jueves, 30 de julio de 2009

Columna transversal: Día del periodista


El día del periodista es una aberración. Es un pretexto para recibir invitaciones, regalos, elogios y otras cosas que comprometen la decencia y la independencia de los periodistas.

No quiero hacer más grande el montón de paja que se produce en ocasión del día del periodista. Esas fechas de homenaje a ciertos sectores (madres, trabajadores, contadores, maestros, periodistas...) siempre se prestan a repetir viejos mitos. Esto puede ser admisible en el caso de las madres, pero en el caso del gremio de periodistas es absurdo: Nuestra tarea es desmantelar los mitos. Desmitificar la realidad.

Siempre en esas fechas se habla de la esperanza que inspiran ‘las nuevas generaciones’. Se habla de ‘el talento de periodistas jóvenes bien preparados para hacer frente a una nueva realidad’. Se sermonea de ‘una nueva generación de reporteros ávidos de explorar nuevos géneros y de aventurarse a desafiar nuevos límites’.

Claro que, afortunadamente, existen muchos periodistas jóvenes talentosos. Pero igual existen en todas las generaciones. Y existen periodistas dóciles, oportunistas, corruptos e incapaces en todas las generaciones, incluyendo las nuevas. (Y en todos los medios, incluyendo los ‘alternativos’, de paso sea dicho). Lo del periodismo no es un desarrollo darwinista y lineal. No hay ningún indicio que cada nueva generación de periodistas sea mejor que la anterior. Si en nuestro país el periodismo ha mostrado un avance notorio en los últimos 20 años, no es por un relevo generacional. Es porque el país cambió. Es porque a partir de los Acuerdos de Paz nació un sistema político propicio para el pluralismo, la tolerancia, la inclusión. Es porque unos fuimos a la guerra por la falta de espacios y libertades. Y otros aprendieron la lección. Este país y su periodismo cambiaron, porque a partir de 1992 hubo gobiernos que respetaron la libertad de expresión, y una oposición que no permitía retrocesos a una relación autoritaria entre el Estado y los medios. El periodismo dio enormes saltos de calidad por todo esto, y porque también hubo importantes aperturas en los medios de comunicación.

Eso nos lleva a otro mitos que brota de nuevo a la superficie cada año cuando hay que hablar paja el día de periodista: que el obstáculo principal para el desarrollo del periodismo es la forma de propiedad y el carácter comercial de los medios. Que existen contradicciones entre los intereses comerciales de un medio de comunicación y su calidad e independencia editoriales, es una verdad por todos compartidos. La vida está llena de contradicciones. Hay que aprender a lidiar con ellas y volverlas fuentes de creatividad y productividad.

La historia nos muestra que el intento de resolver estas contradicciones simplemente cambiando el modelo de propiedad y dirección de los medios, normalmente han llevado a menos libertad de expresión, menos calidad periodística y menos independencia editorial. Este es el caso con los medios manejados por partidos políticos, gobiernos, iglesias, o movimientos sociales. El Salvador está lleno de estos ejemplos: el canal 10, Radio Mayavisión, los medios de los diferentes pastores, el Colatino, las radios ‘comunitarios’ manejados por organizaciones sociales militantes, la radio de la UCA - todos muestran menos capacidad editorial, menos independencia, menos ética periodística y menos apertura a la pluralidad que cualquier medio comercial en manos de la ‘oligarquía mediática’. Eso no les quita el derecho de existir, pero sí el derecho de hablar tan arrogantemente de independencia y ética.

En otras latitudes existen radios y canales de televisión estatales que logran un alto grado de pluralidad. Pero tienen absoluta independencia de los gobiernos y los partidos gobernantes. Tienen un estatus de autonomía comparable a las universidades públicas. Algunos, como la BBC británica, son empresas líderes en cuanto a información veraz, pluralidad de opiniones e libertad de expresión interna. Pero no crean que para los periodistas que trabajan en estos medios estatales autónomos, no existen contradicciones diarias entre el ejercicio individual de la libertad de expresión y las líneas editoriales y los intereses del medio. No hay paraíso para la libertad de expresión. Contradicciones y limitaciones existen para los periodistas, sea cual sea el modelo de propiedad y dirección del medio.

Es parte integral de nuestro oficio saber movernos productivamente en un mundo imperfecto. Y la única receta que he encontrado es: Conectar con los lectores. Son ellos, en última instancia, los que tienen el poder. Del consumidor y su confianza depende el poder económico y político de un medio.


(El Diario de Hoy)

Carta a una periodista joven


Querida colega:

Estás entrando a nuestro gremio, llena de entusiasmo, compromisos, ideas, dudas. ¡Bienvenida!

Vas a encontrar, entre tus colegas viejos y jóvenes, farsantes y grandes maestros. Hay de todo. Vas a encontrar jefes con visión y jefes miopes. En eso, el periodismo no es diferente a ninguna otra profesión. Si en la universidad te han dicho otra cosa, te han dado paja. No será la única que te han dado...

Por ejemplo: que siempre tengás cuidado, porque el dueño o director del medio donde trabajás te va a limitar, censurar. Es al revés: ¡No tengás cuidado! No dejés que el cuidado te corte el valor. En la mayoría de los casos, tu jefe te va a respaldar si tu información es correcta y tu enfoque es valioso. Sobre todo cuando mostrás valor.

Tu jefe, el único que cuenta, es el lector o radioescucha o televidente. Y este aprecia que le hablés claro y sin miedo. El problema de nuestro medio no es la censura, es la autocensura, la falta de valor.

Otra paja que posiblemente te han dado en la U es que tenés que ser imparcial. No les hagas caso. El peor periodismo es el que no huele a nada, no sabe a nada, no sirve para nada. El siempre balanceado. El del ‘por una parte, por otra parte’...

Tenés que tomar en cuenta todas las informaciones, todas las fuentes, todas las opiniones. Pero luego tenés que decir que la cosa es negra o blanca, sucia o limpia...

No será fácil. Si quieres fácil, búscate otra chamba.

Saludos, Paolo Lüers

PD: Dirijo esta carta a una mujer, porque no soy capaz de escribir el lenguaje correcto que siempre incluye ambos géneros: querida y querido colega, o querid@ colega, u otras aberraciones que la gente inventa para nunca meter la pata con nadie...

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martes, 28 de julio de 2009

Carta a Mel Zelaya, presidente de la República Fronteriza de Las Manos

Estimado presidente:

Le felicito por el hecho que su amigo Daniel Ortega le haya dado un pedazo de tierra nicaragüense para formar la República Fronteriza de Las Manos. No es gran cosa, pero por lo menos sigue siendo presidente.

Hoy leí que usted mandó a notificar a la Secretaria de Estado Hilary Clinton que, si ella quiere hablar con usted, sería en su nueva sede presidencial en Las Manos.¡Vaya, para que la señora aprenda cómo tratar a un presidente macho! Nada de citarlo a Washington…

A lo mejor usted ha logrado encontrar la solución salomónica a la crisis hondureña: Usted despacha en Las Manos, Roberto Micheletti o quien le siga gobierna en Tegucigalpa - y ambos pueden participar en la OEA y en las cumbres presidenciales.

Los países como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, que no están dispuestos a reconocer a ningún presidente hondureño que no sea usted, pueden trasladar sus embajadas de Tegucigalpa a Las Manos o a Ocotal…

Con esta solución creativa a una crisis con gran potencial de violencia política, Usted se convierte en candidato a premio Nobel de paz. Oscar Arias, con todo su plan de San José, no es nada a la par de usted...

Nuevamente felicitándole, le saluda Paolo Lüers

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sábado, 25 de julio de 2009

Carta a Edén Pastora



Estimado ‘Comandante Cero’:


Dicen que vas marchando otra vez. Esta vez no como mercenario a sueldo de los yanquis, como la última vez, cuando te convertiste de comandante sandinista en comandante de la contra.

Esta vez vas marchando con Mel Zelaya. Dijiste que para Mel Zelaya estás dispuesto a ir a tu tercera guerra civil. La primera fue la guerra sandinista contra Somoza, cuando te hiciste famoso como ‘Comandante Cero’ tomándote de asalto el Palacio Nacional en Managua. Tu segunda guerra era contra tus camaradas sandinistas, cuando la CIA te mandó a abrir el Frente Sur desde Costa Rica.

¡Y hoy quieres desatar una guerra civil en Honduras para restituir en la presidencia a Mel Zelaya!

Karl Marx dijo que la historia suele repetirse, aconteciendo la primera vez como tragedia y la segunda como farsa. Aunque nunca tuvista fama de gran pensador, lograste comprobar que Karl Marx estaba equivocado: los actos heroicos se repiten dos veces, primero como tragedia, y la segunda vez como bayuncada.

¡No jodás, Edén! Si aun te queda una pizca de dignidad, andá a tu casa a gozar de la pensión que te paga Daniel Ortega. El sí te necesita: como se quedó sin héroes, ya que todos le dieron la espalda, tiene que echar manos a los payazos como vos para acompañarlo en la tribuna de los comandantes revolucionarios...

Salud, Paolo Lüers

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jueves, 23 de julio de 2009

Carta a Breny Cuenca, secretaria de Cultura del nuevo gobierno


Querida Breny,


hermana lejana extrañada, ¡bienvenida de regreso al país! Y felicidades por el trabajo que encontraste...

Como no ha habido tiempo de tomarnos un trago para celebrar tu llegada al país y al gobierno, ni para hablar, aprovecho este medio para mandarte algunas ideas para la política cultural.

¿Quién dice que en El Salvador no se puede crear una industria de cine y televisión y convertir el país en locación de producciones internacionales? Maquila, si querés, pero de alto nivel técnico-creativo y con miles de puestos de trabajo calificados... Y así en diseño, en multimedia, en internet...

Primer paso: Hacer realidad la Escuela de Cine. Una escuela autónoma, pero apoyada por políticas adecuadas del Estado. Además, un programa de miles de becas para todas las artes y profesiones que necesitamos para este tipo de industrias...

¿Quien dice que El Salvador no puede ser sede de un Festival Internacional de Teatro y Danza que nos pone en el mapa cultural del mundo, y que atrae miles de turistas año por año? Existe un festival de este tipo en Stratford, en Canada, uno de los más famosos del mundo, que ha logrado revitalizar toda una región. Los organizadores y financiadores de este festival quieren implementar una escuela y un festival de teatro en Suchitoto. ¿Vas a potenciar este proyecto?

¿Quién dice que no podamos lograr que El Salvador sea conocido en el mundo, ya no por la Mara Salvatrucha, sino por la calidad de nuestra Compaña Nacional de Danza, nuestra Orquesta Sinfónica, de nuestros diseñadores y teatreros?

¡Pongámosnos metas grandes! No nos propongamos el regreso a nuestras raíces, sino alcanzar nuestro posible futuro.

Nada más, querida Breny, tu amigo Paolo Lüers

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martes, 21 de julio de 2009

Dos argumentos demagógicos

I.

Cuando -al fin- ha hecho algo realmente bueno e importante el nuevo presidente de la República, lo critican los guardianes de lo políticamente correcto. Cuando -al fin- la Asamblea Legislativa produjo algo positivo para el país, le caen encima los abogados de la inmaculada concepción. Cuando -al fin- los tan cuestionados partidos políticos deciden ponerse de acuerdo, colocando la institucionalidad del país encima de sus intereses partidarios, los acusan de usurpación de las funciones de la Asamblea los cerberos de la pureza.

Estoy hablando de la elección de los magistrados y del presidente de la Corte Suprema, resultado de una ardua pero muy productiva negociación entre los partidos políticos bajo mediación del presidente de la República. Y estoy hablando de la crítica que al presidente, a la Asamblea y a los partidos hace los puristas, por ejemplo Carlos Dada en su reciente editorial de El Faro.

Nuestros puristas no cuestiona el resultado, sino el procedimiento. Están de acuerdo con los magistrados electos, con su independencia y su competencia, con el equilibrio creado en la Sala de lo Constitucional. El pecado es de origen, como en el caso de los niños bastardos concebidos fuera del procedimiento normal que es el matrimonio y la posición de misionario.

La nueva Corte y sus magistrados no fue concebidos en el seno de Asamblea, sin en Casa Presidencial. Se duda de los padres: sospechan que no fueron los diputados que aparecen en el acta de nacimiento, sino hombres extraños como el jefe del ejecutivo y líderes partidarios que no disponen de curules en la Asamblea.

Tienen razón. Teóricamente no es Casa Presidencial donde se engendran acuerdos parlamentarios. Tampoco habla la Constitución de mediadores para llegar a la mayoría calificada. Correcto: Así como tampoco en la Constitución de Honduras se habla del presidente costarricense como mediador para asuntos internos de poder. Así como no estaba previsto en ninguna Constitución que la Iglesia y el Secretario General de la ONU mediaran entre guerrilla y gobierno para cambiar la institucionalidad de El Salvador...

El presidente no ha usurpado funciones de otros poderes constitucionales. No ha impuesto sus candidatos a magistrados. Si lo hubiera intentado, ARENA hubiera abandonado la mesa de concertación. O el Frente, quien sabe...

El presidente Funes ha facilitado un acuerdo entre partidos. Los partidos lo han convertido en acuerdo parlamentario. Cuando tengamos -algún día- una Asamblea electa de otra manera, donde los diputados actúen con más independencia de las cúpulas partidarias, ya no necesitaríamos que el presidente intervenga mediando para lograr mayorías calificadas. Mientras tanto, que bueno que interviene...


II.

Muchos comentaristas (entre ellos nuevamente el editorialista de El Faro), para criticar el recién concluido proceso de elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, lo comparan con la audiencia pública que en estos mismos días tiene lugar en el Comité Judicial del Senado en Washington para confirmar la nominación de la jueza Sotomayor a la Corte Suprema de Estados Unidos.

Según estos comentaristas, la comparación de los dos procesos deja al descubierto la deficiencia de nuestra Asamblea. Mientras en Washington los senadores interrogan a los futuros magistrados en público ante las cámaras de televisión, en El Salvador no hay transparencia, no hay debate público sobre los méritos y las posiciones de los candidatos.

Es una argumentación bastante ligera, porque compara peras con manzanas. Además muestra poco conocimiento del sistema norteamericano de nombrar y confirmar magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

En Estados Unidos los presidentes, sobre todo cuando pasan en la casa Blanca por dos períodos, determinan el carácter político e ideológico de la Corte Suprema. Cada vez que sale uno de los jueces -normalmente por muerte, ya que son cargos vitalicios-, el presidente mete a un juez que corresponde a sus preferencias. Preferencias filosóficas es el eufemismo que se suele usar, pero se sabe que son políticas y partidarias. Todo el mundo en Estados Unidos distingue entre ‘jueces liberales’, nombrados por presidentes demócratas, y ‘jueces conservadores’, nombrados por presidentes republicanos.

Es cierto que cada vez que el presidente nombra a un juez para la Corte Suprema, se celebra una audiencia exhaustiva en el Comité Judicial del Senado. Al final de esta audiencia, cualquier televidente conoce las opiniones del candidato sobre el aborto, el control de armas y otros temas controversiales. Parece un ejemplo de transparencia.

Parece. Pero de hecho el proceso de selección de candidatos es mucho más transparente en El Salvador. Primero, la elección de los abogados de la República, de la cual salen 15 candidatos a la Corte. Luego, los debates en el Consejo Nacional de la Judicatura, de los cuales salen los otros 15 candidatos. No existe nada parecido en Estados Unidos. El presidente y su círculo muy cercano escogen, sin transparencia ninguna, a los candidatos. A su conveniencia, para poner a la Corte Suprema en sintonía con las políticas del presidente. Es un proceso totalmente discrecional, secreto, donde el presidente no le debe explicación a nadie.

Una vez que el nombre del elegido por el presidente llega al Senado, comienza un proceso transparente, televisado en vivo. ¿Pero saben cuántos nombramientos presidenciales a la Corte Suprema ha rechazado el Senado en toda su existencia? ¡Sólo doce!

Es casi regla que el senado confirma los nombramientos del presidente. Aunque los debates son muy fuertes, al fin no son mucho más que un reality show. El ejecutivo requiere sólo mayoría simple para confirmar a los jueces. La Constitución de Estados Unidos no tiene un candado para evitar que un partido, con mayoría simple, determina la inclinación ideológica de la Corte Suprema.

Nuestros magistrados necesitan mayoría calificada en la Asamblea, o sea los partidos mayoritarios están condenados a ponerse de acuerdo. En Estados Unidos, es básicamente el presidente que define la correlación de fuerzas en la Corte - y todo el mundo lo acepta como normal...

No estoy haciendo ningún juicio sobre cuál sistema de elegir magistrados de la Corte Suprema es mejor. Son dos sistemas diferentes, cada uno con ventajas y desventajas.

Pero que no nos digan que el sistema de Washington es un ejemplo de transparencia cristalina, sólo porque en televisión aparecen unos viejitos haciendo preguntas incómodas, para luego confirmar el nombramiento del presidente. Y no me digan que el sistema nuestro es viciado, sólo porque en Casa Presidencial se ponen de acuerdo las cúpulas partidarias sobre los futuros magistrados. En la Casa Blanca se pone de acuerdo el presidente con sus asesores, y con nadie más. El resto es básicamente un reality show televisión.

(El Diario de Hoy/Observador)

Carta a Rodrigo Ávila


Estimado Rodrigo:

Perdiste las elecciones, pero esto no significa que tenés que desaparecer del mapa. Hiciste bien de mantenerte al margen de la refundación de ARENA, dejando espacio a gente que no ha estado en el desmadre interno que en última instancia les hizo perder.

Pero no tenés porqué esconderte. O dejar que te escondan. No hiciste un mal papel en las elecciones. Supiste pelear y supiste perder.

El país no puede darse el lujo de perder los aportes de sus mejores políticos sólo porque perdieron elecciones. El país necesita construir sobre la experiencia colectiva. De ganadores y vencidos.

Hoy, cuando en el debate urgente sobre seguridad pública nadie parece tener norte, el país demanda que el hombre que ha sido el mejor director de policía intervenga, participe, pelee. El nuevo gobierno no tiene ni plan ni liderazgo para enfrentar los retos de la seguridad. Están improvisando. Están cometiendo cagadas, como negociar con los pandilleros las condiciones en las cárceles…

La nueva dirección de ARENA tampoco tiene mucha idea sobre el tema. Tenés la obligación de tomar la iniciativa y provocar un debate constructivo sobre cómo enfrentar la delincuencia y la violencia.

Si vos no, ¿quién?

Te saluda Paolo Luers.

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La encrucijada hondureña

Sin tanta paja: No hay solución negociada para Honduras. No hay, porque del plan de siete puntos de Oscar Arias, cada bando declara no negociable uno. El presidente depuesto Manuel Zelaya no se puede comprometer a renunciar a la intención de convocar una Constituyente para abolir la prohibición de a reelección presidencial. Y el gobierno de Roberto Micheletti, la Corte Suprema y el Congreso no pueden aceptar el regreso de Zelaya a la presidencia.

Con esto, resultan improcedentes los dos puntos claves de la propuesta de Oscar Arias. A menos que uno de los dos bandos ceda.

Zelaya no puede ceder, porque perdería inmediatamente el único apoyo confiable que le ha quedado: el respaldo de Hugo Chávez y el ALBA. Zelaya depende de ellos en todo. Para él, regresar a la presidencia sin seguir gozando del apoyo del ALBA, no tiene ningún sentido. Sin el dinero que le proporciona Chávez, Zelaya no se sostiene en el exilio - y tampoco en el poder. Y sus ‘aliados’ del ALBA no están interesados en Manuel Zelaya, ni en la paz social de Honduras. Están interesados en Zelaya y el movimiento social hondureño como instrumentos para asegurar que Honduras se quede en el ALBA, que Honduras avance en el camino de la erosión de las instituciones de la democracia representativa. Para Hugo Chávez, el punto clave es la Constituyente, el cambio de sistema en Honduras. Si no sirve para eso, Zelaya le vale un comino.

Por eso Zelaya no puede aceptar el punto clave de la propuesta de Arias de desistir de la ‘cuarta urna’, del referéndum, de la Constituyente, de la reelección... Sería su suicidio definitivo. Sabe perfectamente que lo poquito que le queda de vida política después de su salida de Honduras, es prestado de Hugo Chávez. El pequeño ejército de activistas que a diario reclama en las calles su retorno, no es de él, es de Chávez. Regresar al poder aceptando condiciones inaceptables para Chávez, dejaría a Manuel Zelaya sin nada.

Por otra parte, las autoridades de Tegucigalpa no pueden ceder en el punto que para ellas es clave: el no retorno de Zelaya a la presidencia. Micheletti ya dijo que todo lo demás es negociable, incluyendo su propia presencia en Casa Presidencial, menos el retorno de Zelaya. Cediendo en este punto, en vez de resolverse, la crisis institucional de Honduras se agudizaría. El gobierno de facto de Micheletti tiene una sólo ventaja que le permite mantener cierta gobernabilidad: su llegada al poder –o sea el derrocamiento de Zelaya- resolvió el enfrentamiento entre los poderes constitucionales...

De esta manera, como era previsible, fracasó la mediación de Oscar Arias. Los dos puntos claves de su propuesta de siete acuerdos resultan improcedentes.

Entonces, ¿qué va a pasar? Lo más probable: ¡nada!

Si no hay acuerdo sobre los dos puntos claves -el retorno al poder de Zelaya, y la suspensión del intento de convocar a una Constituyente-, quedan dos alternativas: Retoma el poder Manuel Zelaya sin consentimiento de los otros poderes del Estado, y trata de seguir adelante con la famosa “cuarta urna” para convocar una Constituyente. Eso significa confrontación con la Corte, el Congreso, la Fuerza Armada, los dos partidos mayoritarios...

O queda gobernando en Tegucigalpa un gobierno (con o sin Micheletti), que no goza del reconocimiento de la minoría que representa Zelaya, pero sí del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia.

¿Cuál de las dos opciones es más conflictiva y genera más inestabilidad para Honduras y sus vecinos? Parece obvio que la primera. Zelaya, para retomar el poder, tiene que pasar por choques violentos o, como algunos dicen, una guerra civil. El gobierno de facto, para mantenerse en el poder, sólo tiene que mantener la unidad de los sectores e instituciones que lo apoyan; mostrar capacidad de control sobre policía y ejército, para garantizar los derechos ciudadanos; y pagar el costo económico y político de las sanciones internacionales.

Una minoría, para tomar el poder, siempre necesita emplear más violencia que una mayoría para sostenerse. Así de simple.

La comunidad internacional tiene que decidir si está interesada en estabilidad y gobernabilidad en Honduras, o en restablecer un gobierno que produce división, ingobernabilidad, crisis institucional.

(El Diario de Hoy/Observador)

sábado, 18 de julio de 2009

Carta al cura Antonio Confesor Carballo


Estimado padre:

Usted está encabezando las protestas callejeras contra la construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral en el río Torola. Junto con los dos activistas que el FMLN había propuesto de ministro de Medio Ambiente: Ángel Ibarra y Ricardo Navarro.

El problema es que Funes no quiso darles el ministerio a los radicales. Las protestas violentas contra El Chaparral son la venganza de los dinosaurios...

Dicen que la protesta es por razones ecológicas y para ‘proteger a la gente’, pero lo que quieren es torcerle el brazo a Funes y su ministro de Medio Ambiente. Quieren hacer caer el proyecto El Chaparral. ¿Y usted, padre, por qué se presta para esto?

Usted dice: "Mauricio, ¡defiende al pueblo que te eligió! Los ricos de este país no te eligieron, te dieron la espalda. Salume compró tu conciencia con los milloncitos...”

Tiene razón, padre: El hijo de don Nico Salume no debería estar dirigiendo la CEL y el proyecto El Chaparral. Su presencia en el gabinete es una vergüenza.

Pero El Chaparral no es un proyecto de Salume, es un proyecto del país. Parar la construcción de la presa hidroeléctrica, como lo quieren los dinosaurios en el FMLN, significa sabotear el desarrollo del país.

Para torcerle el brazo a un presidente y obligarle a adoptar posiciones extremistas contra ‘los ricos’, ¿ustedes están dispuestos a sabotear al desarrollo del país?

Como pastor, usted debería ayudarle a su gente a sacar los mejores beneficios del proyecto: más escuelas, clínicas, calles y viviendas. Todo lo demás es demagogia. O una cínica estrategia de desestabilización contra su propio gobierno...

Paolo Lüers

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jueves, 16 de julio de 2009

Columna transversal: La muerte anunciada de la CND


Ha muerto la Comisión Nacional de Desarrollo. Sin velorio. Sin discursos, sin homenajes, sin obituarios. No ha sido una muerte natural. Pero no ha habido autopsia, ni investigación, ni transparencia.

Bueno, tal vez el caso no necesita tanta investigación. La CND murió por decreto presidencial. Pero aunque se conozca el autor, queda pendiente establecer el móvil.

Con la Comisión Nacional de Desarrollo, el gobierno de Funes mató la instancia estatal de nuestra institucionalidad de pos-guerra que más ha aportado a la pluralidad, a la concertación y a la construcción de políticas públicas de nación. La Comisión fue creada por el presidente Armando Calderón Sol en 1997, con el mandato de elaborar, un Plan de Nación. La idea era: Constituir una comisión tan plural, tan distinguida y tan concertadora, que la visión y el rumbo que propusiera para el país tuvieran validez, independiente de quien ganara elecciones y asumiera el gobierno en los próximos.

Los personajes que asumieron este reto reflejaban lo mejor y lo más representativo de la nueva pluralidad democrática del país: tres de los arquitectos de los Acuerdos de Paz (Salvador Samayoa, de la Comisión Política-Diplomática de la insurgencia; Abelardo Torres y David Escobar Galindo, de la comisión negociadora del gobierno de Alfredo Cristiani); una socióloga y un empresario fundadores de FUSADES, el tanque de pensamiento vinculado a la empresa privada (Sandra de Barraza, Francisco de Sola); y un economista que dirige el centro de investigación de la izquierda FUNDE (Roberto Rubio).

La producción intelectual y política de la CND ha sido tan grande e impactante, precisamente porque bajo tres gobiernos sucesivos ha logrado defender y consolidar su independencia estricta del ejecutivo y de los partidos, su carácter plural y su método de consultas amplias a los sectores protagonistas en el territorio.

Aparte del Plan de Nación, que se presentó al país en 1998, la CND efectuó las consultas, los estudios y las elaboraciones que son la base para proyectos estratégicos como el Puerto La Unión y la Carretera Longitudinal del Norte.

El hecho que el país dispone de planes para el desarrollo de la zona Oriental y para el Norte es debido al trabajo de la CND. Ni el proyecto de la Cuenta del Milenio, ni el Puerto Cutuco, ni la visión para el ordenamiento territorial del país existieran sin la CND.

No es cualquier comisión que puede hacer estos aportes estratégico. No lo puede hacer una entidad subordinada al gobierno de turno, llámese ministerio o secretaria presidencial. La creatividad y la credibilidad de la CND emanaban directamente de su carácter independiente y plural, de su metodología de consultas y concertaciones, y de su voluntad y capacidad de abandonar los enfoques centralistas e ir a los territorios.

Estas características de la CND -sobre su terca independencia- la han hecho tan difícil de digerir para los diferentes gobiernos. La relación con los presidentes y los ministerios a veces ha sido tensa. Demasiado veces la reacción de los gobernantes ha sido engavetar las propuestas de la CND.

Pero la alta calidad de las propuestas y el nivel intelectual de los comisionados han permitido a la CND permear la opinión pública y, a través de ella, los procesos políticos del país. La construcción del puerto Cutuco es muestra de la inmensa influencia de la CND – y el hecho que el puerto no está operando, porque no hay acuerdo político sobre cómo concesionar y operarlo, es muestra de las resistencias de los gobiernos a adoptar las políticas de nación propuestas.

Pero es el privilegio del nuevo gobierno, el del ‘cambio’, de resolver esta contradicción normal -y a lo mejor productiva- entre el ejecutivo y un ente estatal independiente de elaboración aboliendo el segundo. Es una auto-amputación del Estado. Es el interés del gobierno encima del interés del país.

El gobierno dice que las funciones de la CND serán absorbidas por la nueva Secretaría de Asuntos Estratégicos y por la Secretaría Técnica. Pero esto precisamente es el problema: Una entidad autónoma, no supeditada al ejecutivo y sus intereses políticos-partidarios, está siendo absorbida y neutralizada por al aparato administrativo gubernamental. Sin los comisionados, por supuesto. Por más buenas intenciones que pueden tener Alex Segovia y Hato Hasbún, los dos secretarios de la presidencia en cuestión, no pueden dar continuidad a un proyecto que estaba basado en distancia crítica al gobierno.

Y no es por falta de recursos que le quitan la vida a la CND. Con un presupuesto anual de menos de 1 millón de dólares, la CND habrá sido una de las entidades estatales más eficientes en el sentido de costo-beneficio.

La razón es otra: Este gobierno -en particular su presidente- no tienen uso ni tolerancia para propuestas independientes ni para otros participantes brillantes, críticos y competentes en el debate nacional. En la manera de trabajar de los comisionados y en su alto grado de credibilidad frente a los sectores productivos y académicos del país, este gobierno no ve un complemento necesario al ejecutivo, sino una potencial competencia. Competencia a erradicar.

La Asamblea Legislativa debería retomar el concepto de una Comisión Nacional de Desarrollo como contrapeso y correctivo a las políticas partidarias tanto de la oposición como de del gobierno, y como entidad autónoma que provee a la sociedad de propuestas, visiones y mecanismos de consulta y concertación. Nada impide que el parlamento crea una nueva Comisión Nacional de Desarrollo, con plena autonomía y con presupuesto adecuado, para producir los insumos que los legisladores y la nación necesitan para decidir su futuro.

(El Diario de Hoy)

Carta a futuros magistrados


Estimados amigos:


Espero que este mismo día de hoy, serán electos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

¡Felicitaciones!

Me alegra mucho que al final no sólo haya Corte Suprema y Sala de lo Constitucional, sino que dentro de este máximo órgano de la Justicia haya gente de izquierda que vale la pena: gente independiente, crítica, y valiente que no acepta línea ni presiones de parte de nadie. Gente que defenderá la Constitución contra los ataques de los poderosos. Pero de todos los poderosos, sean de la empresa privada o del Politburó del FMLN.

Ya ven: Yo les dije que al fin la derecha va entender que el mejor antídoto a la izquierda autoritaria es la izquierda crítica, democrática y responsable...

Ustedes están asumiendo un gran reto. Se están metiendo en un gran huevo. A lo mejor quedarán mal con derecha e izquierda. Eso será la muestra que están haciendo bien su trabajo.

Ya ningún partido debe controlar la Corte. Por eso no había que permitir magistrados militantes. Pero tampoco gente que no son ni chicha ni limonada.

Suerte, señores magistrados, y ¡cuidadito de tantos nuevos amigos!

Su fiel tabernero y amigo Paolo Lüers

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martes, 14 de julio de 2009

Cursilería oficialista


Iba a haber cambio en el país. Todo iba a cambiar. Sobre todo la manera de gobernar. Incluyendo la política de comunicación. Ya nada de despilfarro en campañas de publicidad. Información en vez de publicidad y propaganda gubernamental.

Mil veces el FMLN y su candidato preguntaron: ¿Cuántos hospitales se pueden abastecer de medicinas por el dinero que gasta Tony Saca en campanas publicitarias para promover la imagen de su ‘gobierno con sentido humano’?

Hoy, a seis semanas de haber asumido el control del gobierno y del presupuesto de propaganda, estamos siendo nuevamente bombardeados por spots de televisión en todos los canales, cancioncitas, caras alegres. La misma cursilería, sólo con otro lema; en vez de ‘Gobierno con sentido humano’, ahora es ‘Gobierno de El Salvador: unir, crecer, incluir’.

“Unir para vencer. Crecer para avanzar. Incluir para lograr la paz en cada hogar...”

¿Esto es información o publicidad? Definitivamente, no es lenguaje informativo, sino propagandístico. Ni siquiera es lenguaje político, sino lenguaje cursi. Alguien cercano al gobierno actual me dijo: “Es lenguaje poético”. No sé qué poetas leen en Casa Presidencial en estos días. El lenguaje de este jingle del ‘cambio’ es más cercano a Micheal Jackson (“We are the world”) que a Silvio. Que alguien les preste un poemario de Benedetti o de Cardenal, o por o lo menos un disco de Silvio Rodríguez...

“Unir para vencer”, ¿a quién? Las campañas electorales tienen como propósito vencer al adversario. Una vez electo el candidato, se convierte en presidente de todos, y ya no hay adversario a vencer. No así los partidos. Ellos siguen siendo parciales, siguen teniendo adversarios a vencer. “Unir para vencer”, definitivamente es lenguaje de partido, no de gobernante. Suena a campaña electoral, no a rumbo de nación...

“Crecer para avanzar”, ¿hacía donde? Al socialismo? ah, no: a la paz en cada hogar? Esto es lenguaje religioso...

A seis semanas de gobernar el FMLN y Mauricio Funes, no conocemos el diseño de su política comunicacional.

Lo que conocemos hasta ahora es: Una campaña de publicidad llena de cursilería. Restricciones al acceso de información en el área de Seguridad Pública, decretadas por el ministro y su jefe de policía. Un llamado del ministro de Gobernación a los medios a autocensurarse. Sitios de Web de Casa Presidencial y de los ministerios mal diseñados y con muy escasa información. Un secretario de Comunicación de Casa Presidencial que asume la tarea de convocar a los artistas del país a una consulta y pre elección de candidatos para la jefatura de Concultura, como si la cultura fuera, para este gobierno, un asunto complementario de su política comunicacional. Ah, y el anuncio oficial que el Canal 10 va a pasar a control directo de Casa Presidencial y formar, junto con Radio Nacional y otros recursos estatales, un consorcio de medios estatales.

Mientras este anuncio no vaya a acompañado de un concepto coherente de convertir este consorcio de medios estatales en una entidad autónoma fuera del control directo del ejecutivo, más bien suena a amenaza. No estoy en contra de medios estatales haciendo competencia -sobre todo informativa- a los medios comerciales. Por lo contrario, soy un gran aficionado de medios estatales como la BBC, Radio Netherland, y Deutsche Welle. Son medios sumamente profesionales y pluralistas, con un absoluta independencia editorial del ejecutivo de turno en sus países.

Pero detesto medios estatales como Granma, Radio Havana, Telesur y Canal 8 de Venezuela, que son instrumentos de los partidos de gobierno. Que no permiten pluralidad, sino buscan hegemonía comunicacional e ideológica...

Solicito al gobierno, a la oposición, a las universidades y a los medios a iniciar un debate serio sobre el concepto de nuestros medios estatales. Lo que menos queremos es que el Canal 10 dependa de la misma instancia que diseñó la campaña publicitaria ‘unir, crecer, incluir’...

(El Diario de Hoy, Observador)

Carta a Madelein García, corresponsal de Telesur


Estimada colega:


Lástima que te sacaron de Honduras. Deberían haber aguantado que Telesur reportara, desde su punto de vista, desde Honduras. Que el punto de vista de Telesur es el de su patrón Hugo Chávez, no importa. Que Telesur no es imparcial, sino abiertamente apoya al depuesto presidente Mel Zelaya, no importa. Y no importa que Telesur no estaba apegado a la verdad, sino a la línea política de Chávez...

Querida colega, en Honduras te diste cuenta lo que significa ejercer periodismo en territorio hostil. En Honduras te diste cuenta qué importante es que los gobiernos respeten la libertad de prensa, precisamente donde les duele. Donde los critican y los atacan. Donde los medios se convierten en oposición.

La máxima prueba para la libertad de prensa es el medio que más critica, más molesta a un régimen. En este sentido, Telesur era para Honduras la prueba – y el gobierno Micheletti reprobó. No aguantó el dolor de huevo que es una prensa opositora.

Igual que tu jefe Hugo Chávez no aguanta Globovisión. O cualquier otro medio independiente y crítico.

Hay que decir a Micheletti y a Chávez: Si no aguantan prensa hostil, no se metan en el negocio de usar la fuerza para mantenerse en el poder...

Ojala que la experiencia que hiciste en Honduras te ayudó a entender que la libertad de prensa es indivisible: es válida para Telesur en Honduras como para CNN y Globovisión en Venezuela.

Me tomé la libertad de mandar tu teléfono a nuestros colegas corresponsales extranjeros en Venezuela. Si tienen un problema con el gobierno, te van a hablar.

Suerte, tu colega Paolo Lüers

PD: Te felicito por el valor que demostraste en las calles de Tegu.

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sábado, 11 de julio de 2009

Carta a Michael Jackson


Jacko:


como dicen que sos de los muertos que nunca mueren, tal vez leas esta carta. Me encantó el show de despedida que te armaron en el Staples de Los Angeles: un concierto como dios manda para una estrella de pop - y discursos como si hubiera muerto el hermano de la madre Teresa...

No entiendo cómo, pero vos conectaste con toda una generación. Soy demasiado viejo para entenderlo.

La única vez que yo lloré por la muerte de un cantante fue en 1980, cuando un loco le pegó un tiro a John Lennon. La muerte de Lennon la sentimos como pérdida insufrible, porque este tipo, cuando tocaba y cantaba, habló por toda nuestra generación. La bala que mató a Lennon, hirió nuestra identidad, nuestra rebelión, nuestra revolución...

Lo mismo pasó a mis hermanos mayores cuando murió James Dean en 1955. Con él murió el hombre que simbolizaba su tristeza, su rebelión contra las mentiras de la generación de sus padres...

No así con Elvis. Cuando Elvis murió en 1977, ya había muerto varias veces. El icono del rock ya no existía, había cometido suicidio durante años. Si Elvis hubiera muerto en 1958, hubiera provocado una depresión colectiva, tal vez una ola de suicidios.

No quiere ni pensar que vos representaste a toda tu generación. Tan jodido no está el mundo. John Lennon, Elvis Presley y James Dean cambiaron el mundo. Vos cambiaste la manera de bailar...

Durante años has sido un muerto que seguía deambulando. Un fantasma asustando niños. Tal vez a esto se refieren cuando dicen que sos inmortal...

Mejor descanse en paz.

Paolo Lüers

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jueves, 9 de julio de 2009

Carta a Oscar Arias, presidente de Costa Rica


Estimado don Oscar:


entiendo perfectamente que usted se asustó y encachimbó cuando le despertaron en la madrugada poniéndole en la puerta de su casa a un presidente en pijamas...

Ante las cámaras del mundo dijo lo que tuvo que decir para confortar a su colega Zelaya y para regañar a los golpistas hondureños por despertarlo a hora no cristiana.

Ya el día siguiente, en Managua, mantuvo más bien silencio ante las cátedras de democracia impartidas por los comandantes Raúl Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega.

Déjeme adivinar: Detrás de la cara de chucho triste que puso en Managua, usted estaba pensando: “A este sindicato de presidentes en peligro de que los echen no me uno. Yo ni ejército tengo para hacerme golpe...”

Es exactamente por eso que usted es el más indicado para buscar una solución pacífica para Honduras. Usted es el mediador ideal, porque no tiene velas en este velorio.

Ya que Washington le dio el respaldo para su rol de mediador, usted tiene la llave en sus manos. Si tiene el valor de actuar en contra de la corriente marcada por los comandantes, otros presidentes de la región se van a salir del guión que Hugo Chávez ha escrito para la escalada y regionalización del conflicto en Honduras.

Suerte, don Oscar, ¡por algo es Nobel de paz!

Paolo Lüers

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miércoles, 8 de julio de 2009

El conflicto ya llegó a El Salvador


“Se ha dicho, con verdad, que el golpe de Estado hondureño es contra todo lo que se encarna en estas cuatro letras: ALBA. La Alianza Bolivariana no sólo es una urgencia histórica sino la vía inexorable para hacerle frente a la crisis estructural del capitalismo y, por eso mismo, el instrumento unitario de mayor voluntad política a la hora de actuar en función de la impostergable unidad de Nuestra América. De allí que buscaran golpearla, así lo he dicho, por su flanco más débil,” escribe Hugo Chávez, en ‘Las Líneas de Chávez: El ALBA y la hora de los hornos,’ el 4 de julio de 2009.

Tiene razón el teniente coronel: El golpe de Honduras es contra la aplicación del modelo ALBA –‘revolución bolivariana’, ‘socialismo del Siglo 21’, ‘democracia popular’, como quieran llamarlo- en un país cuya población no ha optado por este ‘cambio’.

Golpe contra el ALBA – esto explica la respuesta militante y beligerante de los gobernantes del ALBA y sus aliados, como los Kirchner, el padre Lugo... y el FMLN. “Nosotros estamos dispuestos a apoyar la insurrección del pueblo hondureño,” gritó un uniformado Hugo Chávez el 29 de junio en Managua, sentado a la par de Raúl Castro, Manuel Zelaya y Daniel Ortega, y agregó: “Haré todo lo posible para derrocar ese gobierno.”

Pero si el conflicto en Honduras es entre los seguidores y los detractores del modelo ALBA, como lo describe el mismo teniente coronel Hugo Chávez, ¿porqué la OEA toma partido por el ALBA? ¿Por qué los gobiernos democráticos -de izquierda y derecha- de Latinoamérica no forman un bloque que propone la búsqueda de una solución negociada, en vez de adoptar la posición de una de las partes en disputa por el poder? ¿Por qué nadie le agarra la pelota a Oscar Arias quien se ofrece como mediador?

Es por la ilegalidad del golpe, dicen los fariseos. El problema es que los dos bandos que en Honduras reclaman el poder legítimo, padecen de ilegalidades. Zelaya perdió el poder, porque violó la constitución tratando de gobernar desconociendo los demás poderes del estado. Micheletti llegó al poder luego de la expatriación ilegal de Zelaya. En estos casos, la comunidad internacional normalmente se rige por un criterio muy pragmático: reconoce al gobierno que de hecho ejerce control del territorio. Y hace gestiones para asegurar el imperio del estado de derecho.

Por eso nadie en su sano juicio reconocería a un gobierno cubano o chino o norcoreano o iraní en el exilio. Por eso todo el mundo respeta y admira al Dalai Lama, pero nadie reconoce su gobierno en el exilio.

¿Vamos a dejar que los presidentes del ALBA nos obligan a seguir reconociendo a un presidente exilado de Honduras, que deambula en aviones venezolanos entre Managua, San Salvador y Washington, y a desconocer al gobierno en Tegucigalpa que administra al país?

El presidente destituido José Manuel Zelaya, si es tan convencido que ‘su gente’ lo están esperando para restituirlo en el poder, debería regresar a Honduras. Tiene razón. Pero no pidiendo permiso en el aeropuerto y acompañado de celebridades, sino por las veredas del pueblo, acompañado de sus valientes ex-ministros... Si logra controlar territorio, si logra que la población se deje gobernar por él, hablemos de reconocimiento internacional. Si no, no.

Pero mientras tanto, necesitamos que los gobiernos que no han caído enfermos de calenturas bolivarianas asumen su responsabilidad en la búsqueda de una solución política, pacífica y negociada. Para eso, la primer cosa que tienen que hacer es hablar con la Corte Suprema, con el Congreso, con el fiscal general, con el comisionado de Derechos Humanos, con los obispos, con los empresarios de Honduras. Y con el gobierno que ejerce la administración del país.

¿Qué posición va a tomar el gobierno salvadoreño? Esa es la gran incógnita. Las primeras declaraciones del presidente mantuvieron una sana distancia a las posiciones extremas y beligerantes del FMLN y de los gobiernos del ALBA. Luego daba la impresión que el presidente empezó a ceder a las presiones del FMLN y sus aliados. Tampoco puso una cara muy feliz cuando Zelaya y sus amigos le cayeron a Comalapa el día del frustrado show del retorno.

Es obvio que el FMLN quiere arrastrar a El Salvador hacia la posición del apoyo incondicional a Zelaya. De esta manera el FMLN traslada el conflicto hondureño –o más bien el conflicto entre seguidores y detractores del ALBA- a nuestro país. Ya lo trasladó. Igual que en Honduras, aquí existe y se moviliza una minoría muy activa en favor del modelo bolivariano. Basta escuchar las declaraciones de Dagoberto Gutiérrez, de los líderes del ‘movimiento social’ y de los voceros del FMLN...

No hay que tenerle miedo a este conflicto. Igual que en Honduras, en El Salvador tampoco hay mayoría para el modelo ALBA. Y el presidente Funes tiene que decidir de qué lado está en esta batalla política.

(El Diario de Hoy, Observador)

martes, 7 de julio de 2009

Carta a Epigmenio Ibarra, periodista y cineasta mexicano


Querido Epi:


como corresponsal de guerra conociste El Salvador como pocos salvadoreños. No sólo el país y sus montañas, sino a los protagonistas de la guerra. Te hiciste amigo de comandantes de ambos bandos. Dormiste en el piso con combatientes de ambos ejércitos. Escuchaste a las víctimas civiles de ambos lados. Contaste las historias de todos nosotros.

Hoy que regresaste al país, nos dijiste una cosa que me impactó mucho: que los salvadoreños deberíamos sentir un inmenso orgullo por la paz, por la manera cómo superamos la guerra y cómo logramos, contra todo escepticismo, mantener la paz.

Tienes razón, Epi: Aquí no se siente ese orgullo. Para el mundo, la paz negociada de El Salvador es un ejemplo, un éxito, una lección. Aquí muchos han perdido la visión que los Acuerdos de Paz siguen siendo la plataforma de nuestra democracia.

Hay gente de derecha y de izquierda que nunca aceptaron la idea que no ganaron la guerra. Siguen buscando la victoria que no lograron en la guerra. No entienden que el hecho que la guerra terminó sin ganadores y son vencidos era lo mejor que podía pasar al país.

Gracias Epi, por acordarnos a todos -guerrilleros, soldados, izquierda, derecha- las lecciones de nuestra propia guerra. Gracias por decirnos, con la confianza de quienes han compartido balaceras, emborracheras y velorios: No sean pendejos, guanacos, construyan sobre el capital que juntos han construido, que es la paz... No inventen rupturas y nuevas repúblicas, cuiden la democracia que fundaron juntos en 1992 – y cuídenla juntos.

Gracias, Epi, por llamarnos la atención,

tu colega y hermano Paolo Lüers

sábado, 4 de julio de 2009

Carta a Ricardo Martinelli, nuevo presidente de Panamá


Estimado señor presidente:


En su discurso de la toma de poder, el pasado 1 de julio, usted dijo una frase que me llamó mucho la atención: “En mi gobierno se puede meter la pata. Pero no se puede meter la mano.”

¡Le felicito por esta frase, presidente! Nosotros escuchamos, hace un mes, otra frase totalmente contraria a la suya: ”Proclamo en voz alta para mí mismo, para mis compañeros, y para toda la nación: nosotros no tenemos el derecho de equivocarnos. Repito: nosotros, definitivamente, no tenemos el derecho de equivocarnos.” Dijo el presidente Funes en su discurso de toma de poder.

Me quedo con la frase suya, presidente. Me parece más honesta, más realista, más simpática.

Claro que los presidentes, incluso los buenos, meten la pata y se equivocan. Prefiero tener un presidente que está conciente de sus limitaciones.

Usted puede ser demasiado de derecha para mis gustos, pero yo confío más en un presidente que dice a su pueblo: “Yo no soy perfecto”, como Usted hizo en su discurso, que en presidentes que se sienten infalibles y piensan que la democracia comienza con ellos. A esos les tengo miedo.

Bienvenido, el continente necesita presidentes cuerdos.

Saludos, Paolo Lüers

jueves, 2 de julio de 2009

Carta al general David Mungía Payés


¡Mi general!


Felicidades: Al fin el presidente de la República le ascendió a general. Luego de años de andar de civil haciendo campañas políticas, le volvieron a dar el alta, le pusieron uniforme, lo nombraron ministro de Defensa, y le dieron las estrellas deseadas que le habían negado los presidentes de ARENA. Hoy está plenamente restituido su honor. Ya satisfecha su ambición, puede renunciar y gozar de su merecido retiro.

Las estrellas y el uniforme le quedan como símbolo de que al fin se hizo justicia con usted...

A la vez usted le haría un gran favor a la Fuerza Armada y al país, dejando que al fin nombren a un civil como ministro de Defensa. Alguien que no divide a la Fuerza Armada sino la une porque no entra en competencia con los miembros del Alto Mando. Alguien que fortalece la subordinación del ejército bajo el poder civil - sin poner en peligro la institucionalidad interna y los códigos de honor de la Fuerza Armada.

¡Apuesten al cambio, hombre! Un civil al cargo del Ministerio de Defensa, pero respetando el orden interno de la Fuerza Armada - eso sí sería un cambio profundo y progresista para el país. Y a usted como soldado que es no le asustará el hecho que el cambio requiere de un pequeño sacrificio personal.

Nuevamente felicidades, señor general, Paolo Lüers

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Gorilas hablando de gorilas


Hugo Chávez y Raúl Castro como protagonistas de la lucha democrática contra el militarismo. Gorilas hablando de gorilas. El jefe del sangriento intento de golpe de Estado venezolano de 1992, denunciando "el regreso al militarismo". ¡Qué espectáculo!

Los únicos dos estados del continente dominados por militares son Cuba y Venezuela. Los únicos presidentes latinoamericanos que son militares y además tienen todo el poder civil contaminado con cuadros militares son Raúl Castro y Hugo Chávez.

El hecho que los dos no dejan pasar la oportunidad de aprovechar el drama hondureño para salir del aislamiento y asumir liderazgo a nivel continental, es fácil de entender. Lo incomprensible es que los demás presidentes latinoamericanos se prestan a este juego, y se dejan reducir a extras en una película cuyo guión está escrito por Castro y Chávez, y para la cual Daniel Ortega y la Chayo prestan su casa como locación.

No hubo ninguna necesidad que todos los presidentes del SICA y del Grupo de Río se prestaran para que Hugo Chávez y Raúl Castro se proyectaran como líderes de un movimiento continental de defensa de la democracia.

No hubo ninguna necesidad que los presidentes y cancilleres reunidos en Managua adoptaran el lenguaje, las medidas y sanciones contra Honduras prefabricadas por la ALBA. Por lo contrario.

Así como los integrantes de la ALBA se reunieron antes para definir estrategia y preparar la emboscada, lo hubieran tenido que hacer los dirigentes democráticos de América Latina. ¿Cómo se les pudo pasar por alto que en el conflicto hondureño, el grupo ALBA es protagonista? Es obvio que Cuba, Venezuela y Nicaragua son parte beligerante y protagonista en el conflicto y tienen mucho qué perder con la salida de Mel Zelaya.

¿Cómo es posible que los presidentes democráticos, que podrían haber jugado un papel de mediación, se dejaran envolver en la estrategia de la ALBA de evitar mediación y pasar directamente a la confrontación?

¿Cómo es posible que el presidente de México, para el cual no está nada en juego en Honduras, no insistió en que primero se hiciera un análisis y se hable con todos los bandos del conflicto hondureño, antes de adoptar sanciones? Mucho menos las sanciones propuestas por los jefes de la ALBA.

¿Y a nadie en esta reunión en Managua le pareció absurdo que Cuba, hace poco en el banco de acusado, hoy se sentara en el banco del acusador contra el militarismo y la represión contra la oposición?

¿Será posible que en Managua ningún presidente planteara que, para hacer un análisis y construir una estrategia de solución del conflicto hondureño, había que rechazar el madrugón que Zelaya, Chávez y Ortega les tenían preparado? ¿Que había que romper el guión escrito en la reunión de la ALBA?

Las reuniones de Managua, más que cumbre de estadistas, parecían la constitución de un sindicato de presidentes. En el centro del debate no estaba cómo resolver la crisis hondureña, sino cómo protegerse mutuamente del peligro de ser derrocados.

¡Qué absurdo! Los únicos presidentes que corren peligro de ser derrocados son precisamente Daniel Ortega, Hugo Chávez y Raúl Castro.

En el caso del teniente coronel Hugo Chávez era evidente: estaba luchando por salvar su propio pellejo. Claro, un presidente que se ha dedicado a cerrar sistemáticamente a la oposición las vías legales para vencerlo en elecciones, por lógica tiene que tener miedo de golpes de Estado, insurrecciones u otras formas de deponer a gobernantes autoritarios.

(El Diario de Hoy)

miércoles, 1 de julio de 2009

Honduras: No hay información porque no hay libertad de prensa


Dice el nuevo régimen hondureño que efectuó el golpe contra Mel Zelaya para defender las libertades cívicas, supuestamente en peligro por la alineación chavista del presidente. Pero desde su primer día, los nuevos gobernantes atentan contra la libertad de prensa.

Se puede entender que un gobierno que llega al poder mediante un golpe decrete limitaciones al derecho a las manifestaciones públicas. Son inherentes al concepto de golpe de estado. Mientras esas limitaciones son provisionales y no incluyen represión violenta, capturas arbitrarias y desapariciones de opositores, no convierten al régimen resultante del golpe en dictadura. No hay suficiente información desde Honduras para tener un juicio al respecto. Eso, precisamente, es el problema: No hay información porque no hay libertad de prensa.

Un golpe que reclama haberse efectuando en defensa de la democracia, no puede atentar contra la libertad de prensa sin deslegitimarse. Sin la posibilidad de los medios de comunicación nacionales e internacionales de realizar libremente su trabajo indispensable de monitoreo, la población nacional y la comunidad internacional están obligados a asumir que detrás del silencio de la censura y de la represión a los periodistas están pasando cosas que no aguantan el monitoreo y la transparencia.

Siempre cuando un gobierno atenta contra la libertad de prensa, hay que asumir lo peor.

Eso está pasando en Honduras, lamentablemente. Se han cerrado medios. Hay amenazas contra periodistas. Hubo capturas de reporteros. Eso es inaceptable. Independientemente de la posición que uno tiene sobre el gobierno de Mel Zelaya y sobre el golpe, como periodista hay que condenar las restricciones de la libertad de prensa y el peligro en que esto pone a los periodistas.

Yo tengo una opinión muy crítica sobre la manera ideologizada en que informa Telesur, pero en el caso de Honduras tengo que admitir: Sin Telesur no sabríamos casi nada sobre lo que está pasando en Tegucigalpa. Es admirable como los equipos de Telesur, a pesar de todos los obstáculos y las agresiones que sufren como cadena vinculada al régimen de Hugo Chávez, se mantienen trabajando, grabando, entrevistando y transmitiendo desde Honduras.

El hecho que Telesur no es objetivo y que sus reportes están llenos de lenguaje partidario, no le quita el mérito de seguir transmitiendo y proveyéndonos de imágenes exclusivas que nos permiten ver lo que está pasando en Honduras. Y tampoco le quita el derecho inalienable de hacer uso de la libertad de prensa.

La libertad de prensa y la inviolabilidad de los periodistas no son condicionados a la objetividad del medio o del reportero. Mucho menos a su buen comportamiento. La misma inviolabilidad gozan los periodistas dóciles que los periodistas que le joden la vida a un régimen. La misma inviolabilidad tienen que gozar los periodistas que dicen la verdad que los periodistas que dicen mentiras. No puede ser que un gobierno decida qué es verdad admisible y qué es mentira – y que en base de eso proceda a censurar, reprimir, sancionar a medios o periodistas.

Y a los señores que acaban de asumir el poder en Honduras hay que decirles: No se metan al negocio de golpes de estado si no aguantan que les pongan cámaras, micrófonos, preguntas hostiles. Quien provoca noticia, es objeto de noticieros y de crítica. Como dicen los gringos: Don’t do the crime if you can’t do the time.

Por otra parte: ¡Qué bueno que los periodistas de Telesur comiencen a sentir –y tal vez entender- qué significa ejercer periodismo de oposición! Tal vez en Honduras, enfrentando gobernantes intolerantes y autoritarios, aprendan a entender a sus colegas de RCTV y Globovisión en Venezuela...

Tal vez aprenden en Tegucigalpa que la libertad de prensa y la protección de los periodistas tienen que ser universales y sin condicionantes políticos. Los equipos de Telesur tienen todo el derecho de transmitir desde Honduras su visión chavista del conflicto. Ojala que esto les lleve, cuando regresen a Venezuela (o cuando viajen a Ecuador, Bolivia y Nicaragua), a defender la libertad de los colegas periodistas opositores...

Aquí en las guerras centroamericanas hemos aprendido esta lección. Hemos defendido a nuestros colegas contra las intolerancias de militares y guerrilleros, de gobiernos de derecha y de izquierda.

Y otra cosa quiero decir a mis colegas de Telesur y a todos los que condenan, con razón, las restricciones al trabajo de la prensa en Honduras: Cosas muy parecidas o peores están pasando en Irán: censura y represión violenta a los medios internos, y serias restricciones a los movimientos de los medios internacionales.

En Telesur, la represión y la censura en Irán aparecen como legítimos instrumentos de defensa de la revolución, y en Honduras son métodos de la dictadura. Pero la verdad, como la libertad, son indivisibles.

Exijo para mis colegas de Telesur plena libertad de movimiento y de expresión en Honduras. Los felicito por su valor y su entrega a nuestra noble profesión. Sé lo que significa trabajar como reportero en territorios controlados por autoridades que te ven como adversario. Lo viví en San Salvador cuando llegué en 1981. Lo viví en Venezuela y en Nicaragua recientemente, en este caso sin correr peligro de perder la vida, sólo el peligro que ningún funcionario te recibe, te habla, te contesta preguntas...

Lo que en cambio les pido a los amigos de Telesur no es objetividad, ni siquiera verdad. No tiene sentido pedirle peras al palo de manzana. Sólo les pido que extiendan la misma solidaridad a sus colegas en Venezuela, Nicaragua e Iran...

(El Diario de Hoy, Observador)