Estimado
amigo:
Vos ya estás acostumbrado a que los imbéciles de
este país, que no son pocos, te ataquen, te hagan burla, te insulten. Lo que me
encanta de vos es que te vale.
Por tanto, no hace falta consolarte por toda esta basura que salió a la luz a raíz de una foto que salió de vos a la par del canciller Hugo Martínez, presentándote como “embajador de marca país”. Y como los intolerantes también suelen ser ignorantes, tal vez pensaban que Hugo te había nombrado embajador para representar al país en alguna capital del mundo. Y pegaron el grito a lo ancho de Twitter, Facebook, y seguramente de todos los chupadero de machos…
De paso sea dicho: Si Hugo te hubiera nombrado embajador en Paris, Berlin o Roma, le hubiera felicitado. Ninguna ofensa a los señores embajadores en estas capitales, a los cuales desconozco - pero sí conozco algunos embajadores salvadoreños, que no tienen ni de cerca la calidad humana y profesional tuya.
Los imbéciles pegaron el grito de indignación por tu orientación sexual y tu manera de vestirte. “¿Cómo nos va a representar a los salvadoreños un perverso? ¿Qué van a pensar de nosotros?” Pero los mismos imbéciles parece que se ven bien representados por Sigfrido Reyes y José Luis Merino, ambos altamente cuestionados por enriquecimiento ilícito; ambos sí representando oficialmente a El Salvador ante el mundo; ambos con elevados salarios y viáticos, aparte de la inmunidad que les garantiza su cargo…
Pero te atacan a vos, quien por buena gente se dejó embaucar, no sé por quién, para dar la cara por la campaña “marca país”, que el gobierno se ha inventado para pintar de bonito un país que ellos mismos han llevado a estado fallido. Lo único que los imbéciles unidos han logrado con sus ataques de intolerancia es darle validez a esta farsa de “marca país”. No cuestionan la farsa, pero cuestionan al único componente decente de esta campaña, que son los tipos buena onda como vos, que por amor al país se dejaron convencer a participar en ella, sin cobrar nada - y con el peligro de hacerse los ridículos, ya que se van a topar afuera con una “marca país” ya establecida, que es muy diferente: marcada por pandilleros que matan a policías, por policías que ejecutan a pandilleros, y por corruptos que gozan de inmunidad.
Conozco a varios de los “embajadores de marca país”, y todos son como vos: buena gente, tal vez un poco ingenuos, pero actuando por amor al país, porque les da pena cómo nos ven en el mundo.
Mientras todavía las fotos tuyas con los enfermizos comentarios se viralizan en las redes, nadie cuestiona que hayan escogido a Guillermo Gallegos para encabezar una delegación a Washington para mejorar la mala imagen de El Salvador, la cual el gobierno del FMLN ha creado con su apoyo a dictaduras y su tolerancia con escuadrones de la muerte.
¿Es Gallegos un digno representante de El Salvador, pero vos no? Es al revés. Gallegos dentro de poco va a enfrentar un juicio por enriquecimiento ilícito; y como no logra realizar su sueño de implementar la pena de muerte, apoya a los escuadroneros que la aplican al margen de la ley. Según los imbéciles, este señor sí los puede representar dignamente, pero no un artista reconocido, pero controversial por la franqueza con la cual vive su homosexualidad. Vos sos honesto y transparente, mientras Sigfrido, Merino y Gallegos son cuestionados por corrupción. Ellos pueden representar al país y cobrar caro, pero vos no puedes representarlo ad honorem. El mundo al revés…
Siga adelante, Rossemberg, así como sos. Te saluda Paolo Luers
(MAS! / EL DIARIO DE HOY)