La otra parte (FMLN, GANA, CN, PES) hizo
todo lo posible para evitar que la Sala de lo Constitucional continuara intacta
y mantuviera su independencia: trataron de trasladar al magistrado Jaime
Belarmino a otra sala; trataron de eliminar de la Corte al magistrado González;
trataron de declarar “inexistente” la elección de los magistrados del 2009;
trataron de meter a la Sala a dos magistrados nuevos, incluyendo a don Ovidio
Bonilla, militante del FMLN. Al fin tuvieron que abandonar a cada una de estas
maniobras y aceptar que Belarmino Jaime, Florentín Meléndez, Sidney Blanco y
Rodolfo González quedaran en la Sala de lo Constitucional cumpliendo los
restantes 6 años de su mandato constitucional. Fueron a la Corte
Centroamericana de Justicia, la cual no tiene competencia en asuntos
constitucionales de El Salvador, obtuvieron una sentencia favorable que declara
inaplicables las sentencias de la Sala de Constitucional. Pero de todos modos
el bloque de partidos liderado por el FMLN tuvo que acceder a dar cumplimiento
a estas sentencias de la Sala de lo Constitucional...
En todo este conflicto había dos puntos
no negociables – y en ambos al fin se impuso la posición constitucionalista
dentro y fuera de las salas de negociación: primero, que la Asamblea cumpla las
sentencias de la Sala que mandaban elegir de nuevo a los magistrados
correspondientes a las generaciones de 2006 y 2012. Estas sentencias, aunque
cuestionadas por el bloque de los 4 partidos, por el presidente y por la Corte
de Managua, al final se cumplieron: Por más que el FMLN quiso que limitarse a
“ratificar” a los magistrados, ahora se comprometieron a hacer votaciones
formales para cada magistrado del 2006 y del 2012. Y el otro punto esencial -la
Sala- también se comprometieron a dejar intacta la Sala.
Obviamente, para lograr la defensa
exitosa de la constitución en estos dos puntos centrales, hay que hacer
concesiones en puntos menos esenciales. A ARENA le tocará la ingrata tarea de
conceder sus votos a personajes que teóricamente no deberían estar en la Corte
Suprema. Esto incluye al abogado Ovidio Bonilla. Sin embargo, sería injusto
criticar a los negociadores por esto. Lo importante es preservar la
independencia de la Sala de lo Constitucional, y esto se está logrando, a pesar
del presidente, a pesar del FMLN, a pesar de la Corte de Managua - gracias al
esfuerzo de todos: sociedad civil, opinión pública, la generación de nuevos
movimientos y alianzas, el esfuerzo de negociación de los partidos CD y ARENA.
La Corte y la democracia podrán sobrevivir la existencia de magistrados poco
idóneos y capaces, incluso de algunos magistrados corruptos. Pero no hubieran
sobrevivido la destrucción de la Sala de lo Constitucional.
El artífice de esta solución (de este
triunfo, diría yo) no es el presidente de la República, aunque obviamente
tratará tomar crédito. Se logró defender la Constitución y avanzar a hacer
realidad de los principios de la independencia y de la separación de los
poderes debido a la presión ciudadana que a su vez obligó a ARENA a cambiar su
posición y asumir estos principios y compromisos de una vez por todas: o sea,
sin posibilidad de recaer en actitudes anticonstitucionales cuando regrese al
poder.
Así que, no echen a perder el triunfo con
necedades en puntos secundarios. Asuman y amarren el triunfo ya logrado.
(El Diario de Hoy)