No votar no es opción. No se engañen: Quien no vota, da su voto al FMLN. Si esto no les incomoda, mejor de un sólo marquen la bandera rojiblanca. Y asuman la responsabilidad y las consecuencias.
El FMLN se ha posicionado a la cabeza de
la carrera, porque a esta altura ya tiene movilizado y afianzado casi el 100%
de su voto potencial. En cambio, una gran cantidad de votantes de oposición
todavía no se tragan el sapo de tener que votar por Norman Quijano si quieren
evitar que el FMLN siga gobernando. Y hay que decirlo: Norman y Paco Flores se
lo están poniendo realmente difícil expresarse a favor de ARENA a cualquiera
que no sea voto duro. Así que ARENA está lejos de movilizar a al voto potencial
de la oposición.
Ustedes que nunca han votado por el FMLN
(pero que tal vez dieron su voto a Funes en el 2009) luego se dieron cuenta que
el cambio no era para mejor, sino para peor; que seguía la corrupción; que las
promesas de transparencia y meritocracia eran paja; que el ejemplo a seguir de
este gobierno no era monseñor Romero, sino más bien Duarte o Saca...
Ustedes ya decidieron que nunca más van
volver a votar por el FMLN, y mucho menos por Saca, pero tampoco encuentran en
ARENA un partido renovado y confiable, ni en Norman a un candidato inspirador.
Más bien ustedes ven, con justa crítica, que Norman no ha tomado una posición
clara sobre la investigación de actos de corrupción en administraciones
anteriores de ARENA; que no ha promovido la renovación ética de su partido; que
no ha presentado caras nuevas y confiables que van a gobernar con él – y llegan
a la conclusión que no vale votar, porque no hay candidato ideal. Parece dilema
moral, pero es un problema práctico.
Tienen razón ustedes: No hay candidato
ideal. Pero están equivocados si deciden no votar. No vean con desprecio la
teoría del mal menor. Si el otro mal realmente es peor y peligroso, lo ético no
es ponerse como virgencita y abstenerse. Esto sería lo fácil y cobarde.
Repito: No votar es votar por el FMLN,
que ya tiene todo su voto potencial tensionado y movilizado, y necesita que la
oposición se divida entre los que irán a votar y los que se quedan en casa
sintiéndose moralmente superior...
Luego de escuchar a Norman Quijano hablar
de la militarización de la seguridad publica, dije en mi siguiente carta que me
reservo mi voto. He recibido explicaciones que indican que esto no es plan de
seguridad que un futuro gobierno de ARENA va a aplicar. Si esto resulta
creíble, puedo votar por Norman. Cada uno debe definir el mínimo que tiene que
exigir al candidato para poder darle su voto. Para mi, es el tema de mano dura.
No puedo votar por alguien que quiere repetir la locura de tratar de resolver
un problema social complejo a pura represión.
Para muchos de ustedes puede ser el tema
de la corrupción. O el populismo. Que cada uno defina su mínimo y lo exija con
voz alta - pero por favor: sin pedir que el candidato sea ideal, como mandado a
su medida. Porque si no nos logramos conformar con el mal menor, nos toca el
mal peor. Así de simple.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)