Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 7 mayo 2020
Todo el mundo habla de las barbaridades que Usted dijo el martes por la noche en cadena nacional. Si no, revise la prensa de Costa Rica. Nunca he visto que en un país los medios y los políticos de todos los colores coincidan tanto en burlarse del jefe de Estado de un país vecino de la manera como hoy opinan sobre Usted y sus declaraciones infortunadas sobre el manejo de la epidemia en Costa Rica.
Yo voy a hablarle de los temas y problemas que Usted ni siquiera mencionó en su mensaje. A veces lo que no se dijo resulta mas significativo que lo dicho.
Ni una palabra sobre el problema de los ciudadanos varados en otros países por el cierre de fronteras y aeropuertos: 5,000 compatriotas, que tienen mes y medio de no pueden regresar, merecen una respuesta del presidente, y no solo las declaraciones evasivas de sus funcionarios.
Tampoco Usted consideró necesario dirigirles una sola palabra a los miles de ciudadanos retenidos en los llamados centros de contención. Todos hemos visto las escenas dramáticas de desesperación de los recluidos, muchos de ellos en instalaciones inadecuadas, y todos sin tener respuesta de las autoridades sobre su condición. No dirigirse a ellos y ofrecerle soluciones expresa una indiferencia intolerable. Es más, su gobierno debería tener listo un plan de disolver estos centros de contagio y humillación.
Yo hubiera esperado de Usted unas palabras de disculpa y empatía para la familia del Ing. Óscar Méndez, quien murió en uno de esos centros de confinamiento, obviamente por negligencia de las autoridades, que tienen la tutela sobre la gente que privan de su libertad. Es el colmo de cinismo que Usted sí mencionó el caso, pero tratando de evadir la responsabilidad de su gobierno. Ya su ministro de Salud mostró su insensibilidad, mandando condolencias a la familia, pero mostrando que ni siquiera estaba bien enterado de las circunstancias del fallecido. Por lo menos el ministro luego se disculpó, mientras que Usted, en su discurso, asumió la pose de un presidente que personalmente estaba pendiente de este caso especifico durante varios días.
El vacío más grande que dejó en sus declaraciones coincide con el tema que cada día más preocupa a los ciudadanos: ¿Cómo vamos a pagar los 4,000 millones de nueva deuda, si nadie trabaja, produce o comercia? Por una parte, Usted se comprometió con los empresarios y su gremial ANEP a que en 15 días comienza la apertura gradual de la producción y del comercio. En vez de reafirmar este compromiso en su mensaje al pueblo, dijo que tal vez, si se lograra “aplanar la curva” del desarrollo de la epidemia, se podrá pensar en la apertura. En otras palabras, no existe un compromiso firme por parte suya de que la cuarentena obligatoria y las restricciones al derecho al trabajo terminen al terminar la vigencia del decreto de excepción aprobado en el madrugón del lunes pasado.
Con todas esas evasiones, indefiniciones y faltas a la transparencia, será imposible crear confianza en la manera como su gobierno enfrenta las dos crisis, la de salud y la económica.
Saludos,