martes, 30 de octubre de 2012

Carta al país

Mi querido país El Salvador:
Cuando alguien lee estas líneas, este servidor de cartas y tragos ya estará del otro lado del charco, en la ciudad de Bonn, que durante 41 años jugó el papel de capital de Alemania y luego, cuando el gobierno se volvió a mudar a la Berlin unificada y sin muro, volvió a la tranquilidad de una ciudad provinciana.
Es la primea vez que visito a mi país natal como extranjero, viajando con el pasaporte azul salvadoreño. Resulta que en el momento que adquirí la nacionalidad del país donde tengo ya 31 años de estar trabajando, donde hice familia y donde sembré árboles, automáticamente renuncié a la nacionalidad alemana. Sin saberlo, porque no tuve idea que todavía en tiempos de la globalización los alemanas tienen una legislación tan anticuada que no permite la doble nacionalidad, por lo menos no fuera de la Unión Europea. Parece que uno puede hacerse griego o irlandés sin perder el derecho de ser alemán. Pero definitivamente no salvadoreño. Me consta, porque me quitaron el pasaporte...
Así que ando viajando en Alemania como extranjero. Rara experiencia. Por suerte no soy morenito, así que nadie se va a dar cuenta, y ningún skinhead nazi me va a insultar, ni ningún policía me va a parar en la calle pidiéndome papeles. Espero.

En las próximas tres semanas voy a mandar cartas de Alemania, sobre temas o personajes que me llamen la atención. Porque no tengo ninguna intención de amargarme mis vacaciones tratando de seguir la pista a los pleitos salvadoreños. Me tomo tres semanas de vacaciones del desmadre en el centro de San Salvador y en la Asamblea Legislativa, del pleito sobre la fiscalía y del otro sobre la compra-venta de diputados.
Sólo háganme un favor, queridos compatriotas: no enreden más las cosas. No vaya ser que regreso y existe una nueva fracción legislativa o un nuevo candidato presidencial. Me fui con la esperanza que tal vez, cuando regrese, tengamos un fiscal general independiente y una nueva Corte de Cuentas con magistrados honestos; que ya esté lista la Diego de Holguín y que don Gerson no haya hecho realidad su amenaza de ponerle nombre de “Boulevard” a una autopista, y mucho menos una ridiculez como Boulevard de Transparencia o Boulevard Salarrué...
Por favor, tampoco aprovechen mi corta ausencia para zamparnos nuevos impuestos o una ley de partidos que regule hasta el color de las corbatas de los secretarios generales, o que defina cuotas para vegetarianos, indígenas (perdón: pueblos originarios) o nudistas en las siguientes planillas para diputados.
Saludos desde el lindo río Rin, Paolo Lüers 
(Más!/EDH)

sábado, 27 de octubre de 2012

Carta al ministro de Obras Públicas

Estimado Gerson:
Fui a inaugurar la Longitudinal del Norte. Tuve que ir a Ciudad Barrios, al Norte del departamento de San Miguel, a visitar el penal, y decidí aprovechar el viaje para conocer esta nueva carretera recién entregada por Fomilenio.
Luego de evadir con suerte y habilidad aprendida los enormes cráteres sobre la autopista que rodea Cojutepeque, agarramos en San Rafael Cedros el desvió a Sensuntepeque. No está tan mal esta carretera. Ya estamos acostumbrados a los baches y la falta de marcación de los carriles. Llegamos a Sensunte. ¿Y cómo se llega a la nueva carretera? Buena pregunta, porque a nadie se le ha ocurrido poner un sólo rótulo. Si alguien, por ejemplo el MOP, ha construido algún tipo de acceso para la Longitudinal, lo ha escondido tan bien que ni los habitantes de Sensunte se han dado cuenta. Por lo menos no los 15 que hemos preguntado. Hasta que al fin nos encontramos con uno que nos mandó por una carretera de polvo que nos llevó a la Longitudinal...
Yo entiendo que estamos jodidos de pisto y que por esto el MOP tal vez no pudo construir un acceso para que los que venimos de San Salvador podemos conectar con la Longitudinal y seguir hacia Oriente. Pero no me diga que el gobierno del cambió está tan quebrado que no alcanza para unos cuántos rótulos...

La Longitudinal es una maravilla. No muy ancha, por lo menos no en la parte montañosa entre Sensunte y el Lempa. Pero bien hecha y con paisajes hermosos. Y una vez que uno agarra la Longitudinal, llega en dos patadas al departamento de San Miguel y al desvío a Ciudad Barrios. Ahí es como pasar una frontera. Sin necesidad de poner un rótulo que diga "Bienvenido a la jurisdicción del MOP": los hoyos avisan que estamos de regreso.
¿Cómo usted ha explicado a los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos que vinieron a la inauguración de la obra del Fomilenio que el estado salvadoreño no ha podido arreglar los 3 ó 4 kilómetros de conexión entre Ciudad Barrios y la Longitudinal? ¿Con qué cara el gobierno está tratando de aplicar a un Fomilenio II, si no ha cumplido con su compromiso de construir las conexiones entre nuestra red vial y la nueva carretera donada?
De regreso nos fuimos por la Panamericana. Ni voy a contar cómo es de fregado el tramo para llegar a San Vicente, donde al fin comienza la autopista que nos lleva de regreso a San Salvador. Mal pintada, mal mantenida, pero autopista...
Menos mal que dicen que el MOP es el ministerio más eficiente de este gobierno.
Paolo Luers                  
(Más!/EDH)

lunes, 22 de octubre de 2012

Carta al candidato presidencial de ARENA

Estimado Norman:

El domingo te puse un mensaje en twitter: “Consejo: primero conocer, luego analizar y entender. Y hasta entonces, hablar.”
Me referí a unas declaraciones que en España diste sobre la tregua de los pandilleros. Hasta ahora, de manera muy prudente, ni vos ni tu partido se han apresurado a emitir juicios sobre este delicado tema, antes de realmente estudiarlo, entenderlo y poder tomar posiciones responsables. Evitaron fijar posiciones que tal vez resultarán indefendibles en las elecciones del 2014...
Pero de repente saliste hablando en España: “Se ha triplicado o cuadruplicado la cifra de desaparecidos. En los primeros tres meses del año ya teníamos 1,500 desaparecidos, que están muertos en cementerios clandestinos. Entonces, ¿de qué te sirve bajar la tasa de homicidios, si se dispara el dato de desaparecidos, la extorsión, el hurto y el robo, y los más altos capos viven como en un hotel de cinco estrellas.” Y tu conclusión, hablando como candidato presidencial: “No me comprometo a mantener el acuerdo entre las pandillas y el gobierno.”
Palabrotas fuertes. Arrastraste al pleito electoral el único asunto que hasta ahora todos se han cuidado de no politizar: ¿Cómo debe el gobierno actuar frente a la intención expresada por las pandillas de querer reinsertarse a la sociedad y abandonar la delincuencia? Aunque tal vez se te escapó: esta voluntad no sólo la expresaron en palabras, sino en hechos y actos comprobables: siete meses con diariamente 10 homicidios menos.
Tomaste posición como candidato presidencial, sin conocer bien los hechos. Los números de desapariciones no han aumentado sino bajado. Otros delitos tampoco se han disparado. En ningún penal del país hay una sola persona que vive “como en un hotel de 5 estrellas”. Por lo contrario: TODA la población penitenciaria vive en condiciones debajo del mínimo estándar establecido por la Constitución. Te invita que vayas a visitar un penal. Me da pena que un candidato, además amigo mío, amarre su futuro gobierno a posiciones basadas en desinformación, perjuicios y cálculo populista.
Posiblemente incluso un cálculo equivocado: Aunque ahora tal vez en la población prevalezca un sentimiento de incomprensión y rechazo a la propuesta de las pandillas, ¿quién te garantiza que a la hora de las elecciones, cuando hayan pasado 2 años de visible reducción de la violencia y delincuencia, la gente va a votar por un candidato que “no se compromete a mantener la tregua”?
Si no es la responsabilidad moral, por lo menos el frío cálculo populista te debería indicar que a nadie le conviene tomar posiciones adelantadas en el tema tregua. Lo responsable y conveniente es darle a este proceso el tiempo y espacio necesarios para mostrar si realmente nos lleva a la paz – o a un fracaso. Durante el 2013 veremos reflejado en hechos si este proceso se habrá estancado o consolidado. Habrá tiempo para que los candidatos y partidos tomen posiciones claras antes de las elecciones de marzo 2014.
Espero que te informés mejor, dejando al lado perjuicios, y analicés bien. Todavía hay tiempo para rectificar el error. Saludos, Paolo
(Más!/EDH)

sábado, 20 de octubre de 2012

Carta a Barack Obama

Dear Mr. President:
He visto con atención sus dos debates con Mitt Romney y tengo que decirle que me siento algo decepcionado de usted. En el primer debate, le fregaron el peor enemigo: la prepotencia; y el peor error de cualquier candidato: subestimar al adversario.
 Su mensaje era claro (y cayó remal): Soy tan superior a este pendejo de Romney que me da hueva discutir con él. A este imbécil lo aplasto con las manos amarradas, no voy a malgastar mi valioso tiempo preparándome para debatir con semejante inútil...

Bueno, resulta que el imbécil le montó riata. No sólo estaba mejor preparado, también era más simpático. Y además, había abandonado las posiciones retrógradas que necesitaba asumir para ganar las primarias contra los estúpidos del Tea Party. Usted atacó al candidato de las primarias y no al candidato que tuvo enfrente. Golpes al aire...

En el segundo debate usted ya dejó atrás la hueva, más no la prepotencia. Estuvo mejor preparado. Pero así como en el primer debate no supo perder con gracia, en el segundo no supo ganar sin caer mal. A Romney le vi la decisión de enfrentar las políticas suyas, pero no a la persona. A usted le sentí más bien el desprecio por la persona de Romney, más allá de las diferencias políticas...

Así que incluso alguien como yo, que detesto todo lo que se parece a republicanos, luego de dos debates tengo más simpatía por Romney que antes y menos respeto por usted que hace poco. No votaría por él, porque es republicano. Votaría demócrata, pero no por usted, sino a pesar de usted.

Tengo la impresión que muchos de los votantes independientes pueden sentir igual. Aunque tal vez coincidan con las posiciones suyas, pueden votar contra usted, si en la tercera cita no cambia radicalmente la manera de debatir. Lo que necesita usted no es un cambio de argumentos, sino de actitud.

Clinton tuvo razón cuando dijo: It’s about economy, stupid. Y así ganó. Su problema, Mr. President, es que economía no es su punto fuerte. En su caso, it’s about attitude, arrogant.

Good luck, Paolo Lüers
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jueves, 18 de octubre de 2012

Columna transversal: La tregua, un gran reto para la sociedad civil

Si nuestro Gobierno no fuera tan disfuncional, habría que esperar y presionar que asuma su responsabilidad y un rol activo para consolidar el proceso iniciado con la tregua entre pandillas y para convertirlo en un proceso definitivo de paz y reinserción de los pandilleros y su entorno social. Todas las condiciones están dadas. Existe un mecanismo de mediación, apoyado por la Iglesia Católica, que durante ya seis meses de manera exitosa ha logrado consolidar los compromisos adquiridos públicamente por las pandillas.
La sociedad y la opinión pública comienzan a tomar conciencia de la oportunidad que se ha abierto para resolver el problema de la violencia endémica. Poco por poco empresarios e instancias internacionales llegan a la conclusión que hay que invertir en este proceso y abrir oportunidades de reinserción. Parece que está preparado el terreno para que, en una siguiente fase, también el Gobierno pueda asumir compromisos, sin comprometer la institucionalidad y el principio de la legalidad. Todas las condiciones están dadas, menos una: este Gobierno ya no tiene la capacidad ni la voluntad de reinventarse y hacer una apuesta audaz.
Así que hay que partir del hecho de que el Gobierno salvadoreño va a seguir tomando crédito por un proceso exitoso de reducción de violencia criminal, en el cual no está invirtiendo nada. No está reorientando sus programas sociales para aprovechar la oportunidad histórica de entrar en las colonias y las comunidades más conflictivas con proyectos de mejoramiento de los barrios. El presupuesto para el 2013 no refleja, por nada, que el Gobierno haya alterado sus prioridades. Los presupuestos reflejan la voluntad política de los gobernantes, y el presupuesto 2013 no refleja ni siquiera la existencia de la tregua...
¿Por qué hablo de una oportunidad histórica? Por dos razones: primero, porque en las gavetas gubernamentales tienen una década de dormir planes detallados y bien fundamentados para una intervención focalizada de comunidades, elaborados por la difunta Comisión Nacional de Seguridad Pública, y luego desechados en favor de los planes de mano dura. Sólo hay que desempolvarlos, actualizarlos y ejecutarlos. Segundo (y sobre todo), porque hoy, con la tregua y la mediación exitosa, se ha abierto la oportunidad de ejecutar estos planes de saneamiento de los barrios sin enfrentamiento con las pandillas, sino en base de un consenso con ellas y con su participación activa.
Esto es la verdadera oportunidad que ha abierto la tregua: Por primera vez los planes educativos, de empleo, de inserción productiva, de mejoramiento de infraestructura en los barrios saldrían del contexto y del concepto de contrainsurgencia. Los pandilleros siempre han visto los proyectos de prevención de violencia (independientemente de la buena o mala voluntad de los pastores, alcaldes o ONGs que los promovieron) como complemento de la represión: con la mano dura el Estado los quería destruir, con la mano amiga quería quitarle el agua al pez. Igual que en la guerra contrainsurgente de los 80: Primero entraban los batallones contrainsurgentes, luego los "operativos cívicos" con doctores, maestros, enfermeros y trabajadores sociales, para "ganarse las mentes y los corazones" de la población civil.



Hoy, con la disposición mostrada por las pandillas de extender la tregua a una reducción gradual de hostilidades contra la sociedad, existe la posibilidad de intervenir los barrios conflictivos sin tener que chocar con los pandilleros (con todos los riesgos que esto siempre ha significado para todos los participantes en los programas de prevención), sino en coordinación y con participación de las pandillas.
Y en este sentido, tal vez es una ventaja que el Estado, con este Gobierno actual, tenga tan poca capacidad de aprovechar los espacios abiertos. Tal vez de todos modos sea mejor que lo hagan la sociedad civil, las ONGs, las iglesias, la empresa privada. Tal vez sea mejor que nos encaminemos a un proceso de paz de las pandillas con la sociedad, y no con el Gobierno.
Los organismos internacionales que han decidido apostar a este proceso, porque entienden que es la mejor inversión que pueden hacer en pro del desarrollo de El Salvador, ya están buscando formas creativas de canalizar sus aportes mediante instancias independientes del Gobierno. Tal vez así se logre que todo este proceso se salve del mayor peligro que enfrenta: convertirse en sujeto del pleito electoral que se avecina.
Si es así, lo único que hay que exigir al Gobierno es que siga facilitando el proceso que se está dando entre las pandillas, entre pandillas y la sociedad, y entre sectores de la empresa privada y la cooperación internacional. Y que de manera más decisiva ahora asuma la tarea de remover obstáculos burocráticos y legales, y de desarrollar formas de actuar de sus fuerzas de seguridad que no entorpezcan el proceso de paz.

Carta al hombre del maletín negro

Señor:
Me imagino la gran sorpresa para usted al darse cuenta que todavía hay gente que no se dejan comprar. Se quedó colgado de la brocha con su filosofía de que no hay quien no tenga precio. Usted, el que aplicó esta filosofía a la política salvadoreña. No es que usted haya inventado este sistema político de compara-venta de voluntades, pero sí puede tomar crédito de haberlo llevado a la perfección. Gracias a usted la corrupción dejó de ser un complemento de la política, más bien la sustituye.



Y a pesar de todo esto, usted fracasó. Han llegado a mencionar 2 millones por diputado, y aún así, usted no cumple. Su bloque legislativo de aliados ya tiene tres semanas de hacer lo imposible para ganar tiempo y bloquear la elección del fiscal general -- y usted no consigue los 6 votos adicionales... Y con el peligro que en el camino se pierdan algunos de los 50 votos del Bloque, porque ya empiezan a dudar de su poder...


¿Qué pasa? Parece que el mercado libre de voluntados ya no funciona. Ni siquiera con la ayuda de amenazas, extorsiones, etc. ¿Qué ha cambiado? Si esto funcionaba, sin problema ninguno, en el 2009, cuando se formó Gana? ¿Qué ha cambiado del 2009 para acá?

Lo que ha cambiado es que ahora hay vigilancia ciudadana. Todos los berrinches que ustedes han armado contra la institucionalidad del país han despertado algo nuevo: conciencia ciudadana. Esto significa que para el diputado que agarre su maletín y venda su voto, ya no habrá vida política ni social para gozar de sus nuevas riquezas.

La conciencia ciudadana ha creado un mecanismo de sanción moral que usted ya ha sentido en carne propia, una especie de cuarentena social: igual que usted, los diputados que vendan su voto ya no podrán ir a fiestas sin sentirse incómodos. Por donde aparezcan se silenciarán las conversaciones, se apartará la gente. Sus hijos sufrirán del rechazo y aislamiento de sus padres. Se romperán amistades, sociedades y hasta matrimonios. Aunque usted no lo crea: la sociedad ya no tolera que ustedes sigan pervirtiendo la política, y quien se mete en este juego, lo pagará caro...

Mejor guarde su maletín negra y deje que elijan a un fiscal idóneo.

Paolo Lüers
(Más!/EDH)

martes, 16 de octubre de 2012

Carta a un diputado

Estimado diputado:

No puedo publicar todo lo que me contó el otro día. No puedo ni siquiera poner su nombre, porque el que tiene que hacer público todo esto, con nombres y apellidos, es usted. Nadie más lo puede hacer.
Tampoco puedo publicar el nombre del diputado de GANA que primero le trató de convencer y luego de extorsionar. Sólo usted es testigo de estas conversaciones y puede revelar las fechas, los lugares y las palabras usadas.
No puedo revelar los nombres de los personajes que se encargaron de ofrecerle dinero, mucho dinero, por su voto en la Asamblea. Sólo usted puede testificar sobre quienes son los compradores o los intermediarios de los compradores, cuánto dinero ofrecieron, cómo iban a ser la prima y las cuotas.
No puedo revelar el nombre del ex-presidente de la República que de repente le llamó a usted, de manera muy amable, haciéndole ver que en el proyecto político que él está construyendo hacen falta “personas honestas” como usted. Sólo usted es el testigo de esta conversación. Sólo usted puede decir si esta llamada le cayó antes, después o en medio de las amenazas y de las ofertas de dinero...
Usted tal vez piensa que con haber rechazado todas las ofertas, tanto las endulzadas como las acompañadas de amenazas, ha hecho suficiente para hacer caer este tipo de negocios con votos y voluntades. Pues, no. Estos crímenes hay que erradicarlos de raíz, y para esto hay que hacerlos públicas. Así como el vampiro, el gran corruptor no resiste la luz del día. La transparencia lo mata.
La sociedad tiene un derecho de saber cuánto dinero están dispuestos a invertir en la elección del fiscal general. Se está hablando de 2 millones por voto – y necesitan 6 votos adicionales para imponer al fiscal que piensan que les va a proteger...
Así que si usted no denuncia las ofertas obscenas y los chantajes que le han hecho para cambiar su voto en la Asamblea, se hace corresponsable de la impunidad para el gran corruptor de la política y sus aliados y empleados. Y del daño que está sufriendo el sistema político, si se salen con la suya los que piensan que en política todo y todos tienen un precio.
Usted dice que teme represalias, porque está lidiando con gente mala que no tiene escrúpulos. Bueno, más razón para pararlos. Si usted se decide a hacer las denuncias pertinentes, toda la sociedad le va a proteger.
Saludos, Paolo Lüers
(más!/EDH)

sábado, 13 de octubre de 2012

Telegramas urgentes. Por favor contestar.

A Sigifredo Ochoa: Retiro todo lo dicho en mi carta del 20 septiembre. Excepto esto: “Los traidores siempre surgen entre los oportunistas.”

A Ciro Granados: Sentido pésame. Luego de larga agonía por envenenamiento a cuentagotas murió el día 11 de octubre tu proyecto La Página. Por sobredosis.

A David Reyes: Si salís a denunciar con nombres, sumas y fechas las amenazas y las ofertas de dinero recibidos para votar por Astor Escalante, no estarás solo.

A ARENA: ¿Cuándo van a aprender a luchar contra la compra-venta de votos sin atentar contra el derecho al voto por conciencia?

A los diputados de ARENA: ¿Cómo es posible que reciben ofertas de soborno y extorsiones y nadie va a la fiscalía?

A Astor Escalante: ¿Con qué cara aceptarás una eventual elección como fiscal general con votos comprados? 


A Alfredo Cristiani: Algo está muy mal en tu fracción. Tal vez tiene que ver que en la Asamblea no dieron espacio a los nuevos liderazgos.

Al COENA: No se les ocurra recomprar a los diputados que se vendieron. No tienen valor.

Y al final tres telegramas no que no tienen nada que ver con corrupción. O quien sabe...:

Al viceministro de transporte Nelson García: ¿Cuál parte de “parada de buses” no entiende?

A Oscar Ortíz: ¿Quieres ser vice de Sánchez Cerén o referente de la izquierda democrática?

A Norman Quijano: Me gustaba tu camioneta vieja en la cual una vez me llevaste al Estadio.

Esperando sus respuestas, Paolo Lüers
(Más!/EDH)


jueves, 11 de octubre de 2012

Carta a la Selecta

Estimados selectos:
Mañana les toca el partido decisivo contra los ticos: Si pierden, hasta ahí llegaron; si ganan, queda una pequeña esperanza de llegar hasta Brasil 2014.

Pero no nos demos paja: Todos sabemos que el sueño del Mundial le queda grande al país, que nunca a hecho sus tareas para promover el deporte. Así que ustedes, mañana en el Cuscatlán, libérense de esta gran carga de Brasil 2014, jueguen simplemente para ganar a los ticos. Jueguen sin complejos. Los ticos son de la misma liga, son tercermundistas como nosotros, aunque ellos creen que no...

Cuando entren al estadio, no piensen en la meta de medirse con Brasil, Italia, Argentina, Alemania y España, sueñen con mostrar que en Centroamérica no hay tata a quién temer. Entren al juego para demostrar que nuestros futbolistas, muy a pesar de la corrupción en la federación y la politiquería de La Chelona y su INDES, pueden vencer a cualquier equipo en la región. Incluyendo a los ticos... y en un día bueno, a los mexicanos.

Nosotros no esperamos realmente que ustedes vayan a Brasil al Mundial 2014. Nadie les exige tanto. Nosotros esperamos que ustedes muestren que en El Salvador se puede romper con lo mediocre, con la corrupción, con la arrogancia de los funcionarios políticos y deportivos. Esto es lo que está en sus manos (mejor dicho: sus pies) mañana en el Cuscatlán. Nada más, nada menos. Y esto ustedes lo pueden lograr.

Saludos y suerte les desea Paolo Lüers
(Más!/EDH)


martes, 9 de octubre de 2012

Carta a los nuevos alcaldes

Estimados ediles:
Ustedes fueron la sorpresa de las últimas elecciones, cuando ganaron algunas alcaldías consideradas bastiones del FMLN: Soyapango, Mejicanos, Ilopango, Apopa... y otras.

Hoy leemos en la prensa que algunos de ustedes se recetaron jugosos aumentos de sueldo, de gastos de representación y también de dietas para los concejales. Mala idea. Mal ejemplo. Mala señal.

Entiendo perfectamente que a los funcionarios públicos hay que pagarles salarios dignos, para que no tengan pretexto de caer en tentaciones de corrupción. Probablemente un salario de $1,900 para quien administra una ciudad como Mejicanos no es suficiente. Pero es una señal de arrogancia intolerable recetarse aumentos antes de mostrar obras, antes de mostrar capacidad de mejorar la administración municipal. Y es una estupidez hacerlo en medio de despidos de trabajadores de sus alcaldías...


Fíjense que entiendo perfectamente la necesidad de limpiar las alcaldías de los activistas de partido. Suelen llenarse de empleados que más que trabajar por el municipio, trabajan para su partido. Pero para hacer la limpieza, se necesita cumplir dos condiciones: primera, no caer en lo mismo. De nada sirve si solamente de activistas de un partido se cambia a activistas de otro. Segundo: Aplicar austeridad. Uno no puede despedir trabajadores y al mismo tiempo recetarse aumentos de salario y gastos de representación.

Por esto la noticia del aumento de sus salarios nos cae como balde de agua fría. Están en medio de conflictos laborales, están despidiendo a empleados municipales, no han mostrada obras todavía, pero están agarrando la alcaldía como tienda de autoservicio. No es para esto que los votantes decidieron cambiar de alcaldes, ténganlo por seguro. No es esto lo que la gente espera de ARENA, partido que diariamente critica al gobierno de Funes y del FMLN por el despilfarro de sus funcionarios...

Ustedes sabían que asumir el gobierno en sus municipios iba a exigir sacrificios. Asumen el huevo en que se metieron. Y no traten de convertirlo en huevo dorado.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

Chequera gana a galán

Me equivoqué. Estaba convencido que esta vez Hugo Chávez iba a perder. Tan así que preparé para el lunes una columna titulada: “El Flaco Capriles lo hizo”. Por suerte, no la publiqué, porque conocí a tiempo los resultados, que dan a Hugo Chávez la victoria con 54% de los votos sobre el candidato opositor Henrique Capriles con el 45%.

¿Qué pasó? Desde lejos (porque no pude cubrir estas elecciones desde adentro de Venezuela) leí mal los señales.

O más bien: No leí todas las señales. Discutiendo con otros analistas, a pocos días de las elecciones, les expuse mi lectura: Aunque la mayoría de las encuestas no lo reflejaron, en la recta final de la campaña hubo una ruptura anímica, sobre todo en el sector que normalmente se abstiene. Hubo elementos que mostraban que se estaban rompiendo las dos barreras principales responsables de la abstención: el miedo y el escepticismo. Las últimas concentraciones de Capriles en Caracas y otras ciudades lo mostraban: la gente salía al encuentro de este joven candidato en números y con un entusiasmo inesperados. Parecía que el discurso reconciliador, moderado y reformista de Capriles calaba al final de la campaña. Conclusión: si esta ruptura se traduce en porcentaje muy alto de votación, o sea si los escépticos y miedosos realmente salían a votar, Capriles gana.



Cuando el día de las elecciones era visible que la votación estaba muy alta, cuando a mediodía ya habían votado el 70% y aun había colas, todo parecía indicar que el favorecido de la masiva votación iba a ser el candidato opositor.

Y fue así. De hecho, Capriles aumentó el voto opositor a un número record, consiguió 1.7 millones votos más que el candidato opositor del 2006. En cambio, Chávez solo logró sumar 300 mil votos nuevos, siempre en comparación con su última reelección.

Pero lo que no percibí fue otra señal, otro efecto anímico de la recta final de la campaña. Todas las encuestas señalaban que Chávez se había estancado, que estaba en ventaja, pero que ya no crecía, que ni siquiera llegaba a consolidar su voto tradicional. Esto significaba que una parte de los votantes tradicionales del chavismo estaban desertando al abstencionismo o incluso a una oposición que prometía mantener el gasto social de Chávez, pero haciéndolo más efectiva y transparente y convirtiéndolo en inversión social. Pero resulta que en la recta final, cuando parecía que Chávez podía perder, su partido logró movilizar y animar nuevamente a sus bases. Al fin caló el discurso de Chávez que en esta elección estaban en juego todos los logros de su gestión, sobre todo las subvenciones multimillonarias a los sectores populares. Chequera gana a galán.

Entonces, mi lectura que por más baja la abstención, mejor resultado para la oposición, no era correcta. Ambos candidatos se favorecieron con la movilización final de los votantes. El hecho que al final hasta el último venezolano entendió que en esta elección realmente se jugaba la revolución bolivariana como tal, movilizó las reservas tanto de la oposición como del chavismo. Mantuvo su ventaja Chávez.

 ¿Y ahora qué va a pasar en Venezuela? La oposición obviamente se consolidó, pero también el chavismo. Quedan confirmados dos bloques políticos bien definidos, bien organizados, bien enfrentados y casi antagónicos, cada uno representando una mitad de los venezolanos. Hay que reconocer el apoyo popular que Chávez, con todo el desgaste de 13 años de gobierno y múltiples problemas no resueltos del país (violencia, inflación, erosión del aparato productivo) ha logrado consolidar. Pero hay que reconocer igualmente que bajo el liderazgo de El Flaco Capriles y con la línea socialdemócrata, bajo la cual él y otros dirigentes jóvenes unieron los movimientos y partidos de centro y centro-izquierda, nació una oposición consolidada que representa la otra mitad de los venezolanos que rechazan el camino a una economía del estado y una democracia sin división e independencia de poderes.

En la noche de la victoria de unos y la derrota de otros, ambos candidatos mandaron señales positivos, hablando de reconciliación y diálogo nacional. Ahora todo depende si Hugo Chávez, confirmado por el voto popular, hace realidad su anuncio de la campaña de “profundizar el socialismo”, o si entiende que un cambio de sistema económico y político en contra de la voluntad expresa de la mitad de la ciudadanía no es sostenible sin imposiciones y exclusiones. En la noche del domingo, su discurso era ambiguo: al principio en tono conciliador, al final la acostumbrada arenga revolucionaria que siempre culmina en la consigna “¡Socialismo o muerte!” Si Chávez se va por esta via, la polarización se profundizaría, pero ahora con un bloque opositor legitimado y consolidado.

Para la oposición esta derrota es la prueba máxima. Pronto veremos si logra mantener la unidad construida en los últimos 3 años; si Capriles se proyecta como líder de esta unidad; si se mantiene el discurso conciliador y reformista o si sectores de derecha logran introducir nuevamente su veneno golpista y reaccionario. La próxima prueba: las elecciones de gobernadores en diciembre de este año.

La otra incógnita es el estado de salud de Chávez. Sorprendió al mundo mostrando que sí tuvo fuerza suficiente para terminar bien la campaña. ¿Pero tendrá la fuerza para cumplir el nuevo mandato de 6 años? En caso que no, otro dirigente chavista (que nadie ve quién podría ser) tendrá que enfrentar a Capriles en elecciones presidenciales anticipadas.
(El Diario de Hoy)

sábado, 6 de octubre de 2012

Columna transversal: ¿Cómo convertir un monólogo en diálogo?

Ya tenemos seis meses de leer en estas páginas de opinión, semana por semana, un extraño monólogo (ni siquiera en entregas, sino en repeticiones) del señor Carlos Ponce. Su tema invariable: el peligro en que está cayendo el país a raíz de la tregua entre las pandillas y la decisión del Gobierno de facilitar su puesta en marcha y su consolidación.

Me esforcé una vez, también en estas páginas, para contestarle y explicarle que esta tregua está abriendo una oportunidad histórica para el país, que --manejada bien por el Gobierno, los partidos, los empresarios y la sociedad civil-- puede ponernos en el camino de resolver el problema endémico de la violencia pandilleril, y al mismo tiempo sus causas sociales. Pero no puedo contestarle cada semana. Tampoco hay que usar estas páginas para aburrir. Mi experiencia me indica que es inútil e imposible convertir un monólogo como el de Carlos Ponce en un diálogo o en un debate que resulte en aprendizaje o en alternativas de solución. Así que decidí mejor dejarlo hablar solo. Me encanta el debate, pero no el diálogo de sordos.

A pesar de todo lo dicho, la última columna titulada "El candidato de la nueva era de criminalidad", de Carlos Ponce, publicada el miércoles pasado, sí requiere de una respuesta clara. De repetir por décima vez que la tregua es el primer paso de las pandillas en su mutación de organizaciones más sofisticadas del crimen organizado, y de denunciar como negligente al Gobierno de permitir esta mutación, Carlos Ponce ahora pasó a la acusación abierta: Hoy resulta que todos los que están en favor de ir abriendo espacios para que las pandillas y su entorno social puedan efectivamente insertarse a la sociedad (a su marco legal y su aparato productivo, convirtiéndose al final de este proceso en organizaciones no delictivas), son cómplices y socios en la gestación de una nueva forma de crimen organizado, donde conspiran y se combinan intereses políticos-partidarios con intenciones criminales.

La lista de sospechosos es larga: las pandillas, por supuesto; la Iglesia Católica, que promueve el diálogo con los pandilleros; el ministro de Seguridad, que facilita condiciones favorables para el sostenimiento de la tregua; los periodistas y analistas que tratamos de crear una opinión pública que comprenda la oportunidad que se abre para superar la exclusión y reinsertar a los pandilleros; los empresarios, que se atreven a ofrecer oportunidades productivas a los pandilleros y sus familias, y de paso, por supuesto, el sospechoso de siempre, el FMLN, que según Ponce trataría a ganar las elecciones con el apoyo de las maras...

Y a la cabeza de toda esta conspiración nuestro criminalista Ponce detecta "el candidato de la nueva era de la criminalidad", David Munguía Payés.

Bueno, algo de culpa tendrá don David para que alguna mente enferma pudo llegar a semejante teoría de conspiración. En privado y en público le he señalado que, si realmente quiere lograr que el proceso que inició con un acuerdo de tregua entre dos pandillas criminales se convierta en la construcción de la paz, él tendría que renunciar a cualquier aspiración electoral. También he señalado en varias ocasiones que nadie debería tratar de instrumentalizar el tema de la tregua para fines electorales, partidarios y políticos: ni el presidente, ni el ministro, ni el FMLN, ni ARENA. Y hasta la fecha, con excepción de algunos discursos del presidente Funes, nadie lo ha hecho. Pero Munguía Payés, hasta la fecha, no ha cortado en seco todas las especulaciones sobre eventuales candidaturas. Tampoco es así, como confabula Ponce que las está buscando. De todos modos no hay nada que buscar: A la par de Sánchez Cerén (o de Saca) don David se vería igual de fuera de lugar que yo como secretario de prensa de Funes.

Carlos Ponce pinta para el 2014 "un escenario en el que los políticos buscarán a las organizaciones criminales y les prometerán beneficios, protección y concesiones futuras, a cambio de que ayuden a capturar votos y que, mediante su particular forma de operar, se aseguren que los simpatizantes de partidos rivales no emitan el sufragio el día de las elecciones". Lo que no cuenta Ponce, aunque debe saberlo muy bien, es que esto es precisamente lo que pasó, lamentablemente, en el pasado. Los pandilleros tienen amplios testimonios de cómo emisarios prominentes tanto del FMLN como de la ARENA de Tony Saca los buscaron para ofrecerles este tipo de trueques: dinero y beneficios carcelarios por votos y grupos de choque para las campañas. Y el problema de la violencia del país, en estas negociaciones, nunca se tocó.

Aunque Carlos Ponce nunca lo va a reconocer: El actual proceso de diálogo, a diferencia de los acercamientos oportunistas y corruptos en el pasado, es exitoso y sostenible porque esta vez nadie ha ni prometido ni canjeado nada. Y no son serán las confabulaciones de un "criminalista científico" frustrado y resentido que van a hacernos regresar a la escalada de violencia que él necesita para desplegar su "experticia".
(El Diario de Hoy)

Carta al viceministro de transporte

Estimado viceministro:
Entiendo que todo este bonche con los buseros es muy complicado. Entiendo también que usted no tiene la culpa, porque son problemas heredadas de otros gobiernos que igual que el actual no tuvieron ni la visión ni los huevos para enfrentarse con los transportistas.

Todo esto del subsidio ha llevado a la absurda situación que los empresarios de transporte mantienen mucho más buses que los necesarios solo para cobrar más subsidios. No es la demanda de transporte que define la cantidad de buses por rutas y horarios, sino los subsidios. Esto es el perfecto ejemplo de una política de subsidios que impide que una rama de nuestra economía se vuelva rentable.

En vez de incentivar a los empresarios de poner buses fantasma (que además son chatarra), deberían incentivarlos a reducir la flota, renovarla en vez de ampliarla, para realmente volverse rentable. Si en este contexto se compruebe que los transportistas, ofreciendo un servicio seguro, puntual y eficiente, necesitan un aumento de la tarifa, hay que autorizarlo. Es bien probable que para 20 centavos nadie podrá dar un servicio de alta calidad y que un pasaje debe costar digamos 50 centavos.

El Estado debe invertir en la creación del sistema, en los incentivos para renovar la flota, y posiblemente en financiar pases gratuitos para estudiantes, pensionados y otros sectores necesitados - pero no en subsidios a los transportistas.

Usted me preguntará a qué me refiero con servicio de calidad. Bueno: buses modernos, motoristas bien capacitados, caja única, paradas de buses hechas por el MOP y las alcaldías, estricto respeto de los motoristas a las paradas y otros reglamentos. Para un servicio de este tipo, todos estarían dispuestos a pagar una tarifa que cubra los costos de operación. Dejando al Estado sólo la tarea de pagar los pasajes de los sectores que realmente lo necesitan.

No me diga que esto es imposible. Lo único que necesita es un buen plan, voluntad política y capacidad ejecutiva. Los únicos que se resistirían los buseros, el resto de la población (usuarios, automovilistas, y ciudadanos que pagan impuestos) estaríamos apoyando una solución radical, aunque nos cueste dinero.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

jueves, 4 de octubre de 2012

Carta a Hugo Chávez

Teniente coronel:
Estoy claro que a usted, el presidente de Venezuela, le importa un bledo la humilde opinión de un periodista de un diario insignificante en un país tan poco poderoso como El Salvador. O a saber... porque por algo su gobierno se habrá tomado la molestia de negarme la visa para evitar que cubra las elecciones del 7 de octubre, en las cuales se definirá su futuro.

Usted me va a decir lo mismo que le dijo al candidato opositor que le está retando: El león no va a discutir con una mosca. Con este argumento usted se negó a enfrentarse a su contrincante Henrique Capriles en un debate de ideas. Prefirió seguir hablando solo en las innumerables cadenas nacionales. Bueno, teniente coronel: Resulta que la mosca puede ganarle las elecciones. Por lo menos le está legando bien cerca. Tan cerca que usted ya sacó a sus milicias bolivarianas a la calle, para asustar. Tan cerca que usted en todos sus discursos grita que cuando la mosca le ganara al león, habrá guerra civil... No sé cómo piensa a hacer una guerra civil con un solo bando armado, que es el suyo. A menos que usted tema que el día que usted cometa un fraude electoral o no reconozca su derrota electoral, su propia Fuerza Armada se divida y que una parte defienda el voto popular...


Este miedo sí es real. En mis últimos viajes muchos de sus militares me han dicho que son obedientes su presidente, pero no apoyarán ninguna locura como un fraude o un golpe de estado. Aunque es inútil, le doy un consejo: Si gana las elecciones, sea prudente y generoso; reconozca que la oposición existe, y que por lo menos la mitad de los venezolanos no quiere más socialismo, más estado, más confiscaciones de empresas. No cumpla sus amenazas de radicalizar su revolución.

Y si pierde, reconózcalo y entregue el poder. Usted no querrá quedar en la historia como un militar que se robó las elecciones, sino como un revolucionario que respetó la voluntad popular. En ambos casos, si usted actúa con prudencia en la derrota o con generosidad en la victoria, su movimiento bolivariano tendrá futuro. Si no, si actúa prepotente en la victoria o tramposo en la derrota, su proyecto político se hundirá con usted.

El mundo lo está observando...
Saludos desde San Salvador, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

miércoles, 3 de octubre de 2012

Habla un preso político desde Venezuela

Policía de carrera y exsecretario de Seguridad Pública del Distrito Metropolitano de Caracas cumple condena de 30 años de cárcel por ser un acérrimo crítico del gobierno chavista en materia de seguridad

Paolo Luers, 2 de Octubre de 2012, El Diario de Hoy / elsalvador.com

Cuando los venezolanos van a las urnas el próximo domingo tendrán múltiples razones para terminar con el gobierno de Hugo Chávez. Una de ellas es la inexistencia de una justicia independiente. Chávez ha sometido a la Fiscalía y al órgano de justicia en instrumentos de su revolución bolivariana.
Testigos de esto son los presos políticos. Según el gobierno, no existen. Sólo existen "políticos presos por delitos comunes".
Esta semana iba a entrevistar, dentro de su celda, en las oficinas centrales de la policía política SEBIN a Iván Simonovis, un policía de carrera y ex-Secretario de Seguridad Pública del Distrito Metropolitano de Caracas. Esta visita se frustró porque el gobierno venezolano decidió no dejarme entrar al país como corresponsal de prensa. Sin embargo, logramos hacer la entrevista por escrito, gracias a Bony Simonovis, su esposa y abogada.
El caso Simonovis (y de los otros comisarios) es uno de los más escandalosos de injusticia en Venezuela. Es un caso de venganza política del presidente y de su intento de reescribir la historia de los dramáticos días de abril 2002.
El 11 de abril murieron 19 manifestantes opositores en el Puente Llaguno, atacados por grupos de choque chavistas. El régimen, para construir su versión de los hechos, necesitaba a culpables que no fueran partidarios chavistas. Los encontraron en un grupo de integrantes de la Policía Metropolitana que aquel día 11 de abril hicieron lo posible para proteger a los manifestantes civiles. Iván Simonovis nos cuenta su historia.

Iván, te declaras preso político. ¿Por qué?
Todos los gobiernos niegan categóricamente la existencia de presos políticos. Este gobierno se separó de los apostolados jurídicos. Es un gobierno con arquitectura democrática, pero en la práctica todo el poder del Estado está en el puño de hierro del presidente Chávez. Prueba de ello son las recientes confesiones de un exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre cómo manipuló casos de interés político a favor de los intereses del gobierno.
El juez Eladio Aponte Aponte, expresidente de la Sala Penal del TSJ, no dijo nada que no supiéramos o sospecháramos. Sin embargo, la sangre se hiela al escuchar sus confesiones. Básicamente dijo: 1) Que recibió órdenes del presidente Chávez de cómo se decidirían casos incómodos para el gobierno. 2) Que nuestro juicio, y una veintena más, estuvieron marcados por una sistemática violación de principios y de todo fundamento legal. 3) Que en nuestro caso en particular quedaron perfectamente claras las órdenes explícitas de retardar el juicio, se ordenó hacernos pasar todas las "penurias posibles" —palabras textuales— en los traslados al Tribunal y obviamente condenarnos a la máxima pena.
Tengo 93 meses preso, ahora aparece el jefe de todos los jueces penales del país y confiesa que nos condenó sin pruebas. Con esa confesión, en cualquier país medianamente democrático ya deberían habernos liberado, pero la bizarra justicia venezolana lo interpreta de otra manera.

¿Qué sientes cuando estas cosas se dan y la justicia no se mueve?
Indignación, rabia, frustración y mucho dolor.

Iván, ¿de dónde proviene este grado de odio y agresión de Chávez contra tu persona?
Soy prisionero político de Hugo Chávez. Mi pecado: aún estando aquí encarcelado, siempre fui, soy y seré un crítico de las políticas de este régimen, específicamente en el área de seguridad pública.
En este país, con Chávez, eso es un delito; te conviertes en su enemigo por pensar distinto. Desde esta cárcel sigo ejerciendo mi vocación, elaborando sobre la situación de inseguridad del país.
Cuando Chávez llegó al gobierno había un promedio de 18 asesinatos por cada 1000 habitantes. Hoy día son 67. El año pasado fueron 19,340 homicidios a nivel nacional.
¿Cuál ha sido tu carrera profesional?
Durante más de 23 años laboré en la policía de investigación criminal, antiguamente denominada Policía Técnica Judicial. Cursé estudios en el Instituto Universitario de Policía Científica, de donde me gradué como investigador criminal, y alcancé las más altas jerarquías policiales. Fui jefe de la Unidad de Operaciones Especiales. He sido articulista en distintas revistas y periódicos locales e internacionales y tengo más de 1,500 horas de conferencias dictadas a nivel nacional e internacional sobre la criminalidad en Venezuela y Latinoamérica.
En 2000 fui nombrado Secretario de Seguridad del Distrito Metropolitano de Caracas. Durante mi gestión concentré mis labores a diseñar políticas de seguridad pública. Mis funciones estaban basadas en coordinar las actividades de los diferentes organismos de seguridad y prevención: la policía uniformada, los bomberos, la defensa civil.

¿Cuál es para Chávez y su gente el significado tan importante de los acontecimientos del Puente Llaguno y de tener como culpables a unos comisarios de la Policía Metropolitana que era un cuerpo de seguridad no bajo control del gobierno, sino del alcalde mayor que había roto con Chávez y se negó a reprimir las manifestaciones? ¿Me lo puedes poner en el contexto histórico?
En el año 2002 ya se vivía una sociedad polarizada, como consecuencia del discurso sesgado y cargado de odio de Chávez. Para abril del 2002 se habían contabilizado más de 1,200 manifestaciones de los diferentes sectores del país: estudiantiles, trabajadores y ciudadanos comunes. Todos tenían un denominador común: el repudio a la instauración de un sistema autoritario. La sistemática violación de los Derechos Humanos estaba floreciendo y los venezolanos no estaban de acuerdo con esto.
Es por ello que el 11 de abril del 2002 más de un millón de personas se concentraron para manifestarse abiertamente contra de las políticas chavistas. La euforia de los asistentes los llevó de manera espontánea a tomar la decisión de ir al Palacio Presidencial de Miraflores. Hombres, mujeres, jóvenes y niños marcharon convencidos de que la democracia los protegería. Se trataba de una marcha llena de mucha alegría, y por qué no decirlo, de plena inocencia. Cantos, bailes y optimismo alentaban al pueblo a seguir adelante como un cuerpo unificado.
Sin embargo, esta pacífica concentración nunca llegó al Palacio Presidencial. A medida que se acercaban a su objetivo, los cantos comenzaron a callarse. Había dos planos conviviendo al unísono: el de la energía contagiosa que los había llevado hasta allí y el del entendimiento de que algo no marchaba bien.
A unas cuadras del Palacio, grupos milicianos afectos al gobierno interceptaron a los manifestantes. Era una emboscada. Escondidos y usando armas automáticas disparaban contra la masa de manifestantes opositores. Miembros de mi familia marchaban en ella, mi esposa, suegra, cuñadas. Las imágenes eran aterradoras. Parecía una guerra, salvo que sólo una parte contaba con las armas y la rabia necesarias.
Bony Simonis, esposa y abogada del policia encarcelado, en una entrevista en Caracas 2010

¿Y la policía?
Nosotros como Policía Metropolitana tratamos de proteger a los manifestantes. Logramos controlar la situación antes de que hubiera cientos de manifestantes muertos. Algunos de los pistoleros fueron detenidos. Confesaron que ellos disparaban contra la policía, es decir, contra la legítima y uniformada autoridad, así como contra la manifestación. El resultado fue 19 personas muertas y un centenar de heridos.
La Fiscalía General de la República abrió 79 investigaciones penales. Del total de las averiguaciones iniciadas por las autoridades judiciales del país, el 96.20 % de los casos o no ha pasado de la fase inicial de la investigación penal, o simplemente han sido sobreseídos y archivados.
Yo fui detenido mucho después, el 22 de noviembre del 2004, sin que existiera orden alguna de aprehensión. De hecho, días después apareció una orden a destiempo dictada por el juez Maikel Moreno, quien —casualmente— había sido abogado de varios de los pistoleros adeptos al Gobierno chavista, quienes dispararon contra los manifestantes.
Bony&Iván
Mi juicio fue radicado en la ciudad de Maracay, la capital de otro Estado, en el cual no ocurrieron los hechos. Obviamente la intención era alejarnos de la opinión pública.
Mi juicio se inició el 20 de marzo de 2006 y concluyó el 3 de abril de 2009. Se celebraron 231 audiencias, se analizaron 265 experticias y 72 pruebas documentales, declararon 196 testigos y 45 expertos, se exhibieron más de 5,700 fotos y videos, convirtiéndose así en el juicio oral y público más largo de la historia judicial venezolana. La jueza Marjorie Calderón, responsable del proceso por la parte acusadora, es esposa de un parlamentario regional del partido de gobierno PSUV, mientras que la fiscal del caso, Haiffa El Aissami, es hermana del actual ministro de Justicia, Tarek El Aissami, quien es ministro del Interior del gobierno de Chávez.
El resultado de toda esta componenda que armó el gobierno para liberarse de las responsabilidades del 11 de abril es que consiguieron a quien culpar, mas no a los culpables. Recibí una sentencia que me condena a 30 años de prisión, sin ningún tipo de beneficio.
Paradójicamente todos los pistoleros que ese día dispararon contra los manifestantes y contra la policía que resguardaba al pueblo están en libertad plena. La mayoría de estos asesinos fueron absueltos, los otros beneficiados con una Ley de Amnistía decretado por Chávez en diciembre del 2007.
Esta historia de horror continuó con el inefable Eladio Aponte Aponte, quien simuló leer en siete días continuos las 8,313 páginas del expediente, estudió la sentencia de la Corte de Apelaciones, analizó los alegatos de la defensa contenidos en el recurso; elaboró su ponencia y la sometió a discusión de sus compañeros de Sala. Obviamente ratificaron la posición de los jueces de Maracay.
Esto va más allá de una suposición mía. Eladio Aponte Aponte, quien ejerció desde el Tribunal Supremo de Justicia el cargo más importante del país en materia penal, hace poco confirmó públicamente lo que desde hace años hemos denunciado: que hay presos políticos en Venezuela y yo soy uno de ellos. Basta leer sus palabras textuales: "Sí, hay gente que la orden es no soltarlos, principalmente los comisarios. La orden viene de la Presidencia. La posición de la Sala Penal es convalidar todo lo que venía hecho, en pocas palabras: aceptar que esos señores no podían salir". El máximo representante de la justicia penal en el país admitió haber manipulado la justicia con el propósito de complacer los intereses de Hugo Chávez.
Al igual que en un juicio kafkiano, es una pesadilla que no termina. La violación de derechos humanos en mi contra es una saga: En mayo de 2009 se me solicitó traslado a un centro hospitalario con el objeto de practicarme exámenes relativos a una dolencia de columna que padezco hace años. Pues bien, luego de dos años y medio de espera, en septiembre de 2011, finalmente fui trasladado a un centro asistencial. El estudio de densitometría ósea en mi columna vertebral determinó, además de la localización de un fractura cervical, que tengo riesgo de fractura a nivel de la columna lumbar, así como a nivel del fémur izquierdo, motivado a que mi densidad mineral ósea está por debajo de los valores normales para un paciente de mi edad, esto como consecuencia de las condiciones de reclusión en las que me encuentro y la falta de exposición a la luz solar, ya que en siete años y siete meses preso solo he tenido acceso a 13 días de aire y sol. 
Con este examen en mano, mi esposa y abogada acudió en diciembre del 2011 al Tribunal Primero de Ejecución de Aragua y presentó una solicitud de libertad condicional por razones humanitarias, a objeto de recibir el tratamiento médico adecuado a mis múltiples patologías. La jueza jamás se pronunció al respecto y la solicitud desapareció del expediente.
El 4 de junio pasado, mis abogados acudieron nuevamente al Tribunal Primero de Ejecución del Estado Aragua, ahora a cargo de una flamante boliburguesa, la abogada Valenciana Ada Marina Armas Díaz. Nuevamente se hizo la solicitud de libertad condicional por razones humanitarias, pero además también se solicitó una medida alternativa de cumplimiento de la pena, dado que al haber cumplido un cuarto de la pena me correspondería el Destacamento de Trabajo.
La decisión no sorprendió a nadie: todo fue negado. La medida humanitaria fue negada por cuanto el medico forense, que la jueza envió, no pudo constatar lo que indicaban los informes médicos. Resulta que el medico forense que enviaron era ginecólogo y no trajo ni un estetoscopio. Además la medida alternativa del cumplimiento de la pena fue negada por cuanto el resultado del examen psicosocial no había sido "favorable". Pero el meollo del problema radica que ante la pregunta si me arrepentía de lo que había hecho el 11 de abril respondí: "No, porque sencillamente ese día yo cumplí mi deber de salvar vidas".

¿Todos los jueces actúan así?
Eladio Aponte Aponte dijo textualmente: "La justicia no vale..., la justicia es una plastilina, porque se puede modelar, a favor o en contra…" Más del 70 % de los jueces no goza de estabilidad en el cargo. Así pueden ser removidos con facilidad cuando adopten decisiones que puedan afectar los intereses del régimen. Pero cada una de sus decisiones están siendo documentadas. Tarde o temprano deberán responder ante la Justicia que me han negado.
(El Diario de Hoy)

martes, 2 de octubre de 2012

Carta a Norman Quijano

Estimado Norman:
Te proclamaron oficialmente candidato presidencial. Bueno, oficial por tu partido. Para que te puedas inscribir falta un año. No sé si felicitarte o consolarte, porque la verdad es que te metiste en un gran huevo: Ser primero en salir y tomar la delantera, en carreras de larga distancia, nunca es la estrategia de los ganadores.

Te diste cuenta que nuestros detractores comunes me están acusando de ser escribano a sueldo tuyo. Espero que no te molestés conmigo por el “hecho” que, según las mismas fuentes, también estoy en la planilla del ministro de Seguridad, ya que escribo a favor de darle una oportunidad a la tregua de las pandillas...

Disculpe, alcalde, que hasta ahora no he hecho ni escrito nada para ganarme mi sueldo ficticio. Ya me siento algo culpable, sobre todo porque me he tomado la libertad de criticar el proceso interno que llevó a tu prematura candidatura. Ojala que no me borrés por esto de tu planilla...

Vaya, voy a hacer algo para ganarme el salario ficticio, dándote un par de buenos consejos, hoy que estás diseñando tu estrategia para el 2014.


Primero, tienes que deshacerte de la caravana con la cual te mueven por todos lados. No tratés de emular a Funes en su afán de mostrar poder exhibiendo arrogancia. ¿Qué pasó con el alcalde en bici?

Segundo, donde sí te conviene piratear una receta exitosa de Funes es en el uso (más bien: no uso) de colores de partido. Así como lo hiciste en tu campaña de reelección de alcalde. No dejés que te disfracen, vos sos candidato a convertirte en ciudadano presidente, no en jefe de un ejército de pinta y pega.

Tercero: Ciudadito con la selección del vice y de tu equipo. O mostrás que vas a trabajar de la mano con los jóvenes que quieren innovar a tu partido y al país, o vas para ningún lado. Presentá un futuro equipo de gobierno de gente con criterio independiente. Dejá afuera a los “yes men” y los oportunistas, que nunca te van a contradecir, aunque estés al punto de cometer errores.

Bueno, Norman, como hasta ahora no he visto ningún cheque, no te puedo soltar más consejos. Sólo estos tres, que más bien son de sentido común que te puede dar cualquiera en la calle. Y no te enojés cuando me veas dando consejos a tus contrincantes...

Saludos, Paolo
(Más!/EDH)

lunes, 1 de octubre de 2012

Llegó 'El Flaco' a Caracas - para quedarse

Viendo en Globovisión la transmisión en vivo del cierre de campaña de Henrique Capriles, me cuesta imaginar que el próximo domingo no gane al comandante Hugo Chávez. A la par de ‘El Flaco con la cachucha’, como los venezolanos llaman al candidato opositor, Chávez –más allá del desgaste por su enfermedad, por 14 años de gobernar y por su discurso siempre confrontativo- parece el candidato conservador. Y Capriles, mas allá de su condición de joven dinámico, parece un innovador con fuertes componentes socialdemócratas.

La juventud de Capriles (de apenas 40 años) tuvo su reflejo fiel en la multitud de más de 1 millón de caraqueños que lo recibieron en la capital: Las cámaras mostraron una mayoría de jóvenes. Con esta generación, que ha pasado la mayor parte de su vida en una Venezuela gobernada por Chávez y el Socialismo del Siglo 21, y con este candidato opositor, difícilmente pega la permanente alerta del actual presidente contra “los burgueses que quieren que Venezuela regrese al antiguo régimen corrupto” de los años 70 y 80, derrotado por la ‘Revolución Bolivariana’.

Al subir al escenario al estilo más de un rock star como de un político tradicional, vestido como siempre de ropa deportiva y con su gorra de baseball, Capriles puso el dedo en la llaga y comenzó su discurso haciendo suyo el “espíritu de cambio y esperanza del 1998”, que derrumbó la llamada ‘Cuarta República’ y llevó al poder a un joven y rebelde militar llamado Hugo Chávez: “Cuando el otro candidato fue electo presidente, yo fui electo el más joven presidente de la Asamblea de nuestra historia. Y todavía estoy en este proceso de cambio, igual de flaco, mientras que el otro candidato se enfermó del poder y no lo quiere soltar.”

Y de ahí Capriles le fue cobrando a Chávez, punto por punto, todas las promesas incumplidas de esta gran ilusión de cambio del 1998: Hoy Venezuela no tiene paz, sino violencia; no tiene empleo, sino destrucción de la producción nacional; tiene peores escuelas, universidades, cárceles y hospitales...

Henrique Capriles Radonski no es un gran orador, como indudablemente lo es Chávez. Esto, en un país de tan enorme pasión por la retórica, parece un problema serio para un candidato. ‘El Flaco’ lo sabe y nunca trata de competir con su contrincante en este deporte nacional de desbordante oratoria demagógica. En el discurso de Capriles se notaban sus nervios, su voz se quebró frecuentemente, perdió varias veces el hilo... Pero esto no afectó su conexión con la multitud. Le da hasta ventaja, le ayuda ganar simpatía: Los venezolanos están cansados de oratoria y sedientos de soluciones; cansados de ideología y curiosos de ideas. Y esto es lo fuerte del ex-alcalde de Baruta y gobernador de Miranda: ideas y soluciones prácticas; llevar la política del campo de ideología al campo de la administración pública eficiente.

Si uno compara la campaña opositora con la campaña chavista, las diferencias son evidentes – y parecen trabajar en favor de ‘El Flaco’. En las concentraciones de Chávez un mar de rojo: banderas, camisas, cachuchas, pancartas de un sólo color. Las concentraciones de la oposición son multicolores, porque Capriles representa un abanico de 25 partidos, unos de trayectoria de izquierda, otros de trayectoria de derecha, la gran mayoría de carácter reformista: socialdemócratas, socialcristianos, verdes, humanistas... Pero la mayoría de los asistentes al gran meeting en Caracas son civiles, vestidos de civil. La diferencia visual refleja la diferencia política: uniformidad versus pluralidad. Revolución versus reforma. Militancia contra ciudadanía...

Otra diferencia entre las dos campañas: Bombardeo aéreo de Chávez y su gobierno versus un recorrido maratónico casa por casa de ‘El Flaco’. Lo hizo en la campaña de las elecciones primarias y lo repitió ahora: primero casa por casa, luego barrio por barrio, después ciudad por ciudad, para culminar en concentraciones gigantescas en cada estado. Claro, ‘El Flaco’ en la vida real es maratonista, y Chávez, en la vida real, es paciente de cáncer. El presidente se concentra en la televisión, disponiendo de un imperio de medios y en la cadena nacional obligatoria: Ha utilizado más de 80 horas de cadena nacional. 80 horas en todos los canales y radios del país, hablando solo. Se negó a debatir. Su opositor no tiene acceso a cadena nacional, pero además sabe que no dispone de este don del carisma mediático. Hizo lo correcto: convertir la desventaja en virtud, ir a la calle full time, en todo el país. Y de repente él mismo y la gente descubrieron algo insólito: Este hombre tiene un enorme carisma a corta distancia, en el contacto directo con la población. Tuve la oportunidad de acompañarlo, en su trabajo de gobernador, a pueblos remotos, y observé como la percepción de la gente cambió radicalmente una vez que lo tenían de frente. Este hombre pintado de ‘ricachón’, de elitista, de ‘oligarca’, cuando la gente lo tiene cerca, resulta humilde, abierto, simpático y divertido. Resulta que escucha.

Entonces, cada uno de los candidatos escogió su campaña: Chávez, como su salud no le permite una campaña terrestre, escoge la super-mediática, con discurso violento y confrontativo, tildando a su adversario de cualquier cosa; Capriles, que no tiene ni los recursos ni el don para campaña mediática, escoge el contacto directo: Vean, aquí estoy, así soy, un flaco con cachucha y buenas ideas. Y casi no habla de su contrincante.

Y así va ‘El Flaco’, desmontando el monstruo ‘ultra-derechista’ que el oficialismo ha pintado de él; desmontando sistemáticamente la retórica revolucionaria, confrontándola con los hechos, con los números de desempleo, homicidios, falta de vivienda, deficiencias de salud y educación. Y con propuestas prácticas.

Nadie hubiera pensado que de esta manera Capriles pudiera acumular y acumular hasta llegar, justo para el cierre, a la culminación: movilizar a millones de gente en las ciudades principales; armar espectáculos al estilo de concierto de rock; conectar con multitudes de jóvenes y mujeres. Como buen corredor de maratón que es, supo medir y administrar sus tiempos y sus fuerzas.

“Esta batalla no es entre partidos ni entre ideologías, es entre dos estilos de vida”, dijo Capriles a los caraqueños. Y acto seguido habló de que en la nueva Venezuela cabrán todos, sin distinciones ideológicas, sin revanchas, sin exclusiones, sin perdedores. Un contraste muy fuerte al discurso de Chávez que siempre pinta divisiones, confrontaciones, diferencias entre las dos Venezuelas incompatibles que él ve: la Venezuela revolucionaria, y la Venezuela de los ‘vendepatrias’.

Hay otras diferencias entre las dos campañas, y también parecen trabajar a favor de Capriles. Chávez habla del pasado, Capriles habla del futuro. Chávez habla de defender el status quo, aunque tenga el apellido ‘Revolución’; Capriles habla de reformas, cambios, soluciones, inversiones, sacrificios compartidos.

Pude observar hace como dos años el inicio de un importante cambio en la percepción de la gente. Durante 10 años la oposición no pudo ganar, porque la gente la asociaba con inestabilidad e incertidumbre. Esto empezó a cambiar cuando líderes jóvenes como Leopoldo López, Pablo Pérez (el gobernador de Zulia) y Henrique Capriles se pusieron a la cabeza de la oposición. En un año de campaña, dirigida por estos líderes y muchos otros de la misma generación, este cambio de percepción se hizo irreversible. Hoy la violencia, el peligro de inestabilidad e incluso de confrontaciones que rompan la paz son asociados con Chávez y con su intento de retener el poder, no con la oposición que muestra pluralidad, tolerancia, reformismo y voluntad de reconciliación.
(El Diario de Hoy)