En este episodio, Paolo Luers entrevista a Ricardo Velásquez Parker.
En cinco minutos, conozca las propuestas y posturas de este candidato a diputado por el partido ARENA en La Libertad.
¿Qué hiciste para merecer la reelección?
Yo he sido un opositor congruente con mis principios y mis valores. Y he hecho, valga la redundancia, una oposición reconocida por la gente que tiene pensamiento crítico.
¿Qué está en juego ahorita?
Yo creo que la libertad de tomar decisiones sin injerencias gubernamentales.
No es una elección común y corriente…
Todas las elecciones tienen sus retos y dificultades, pero esta vez vemos a un presidente con aspiraciones de concentración de poder ilegítimo, socavando la institucionalidad, utilizando la misma democracia para aprovechar su popularidad y eso, en detrimento de mi decisión de pensar como quiero, defender como quiero y no ser atacado por pensar como pienso.
Podemos discrepar si tú quieres, pero yo creo que ya habíamos superado después de los Acuerdos de Paz ese “te mato porque pensás diferente a mí”. Y ese ya era un avance sustancial que estamos en peligro de retroceder con estas muertes civiles de ataques en redes sociales que pueden escalar en cualquier momento a la violencia física.
Definime el concepto de gobernabilidad frente al concepto de oposición.
Gobernar es administrar y ejecutar un presupuesto que presentas al Congreso, que presentas al pueblo y dices “mis prioridades son salud, educación, seguridad, obras públicas, desarrollo y lo voy a ejecutar en estos plazos y estos tiempos”. Eso es gobernabilidad.
El presidente dice que él necesita para gobernabilidad el control de la Asamblea. Esa es la tesis de él…
Esa es la tesis de Nayib Bukele y yo te recordaría que el poder siempre tiende a corromper y el poder total, concentrado corrompe totalmente. El rol de un opositor para complementar la pregunta versus gobernabilidad es auditar. Es decir “enséñeme las facturas, presidente”. O “ministro, dígame en qué plazo ejecutó esta obra y esta prioridad ¿está justificada por qué necesidades de la población?”
Entonces le quitás argumentos a la oposición en la medida en que tenéis esos indicadores de cumplimiento que no nos los hemos inventado en El Salvador y gestión de política pública tiene sus controles y auditorías en el mundo entero y creo que esa debería ser una postura razonable de equilibrio y de colaboración. La Constitución nos llama a colaborar al Ejecutivo y al Congreso.
¿Por qué ARENA lo tiene tan cuesta arriba?
Es una pregunta que me encanta. Nosotros entramos en una etapa de renovación, yo entré en una camada de diputados jóvenes que llegamos con mucho entusiasmo a querer tomar decisiones y creo que nos dejamos asfixiar por el eslogan “los mismos de siempre”, que tuvo mucha pegada.
¿Sabés por qué pegó “los mismos de siempre”? Porque era verdad. Y yo recuerdo un editorial tuyo que decía “Jóvenes, tómense el partido”. Debimos haberlo hecho con mucha mayor agresividad. No me refiero a faltarle el respeto a la trayectoria de liderazgos antiguos, pero sí tuvimos que haber tomado un timón con mucha más autoridad.
¿Estarías de acuerdo que en esta elección hace falta una nueva ola de relevo?
Yo soy un promotor de la innovación. Aquella frase puede sonarte un poquito cursi, pero “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Es un tema más de actitud que de experiencia.
Problemas habrá siempre, cuestas que escalar, puentes que construir. Vas a necesitar siempre hacerlo, pero es un tema de actitud y este es un momento en que la actitud política del diálogo debe prevalecer frente al odio. Y entre más odio me tiran más diálogo debo tener con apertura para seguir promoviendo eso. Sentémonos, discutamos y resolvamos.