Siempre suele ser así: Candidato que
tiene ventaja, no quiere exponerse a un debate público. Dice: ¿Por qué voy a
arriesgarme, si ya voy ganando? Y candidato en desventaja siempre busca el
debate con su adversario, para ganar puntos.
La campaña actual no es la excepción. Por
esto Norman Quijano lo está retando a usted - y no a un debate, sino a varios,
sobre los temas que más preocupan a los salvadoreños: empleo, seguridad,
educación. Igual René Portillo Cuadra está retando a Oscar Ortiz.
Usted se quiere zafar del debate. “No me
voy a prestar a un chambrerío de viajas”, dijo usted, quien siempre está
haciendo hasta lo lingüísticamente imposible para quedar bien con las
feministas y con Vanda. Vaya, pero dejémosle pasar su desliz machista. Luego
usted le explica a las Dignas. Aunque hubiera dicho “chambrerío de viejos”
(políticamente correcto, y además más adecuado dada la avanzada edad que tengo
el honor de compartir con usted y Norman), siempre hubiera sido una falacia
política de grandes dimensiones. Una gran cagada, como decimos, una vez que
dejamos al lado “lo correcto”. Porque mucho más allá de ofender a las mujeres,
usted está insultando a la inteligencia de la ciudadanía entera.
Lo que usted no entiende (simplemente
porque los conceptos de tolerancia, debate y pluralismo no forman parte de su
visión autoritaria y simplista del mundo), es que el verdadero desafío a
debatir no proviene de sus contrincantes, proviene de los ciudadanos. Fue
Herman Bruch, un representante bélico de la sociedad civil, no un vocero de
ARENA, quien le estaba pidiendo enfrentarse a un debate serio y sincero con
Norman. Y a quien contestó con las “viejas”...
En este corto período entre primera y
segunda vuelta, los finalistas tienen dos opciones para tratar de construir su
mayoría: mediante pactos oscuros con personajes oscuros, o buscando convencer a
los ciudadanos mediante sus argumentos y propuestas. Ya vimos a Oscar Ortíz, el
día después de la primera vuelta, negociando con Will Salgado – y seguramente
ya estaban esperando en la antesala emisarios de ARENA, queriendo susurrarle al
oído al alcalde migueleño...
Te puedo asegurar que esto no funciona,
ni para el FMLN ni para ARENA. Tony Saca ya dijo en público: “Estos votos no
son míos, vengan a convencer a la gente, no a mi.” Y tiene razón. La única
manera de construir mayoría no es con pactos, mucho menos con liderazgos
desprestigiados. La única vía es ir al encuentro de la gente, con argumentos. Y
el método más eficiente de ir al encuentro de los ciudadanos, en tan corto
plazo, es el debate. ¿Por qué no convocan un town meeting en San Miguel, con las fórmulas que quieren participar, en vez de
tratar de comprar el apoyo del alcalde?
Usted va a escuchar esta demanda por
donde vaya: Si tiene ideas, expóngalas frente al adversario y al pueblo. Si
tiene propuestas, arguméntalas. Si tiene críticas al candidato de ARENA,
encárelo. Sus mismos simpatizantes lo están pidiendo: Quieren sentir el orgullo
de ver a su candidato defendiendo la causa que comparten.
Bueno, si no tiene argumentos, o si no se
siente capaz de sostenerlos en un debate, o si piensa que su causa es
indefendible - entonces tiene razón: Mejor siga corriéndose del debate y del
escrutinio ciudadano.
De veras lo quiero ver defendiendo su
causa, Leonel. Tal vez no me convence, pero por lo menos me permitiría
guardarle respeto. Como siempre lo tuve a Schafik.
Paolo Lüers
(Más!/EDH)