Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 30 septiembre 2021
Si no fuera tan triste, sería para reírse una payasada más de los pasapapeles que ocupan los 64 curules en la Asamblea: La diputada estrella del bukelismo, Dania González, vestida de colegiala, repitiendo como lora que “la Asamblea es la voz de la población”, sea lo que sea que el entrevistador le pregunte.
La realidad es otra. Solamente en la última plenaria, esta fracción de “diputados del pueblo” mandó, sin debate, al archivo tres propuestas legislativas de la oposición: La primera, para garantizar por ley que los salarios se sigan pagando en dólares. Rechazada, al archivo. La segunda, para poner candado a quienes quieran usar el Bitcoin y la billetera digital Chivo para lavado de dinero. Rechazada, al archivo. La tercera iniciativa, para regular las prestaciones y beneficios para veteranos de guerra de la Fuerza Armada y de la guerrilla.
La propuesta de prohibir el pago de salarios en Bitcoin obviamente es popular. Igual la otra de garantizar que el gobierno honre las promesas que Bukele hizo a los veteranos de guerra. Y la iniciativa de garantizar que nadie use la billetera Chivo y el Bitcoin para lavado de dinero mal habido, no la querían ni siquiera discutir, porque toca intereses oscuros detrás de la imposición del Bitcoin como moneda legal, cosa que por buenas razones ningún otro país ha hecho y a la que se oponen todos los organismos internacionales contra el lavado de dinero y el financiamiento de grupos ilegales y terroristas.
La máquina cian |
Estos bloqueos sistemáticos de NI-GANA-PCN afectan negativamente a amplios sectores de la sociedad, incluyendo a muchos que han votado por la bandera cyan. Sólo negar a los veteranos de guerra sus prestaciones afecta a 130,000 beneficiarios y sus familias. ¿Y cuántos son los empleados del gobierno, que serían los primeros a los que les pagarán sus salarios con dinero de Monopoly?
Estos son sectores que en la marcha de protesta del 15 de septiembre todavía no participaron masivamente, pero que ya están organizándose para movilizarse. ¿Entonces, de qué tamaño serán las próximas marchas?
La “nueva Asamblea”, dirigida autoritariamente por el eterno capataz de Bukele, Ernesto Castro, tiene la mayoría celeste que tiene porque la gente creía en las promesas de que ahora se iba a legislar “en favor del pueblo”, como todavía siguen sosteniendo Dania González y todos los activistas cyan convertidos en diputados. ¿Qué pasará cuando más y más sectores se den cuenta de que fueron promesas vacías y mentirosas, y que esta “nueva Asamblea” sólo legisla en favor del clan Bukele y sus aliados?
En Casa Presidencial ya se están haciendo esta pregunta y otras:
– ¿Qué pasará si el oficialismo pierde su ventaja más importante: la ausencia de una oposición política unida y combativa?
– ¿Qué nos pasará si los partidos de oposición despiertan de su letargia y comienzan a vincularse a la sociedad civil y su descontento?
– ¿Qué pasará si el gobierno y Congreso de Estados Unidos sigue aplicando sanciones por cada abuso de autoridad y ataque al orden constitucional cometido por Bukele, su Asamblea y su Corte?
– ¿Qué pasará si la gente común y corriente comienza a darse cuenta de que ya no hay instancias jurídicas que les puedan proteger contra abusos del gobierno?
– ¿Y qué pasará si poquito por poquito el gobierno pierde la hegemonía que ha alcanzado en las redes sociales y la opinión pública?
Parece que a partir de los golpes mortales a la independencia judicial, de la imposición del Bitcoin y de la respuesta popular del 15 de septiembre el proyecto de poder total de Bukele comienza a ser cuesta arriba.
Saludos,