Estimados diputados:
A ver si entre ustedes hay un cuerdo y valiente que presente en la próxima plenaria la siguiente iniciativa: “Esta Asamblea no designa a ninguna delegación oficial a viajar a Roma para representar a este Órgano del Estado en la canonización de monseñor Oscar Arnulfo Romero, porque no corresponde a las funciones que la Constitución nos asigna. La Asamblea otorgará permiso sin goce de sueldo a cualquier diputado, quien a título personal y pagándose el viaje decida asistir a dicho evento.”
Fuentes de la Asamblea dieron a conocer que los diputados Francisco Merino del PNC, Numan Salgado de GANA, y Nidia Díaz del FMLN viajarán a Roma en representación de la Asamblea. Según reportes periodísticos, la Asamblea gastará $8,831.29 solo en boletos aéreos: $4,264.05 para el boleto de Chico Merino; $3,070.09 para el boleto de Numan Salgado; y $1,526.15 para el boleto de Nidia Díaz.
¡Que raro! Las líneas aéreas ofrecen boletos ida y vuelta San Salvador-Roma, clase económica, entre $1,000 y $1,200. Y varias agencias de viaje ofrecen paquetes completos por $2,341.00, que aparte del vuelo incluyen hoteles, desayunos para 6 días – y hasta excursiones a Venecia y Florencia.
No, pero esto solo es para la gente honrada. Nuestros diputados, aparte de gastar en boletos a precios exorbitantes, recibirán entre $3,956.25 (Nidia Díaz) y $4,736.25 (Salgado y Merino) en viáticos. Esto es, para decirlo sin ofender, escandaloso. Ustedes tienen que revertir esta decisión, sea quien sea quien la haya tomado.
Pero no solo es el problema de los costos y de la sinvergüenzada de cobrar tantos viáticos. Más allá de esto es un problema institucional y político. Institucional, porque constitucionalmente no le corresponde a la Asamblea (ni al gobierno, ni al órgano judicial) hacerse representar en actos religiosos. Somos un Estado laico, y por más importante que la canonización sin duda es para la nación salvadoreña, no es un asunto del Estado.
Y el problema político: ¿Realmente nos sentiremos dignamente representados, en un evento de importancia global y con tanto peso ético como la canonización de monseñor Romero, por Francisco Merino?
Los que deben asistir a este evento, representándonos ante los ojos de todo el mundo, son los personajes con más peso moral y estatura ética de nuestro país, no funcionarios mediocres y de dudosa reputación. Muchos de ellos son representantes de comunidades humildes, pero estoy seguro que habrá fondos privados para financiar estos viajes.
A ver si entre ustedes hay un cuerdo y valiente que presente en la próxima plenaria la siguiente iniciativa: “Esta Asamblea no designa a ninguna delegación oficial a viajar a Roma para representar a este Órgano del Estado en la canonización de monseñor Oscar Arnulfo Romero, porque no corresponde a las funciones que la Constitución nos asigna. La Asamblea otorgará permiso sin goce de sueldo a cualquier diputado, quien a título personal y pagándose el viaje decida asistir a dicho evento.”
Fuentes de la Asamblea dieron a conocer que los diputados Francisco Merino del PNC, Numan Salgado de GANA, y Nidia Díaz del FMLN viajarán a Roma en representación de la Asamblea. Según reportes periodísticos, la Asamblea gastará $8,831.29 solo en boletos aéreos: $4,264.05 para el boleto de Chico Merino; $3,070.09 para el boleto de Numan Salgado; y $1,526.15 para el boleto de Nidia Díaz.
¡Que raro! Las líneas aéreas ofrecen boletos ida y vuelta San Salvador-Roma, clase económica, entre $1,000 y $1,200. Y varias agencias de viaje ofrecen paquetes completos por $2,341.00, que aparte del vuelo incluyen hoteles, desayunos para 6 días – y hasta excursiones a Venecia y Florencia.
No, pero esto solo es para la gente honrada. Nuestros diputados, aparte de gastar en boletos a precios exorbitantes, recibirán entre $3,956.25 (Nidia Díaz) y $4,736.25 (Salgado y Merino) en viáticos. Esto es, para decirlo sin ofender, escandaloso. Ustedes tienen que revertir esta decisión, sea quien sea quien la haya tomado.
Pero no solo es el problema de los costos y de la sinvergüenzada de cobrar tantos viáticos. Más allá de esto es un problema institucional y político. Institucional, porque constitucionalmente no le corresponde a la Asamblea (ni al gobierno, ni al órgano judicial) hacerse representar en actos religiosos. Somos un Estado laico, y por más importante que la canonización sin duda es para la nación salvadoreña, no es un asunto del Estado.
Y el problema político: ¿Realmente nos sentiremos dignamente representados, en un evento de importancia global y con tanto peso ético como la canonización de monseñor Romero, por Francisco Merino?
Los que deben asistir a este evento, representándonos ante los ojos de todo el mundo, son los personajes con más peso moral y estatura ética de nuestro país, no funcionarios mediocres y de dudosa reputación. Muchos de ellos son representantes de comunidades humildes, pero estoy seguro que habrá fondos privados para financiar estos viajes.
Ustedes, los diputados, olvídense de Roma y dedíquense a sus tareas incumplidas: elegir a los mejores magistrados; estudiar el presupuesto 2019, que tiene que dar viabilidad al gobierno saliente como al que asumirá en junio próximo; preparar las condiciones para que la elección del fiscal general no se convierta en otro desastre que ponga al país en crisis institucional.
Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)