Comunicaste en facebook que este sábado 31 de diciembre saldrá tu última columna en El Diario de Hoy: “Nunca más escribiré sobre temas políticos.” Me imagino que explicarás tu decisión en su última columna – y que tenés buenas razones. De todas formas hay que respetarlas. Sin embargo, puedo cuestionarlas.
El problema es que la tuya ha sido una de las pocas columnas que valen la pena. Precisamente porque no se limitaba a política, sino que experimentaba con los formatos de ensayo, cuento, reseña de películas, crítica literaria – todos formas literarias muy escasas en nuestra cultura y nuestros medios. Y vos las manejás mejor que la mayoría de los que tenemos espacios en los diarios.
Así que si te aburrís (frustrás, desencantás, enfadás…) de la política, no necesitás abandonar tu columna, ya tenés el formato de una nota versátil que puede hablar de cualquier cosa.
Pero mi incomprensión va más allá: ¿Cómo un tipo tan político, que ha pasado más de 35 años comentando, respirando, criticando, diseñando y practicando política, llega a frustrarse tanto que decide abandonar el oficio de escribir sobre política? Normalmente, en personas tan políticas como nosotros, Marvin, la frustración no es un móvil para abandonar la política, sino para meterse con más fuerza.
Me vas a decir que nadie nos hace caso. Que nosotros criticamos, proponemos, cuestionamos, analizamos, recomendamos, demandamos… – y no nos hacen caso los que conducen la política, ni siquiera los amigos. Bueno, no nos hacen caso el Buró Político del FMLN ni el COENA de ARENA, pero sí nos escuchan muchos de los que desde adentro y afuera de los partidos quieren cambiarlos. Tal vez no nos hacen caso. ¿Pero por qué habrán que hacer caso y aceptar línea a unos escribanos de otra generación? Pero leen, escuchan, reflexionan lo que podemos aportar. Luego sacan sus conclusiones.
Por mi parte, yo voy a seguir escribiendo de política, aunque no solo de ella. Es la única manera que encuentro de hacer mi parte para que este país salga adelante. Claro que me frustro con la política, pero no voy a dejar la cancha a los que me frustran.
Me voy a sentir un poquito más solo en el Diario sin vos. Pero por otra parte, cada vez más frecuente abro los periódico y veo a nuestros relevos escribiendo con más soltura y audacia, y con mejor puntería. También a veces me frustro con ellos, pero no los voy a dejar solos…
Nosotros dos compartimos la experiencia de la guerra, del monte, de las guindas y ofensivas, las mil u una batallas de la Radio Venceremos. Luego, en la transición de la postguerra, nos distanciamos durante unos años, para luego nos volvernos a encontrar en el Diario y en incontables intentos de promover la renovación y el relevo generacional en ARENA.
Aunque ya no publiqués tu columna, no te perdás, Marvin. Vamos a seguir necesitando de tu humor, tu agudeza, tu sarcasmo, tu imaginación.
Feliz año nuevo te desea
(MAS!/El Diario de Hoy)