lunes, 3 de mayo de 2004

Sólo preguntando

Como en el caso Federico Bloch todo lo que va más allá de los meros hechos deducibles de la escena del crimen queda envuelto en un manto de silencio, no puedo opinar sobre este caso de trascendencia nacional. En un momento en que nadie habla en voz alta, pero todo el mundo, en privado, divulga especulaciones y teorías de las más insólitas, sólo me queda decir: me niego a opinar, porque para opinar primero necesito información; pero también me niego a callar, ya que en este tipo de casos, el silencio es lo que provoca más especulaciones, más veneno, más daño. Entonces, sólo me queda preguntar.

¿Por qué nos enteramos de la renuncia de Federico Bloch a TACA solamente después del asesinato? Cuando en la noticia sobre su muerte se habla del ex-presidente de TACA, ejecuto una rápida búsqueda en Internet. Sólo encuentro dos menciones muy escuetas de su renuncia en fechas anteriores a su muerte. Una en un servicio informativo de la industria aérea, llamado speednews.com, con fecha del 23 de abril:

“Federico Bloch this week announced his resignation as CEO of TACA. Roberto Kriete, Chairman, assumed Bloch's duties.” Nada menos, nada más.

La otra mención, casi igualmente escueta, salió el mismo día 23 en el vespertino salvadoreño El Mundo:

“El presidente del Grupo Transportes Aéreos del Continente Americano (TACA), Federico Bloch renunció a su cargo después de varios años de estar dirigiendo las operaciones de la compañía, pero no se dieron detalles de su retiro.” Siguen algunos datos sobre la trayectoria de Federico Bloch, pero ningún elemento que explica la renuncia.

En La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, los dos diarios de mayor circulación y a los cuales normalmente no se escapa una noticia de tal trascendencia, no encontré nada, hasta después del asesinato. Supongo que las noticias del 23 en El Mundo y en speednews.com tienen que haberse originado en algún tipo de comunicado o de TACA o de Federico Bloch, y si es así, tiene que haber llegado también a los demás medios. Es más, tendría que haber estrellado como una bomba en la mesa de economía de cualquier medio. Esto me lleva a la segunda pregunta, que es una variación de la primera: ¿Cómo explicar que la renuncia del presidente de la compañía más poderosa de Centro América no se ha convertido en noticia del día, no ha generado debate, análisis, editoriales?

Imagínese que Bill Gates declarara que renuncia a Microsoft por razones familiares. Imagínese que este hecho sólo se reportara en un periódico estadounidense de segunda categoría (con el perdón de los colegas del Mundo), mientras que el Wall Street Journal, en New York Times y el Washington Post (con el perdón de estos tres periódicos de compararlos al Diario de Hoy o La Prensa Gráfica) guardaran silencio... Simplemente no se puede imaginar este caso.

Y para completar esta pregunta clave: ¿Cómo además se explica que la renuncia del ejecutivo probablemente más importante de Centro América ni siquiera se convierta en el centro de atención después de su muerte violenta ocurrida a pocos días de su no anunciada salida de la presidencia ejecutiva de TACA?

Por más que uno trata de encontrar sentido en todo este asunto, más preguntas surgen: ¿Por qué el sitio web oficial de la línea aérea taca.com, en su página news.taca.com, es tan escueto sobre el caso Bloch? Durante los primeros días después del asesinato de su principal ejecutivo, TACA en su página web se redujo a un comunicado que es tan escueto y frío que a mí, cuando lo leí por primera vez el día siguiente al asesinato, me dejó helado:

“El GRUPO TACA, ante el trágico fallecimiento del Ing. Federico Bloch, quien durante más de 25 años formó parte de su cuerpo de ejecutivos, aportando a la empresa su visión, liderazgo, profesionalismo y valiosa experiencia, lamenta y repudia ese hecho de violencia. Confía en que las autoridades respectivas pondrán al servicio de la investigación y esclarecimiento de este suceso todos los recursos a su alcance. Los directivos, vicepresidentes y personal de las diferentes áreas del GRUPO TACA, con quienes estableció invaluables relaciones profesionales y de amistad, se unen en el dolor por tan infausta noticia y expresan a madre, doña Carmencita de Bloch, a su esposa Jacqueline, hijos y demás familia, su más sentido pésame y elevan sus oraciones por el eterno descanso de su alma.”

Ni una palabra sobre su renuncia (no se puede adivinar hasta qué fecha llegaron los 25 años). Y obviamente, si no se menciona la renuncia, no se pueden mencionar las razones. Repito: sólo estoy preguntando, no tengo ninguna información sobre las circunstancias de la separación de Federico Bloch de la TACA, mucho menos de una posible relación con su muerte. Pero, si no se habla del asunto, si todo el mundo lo envuelve en silencio, es inevitable que la gente se haga tres preguntas feas: ¿No será que lo renunciaron? En este caso, ¿cuál puede ser la razón que no se puede decir? Y la más fea de las preguntas que el silencio provoca: ¿No habrá una conexión entre la razón de la renuncia y la razón del asesinato?

Envolver un caso tan espectacular como el trágico asesinato de uno de los empresarios más prominentes del país en silencio tiene su precio: las preguntas feas, la especulación desenfrenada. Con un daño grave a la familia, a la empresa, al país.

Todas estas preguntas, por lógica y oficio, tienen que haberse hecho los investigadores de la fiscalía y de la PNC encargados del caso. Entonces, ¿con base en qué información no divulgada el director de la PNC insiste en adjudicar el asesinato de Federico Bloch al crimen común?
Tiene que ser información no divulgada, ya que toda la información hasta ahora publicada no apunta en esta dirección, a menos que el asesinato al clásico estilo ejecución ya sea considerado común en El Salvador. Entrando en esta materia, surgen un montón de preguntas: ¿Por qué los asesinos, quienes ya tenían en su poder a la víctima en su propio vehículo, optan por ejecutarlo casi en público, cerca de la entrada a un recinto residencial de familias casi tan pudientes como Federico Bloch? ¿Por qué no lo mataron en un lugar donde no hay testigos y dejan el cuerpo en un barranco de una zona marginal, con toda la seguridad de que todo el mundo va a culpar a las maras? ¿Por qué la policía llega con tanto atraso a la escena, aunque el hecho fue reportado como asesinato de manera inmediata? ¿Por qué después los expertos de la policía criminal necesitan otras 8 horas para llegar al lugar y asegurar las evidencias?

El problema en este tipo de casos es que una vez que se comience a preguntar y a desconfiar de la los medios reportaron que el presidente de Nicaragua viajó a San Salvador para expresar a la familia Bloch sus condolencias, pero no hubo indicios que hiciera lo mismo el presidente de El Salvador? ¿Por qué participó en la ceremonia fúnebre en el lago de Coatepeque el presidente de Honduras, pero nuevamente no el presidente de El Salvador?

Que nadie se equivoque: todas estas preguntas no me las invento yo; se las hacen miles de personas en El Salvador y, por la importancia internacional del trabajo realizado por Federico Bloch en el mundo, sobre todo en el contorno internacional de la industria aérea. Yo sé que es delicado y sensible el tema y que duelen las preguntas, pero no se enojen con el mensajero. Formular todas estas preguntas hubiera sido responsabilidad de los principales medios de comunicación. No lo hicieron. Lo evadieron y siguen haciéndolo.

Puedo entender el silencio de los afectados, ciertamente de la familia que tiene todo el derecho de no hablar en público sobre su trágica pérdida; y hasta cierto punto también de TACA. Pero los medios de comunicación, los periódicos, los periodistas, ¿qué razón válida pueden tener de no decir la verdad, o cuando la verdad sigue oculta, por lo menos hacer las preguntas pertinentes? (Publicado en El Faro)