Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 20 mayo 2021
A quien corresponda:
Realmente no sé a quién dirigir esta correspondencia, porque no sé quién es la CICIES y a quién responde. Al principio todos pensábamos que era de Félix Ulloa, pero al fin ni este juguete le dejaron. El otro padrino fundador fue la OEA, o sea su secretario general. Pero esto fue en tiempos de Trump, cuando Luis Almagro todavía se codeaba con Nayib Bukele y no con sus opositores, como hoy. Y el tercer padrino fue el fiscal general Melara, ya que la Constitución manda que la CICIES sólo podría convertirse en instrumento de investigación como entidad auxiliar de la Fiscalía.
Ahora Trump es historia y Biden quiere que se combata la corrupción. Luis Almagro, que fue amigo de Bukele, ya tampoco aguanta sus berrinches y abusos. Al Fiscal General lo desbancaron y pusieron uno fiel a Bukele. Y Ulloa ha desaparecido en la absoluta irrelevancia, donde sólo lo dejan jugar a prócer de una nueva República con una nueva Constitución, sin decirle que de todas formas la van a redactar en Casa Presidencial.
Entonces, ¿sobre qué fundamento está parada la CICIES, a quién rinde cuentas, con quién interactúa para cumplir su misión de combatir la corrupción y la impunidad? Ninguna de estas preguntas tiene respuesta, porque la CICIES está en el aire…Antes de las elecciones de febrero 2018, surgió un intenso debate sobre el futuro de la CICIES. Muchas de las organizaciones y personalidades comprometidas con la defensa de la Constitución y la lucha contra la corrupción comenzaron a hacer lobby en Washington y en nuestra Asamblea en favor de un decreto legislativo para reformar la CICIES y garantizar su independencia. No depender del ejecutivo es condición indispensable para una Comisión Internacional contra la Impunidad, porque principalmente es al gobierno de turno que se trata de investigar.
Yo no participé en este debate, sólo expresé mis dudas. Mi argumento: ¿Cómo piensan ustedes que puede funcionar una CICIES en caso que el Ejecutivo, en las próximas elecciones, asuma control de la Asamblea y ponga a un fiscal sin ninguna independencia del mismo Ejecutivo? Propuse esperar hasta después de las elecciones, para luego analizar si en la situación nueva de El Salvador cabría una CICIES independiente.
La interrogante principal sería: ¿Existe todavía una Fiscalía independiente que pueda investigar a funcionarios del gobierno y cooperar con una CICIES?
Ahora esta interrogante ya tiene una respuesta contundente: No. Bukele, mediante su control de la nueva Asamblea, desbancó al Fiscal General. No era que Raúl Melara fuera una maravilla, pero por lo menos no recibía órdenes de Casa Presidencial. El fiscal general de facto que instalaron obviamente no puede ser contraparte de una CICIES que tome en serio su mandato. La Fiscalía no dará continuidad a ninguna investigación del fraudulento manejo que varios ministerios del gobierno Bukele han hecho con los fondos de emergencia. La Fiscalía, controlada por Casa Presidencial a través de Rodolfo Delgado, dirigirá toda la fuerza investigativa contra los alcaldes y diputados salientes de los partidos de oposición y contra los empresarios que no entren en el pacto nicaragüense con el gobierno: dejar la política al gobierno, no vincularse con la oposición, y gozar de buenas condiciones para sus negocios. La CICIES no puede ser cómplice de esto.
En esta situación, con esta Fiscalía, ¿qué piensa hacer la CICIES? Más bien, ¿qué está haciendo la CICIES ante las flagrantes violaciones a la Constitución cometidas por la nueva Asamblea? ¿Está pronunciándose contra los delitos que cometieron quienes desbancaron a la Sala de lo Constitucional y al fiscal general? ¿Sigue investigando a los ministros de Hacienda y Salud y a los exministros de Seguridad y Agricultura? ¿Cómo piensa hacerlo, sin una Fiscalía General legítima?
Es hora para la CICIES de doblar las tiendas de campaña en El Salvador. Es hora para Washington, Naciones Unidas y la OEA de comunicar al mundo que en El Salvador no hay condiciones para investigaciones serias e independientes de la corrupción e impunidad. Todo lo demás, incluyendo el silencio, sería mentira y complicidad.
No sé quién va a tomar la decisión necesaria de desmontar la CICIES. O más bien, apagar el horno incubador del cual nunca salió la CICIES. Mientras tanto, publico esta carta y la haré llegar a Luis Almagro. Sin la cobertura institucional de la OEA, no puede seguir funcionando ninguna CICIES.
Saludos,