Señor presidente López Obrador:
El 30 de mayo usted mandó una carta a Trump
que me pareció tan buena que tuve la sensación de publicarla
inmediatamente. El presidente de un país vecino retando públicamente a
Trump y rechazando su intento de extorsión porque Trump había dicho a
México: o ustedes se encargan a detener el flujo de migrantes
centroamericanos antes de que lleguen a nuestra frontera, o vamos a
imponerle aranceles a cada importación mexicana a Estados Unidos…
Usted le contestó: “Los
problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas.
¡Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho!”
Me hubiera gustado una respuesta aun
más clara, diciéndole a Trump sin ningún rodeo: México y su gobierno no
se dejarán extorsionar. Pero no fue por esto que decidí no publicar su
carta. No la publiqué porque me dije: mejor espero ver cuáles serán las
respuestas reales de AMLO. No vaya ser pura retórica, como es tan común
en la política mexicana…
Y cabal, resultó siendo pura
retórica. Hoy se publica que el canciller mexicano, luego de pasar días
en Washington sin que nadie le entendiera, “negoció” un acuerdo con
Estados Unidos: México va a mandar 6,000 efectivos de su recién formada
Guardia Nacional a la frontera con Guatemala para detener a los
migrantes. O sea, México le va a cuidar la frontera a Trump, pero lejos
de Estados Unidos, en la frontera con Centroamérica. Y por su parte, el
presidente Trump, en un gesto generoso, va a abstenerse a cobrarles
renta a los importadores mexicanos. Perdón, aranceles.
Esto, estimado señor presidente, no
es negociación, es rendición. Es sumisión. Es aceptar la extorsión. Tuve
razón de no publicar su carta porque fue pura retórica al mejor estilo
del PRI, que todavía hablaba de la revolución mexicana mientras le
negaba dignidad y democracia a los mexicanos.
Contra mucha preocupación y oposición, usted formó la Guardia Nacional, una policía militarizada. Su discurso decía: no se preocupen, estas unidades militares nunca se emplearán para violar los derechos humanos, se forma exclusivamente para derrotar al crimen organizado. Bueno, hoy su Guardia Nacional va a cazar inmigrantes centroamericanos en su frontera sur, para que Donald Trump no tenga problemas en su frontera norte.
Contra mucha preocupación y oposición, usted formó la Guardia Nacional, una policía militarizada. Su discurso decía: no se preocupen, estas unidades militares nunca se emplearán para violar los derechos humanos, se forma exclusivamente para derrotar al crimen organizado. Bueno, hoy su Guardia Nacional va a cazar inmigrantes centroamericanos en su frontera sur, para que Donald Trump no tenga problemas en su frontera norte.
No sé cuánto tiempo van a necesitar los ciudadanos para descubrir la realidad detrás de las retóricas de líderes oportunistas. Por el momento, las retóricas parecen funcionar en nuestros países. Pero como dicen que dijo Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
Saludos a los mexicanos,
( MAS! y EL DIARIO DE HOY)