martes, 30 de abril de 2019

Carta a quienes quieren darle consejos al presidente electo: Ahórrense la molestia


Estimados amigos:

Entiendo que están preocupados por la situación en la cual va a entrar el país en los próximos cinco años.

Entiendo que ven con angustia que han pasado 2 de los 3 meses de transición (entre la elección y la toma de poder) y que no existe ningún mecanismo de entrega ordenada y transparente del poder, de las finanzas públicas y los proyectos inconclusos entre el gobierno saliente y el entrante —sólo porque el presidente electo lo prefiere así.

Entiendo que les asusta la incertidumbre en la que el presidente electo tiene al país en cuanto a la composición y las líneas de trabajo de su gobierno. 

Entiendo que ante esta situación muchos ciudadanos y empresarios, poniendo el bien del país encima de sus preferencias ideológicas o partidarias, quisieran ayudar para que el próximo gobierno no fracase.


En este contexto, casi todos los días salen columnas o entrevistas de personajes competentes y bien intencionados dándole buenos consejos al futuro presidente. Que abra un diálogo nacional con todas las fuerzas vivas del país; que busque un acuerdo nacional para enfrentar la violencia y delincuencia; que aplique el principio de la meritocracia para escoger a sus ministros y otros funcionarios claves; que deje de deslegitimar a sus adversarios políticos, porque los va a necesitar para construir gobernabilidad; que respete la independencia de los poderes del estado; que respete la libertad de expresión y sea mas tolerante con sus críticos; que aplique austeridad —y un montón de recomendaciones más detalladas en materia fiscal, de seguridad, educación y salud. Básicamente le piden a Bukele que sea buena gente y un presidente decente…


La mayoría ofrece estos buenos consejos de buena onda, expresión de su preocupación por el país. Algunos los ofrecen de manera oportunista, buscando a acercarse al nuevo centro del poder. No es a ellos que va esta carta, sino a “asesores” desinteresados, pero lastimosamente también ingenuos.


Un político que maneja la alternancia del poder con tanto desprecio a la transparencia, al diálogo y la sana administración de diferencias, no hace caso a buenos consejos. Así como es resistente a la crítica, es resistente a buenos consejos. Se ríe de quienes de buena onda y como buenos patriotas lo tratan como un ser racional y abierto que va a tomar en cuenta criticas, propuestas, recomendaciones y consejos. Es como pedir peras al olmo. Es como esperar que un lobo se comporte como un pastor alemán, solo porque de lejos se parecen.

No les pido que dejen de analizar y comentar los retos que enfrentará el país en los próximos cinco años. Es necesario que lo hagan. El país y su ciudadanía necesitan entender su situación, y sólo lo podrán lograr a través del diálogo abierto, del debate franco, de la crítica clara. Si en el nuevo gobierno se incluye alguna gente capaz de escuchar, van a sacar provecho de este diálogo de la ciudadanía —pero jamás del intento de influenciar al presidente electo con consejos bien intencionados.

Mejor esperemos qué va a ofrecer el presidente Bukele a partir del 1 de junio: qué tipo de gabinete, qué discurso, qué políticas públicas, qué manera de relacionarse con la prensa y los órganos que no controla, como la Asamblea, la Corte, la Fiscalía. Y luego sometamos todo esto a un examen crítico y veamos qué se puede apoyar y a qué hay que oponerse.


Paciencia será la virtud principal que necesitamos desarrollar.


Saludos



sábado, 27 de abril de 2019

Carta al presidente electo: Where’s the beef?


Señor:

Revisé la sopa que nos sirve. Como usted supuso, se encontraron pelos en ella. Pero, no encontré ninguna carne. ¿Adónde está la carne, presidente?

‘Where’s the beef?’ – con esta pregunta Walter Mondale remató a su rival Gary Hart en el debate entre precandidatos presidenciales del Partido Demócrata. Hart explicó su plan de gobierno, y Mondale solo tuvo que preguntarle ‘Where’s the beef?’ para ganar la primaria… La frase se había hecho famosa este mismo año con la campaña de Wendy’s, haciendo burla de los Big Macs de la competencia, que tenían panes gigantescos y poca carne…

A partir de lo de Wendy’s y Mondale usa esta frase para decir: Pura paja, nada de sustancia. Incluso en alusión al tamaño del órgano sexual de los machos…



Regresemos a su sopa. En su Facebook live de miércoles 24 de abril, usted describió cómo lo maltrata la prensa: haga lo que usted haga, siempre le encuentran ‘un pelo en la sopa’. Sus troles ya le habían preparado el hashtag para convertir en campaña las palabras de su líder: #ElPeloEnLaSopa…

Pues hombre, sírvanos una sopa sustanciosa – una que tenga carne, no solo sabor de cubitos. Y aunque encontremos uno que otro pelo en la sopa, cosa que siempre se dará, vamos a hablar de la carne: de la sustancia, del sabor, del contenido, de las propuestas, de las soluciones… Pero si no hay carne, ¿qué hacemos?

La gente, sobre todo la que votó por usted, quiere saber ¿qué tipo de gobierno está armando Bukele, y con quiénes? Han pasado dos meses de la elección y quieren saber ¿qué va a hacer el nuevo gobierno? Usted no lo dijo en campaña y no lo dice ahora. Pero sale con un monólogo de una hora para hablar de dos cosas: De lo mal que le tratan los medios, y de cómo va a consolidar su partido. ¿Y la carne, pues? Nuevas ideas no se come…

Entonces, al no encontrar carne, lo que encontramos son los pelos.

De paso sea dicho: Cada día se parece más a Funes: la comunicación reducida a monólogos, Funes en su programa de radio, usted en su Facebook live. Ustedes piensan que es comunicación con el pueblo, pero son puros monólogos. No hay diálogo. No hay debate. No hay preguntas y respuestas. Y la otra cosa que usted aprendió de Funes: Desde el poder señalar y atacar a sus críticos – al aire, con nombre y apellido. Así como Funes me sacó varias veces en su programa radial sabatino, usted me sacó en su Facebook live. Usted tiene razón en decir que como presidente también tiene libertad de expresión, igual que cualquier ciudadano y periodista tiene el derecho de criticar al gobernante. Claro que sí. Sólo que quien lo hace desde el podio del poder, desde la inmunidad de la Presidencia, tiene otro tipo de responsabilidad. Puede caer en abuso del poder.

A veces es incomodo que te ataquen desde la altura del poder. Pero no me intimida. Voy a seguir señalando los pelos que encuentro en las sopas mal cocidas – y la falta de carne y sustancia.

Lo que me preocupa no es que me puedan atacar, primero en un programa presidencial y luego en campañas de troles, sino la expectativa de tener otro presidente, como antes Funes, que se niega a someterse al escrutinio crítico de la prensa. 

Saludos,


jueves, 25 de abril de 2019

Carta sobre otro 0:2 entre Fiscalía y defensa

Podría hoy repetir literalmente la carta que publiqué el 8 de agosto 2018 sobre el primer día del juicio contra la tregua. Porque ayer otra vez fue el primer día del mismo juicio – de su repetición. En el 2018 lo perdió la Fiscalía y todos los 19 acusados fueron absueltos, pero logró que la Cámara anulara el juicio y ordenara su repetición.

Lo espectacular del arranque del juicio en agosto pasado fue que la Fiscalía presentara dos testigos prominentes (monseñor Fabio Colindres, el que fue mediador, y el general Francisco Salinas, el que fue director general de la PNC). Los fiscales abrieron con ellos para conseguir goles tempranos porque supuestamente iban a testificar en contra de la tregua y los acusados. Pero ambos, hablando con todo el peso de su trayectoria, los defendieron. Por esto le puse 0:2 en el titular. 

Exactamente lo mismo pasó ayer. Y era lógico. El mismo juicio, con las mismas acusaciones manipuladas, con los mismos fiscales, con los mismos testigos, con la misma ausencia de pruebas, con los defensores ya prevenidos, ¿en qué va a terminar? En lo mismo.

Aunque los fiscales trataron de sacarles lo contrario, tanto monseñor Colindres como el general Salinas establecieron que el proceso de pacificación y reducción de violencia popularmente bautizado “la tregua” fue una política oficial del gobierno, conducida por el gabinete de Seguridad, y que tanto el presidente Funes como el fiscal general (primero Barahona, luego Luis Martínez) estuvieron informados sobre cada paso de su implementación. Según monseñor, “la tregua fue exitosa hasta que llegó Ricardo Perdomo al ministerio de Seguridad…”.

Entonces, si fue así, ¿cómo los diferentes funcionarios públicos que implementaron este plan pueden ser acusados de “agrupación ilícita”? ¿Acaso el Gabinete de Seguridad es una agrupación ilícita?

A monseñor Colindres, que acompañó a Raúl Mijango (uno de los acusados principales) en sus visitas a los penales para dialogar con los cabecillas de las pandillas, lo interrogaron durante más de una hora para encontrar comprobación para el delito de “introducción de ilícitos a los penales”, pero lo único que encontraron fue la confirmación que introdujeron pizza y pollo, porque una reunión alrededor de una mesa con comida siempre crea un ambiente más propicio para construir confianza. 0:1.

Al general Salinas le querían sacar la confesión que había perdido el control sobre los dos inspectores de la PNC que comisionó para participar en el proceso de pacificación y mediación, y que ellos actuaron y delinquieron por propia cuenta. Pero lo que le sacaron al general fue que los dos cumplieron complicadas y peligrosas misiones de inteligencia policial, que sirvieron de mucho para la dirección de la policía. 0:2.

Raúl Mijango

Raúl Mijango ya está condenado en otro caso penal (un caso donde interpretaron su labor de mediador entre una empresa y sus extorsionistas como complicidad, a pesar de que esta labor la inició a petición de la empresa). Este caso está en revisión. Ayer lo trajeron al juzgado, siempre en uniforme de interno. Y lo que manifestó a la prensa fue esto: “Me están acusando de haber servido de mediador salvando unas 6 mil vidas. Si de algo estoy orgulloso en mi vida, es de esto. Si por esto voy a estar en la cárcel, así será”.

Todos los que estaban ayer en esta sala del juzgado especializado A sintieron la repetición como un trámite tedioso. Hasta los dos fiscales nunca perdieron la cara de aburrimiento que uno pone cuando le dan una tarea sin sentido.

Va a ser aun más aburrido en los próximos días, cuando van a desfilar un montón de testigos que ya en la primera vista pública resultaron incapaces de aportar pruebas.

Se volverá a poner interesante al final, con dos testimonios: el de “Nalo”, el jefe pandillero convertido en testigo criteriado estrella de la Fiscalía, y el del único testigo que llamará la defensa, el general David Munguía Payés. El primero con un relato sobre teléfonos introducidos al penal que resultará inútil, porque estos aparatos ni siquiera existen en los registros oficiales de decomisos y mucho menos como ‘cuerpos de delito’.

Al final, al juez no le quedará otra que absolver a los 19 acusados, porque quedará comprobado que actuaron cumpliendo con una política oficial de su gobierno y porque no hay ni una sola prueba de que en este contexto hayan cometido delitos.

Saludos,



Lea también:
Carta sobre el primer día de la vista pública del “caso tregua”: FGR 0-2 Defensa. (Agosto 2018)


Carta al nuevo fiscal general: Hora de corregir (23 abril 2019)


martes, 23 de abril de 2019

Carta al nuevo Fiscal General: hora de corregir

Estimado Dr. Raúl Melara:
Terminando las vacaciones de Semana Santa, estoy releyendo todo lo que se escribió sobre el juicio de la tregua, que en agosto del 2017 terminó con el juez especializado absolviendo a todos los acusados de todas las acusaciones.

Bueno, lastimosamente no terminó ahí. El fiscal Douglas Meléndez apeló la sentencia absolutoria y la Cámara la declaró nula. Hay que repetir toda la vista pública, con todo el desfile de testigos y por esto, para poder nuevamente comentar el juicio, estoy leyendo todo lo que se escribió sobre este espectacular caso. Ponga “caso tregua” en google.com y le sale todo el chorro.

En agosto 2017, el juez Godofredo Salazar declaró inocentes a los 178 acusados (el mediador Raúl Mijango, un oficial de policía, el ex director general de Centros Penales, los exdirectores de varios penales y todos los integrantes del Consejo Criminológico Paracentral) con un argumento central: que todos los acusados habían actuado en cumplimiento de una política pública adoptada por el gobierno.

Esta argumentación fue atacada agresivamente por la Fiscalía General, no solo en su apelación, sino en muy violentas declaraciones mediáticas contra el juez Salazar. El mismo fiscal general de entonces, Douglas Meléndez, aprovechó una entrevista televisiva para amenazar al juez Salazar con perseguirlo penalmente. Estas amenazas motivaron a los jueces penales del Centro Judicial Isidro Menéndez a publicar una declaración conjunta, rechazando las “injerencias, señalamientos y amenazas indebidas contra la independencia judicial” y denunciaron al fiscal general ante el Relator de Naciones Unidas sobre la Independencia de Magistrados.

Estos son los antecedentes de la segunda vista pública del “caso tregua” contra los mismos acusados, a celebrarse a partir de mañana 24 de abril. La presión ahora está sobre el nuevo juez, a quien le tocará presidir el juicio y sentenciar. En una carta que publiqué sobre el tema en marzo 2018, escribí: “Presionar a los jueces con campañas mediáticas y amenazas de investigación y persecución penal es inadmisible para un fiscal general. Atenta contra su propia independencia y dignidad y las de los juzgadores. No podemos tener a un fiscal general que cada vez que pierda un caso arme berrinches contra el juez y que cada vez que obtenga la reversión de una sentencia no favorable a la Fiscalía se lance al ataque amenazando al juez de echarlo preso”.

Casi hice un llamado a sustituir al fiscal general, escribiendo: “Necesitamos que el nuevo fiscal general, que la Asamblea tendrá que elegir este año, sea una persona más equilibrada, más profesional y menos mediática. Y sobre todo que sea un profesional de derecho que entienda que el fiscal general no solo tiene la función de acusar, a nombre del Estado, a las personas imputadas de delitos, sino que también (y sobre todo) tiene que ser el garante del Estado de Derecho. Esto incluye garantizar que se aplique el principio constitucional de la presunción de inocencia, así como defender otro principio constitucional: que los jueces puedan aplicar justicia libres de presiones y amenazas”.

Bueno, Douglas Meléndez no fue reelegido y ahora tenemos un Fiscal General que ha prometido que ya no habrá juicios mediáticos y politizados.

Esperemos que en la repetición del “caso tregua”, uno de los juicios con más vicios de politización y pre condena mediática por parte de la Fiscalía, veamos la diferencia. Cierro con a misma frase de la carta de marzo 2018:

“Deje que la nueva vista pública se desarrolle sin presiones indebidas de ninguna parte. Deje que se haga justicia, basada en pruebas, y no en campañas mediáticas”.
Saludos,

Lea también:

 

Carta sobre el primer día de la vista pública del “caso tregua”: FGR 0-2 Defensa.

 

Carta sobre el último día del juicio en el “caso tregua”: La Fiscalía es una desgracia.

 

Carta al Fiscal General: Goleada de 0-18

 

Mal perdedor, mal ganador


domingo, 21 de abril de 2019

La mentira de un “país lleno” Columna Transversal

 El número de imbecilidades que puede decir (más bien, tuitear) un presidente demagogo es ilimitado. Trump es el ejemplo de un presidente cuya demagogia no tiene límites de racionalidad, veracidad, responsabilidad o decencia.

“Our country is FULL” (Nuestro país está LLENO), anunció Trump en Twitter, agregando su advertencia de cerrar la frontera con México, si este país no capturaba a todos los “illegals” que tratan de entrar a Estados Unidos.

No me voy a detener en esta columna con las numerosas barbaridades políticas que le cupieron a Trump en un solo tuit: hablar de personas “ilegales”; pensar que los mexicanos podrán decidir a arrestar a los miles de migrantes que diariamente cruzan su país; amenazar con cerrar una frontera de 3,175 km y 56 pasos para peatones, vehículos, trenes y mercancías. De todo esto ya se ha hablado bastante.

Pero que el presidente de un país diga: Estamos llenos, ya no cabe más gente – esto si es nuevo. Sobre todo, cuando es tan evidentemente falso.
 

Igual que en los demás países desarrollados e industrializados (Europa, Canadá, Australia), el desarrollo demográfico y económico de Estados Unidos depende de una permanente inmigración. Un reciente análisis del New York Times, titulado “Trump Says the U.S. Is ‘Full’,” llega a la siguiente conclusión: “Esto sugiere que la nación ya no puede acomodar mayor inmigración, porque ya está sobre estirado. Pero esto va en contra del consenso de expertos de demografía y economía. Ellos ven amplia evidencia de que el país no está ni cerca de ‘lleno’. Más bien, una población cada vez más vieja y la decreciente tasa de nacimiento entre la población nacida en Estados Unidos están creando ciudades y pueblos carentes de población, viviendas desocupadas y finanzas públicas en crisis.”
Sobre todo el mercado laboral exige que elevados números de jóvenes entren a la vida productiva – pero sin migrantes esa exigencia quedaría insatisfecha.

La misma situación absurda se generó en muchos países europeos. En Alemania, por ejemplo, la entrada de millones de refugiados de Siria, Irak, Afganistán y otras regiones en crisis causó todo un movimiento anti migración, a pesar de que los expertos en demografía y desarrollo tienen años de señalar que el país necesita más inmigración, sobre todo de jóvenes, para evitar que colapsen el mercado laboral, el sistema de aprendizaje de trabajadores calificados, y el sistema de pensiones.  

Ahora los alemanes se dieron cuenta que la migración es un fenómeno no solo inevitable, sino manejable. Y es más, es un fenómeno incluso necesario y positivo, cuando es bien administrada. Positivo para los países receptores, que necesitan mano de obra fresca y crecimiento demográfico – pero también para los países de origen, que necesitan bajar presión social, recibir ingresos por remesas y calificar su mano de obra. Los países del Sur de Europa (Italia, Serbia, Croacia, Grecia, España y Portugal) lograron despegar su desarrollo económico, social y democrático en los años 60/70 en gran parte porque Alemania, Suecia, Holanda Francia y Gran Bretaña necesitaban millones de trabajadores – y los integraron en concepto de “Gastarbeiter” (“trabajadores invitados”). Los países del Sur se beneficiaron, porque evitaron hambrunas y recibieron miles de millones de remesas; y los países del Norte se beneficiaron, porque tenían disponible mano de obra económica para el desarrollo de sus industrias claves, por ejemplo la automotriz. Buena parte de los “trabajadores invitados” regresaron luego a sus países a los 15 o 20 años, con ahorros y formación profesional – pero un alto porcentaje (unos 40%) se quedó en el Norte, integrándose plenamente a sus sociedades y culturas.

En épocas anteriores, sin la migración masiva a Estados Unidos, países como Irlanda e Italia se hubieran hundido en su pobreza – y Estados Unidos no se hubiera desarrollado tanto en el Siglo 20. Cosa parecida había pasado en el siglo 19 con la migración alemana a Estados Unidos.

Estos países europeos, en ciertos momento de sus historia, sí estaban llenos, o sea con más población que podían alimentar. Así como ahora El Salvador es un país ‘lleno’, que necesita de la migración para que la sobrepoblación no la hunda en pobreza. Solo imagínense a nuestro país con los 8 ó 9 millones de habitantes que tuviéramos sin el movimiento masivo de emigración al Norte.
Claro que hay salidas de la pobreza, y de la necesidad de la migración. Irlanda, que todavía al principio del siglo 20 tuvo hambrunas y tuvo que mandar a millones de sus hijos a Estados Unidos e Inglaterra, ahora es un país vibrante que recibe migrantes para poder continuar creciendo. Portugal, el Sur de España y buena parte de Italia comenzaron a salir del “tercer mundo” con la integración europea y su mercado laboral libre. Sin la posibilidad de migración masiva y mercados laborales libres no hay desarrollo para países como los nuestros del triángulo Norte de Centroamérica.

sábado, 20 de abril de 2019

Carta a monseñor Fabio Colindres: Profeta abandonado

Para esta Semana Santa,
decidí volver a publicar
mi carta del 1 de abril 2015)

Muy estimado Fabio:

Nuevamente, el país celebra Semana Santa. Siempre he percibido la Semana Santa por sus procesiones, por las palmas, las alfombras… O sea, más bien como evento folclórico. Nunca logré conectar con el contenido humano y ético de estas fiestas.

Hasta la Semana Santa de 2013, cuando usted me invitó a acompañarle a Mariona, donde iba a celebrar la misa del Jueves Santo y el rito del “lavatorio de pies”. Uno de los inmensos patios cercados lleno de cientos de reos, no solo de Mariona, sino de delegaciones de todas las cárceles del país. En medio un toldo con un altar improvisado y 12 sillas. En ellas tomaron asiento 12 convictos, uno de cada prisión, varios de ellos pandilleros de la MS y de la 18. A todos ellos usted les lavaría y besaría los pies, así como, según la Biblia, Jesús lo hizo con sus 12 apóstoles. Y así como, según usted me contó, el Papa Francisco lo haría, ese mismo día, en una cárcel de Roma.
Entendí el sentido humano de este rito católico, cuando usted comenzó a hablar a los reos, y muy en particular a los pandilleros y sus líderes. Cada palabra suya fue un reto -un reto muy fuerte y exigente- a reflexionar, a recapacitar, a dejar de hacer daño a la sociedad, y a reparar este daño apostando a la paz. Pero cada palabra suya también fue una oferta: Si ustedes abandonan la violencia y apuestan a la reinserción, las puertas de la Iglesia y de la sociedad estarán abiertas.

Su mensaje: Los más odiados de nuestra sociedad, los que más daño le han causado, siguen siendo hijos de Dios para la Iglesia y ciudadanos para la sociedad, si así lo deciden y lo muestren con sus hechos. Este mensaje hizo que el rito litúrgico de un obispo lavando y besando los pies de los condenados se convirtiera en el acto que simbolizaba, mejor que cualquier análisis o discurso político, la disyuntiva en que se encontraba el país en este momento del 2013: apostar audazmente a la construcción de la paz, aprovechando el insólito hecho que en esta Semana Santa del año 2013 completamos ya un año entero con tasas de homicidio reducidas a un histórico mínimo de 6 al día, o guiarnos por los miedos, rencores, y resentimientos y resistencias en la opinión pública, que rechazaba cualquier entendimiento con los pandilleros.

Ya sabemos qué pasó. En junio del mismo año 2013, el gobierno de Mauricio Funes optó por lo oportunista: no asumir el costo político-electoral que significaba apostar consecuentemente al proceso de diálogo como método de reducción de la violencia. Inmediatamente, el país comenzó a regresar a la conflictividad y a las tasas de homicidio crecientes.

En la Semana Santa del año siguiente, el 2014, ya no había condiciones para celebrar una misa parecida en una prisión salvadoreña. Pero usted no se rindió: invitó a una misa todavía más inusual, esta vez en una de las comunidades más conflictivas del país, la “13 de febrero” en Ilopango. Esta vez, las 12 sillas estaban ocupadas por 6 familiares víctimas de la violencia y 6 victimarios, pandilleros de esta comunidad.

Su discurso, Fabio, fue el mismo; pero aún más insistente. Los 150 pandilleros presentes tuvieron que aguantar palabras muy desafiantes: “Ustedes se comprometieron, ante este obispo, ante la Iglesia y ante la sociedad, a buscar el camino de la paz. Aunque el gobierno les ha fallado y no está invirtiendo en la transformación de sus barrios, y aunque está regresando a políticas de mano dura, ustedes no pueden abandonar el proceso de reducción de violencia.”

En este momento, abril 2014, el país ya había recaído en un número de 10 homicidios diarios. Usted, Fabio, ya me parecía un profeta solitario, abandonado incluso por su misma Iglesia. Las comunidades, e incluso los pandilleros, todavía lo escucharon, pero el gobierno ya no le prestó ninguna atención. El gobierno, tanto el saliente de Funes, como el nuevo de Sánchez Cerén, ya tenía otros planes, y en ellos no había lugar para usted.

Poco después la Conferencia Episcopal le pidió apartarse del tema. La Iglesia siguió hablando del “diálogo”, pero un diálogo tibio, estéril, excluyente, bajo tutela directa del gobierno. La Iglesia nombró otros obispos para integrarse al Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana del gobierno. Los resultados: una marcha blanca encabezada por el presidente y un obispo, y una nueva escalada de violencia, que ahora incluye enfrentamientos armados entre policía y pandilleros, ejecuciones extrajudiciales, operaciones policiales de aniquilamiento y atentados de pandilleros contra policías.

Sus palabras, don Fabio, llenas de retos para gobernantes y poderosos, para los pandilleros y para la sociedad, hacen una terrible falta. Hago un llamado a los obispos de la Iglesia Católica: Pidan a Fabio Colindres que vuelva a tomar la iniciativa y la mediación. El país lo necesita. Hasta el gobierno, aunque no lo quiere reconocer, lo necesita. No se trata de treguas, ni de pactos, ni de negociaciones con delincuentes. Se trata de volver a construir un diálogo que nos encamine nuevamente en la ruta de la paz. Así como vamos, nos encaminamos a una guerra.

Saludos,

jueves, 18 de abril de 2019

Telegramas vacacionales

Mauricio Landaverde y Howard Cotto piden $260 mil – cada uno. Si no, amenazan con quedarse en la PNC.


Sres. Comisionados Cotto y Landaverde: Recibimos su demanda extorsionista. Queda rechazada.


Hoy vi una piscina de plástico instalada en la sala de una casa. Claro, afuera hace mucho sol…



Se ha puesto de moda responsabilizar a los ciudadanos del caos vehicular. Y yo siempre pensé que es el gobierno que diseña políticas de obras públicas y de transporte.


Dicen que los accidentes las causamos los que manejamos rápido. Yo digo que las causan los que manejan mal.


Multar a los idiotas que no se quitan del carril izquierdo es mucho más fácil que poner emboscadas de radar.

Todos preguntándose que hizo Erick Vega, la mano de derecha del comandante Ramiro, en la reunión de Bukele con el presidente de República Dominicana. Yo me pregunto: ¿A este señor y su esposa la pareja presidencial los invitó a compartir vacaciones?


Oscar Ortiz va a inscribirse como candidato a comandante general. Solo que antes tiene que pagar 60 mil en cuotas partidarias que debe.

Ya en el gobierno de Cristiani discutieron construir una carretera elevada en Los Chorros para prevenir daños por derrumbes. Ningún gobierno lo hizo, porque es más caro. Hoy sabemos que lo barato es lo más caro.

¿Sólo yo entendí que Interiano había anunciado su renuncia?

Primero se pelearon Nayib y Neto sobre de quien era la recuperación del Parque Cuscatlán. Luego se pusieron de acuerdo que el proyecto es de los dos. Ya nadie se recuerda que lo lanzó una alianza de organizaciones civiles y donantes privados con la AID.

Brozo arremete contra las 3 generaciones de la familia del Dr. Héctor Silva. Gallegos contra Marcela Zamora. ¿Es tan estratégico para ellos desacreditar cualquier competencia solvente con trayectoria de izquierda democrática?

Todo el mundo está pendiente a quién van a poner en Hacienda. Yo quiere saber a quién pondrán ‘en donde hay’: CEL, GEO, INE, CEPA, ANDA…

Bukele dijo que no quería en su fiesta a violadores de Derechos Humanos. Muy noble. Pero ya se confirmó que la familia real de Qatar aceptó la invitación. Aquí le mando a Nayib unos links: www.amnesty.org, www.hrw.org

Disculpe, presidente electo: se me olvidó que usted ya amarró los negocios qatarenses con el sr. Tariq Othman Al-Othman.

Saludos a todos,


martes, 16 de abril de 2019

Carta al fiscal general: Tome control de la redadas

Estimado Dr. Raúl Melara:
Hay sectores sociales que tienen que convivir con las pandillas: comunidades marginales, vendedores informales, trabajadores municipales, transportistas, profesores… También tienen que buscar la forma de convivir con la policía. Conviven con la pandilla no porque así lo quieran. No es por afinidad, es por necesidad. Un Estado que no tiene la capacidad de garantizar la paz social los condena a convivir para sobrevivir.


Convivir significa que diariamente tienen contacto con los pandilleros y que sus dirigentes (locales, comunales, gremiales, religiosos) hablen con los jefes de las clicas para facilitar la convivencia, prevenir la violencia, facilitar la vida comunal, productiva, deportiva, educativa.
 

Esto lo sabe todo el mundo, incluyendo los policías y fiscales. Pero de vez en cuando, de una manera arbitraria y cuando consideran que lo necesitan para su proyección pública, agarran a un dirigente de vendedores, a un alcalde, o a un representante comunal, le exhiben en ropa interior y lo acusan de colaboración con una pandilla o incluso de asociación ilícita. En otros casos no. Porque si lo hicieran con todos los dirigentes comunales, gremiales, religiosos, con todos los trabajadores municipales por igual, harían colapsar todo el tejido social. Optan por represión selectiva.

El último caso es el de Vicente Ramírez. Como dirigente de vendedores informales, es amigo de muchos y enemigo de otros. En la última redada de la Fiscalía y la PNC en el centro capitalino, Vicente fue uno de 117 personas arrestadas y acusadas de vínculos con la MS13.


Que me explique un fiscal o un jefe policial cómo alguien puede sobrevivir por décadas como dirigente de los vendedores informales en el centro capitalino sin tener contactos con las pandillas. Vicente es uno de los dirigentes de vendedores a quienes les toca resolver problemas con la alcaldía, con la PNC y el CAM, con los vendedores de otras zonas, con los transportistas y con las pandillas. Todos los días. Si no, el comercio informal no funcionaría.


Tengo años de conocer a Vicente. ¿Quién no lo conoce en San Salvador, sobre todo en el Centro? Lo he visto mediar en esta jungla que es el centro, apagar fuegos, buscar soluciones a conflictos.


¿Por qué alguien querrá sacar de circulación a gente como Vicente Ramírez, sabiendo que pone en peligro el delicado equilibrio social en el centro urbano? No sé. Puede ser que alguien quiere acumular más poder en esta jungla. O puede ser que alguien quiere mandar una señal a dirigentes sindicales, gremiales o comunales: Miren lo que les puede pasar si siguen ejerciendo esta labor de mediación en la calle, en los barrios, en los mercados…


Acusan a Vicente a haber aprovechado sus visitas a penales para mandar o recibir recados de los jefes pandilleros. ¿Y cómo es esto en tiempos de las medidas extraordinarias que reinan en todos los penales donde están recluidos pandilleros? Hay un estricto control sobre quien puede hacer visitas y sobre sus conversaciones dentro de los penales. Esta acusación absurda se le va a caer a la Fiscalía. Pero mientras tanto, Vicente Ramírez va a estar preso, mínimamente por 5 meses. Y en las calles del Centro habrá más violencia y menos convivencia pacífica.


No podemos seguir con esta lógica de redadas masivas y casos arbitrarios, todo con el pretexto de la lucha contra las pandillas. Actúe, señor Fiscal General, para erradicar los vicios que sus antecesores le han dejado.


Saludos,


sábado, 13 de abril de 2019

Carta sobre los presidentes indeseables

Pocas veces me alegro con una decisión de nuestro presidente electo. Con esta sí: No va a invitar a su toma de poder a presidentes ilegítimos como Nicolás Maduro, de Venezuela; Daniel Ortega, de Nicaragua, y Juan Orlando Hernández, de Honduras. Me encanta. Pero yo no soy presidente electo. Puedo decir lo que quiero, sin generar complicaciones al país. 

Además, no invitar a alguien es una cosa, pero otra es publicitar esta decisión en Twitter. Es como restregarles a los presidentes en la cara su exclusión de la lista de invitados. Bukele lo hizo, y como presidente tendrá que liderar con las consecuencias diplomáticas.
Si yo hago una fiesta en mi casa, tengo el derecho de no invitar a los vecinos que me caen mal. Pero no voy a poner un anuncio en el periódico diciendo: Fulano, Zutano y Mengano no son invitados a mi fiesta, porque maltratan a su hijos, perros y esposas. Mucho menos cuando tengo intenciones de convertirme en el presidente de la Asociación de Vecinos de mi colonia, donde los 3 indeseados también son miembros y pagan su cuota mensual. ¿Con qué cara los voy a convocar luego para discutir los problemas de basura y seguridad?

Esto es más o menos lo que va a pasar al futuro gobierno salvadoreño. Muy pronto le tocará asumir la presidencia rotativa del SICA – y por más que nos caigan mal ciertos vecinos, hay que invitarlos, atenderlos y escucharlos en la cumbre centroamericana.

Pero luego de restregarles en la cara que son personas ‘non grata’, ¿cómo los va a recibir nuestro presidente después, cuando le toque la presidencia rotativa del SICA?

Me surgen otras preguntas: ¿Al emir de Qatar lo invitaron para la toma de poder? Su régimen es altamente cuestionado por su carácter autoritario y las violaciones a derechos humanos, laborales, religiosos? El presidente electo ya se reunió con el embajador de Qatar, hablando de planes ambiciosos de inversión en El Salvador?
¿A los gobiernos de Rusia y China Popular se les va a incluir en la lista de ‘indeseables’, por su apoyo Daniel Ortega y Nicolás Maduro para mantenerse en el poder?

¿Nos conviene provocar que los gobiernos de Nicaragua y Honduras se unan para atentar contra los intereses de El Salvador en el Golfo de Fonseca y en Centroamérica?

Parece que en materia de relaciones internacionales hay muchas cosas que el presidente electo tendrá que aprender rápido si quiere evitar complicaciones serias a nuestro país.

Saludos,

jueves, 11 de abril de 2019

Carta a los renovadores: No se dejen distraer de populismos

No es nada nuevo que los partidos tienen que renovarse, principalmente ARENA y FMLN. El error principal (y posiblemente fatal) que pueden cometer es focalizar el debate sobre su renovación en la competencia con Bukele y Nuevas Ideas, tratando de competir con su supuesta “nueva forma de hacer política” – o sea con la demagogia anti política. Lo peor que pude pasar al país es que para las elecciones legislativas del 2021 se desate una carrera entre diferentes formas de populismo. Parece que estamos en este camino, con muchos retomando propuestas o exigencias demagógicas, o incluso tirándole los calzones al presidente electo. Esto es rendición, no renovación.
La necesidad de ARENA y el FMLN de renovarse no surge del hecho que Bukele los haya vencido en la elección presidencial. Este debacle solo fue la factura que pagaron por no atender a tiempo la necesidad de renovación.
Tanto en la izquierda cono en la derecha, la renovación, la democratización y la definición ideológica de los partidos están en discusión desde hace muchos años. En vez de buscar cómo competir contra Bukele en su propio terreno, el populismo, los partidos tienen que retomar el hilo de su propio desarrollo interno y finalmente refundarse con claras definiciones ideológicas. No hay que complicar tanto este asunto. Es mucho más sencillo que parece.
El FMLN tiene que refundarse como partido socialdemócrata, reformista, progresista, con fuerte énfasis en el Estado del Bienestar al modelo de países como Canadá, los países de Escandinavia y Alemania – pero al mismo tiempo rompiendo la barrera ideológica que le ha impedido adoptar la defensa de las libertades y de la institucionalidad republicana.

ARENA tiene que refundarse como partido liberal, republicano, constitucional, con especial énfasis en la defensa de las libertades (no solo económicas, sino también sociales) – pero al mismo tiempo rompiendo la barrera ideológica que le ha impedido adoptar como su propósito histórico la erradicación de la pobreza en El Salvador.

Que en el camino tienen que democratizarse, fomentar nuevos liderazgos, cambiar sus estatutos, el lógico – pero lo más importante será que definan con claridad su proyecto político, su razón de ser.

Si los partidos no logran producir este salto cualitativo, se van a reducir a remanentes de un mapa ideológico desfasado – y otros partidos o movimientos nuevos tomarán su espacio para representar una derecha liberal y una izquierda reformista.

No tienen que reinventar la rueda. Retomen los debates de ruptura dentro del FMLN (ERP/RN; Renovadores; FDR), y las discusiones en ARENA luego de perder el poder en 2009 (incluyendo el documento que en el 2010 surgió para renovar el ideario de ARENA). Olvídense de Nuevas Ideas y definan, bajo su propia lógica, su identidad política. Si lo logran, todos ganamos. En un país con un partido liberal fuerte y uno socialdemócrata consolidado, no cabrá una tienda de variedades populistas como Nuevas Ideas.

Saludos,

domingo, 7 de abril de 2019

Ficción y política. Columna Transversal

Volodymyr Zelenskiy. El Candidato.

Todo comenzó con un chiste. Faltaban casi dos años para las elecciones presidenciales y había que hacer encuestas. Entonces, a alguien se le ocurrió medir en esta encuesta, a la par del presidente que buscaba su reelección y de los candidatos ya declarados de los diferentes partidos, también al actor que juega el papel del presidente de la República en una telenovela muy popular. Resulta que el actor ganó la encuesta. La ficción venció la realidad.

El segundo paso: Los productores de la telenovela “Servidor Público” crearon un partido político con el mismo nombre.

El tercer paso: El actor se inscribe como candidato a la presidencia.

En las elecciones presidenciales del domingo 31 de marzo el actor ganó la primera vuelta. Se llama Volodymyr Zelenskiy. Luego de ganar más del 30% de los votos en primera ronda, contra un 18% del actual presidente Petro Poroshenko, entra como favorito a la segunda ronda.

El chiste se está haciendo realidad. ¿O nunca fue un chiste, sino desde el principio hubo un plan magistral de mercadeo político, hecho en las entrañas del mayor consorcio mediático del país, el que produce la telenovela y cuyo dueño es un oligarca y adversario declarado del presidente actual?



Esta historia que pasó en Ucrania es demasiado buena para no convertirla en tema de mi Columna Transversal. Nos debe llevar a reflexiones serias sobre la incursión del showbusiness en la política – o más bien del fenómeno de candidatos populistas que surgen fuera del esquema tradicional partidario, catapultados por campañas novedosas que aprovechan al máximo las nuevas tecnologías de comunicación – pero sobre todo explotan la frustración de la gente con los partidos que los representan.

El actor de presidente tiene cero experiencia política, a menos que contemos como experiencia su papel de presidente en una telenovela. Durante su campaña no se presentó en vivo a ningún público; no dio discursos; no participó en debates y no dio entrevistas. Pero tuvo una fuerte presencia en redes sociales (adivinen con qué discurso: “los mismos de siempre” plus “la corrupción”) – y obviamente en televisión. Todavía en la recta final, cuando por ley las campañas electorales ya estaban en silencio, se transmitió su telenovela…


No presentó ningún programa de gobierno. Nadie tiene idea de cómo y con quiénes va a conformar su gobierno. Pero salió claro ganador de la primera vuelta.


Zelenskiy no sería el primer actor convertido en presidente. Tampoco el primer cómico. El ejemplo más reciente es Jimmy Morales, quien está exitosamente arruinando el proceso de democratización en Guatemala. El ejemplo más famoso: Ronald Reagan. Arnold Schwarzenegger llegó por lo menos a gobernador de California, y los expertos todavía tratan de averiguar si la gente votó por Terminator o por el bodybuilder


Pero que yo sepa, nunca nadie se volvió presidente por haber sido presidente de la República en una telenovela. Sería como si Kevin Spacey se hubiera lanzado de candidato a presidente de Estados Unidos y la gente hubiera votado por Frank Underwood.


Nosotros en El Salvador hemos elegido tres presidentes provenientes del showbusiness. Primero Toni Saca, quien construyó su popularidad como narrador de fútbol. Luego Mauricio Funes, quien se hizo popular como entrevistador, enfrentando a los poderes. Y luego de un intermedio con el profesor Sánchez Cerén, los salvadoreños eligieron a Nayib Bukele, una especie versión moderna del flautista de Hamlin. Hasta ahora no nos ha ido nada bien con los showmen en Casa Presidencial…

Volodymyr Zelenskiy. El actor.




Regresemos a Ucrania. Es un país en permanente crisis. Su vecino Rusia mandó  sus tanque para expropiarle una provincia (Crimea) y tiene a otra región (Donetsk) sumergida en una guerra civil interminable. Es un país que quiere ser parte de la Unión Europea, pero no logra salir de la órbita rusa. Tiene enormes problemas económicos, energéticos y de corrupción. ¿Cómo pensar que un actor de comedias sin partido y sin programa político será el más indicado de dirigir este país?

A lo mejor nadie piensa esto, ni siquiera los que lo lanzaron y los que lo votaron. A lo mejor lo único que piensan es que este hombre es carta ganadora porque no es de los mismos de siempre y nadie lo puede vincular a la corrupción, porque nunca administró nada. Este truco tampoco es nada nuevo: Así llegaron al gobierno Hugo Chávez, Donald Trump, Jair Bolsonaro, Jimmy Morales. Y Nayib Bukele.