Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 8 julio 2021
Estimados colegas:
El mil veces repetido discurso del presidente Bukele, sus lugartenientes y sus propagandistas contra el periodismo independiente y crítico ya no es sólo discurso y amenaza. Han dado el paso a ataques reales.
Cuando en un sólo día recibimos tres diferentes noticias de abusos contra quienes escriben en los medios, algo está muy mal en el país. Hoy nos enteramos que:
– Daniel Lizárraga, periodista mexicano contratado por El Faro como editor, ha recibido orden administrativa de Migración de salir del país. Su solicitud de residencia ha sido denegada porque según el gobierno no ha probado que es periodista. El hecho de haber trabajado como periodista investigativo en Radio Reforma, en Proceso, en Animal Político y coordinó el equipo de Aristegui Noticias que destapó la corrupción del presidente Peña Nieto no ha sido suficiente. Un hombre peligroso para un gobierno como el nuestro. Hay que deportarlo.
– El veterano reportero de crimen y seguridad de El Diario de Hoy, Jorge Beltrán Luna, fue golpeado por un agente de la PNC para apartarlo por la fuerza de una escena de crimen donde fue detectado el cuerpo de un desaparecido. Este tema, lo sabemos desde el caso Chalchuapa, el gobierno lo quiere cubrir de silencio. Para una policía que no quiere transparencia, Beltrán es un enemigo peligroso y necio. Piensan que hay que asustarlo, pero no saben que este hombre viene de donde asustan…– Uno de los columnistas más críticos con el rumbo que está tomando el sistema judicial salvadoreño, el abogado constitucionalista Enrique Anaya, fue notificado de que la Corte Suprema de Justicia ha iniciado un proceso para sancionarlo. La razón: Una nota publicada en El Diario de Hoy que cuestiona la legitimidad del nombramiento del presidente de facto de la Sala Constitucional y de la Corte Suprema, Oscar López Jerez. Lo llamó inconstitucional, y quien se atreve hacer esto, para esta nueva Corte remozada con 9 magistrados escogidos por la nueva Asamblea, es un peligro para el nuevo orden de las cosas en nuestro país. Tienen que pegarle a Anaya para que los demás columnistas entremos en razón. O en miedo.
¿Qué más tiene que pasar en un sólo día para que hasta los del “beneficio de la duda” entiendan que este gobierno va contra toda la libertad de prensa?
Unos van a decir: Pero estos son tres eventos aislados, y además no es el presidente que lo ordenó. Aislados no son, porque ya tenían muchos antecedentes. El presidente seguramente no le ha hablado al agente policial en la escena del crimen para ordenarle golpear al reportero. Pero sí ha creado en la PNC un clima de hostilidad contra periodistas que no sean de los medios oficialistas y de impunidad en caso de abusos.
En los otros dos casos no estoy tan seguro si la orden no vino de Casa Presidencial. No sería la primera vez. E incluso, si no fuera así, los funcionarios actúan sabiendo qué quiere el presidente y, otra vez, saben que tienen impunidad garantizada…
Nos quieren meter miedo. Depende de nosotros que no lo logren. Ojalá estos casos nos sirvan para fortalecer nuestro sentido de solidaridad, pero también de responsabilidad con el derecho de los ciudadanos de ser informados de manera independiente y crítica. Ojalá también el sentido de resistencia. Porque resistencia nos va a tocar ejercer si queremos seguir ejerciendo nuestra profesión.
Saludos,