El jefe de la bancada opositora, el diputado Alfonso Marquina, tomó la palabra para anunciar que su fracción iba a votar en favor del permiso, pero concluyó su intervención diciendo que tal como el mandatario Hugo Chávez tiene derecho a buscar la mejora en su salud, este derecho también lo tienen los presos políticos que padecen enfermedades serias, algunos de ellos cáncer que no ha sido tratado adecuadamente en el sistema penitenciario.
El mismo día, en la tarde, el presidente Chávez celebró una reunión extraordinaria de su gabinete ejecutivo en el Palacio de Miraflores, para dar las últimas instrucciones antes de su salida a Cuba. Por sorpresa de todos, Chávez introdujo en su discurso televisado en cadena nacional un punto inusual: Dio instrucciones al vicepresidente Elías Jaua a "hacer las gestiones necesarias con el poder judicial y la fiscalía" para asegurar que los 'políticos presos' (porque su gobierno no reconoce la existencia de 'presos políticos') que padecen enfermedades reciben libertad condicional para poder "recibir tratamientos médicos en el seno de su familia".
Como suele pasar en la Venezuela de Hugo Chávez, la orden presidencial se cumplió de manera inmediata. El día martes 19 la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, anunció que se estaba evaluando la situación de 54 'políticos presos', y el día siguiente fue puesto en libertad condicional el primero: Alejandro Peña Esclusa, preso desde hace un año, acusado de terrorismo.
Peña Esclusa sufre de cáncer de próstata, fue sometido a una operación a finales del año pasado, y su esposa ha denunciado durante meses que no estaba recibiendo el tratamiento post-operativo en las instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional SEBIN adonde guarda prisión desde su captura. El día jueves 21 recibió la orden de libertad otro prominente preso político, el comisario policial Lázaro Forero.
Forero sirve una condena de 30 años de prisión por los sucesos del 11 de abril de 2002, en el contexto del golpe de estado contra Hugo Chávez, y también padece cáncer de próstata. Su esposa, quien igual que otras esposas de presos políticas se ha convertido en vocera de un movimiento en pro de los derechos humanos de toda la población reclusa, no sólo de los presos políticos, también había acusado al Estado a haberle negado a su esposo durante 6 meses los exámenes y tratamientos necesarios.
Y en la tarde del mismo día jueves 21, a menos de una semana de los discursos del dirigente opositor Marquina y del mandatario Chávez sobre la situación de los opositores no sólo privados de libertad sino del derecho a su salud, la fiscal general informó que de los 54 casos estudiados ya 44 han recibido la orden judicial de libertad condicional. Otos casos están bajo estudio. Bony Pertínez no sabe si entre los 44 presos que van a reunirse con sus familias y recibir atención médica con doctores y clínicas de su confianza se encontrará su esposo Ivan Simonovis, otro de los comisarios de la Policía Metropolitana presos desde hace siete años.
Bony Pertínez, abogada madre de dos hijos, lleva siete años de trabajar por comprobar la inocencia de su esposo y sus compañeros y de promover ante la justicia nacional e internacional la reapertura de sus casos. En este camino se ha convertido en una respetada dirigente de la oposición política que ahora está analizando la posibilidad de lanzarse como candidata a alcaldesa en uno de los municipios metropolitanos.
En una entrevista con El Diario de Hoy, la esposa de Iván Simonovis explicó que su esposo, a raíz de un accidente que sufrió como paracaidista, sufre de severas lesiones de la espalda que no han sido ni examinadas ni tratadas durante los siete años de su encarcelamiento. "No sé si la repentina generosidad del régimen incluirá a mi esposo. Por el momento no me hago ilusiones", dice con cara de resignación. Pero inmediatamente cuando relata sus conversaciones con las esposas de Alejandro Peña Esclusa y Lázaro Forero su cara se enciende en felicidad: "Ellos han sido los más graves, y al fin recibirán atención médica y el amor de sus familias."
Y agrega, en tono reflexivo: "Ya ves cómo funciona aquí la justicia, sin ni siquiera fingir independencia. Así como por orden del presidente hoy salen en libertad condicional algunos pocos presos políticos -¡gracias a Dios!-, puede ser al revés: que el presidente ordena en público o en televisión que encarcelan a determinado dirigente o disidente, e inmediatamente la fiscalía y los tribunales obedecen..." Bony Pertínez dijo al corresponsal de El Diario de Hoy: "Exijo que mi esposo reciba el mismo beneficio, que no es más que por ley le correspondería. No estamos pidiendo favores, sólo exigimos justicia."
Una de las condiciones que la fiscalía impone a los presos puestos en libertad condicional es que ni ellos ni sus familiares den declaraciones a la prensa. Bony Pertínez, con cierta picardía en su risa, dice: "Por lo menos yo todavía puedo hablar de todo esto. Y sabes qué: Yo a Hugo Chávez le deseo que se cure. Pero también lo deseo, con toda mi alma, a mi esposo y a todos los miles de presos con enfermedades.
Las cárceles nuestras están llenas de enfermos de cáncer y de SIDA, y el Estado no cumple su obligación de custodia con ellos." El diputado Alfonso Marquina, entrevistado el jueves 21 de julio por El Diario de Hoy, declara: "Todavía no sé si esta iniciativa humanitaria del presidente Chávez era la respuesta a mi discurso en la Asamblea Nacional, o si su enfermedad lo ha hecho reflexionar. De todos modos, hizo lo correcto. Por primera vez la total falta de independencia de nuestra justicia y fiscalía beneficia a la justicia."
(El Diario de Hoy)