Bukele y Muyshondt |
Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 30 junio 2020
Nadie ha gastado mucho pensamiento electorales a la alcaldía de San Salvador. Parecía un hecho consumado que Neto Muyshondt la iba a ganar otra vez, dado el acercamiento entre él y el presidente. Todo indicaba que el mismo alcalde partía de que podía darse el lujo de desafiar a su partido, que de todos modos lo iban a volver a postular, y que si perdía algunos votos tradicionales de ARENA, ganaba más que suficiente en el campo de los seguidores de Bukele. Para que todo esto funcionara, lo único que tenía que hacer el presidente era lanzar a un candidato débil a competir con Muyshondt.
Sea cual sea la paja que le dieron a Neto, lograron que el alcalde acercara sus posiciones políticas a Nuevas Ideas y a Casa Presidencial, y así se profundizara la incomodidad y la división en ARENA. Porque si hubo un acercamiento entre Bukele y Muyshondt, siempre fue el alcalde y nunca el presidente que modificó sus posiciones. Muyshondt se acercó al presidente y a su partido, jamás al revés.
Bukele y Durán |
Ahora que Bukele traicionó lo que hubo entre ambos -acuerdo, entendimiento, expectativas de buena voluntad- a Muyshondt no le queda otra que regresar a ARENA y tomar posiciones de oposición al gobierno. Solo desde posiciones críticas a la presidencia de Bukele podrá enfrentarse al Mario Durán. Este obviamente no va a tener la decencia de renunciar a su cargo de ministro, sino usarlo para ganar ventaja electoral.
Habría que ver si Neto Muyshondt logra, más allá del aparato partidario, recuperar la confianza de los votantes de la oposición. Sería interesante que en esta situación surgiera una tercera opción con un candidato que con más credibilidad pueda representar a la amplia oposición que existe el intento de los Bukeles y sus partidos GANA y Nuevas Ideas de agarrar todas las palancas del poder. A ver si Nuestro Tiempo (o VAMOS, o ambos juntos) detecta y aprovecha esta gran oportunidad de posicionarse como alternativa – tal vez con pocas posibilidades de ganar la alcaldía, pero sí para ponerse en el mapa como nueva fuerza opositora. Sería atractivo para un montón de electores que ya no ven a Muyshondt como alternativa creíble a Nuevas Ideas.
En cambio, si nadie se atreve a retar a Muyshondt y Durán, siempre tendremos un alcalde oportunista.