sábado, 4 de julio de 2020

Carta a las enfermeras, los médicos y todos los trabajadores de la salud: ¡Gracias!. De Paolo Luers

                                           


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 4 junio 2020

Estimados amigos:
Si todo el mundo, incluyendo el gobierno y los diputados, les dicen ‘héroes’, ¿por qué son tan mal pagados? ¿Por qué tienen condiciones de trabajo tan inhumanos? ¿Por qué no les dan todo el equipo de protección que necesitan contra el contagio? 

Y ojo: ¿Por qué no los cuidamos? No es solo el gobierno, somos toda la sociedad que los trata con tanta hipocresía.

Es parecido a lo que vivieron los veteranos de la guerra de Vietnam. Cuando estaban lejos, en las junglas de Vietnam, eran ‘héroes’. Cuando regresaron a Estados Unidos, fueron olvidados, marginados, dejados al desempleo, el alcohol y las drogas. 

Ustedes son ‘héroes’ mientras son anónimos. Cuando son vecinos, los ven como posibles portadores del virus.

Tal vez por eso, uno de ustedes escribió recientemente en Twitter: “No queremos ser héroes, mucho menos mártires. Solo queremos que nos den lo que necesitamos para poder hacer nuestro trabajo sin contagiarnos.”

A mi tampoco me gusta el discurso patético sobre los ‘héroes’. Escribí una columna sobre este tema: ¿Nación de Héroes o República de ciudadanos decentes?” Ustedes son ciudadanos que por decencia cumplen con su deber profesional y cívico. Y como tales merecen nuestro respeto y el pleno apoyo de la sociedad y del Estado.


Uno tiene que conocer los hospitales donde ustedes trabajan para entender esto. Yo nunca había entrado a un hospital público o del Seguro Social, y compartía buena parte de los perjuicios sobre la atención que uno puede esperar en ellos. Hasta que me tocó llevar a nuestro tío Rafa de emergencia al Rosales. La calidad humana y profesional de la atención que recibimos me llevó a dedicarles una carta a los médicos y enfermeras del Rosales: “Son los ángeles del infierno.”

Cuando me tocó operarme de corazón, terminé de paciente de cuidados intensivos en el Hospital MQ del Seguro Social. Otra lección sobre médicos y enfermeras trabajando en condiciones pobres, pero obteniendo resultados admirables. Mi único forma de poder reconocer y agradecerles su trabajo fue dedicarles otra carta pública - para contribuir a que la sociedad tome conciencia sobre el valor del trabajo en nuestros hospitales.

Ahora que estamos expuestos a la epidemia del Covid19, todos ustedes que trabajan en el área de Salud están enfrentando el reto más serio a su ética profesional y sus valores cívicos, y están pagando un precio muy alto e injusto por aceptarlo todos los días. La sociedad les queda debiendo mucho: no solo respeto, cariño y agradecimiento, sino expresar y movilizarse para exigir que el Estado les genere las mejores condiciones para hacer su trabajo sin ser condenados, por negligencia y falta de equipos de protección, al contagio y el peligro de perder la vida. 

Parece que al fin nuestra sociedad está desarrollando conciencia sobre lo que les debe a ustedes. Lo indican la portada de El Diario de Hoy de ayer, dedicada a los trabajadores de salud que han muerte en esta coyuntura de la epidemia, y la iniciativa promovida en redes sociales de unos minutos de aplauso colectivo para los ángeles que guardan nuestra salud.

En nombre de muchos silenciosos les digo: ¡Gracias!

Saludos, 
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Carta de reconocimiento a los que me trataron en el Hospital MQ