La historia que los diputados Roberto D’Aubuisson y Mario Valiente
quieren venderlos es una mentira. Mentira electoral para joder al FMLN.
Irónicamente es la misma mentira que en marzo del 2012 se inventaron los
encargados de inteligencia y guerra sucia del FMLN para filtrarla al
Faro. En aquel entonces, fue una mentira para joder al general Munguía
Payez, a quien no perdonaron de haber desplazado al FMLN de los cargos
de dirección en Inteligencia, policía y Seguridad.
La mentira es que la tregua nació con un pacto oscuro del gobierno con
las pandillas; que el gobierno pagó dinero a los cabecillas de las
pandillas y les prometió “privilegios” carcelarios, y que a cambio ellos
iban a reducir las tasa de homicidios. Monseñor Fabio Colindres y este
servidor somos testigos que esto no es lo que pasó. En el 2012, cuando
el FMLN quería destruir la reputación de Munguía Payez, filtraron al El
Faro la información falsa que los cabecillas habían echo tratos
pecuniarios con el gobierno, a espaldas de sus pandillas - y casi logran
descarrillar el incipiente proceso de diálogo con los pandilleros.
Ahora en el 2014, a pocos días de las elecciones, operadores de guerra
sucia del ARENA despolvan la misma mentira, se roban grabaciones de
testimonios ante la Fiscalía de dos funcionarios recién despedidas por
la administración Funes; las editan a su conveniencia, y las presentan
fuera de su contexto. Además falsifican dos cartas (una supuestamente de
un pandillero al presidente; la otra supuestamente de Casa Presidencial
al ministro de Seguridad, instruyéndole de cumplir las demandas del
pandillero) - y listo el tamal tóxico. Esta fabricación en algún momento
caerá por el propio peso de su incongruencias. Pero esto no importa,
porque entonces las elecciones ya habrán pasado. La mentira de ARENA va
mucho más allá de la mentira original (del pacto gobierno-pandillas y
del pago a los cabecillas): los operadores de ARENA se tomaron la
molestia de falsificar la carta del supuesto jefe pandillero “Grillo” al
presidente, para esconder ahí otra mentira más: que la tregua es
resultado de un pacto entre FMLN y pandillas que viene de antes de las
elecciones del 2009. Y que cumpliendo este pacto ahora, en el 2014, los
pandilleros están movilizando a sus comunidades a votar por el FMLN.
Para explicar porqué los pandilleros ahora llaman a su gente a votar por
el FMLN, no hay que inventarse cuentos conspirativos ni asumir que
tengan una preferencia por el FMLN: solo hay que ver en la tele la
campaña de Norman.. Es absurdo suponer que detrás de la tregua y detrás
del actual comportamiento electoral de las pandillas exista un pacto
con el FMLN. Es al revés: La tregua nació en contra de la voluntad y de
la política de seguridad del FMLN. Por esto, cuando en marzo tomó forma
el proceso de la tregua, fueron la gente del FMLN en la policía y en
el aparato de inteligencia que trataron de dinamitarlo, filtrando
información falsa a los medios. La idea de la tregua comenzó a
articularse cuando al fin, en noviembre del 2011, presidente Funes cedió
a las presiones de la opinión pública y separó al FMLN del gabinete de
Seguridad.
Cuando en marzo del 2012 yo me incorporé al proceso del diálogo con las
pandillas y la mediación, docenas de pandilleros, de diferentes
organizaciones y en diferentes penales, me contaron (con rabia y
desprecio) de las “negociaciones” antes de las elecciones del 2009.
Parece que emisarios del FMLN y de ARENA hicieron cola en los penales
para seducir a los pandilleros a que les ayudaran en las elecciones
presidenciales, prometiéndoles cualquier cosa. Y de todos se sintieron
sumamente defraudados. Es más, una de sus condiciones para avanzar en el
diálogo fue: No volvemos a hablar con gente de los partidos ni del
gobierno.
Nosotros siempre, desde el primer día, les dejamos cristalinamente claro
que estábamos ahí con consentimiento del gobierno (de otra manera uno
no puede entrar a las cárceles, mucho menos al penal de alta seguridad),
pero que no éramos emisarios del gobierno ni recibíamos instrucciones.
Éramos mediadores no sólo entra las diferentes pandillas, sino también
entre todos ellos y el Ministerio de Seguridad y La Dirección General de
Centros Penales, ambos bajo dirección de David Munguía Payez. Si nos
hubieran visto como emisarios del gobierno, o como gente que depende del
gobierno, no hubiéramos llegada a nada con estos diálogos.
Es más, mis credenciales de férreo crítico del gobierno y del FMLN me
ayudaron a ganar la confianza de ellos. Igual en el caso de monseñor
Fabio Colindres: En esta situación, con un gobierno del FMLN, sólo un
obispo conservador podía superar las sospechas de ser agente
gubernamental. Y solo un comandante guerrillero disidente, que muchos en
el FMLN siguen viendo como traidor, podía jugar el papel que jugó
Mijango. A cualquier emisario del FMLN lo hubieran sacado del penal a
patadas.
En los últimos meses hemos tenido largas discusiones con los dirigentes
de las pandillas sobre su rol en las elecciones. Nosotros los pudimos
convencer que ellos tenían que abstenerse de cualquier acción violenta
contra el proceso electoral y contra cualquier partido. Se
comprometieron, y cumplieron. Yo personalmente he tratado de
convencerles que no apoyen a ningún bando en estas elecciones. Para
facilitar esto, he argumentado con la dirigencia de ARENA que maticen su
discurso, que sigan diciendo que no van a negociar con delincuentes,
pero que al mismo tiempo digan que a diferencia de Funes sí van a
priorizar la inversión social en las comunidades marginadas y en
proyectos de reinserción. Nadie me hizo caso.
Repito: Observando el tono y contenido de la campaña de ARENA, es obvio
que los pandilleros y sus familias votarán contra ARENA. Les sigo
haciendo el llamado urgente: Tienen el derecho de votar por quien
quieren, pero no de intimidar a nadie a no votar o a votar diferente a
su voluntad. A pesar de la provocación de parte de ARENA, cumplan su
palabra de no intervenir con violencia o amenazas en el proceso
electoral. Voten y punto.
A ARENA y al presidente Funes, quien también está hablando barbaridades y
echando combustible al fugo de la violencia, les hago un llamado a la
cordura. Es tan irresponsable la guerra sucia de ARENA contra la tregua y
sus protagonistas (entre ellos, este servidor), como la guerra sucia de
Funes acusando a ARENA de estar detrás del aumento de homicidios de los
últimos días. No sigan complicando la ya delicada situación de
inseguridad con mezquinas movidas electorales. Seamos todos más
responsables.
Posdata: Felicidades a los pueblos y las alcaldías de Santa Tecla y
Quezaltepeque que esta semana también cumplen un año exitoso de poner en
práctica un Pacto Municipal por la Vida y la Paz para construir
municipios sin violencia.
(El Diario de Hoy)