Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 15 julio 2021
Estimados amigos: `
Cuando vi la pantalla de votación de la Asamblea, no lo podía creer: 77 votos a favor de la moción del presidente de la República de instalar una comisión para investigar los sobresueldos, 4 abstenciones y cero votos en contra. ¡Cero!
Vaya, ¿ahora la aplanadora cyan ya llega a 77 votos? ¿Ya no hay oposición?
No. No es que no haya oposición en la Asamblea. Lo que pasa es que les han ganado la moral. Están ahuevados. Están en permanente defensiva. No se atreven a pelear. Esto pasa cuando hay división, entre partidos y dentro de los partidos, y cuando hay una desconexión con lo que en la sociedad se discute y propone.
El argumento para votar en favor de la comisión: “Siempre hemos dicho que hay que investigar y combatir la corrupción, venga de donde venga. ¿Cómo vamos a votar en contra de una iniciativa contra la corrupción? ¿Cómo explicarlo a la mayoría que está harta de tanta corrupción?”Lo primero es correcto. Hay que investigar y combatir la corrupción, venga de donde venga. El problema está en lo segundo, en la pregunta que justifica su votación. Por supuesto se puede (y debe) votar NO, cuando a todas luces es claro que esta comisión no es para investigar, sino para poner en escena un juicio-espectáculo de carácter político y propagandístico. Y por supuesto se puede explicar, sin complejos, yendo a la ofensiva…
¿Cómo pensar que la fracción NI-GANA, luego de aprobar un decreto que blinda a los funcionarios del gobierno Bukele contra investigaciones del manejo de los fondos de emergencia, va a investigar seriamente la corrupción? Lo que pretenden hacer es seguir tejiendo la narrativa de que la corrupción terminó el 1 de junio del 2019, cuando Bukele asumió el gobierno.
El diputado René Portillo Cuadra hizo lo correcto cuando solicitó que esta comisión incluya los pagos irregulares a los actuales ministros, secretarios presidenciales y otros funcionarios del gobierno de Bukele. Pero hizo mal cuando al final, cuando esta propuesta no fue tomada en cuenta, no anunció que su bancada iba a votar en contra de este circo propagandístico disfrazado de combate a la corrupción. Y dudo que la inclusión de la diputada Rosy Romero de ARENA haga una diferencia en el proceder de esta comisión. La dirigirá el diputado Jorge Castro. Sólo hay que acordarse de la manera como este abogado interrogó a los candidatos a magistrados, tratando de averiguar si están dispuestos a defender y encubrir las inconstitucionalidades del Ejecutivo y del Legislativo, para imaginárselo presidiendo sobre un juicio-show…
El diputado Johnny Wright tuvo razón de decir: “Para hacer justicia en el tema de los sobresueldos se requiere independencia e imparcialidad; sin esos principios la comisión legislativa no tendría legitimidad.” Pero no tuvo razón cuando, a pesar de su manifiesta falta de legitimidad, decidió a votar en favor de instalar esta comisión.
Los diputados del FMLN tampoco votaron en contra, se abstuvieron. Incluso las dos parlamentarias más beligerantes, Anabel Belloso y Dina Argueta. Y en su Twitter, donde normalmente hablan de manera muy explícita, ni siquiera se menciona la problemática de esta comisión.
Claudia Ortiz, de VAMOS, no votó. No sabemos si estaba o si simplemente no votó. Pero estuvo en Twitter hablando mucho de transparencia, aunque no dijo ni una sola palabra sobre la comisión “investigadora”.
¿Qué les pasa a todos esos opositores comprobados y experimentados que en otras ocasiones han mostrado coraje? No sé, sólo puedo repetir cuál es la percepción que uno tiene: Les están ganando la moral. Y este es un mensaje muy negativo para la ciudadanía.
Saludos,