martes, 28 de enero de 2014

Carta a Vanda Pignato

Estimada Vanda:
No te digo primera dama, porque no me gusta este título. Y te hablo de vos, porque en otra vida, aun muy lejos del poder y la fama, nuestros caminos se cruzaron durante la guerra. Vos como representante de Lula (también todavía lejos del poder) ante el FMLN, y al mismo tiempo representante del ERP ante el poderoso PT de Lula. Yo como internacionalista convertido en militante de la insurgencia salvadoreña. Dos biografías entrelazadas.


La semana pasada pasé sin tiempo de ver televisión, y cuando este domingo me senté a ver los diferentes programas de debate electoral, me llevé la sorpresa del año: un bombardeo intenso con tu cara, en anuncios de la presidencia y otros del FMLN. Parecía como si el gobierno, en el último momento, hubiera cambiado de candidato y la nueva fórmula fuera Vanda&Alba...
Claro, yo sé que nosotros, como salvadoreños nacionalizados, no podemos optar por la presidencia; y también sé que ALBA no es una bella candidata, sino un consorcio feo de lavado de fondos sustraídos al pueblo de Venezuela y a varias alcaldías salvadoreñas - fondos que terminan en manos del FMLN.
De hecho, nadie piensa que ahora la candidata es Vanda y ya no el profesor Sánchez Cerén. Pero todos nos quedamos con una sensación muy fea. Muchos pensaron que un gobierno del FMLN
pondría fin a los principales vicios del actual gobierno, en el cual vos has tenido una cuota muy alta de poder: el nepotismo y la corrupción, por una parte; y la terrible indefinición política, por otra. Muchos están apoyando con entusiasmo al FMLN, porque están hartos del desgobierno, de la corrupción y de la arrogancia que ha exhibido desde Casa Presidencial la pareja Mauricio&Vanda. Y ahora resulta que la campaña del FMLN está centrada en dos mensajes: la difusión de odio al cargo del presidente de la República; y la difusión de un mundo feliz, donde todo es sonrisa y felicidad, al cargo de la extraña fórmula Vanda&Alba.
Entonces, el mensaje ya no es el original del Frente que dijo “Hoy sí vamos a hacer los cambios profundos que con Mauricio y Vanda no se pudieron hacer”, sino de repente la buena nueva es: “Todo sigue igual, los cambios de Funes han sido fantásticos y los vamos a continuar...”
Pero esto es una pesadilla, tanto para la izquierda como para la derecha. Nadie realmente quiere que el próximo gobierno se parezca al actual de Funes. Ni la gente de izquierda ni mucho menos la gente de derecha.
La gente del FMLN quiere socialismo. Por eso están contentos con su candidato Sánchez Cerén, que sigue siendo partidario fiel de Castro y Chávez. La gente de la oposición quiere  un gobierno comprometido con la libertad de la empresa privada y con las garantías republicanas de la división de poderes. Pero nadie quiere que El Salvador siga igual que en los últimos 5 años: en indefinición, incertidumbre, bajo gobernantes corruptos y prepotentes. Por esto no cuajó la opción Saca, a la cual ustedes apostaron originalmente. ¿Vos no te das cuenta que sos, igual que tu esposo, la cara de un gobierno fallido? Él la cara enojada, y vos (últimamente) la cara sonriente. ¿No te das cuenta, Vanda, que ambas caras son insultantes? La de Mauricio por su obsesivo odio; la tuya, porque trata de esconder detrás de una cara artificial de sonrisa falsa los graves problemas del país que ustedes, en vez de resolverlos, los agravaron. Hay que ser optimista. Pero el optimismo, si es sincero, parte de reconocer los problemas y los errores.
De paso, todos ustedes violan la legalidad flagrantemente, metiéndose desde Casa Presidencial y sus secretarías y ministerios en la campaña proselitista del FMLN.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)