sábado, 28 de septiembre de 2013

Carta a ARENA

Estimados dirigentes de ARENA:
“Quien llora ya perdió.” Palabra de mi mamá. Nunca aplicó esta sabiduría a ninguno de sus 8 hijos cuando lloramos después de un evento doloroso. No, nada de machismo, como el de mi papá, que vio a uno llorar con la pierna fracturada y decía: “Un muchacho alemán nunca llora.” No, mi mamá se refirió a llorar antes. Esto, para ella, era anticipar la derrota o la desgracia – y esto no valía...


¿Por qué les cuento esto a ustedes que dirigen un partido opositor y una campaña presidencial? Pues, para decirles que dejen de lloriquear que les van hacer fraude electoral.
No estoy diciendo que dejen de armar pleito donde hay que pararse firme. Claro que tienen que exigir al Fiscal General que no nombre a una militante del FMLN (o de cualquier otro partido) como fiscal electoral. Hagan la batalla, pero sin llorar, sin hablar de fraude. Hablen de legalidad.
Tampoco estoy diciendo que no enfrenten las payasadas de Walter Araujo. Pero enfréntenlas políticamente, desarmando sus discursos - o dejándolos caer en ridículo, pero sin adjudicarle superpoderes de fraude que no posee ni él, ni el TSE en general. Araujo ya se autodestruyó, dejen que se siga desprestigiando solito, dentro o fuera del TSE. Más bien, úsenlo como ejemplo vivo de la necesidad de reformar el Tribunal para que sea una instancia independiente, profesional y confiable. Pero no lo usen para lamentar un fraude que está fuera de su alcance.
Tampoco estoy objetando que reten al Tribunal Supremo Electoral a que compruebe la idoneidad de las empresas que contrata para la transmisión y el procesamiento de los datos electorales. Háganlo, pero con argumentos técnicos, no con fantasmas..
La confiabilidad del proceso electoral muy poco depende de las buenas o malas intenciones de los magistrados. Depende principalmente de la capacidad de los partidos de formar aparatos de vigilancia electoral fuertes, motivados, bien capacitados, muy organizados y coordinados... e incorruptibles. Esa es la garantía de la integridad del proceso electoral. Si este aparato funciona, ni Walter Araujo ni una fiscal electoral del Frente juntos pueden cometer un fraude. Ni metiendo empresas venezolanas en la parte de procesamiento de datos...
No confundan la beligerancia, que es necesaria para defender la limpieza del proceso electoral, con lamentos y lloriqueos. El que no entiende esto, se expone a la sospecha de querer matar su chucho a tiempo, anticipando que posiblemente va a perder.
Háganle caso a  la sabiduría de mi mamá. Saludos, Paolo Lüers 
@paololuers
(Más!/EDH)