Hace ratos que han llegado a una propuesta común para la reforma de
pensiones. Han pasado meses discutiendo con el gobierno y con el FMLN.
Con los más sensatos (todo es relativo en la vida) en el gobierno ya
había acuerdos que iban a aceptar la propuesta consensuada de los
partidos. El gobierno necesita la reforma, porque le da alivio en su
crisis fiscal, con su déficit y con el peligro de caer nuevamente en
impago.
Pero siempre los no sensatos, principalmente en el FMLN, donde obviamente son la mayoría, bloquean un acuerdo. Porque el partido necesita que no haya reforma de pensiones, porque piensan (además equivocadamente) que con su arenga contra las AFP, el capitalismo como tal y la oligarquía pueden movilizar votos.
El presidente, como de costumbre, no toma decisiones.
Ahora anunciaron los del Frente que van a presentar una séptima propuesta. Será otro refrito de su plan original, que deja la puerta abierta para caer a los ahorros de los cotizantes para así resolver su problema fiscal.
Siendo las cosas así, ya no esperen el milagro de un gran acuerdo nacional con el FMLN. Está bueno que hayan incansablemente buscado el consenso que teóricamente este tipo de problemas nacionales necesitan. Pero ahora seguir esperando el milagro que Carlos Cáceres, Lorena Peña y los otros intransigentes entren en razón ya no será paciencia, sino sería ingenuidad.
Es hora que hagan uso de la mayoría que entre ustedes tienen en la Asamblea y aprueben la reforma de pensiones – con los votos que tienen. La propuesta está bien hecha, los números y proyecciones han sido calculados y recalculados por expertos. El gobierno tendrá un importante alivio fiscal que le permitiría evitar caer en impago.
¡Aprueben esta reforma ya!
Conozco el argumento en contra: El presidente puede vetar la reforma. Correcto, lo puede hacer. Pero lo importante es que si ustedes aprueban, con los votos que tienen, la reforma de pensiones, por lo menos obligan al presidente a tomar posición y una decisión clara.
Es lamentable que esto sea la única forma de despertar al señor presidente y obligarlo a tomar una decisión. Pero esto no es culpa de ustedes, sino plena responsabilidad del presidente y del Frente que lo ha colocado en la presidencia, sabiendo que no le gusta enfrentar los problemas del país y tomar decisiones, a menos que hasta el último en el partido esté de acuerdo.
Así que no tengan miedo, no caigan de paciencia en negligencia: Pasen la reforma de pensiones por la Asamblea. Con el riesgo que el presidente la vete. Por lo menos él y su partido tendrán que asumir las consecuencias e ir a las elecciones desnudos.
No puede ser que los insensatos y los incapaces de tomar decisiones sigan bloqueando una reforma necesaria para el país. Saludos,
(MAS! / EL DIARIO DE HOY)