Ahora les toca dar el segundo paso: sumar nuevamente sus votos para superar las observaciones del presidente de la República. Hay solo una manera de mostrar que su compromiso con la transparencia es serio: rechazar la exigencia del presidente que esta ley entre en vigencia hasta en un año. Esto sí sería una señal clara hacia la ciudadanía que la corrupción se acabará...
La misión de crear transparencia en el Estado no puede comenzar con unas negociaciones nada transparentes. Por eso, nada de chanchullos; nada de dar al ejecutivo un año tiempo para arreglar (o esconder) las cosas, antes de someterse a un régimen de transparencia.
La ciudadanía espera que ustedes, con la gran mayoría y el apoyo popular que juntos tienen cuando sumen sus votos, rechacen las observaciones del presidente. Que la ley entre en vigencia ya. Sin más demoras. Sin más pretextos. Sin más excusas.
Algunos de los que durante un año han sacado perfil político como ‘promotores’ de la Ley de Transparencia, ya aflojaron, una vez que el presidente mandó sus observaciones. Otros siguen empujando que a esta ley ni se ponga agua ni retrasos. A estos hay que apoyarlos, sin amarres, sin miedos, sin concesiones.
A ningún gobierno le encanta la transparencia, porque es un instrumento ciudadano de control del gobierno. Por esto ningún presidente de ARENA promovió esta ley, y por esto mismo le pone trabas el presidente de turno.
Es una medición de fuerza, no entre derecha e izquierda, sino entre ejecutivo y parlamento. Un asunto de peso y contrapeso. Por esto me encanta que ARENA y FMLN juntos hayan aprobado esta ley. Ojala que nadie se eche para atrás.
Saludos les manda Paolo Lüers
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