sistema que tu ministerio está diseñando.

Entonces, Héctor, algo está mal con este sistema que mide la pobreza por el consumo de electricidad. Si la familia de niña Cande no tuviera tienda, sino que tuviera el mismo ingreso por un empleo, tuviera una cuenta de luz pequeña y calificaría para el subsidio de gas.

Incluso, sui tuviera su tienda no en su casa, sino en al garaje del vecino, con contador aparte, estaría felizmente cocinando con subsidio... Como yo, que tengo mi negocio en otra parte y por tanto en mi vivienda no consumo mucha luz... Aunque no soy pobre como la familia de Cande...

No es lógico. Tampoco justo. ¿Sabe lo que la niña Cande va a hacer si pierde el subsidio de gas? Regresar a la leña. Según ella, todos su vecinos harán lo mismo. ¡Pobres cerros de Suchitoto! ¡Pobres cerros del país entero!

Pero sería buena que la Cande y sus vecinos mismos te expliquen la angustia que les está causando lo del gas. Y que vos les expliqués cómo pueden mantener el subsidio. Debe haber un método más justo que simplemente medir el consumo de luz. Porque algunos, como Cande, consumen mucha luz, aunque sean pobres, o mas bien, porque son pobres y no pueden cambiar sus refris....

Por todo esto te invito a Suchi para que nos tomemos un fresco donde la niña Cande.

Saludos, tu amigo Paolo Lüers

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sábado, 20 de noviembre de 2010

Carta al presidente de la República

Señor presidente:

Cedo este día el espacio de mi carta al doctor Fabio Castillo, prominente jurisconsulto y ex-coordinador general de su partido FMLN, quien en una entrevista televisiva le hizo algunos planteamientos a usted.

“Hay cosas en las que la empresa privada tiene razón y cosas en las que no tiene. Tiene razón, por ejemplo, en lo de la declaración patrimonial. No le veo sentido a hacer una declaración patrimonial que no va a tener ninguna consecuencia. Si tú pones una declaración patrimonial es para poner algún tipo de impuesto sobre tu capital líquido. Pero nos han dicho que eso no va a pasar, ¿entonces, para qué van a declarar los bienes las personas? No tiene sentido.

Además, el Presidente vetó, bien, él está en su derecho de vetar por razones de conveniencia o inconstitucionales. Lo vetaba por inconstitucional, diciendo que de acuerdo a la Constitución estamos obligados a proteger la vida, la salud, etcétera, y que para eso se necesitan recursos.

Entonces, quiere decir que la declaración patrimonial sí es para que el Estado tenga recursos, no es como nos habían dicho.

No sé quién sea ahora el asesor jurídico del Presidente, yo definitivamente no...

En qué voy a proteger yo la vida de los salvadoreños con ir a declarar los pocos bienes que tengo, o los muchos que tienen algunas personas? ¿En qué le ayudo al pueblo salvadoreño con eso?

Sí podría ser alguna ayuda si sobre eso tuviera que pagar algún impuesto, pero el gobierno se ha empeñado en decirnos que no.”

Y más adelante el doctor Fabio Castillo hizo unos planteamientos que, para mi entender, también llevan como destinatario al presidente de la República. A la pregunta de por qué no puede ser Fabio Castillo candidato presidencial del FMLN, contestó: “No tengo ni las cualidades ni los defectos indispensables para ser presidente de El Salvador: la soberbia, la ingratitud, el olvido inmediato de las

promesas electorales....”

Aprovecho esta carta para hacerles llegar estos planteamientos del doctor Fabio Castillo, porque entiendo que van con dedicatoria. Y porque usted no estaba en el país, cuando el doctor Castillo le dirigió estas palabras.

Saludos, Paolo Lüers

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jueves, 18 de noviembre de 2010

El segundo gobierno Santa Claus


No es tan importante si se logra un pacto social o si es el gobierno que unilateralmente tome decisiones: Importante es que alguien tome decisiones y defina prioridades.

No podemos seguir con un estado Santa Claus. El país no se puede dar el lujo de tratar de atender todas las necesidades y todas las deudas sociales al mismo tiempo. Esto, en última instancia, lleva a no resolver ninguno de los problemas.

Hay dos grupos de urgencias: los sociales que, corresponden a deficiencias históricas y demandas no atendidas en las áreas de pobreza, alimentación, educación, salud, transporte, etcétera; y las urgencias económicas, que corresponden a la necesidad de crear empleo e impulsar crecimiento económico. Las grandes urgencias de seguridad pública se ubican en esta categoría. Son inversiones.

El dilema –no sólo para el estado y su gobierno, sino para toda la sociedad– es que las necesidades sociales parecen los más urgentes, porque corresponden a tragedias humanas; pero que las urgencias económicas son los más estratégicos, porque comprometen la viabilidad del país en el futuro. Incluyendo su capacidad de atender, de manera estructural y definitiva, los problemas sociales.

En esta situación llegó a gobernar en El Salvador la izquierda, que durante décadas ha denunciado, con razón, las deudas que el estado tiene con los sectores pobres y marginados. Y no cualquier izquierda: una izquierda con poca capacidad de analizar y entender la relación entre las dos categorías de urgencias; una izquierda que por reflejo y dogmatismo tiende a priorizar las urgencias sociales por encima de las económicas que no logra analizar sin filtros ideológicos. Una izquierda además resentida y revanchista.

Así más o menos podemos describir la triste actuación del gobierno del FMLN y de Mauricio Funes. El resultado es obvio: no hay prioridades; e incluso cuando las definen, las definen mal. Queriendo hacer todo, porque todo prometieron, no resuelven nada.

Veamos algunos ejemplos. Hay un sinfín de estudios que analizan las deficiencias de educación que habrá que superar para que dejen de obstaculizar el desarrollo y el crecimiento. En ninguno de los estudios se señala la importancia de los uniformes escolares. Es obvio que cuando estamos hablando de la educación como motor del desarrollo, nos estamos refiriendo a invertir en la enseñanza de tecnología, idiomas, técnicas de comunicación - no en zapatos y uniformes. Pero el esfuerzo administrativo y financiero prioritario del Ministerio de Educación es dirigido a subsidiar a toda la población del sistema público con uniformes y zapatos gratuitos. Sin focalización. Sin priorizar

Otro ejemplo: Ante el desastre que es el transporte público, el Estado tiene dos opciones. O invierte en el subsidio sin afectar en lo más mínimo el sistema obsoleto y caótico, o invierte en un sistema nuevo, humano y eficiente. Obviamente no puede hacer las dos cosas al mismo tiempo. La primera opción es paliativa, la segunda resuelve el problema.

Los gobiernos siempre tienen que priorizar. Gobernar es priorizar. Los malos gobiernos priorizan sin contundencia y aplicando criterios populistas, electorales y de intereses a corto plazo. Los buenos gobiernos priorizan con criterios de largo plazo, de desarrollo, aun y cuando esto va en contra de las demandas populares. Por esto, los mejores gobiernos son los que logran concertaciones con la oposición y con los actores sociales y económicos, para conjuntamente asumir el costo de políticas que corresponden a prioridades de largo plazo y estructurales y no a las urgencias más sentidas de carácter social.

Es con esta lógica que hay empezar a hablar de las prioridades de los recursos del país. Y es ahora, antes de aprobar el presupuesto. Aprobar otro presupuesto más sin haber debatido y discutido las prioridades es un pecado.

El presupuesto presentado por el gobierno del FMLN y Funes no corresponde a una priorización racional. Trata de resolver todo y resolverá nada.

Por más que duele: El Estado no puede, mucho menos en situación de crisis, atender de fondo las urgencias y demandas sociales, por más que un gobierno de izquierda quiera. Por más que duele, el Estado no puede hacer crecer sus gastos sociales, mientras no logre hacer crecer la economía. Esto no significa suspender las políticas sociales. Significa definir claramente que las políticas sociales no son para resolver la pobreza y la marginación, sino para garantizar lo mínimo a los sectores en extrema pobreza. Son de emergencia, no pueden ser estructurales.

Hay que tener claro –y este gobierno obviamente no lo tiene claro– que la solución de los problemas de la pobreza pasan por la creación de empleo, las nuevas tecnología, la competitividad de nuestras empresas. Esto significa que en vez de seguir gastando en subsidios, hay que reducirlos al mínimo (atención exclusivamente a las familias en extrema pobreza). Y cada dólar ahorrado en subsidio hay que invertirlo en áreas que afectan la creación de empleo y la generación de riqueza, por ejemplo en seguridad. No en otros subsidios, no en uniformes.

Sin la voluntad de definir prioridades y asumir el alto costo político, no avanzamos. Sin la voluntad de parar al gobierno en su intento de imponer otro presupuesto sin haber definido bien las prioridades, es irresponsable. El problema es que este es segundo gobierno Santa Claus, luego de la administración Saca. El país no aguanta 10 años sin rumbo definido. No es un problema de derecha versus izquierda, es un problema de responsabilidad versus irresponsabilidad, de eficiencia versus populismo.

Y si el gobierno no puede o no quiere definir las prioridades, que lo haga la sociedad civil, la oposición, la academia, en un gran debate nacional. Una vez claramente definidas, las prioridades se imponen.

(El Diario de Hoy)

Columna transversal: Romper el cerco del pesimismo


¿Hay alguien que todavía cree en este país? ¿Hay alguien que piensa que se pueden resolver los serios problemas que ahora impiden el crecimiento económico? ¿Hay alguien que está convencido de que el país tiene futuro? ¿Hay alguien que tiene el valor y la solvencia para decir "vamos a arreglar el país" y para presentar propuestas?

Entonces, ¡que por favor hablen! En voz alta.

¿Cómo va a resolver sus problemas un país, si los que gobiernan hablan de nuestra economía como si estuviera condenada a fracasar? Aunque usted no lo crea, el mismo presidente del Banco Central de Reserva dijo: "El barco se está hundiendo, pero todavía sigue la música, la gente todavía está tomando su champán y comiendo su caviar. Quizás no nos hemos percatado de que la catástrofe ya está encima".

¿Cómo va a salir de la incertidumbre un país, si la oposición política no sabe combinar la crítica permanente al gobierno (que es necesaria e incluso tendría que ser mucho más consistente y fuerte) con una visión positiva de un país próspero y justo?

¿Cómo va a encontrar rumbo hacia el crecimiento un país, si los empresarios y ejecutivos se vuelven reactivos frente a las amenazas de políticas públicas que desincentivan la inversión, en vez de promover activamente su modelo de desarrollo?

¿Cómo va a entrar en el debate necesario el país de cómo definir sus apuestas y prioridades, si los generadores de opinión y los tanques de pensamiento fomentan la frustración y no las energías y las ideas para las reformas y los cambios necesarios?

No es que nadie está pensando en el futuro. No es que nadie esté invirtiendo en el futuro. Sólo que los señales y tendencias positivas no penetran la opinión pública y no rompen con la "psicología de la crisis". Hay miles de estudiantes haciendo grandes esfuerzos y sacrificios para convertirse en los profesionales que el país necesita para salir adelante y superar la pobreza intelectual que está a la base de la pobreza física. Pero no tienen la misma visibilidad y el mismo impacto sobre nuestra manera de percibir el país que los pandilleros, los emigrantes, los resignados.

Hay proyectos empresariales maravillosos, a pesar de la crisis y de la desconfianza con que los ve el partido de gobierno. Proyectos audaces como Calvo en La Unión, como Decamerón en Sonsonate, como El Pedregal en El Espino, como Plaza Futura en la Escalón y Plaza Mundo en Soyapango, como las nuevas industrias textiles, para solamente hablar de los grandes y visibles. Pero el presidente de la República aparentemente no entiende su importancia. Prefiere atender un compromiso personal en Brasil, y no atender el compromiso con el país y su futuro en Plaza Mundo.

Otra oportunidad no aprovechada para ponerse a la par de los inversionistas y conjuntamente dar una señal positiva y de confianza al país. Y cuando acepta la invitación, como en el caso de El Pedregal, aprovecha la oportunidad para hacer lo contrario: insultar y amenazar a los inversionistas...

Pero la responsabilidad de devolvernos la confianza en la factibilidad del desarrollo y de la superación, incluso de la excelencia, no la tiene sólo el gobierno. No debe depender del gobierno, mucho menos del gobierno que tenemos. Siempre dicen que los factores decisivos para salir de crisis económicas son psicológicos: romper la frustración y el pesimismo; fomentar la disposición de tomar riesgos y buscar innovaciones; reconstruir la confianza en la capacidad del país y de sus fuerzas productivas...

Parte de ser oposición eficiente es saber definir las alternativas y enamorar a la gente de ellas. Es la parte talvez más importante que la capacidad de criticar al gobierno y sus políticas equivocadas. En este sentido, lo que hay que hacer para ganar futuras elecciones en buena medida es lo mismo que falta para devolverle al país la confianza en su economía y su futuro. Los empresarios no tienen que incursionar la arena partidaria, apoyan a la oposición creando visiones factibles para el crecimiento del país.

Los generadores de opinión (medios, académicos, dirigentes religiosos, tanques de pensamiento...) no tienen por qué intervenir en las batallas partidarias, con tal que aporten con análisis, investigación y debate a la construcción de alternativas y al rompimiento de la resignación pesimista que tiene preso al país, cumplen con su responsabilidad con la democracia...

Lo que quiero decir es sencillo y sólo el inicio de un debate: No abonemos más a la desesperación y frustración. Combinemos la crítica con la generación de ideas nuevas.

(El Diario de Hoy)

Carta al comandante “Ramiro” (diputado José Luis Merino)

Ramiro:

Te felicito por tu libro “Comandante Ramiro”. Está bueno que todos los protagonistas de la guerra cuenten su versión.

Algunos libros los leo del final para atrás, y en tu último capítulo, ya me encontré con una de estas mentiritas que abundan cuando los protagonistas nos cuenten la historia. O más bien, su supuesto papel en la historia...

Hablas de la necesidad de hacerse de un canal de televisión del partido: “De la misma manera que en los años 80 lanzamos una campaña mundial con la consigna armas para El Salvador, vamos a lanzar una campaña con la consigna un canal de televisión para El Salvador.

En este punto te puedo corregir, porque este pedacito de nuestra historia lo conozco bien. La campaña “Armas para El Salvador” no la hizo el FMLN, sino lo hicimos desde el periódico alemán TAZ, un medio de izquierda, pero celosamente independiente y crítico hacía los partidos de izquierda.

El FMLN se opuso. Hizo lo imposible para que no hiciéramos esta campaña con esta transparencia cristalina. Con los mismos argumentos de los comunistas alemanes que también se opusieron: Llamar a dar dinero explícitamente para armas, para ustedes era “radicalismo pequeño burgués”. Nos querían dar órdenes a usar la misma estrategia que habían diseñado ellos: Utilizar organizaciones y temáticas humanitarias y religiosas para levantar fondos y canalizarlas al FMLN...

Pero nosotros no acatamos ordenes. Nos daba pena instrumentalizar los sentimientos humanitarios de la gente para financiar una guerra que no entendían. Nosotros queríamos provocar conciencia y debate. Y tuvimos éxito: La gente apreció la sinceridad y la audacia de nuestra campaña y donó casi 4 millones de dólares (4,737,755.10 Marcos Alemanes es el balance exacto que publicó la TAZ).

Claro, cuando la Comandancia General empezó a recibir estos fondos, todos querían ser padre de la idea. Retrospectivamente. Excepto Schafick, quien tuvo la decencia de decirnos (a mi amigo inolvidable Klaus Dieter Tangermann y a este servidor, quienes representamos la campaña frente al FMLN): “Ustedes nos dieron una lección. No tuvimos el valor de mostrar la cara para pedir dinero.” Sin embargo, la ‘solidaridad internacional’ conducida por el FMLN jamás aplicó este tipo de campaña transparente, en ningún país. Siguieron con campañas encubiertas. Hasta la fecha.

Así, comandante Ramiro, no trate de tomar crédito por cosas que han tratado de boicotear. Y el canal de televisión para el partido, ¿porqué no lo compran con sus ganancias en ALBA y otros negocios? ¿Por qué nuevamente engañar a la gente solidaria presentándose como pobres cuando tienen pisto?

Paolo Lüers

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martes, 16 de noviembre de 2010

Carta a Ignacio Ellacuría

Querido padre Nacho:

te mataron hoy hace 21 años. Al tomar la decisión de asesinarte, el ejército perdió la guerra. Tuvo que aceptar la negociación. Tuvo que retirarse a su cuarteles, sufrir depuraciones, y salir de la política – mientras que los guerrilleros bajaron del monte para incorporarse en la vida civil y política...

Eso fue exactamente el guión que vos habías escrito para el país. La última vez que hablé con vos, en 1988 en la UCA, te pregunté qué significaba para vos la solución política al conflicto que tanto presionaste al FMLN y al gobierno Cristiani que busquen. Me dibujaste un cuadro que en este momento a todos nos parecía utópico, menos a vos y algunos visionarios en los dos bandos: Que la sociedad mande a sus cuarteles a los militares y que incorpore a los guerrilleros. Que unos se retiren y los otros se desmilitaricen para construir la democracia - con toda sociedad civil.

A algunos militares no les gustó esta solución - y te mandaron a matar. A algunos guerrilleros tampoco les gustó esta idea que - por esto mandaron a matar, en junio del 1989, a José Antonio Rodríguez Porth, el principal asesor del nuevo presidente, Alfredo Cristiani – y quien compartía la visión tuya de una solución política e la guerra.

Vos tuviste la razón. Y al fin, la razón se impuso. Se hizo la paz. Los guerrilleros nos incorporamos en la política, muchos en el partido FMLN, muchos no. Imagínate: Hoy tenemos una Fuerza Armada despolitizada que obedece a un gobierno del FMLN.

Tuviste la razón. Era muy difícil ver esto en el 1988, pero gracias a visionarios como vos, la razón se impuso.

Gracias, Nacho.

Paolo Lüers

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sábado, 13 de noviembre de 2010

Carta al presidente del Banco Central de Reserva

Estimado Carlos Acevedo:

Tengo que decirte que me decepcionaste. ¿Cómo es esto de ir a la Asamblea y decirles a los diputados: “Se fueron tergiversando mis declaraciones. Nunca quise ofender a los diputados”? ¡Qué fácil y rápido te bajaron del caballo! Entraste todo un caballero, con toda la arrogancia que presta el poder, y saliste a pata.

Yo pensaba que eras más hombre, Carlos. Criticaste a la Asamblea, a la conducta de los diputados, y muchísimos estaban de acuerdo. Dijiste: “Cuando ellos tienen interés en algo, y normalmente tiene que ver con su propio interés pecuniario, ahí aprueban inmediatamente...”

Si fueras hombre de principios, en vez de pedir disculpas y retractarte, hubieras detallado tus acusaciones. Tu problema no era que lo que dijiste no era cierto - tu problema era que te quedaste en generalidades, en vez de decir con nombre y apellido quienes son los diputados (y los grupos parlamentarios) que funcionan en base de “interés pecuniario”.

No me digás que no lo podías decir porque no lo puedes comprobar. Si son ustedes mismos, en el gobierno que se apoda ‘del cambio’, que han sido parte de este chanchullo de comprar diputados, crear fracciones nuevas, y así conseguir mayorías parlamentarias que ya nada tienen que ver con la voluntad popular expresada en las elecciones.

Cuando yo leí tus primeras declaraciones que desataron la tormenta en el vaso de agua, pensé: “Ve, por lo menos a Carlos le ha causado dolor de estómago esta ‘gobernabilidad’ basada en pactos oscuros, traiciones y compra de voluntades...”

Y en vez de sostener tu posición, pero con nombre y apellido y con toda la información privilegiada que tenés como miembro del gabinete.... te ahuevaste. De repente la perversión más peligrosa de nuestra democracia era un malentendido. Disculpen y sigan igual, no hay pedo...

Lo irónico es que el escándalo se armó por lo que todos sabemos que es cierto. Pero nadie brincó por la otra parte de tus declaraciones, la que realmente es inaceptable para un funcionario público. Cito textualmente de La Prensa Gráfica: “El presidente del BCR asegura que si de él dependiera hubiera congelado las transferencias de fondos del Ejecutivo a la Asamblea para pagar salarios hasta que hubieran aprobado esa y otras leyes necesarias.”

Para esta arrogancia no hay disculpas.

Paolo Lüers

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jueves, 11 de noviembre de 2010

Carta a mi colega Nacho Castillo

Estimado Nacho:

hoy hiciste en tu columna una defensa de la declaración patrimonial que el presidente (vía su veto contra la decisión de la Asamblea) quiere mantener a huevo.

Primero, querido Nacho, no afecta a “quienes tengan ingresos de más de 75 mil dólares mensuales”, como tú dices. Tendrán que chulonearse todos los declaran para el impuesto de renta más de 75 mil al año o tengan patrimonio de casas o tierras de más de 300 mil. Que son mucho más que la mara se imagina...

Segundo, oponerse a esta medida no es tan inmoral como tú lo pintas. Quienes nos oponemos a un Estado fiscalizador que sabe y controla todo, no lo hacemos para evitar la investigación del lavado de dinero u otros ingresos ilícitos. Para esto hay leyes suficientes.

Se trata precisamente de esto: evitar un Estado fiscalizador que se mete en nuestras vidas, en nuestras casas, en nuestros asuntos. Se mete porque coleccionar datos es poder.

Piénsalo de otra manera, Nacho: No tiene ningún sentido que el gobierno obliga a sus ciudadanos declarar lo que posean (obras de arte, colecciones de antigüedades; artículos de lujo, vehículos...), si no hace el siguiente paso que es: entrar en su casa, con la PNC, con auditores o fiscales, para verificar la cantidad y los valores de los bienes patrimoniales.

¿Realmente queremos un Estado que pemrite a su gobierno llegar a tu casa para ver el valor de las cosas que adquiriste? Yo no.

¿Cuál sería el siguiente paso? Que el Estado verifique tus gastos, tus viajes, las locuras en las cuales te encanta gasta pisto... Auditar tu estilo de vida.

No puede ser que el estado nos trate de sospechosos a todos que tienen dinero o patrimonio. Una cosa es coleccionar datos en el marco de una investigación y un debido proceso. Otra cosa es que el estado recoja datos sobre sus ciudadanos sólo porque traspasen un límite de ingreso. No te olvides que Funes y su ministro Cáceres querían que el límite sea un ingreso de 30 mil al año...

Antes de defender a ciego todas las medidas de Casa Presidencial, pensemos: ¿Qué Estado queremos?

Saludos, Paolo Lüers

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martes, 9 de noviembre de 2010

Carta a los diputados de ARENA


¿
Y quién les ha dicho a ustedes que Ustedes son los representantes de INQUIFAR, o sea de la industria y los importadores de medicinas en la Asamblea?

Leí en los periódicos que “el partido de oposición ARENA propone que a través de una reforma al artículo 14 del Código de Salud se prohíba la compra de medicamentos no registrados y autorizados por el Consejo Superior de Salud Pública (CSSP)...” Un paso en la dirección equivocada.

Siempre pensaba que ustedes eran liberales. ¿Entonces, por qué no se atreven a proponer que el mercado de medicinas sea verdaderamente libre? O sea, que el Estado (y también cualquiera que quiere entrar en el mercado privado de medicinas) pueda importar libremente medicinas, con el único requisito que sean certificados por las instancias de salud de países que tienen normas confiables de control.

¿O me van a decir que medicinas que han sido examinadas y aprobadas por las instancias competentes de Alemania, Estados Unidos o Japón necesitan certificación adicional de un laboratorio salvadoreño?

Ustedes dicen que su propuesta es para evitar que el FMLN establezca aquí un negocio con medicinas de Cuba o Venezuela, parecido a como funciona Albapetroleo. Pero la receta para evitar esto no es más regulación y más protección del oligopolio existente. La única receta válida es liberalizar el mercado y obligar al Estado a comprar la máxima calidad al mínimo precio. Si hay mercado libre y además transparencia en las licitaciones y compras del estado, y al final las licitaciones las gane un consorcio que importa medicinas cubanas, ¿cuál es el problema?

La postura equivocada de ustedes significaría que el Estado, para comprar la medicina para el sistema público de salud y el seguro social, está condenado que aceptar la calidad y los precios que dicta el oligopolio existente. Y al final sólo será un pleito si dejan entrar o no a un actor nuevo al oligopolio.

Pero lo que necesitamos es liberalizar el mercado, abrir la competencia, y asegurar que el Estado no dependa de los precios inflados del mercado interno.

Si realmente quieren evitar una legislación peligrosamente regulatoria, como la quiere el gobierno de Funes-FMLN y donde el Gobierno pone los precios, tienen que apostar al mercado y la competencia, no al oligopolio indefendible.

Saludos, Paolo Lüers

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sábado, 6 de noviembre de 2010

Carta a Mauricio Funes

Presidente:

Primero que todo: Tiene razón, urge subir el salario mínimo. Los actuales son demasiado altos para morir y demasiado bajos para vivir. Son indignos.

Para corregir esto, bien se puede empezar en el servicio público. Se puede subir los salarios mínimos en el estado, pero dentro de un plan para hacer más efectivo el Estado. Lo que no se puede hacer, sin crear grave daño, es aumentar los sueldos y al mismo tiempo hacer más grande al Estado, contratando a miles de burócratas más.

Se puede (y debe) mejorar los salarios de los empleados públicos (no sólo los mínimos), siempre y cuando con esto se mejoren los servicios públicos. Si los servicios que el Estado nos da a cambio de nuestros impuestos (seguridad, educación, salud, transporte, agua y energía) mejoran, estaríamos incluso dispuestos a pagar más impuestos para mejorar las salarios de los servidores públicos que proveen estos servicios eficientemente.

En este país, nadie duda de la ineficiencia de la burocracia estatal. Nadie duda que con menos burócratas, pero que tengan mejor capacitación profesional, más motivación y salarios justos, el Estado podría dar mejores servicios públicos. Haciendo más eficiente su organización interna y su administración, el Estado podría incluso lograr que los ciudadanos y las empresas gastemos menos en servicios privados (de seguridad, educación, salud, transporte y agua).

Dentro de una estrategia integral de lograr un Estado eficiente, tendría mucho sentido la decisión de aumentar los salarios del Estado. Fuera de este contexto, no es más que otra medida populista.

Paolo Lüers

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jueves, 4 de noviembre de 2010

Carta a José Luis Merino


E
stimado Ramiro:

Usted declaró en su órgano oficial Radio Mayavisión: “Hemos arribado al punto de una coordinación importante con el gobierno... identificando el rumbo económico del país.”

Usted dio esta información como buena nueva, pero yo la leo al revés: la noticia para mi es que durante año y medio hemos tenido un gobierno que no tiene claro el rumbo económico del país. Y que además no ha existido coordinación entre gobierno y partido de gobierno.

Un momento, ¿cómo es eso? ¿Durante los primeros 18 meses del gobierno, los titulares de las carteras en manos del FMLN (MOP, Educación, Relaciones Exteriores, Seguridad, Inteligencia del Estado, Trabajo, Transporte, la mitad de Salud, Defensoría del Consumidor, etc.) no han estado coordinando con el presidente? ¿O no han coordinado con la dirección de su partido?

Y sobre el rumbo de la economía, ¿usted nos está diciendo que durante 18 meses no han tenido coincidencia entre gobierno y partido de gobierno? ¿Hubo dos rumbos diferentes, uno hacia el socialismo y otro perfeccionando la economía del mercado? ¿O simplemente no lo discutieron entre partido de gobierno y gobierno?

Otro camarada suyo, el diputado Orestes Ortez declaró en una entrevista de televisión que el partido “seguirá profundizando” su participación en la mesa con el gobierno. ¿Cuál mesa? ¿Está hablando de la mesa del gabinete o de qué?

Por suerte, usted también nos aclaró esta duda. Explicó en Mayavisión que hay una mesa de coordinación entre partido y gobierno, compuesta por Mauricio Funes y Hato Hasbún, por parte del gobierno; y Salvador Sánchez Cerén, José Luis Merino, Medardo González, por parte del partido de gobierno.

Pero ahí están negociando entre ellos mismos: Hato Hasbún, que representa al gobierno, también es parte de la dirigencia del partido; y Sánchez Cerén, quien representa al partido, también es vicepresidente de la República...

Aunque usted lo quería disfrazar de otra manera más tragable, lo que realmente nos quiso comunicar es otro mensaje: se terminaron los pleitos entre partido y gobierno, se terminó también el jueguito de los dos sombreros. El partido tomó control del gobierno y a partir de ahora, lo va a conducir.

Gracias por quitarnos las dudas.

Saludos, Paolo Lüers

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Columna transversal: ¿Un premio para la raza?

¿Quién recibió el premio Nobel de Literatura 2010? ¿Perú? ¿América? ¿América Latina? ¿La raza? ¿La lengua española? ¿O Mario Vargas Llosa?

Todas estas versiones las he encontrado en los medios y en las tertulias. La menos frecuente es la última. O sea, casi nadie entiende el premio Nobel como un reconocimiento al esfuerzo personal e individual de un escritor.

De repente los periódicos o revistas publican especies de "medalleros", como si se tratara de Juegos Olímpicos: ¿Qué país, qué continente o subcontinente, qué lengua ha ganado más premios Nobel de Literatura? Resulta que el equipo de la lengua española está llegando cerca al equipo de la lengua alemana...

Resulta que los latinos son buenos en las disciplinas de fútbol, literatura y béisbol; son regulares en paz, pero siguen pésimos en gimnasia, física, química, patinaje, economía y natación.

Me alegré mucho cuando anunciaron el premio Nobel de Literatura para Mario Vargas Llosa. Me encanta como narrador, me provoca reflexión como ensayista, me enseña como periodista, me convence como político. ¿Me hubiera alegrado igual si la elegida hubiera sido Isabel Allende? No, porque detesto sus libros.

Aquí celebran un premio Nobel para un latino de la misma manera como una victoria del Real Madrid contra el Chelsea, o el Bayern, o cualquier otro club que no sea latino. Incluso los que no saben de literatura y nunca han leído una novela de Vargas Llosa, se sienten orgullosos del "undécimo Nobel para la Literatura en español", igual que los panzones en los sports bars se sienten reafirmados en su masculinidad latina por un triunfo del Barca sobre unos rusos, o de Argentina sobre Holanda.

Hasta los peores futbolistas salvadoreños se sienten reivindicados por un triunfo del Real Madrid o del Barca, dependiendo del sujeto de su proyección, y los escritores más mediocres de América Latina se sienten galardonados con el premio que ganó Vargas Llosa. Pero, es la extraordinaria obra de Mario Vargas Llosa que recibe el galardón, no todo la cursilería que también se escribe en español.

El Nobel de Literatura 2010 no es el triunfo de un escritor latino sobre sus colegas que escriben en francés, chino o alemán. Es el triunfo de un escritor incómodo, profundo, sencillo sobre las obras mediocres, oportunistas y de moda, en español o en cualquier otra lengua. No es un triunfo de la literatura latina, sino de la literatura contracorriente.

Cuando otorgaron el premio Nobel de Literatura a José Saramago (en 1998), sentí mucho más satisfacción que un año después, cuando el premiado fue Günther Grass, aunque éste escribe en mi idioma alemán sobre mi país y mi cultura. Y la mayoría de los autores alemanes se pronunciaron en contra del nombramiento del poeta alemán Gottfried Benn para el Nobel y celebraron los premios para autores como André Gide (Francia, 1947), Bertrand Russell (Inglaterra, 1950), o Albert Camus (Francia, 1950).

Cuando yo comencé a estudiar literatura en Berlín, todos los que nos sentimos parte de la nueva generación de escritores europeos (de todas las lenguas) nos sentimos orgullosos de que en 1964 el elegido era el maestro Jean Paul Sartre (aunque después muchos nos decepcionamos cuando Sartre se negó a recibir el premio, con argumentos políticos que no compartimos; decía que los premios Nobel de Paz tenían un tinte anticomunista).

Tampoco es cierto que en América Latina el nacionalismo o racismo se impongan siempre sobre las lealtades a principios y el reconocimiento de valores trascendentales. Me recuerdo que los premios Nobel de Paz para Adolfo Pérez Esquivel (1980), Oscar Arias (1987) y Rigoberta Menchú (1992) no tuvieron, ni siquiera en América Latina, la misma aceptación universal como los premios para los dos luchadores surafricanos contra el racismo y por la reconciliación, Desmond Tutu (1984) y Nelson Mandela (1993). Ellos sí representan valores universales, mucho más allá de su raza y su nacionalidad.

Hay que dejar de pensar en categorías de nación, sangre, raza en un mundo donde las fronteras empiezan a borrarse. De repente nos damos cuenta de que los criterios de calidad y los valores son universales. Y que todas la naciones, razas, clases y culturas están divididas en valores y anti-valores.

(El Diario de Hoy)

martes, 2 de noviembre de 2010

Carta a Super Selectos


¿
Qué pasó en su tienda en Mejicanos, el 14 de Octubre?

Corre en el internet una historia sobre una mujer que murió electrocutada en una sucursal de Super Selectos en Mejicanos. Aunque ustedes estén callados, algo pasó, alguien murió, pero nadie sabe realmente qué. Como es común en el submundo de los blogs y las cadenas de email, abundan las versiones más amarillistas. Acusaciones contra su empresa; relatos inventados sin nombrar testigos ni pruebas; docenas de diferentes versiones del mismo hecho...

Para entender qué es lo que pasó, empiezo a buscar en los medios. Nada. Como si nunca hubiera pasado nada. Sin embargo, hay una mujer muerta, hubo detenciones, hubo un pago de fianza. ¿Por qué no hay información?

Sólo el periódico digital La Pagina publicó varias notas sobre el hecho. En todas se consta que ni la fiscalía, ni la PNC, ni ustedes como empresa han dado declaraciones que expliquen los hechos del 14 de abril en un supermercado en Mejicanos.

Un empleado de su empresa me comentó: “Fue un accidente. Nuestra empresa no puede decir nada, para no entorpecer las investigaciones...

No sé si esta es la posición oficial de su empresa. Parece que sí, porque mantiene silencio. Pero ustedes pueden perfectamente publicar su versión de los hechos. Ustedes pueden revelar porqué la mujer fue detenida dentro de la tienda. ¿Adónde, en qué condiciones, por decisión de quién? Ustedes pueden contar los hechos, sin juicio de responsabilidad. La justicia se encargará después a decir si hubo negligencia o no de parte de la empresa o de los empleados o de los guardias de seguridad...

Si ustedes se mantienen callados, no se extrañen que sigan circulando las versiones menos favorables para su empresa. El silencio de ustedes -y de los medios- es el caldo de cultivo para las confabulaciones.

Nunca es tarde para decir la verdad. ¿Qué pasó en su tienda en Mejicanos, el 14 de Octubre?

Saludos, Paolo Lüers

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