"No hace falta que un juez me declare rebelde. Yo me declaré rebelde con18 años y lo he sido hasta la fecha. A toda honra." PAOLO LUERS
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Para el 2 y 3 de diciembre está convocada la audiencia, en la cual el Juez de Instrucción Harold Iván Córdova Solís decidirá mandarme a juicio o no. No hay manera de saber si se va a celebrar o postergar. De todos modos, no voy a estar presente. No voy a defenderme ante un juez que recientemente, en el caso contra el expresidente Cristiani y el Dr. Rodolfo Parker ha demostrado que toma decisiones fuera de la ley. No voy a defenderme ante una justicia, que ha perdido su independencia. El poder que reina me ha declarado enemigo, ya que soy adversario y crítico de su gestión. Como este es un juicio político y mediático, en este terreno me defenderé.
Decidí retirarme de este juicio -y del país- cuando en enero 2022 la entonces titular del Segundo Juzgado de Instrucción de San Salvador, Edelmira Violeta Flores Orellana, una jueza correcta, profesional y valiente, fue removida de su cargo. Ella había mostrado su criterio de independencia rechazando dos veces la solicitud de la fiscalía de ordenar mi detención. Si ella hubiera cedido a la presión, yo hubiera pasado encarcelado desde julio 2020 hasta la fecha. Yo estaba dispuesto a enfrentar las acusaciones ante esta jueza. Estaba ansioso de defenderme. Pero cuando la removieron, era claro que ya no podía esperar un juico justo, en un país sin Sala de lo Constitucional legítima y con un fiscal general a las órdenes del presidente. Varios amigos penalistas, entre ellos defensores, fiscales y jueces, me dijeron que no tendría un juicio justo.
Por tanto, no me defenderé ante una justicia pervertida, sino ante el público. No hace falta que un juez me declare rebelde. Yo me declaré rebelde con18 años y lo he sido hasta la fecha. A toda honra.
En ocasión de la audiencia en el Segundo Juzgado de Instrucción declaro lo siguiente.
1. El juez está obligado por ley a archivar la acusación contra mi persona y no mandarme a juicio, por una razón simple: Al tiempo de los hechos por los cuales se me acusa, febrero 2014, y también cuando se presentó la acusación, en enero 2020, la ley vigente no permitía el enjuiciamiento de acusados ausentes. Mandaba a archivar la acusación. La reforma, que posteriormente permitió el enjuiciamiento de acusados ausentes, data del año 2022 y no puede ser aplicada retroactivamente.
2. Aun si, violando la ley, el juez decida aplicar la reforma del 2022, debe sobreseer definitivamente el caso contra mi, ya que la fiscalía luego de 18 meses de investigación entregó un dictamen de acusación que no contiene ninguna prueba de ningún tipo que sostenga ninguna de las acusaciones contra mi persona. Toda la acusación está exclusivamente fundamentada en las declaraciones de dos testigos criteriados, ambos ex líderes de sus respectivas pandillas MS y Barrio 18-Revolucionarios, quienes luego de su captura negociaron con la FGR su colaboración en varios casos penales contra pandilleros, en los casos contra los mediadores de la tregua y finalmente en el caso contra mi persona. Estas declaraciones falsas y manipuladas no pueden ser admitidas como pruebas, ya que la fiscalía ya ha declarado que no podrá presentar a ninguno de sus dos testigos, ya que han perdido el control sobre ellos y no saben adónde encontrarlos. Esto hace inadmisible sus declaraciones, ya que se hicieron con ausencia de la defensa. Por tanto, la defensa nunca tuvo ni tendría en la vista pública oportunidad de interrogarlos.
Por estas dos razones, más bien por cualquiera de estas dos razones, sería una grave violación a las reglas procesales si el juez Harold Iván Córdova Solís titular del Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador, mandara a juicio mi caso. Si a pesar de todo esto mi caso llegara a vista pública, igualmente no voy a presentarme y ejerceré mi derecho a la defensa ante el público. Entonces, habrá tiempo para entrar en los detalles de la acusación y contrarrestarla públicamente.
Arnd Richard Lüers,
conocido como Paolo Luers,
periodista