sábado, 31 de agosto de 2019

Carta a los 10%. Somos minoría, ¿¡y qué!?. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 31 agosto 2019


Dice La Prensa Gráfica, en su portada, que “Nayib Bukele tiene 90% de aprobación”.
¿Qué hace la oposición cuando el hombre que les venció en las elecciones presidenciales obtiene el 90 % de aprobación al terminar sus primeros 3 meses?
1. ¿Tirar la toalla?
2. ¿Adaptar sus posiciones a las aprobadas por el 90%?
3. ¿Convertirse en la expresión de la minoría (los 10% que no están apoyando al gobierno) y conectar con las dudas que tiene la mitad de los 90% a pesar de darle ahora el beneficio de la duda al nuevo gobierno?
Bueno, de hecho la opción 2 resulta siendo idéntica a la 1: significa tirar la toalla. Adaptarse al cambio de época (de rumbo, de discurso, de paradigma, o como quieran llamarlo…) significa abandonar la lucha, y la identidad política propia. Y además, lleva todas las de perder. Si la oposición comienza a hablar igual (como ya lo está haciendo), ¿por qué alguien va a votar por la copia si ya tiene el original?
En cambio, quien logre expresar con el valor de ir contra corriente las razones del 10% de la ciudadanía que no apoya el discurso del gobierno y quien además sepa conectar con las dudas que existen entre los 90% (que tampoco es una masa amorfa de seguidores), se establece como minoría, pero una minoría coherente; una minoría con identidad y una minoría que va a crecer, porque esta correlación de 9 a 1 en la opinión pública tampoco se va a sostener en el tiempo. Los 90% de repente se van a hacer 70%, luego 50% y ¿quién va a representar a los que se comiencen a sentirse defraudados de las “nuevas ideas”, si todos se han dejado ir en la corriente populista?
En una situación como la actual, la oposición de todos modos será minoría por un buen rato, sea como sea que se comporte. La cuestión es si será una minoría temerosa, desdibujada y tendencialmente sumisa, que trata de sobrevivir portándose bien (con oportunismo) con el nuevo poder o una minoría valiente, combativa y coherente que desafiando al poder va cambiando la correlación de fuerzas en la opinión pública.
Se dieron cuenta que estoy hablando de ‘la oposición’, no de partidos específicos. Lo que estoy señalando es cierto tanto para ARENA, que tiene que redefinirse, como para Nuestro Tiempo, que tiene que terminar de definirse. Ambos están ante el mismo dilema.
Y no sólo ellos, también los medios y cada uno de los que escribimos sobre política. ¿Ir con la ola o nadar contra corriente? ¿Dejarse vencer del miedo de ser minoría o asumirlo con orgullo?
Los discursos que oigo en ARENA, en los gremios empresariales, en los tanques de pensamiento están entre cautelosos y oportunistas, entre confusos y sumisos. Me preocupa igual el silencio de Nuestro Tiempo y de muchos voceros de la sociedad civil organizada y tantos otros que no están de acuerdo en cómo el gobierno maneja los temas de seguridad, CICIES, partida secreta, propaganda, relación con la Asamblea y los demás poderes.
Necesitamos voces claras. No importa que sean pocas y que por el momento no tengan respaldos masivos. El único antídoto a la demagogia es la racionalidad. Pero tiene que expresarse con coherencia y con coraje. Seamos una minoría incómoda. Es lo más constructivo que podemos hacer. 
Saludos, 


jueves, 29 de agosto de 2019

Carta a los nobles guerreros por la transparencia: Cualquier exceso es dañino. De Paolo Luers

miércoles, 28 de agosto de 2019


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 29 agosto 2019


Muy estimados amigos:
Tengo mucho respeto por quienes en tiempos difíciles han batallado bajo la bandera de la transparencia. Lo hicieron cuando Tony Saca se reía de esta idea loca de combatir la corrupción transparentando la función pública. Lo hicieron cuando Funes intentó arrebatarles su bandera, instalando en Casa Presidencial una Secretaría de Transparencia que se convirtió en tapadera de su corrupción. 

Ustedes lograron bastante: Se aprobó la Ley de Acceso a la Información Pública, y miles de ciudadanos comenzaron a hacer uso de su nuevo derecho a conocer las intimidades del poder. Las instituciones estatales tuvieron que abandonar, pasito por pasito, su tradicional cultura de secretividad  y abrir sus archivos. Y lo más importante: Se comprobó la tesis de que la transparencia es un arma efectivo para combatir la corrupción. Ninguno de los avances contra la corrupción hubiera sido posible sin su necia lucha por la transparencia.

Pero igual que en el caso de los medicamentos más maravillosos, como los antibióticos, el exceso resulta dañino.

Uno de los logros de la presión ciudadana contra la impunidad, de la cual ustedes fueron parte activa, fue que la Corte Suprema se viera obligada a reactivar su Sección Probidad, la cual durante años no había cumplido su tarea de investigar el enriquecimiento ilícito de los funcionarios. 

Pero de repente la oficina de Probidad se vio ante un fenómeno que estaba al punto de paralizar sus labores. Fue inundada de miles de trámites que solicitaban conocer los informes que Probidad elabora sobre los exámenes a los cuales sometió las declaraciones patrimoniales de miles de funcionarios y exfuncionarios.

Aparte del serio peligro de quedar paralizada la Sección Probidad, surgieron otras interrogantes: ¿Tiene el ciudadano derecho de conocer estos informes que obviamente contienen los datos patrimoniales del funcionario? ¿No se viola al funcionario su derecho a la privacidad de sus datos cuando se divulgan los pormenores de la situación patrimonial de él, su familia y sus empresas?

Estoy convencido que es correcto que cualquier funcionario esté obligado de declarar todo lo relacionado con su patrimonio. Es incómodo, es como desnudarse – pero es necesario. Como es necesario que se someta a tratamiento el que adolece de ciertas enfermedades contagiosas ¿Pero ante quién tiene que desnudarse, ante un especialista obligado a confidencialidad - o ante el público?

La respuesta es obvia: Mientras no haya indicios de enriquecimiento ilícito, nadie está obligado a bajarse los pantalones ante sus vecinos, en plaza pública. Su derecho a privacidad merece plena protección.

Por esto es correcto que la Corte Suprema haya decidido no entregar al público los informes de Probidad, a pesar de una orden emitida por el Instituto de Acceso a la Información Pública. 

No entiendo la indignación que ustedes están manifestando contra esta decisión. Puede ser que no le compete al Pleno de la Corte Suprema tomar esta decisión. Esto que lo evalúen los juristas. En última instancia caerá donde debe de decidirse: en la Sala de lo Constitucional - y estoy seguro que llegarán a la misma conclusión a la cual nos lleva la razón común: Los informes de Probidad, que contienen toda la información patrimonial del funcionario, no son de carácter público. Una vez que estos informes lleguen a un tribunal, porque hay indicios de ilegalidades, sea el juez que decida si serán reservados o públicos.

¿Cómo la sociedad va a convencer a sus mejores profesionales y líderes a asumir las responsabilidades del servicio público, si los obligamos a desnudarse públicamente? 

Cuando se hace de las causas nobles cruzadas semi-religiosas con exigencias absolutas, se cometen excesos e injusticias. La lucha por la transparencia sólo tiene sentido dentro de un concepto integral del Estado de Derecho que igualmente tiene que proteger al individuo y sus derechos. La lucha contra la corrupción no nos puede llevar a generalizar una presunción de culpabilidad, desde la cual a cualquier funcionario y político lo veamos como potencial corrupto. Si ustedes son sinceros, esto es precisamente uno de los riesgos que les han impedido meterse en política para componer al país.

Seamos firmes, pero racionales. 

Saludos,

martes, 27 de agosto de 2019

Carta a propósito de la ‘verdadera oposición’: Una polémica constructiva.. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 27 agosto 2019


Estimados amigos:
 En medio de la crisis de identidad de ambos partidos, FMLN y ARENA, y de la ausencia de debates internos de los partidos sobre su rol frente al nuevo gobierno, todo el mundo se siente motivado a opinar y hacer recomendaciones sobre cómo deberían redefinir el concepto de oposición. Así apareció el concepto de ‘oposición constructiva’ y de repente un término realmente atrevido: ‘la verdadera oposición’. Como si la oposición que se ha ejercido en el país en las décadas de la postguerra hubiera sido destructiva y, por tanto, no verdadera. Como si la única oposición verdadera es la constructiva, sin tomar en cuenta si el gobierno es constructivo, destructivo o verdadero…
No podemos tener una discusión sobre ‘oposición constructiva’ sin hablar al mismo tiempo de ‘gobierno constructivo’. No se puede definir en abstracto cómo tiene que ser la oposición. Dependiendo del carácter y la actuación del gobierno tiene que definirse cómo ejercer la oposición.
Dicho de otra manera, la oposición no puede ser constructiva si el gobierno no lo es. ¿Qué significa destructivo y constructivo? ¿En relación a qué algo es constructivo o destructivo? Estos términos solo tienen sentido si se refieren a la construcción de acuerdos y de gobernabilidad. Constructivo es quien aporta a la construcción de acuerdos. Destructivo es quien dificulta o imposibilita la construcción de acuerdos para la gobernabilidad.
La gobernabilidad la tiene que construir el Gobierno. Si no tiene mayoría legislativa, como es al caso del gobierno de Nayib Bukele, es el Gobierno el que tiene que ir al encuentro de los otros partidos para conseguir en la Asamblea Legislativa las aprobaciones de leyes, presupuestos y préstamos necesarios para llevar a cabo sus políticas. La oposición tiene que tener la disposición de ser flexible si lo es el gobierno. Si el gobierno no es flexible y abierto a concertar, la principal tarea de la oposición es evitar que el gobierno se pueda imponer, u obligarlo a ceder y negociar. Mal entendida, una actitud constructiva puede ser lo más destructivo…
No es la oposición la que de antemano tiene que modificar sus planteamientos y criterios para que sean compatibles con los del Gobierno. Le toca al gobierno flexibilizar sus propuestas hasta lograr las mayorías legislativas necesarias. Uno puede llegar al gobierno convenciendo a una mayoría relativa de ciertas propuestas. Pero mientras no se tiene la capacidad de construir la mayoría social y legislativa necesaria, no son factibles. Gobernar es el arte de construir estas mayorías. Los procesos de construcción de consensos son complicados y a veces tediosos, pero buscar atajos o imposiciones solo complica el proceso. Si el gobierno no está dispuesto a convencer a los demás o a flexibilizar sus propuestas en aras de llegar a acuerdos, está creando una crisis de gobernabilidad.
No entiendo los permanentes llamados a los partidos a ejercer una oposición constructiva. La tendencia que estoy observando no es que exista un exceso de oposición al gobierno de Bukele. El peligro es más bien que nadie llena el vacío de oposición.
Tenemos un gobierno que no oculta su menosprecio al concepto de la concertación con los partidos de oposición e incluso con los órganos del Estado que no controla. Ejemplo: El intento de instalar una entidad de la importancia de una Comisión Internacional que investigue la corrupción sin siquiera hablar con los partidos, con el Fiscal General y con la Corte Suprema. Si analizamos bien este ejemplo, llegamos a la conclusión que tenemos un gobierno destructivo: prefiere la confrontación por encima de la concertación. Piensa que la confrontación y su consecuencia, una crisis institucional que bloquea sus propias iniciativas, le da más rédito político en el campo comunicativo-propagandístico que la negociación política con ‘los mismos de siempre’, sus partidos e instituciones.
Regresemos a la pregunta sobre la ‘verdadera oposición’. En abstracto, no existe. Depende del gobierno que uno tenga que encarar. Frente a un gobierno destructivo, la oposición tiene que ser muy firme y vigilante. Así como un hijo malcriado, para componerse, requiere de padres firmes que no le cedan a sus antojos y berrinches, a un gobernante caprichoso con tendencias de soberbia autoritaria hay que pintarle la raya y exigirle conciliar sus exigencias con la legalidad y con los intereses de los demás.
Esto llamaría yo ‘oposición responsable’.
Saludos, 

domingo, 25 de agosto de 2019

Kafka, Milena y Margarete. Columna Transversal de Paolo Luers



Publicado en EL DIARIO DE HOY, 25 agosto 2019 

“Fue tímido, miedoso, suave y bueno, pero los libros que escribió fueron crueles y dolorosos. El mundo que vio estuvo lleno de demonios invisibles, que combaten y aniquilan al hombre desprotegido. Fue demasiado clarividente, demasiado sabio para poder vivir, y demasiado débil para pelear: pero aquella fue la debilidad de los hombres nobles, bellos quienes no tienen la fuerza para la lucha contra el miedo, contra los malentendidos, contra la ausencia de amor y contra lo mentalmente falso, y quienes de antemano saben de su impotencia, se someten y así avergüenzan al vencedor.”

Milena Jesenská, en su obituario para Franz Kafka (6 de junio 1924)
Supe de Milena Jesenská solamente de las famosas ‘Cartas a Milena’ de Franz Kafka, y que fue su traductora al checo. Las leí como adolescente y me enamoré de ella, simplemente compartiendo la pasión de Kafka. Pero como sólo se publicaron las cartas de él a ella (las de ella se perdieron), esta mujer quedó como un ser misterioso, sin vida propia fuera de las cartas de Kafka.
Pero unos años después, en los años setenta, ya estudiando literatura en Berlín, Milena cobró vida propia a través de otro libro: “Milena”, de Margarete Buber-Neumann.
Resulta que Milena, la judía, periodista, escritora y traductora checa, termina en 1940 en el campo de concentración Ravensbrück al norte de Berlín. Allí se encuentra con una judía alemana, Margarete Buber-Neumann. Pasan 4 años juntas, hablando, contándose sus vidas, discutiendo política y literatura, hasta que Milena muere en mayo de 1944. Margarete sobrevive y cumple su compromiso con Milena de escribir el libro que, al sobrevivir el campo de concentración, querían escribir juntas. Según Margarete, una de las últimas palabras de su amiga fue: “No me olvides, dile a los demás quién fui”.
Milena Jesenská (1896-1944)

El libro que resultó de esta historia da vida a dos mujeres extraordinarias, pero muy distintas: la bohemiana checa, rápida para expresar emociones, que abandonó el comunismo porque no era compatible con su sentido de libertad – y la alemana intelectual, analítica, de formación marxista, buscando entender el fracaso del comunismo…
El libro que las dos mujeres querían escribir juntas se iba a llamar: “La época de los campos de concentración.” Resulta que Margarete, comunista alemana casada con otro comunista alemán y funcionario de la Komintern de Stalin, antes de terminar en un campo de concentración de los nazis, ya había pasado 18 meses en una campo de concentración ruso, víctima de las “purgas” de Stalin. Qué ironía, es condenada por ser “cónyuge de un traidor”. Su esposo Heinz Neumann fue fusilado en 1938 en Moscú.
En 1940, Margarita fue “beneficiada” por un intercambio de prisioneros acordado por Stalin y Hitler, en este momento aliados. Pongo los beneficios entre comillas, porque el intercambio no le dio ni un solo día de libertad. Los rusos la entregaron a los nazis, quienes inmediatamente la internaron en su propio campo de concentración. Por suerte de Margarita, en el de Ravensbrück, donde conoció a Milena cuya amistad la hizo sobrevivir. De paso sea dicho, a los comunistas que los nazis liberaron para entregárselos a los rusos, la mayoría también terminó en campos de concentración de Stalin en Siberia.
Una vez libre, Margarete escribió no solo el libro sobre Milena, sino también el que juntas diseñaron en sus largas pláticas en Ravensbrück, sobre “Los tiempos de los campos de concentración”. Resultó otro libro indispensable: “Prisionera de Stalin y Hitler”. (Lamentablemente, cuesta conseguir la versión en español. La versión en inglés, “Under two dictators”, es más accesible.)
En las pláticas en el campo de concentración nazi entre estas dos mujeres extraordinarias, la persona de Franz Kafka siempre está presente. Por esto, en el libro que Margarita Buber-Neumann dedica a Milena, un capítulo es sobre este gigante de la literatura alemana del siglo de los campos de concentración. También el libro incluye el obituario que Milena Jesenská publicó en 1924, cuando casi nadie sabía quién era el tal Kafka. Y este obituario, del cual cité al inicio de esta columna, es en sí un exquisita obra literaria. “Fue demasiado clarividente, demasiado sabio para poder vivir, y demasiado débil para pelear…” – ¡qué frase!


sábado, 24 de agosto de 2019

Carta a los pandilleros: Pararon la matanza. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 24 agosto 2019


Si ustedes han decidido parar la matanza, hay que felicitarles. Si ustedes han tenido la capacidad de implementar esta decisión durante más de un mes, hay que felicitarles. En este mes de agosto 2019, la cifra de homicidios ha bajado a menos de 4 diarios. Insólito. Aunque el gobierno nos quiere convencer que esto es resultado de su operativo llamado "Control Territorial", solo hace falta darse unas vuelta en las comunidades y los barrios donde ustedes viven para darse cuenta que es paja. De todos modos sería difícil imaginarse que PNC y Fuerza Armada en sólo 2 meses pueden haber perfeccionado su eficiencia para obtener un resultado tan contundente.

Cualquiera que ha estudiado el fenómeno de las pandillas y los diferentes intentos de combatirlas no se deja engañar por los noticieros, las declaraciones triunfantes de los miembros del gabinete de Seguridad, los videos de campaña publicitaria. Detrás de la imagen que quieren vendernos, no es difícil detectar que los movimientos de la PNC y de la Fuerza Armada no están diseñados, como lo fueron durante los últimos años bajo el gobierno del FMLN, para provocar enfrentamientos y causarles bajas a las pandillas. Por lo contrario: las patrullas se mueven bajo un esquema de evitar cualquier enfrentamiento - y a veces en zonas donde ni siquiera hay con quien chocar. Ejemplo: el gran despliegue militar y policial en La Gloria, con el cual inauguraron con bombos y platillos su plan "Control Territorial". El operativo fue provocado por el asesinato de un agente policial en La Gloria, a pesar de que era obvio que nada tuvo que ver con pandillas. 

Si fue sorpresa que buena parte de los operativos de la PNC resultaron siendo cachetadas de payaso, y que detrás de tanto show había una estrategia de no buscar enfrentamientos, la mayor sorpresa fue cuando nos dimos cuenta que al mismo tiempo ustedes se replegaron de cualquier acción violenta. Cero ataques a policías y soldados y la ausencia casi total de homicidios.

No sabemos cómo y por qué ustedes tomaron esta decisión. No sabemos si esta decisión la tomaron las ranflas que guardan prisión o las jefaturas en el terreno. No sabemos cómo se pusieron de acuerdo las diferentes pandillas. No sabemos si alguien les ofreció algo a cambio de abstenerse de homicidios; o si ustedes quieren cambiar la situación y el ambiente nacional para luego proponer entendimientos; o si simplemente es una decisión unilateral porque están cansados de una guerra que nadie puede ganar...

Yo no lo sé, y tampoco conviene especular. De todos modos, bienvenido sea que tengamos menos violencia, menos muertos, menos familias dolientes. La sociedad salvadoreña siempre ha tenido la sospecha que ustedes usan su capacidad de bajar o aumentar la cifra de muertes para chantajear al estado, para conseguir beneficios. Se dice que en "la tregua" esto pasó: ustedes jugando con el dolor de la gente. Fui testigo que no fue del todo así, que hubo un interés genuino de buscar alternativas a la violencia. Si no, yo no hubiera participado de "la tregua". 

Esperamos que hoy tampoco sea así. Esperamos que detrás de su decisión actual de cesar la matanza haya un interés auténtico en abrir espacio para soluciones pacíficas. Espero no ver de repente un pico en la curva de homicidios y decir: Ahhhhh, ahora se les complicaron las negociaciones y quieren mostrar fuerza... Esperamos no volver nunca a vivir meses sangrientos como aquellos del 2015, cuando ustedes todos los acuerdos que habían hecho con el FMLN habían colapsado y ambas partes regresaron a la guerra con ánimos de venganza. 

En las pocas semanas que han parado la matanza, ustedes mismos sintieron cómo cambió para mejor la vida de sus comunidades y sus propias familias. Esto es suficiente incentivo para mantener en pie esta decisión. No usen la violencia como moneda de cambio en un juego perverso con políticos que los quieren usar para sus fines partidarios. Si lo han hecho anteriormente, ya vieron a qué desastre este juego nos ha llevado a todos. 

Ustedes han mostrado que pueden parar la matanza. Lo mostraron en el 2012, pero la politiquería no permitió que fuera sostenible. No permitan que de nuevo la politiquería se imponga. 

Les hablo en serio. 



miércoles, 21 de agosto de 2019

Carta a los secretarios generales de la ONU y la OEA: Cuidado con el fraude de etiqueta . De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 22 agosto 2019


Estimados señores Antonio Guterres y Luis Almagro:
Como aquí en El Salvador todo el asunto de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIES) se estámanejando en la total oscuridad, ni siquiera sabemos con quién en la comunidad internacional nuestro presidente, Nayib Bukele, está negociando la conformación de esta entidad. Con alguien tienen que estar hablando cuando anuncian que esta comisión iniciará su trabajo antes de que terminen los primeros 100 día del gobierno Bukele, o sea el 9 de septiembre 2019, en un poco de más de dos semanas. A menos que todo sea una fantasía, con cualquiera de ustedes dos (o con ambos) tienen que haber hablado los emisarios de Bukele.
Quiero que dimensionen lo grave de la situación: el presidente anuncia que en dos semanas va a comenzar a trabajar una Comisión Internacional contra la Impunidad, pero a la fecha NADIE ha hablado sobre el tema con el Fiscal General de la República, quien por mandato constitucional tiene el monopolio de la persecución penal y sin el cual, por tanto, no puede funcionar ninguna entidad que investigue la corrupción y la impunidad. Nadie ha hablado con el fiscal: ni el presidente, ni su gobierno; ni Naciones Unidas ni la Organización de Estados Americanos OEA, organismos que supuestamente van a dar financiamiento y legitimidad al proyecto. 
Tampoco ha habido ningún acercamiento del ejecutivo con la Asamblea Legislativa, la cual tendría que ratificar cualquier tipo de convenio internacional que daría vida a una Comisión Internacional que tenga las competencias necesarias para poder combatir la corrupción.
Ya en un plano no solo jurídico e institucional, sino político, la gestión para crear esta comisión solo tendrá la necesaria legitimidad democrática si surge de un acuerdo nacional amplio. Pero a pesar de que nadie ha ni siquiera abierto el debate para crear este acuerdo nacional, el presidente insiste que él va a poner a trabajar esta comisión dentro de dos semanas. 
No sabemos qué les han dicho los emisarios del presidente Bukele. Pero seguramente no les han descrito esta situación tan absurda: un presidente insistiendo que ya está por iniciar el mandato una CICIES, pero el fiscal, el Parlamento y la sociedad civil no tienen idea del carácter de la comisión. Y ustedes a lo mejor comparten esta oscuridad. A menos que sean cómplices de este intento de cometer un gigantesco fraude de etiqueta: prometer una CICIES e instalar una CPCIES, una Comisión Presidencial, la cual no tiene ni las competencias ni la independencia necesarias para combatir la corrupción.
No podemos creer que ustedes, como líderes de la comunidad internacional, sean parte de un fraude de esta característica. En cambio, al presidente Bukele muchos lo vemos perfectamente capaz de intentarlo. Su interés no es realmente el combate a la corrupción, sino crear una situación donde puede acusar a los partidos opositores y al “sistema institucional de los mismos de siempre“ a oponerse a la justicia. ¿Cómo se hace esto? Exactamente como lo está haciendo: se presenta el proyecto de una CICIES, pero con características que la hacen inaceptable para los otros órganos del Estado y la oposición. Ellos van a rechazar el proyecto, y el presidente va a gritar: “Vean, los mismos de siempre no quieren que se investigue la corrupción…”    
Para que esto funcione, el gobierno salvadoreño necesita que cualquiera de ustedes, a nombre de Naciones Unidas, de la OEA o a lo mejor los dos avalen el proyecto.
La solución del dilema es muy simple: antes de avalar cualquier cosa, entren en consultas con el Fiscal General, la Asamblea Legislativa y los partidos de El Salvador. No se dejen sorprender. Y se van a dar cuenta que nadie quiere una Comisión Presidencial contra la Corrupción y la Impunidad. 
Saludos, 

martes, 20 de agosto de 2019

Carta a las feministas: ¿Del caso Evelyn, adónde ir? De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 20 agosto 2019


Estimadas amigas: 
El juez del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque absolvió a Evelyn Hernández, a quien la fiscalía quería mandar a la cárcel por 40 (!) años por la muerte de su bebé. Para la fiscalía, fue homicidio agravado, mientras que la defensa sostuvo que el bebé murió en el parto no asistido. El juez, en su sentencia, dijo: La fiscalía no me convenció que fue homicidio. No la pude condenar.”

Esto es justicia aplicada. El juez no se volvió feminista, ni tampoco tomó partido por ustedes en el debate sobre el aborto. Tampoco le correspondía. Sólo aplicó la justicia correcta y valientemente: “Donde hay duda, prevalece la asunción de inocencia. Si la fiscalía acusa a alguien de homicidio y quiere una pena tan drástica, tiene que comprobarlo.” Lamentablemente, esta manera consecuente de aplicar la justicia, con total independencia de posiciones ideológicas o religiosas, todavía hace noticia en nuestro país, cuando tendría que ser la regla. 

Esta sentencia obviamente es buena noticia para las organizaciones feministas, que durante años han apoyado a Evelyn Hernández y a otras mujeres acusadas (o incluso condenadas) en casos comparables. Ustedes y el equipo jurídico que pusieron a Evelyn tienen todo el derecho de celebrar. Hicieron un excelente trabajo, dentro y fuera del tribunal.

Pero la absolución de Evelyn Hernández no es un triunfo del feminismo y de su lucha contra la prohibición del aborto. Es un triunfo de la justicia. Independientemente de que estemos en favor o no de la despenalización del aborto, esta sentencia la podemos celebrar todos que estamos luchando por un Estado de Derecho que deje de verse subordinado a imperativos ideológicos o religiosos, sino solamente a la Ley. 

Las feministas y su lucha por la liberalización de la legislación del aborto se harían un favor si celebran la sentencia en el caso Evelyn no de una manera militante e ideológica, sino de manera incluyente y pragmática, enfocando en el triunfo de la justicia, no en un supuesto triunfo de la causa feminista. 

Este caso, bien explicado en los medios y los debates públicos que seguirá provocando, puede contribuir a la formación y consolidación de una opinión pública favorable al montón de mujeres con casos parecidos a Evelyn. Puede ayudar a construir una nueva mayoría social más liberal, menos conservadora, y sobre todo comprometida con la defensa del Estado de Derecho. Solo en un país con una opinión pública liberal que defiende el Estado de Derecho, los movimientos feministas van a encontrar espacio para avanzar en el debate sobre la legislación del aborto o para otras causas que defienden.

Pero ojo: No todos quienes hoy celebran la sentencia absolutoria para Evelyn Hernández, lo ven como un paso hacia la liberalización del aborto. Lo ven como lo que es: un paso para consolidar el Estado de Derecho. En el debate sobre el aborto la mayoría ni siquiera ha entrado. Pueden en el futuro convencerse que un siguiente paso para consolidar el Estado de Derecho sería necesariamente la despenalización del aborto, pero ojo en la palabra 'convencer’. Siempre he dicho que para proponer reformas como el matrimonio igualitario o la liberalización del aborto, antes tiene que crearse una mayoría social sólida y convencida. Esto requiere mucho debate, mucha tolerancia, mucha labor de construir consensos. Y que todos se abstengan de intentos de imposición.

Que bueno sería que el desenlace feliz del caso Evelyn no fuera un punto más de división de nuestra sociedad, sino un punto de partida para la construcción de consensos para una sociedad más liberal y tolerante.

Saludos, 

sábado, 17 de agosto de 2019

Carta sobre el Chaparral: La primera prueba para el gobierno. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 17 agosto 2019


La del Chaparral es la primera crisis que enfrenta el gobierno Bukele. Obviamente, el estado desastroso de este megaproyecto es culpa de los gobiernos anteriores y sus decisiones en el ámbito de la política energética. La historia del Chaparral es una mezcla de políticas erróneas, incapacidad de gestión y corrupción. El factor corrupción ya está siendo investigado por la fiscalía – y tiene que ver con la última vez que la construcción de la presa se paralizó, y cómo el gobierno de Funes manejó esta crisis: pagando 30 millones de dólares extra a la empresa constructora que había abandonado el proyecto. El porcentaje acostumbrado de 'comisión' sobre esta ‘indemnización’ terminó en cuentas panameñas relacionadas a Mauricio Funes... y al fin en el Spa de su amante.

Hoy, seis años más tarde, nuevamente el proyecto Chaparral está paralizado, por una disputa entre la CEL y la empresa rusa que instala las turbinas. El presidente Bukele dijo en Twitter: “Creo que es mejor detenerlo.”

En un caso tan delicado, donde cualquier decisión que se tome nos costará cientos de millones de dólares, es totalmente inapropiado e irresponsable que el presidente de la República emita lo que él ‘cree’. 700 millones de dólares (esta es la cifra que el mismo presidente manejó en twitter sobre el costo que está alcanzando el proyecto Chaparral) no son asunto de creencias, sino que requieren información sólida y análisis de las diferentes opciones de solución y sus respectivos costos y beneficios.

Aunque este gobierno no ha creado el problema, sí es su deber enfrentarlo y construir la mejor salida. La actual parálisis del proyecto ya es responsabilidad exclusiva de la nueva administración de CEL. El problema es que el gobierno Bukele no ha instalado en la CEL un equipo gerencial capaz de responder a este tipo de problemas y crisis. 

Este es el primer caso donde al gobierno se le pasa factura su negativa de usar los 4 meses entre su elección y su toma de poder para una transición ordenada. El presidente, antes de resultar electo, hubiera tenido que tener a la mano un concepto de política energética, un diagnóstico de las debilidades y riesgos en la CEL, incluyendo del proyecto Chaparral – y un equipo profesional que iba a asumir la conducción del sector energético a partir del 1 de junio, luego de un proceso exhausto de traspaso de información y estudio de opciones concretas.

Nada de esto pasó. No hubo proceso de transición entre la administración saliente de CEL y la nueva. Luego de asumir el poder, el presidente nombró en las instituciones y empresas estatales del sector energético a personas sin conocimiento, sin planes, sin capacidad. El primer presidente de CEL nombrado por Bukele, William Granadino, tiró la toalla a las seis semanas. El mismo presidente admitió que Granadino no se sintió capacitado para el cargo. Lo sustituyó en julio Daniel Álvarez, el recién nombrado director ejecutivo de CEL, que todavía estaba tratando de ubicarse en su nuevo trabajo. En todos estos meses perdidos, nadie atendió las señales que ya anunciaban la crisis con el proveedor ruso que reclamaba decisiones por parte de CEL sobre pagos, plazos, pólizas de seguro para los equipos multimillonarios, etc. Pasaron plazos fatales y nadie hacía nada, porque nadie entendía la problemática...

Estos ya son irresponsabilidades del nuevo gobierno. Uno aspira a gobernar para resolver los problemas que el gobierno anterior no pudo resolver. Uno llega a Casa Presidencial (o a la presidencia de la CEL) conociendo de antemano los problemas y armado de las soluciones. 

Siendo las cosas así, ¿en base de cuáles datos, informaciones, proyecciones y análisis el presidente de la República va a tomar la decisión de suspender o concluir la construcción del Chaparral? Es obvio que ninguna de las dos opciones nos vendrá barata. Suspender un proyecto, en el cual el Estado ya invirtió más de 400 millones, fácilmente costará sumas adicionales iguales o más altas que terminar su construcción, porque las empresas contratadas nos van a demandar en costosos procesos de arbitraje.  

Parece que el gobierno tiene la tentación de suspender el proyecto y echar la culpa al FMLN. Como campaña política para destruir al adversario le puede funcionar, ¿pero funcionaría como política del Estado? No. 

Y no vengan a echar la culpa a los pobladores de la zona del Chaparral, quienes están cerrando el paso de camiones al sitio de construcción, reclamando los beneficios sociales y comunales que gobiernos anteriores les prometieron en el contexto del proyecto de la presa hidroeléctrica. Esto no es ninguna razón para suspender el proyecto. Lo pueden resolver negociando con las comunidades. Lo que están reclamando son las mismas cosas que el gobierno Bukele está ofreciendo en todas partes del país: carreteras, escuelas, casas comunales, canchas... Y si no, igual lo pueden resolver con la policía abriendo los accesos bloqueados. 

El proyecto Chaparral no está paralizado por las manifestaciones de unos campesinos, sino por la incapacidad del gobierno a analizar el problema y tomar decisiones.

Saludos,