Cuando Bush decide atacar e invadir a Irak, sin tener un mandato de Naciones Unidas, muchos no están de acuerdo. En Estados Unidos, en Europa, en todo el mundo, también en El Salvador. Uno de los argumentos de los oponentes a la guerra: en vez de producir más seguridad, como dice Bush, producirá más inseguridad, más terrorismo, más inestabilidad. Precisamente esto está pasando. Al Qaeda y sus redes terroristas se han revitalizado, en Irak, en toda la región, en Europa. El proceso de paz entre Israel y Palestina está en la peor crisis en años. Irak está al punto de caer en el poder de predicadores fundamentalistas del odio.
Los que han señalado que esto iba a pasar, y quienes por esto se han negado a apoyar la aventura de Bush, hoy son acusados de ser cómplices del terrorismo. En nuestro país, es el Diario de Hoy el que asume esta labor sucia. Uno de sus blancos es José Rodríguez Zapatero. El nuevo presidente del gobierno español fue claro en su rechazo al envío de tropas españolas a Irak, desde el principio. Nunca dejó dudas que al ser electo las iba a retirar. Lo dijo antes de la guerra y durante la guerra. Lo dijo antes y después del ataque terrorista a Madrid. Y así lo ordenó al sólo asumir el poder. Lo que es una actitud consecuente y transparente, en el Diario de Hoy aparece como un acto cobarde de un político que cede a las presiones de Osama Bin Laden.
Y en el editorial “Debe continuar nuestra tropa en Iraq” del lunes 19 de abril el Diario de Hoy juzga a al enemigo interno y eterno: “La izquierda salvadoreña ha encontrado un punto de feliz coincidencia con la red terrorista Al Qaeda: repatriar al contingente mmilitar salvadoreño para ir aislando a Estados Unidos en Iraq.” Vaya lógica magistral: sólo porque Osama Bin Laden exige la salida de Estados Unidos del Irak, todo el mundo tiene que apoyar a la guerra de Estados Unidos. Que mala suerte, Don Quique, que Osama Bin Laden comparte con usted las cruzadas contra aborto, los casinos y la prostitución. ¿Va a cambiar por esto sus convicciones, Don Quique? Espero que no.
La guerra unilateral de Estados Unidos y sus aliados contra Irak es una ofensa al Derecho Internacional, y esto no cambia porque los terroristas de Al Qaeda felizmente se han aprovechado de este grave error de Estados Unidos y sus aliados, de la división que este acto de soberbia ha provocado en la comunidad internacional.
Lo malo es malo, lo critiquen o lo aplauden los predicadores del terrorismo. España hizo bien en cambiar de gobierno y en comenzar el retiro de sus tropas de Irak. El Salvador también cambia de gobierno, aunque no de partido de gobierno, pero por esto no tiene que estar condenado a mantenerse fiel a una decisión que a la luz del desarrollo en Irak ya no es sostenible. El mismo Diario de Hoy ya no habla de la misión de reconstrucción que fue encomendada por el presidente y autorizada por la Asamblea Legislativa: “Se debe comprender que nuestro país no sostiene por turismo un contingente militar en Iraq, sino para cumplir con la cuota que le corresponde en la lucha de la civilización contra el terror.” Olvídense de pendejadas como repartir medicinas y reparar techos, nada de mariconadas humanitarias, a partir de hoy se trata de combatir, y en serio.
Muy consciente del riesgo que me vuelvan a criticar por “coincidencia feliz con Al Qaeda” y por “compañero de viaje de los comunistas” como en el citado editorial, me quedo en feliz coincidencia con el 50% de los norteamericanos, con el gobierno derechista de Chirac en Paris, con los gobiernos socialdemócratas en Madrid y Berlin, con la gran mayoría de gobiernos de América Latina en decir no a la política peligrosa de Estados Unidos en Irak. Debe regresar la tropa salvadoreña de Irak, antes de que se vea obligada a matar a civiles iraquíes.
Con esto tal vez yo tenga chance de escaparme del título de “compañero de viaje” que otorga el Diario de Hoy: “Conmueve el inusitado interés que se toman los comunistas salvadoreños y sus compañeros de viaje, por el bienestar de los soldados salvadoreños.” Puede ser que aquí el Diario de Hoy tenga el problema de una “feliz coincidencia” conmigo, o sea nada menos con un alguien que por su parte tiene “feliz coincidencia” con Al Qaeda en cuanto a condenar la presencia militar aliada en Irak, lo que posiblemente constituye una “feliz coincidencia de segundo grado” entre Don Quique Altamirano y Osama Bin Laden..
Regresando de este enredo a la coincidencia real: comparto que es ridículo que la izquierda salvadoreña se vista de luto por un soldado salvadoreño muerto en combate. No es este el problema central. El problema central y realmente sensible son las bajas que los soldados salvadoreños pueden causar a los iraquíes. Es el involucramiento en una guerra que no tiene legitimidad. Así como en la guerra civil salvadoreña no fueron las bajas causadas por el FMLN el daño más serio y profundo a la Fuerza Armada, sino las masacres a la población campesina y los asesinatos de los jesuitas, lo grave en Irak no será el número de soldados caídos en combate sino el número de civiles que les tocaría matar.
PS: A ver si alguien nos puede sacar de la duda sobre Irak o Iraq. Escribo Irak y estoy citando Iraq porque así lo escribe el Diario de Hoy. Juro que no es para no coincidir con Don Quique. Si yo ya he perdido el miedo a las coincidencias, como antes la vida me enseño perder el miedo a los conflictos. Pero, en serio: ¿escriben Iraq los que felizmente coinciden con la alianza Bush-Blair, una especie de anglicismo con connotación política, y escribimos Irak los opositores, negándonos a usar una palabra que coincida con su contraparte en inglés? (Publicado en El Faro)