jueves, 28 de febrero de 2019

Carta al hombre que mandó a decomisar sus propias palabras

Nicolás Maduro:
Mucho se ha dicho sobre su encuentro con Jorge Ramos, quien vino a Mirafores a entrevistarle, y quien a media entrevista se vio detenido y despojado de sus equipos y grabaciones. 

Muchos han comentado este incidente en el contexto de la libertad de prensa – y es correcto: el caso Jorge Ramos ilustra que esta libertad básica no tiene vigencia bajo su régimen. Sin embargo, esto ya lo sabíamos desde hace años. Todos conocemos la represión que sufren los periodistas venezolanos. No solo pueden terminar detenidos por 2 horas, como Ramos, sino por meses o años. No solo pueden perder sus cámaras, como Univisión, sino sus empresas, sus frecuencias, y hasta su vida. Entonces, el caso Ramos no agrega nada sustancialmente nuevo al tema de la libertad de prensa en Venezuela…

Pero el caso tiene otra connotación, que sí vale la pena resaltar. Jorge Ramos dijo en sus primeras declaraciones luego de su regreso a Estados Unidos: “Nos han robado nuestro trabajo”, refiriéndose a las grabaciones decomisadas por usted.

Lo absurdo es que usted mandó a decomisar su propia entrevista, sus propias palabras. Al darse cuenta que con sus declaraciones respuestas se estaba haciendo el hazmerreír ante todo el mundo, usted interrumpió la entrevista y ordenó que decomisaran su propias palabras.

Es la perfecta parábola de su situación. Luego de callar la prensa nacional independiente, las radios y los canales de televisión independientes; luego de restringir al máximo la labor de los corresponsales extranjeros (a este servidor que firma esta carta le pusieron en una lista negra prohibiéndole la entrada a Venezuela), usted se ve obligado a invitar a su Palacio Miraflores a algunos medios internacionales – obligado por la profunda crisis en que usted se ve: con el desafío que representa Juan Guiadó; con el aislamiento internacional; con la crisis humanitaria. Entonces, usted decide llamar a Jorge Ramos y usar sus cámaras y micrófonos para dirigirse al mundo.

Solo que Jorge Ramos no se presta a lavarles la cara a los poderosos. Pregunte a Donald Trump cómo le fue con Ramos. No lo mandó a arrestar, porque en Estados Unidos no se puede, pero sí lo expulsó de la Casa Blanca – lo que al fin resultó que tampoco se puede…

Ramos hizo su entrevista como la ética profesional manda: Explíquenos la falta de medicina. Explíquenos el hambre en Venezuela. Explíquenos porque no deja entrar comida y medicina a país. Explíquenos los presos políticos…

Y usted se da cuenta que ya no hay explicaciones, que todo lo que usted dice lo compromete, lo enreda, lo expone como un presidente todopoderoso pero impotente, con todo el poder militar, pero sin poder resolver nada. Y cuando se da cuenta, decide mandar a decomisar las pruebas, o sea sus propias palabras.

Esto es lo que pasó en Miraflores entre usted y Jorge Ramos. Es la muestra que usted ya no tiene nada que hacer en Venezuela. Game over. Perdió. Váyase ya.


Adiós,






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(MAS! y EL DIARIO DE HOY)

martes, 26 de febrero de 2019

Carta sobre inmunidad, impunidad, antejucio, difamación y mafias cibernéticas

Hace un par de días en las redes se formó un tsunami de indignación. La Corte Suprema de Justicia había publicado un comunicado, para desmentir las falsas afirmaciones que se habían ventilado en Twitter sobre uno de sus integrantes, el magistrado Roberto Calderón. “La Corte ratifica que no está dispuesta a tolerar conductas reprobables que pretenden afectar la imagen de os miembros del Órgano Judicial, al difundir falsas acusaciones.”

La cuenta de Twitter llamada @_Brozo difundió una noticia inventada: “Magistrado Roberto Carlos Calderón ha sido capturado en estado de ebriedad junto a una menor de edad.” Resulta que nada de esto era cierto: El magistrado Calderón nunca fue detenido, muchos menos ebrio y con una menor de edad. 100% fake news.

Lo delicado del caso no solo es que la víctima de la calumnia es un magistrado de la Corte Suprema, sino sobre todo que la difamación proviene del círculo interno del presidente electo: la polémica cuenta @_Brozo la maneja Ernesto Sanabria, el principal ejecutivo de comunicación de Nayib Bukele.
Lo extraño es que la indignación en las redes no se encendió por la desinformación y la difamación, sino por el hecho que en el comunicado de la CSJ no se condenó a otro magistrado que sí fue descubierto ebrio y con una menor de edad, tratando de violarla. El magistrado Jaime Eduardo Escalante Díaz, detenido in flagranti por la PNC, no fue a bartolinas, por que como magistrado goza de fuero y tiene que pasar por un antejuicio en la Asamblea Legislativa, antes de que la Fiscalía pueda proceder a detenerlo y procesarlo penalmente. La PNC, como es su deber, lo entregó a la Asamblea – y esta lo mandó a arresto domiciliario para esperar su antejuicio y luego su juicio penal. La Fiscalía ya presentó el caso a la Asamblea. Todo esto no es muestra de impunidad, como muchos lo quieren pintar, sino de que las autoridades están funcionando.

Es entendible la indignación que este caso. Incluso es entendible la frustración que despierta el hecho que en este caso la justicia no opera de inmediato. Mucha gente no entiende el sentido del fuero constitucional, ni los complicados procedimientos del antejuicio – y por tanto asume que estamos ante un caso de impunidad. Esto es falso: el magistrado será debidamente enjuiciado, porque el fuero no lo protege de persecución penal por delitos que nada tienen que ver con el desempeño de su cargo. Sobre el sentido del fuero y el procedimiento del antejuicio recomiendo que lean la excelente nota de Erika Saldaña titulada “¿Cómo opera el fuero?”

Regresemos a la extraña indignación que se promovió contra la Corte Suprema. Es que la Corte no debe pronunciarse sobre un juicio pendiente, mucho menos puede intervenir en un antejuicio, que es asunto del Legislativo. En cambio, sí puede (y debe) exigir que la Fiscalía investigue una calumnia cometida contra uno de sus integrantes, así como lo hizo en su comunicado.

Yo tengo el criterio que en el caso de las miles de fake news y difamaciones que salen en las redes, hay que hacer una distinción: Si son personas privadas que, expresando su indignación, caen en difamación, no hay que perseguirlos penalmente. Yo recibo estas calumnias diariamente y no las voy a judicializar. En estos casos las redes funcionan como vía de escapa de agresiones que posiblemente evitar que se llegue a violencia física.

Pero si los difamadores están vinculados a poderes políticos, manejando operaciones masivas desinformación y calumnia sistemática desde el poder (gobierno, alcaldía, autónomas, partidos políticos), las autoridades tienen que aplicar la ley.

Esto es indudablemente el caso de la cuenta @_Brozo. Su responsable intelectual Ernesto Sanabria no actúa como individuo, haciendo uso de su libertad de expresión, canalizando sus frustraciones.

El Brozo actúa como parte de una estructura de poder – antes vinculada al ex presidente Saca, luego a la alcaldía capitalina de Nayib Bukele, y ahora el equipo del presidente electo. Esto no se vale, y espero que la Fiscalía tenga el valor de proceder contra esta mafia de desinformación y guerra sicológica, para evitar que se incruste en el próximo gobierno.

Saludos,

domingo, 24 de febrero de 2019

¿Pos-posguerra? ¿Cómo se come esto? Columna Transversal

“Este día El Salvador ha pasado la página de la posguerra, y ahora podemos empezar a ver hacia el futuro” – con estas palabras resumió Nayib Bukele, en la noche del 3 de febrero, su triunfo electoral. Palabras mayores… ¿Qué significa que haya terminada la posguerra? ¿Y qué viene luego? Bukele y Ulloa no elaboran sobre esto, lo dejan en una conveniente vaguedad. Pero sí, de repente dejan caer palabras como ‘Nueva República’ y ‘Constituyente’…

Solo 10 días después, en su editorial sobre el resultado electoral, El Faro escribe: El triunfo de Nayib Bukele ha abierto una nueva etapa en nuestro proceso histórico. Como atinadamente dijo en su discurso de victoria, el 3 de febrero puso fin a la etapa de posguerra en El Salvador.” Lastimosamente, El Faro tampoco dedica ni una sola frase a explicar qué significa poner “fin a la etapa de la posguerra”.
El presidente electo no lo va a explicar. Está demasiado ocupado con su campaña electoral para el 2021 que comenzó el 4 de febrero. Además tiene que dedicarse al traspaso de poder, a la formación de su gobierno y a negociar el apoyo de Estados Unidos.

Entonces, ¿qué significa que el presidente electo de nuestro país piense que con su llegada al poder se cierra el capítulo de la posguerra?

Básicamente está declarando que su gobierno basará sus políticas en que los problemas que nos llevaron a la guerra civil están resueltos y que los compromisos asumidos en los Acuerdos de Paz están cumplidos. Esto va en concordancia con otras palabras grandes (y vagas) usadas por Bukele cuando habla de su partido Nuevas Ideas: Trascendemos las ideologías, no somos ni derecha ni izquierda, somos ‘el pueblo’… 

Todas estas tesis (si se puede hablar de tesis, cuando no hay elaboración, sino nada más exclamación) son falsas. Ni están resueltos los problemas que causaron la guerra; ni cumplidos todos los compromisos adquiridos con los Acuerdos de Paz; ni son irreversibles los logros de la posguerra; ni han dejado de tener validez las ideologías; ni tampoco han muerto la izquierda ni la derecha. Pueden estar en crisis los partidos de izquierda y derecha (y ciertamente lo están) – pero la sociedad sigue necesitando fuerzas de izquierda que busquen soluciones a las injusticias sociales, y fuerzas de derecha que busquen soluciones a la falta de competitividad y crecimiento económico del país. Ver como superada la libre competencia política entre izquierda y derecha y al mismo tiempo entre diferentes intereses sectoriales y sociales, solo porque habrá un cambio de gobierno de turno, y tratar de sustituir este pluralismo con una fuerza pos-conflicto que se debe ‘al pueblo’ – esto es el viejo enfoque fascista, que con otros colores retomó vigencia en América Latina, primero con Perón y luego con Hugo Chávez. Y hoy posiblemente con López Obrador y Bukele…

La posguerra comenzó en 1992 con un nuevo pacto social que se plasmó en los Acuerdos de Chapultepec y las subsiguientes reformas constitucionales. Fue una refundación de la República – ¿y qué significa que Bukele y Ulloa hablen de que ahora les tocará refundarla de nuevo?

Terminamos a guerra poniéndonos de acuerdo sobre nuevas reglas del juego (democracia pluralista, desmilitarización, separación de poderes, irrestricta libertad de organización, expresión y prensa…) que sustituyen el uso de las armas para ganar o defender el poder. Esta es la esencia de a posguerra. ¿Si ahora declaran que está superada la posguerra, significa que estas reglas ya no tienen validez – o significa que este proceso de democratización ya concluyó exitosamente, y que por tanto ya no será obligación del gobierno defender y consolidarlas? Ambas interpretaciones serían equivocadas.

Hasta ahora, el principio de la alternancia del poder está funcionado. ARENA entregó el poder ordenadamente a la ex guerrilla; y ahora el FMLN está entregándolo a una nueva fuerza, aunque esta promete destruirlo y quedarse con sus bases y banderas. Pero como durante toda la posguerra, el principio de la alternancia en el poder sigue requiriendo del compromiso de defenderla, del estado, del gobierno, de los partidos y de toda la sociedad. Solo hay que mirar hacía Honduras, Nicaragua, y Venezuela para ver que este principio es vulnerable y reversible. ¿Qué significa en este contexto que nuestros gobernantes electos declaren finiquitados la posguerra y la democratización?

Otro de los compromisos esenciales de la posguerra es la desmilitarización. Es un proceso exitoso, pero tampoco es irreversible. Los últimos gobiernos de El Salvador han vuelto a militarizar la seguridad pública, igual que en Honduras – y en México el nuevo presidente (con discursos muy parecidos a los de Bukele) está fundando una Guardia Nacional dirigida por militares. ¿Qué significa en este contexto que los gobernantes electos de El Salvador quieren declarar finiquitadas la posguerra y la desmilitarización?

En transiciones como la actual hay que analizar con lupa las palabras grandilocuentes que vociferan los nuevos gobernantes. No solo las de la pos-posguerra, también las del “fin del bipartidismo”, cuando nunca hemos tenido un sistema bipartidista, y cuando el nuevo partido de gobierno solo está queriendo ocupar el lugar del FMLN, luego de desplazarlo. ¿Y como interpretar términos como ‘Nueva República’, ‘unidad del pueblo’ y otros igualmente vacíos?

sábado, 23 de febrero de 2019

Carta sobre el posible jaque mate a Maduro: No podrá contra la fuerza de la ayuda humanitaria



Viendo en live el concierto “Venezuela Aid” en Cúcuta, durante todo el día de viernes, se me hace que este sábado 23 será un día histórico para Venezuela. Miles de venezolanos cruzaron la frontera a Colombia para vivir esta fiesta musical con Miguel Bosé, El Puma, Carlos Vives, Silvestre Dangond, Diego Torres, Santiago Cruz, Paulina Rubio, Ricardo Montaner, Juan Luis Guerra – y toda la crema y nata de la música popular venezolana, mientras que el concierto que Maduro mandó a armar al otro lado del puente, titulado “Hands Off Venezuela” no tiene ni artistas conocidos ni público.


Pero los jóvenes venezolanos cruzaron la frontera no solo por el concierto, sino para acompañar y proteger al inmenso convoy de ayuda humanitaria que saldrá e sábado para Venezuela. Desde muchos países latinoamericanos, europeos y norteamericanos han llegado a Cúcuta contenedores con cientos de toneladas de medicina y comida. También en puntos fronterizos de Brasil y en puertos de algunas islas caribeñas hay contenedores esperando su entrada a Venezuela.



Maduro no quiere que la ayuda humanitaria internacional entre a su país y ha dado órdenes a la cúpula militar de detenerla. Con esto Maduro ha puesto a los miembros de sus Fuerzas Armadas en una situación donde tendrán que tomar una decisión: cometer el delito imperdonable de privar a las familias venezolanas de la tan necesitada ayuda humanitaria – o romper la lealtad a un gobierno ilegítimo, represivo y corrupto.


Nadie sabe de antemano qué van a hacer los militares venezolanos ante esta disyuntiva. Pero los docenas de miles de personas reunidas en Cúcuta, y otros más del otro lado de la frontera, incluyendo casi todos los diputados de la Asamblea Nacional, están decididos a acompañar y defender los convoyes.


Posiblemente hoy, en el Puente Internacional Tienditas sobre el rio Táchira (y en otros puntos fronterizos o puertos) se va a decidir el futuro de Venezuela. Maduro tiene dos opciones, y ambas lo acercarán aun más al fin de su régimen: Si da la orden de reprimir con violencia militar a los convoyes y sus acompañantes (diputados, Juan Guiadó, comunidad internacional, masas de jóvenes venezolanos), corre el riesgo de perder el control de las tropas y/o se expone al mundo como genocida; si deja pasar la ayuda, se consolida el poder moral y político del presidente interino Juan Guaidó, quien en la tarde de viernes se hizo presente en Cúcuta para saludar a los 150 mil asistentes al concierto – y para ponerse a la cabeza del traslado de la ayuda humanitaria.


No hay manera que Maduro salga bien de esta disyuntiva. ¿Y la oposición? Cada opositor (sea diputado o ciudadano) que hoy salga para defender los convoyes humanitarios pone en peligro su libertad e incluso su vida. Pero no hay forma que no salga triunfante el movimiento de restablecer la democracia en Venezuela de esta confrontación.


Espero, de todo corazón, que este sea el jaque mate a Maduro. Saludos,


jueves, 21 de febrero de 2019

Carta a los eternos críticos de la Asamblea: Invirtamos en su calidad

La Asamblea Legislativa necesita un edificio funcional, seguro y austero, pero digno. Solo los ignorantes o demagogos puede negarlo.

Espero que la Asamblea resuelva este problema, para poderse dedicar a discutir en serio qué tipo de parlamento necesitamos, cómo representar mejor a todos los sectores y territorios del país, y cómo puede ganarse la confianza y el respeto de la gente…

Hay que pensar en una reforma electoral que consiga que cada ciudadano, sin importar el distrito electoral en el que viva, se sienta repesentado por diputados específicos a los cuales los ciudadanos pueden hacer llegar peticiones, críticas y propuestas. O, para decirlo al revés, que cada diputado se sienta comprometido con un territorio concreto, su población y sus problemas. Estoy hablando de que la ciudad de Santa Ana tenga sus diputados y la zona rural de Santa Ana otros, porque tienen problemas diferentes; que haya unos diputados para Soyapango y otros para Mejicanos…

Solo cuando hayamos diseñado bien estos distritos electorales, y cuando hayamos procurado que la cantidad de diputados por cada distrito no perjudique el pluralismo político-partidario, podremos saber cuántos diputados necesitamos.


Hay quienes lo hacen al revés. Dicen: Muy caros los diputados, y de todas formas no producen nada. Reduzcamos su número a 62, 48 o 42.


Lo importante no es la cantidad de diputados, sino la legitimidad y calidad del parlamento. Por esto, primero hay que crear vínculos directos entre el diputado y su distrito. Segundo, hay que obligar a los partidos a que postulen a mejores candidatos. Para esto, hay que avanzar en la democracia interna de todos los partidos.

Y tercero, hay que sustituir el esquema corrupto de asesores de las fracciones y de los diputados por un aparato institucional, profesional y académico (y no partidario) de investigación, análisis y documentación de la Asamblea. Cada diputado tendría derecho a solo dos plazas: un asesor y un asistente adminsitrativo; igual las fracciones quedarían con un número mínimo de asesores y plazas adminstrativas. Todas las demás plazas van al ‘think tank’ institucional de investigación, que reúne la mejores mentes del país y funciona con independencia de los partidos. Cada diputado, cada fracción y cada comisión tendrá libre acceso a los servicios de este ‘tanque de pensamiento legislativo’.


Y si esto cuesta aún más que el actual sistema corrupto de asesores, así sea, porque será en beneficio de un trabajo legislativo de calidad. Esta inversión seguramente no será popular. Más bien, la ‘vox populi’ pide que tengamos menos diputados, menos asesores y por tanto menos gastos. Se ha vuelto muy popular este discurso antipolítico contra los diputados, pero la democracia y el estado de derecho no pueden funcionar sin un parlamento fuerte. Si no, pregunten a los venezolanos y los nicaragüenses…


La exigencia de que la Asamblea y otras instituciones sean austeras en sus gastos no hay que confundirla con la intención de otros de estrangular financieramente a los órganos de estado que sirven de contrapeso al poder Ejecutivo. Ya lo están haciendo a la Fiscalía, y no faltan quienes lo quieren hacer a la Asamblea y la Corte Suprema de Justicia. Como repito, esto no significa que no hay que pedirles transparencia, austeridad y rendición de cuentas.


En resumen, si queremos una buena Asamblea, invirtamos en ella: instalaciones dignas y funcionales, reforma electoral y renovación de los partidos, y un tanque de pensamiento legislativo independiente y profesional.

Saludos,

martes, 19 de febrero de 2019

Carta a los diputados: A los dóciles nadie los respeta

Si quieren conseguir que la sociedad les tenga confianza y respeto, comiencen a cumplir su mandato con dignidad.

Los que reclaman para ellos la representación del “pueblo”, porque acaban de ganar una elección presidencial, ahora quieren presionarlos a ustedes, los diputados, a que se subordinen a la “voluntad popular’ expresada el 3 de febrero.

Pero el órgano que por definición y mandato constitucional representa a todos los sectores de la sociedad es la Asamblea Legislativa, no la presidencia. Es por esto que el presidente, para las decisiones importantes, tiene que solicitar la aprobación de los parlamentarios.
No le toca al presidente controlar la labor de la Asamblea. Es al revés: ustedes como  diputados tienen el mandato de controlar al Ejecutivo, a hacerle contrapeso, a limitarle mediante leyes el poder al presidente y su gobierno. Si la Asamblea no goza de respeto de la ciudadanía es porque no ejerce con coherencia este mandato. Los abusos de poder de los gobiernos, incluyendo la corrupción, solo son posibles cuando ustedes como parlamentarios no cumplen su responsabilidad.

Hoy les quieren sugerir (no solo con argumentos y seducciones, sino también con amenzas y chantajes) que los diputados, para quedar bien con la “voluntad del pueblo”, tienen que someterse a la voluntad del presidente elegido por “el pueblo”.

De esto se trata cuando el presidente electo, al mejor estilo Trump, les comunica mediante Twitter su exigencia de dedicar la mitad del préstamo aprobado para construir el nuevo edificio legislativo a la construcción de 50 escuelas y 14 bibliotecas. No es una solicitud, es una orden. O la cumplen o “el pueblo” los va a castigar. “El pueblo” decidió abrir un nuevo capítulo y ahora las reglas son diferentes…

Sospecho que la mayoría de los salvadoreños no comparte que sea necesario pagarle a la Asamblea un edificio digno y seguro. Gastar en escuelas siempre es más popular. Cualquier encuesta lo confirmaría. Pero ustedes no tienen su mandato vía encuestas. Ustedes están obligados a tomar decisiones correctas, sean o no populares.

Un presidente electo, que a esta altura ni siquiera tiene armado su equipo de transición y mucho menos su gabinete, ¿de dónde sacó cuánto debería costar el edificio para la Asamblea? ¿De dónde sacó el costo de 50 escuelas y 14 bibliotecas? ¿Acaso ya tiene listo todo el plan de inversión en infraestructura escolar para los 5 años de su gobierno, para saber que el primer paso son 50 escuelas y 14 bibliotecas? ¿Y por qué no apuesta al equipamiento de 20 salas de operación? Y la pregunta del millón: ¿Por qué el presidente, queriendo mostrar austeridad, no comienza en casa propia, en Casa Presidencial?

Es obvio que Bukele no sacó sus números de un esquema racional de prioridades, ni mucho menos de estudios financieros y de factibilidad. Los sacó de donde siempre saca sus nuevas ideas y sus proyectos: de la manga, de sus (normalmente muy atinados) cálculos de marketing político.
Por supuesto que hay que revisar bien el proyecto del edificio legislativo antes de ejecutarlo. ¿Realmente es irreparable el edificio? ¿Cuánto espacio necesita la Asamblea? ¿Cuál es el diseño adecuado? Deleguen esto a una comisión especial legislativa con asesoría de profesionales, no al presidente electo.

Para recuperar el respeto de la sociedad, actúen con dignidad. Lo peor que podrían hacer para ganar el respeto es comportarse dóciles ante el nuevo polo de poder. Nuestro parlamento necesita un edificio funcional, seguro y digno. Si esto no lo pueden defender ustedes, la gente tal vez aplaudiría al presidente electo por otro triunfo más, pero no a ustedes. A los dóciles nadie los respeta.

Saludos,

sábado, 16 de febrero de 2019

Carta a los que demandaron una CICIES: ¡Abran el debate!

Estimados amigos en DTJ, Funde, Fusades…:
Uno de los primeros grandes temas de discusión y negociación en esta fase de transición será la CICIES. La instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad fue una de las banderas principales de campaña del ahora presidente electo– dentro de su discurso central de denunciar a todos los partidos de la postguerra como corruptos.

Hagamos historia: La demanda de una CICIES no es invento de Nayib Bukele. Surgió con fuerza en la sociedad civil salvadoreña, cuando las instituciones salvadoreñas no estaban dispuestas a romper con la impunidad de los corruptos – y cuando a la vez vimos que en Guatemala, con ayuda de la CICIG, desbancaron y enjuiciaron a un presidente corrupto y su vice. Y nosotros tuvimos una Fiscalía General comandada por un delincuente y extorsionista, una sección de Probidad dormida, una Corte de Cuentas corrompida, y partidos que querían ponerle bozal a la primera Sala de lo Constitucional independiente. ¿Cómo no nos iba a dar envidia la CICIG?
Ahora ya no estamos en la misma situación. La Sala terminó sobreviviendo todos los intentos de mediatizarla, y se renovó con magistrados que prometen defender su independencia. El fiscal general corrupto, Luis Martínez, está preso, igual que el ex presidente Saca. El ex presidente Funes tiene 4 órdenes de captura. Obviamente, nada de esto hubiera pasado sin un avance sustantivo en la Fiscalía General y la Corte Suprema.

Por tanto, la primera pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿Todavía necesita El Salvador una CICIES? ¿O podemos apostar a la consolidación de las instituciones propias? Esta discusión hay que abrirla inmediatamente en toda las sociedad civil, la academia, las organizaciones civiles y la comunidad jurídica. Y hay que exigir al gobierno entrante que no impulse ninguna iniciativa unilateral sin tomar en cuenta esta discusión de la sociedad civil.

Y si se llega a la conclusión que siempre es preciso una institución externa independiente de investigación y asesoría para fortalecer a nuestras instituciones jurídicas, la pregunta central sería: ¿Cuál sería el diseño y la misión de una CICIES que realmente cumpla con esta misión?

Aquí algunas tesis iniciales:

El primer imperativo para una CICIES sería su absoluta independencia. Si no es independiente del Ejecutivo y de intereses partidarios, sería contraproducente. Por tanto, el presidente electo tendrá que despojarse de los discursos manejados durante su campaña de una CICIES controlada por el gobierno. Siempre una CICIES nacerá de un convenio entre el gobierno y la comunidad internacional (Naciones Unidas y/o OEA). Pero los términos de este convenio, en cuanto a la misión y los mecanismos de funcionamiento de la comisión, tendrían que ser discutidos y aprobados por la Asamblea Legislativa.

Hay que definir un mecanismo confiable para nombrar al jefe de la Comisión. No puede ser simplemente por acuerdo del gobierno con los organismos internacionales, si para elegir a un magistrado o un fiscal general se requiere mayoría calificada de la Asamblea.

El punto esencial a discutir y definir es la relación CICIES-FGR. La CICIES tiene que fortalecer a la Fiscalía General, no hacerle competencia ni restarle competencias.

Tiene que respetarse el monopolio de la acción penal en manos de la fiscalía. Hay que discutir hasta qué punto esto tiene que incluir las decisiones sobre la apertura de investigaciones penales, y sobre cómo comunicar sus resultados al público. Hay que evitar el populismo judicial y los juicios mediáticos.

Todo esto hay que comenzar a debatir inmediatamente, con seriedad y libre de presiones. Es un asunto demasiado delicado para dejarlo solo en manos de los políticos y gobiernos. Por esto, esta carta va a los activistas, voceros, investigadores de las organizaciones civiles, académicas, y de la comunidad jurídica.

De este debate y su incidencia política dependerá si tendremos una CICIES que fortalezca nuestra institucionalidad o un pelotón de fusilamiento. Y a los diputados hay que decir que no pueden asumir ningún compromiso antes de que este debate haya producido consensos.

Saludos,

(MAS! y EL DIARIO DE HOY)


martes, 12 de febrero de 2019

Carta a los legisladores opositores: Asuman su papel


Hablo a los que a partir del 1 de junio serán opositores al nuevo gobierno. Bueno, esto es lo que se supone y espera. A los legisladores de todos los partidos que para las elecciones del 3 de febrero tuvieron otra propuesta política diferente a la que ganó (FMLN, ARENA, PCN, PDC) les toca ejercer la oposición. Y ojo: Una oposición con tan amplia mayoría parlamentaria como la que tendrán ustedes tiene un compromiso especial: ser el contrapeso efectivo al nuevo gobierno; la garantía que este no viole la institucionalidad del país y no atente contra su viabilidad fiscal.

No hace falta que los diputados de oposición ahora se apuren a asegurar públicamente que “van a apoyar todas las iniciativas del gobierno que sean en beneficio del pueblo”. Esto se entiende por si mismo, es la esencia de la función legislativa y del mandato de cada diputado.

Les pido que nos ahorren el vergonzante espectáculo de diputados, supuestamente de partidos opositoras al nuevo gobierno, moviéndole la cola al nuevo poder, asegurándole que cuente con ellos para construir gobernabilidad. Construir gobernabilidad es tarea del presidente electo y depende de su disposición y capacidad de concertar con iniciativas legislativas que pueden tener el respaldo de la oposición. Ustedes, en vez de ofrecer gobernabilidad antes de que el gobierno haya dicho qué propone, deben dejar claro que construir gobernabilidad no funcionará ni con prepotencia, ni con chantaje, y mucho menos con extorsión política. Funcionará con capacidad de negociación del gobierno y con su disposición de tomar en cuenta que no dispone de mayoría legislativa, y que por tanto, tiene que hacer concesiones.

El discurso del presidente electo y su equipo es: Esta mayoría legislativa ya no vale, la mayoría que se expresó en las elecciones presidenciales la invalidó. Ojo: Así comienza a expresarse el menosprecio a la democracia representativa y su regla básica: la separación de poderes. El principio de “winner takes all” (“el ganador toma control total”) solo aplica en sistemas antidemocráticos. En nuestra democracia, el ganador tiene que asumir su lugar dentro del sistema de pesos y contrapesos – y dentro de una dada correlación de fuerzas en la Asamblea. Que el presidente electo aprenda esto rápido depende mucho de la actitud firme de ustedes los diputados. A esto me refiero cuando digo: Asuman su rol de oposición, si no, nadie los va a respetar, mucho menos el flamante ganador de las elecciones presidenciales.

Dicen que no hay que obstruir al gobierno entrante, y que si le va bien al presidente electo, le va bien al país. Cuidado con estas afirmaciones. Oposición no es igual a obstrucción. A partir del 1 de junio va a existir una determinada correlación de fuerzas entre el gobierno y el parlamento. Que la mayoría legislativa haga valer su mandato recibido en las elecciones del marzo 2018, no es obstrucción, es cumplir su mandato. La ciudadanía, en dos elecciones separadas, ha dado a unos el mandato de gobernar y a otros el mandato de legislar y controlar el poder. La manera que se resuelva esto sin generar parálisis es la negociación, no la sumisión.

Muchos que ahora votaron por Bukele, Gana y Nuevas Ideas, lo habrán hecho asumiendo que no es un gran riesgo, porque existen una mayoría opositora en la Asamblea que no va a permitir que atente contra la Constitución y los intereses de la nación. La gente entiende esto de los pesos y contrapesos mejor que muchos funcionarios. No le defrauden.

Y tampoco es cierto que siempre que le va bien al gobierno, le va bien al pueblo. A Saca y a Funes les ha ido demasiado bien cuando estaban gobernando, pero al resto del país no – y la Asamblea no ejerció su responsabilidad de controlarlos. En el caso actual, al pueblo le va bien, siempre y cuando los pesos y sobre todo los contrapesos funcionan bien. Ustedes como opositores, de izquierda y de derecha, tienen la tarea de garantizar que en el 2021 los contrapesos no se quiten ni debiliten.

El gobierno entrante necesita triunfos rápidos para mantener su actual apoyo popular y en el 2021 arrasar con la Asamblea. De ustedes, en gran medida, depende que esto no pase, porque sería bien peligrosos para la democracia.


Saludos,


domingo, 10 de febrero de 2019

Déjà vu. Columna Transversal

 Toda la vida he sido un hombre de cafés. Disfruto sentarme en ellos, sobre todo cuando sirven buenos cafés, postres y desayunos, para leer los periódicos, para escribir, para ver amigos, para conversar.

Por tanto, con frecuencia me van a ver sentado en mis cafés preferidos, a veces solo, a veces con amigos. Son lugares de encuentro. Son parte de mi tejido social: el Starbucks en El Paseo, el Shaws en Basilea, el Viva Espresso Hipódromo, el Coffee Cup Plaza Madera…

En este último lugar estuve el pasado viernes sentado con mis amigos Salvador Samayoa y Mario Vega. Solemos a vernos en este lugar para ponernos al tanto, para intercambiar dudas e inquietudes, para ver si encontramos respuestas. Obviamente alguien piensa que para conspirar contra el futuro gobierno…

Nos habíamos citado para las 11am. Pero como todos somos puntuales, ya estábamos sentados unos minutos antes. Mejor dicho, a las 10.54 de la mañana. ¿Cómo sé esto, y qué relevancia tiene? Bueno, a las 10.54am ya salió publicado un tuit de Neto Sanabria, el asesor de comunicaciones del presiente electo Nayib Bukele, diciendo así:
Quiere decir que alguien nos vio al solo sentarnos, nos reconoció como personas de interés de El Brozo – e inmediatamente reportó su sensacional hallazgo.
Horas más tarde, cuando alguien me avisó que nuestra tertulia había atraído el interés del arquitecto de la guerra sucia de presidente electo, mi reacción en Twitter fue esta:
Este incidente y otros me provocan un ‘déjà vu’ – esta extraña sensación que escenas claves de la historia se están repitiendo. ¿Estaremos condenado a volver a vivir la pesadilla de los años de Mauricio Funes, quien usaba el poder y los recursos de la presidencia de la República para atacar a las personas que se atrevieron a criticarlo?
Tanto Salvador Samayoa, como otros amigos míos (por ejemplo Billy Sol Bang, Jorge Simán y Tom Hawk) y este servidor, fuimos frecuentemente blancos de la ira del presidente Funes, quien usaba sus programas de radio para insultar y amenazarnos con nombre y apellido. Luego, por suerte, nos tocó un presidente, a quien critiqué igual de duro que a Funes, pero quien nunca les dedicó a sus críticos crítico insultos ni amenazas.

¿Y ahora estaremos por regresar en el tiempo y nuevamente tendremos que cuidarnos de la ira de un presidente y de sus soplones y perros de ataque? Espero que no. Espero que Nayib Bukele tenga la sensatez de desmarcarse de figuras como El Brozo/Neto Sanabria, y Walter Araujo, antes de que ensuciaran la institución de la presidencia.

No queremos más adelante hacernos preguntas aun más inquietantes, como: ¿Estaremos condenados a volver a cuidarnos con quiénes mejor no nos dejemos ver en público, porque a alguien relacionado con el poder le puede parecer sospechoso? ¿Estaremos condenado a retomar este viejo hábito de siempre estar viendo por la espalda, pendiente de quien nos vea, quien nos siga, quien nos observe – aunque solo estemos tomándonos un café con amigos? Bueno, incluso si estuviéramos hablando mal del presidente electo, ¿cuál sería el pecado?

Espero que el presidente electo haga lo pertinente para que no regresemos a tiempos supuestamente superados del uso del poder para intimidar al ciudadano. Imagínense que ya tengamos que cuidarnos la espalda – y ni siquiera han tomado el control de la OIE…

sábado, 9 de febrero de 2019

Carta a Carlos Calleja y Carmen Aída Lazo: Cumplieron

Estimados amigos:
Ustedes hicieron lo que pudieron y perdieron. Tanto ustedes como su equipo de campaña, sus partidos coaligados, pero también muchos que los apoyamos (incluyendo quien firma esta carta) caímos en el error de darnos paja mutuamente. Y nos creímos mutuamente la ilusión de que esta vez se iba a imponer lo racional, las propuestas y la calidad (técnica y humana) de los candidatos.

Equivocarse siempre es un riesgo de oficio para políticos y opinadores. No es primera vez que me equivoqué. Cuando me metí a la insurgencia en 1981, todos estábamos convencidos que la guerra no iba a durar más de un año. Nos dimos paja mutuamente. Cuando me di cuenta que iba para largo, decidí quedarme luchando hasta que terminara. Porque me pude haber equivocado en el análisis de la situación, pero no en lo justo y necesario de la causa. Igual ahora. Me equivoqué en el análisis demográfico-electoral, pero apoyé a la única formula adecuada para sacar al país del hoyo. Entonces, va para largo esto de enrumbar al país…

Hoy la pregunta es: ¿Ustedes perdieron por errores de análisis? ¿Perdieron por no hacer caso a las encuestas? ¿O solo no vieron venir lo que de todas formas era inevitable? Nunca lo vamos a saber a ciencia cierta.
 
Ustedes perdieron por otra razón. Perdieron porque no lograron formar un comando de campaña que tomara control absoluto y total de la campaña – y que a la vez asumiera la dirección política del partido y de todas sus actuaciones políticas en la Asamblea y en los territorios, incluyendo las alcaldías. No tomando este control, la campaña no tuvo coherencia, y varios de los importantes caciques locales incluso la sabotearon con acciones mezquinas.

Bukele no tuvo este problema. Se inscribió en Gana, pero dejó claro desde el principio que su verdadero partido era Nuevas Ideas. Y este es un traje hecho a la medida del candidato. Hecho para llevar al poder a su dueño.

Después de las elecciones, siempre surge la pregunta: ¿Qué fue lo determinante, los partidos o los candidatos? Para estas elecciones, no hay una sola respuesta. En el caso de los ganadores, lo determinante fue el candidato, su discurso concentrado en la descalificación de “los mismos de siempre”, y la absoluta subordinación de todos los demás (GANA, CD, Nuevas Ideas, Ulloa) al líder y su proyección. En cambio, en el caso de los perdedores (ARENA y FMLN) lo determinante y lo que jaló para abajo a los candidatos fueron los partidos y su resistencia al cambio.

Ustedes dos hicieron lo que pudieron dentro de esta configuración. Tú, Carlos, trascendiste en grande el papel que jugaste en las elecciones internas, muy ligado a COENA y parte de las disputas internas. Ya como candidato, lograste proyectar una visión renovada de la política, de las políticas públicas y del rol de Estado. Y tú, Carmen Aída, le diste sustentación a esta visión que ustedes dos convincentemente compartieron pero que obviamente no la compartió el partido.

El problema no era que la gente no les creyera su discurso de meritocracia, lucha contra la corrupción e inclusión social. La gente se dio cuenta que detrás de su discurso había un compromiso serio. Lo que no creyó fue que el partido ARENA estaba dispuesto a asumir esta visión renovada – y permitirles a ustedes a hacer los cambios necesarios desde el gobierno.

La única forma de superar este problema hubiera sido que al iniciar la campaña ustedes y su comando de campaña hubieran tomado visiblemente el control político y operativo del partido. A esto no estaban dispuestos ARENA y sus caciques territoriales y sectoriales.

Así que tienen razón en retirarse y dejar que el partido resuelva sus problemas. Ustedes dejan un legado positivo, plasmado en el plan de gobierno. La única salida sería el surgimiento de un nuevo liderazgo que cohesione al partido alrededor de la visión renovada y del plan de gobierno que ustedes dejaron al partido.

Saludos,


jueves, 7 de febrero de 2019

Carta a los miembros del Frente y Arena: ¡Ahora o nunca!

Estimados militantes:
Sus partidos, ambos, han recibido derrotas muy dolorosas el domingo pasado. El Frente no solamente perdió el gobierno y no solamente se vio reducido a una quinta parte de su electorado, lo doloroso fue recibir esta derrota a manos de una fuerza novata que quiere destruir al Frente para quedarse con el legado de las luchas populares de los años 70 y 80, con la representación de la izquierda y de los pobres del país.

Para los areneros es duro reconocer, luego de dos gobiernos desastrosos del FMLN, que la gente no apostó a la estabilidad y la recuperación económica que ellos ofrecieron, sino que se dejó seducir por la aventura, el berrinche, la confrontación con el sistema, y las promesas de un líder populista.

Era inevitable que ambos partidos entraran en crisis y que sus respectivas cúpulas enfrentaran la ira y el rechazo de sus bases. Tan profunda es la crisis y tan fuerte la ira que las cúpulas de ARENA y el FMLN tuvieron que anunciar procesos adelantados para renovar sus direcciones. Es más, en ambos casos tuvieron que conceder que ninguno de sus miembros se podrá postular para la reelección. Serán relevos absolutos.
Pero lo que ambas cúpulas no quieren soltar es el control sobre las estructuras del partido durante el proceso de elección interna. Se niegan a renunciar y a dejar espacio para que una dirección transitoria se haga cargo de organizar el proceso de transición. En ambos partidos, inmediatamente se escucharon las exigencias que sus cúpulas respectivas se apartaran inmediatamente. Resulta que las militancias no confían en una transición controlada por las cúpulas salientes.
Además, en el caso de ARENA, los estatutos solo permiten elecciones internas adelantadas en caso que el COENA renuncie. No permite a un COENA convocar elecciones y quedarse al mando mientras se efectúen.

Para ambos partidos, la renovación de sus cúpulas será una gran oportunidad – y a la vez un desafío peligroso. No tendrá sentido un relevo de personas sin una renovación política-programática y sin un cambio en la forma de organización y dirección interna. Por ejemplo, en el caso de ARENA, se hizo evidente que fue un error fatal tener como COENA a la plancha ganadora, sin tomar en cuenta a los otras que compitieron. ARENA necesita ahora construir un COENA pluralista que represente todas las corrientes existentes dentro del partido. Si ahora vuelven a cometer el mismo error, solamente cambiando el grupo que tomaría el poder total dentro del partido, la división interna se hará explosiva.

El FMLN tiene el mismo problema, pero aún más grave. Hace 18 años, una mayoría del partido decidió prohibir las tendencias políticas internas y a partir de ahí siempre hubo una dirección centralizada, que no dejaba espacio a disidencias, debates, críticas. Incluso abolieron las primarias para designar candidatos y dirigencias. Ahora les toca rehacer el tejido democrático – dentro de una militancia educada en la obediencia. Pero si el Frente no logra enfrentar este desafío, no habrá forma de resistir el intento de Nuevas Ideas de desmantelarlo para quedarse con sus bases.

Ustedes, los miembros de las dos fuerzas que han administrado la transición del país de la guerra a la paz y del autoritarismo a la democracia, hoy tienen la responsabilidad histórica de renovar sus partidos y convertirlos en instrumentos para defender lo construido a partir de los Acuerdos de Paz. Ahora necesitarán quien lo defienda…

Saludos,