martes, 11 de febrero de 2025

Carta a nuestra conciencia: Fallamos ante el golpe de Estado del 9F. De Paolo Luers

  

"No estoy seguro si realmente aprendimos bien la moraleja de la historia del 9F. Aunque ahora ya es tarde, sacar las lecciones correctas sigue siendo importante. Pueden surgir otras ocasiones que exigen acciones decisivas." 

En la voz del autor: 9F.mp3

Publicado en MAS!  y DIARIO DE HOY, martes 11 febrero 2025

      Estimados amigos:

Escribo estas líneas el 9 de febrero, a cinco años del día que entró en nuestra historia como el 9F. El día que Nayib Bukele mandó al ejército y la policía a tomarse por la fuerza la Asamblea Legislativa. El día que el presidente entró al Salón Azul y se sentó en la silla del presidente del órgano legislativo. El día que el Ejecutivo atentó contra el Legislativo y la Constitución.


Para mi, el 9F es el día de la vergüenza nacional. 

 

Este día Nayib Bukele se quitó la máscara y expuso públicamente su intención de tomar el poder absoluto – y todos nosotros lo vimos, pero fallamos. Era el momento de defender la democracia y de derrocar a un presidente golpista. Tal vez el último momento.

 

Supuestamente Bukele mandó a ocupar la Asamblea para forzarla a aprobar un préstamo que había solicitado para su Plan de Control Territorial. Pocos vieron que fue mucho más - y mucho más grave: El 9F fue la medición de fuerza del futuro dictador con las instituciones que todavía ejercían su independencia y su deber de controlar al Ejecutivo y defender la Constitución. Fue el test para medir hasta dónde podía llegar el presidente. Como sociedad fallamos en este test. Permitimos que Bukele sacara la conclusión que atentar contra la Constitución despertaba protestas, pero que nadie le iba a cobrar la traición a la patria.


En febrero del 2020, Bukele tenía solamente 8 meses de gobernar. Apenas había logrado reestructurar y alinear las cúpulas de la Fuerza Armada y de la PNC. En las filas, incluso en la oficialidad de ambas instituciones armadas, todavía se reflejaba la pluralidad política de la sociedad. El control sobre la PNC y la Fuerza Armada aún estaba lejos de ser total.

 

Existía todavía una Asamblea plural, en la cual el presidente no tenía mayoría y encontraba férrea resistencia. Existía todavía un sistema de justicia independiente, con una Sala de lo Constitucional vigilante. Y existía todavía una Fiscalía independiente, en la cual funcionaba una unidad élite que investigaba los fuertes indicios de corrupción en el nuevo gobierno.  

 

Existía todavía una opinión pública plural, con muchas voces y organizaciones que sin miedo ni limitaciones ejercían su libertad de expresión, y con medios de comunicación fuertes y críticos.

 

Bukele decidió medir fuerzas con todos estos frenos y contrapesos a su intenciones autoritarias. La estrategia: chocar con los límites para extenderlos. Transgresión calculada para crear confusión, caos – y miedo. Lo mismo que Donald Trump y Elon Musk están haciendo ahora en Estados Unidos.





Los gritos de protesta de todos los demócratas del país eran fuertes, pero no trascendían a la acción. Y la respuesta institucional fue débil y claudicante. 

 

·      La Fiscalía no abrió investigaciones contra ninguno de los funcionarios involucrados en la toma de la Asamblea. 

 

·      Ningún juez emitió órdenes de captura contra los oficiales militares y policiales involucrados, ni siquiera contra el director general de la PNC, el comisionado Mauricio Arriaza, quien personalmente dirigió la toma ilegal del Salón Azul.

 

·      La Asamblea no abrió un procedimiento según art. 236 de la Constitución contra el presidente de la República por sus actuaciones del 9F. Tampoco estableció una Comisión Especial para investigar a diputados e incluso miembros de la Junta Directiva cómplices con la toma militar del recinto legislativo.

 

·      La parte más activa de la sociedad civil levantó gritos al cielo. La parte menos activa se resignó, se dio por vencida sin haber peleado. La oposición no entendió que estaba probablemente ante la última oportunidad de detener lo que se avecinaba - y que se consumaría un año después, cuando Bukele se tomaría la Asamblea en elecciones democráticas, para inmediatamente desarmar las instituciones que le estaban haciendo estorbo. Golpe de estado, acto II. 

 

No estoy seguro si realmente aprendimos bien la moraleja de la historia del 9F. Aunque ahora ya es tarde, sacar las lecciones correctas sigue siendo importante. Pueden surgir otras ocasiones que exigen acciones decisivas.  

 

Saludos,

 




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El jueves 30 de enero, se terminó la publicación de los 38 capítulos del Libro I: La Guerra. Los pueden buscar en este blog, comenzando con el capítulo 1, publicado el 25 de octubre 2024.

De la misma foma, se publicará el Libro 2: La Tregua, la segunda parte de Doble Cara. Se está preparando la publicación, revisando los archivos fotográficos.

El primer capítulo del Libro 2, sobre La Tregua, saldrá publicado a finales de febrero.