sábado, 28 de septiembre de 2019

Carta de Nayib Bukele a Donald Trump (Clasificado). De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DAIRIO DE HOY, 28 septiembre 2019


Dear Donald:
Lástima que no pudiste estar presente para escuchar mi discurso en la Asamblea General. Pero estoy seguro que tan ‘updated and cool’ que estás con las nuevas tecnologías de comunicación, ya lo viste en YouTube. 
Vos ya dijiste un par de verdades a todos estos inútiles que están sentados en esta Asamblea, gente que nunca va a entender por qué van tan mal en las encuestas de popularidad de los presidentes. Yo se los expliqué: No saben comunicarse. Todos ellos tienen los mejores smartphones, pero no saben usarlos. Nosotros dos les hemos enseñado cómo se gana elecciones usando las redes, los ‘fake news’ y los’ trolls’. Nosotros les hemos enseñado cómo gobernar comunicándose directamente con la gente, sin los filtros de los partidos, parlamentos y periódicos. Nosotros dos les hemos enseñado cómo usar estas nuevas formas de comunicación para movilizar a la gente contra la oposición, contra los congresos, contra los periódicos arrogantes. Todo lo que se necesita es hombres con verdadero liderazgo en la presidencia y maquinarias de comunicación que sepan usar las redes.
Traté de explicarle todo esto a la Asamblea General de Naciones Unidas, pero creo que no me entendieron. Pero con tal que vos y gente como Boris Johnson, Jair Bolsonaro y Manuel López Obrador lo entienden, ya es ganancia. Hay tantas cosas que podemos hacer juntos y que Naciones Unidas nunca logró hacer.
Por ejemplo, bajo tu liderazgo y un poco de presión por parte mía, hemos construido el verdadero muro contra la migración ilegal. No en la frontera entre Estados Unidos y México, sino en Centroamérica. Ya ninguna maldita caravana de migrantes puede atravesar Centroamérica y México para llegar a tu frontera. Hasta el tonto de Juan Orlando firmó. Primero no se atrevió, pero cuando vio que nosotros firmamos con los ojos cerrados este convenio sobre migración y asilo, fue corriendo para no quedar afuera…
Te confirmo que nuestra nueva ‘Border Patrol’ ya está funcionando. Me han brincado unos pocos puristas con su sermón sobre la militarización de la seguridad pública, pero son los mismos de siempre que piensan que todo lo que pusieron en sus Acuerdos de Paz es sacrosanto. Van a tener que acostumbrarse a que este nuevo gobierno no está comprometido con las reglas que ellos inventaron…
Habiendo cumplido todo lo que vos me pediste, te voy a pedir lo que no quise mencionar en nuestra reunión en Nueva York, porque siempre estaba presente en la prensa: hoy necesito que me arreglés este problema con el TPS para nuestra gente. Una sola firma tuya y asunto arreglado, y al fin yo puedo callarle de una vez por todas a la oposición que ahora está todavía neutralizada por la tremenda derrota electoral que le causé, pero solamente esperando la oportunidad de levantarse. Con el TPS arreglado entre nosotros dos, nadie parará bola a la oposición.
Bueno, bajo este entendido firmamos lo del ‘tercer país seguro’, armamos el ‘Border Patrol’ y te acompañamos en cualquier medida contra Maduro. Es hora de que nuestras concesiones unilaterales sean respondidas con medidas concretas. No pudimos hablar así de claro en Nueva York, pero así es el entendimiento de mutuo interés.
Viendo los problemas en que te están metiendo con tu comunicación con nuestro colega de Ucrania, procurá que esta carta no salga de repente en los ‘fake news’ o que algún ‘whistleblower’ la entregue a algún comité parlamentario. 
Sincerely yours, tu amigo 




Nayib Bukele



jueves, 26 de septiembre de 2019

Carta a los críticos de Greta: Ella no nos está dando lecciones científicas sino éticas. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 26 septiembre 2019


Estimados:
Una niña de 16 años tomó el micrófono en Nueva York, y el mundo escuchó, porque su discurso no fue nice, no lo dijo con una sonrisa, lo dijo con rabia, espetando sus advertencias, regañándonos.
Y como era de esperar, el día siguiente el internet, los periódicos y las redes retumbaron de voces de rechazo. A nadie le gusta que una niña le regaña. Y el tema, el cambio climático, de todos modos provoca mucha negación.
Como yo, en mi última carta, reproduje el discurso completo de Greta Thunberg, me cayó mi parte del rechazo.
La gente se burla de esta niña que se atreve a dar lecciones científicas a los líderes del mundo, reunidos en Naciones Unidas. ¿Cómo se atreve ella, que ni siquiera terminó el bachillerato, a hablar de procesos que ni siquiera nosotros los adultos entienden? Pues, la respuesta es simple, amigos: Ella no da lecciones científicas, simplemente exige a los gobernantes que hagan caso a lo que los científicos del mundo, en su abrumadora mayoría, tienen años de decir: el cambio climático está en pleno avance; conocemos sus causas y sus efectos; sabemos cómo detenerlo o por lo menos suavizarlo. ¡Háganlo!
Claro que una niña de 16 años no está facultada para dar lecciones científicas, pero los científicos ya hablaron y ella tomó la palabra para darnos una lección ética. Y, estimados amigos, los niños sí tienen capacidad y derecho de confrontarnos con imperativos éticos, sobre todo cuando se trata del mundo en el cual ellos tendrán que vivir.
Nosotros los adultos hemos bombardeado a los niños durante años con sermones sobre lo bueno, lo correcto y lo moral. Lo escucharon de sus padres, sus abuelos, sus profesores, sus curas. ¿Cómo negarles el derecho de devolvernos estos sermones, cuando tan contundentemente fallamos a cumplir con nuestros propios discursos?
Esto es lo que Greta Thunberg está haciendo. En esto reside el tremendo impacto que provoca, incluyendo el rechazo. Ella no necesita tener razón en todo lo que dice sobre el cambio climático y cómo hay que enfrentarlo. Tiene derecho de equivocarse, porque en la esencia tiene razón: le estamos fallando a los niños que van a heredar el mundo de nosotros. Este es su mensaje, y duele.
Sus detractores dicen que es una loca. No ocultó su rabia. Y no está entrenada para hablar ante las personas más poderosas de la economía y la política, de egresados de las mejores universidades, de los supuestos dueños de la verdad. ¿Esperaban ustedes que iba a expresar el mensaje con una sonrisa?
De todos modos, ya pasaron los tiempos cuando encerramos en manicomios a quienes se atrevieron decir verdades incómodas. Pasaron supuestamente los tiempos cuando todo comportamiento que no se adaptaba a los buenos modales y desafiaba las verdades acordadas fue declarado locura, porque las locuras no se tenía que tomar en cuenta…
Dicen que Greta Thunberg es una pobre niña que está siendo manipulada por intereses oscuros, sean por comunistas que luego del fracaso de la lucha de clases quieren provocar luchas contra el cambio climático; o sean grupos empresariales con intereses en energías renovables. No tengo ninguna duda de que luego del tremendo impacto que ha logrado tener con su huelga escolar por el futuro, ella es perseguida por oportunistas que quieren instrumentalizarla. No sé cómo lidia ella con esto, pero en el fondo no importa: su mensaje sigue siendo el mismo, y porque es auténtico conecta con toda su generación, más allá de ideologías, razas, religiones.
La critican incluso porque viene de una familia y un país con privilegios. Qué raro, todos los que leí diciendo esto vienen de países y sectores privilegiados, ¿y qué?
Dicen que no le creen nada, porque cometió el error de viajar de Europa a Nueva York en un velero de carrera que cuesta millones. Vaya, cometió un error. Tal vez ha sido engañada en este punto. ¿Y qué? Un error de una niña significa que su mensaje pierda validez? No jodan, entonces el mundo quedaría sin mensajes y sin mensajeros creíbles.
Simplemente acepten que esta niña Greta nos confrontó con nuestra propia ética y racionalidad. ¿Y cuánta gente logra el impacto que ella nos causó, sea aplauso, reflexión o debate?
Saludos,

martes, 24 de septiembre de 2019

A los gobernantes del mundo: ¿Cómo se atreven?, de Greta Thunberg



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 24 septiembre 2019


Estimados lectores:
[Hoy presto el espacio de mi columna a Greta Thunberg, la adolescente sueca que hace un año inició, ella sola, una huelga escolar cada viernes para exigir que los gobiernos tomen medidas contra el cambio climático. Un año después, Friday for Future‘ es un movimiento mundial que moviliza a millones de jóvenes, tanto así que su fundadora fue invitada a hablar en la Asamblea General de Naciones Unidas. Aquí su discurso, que es una advertencia de una generación a la otra. No comparto todas sus tesis, pero tenemos la obligación de escucharlas.]

Mi mensaje es que los estaremos vigilando. Todo esto está mal. Yo no debería estar aquí arriba. Debería estar de vuelta en la escuela, al otro lado del océano. Sin embargo, ¿ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven? Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva. Y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?
Por más de 30 años, la ciencia ha sido clarísima. ¿Cómo se atreven a seguir mirando hacia otro lado y venir aquí diciendo que están haciendo lo suficiente, cuando la política y las soluciones necesarias aún no están a la vista?
Dicen que nos “escuchan” y que entienden la urgencia, pero no importa cuán triste y enojada esté, no quiero creer eso. Porque si realmente entendieran la situación y de todas formas no actuaran, entonces serían malvados. Y eso me niego a creerlo.
La idea popular de reducir nuestras emisiones a la mitad en 10 años solo nos da un 50% de posibilidades de mantenernos por debajo de los 1,5 grados y el riesgo de desencadenar reacciones irreversibles en cadena más allá del control humano. 
Quizá 50% sea aceptable para ustedes. Pero esos números no incluyen puntos de inflexión, la mayoría de los círculos de retroalimentación, calentamiento adicional oculto por la polución tóxica del aire o aspectos de equidad y justicia climática. También se basan en que mi generación absorba cientos de miles de millones de toneladas de su CO2 del aire con tecnologías que apenas existen.
Así que un riesgo del 50% simplemente no es aceptable para nosotros, los que tenemos que vivir con las consecuencias.
Para tener un 67% de posibilidades de mantenernos por debajo de un aumento de la temperatura global de 1,5 grados, las mejores probabilidades dadas por el IPCC (el Panel Intergubernamental de Cambio Climático), el mundo tenía 420 giga toneladas de CO2 disponibles para emitir el 1º de enero de 2018.
Hoy esa cifra ya se ha reducido a menos de 350 giga toneladas. ¿Cómo se atreven a fingir que esto se pueda resolver actuando como de costumbre y con algunas soluciones técnicas?
Con los niveles de emisiones actuales, ese presupuesto restante de CO2 desaparecerá por completo en menos de 8 años y medio.
Hoy no se presentarán soluciones o planes en consonancia con estas cifras. Porque estos números son demasiado incómodos. Y todavía no son suficientemente maduros como para decir las cosas como son.
Nos están fallando. Pero los jóvenes están empezando a entender su traición. Los ojos de todas las generaciones futuras están sobre ustedes. Y si eligen fallarnos, nunca los perdonaremos.
No dejaremos que sigan con esto. Justo aquí y ahora es donde trazamos la línea. El mundo se está despertando. Y se viene el cambio, les guste o no.
Gracias, Greta Thunberg

domingo, 22 de septiembre de 2019

¿Hasta ahora se da cuenta de que huele mal El Chaparral? Columna Transversal de Paolo Luers



Publicado en EL DIARIO DE HOY, 22 SEPTIEMBRE 2019


Cuando en el 2013 entrevisté a don Billy Sol para El Diario de Hoy, el ex presidente de la CEL ya advirtió que algo feo estaba pasando con el proyecto de la presa El Chaparral, con sus elevados costos de construcción. En aquel entonces, el señor Nayib Bukele, recién electo alcalde de Nuevo Cuscatlán, estaba en camino de convertirse en la nueva estrella del gobernante FMLN, partido que también controlaba la CEL. Le escuchábamos hablando de cualquier cosa, menos de indicios de incompetencia y posiblemente corrupción en la CEL y su proyecto Chaparral. Nada.
A partir de esta fecha, el Diario dio seguimiento sistemático a los proyectos de la CEL, publicando innumerables reportajes, análisis, entrevistas y columnas describiendo cómo el proyecto El Chaparral estaba tragando millones de dólares sin avanzar en su construcción.
En el 2015, Nayib Bukele llegó a gobernar San Salvador, con bandera del FMLN, y se preparaba para su candidatura presidencial. En El Diario de Hoy salieron otros reportajes y análisis sobre los costos de El Chaparral, entre estos uno de mi autoría titulado “749 millones de dólares botados y quieren más”.En cambio, el alcalde capitalino pretendiente a la presidencia jamás habló de la CEL, nunca señaló la explosión de costos del Chaparral, nunca exigió que se investigara si existía corrupción en el manejo de este proyecto. Obviamente no iba a acusar de corrupción al gobierno de su propio partido. Y no iba a hacer caso a investigaciones o señalamientos de un periódico que despreciaba.
En los siguientes años, en El Diario de Hoy seguimos hablando de El Chaparral. Yo fui a entrevistar a David López, el presidente de CEL bajo el gobierno de Sánchez Cerén. Lo reté a explicarme los retrasos; el pago ilegal a ASTALDI; el hecho de que los costos iban a sobrepasar los 400 millones; la rentabilidad de esta inversión exageradamente cara. Diferentes actores de la política nacional comenzaron a pronunciarse sobre los costos de El Chaparral, pero Nayib Bukele mantuvo silencio. Tiene que haberse dado cuenta de las contradicciones en las explicaciones del gobierno, de la CEL y de su partido, pero guardó silencio prudencial. No le convino hablar de la CEL, de El Chaparral…
De repente, ya convertido en Presidente de la República, el señor Bukele sufre un ataque (ensayado y público) de cólera sobre El Chaparral y confiesa que tenía ganas de dinamitar este “monumento a la corrupción”. Uno se pregunta: ¿Con base en qué de repente se atreve a denunciar un robo, cuando está citando los mismos números que ya estaban ampliamente conocidos, y sobre los cuales hasta la fecha ha guardado silencio? Pero de repente acusa a sus ex camaradas del FMLN de robo. Dice que el costo para terminar El Chaparral ahora sobrepasa los 750 millones de dólares por una sola razón: porque su expartido se robó el dinero.
Esto es una acusación seria. Como periodista no me atrevería hacerla de esta forma vaga, y mucho menos debería hacerla un presidente de la República. En el Diario hablamos de corrupción en El Chaparral en el contexto del pago adicional de 30 millones de dólares que Mauricio Funes autorizó que la CEL le hiciera a la constructora ASTALDI, que había abandonado el proyecto. En todo lo demás hemos cuestionado las decisiones del gobierno y de la CEL, sus cálculos de factibilidad, etc. Pero no acusamos a nadie de robo, porque no teníamos (y no tenemos) pruebas que nos permiten hacerlo. Lo que exigimos fue que la Fiscalía investigue. Esta exigencia sigue vigente, hoy más que nunca.
Sería la única forma de determinar si hubo robo. De otra forma, y sobre todo desde la altura del poder presidencial, sería otra vez una campaña política sucia, que trata de conseguir condenas mediáticas mucho antes de que la Fiscalía y los tribunales hagan su trabajo. Esto ya lo vivimos durante la presidencia de Funes: un presidente usando su impacto mediático para declarar culpables a sus adversarios y críticos.
No permitamos que vuelva a pasar. 

LEA TAMBIEN:

-Entrevista a Billy Sol Bang

-749 MILLONES DE DÓLARES BOTADOS – Y QUIEREN MÁS. DE PAOLO LUERS



sábado, 21 de septiembre de 2019

Carta al Chato Vargas: Sí hay militarización. De Paolo Luers (y la respuesta de Mauricio Vargas)



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 21 septiembre 2019


Estimado Chato:
Mientras estábamos los dos en Morazán (vos como jefe del destacamento militar IV de Gotera, yo como fotógrafo y documentalista de Radio Venceremos), éramos enemigos a muerte. Al tener la oportunidad, nos hubiéramos matado.

Luego de que firmamos la paz, hasta amigos nos hicimos. Con diferencias cuando hablamos de la guerra (aunque tampoco en todos los aspectos), pero con bastante coincidencia cuando hablamos de cómo avanzar como país (tampoco en todos los aspectos). A veces nos hablamos para intercambiar opiniones, por ejemplo sobre la ley de reconciliación o temas de seguridad.

Ahora discutamos en público, pero de la misma manera fraterna. Publicaste el viernes la columna 'No hay militarización en la seguridad pública', y yo te contesto con 'Sí hay militarización'.

Primero las coincidencias. Los Acuerdos de Paz pusieron fin al militarismo. La esencia del acuerdo: Los militares se quedan con las armas, pero dejan de meterse en política. (Y la contraparte: La guerrilla depone las armas y se convierte en fuerza política). Este acuerdo lo supimos cumplir perfectamente. Es un gran logro, del cual todos debemos sentirnos orgullosos, sobre todo ustedes, los militares.

Pero hay otro aspecto de la militarización, que los Acuerdos de Paz trataron con la misma rigurosidad: La separación de la Seguridad Nacional, al cargo de la Fuerza Armada, de la Seguridad Pública, al cargo exclusivamente de la Policía Nacional CIVIL. Para esto cambiamos la Constitución.  

Pero ante la incapacidad de los diferentes gobiernos de enfrentar la violencia delictiva, sobre todo de las pandillas, tomaron decisiones equivocadas y peligrosas. En vez de invertir en mejorar y aumentar la policía, hicieron uso de una facultad excepcional del presidente: En situaciones de emergencia puede autorizar, de manera temporal, el uso de la fuerza armada para apoyar la PNC. Sólo que lo temporal se ha hecho permanente, y de manera creciente. Así que hoy tenemos toda la Fuerza Armada desplegada en tareas de Seguridad Pública - en todo el país, todo el tiempo. 

El presidente Bukele heredó esta situación inconstitucional de los gobiernos del FMLN, pero en vez de comenzar a revertirla, la profundiza. En vez de ordenar que recluten y entrenen con urgencia mil policías (o el número que sea necesario para que la PNC pueda cumplir su misión sin apoyo de la Fuerza Armada), ordena a la Fuerza Armada a reclutar soldados.

Pero este no es el síntoma más preocupante de la militarización. Mucho más peligrosa es la militarización de la misma policía, que de esta manera deja de ser CIVIL. Paradójicamente, también es herencia del FMLN. Y hasta ahora el gobierno Bukele no está haciendo nada para corregir esta herencia.

¿En qué consiste la militarización de la PNC? En cambios de su organización interna, privilegiando unidades de élite, agrupados en batallones móviles, que no tienen ningún arraigo territorial y social. Y estas fuerzas especiales tienen entrenamiento, armamento y formas operativas, que en esencia no son policiales, sino que tienen carácter militar. El operativo policial es diseñado para prevenir delitos, revisar a sospechosos y arrestar a delincuentes. Opera con el armamento adecuado y las tácticas necesarias para este fin. No busca enfrentamientos. El operativo militar es para provocar el enfrentamiento con el enemigo y aniquilarlo. El operativo policial no conoce enemigos, solo presuntos delincuentes. Fuerza letal para la policía es permitida sólo en autodefensa, nunca para tomarse una posición, desmantelar una estructura delictiva o para evitar una fuga. Efectivos desplegados en operativos militares no tienen estas limitaciones, su objetivo son bajas, no capturas. 

El sorprendente auge de enfrentamientos y bajas en el año 2015 fue debido a esta militarización de la manera de operar de la PNC. Para no causar malentendidos: No fue responsabilidad de la Fuerza Armada, la cual incluso hizo mucho para no verse involucrada en esta ola de enfrentamientos. Fue resultado de la militarización de la policía. Y esta militarización, aunque por decisiones políticas del nuevo gobierno actualmente no se refleja en operativos de choque, no está siendo debatida y analizada adecuadamente. Y no está siendo revertida. 

Mi respuesta a tu columna es: Como militar y diputado no debes aportar a que se vuelva a confundir y mezclar la seguridad nacional con la seguridad pública. La delincuencia que tenemos, por muy violenta que sea, no constituye una amenaza a la seguridad nacional que justifique el involucramiento de la Fuerza Armada. Hay que exigir una reforma de la PNC para que sea capaz de garantizar la seguridad pública, sin muletas como el apoyo de la Fuerza Armada y la mutación de la PNC en batallones especiales. 

Esta es tu tarea, estimado Chato. 
Saludos, 


No hay militarización de la seguridad pública. De Mauricio Vargas


EL DIARIO DE HOY, 20 septiembre 2019


La militarización se refiere al uso de armamento propio del ámbito militar en otras áreas del quehacer nacional; utilizar estrategias de control castrense, inculcar valores, perspectivas e ideales militares, jerarquía, disciplina y estructuras de mando, entrenamiento militar, uso de armas, logística, movilización y transporte, importancia del secreto.
Es un proceso mediante el cual el estamento militar participa e incide en una sociedad determinada. En lo político se concreta con la asunción por parte de militares a las responsabilidades políticas. Estas son razones de la no existencia de militarización, no se plasma con la sola presencia de miembros de las Fuerzas Armadas.
Hay diversas opiniones de militarización, como la potencialización de las fuerzas armadas, utilización de las mismas en tareas no tradicionales como el desarrollo, el uso de las fuerzas armadas para el combate de amenazas internas, de carácter no militar, o realizar misiones que le competen a la policía, como combatir el crimen organizado y la existencia de facto de un gobierno militar.
En la actualidad experimentamos situaciones especiales, en las que inevitablemente se tiene que considerar la participación de la Fuerza Armada en funciones de seguridad. El aumento de los delitos de crimen organizado, narcotráfico, pandillas y el temor de la población, están en el top de la agenda pública. La percepción de ineficiencia y la realidad del control de los territorios por la criminalidad, sumados a la corrupción policial y del sistema de justicia, son, entre otras, algunas de las principales razones para recurrir a los militares en apoyo de esas funciones.
El aumento de los delitos violentos, proliferación de armas de grueso y pequeño calibre, la exigencia ciudadana de respuestas efectivas y la confianza de la población en los militares en consideración de efectividad en el control de estos problemas, son excepcionalidades que debemos aceptar pero que no se deben tomar como militarización.
Debemos saber debatir el tema en el ambiente en que cada país se encuentra y en este caso nuestro país está en procesos de consolidación democrática aun incipientes y se requiere fortalecer las políticas públicas de seguridad.
Es evidente que cualquier gobierno democrático siente la responsabilidad de ser eficiente frente a la criminalidad, saben que las soluciones son de largo plazo pero los ciclos electorales son de cinco años y no quieren asumir costos de corto plazo, con reformas cuyos frutos no se verán enseguida, por lo que vemos medidas y acciones simbólicas , instalando una lógica perversa donde las políticas responden a la ansiedad pública en el menor tiempo posible, impactando negativamente en la calidad para enfrentar la criminalidad.
Con el fin de la Guerra Fría, las funciones históricas cambiaron. Con los atentados del 11S se perfiló una amenaza a la región y a las naciones, experimentando un modelo antiterrorista, situación especial donde se debe considerar inevitablemente la presencia militar. El crimen organizado se convierte en amenaza de la seguridad nacional, lo que vuelve necesaria esa fusión con la comunidad de inteligencia, agencias policiales y las fuerzas armadas. . La inseguridad para la población que tiene que convivir con las pandillas y bajo sus reglas, es un tema no solo principal, sino el de mayor prioridad.
La lógica de la eficiencia y la disponibilidad hacen una práctica inevitable la participación institucional de las fuerzas armadas en políticas públicas de seguridad; así lo demanda la realidad actual, existiendo una tensión política estructural aunque puedan existir limitaciones.
Esto último presenta el reconocimiento y justifica la excepcionalidad por la cual los militares son llamados a participar en el combate contra la delincuencia, ya que la institucionalidad falló en dar respuesta a esta crisis.
Los reclamos de enfermizos antimilitarismos, temerarios justicieros que buscan excluir del componente militar en la violencia, deben perder relevancia en el contexto actual marcado por la urgencia de proliferación de armas de pequeño calibre, el mercado negro de las armas, la percepción de ineficiencia de la policía y el sector justicia, así como la exigencia ciudadana de respuestas efectivas. La criminalidad, especialmente aquella de carácter organizado y global, requiere respuestas complejas y súper coordinadas por los estados nacionales.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Carta a los que van a habitar el nuevo Parque Cuscatlán: Es suyo. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 19 septiembre 2019


Está bien que el presidente de la República y el alcalde de San Salvador hayan inaugurado el nuevo Parque Cuscatlán. El gobierno central y el capitalino van a tener que trabajar juntos para darle seguridad y mantenimiento. 

Pero es importante resaltar que el concepto de este parque y la iniciativa de diseñarlo, financiarlo y construirlo no nacieron en ninguna oficina, ni de la alcaldía ni del gobierno central. Nacieron de los sueños de un grupo de ciudadanos visionarios y de sus ganas de mostrar que se pueden hacer realidad trabajando juntos ciudadanos, empresarios, alcaldía, gobierno, comunidades y comunidad internacional.

En el camino hubo un nuevo alcalde y un nuevo presidente, pero el proyecto no se cayó, porque tenía una sólida base en la ciudadanía, la comunidad empresarial y los vecinos de la zona. El Parque Cuscatlán demuestra que cuando la ciudadanía toma el liderazgo y la iniciativa en sus manos, la política se adapta, aun en tiempos electorales y de cambios de gobierno. 

Cada vez que vayan al Cuscatlán a pasear para poner a sus hijos a jugar, a leer o a participar en algún evento cultural, tengan claro que este parque maravilloso no es un regalo de un presidente o un alcalde, sino que es fruto de la iniciativa de ciudadanos activos. El grupo de ciudadanos que concibió el concepto para el parque lo hizo tan bien, de manera tan visionaria, tan profesional, tan creativa, tan entusiasta y tan participativa que a la alcaldía y al gobierno no le quedaba otra que subirse al tren y apoyarlos. Los activistas de Glasswing, con su plan ambicioso, también contagiaron a empresarios, en El Salvador y en Estados Unidos, los enamoraron de la locura de construir, en medio de una ciudad en crisis de violencia, en desorden, en suciedad y caos vehicular, un parque precioso de calidad del primer mundo. La iniciativa ciudadana tuvo la fuerza suficiente para convencer incluso la embajada norteamericana y la AID que el nuevo parque con su impacto sobre todo el contorno urbano y social podría ser el primer paso determinante para revertir el deterioro de la ciudad capital.

Sin la capacidad de los ciudadanos organizados en Glasswing y otras organizaciones cívicas de soñar el futuro y entusiasmar a los incrédulos, este proyecto del parque nunca se hubiera realizado. Lograron encajar su propuesta con la necesidad de la alcaldía (en aquel entonces del FMLN, presidida por Nayib Bukele) de poner en práctica su discurso sobre la necesidad de reconstruir el tejido social; con la necesidad de la embajada de Estados Unidos de mostrar que no sólo querían apoyar la represión del delito sino también la prevención; con la necesidad de la empresa privada que estaba buscando modelos novedosos de gestión basados en concertación pública-privada; y con la necesidad de las comunidades vecinas de contar con un parque seguro, limpio y atractivo. 

En este sentido, cuando disfruten de este hermoso parque, sepan que sus promotores construyeren al mismo tiempo un modelo novedoso, más democrático y más eficiente de gestión pública. 

Debemos cuidar el parque, porque es nuestro, pero al mismo tiempo cuidar este modelo de iniciativa privada-pública que ha funcionado a pesar de los enfrentamientos y terremotos políticos que pasaron durante el largo tiempo de convertir en realidad el sueño del Parque Cuscatlán. Ambos, el parque y el modelo, son preciosos y necesitan que los asumamos como nuestros. Solo así van a sobrevivir y convertirse en modelos para realizar otros sueños.

Saludos, 


martes, 17 de septiembre de 2019

Carta a los héroes civiles. De Paolo Luers

El desfile del 15 de septiembre, si realmente se tratara de representar una “Nación de Héroes”, lo deberían encabezar las enfermeras del Rosales, de Zacamil y los médicos del Seguro Social, seguidos por los veteranos y lisiados de guerra, tanto de las files del Ejército como de la insurgencia, seguidos por los líderes comunales de los barrios, quienes mantienen viva la lucha por una convivencia pacífica.


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 17 septiembre 2019


Estimados médicos, profesores, bomberos, enfermeras, trabajadoras sociales, pastores, curas, trabajadores de FOVIAL y ANDA:
Es entre ustedes que hay que buscar a los verdaderos héroes. Yo los encontré entre las enfermeras y los médicos que me tocaron en el Hospital MQ del Seguro Social, quienes con pocos recursos y condiciones adversas de trabajo hacen magia para cuidar y curar a sus pacientes. Entre ellos encontré a quienes deberían ser los protagonistas de una campaña “Nación de Héroes” para celebrar la Independencia.
Los profesores que no dejan solos a su alumnos en zonas donde nadie quiere trabajar, son héroes civiles no reconocidos, igual que los líderes de los barrios que para rescatar la convivencia diariamente se exponen a represalias de la policía y de las pandillas.
Héroes se encuentran entre las madres solteras y entre los bichos de barrios pobres que llegan a estudiar en universidades.
Y aunque se ha convertido en deporte nacional insultar de manera generalizada a los motoristas del transporte público como “cafres” o “animales”, entre ellos hay innumerables héroes que todos los días asumen la responsabilidad sobre la seguridad de sus pasajeros, de los alumnos que va a estudiar y de las mujeres que de noche regresan de las maquilas.
En cada oficio, civil o uniformado, hay malos elementos, pero también muchos buenos y algunos héroes. El error de la campaña “Nación de Héroes” del gobierno es que sólo hablaron de gente armada y uniformada. Pero no es el uniforme ni el arma que te convierte en héroe, es el espíritu de sacrificio y responsabilidad que mostrás en cualquiera que sea tu trabajo. El uniforme te puede convertir en héroe, pero igual en represor.
De todos modos, si de conmemorar la gesta de la Independencia Patria se trata, sus protagonistas no fueron militares sino ciudadanos valientes que asumieron una lucha cívica, no una lucha militar, para conquistar su meta.
Entonces, ¿por qué convertir hoy a los soldados y policías en la única cara de la “Nación de Héroes”? ¿Por qué convertir el 15 de septiembre, que debería ser una fiesta cívica, en un evento marcial? Siempre ha sido así, dirán algunos, y tienen razón. Pero nunca como este 15 de septiembre. Que yo recuerdo, nunca hubo una campaña publicitaria del gobierno tan militarista. Siempre pusieron a la Fuerza Armada a exhibir “destrezas militares”, pero no me recuerdo haber visto una escena como la que se dio el domingo frente a la tarima presidencial: jóvenes hincados frente al presidente, amarrados de las manos, con soldados “robocops” apuntándoles con fusiles. ¿En medio de una fiesta cívica nacional poner en escena las imágenes que en la realidad de las redadas masivas y los allanamiento de buses viven los jóvenes en las comunidades marginales? ¿Qué versión de lucha cívica estamos promoviendo?

El desfile del 15 de septiembre, si realmente se tratara de representar una “Nación de Héroes”, lo deberían encabezar las enfermeras del Rosales, de Zacamil y los médicos del Seguro Social, seguidos por los veteranos y lisiados de guerra, tanto de las files del Ejército como de la insurgencia, seguidos por los líderes comunales de los barrios, quienes mantienen viva la lucha por una convivencia pacífica. Luego los maestros con sus alumnos, los bomberos, los trabajadores municipales… etcétera, etcétera, etcétera…
Un desfile de este tipo no es tan fácil organizar. Con la PNC y la Fuerza Armada es chiche, porque son obligados a obedecer las órdenes del presidente. Pero a los héroes civiles del país no se puede dar órdenes, hace falta convencerlos, fomentar su iniciativa, respetar su independencia -y esto requiere de un presidente quien, más allá de la propaganda, dialogue con la gente y sus representantes. Muchos de los profesionales de salud y educación, así como los veteranos, se sienten atacados y chantajeados por el gobierno.
Tal vez el otro año, todos ustedes juntos organicen su propio desfile del 15 de septiembre, poniendo en el centro los héroes civiles.
Saludos,