sábado, 30 de julio de 2022

Carta a Josselyn: Te traicionaron. De Paolo Luers

 

Nayib Bukele llegó al poder porque logró engañar a gente como vos. Va a caer por tu generación.


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 30 julio 2022

Vivía una vez, en El Salvador, una muchacha. Su pueblo había sido escenario de la guerra y y de continuos enfrentamientos políticos. Ella, como muchos de su generación, se sentía desconectada, incluso asqueada, de la política. No había conocido la guerra, por lo tanto no sabía valorar la paz - le parecía una palabra vacía, falsa. 

Algo cambió, cuando de la nada, como del cielo, apareció en el escenario una figura joven, un tipo cool, que pareció entender lo que ella y su generación sentían: el aburrimiento y la frustración con la política. El tipo era del FMLN, pero parecía rebelarse contra los dinosaurios que conducían este partido de la insurgencia, de la cual tanto hablaron sus padres, tíos, abuelos. El tipo apareció en su vida a través de las redes sociales. En Facebook, Twitter, Instagram y Youtube, de repente era omnipresente. También lo era en los periódicos tradicionales, donde mucho lo criticaron por sus promesas falsas y su aparente desdén por las reglas de la democracia – pero de esto la muchacha ni cuenta se daba, porque nunca leía periódicos. 


Tenía 21 años y decidió meterse en política – para cambiarla. Por primera vez le parecía posible, porque aquel joven alcalde capitalino se había lanzado a la lucha por la presidencia para cambiar el país. Decidió apoyarlo. No sólo iba a votar por primera vez, sino apoyar su campaña, convencer a otros jóvenes, ponerse una camiseta con este nuevo color cian, que se propagaba en todo el país. 
 

Nayib ganó. Por primera vez hubo en Casa Presidencial un tipo que hablaba como su generación, se vestía como su generación. Qué cool. Se metió con los ricos y poderosos. Qué valiente...


Cuando dos años después, el joven presidente llamó a sus seguidores a elegir a alcaldes y diputados nuevos que lo apoyaran para realmente poder cambiar al país, ella y muchos de su generación lo escucharon. Lograron meter a la alcaldía de su pueblo a un profesor joven, que se ponía la gorra igual que el presidente, hablaba como él, se vestía como él. 


El pueblo donde vivía la muchacha, Suchitoto, había sufrido mucho de la violencia, primero de la guerra, luego de las pandillas. El pueblo vecino, Perulapán, fue uno de los más violentos del país, tal vez del mundo. La violencia parecía un cáncer incurable. Pero con el joven presidente, esto empezó a cambiar. Paró la matanza. Nadie entendió cómo y porqué, pero para ella fue como el primer milagro logrado por el presidente que habían llevado al poder con su voto. Eso la hizo sentirse bien, casi orgullosa. Se sintió parte de algo histórico...


Pero algo pasó que ella -y nadie- entendió. De repente la matanza revivió en todo el país. Y de repente el presidente declaró que el país estaba en una guerra contra las pandillas. La Asamblea decretó un régimen de excepción y miles de soldados y policías comenzaron a peinar pueblo por pueblo, barrio por barrio, cantón por cantón, caserío por caserío para buscar y detener a miles que correspondían al perfil que ellos tenían de los mareros y sus colaboradores: joven y pobre. Se llevaron parejos a pecadores e inocentes... 


Cuando ya habían encarcelado a 40 mil, la muchacha vio como enfrente de los penales miles de madres, novias, esposas, hermanas, abuelas e hijas se concentraron preguntando por sus hijos, padres, esposos, hermanos o nietos. La muchacha sintió que algo se estaba quebrando, y por las fisuras le comenzaron a entrar miedos y dudas. “Estas mujeres son las mismas que las vi movilizarse para apoyar al presidente; son como mi madre – o como yo. ¿Lo que les está pasando me podría pasar a mi?”


Y pasó. Luego de que de su pueblo habían desaparecido en las cárceles docenas de jóvenes de su edad, algunos compañeros de estudio o incluso amigos, un día se llevaron a su hermano. El mundo le cayó encima.


Esta muchacha sos vos, Josselyn. Vimos tu cara decidida y furiosa, cuando marchaste a la cabeza de una multitud de mujeres de todas las edades a Casa Presidencial para exigir la libertad de tu hermano, y ellas la libertad de sus hijos, novios, esposos y nietos. Te escuchamos gritar, a todo pulmón: ¡Justicia!


Días después leímos en los medios y redes sociales que te habías ido del país, porque luego de esta marcha, cuya cara visible fuiste vos, te había caído encima una tormenta de insultos y amenazas. Una de las cuentas de Facebook y Twitter más asquerosa de las muchas, que componen el aparato de propaganda del joven presidente, publicó una foto tuya, hecha hace 10 años, cuando junto con otras bichas estabas posando con la típica seña de los dedos que caracterizaba a los fanáticos del Rock. “Miren a esta marera, métanla presa”. Fue la misma cuenta en Facebook, “Comando Azul”, manejada desde adentro del ministerio de Seguridad, que durante años ha celebrado las ejecuciones de pandilleros.


Fuiste a la fiscalía a pedir ayuda. Nada. Fuiste a ver al alcalde de du pueblo, a quien vos y tus semejantes habían llevado a su cargo. Nada. No fuiste a Casa Presidencial, porque ya te habían mandado al carajo cuando llegaste con la marcha.


Tuviste que salir del país, dejando atrás toda tu vida, sin despedirte de nadie, ni siquiera de tu familia. Sos ahora el símbolo de la decepción con el fraude que hicieron a tu generación. 


Nayib Bukele llegó al poder porque logró engañar a gente como vos. Va a caer por tu generación.

Cuidate mucho y seguí luchando, 





jueves, 28 de julio de 2022

Carta sobre Bobby Murray, uno de los últimos caballeros. De Paolo Luers

 

Bobby no fue un hombre con sed de poder. Los verdaderos caballeros, los hombres decentes, amables y nobles de distinguida educación universal no compiten con los oportunistas y los pícaros por el poder.


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 28 julio 2022

Siempre era un lujo hablar con Bobby Murray. La conversación podía comenzar sobre política, cambiar al arte y terminar sobre negocios. Un hombre con formación universal. ¿Cuántos hay de estos entre los líderes de este país? ¿Cuántos hay que tienen maestrías en economía y en literatura? Y la pregunta que me hago hoy, al enterarme de su muerte: ¿Qué hacemos si se nos acaban los caballeros cómo él.

Porque Roberto Murray Meza, a quien cariñosamente dijimos Bobby o don Bobby, fue un caballero. “Hombre que se comporta con distinción, nobleza y generosidad” es la definición que la Real Academia Española da para esta palabra, que en estos lados y tiempos casi ha caído en desuso, porque cuesta encontrar en la política, en los negocios, en la academia a este tipo de personas.


Muchas veces en las últimas dos décadas, viendo pasar un presidente impresentable tras otro nos surgió la pregunta: ¿Qué hubiera pasado si Bobby hubiera aceptado ser presidente de la República, como en varias ocasiones muchos le pidieron? Bobby siempre estaba consciente -y lo dijo- que su generación tenía una “deuda social histórica” con el país, con los sectores con escaso acceso a la educación, la salud y el empleo digno.

Hoy estamos pagando un horrendo precio porque los gobernantes de nuestro país -y también quienes capitanean la economía- no supieron o no querían abonar al pago de esta deuda. Imaginémonos que en el 1999 hubiera asumido el liderazgo del país Bobby Murray y no Francisco Flores, quien no supo combinar la apertura del país a la modernidad del siglo XXI y de la economía al mercado global con las reformas sociales necesarias para saldar la deuda histórica, que en los Acuerdos de Paz sólo logramos saldar en lo político, pero no en lo social. Estoy seguro que el país se hubiera ahorrado el descenso al populismo y la política mafiosa, que comenzó con Toni Saca y está tocando fondo ahora. Tal vez también se hubiera creado un ambiente político que hubiera permitido una alternancia con la izquierda llegando al poder con alguien como el Dr. Héctor Silva y no con un farsante como Mauricio Funes.


Al final del quinquenio de Paco Flores todavía el país no estaba perdido, todavía estábamos a tiempo para hacer las reformas necesarias para abrir el camino a un desarrollo económico y social incluyente. Y nuevamente las miradas de muchos se dirigían a Bobby Murray, quien nuevamente no optó por el poder. Al final, el sucesor de Flores fue Saca, y ARENA comenzó a corromperse, los negocios a prostituirse – y el país a joderse. Todos conocemos el resto de la historia...


Bobby no fue un hombre con sed de poder, que en un país como El Salvador parece requisito indispensable para asumir el liderazgo. Los verdaderos caballeros, los hombres decentes, amables y nobles de distinguida educación universal no compiten con los oportunistas y los pícaros por el poder. Así que, como era su derecho y había que respetarlo, en cada momento crítico cuando le propusieron ponerse a la cabeza del país Bobby se hizo a un lado. 


Sin embargo, nunca se retiró del liderazgo y de la responsabilidad que impone a los hombres. Optó por ejercerlo como empresario, como filántropo, como impulsador de diálogos y catalizador de planes de desarrollo. Lo vimos dirigir empresas como La Constancia y Agrisal, aplicando el concepto de responsabilidad social; a dar rumbo y sentido a instituciones como Fusades, Fundemás y la Fundación Rafael Meza Ayáu. Yo tuve el privilegio de estar a la par de Bobby, cuando puso sus ideas, sus recursos y su liderazgo en función de un proyecto mucho más humilde, pero igual de noble y revolucionario: Sin su iniciativa y apoyo no hubiéramos logrado impulsar el Proyecto La Escalón y organizar a empresarios, comerciantes, residentes y comunidades de esta colonia con el propósito de crear un desarrollo económico, social y urbanístico que incluyera a todos y no dejara afuera a los asentamientos marginales. 


Nunca voy a olvidar el momento cuando nació esta idea. Bobby nos había invitado a conocer la Torre y Plaza Futura, todavía en construcción. Parados en el piso más alto y viendo de esta altura a toda la colonia Escalón, le dije: “Bobby, tenés claro que este mega-proyecto cambiará por siempre el tejido urbano y social de esta hermosa colonia. Puede ser un impacto destructor o un impacto constructivo. Depende del tipo de desarrollo que queramos..”


Inmediatamente cachó la pelota, y al bajar a su oficina en el World Trade Center nació la idea de impulsar el Proyecto Escalón. Bobby Murray puso los recursos, consiguió el apoyo de Fundemás y de la AID, y con él como impulsador logramos desencadenar un modelo novedoso e incluyente de desarrollo comunal. 


Si así hubiéramos logrado, entre todos, conducir el país, hubiéramos saldado, paso por paso, la deuda social histórica – y no estaríamos ahora tocando fondo.


Don Bobby nos va a hacer mucha falta, sin él será aun más difícil la tarea de reconstruir la política y el país.


Saludos a todos que ya extrañamos a Bobby Murray, 




martes, 26 de julio de 2022

Carta a quienes piensan que Nayib Bukele inventó la rueda que mueve la historia. De Paolo Luers

 

Nayib Bukele, por más dolor de cabeza que nos genere, sólo es una figura secundaria en un drama latinoamericano de muchas facetas. Pobrecito, él realmente cree que inventó la rueda que mueve la historia. 


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 26 julio 2022

Estimados amigos:

Seguidores y detractores de Nayib Bukele, todos padecemos del mismo mal: lo tratamos como si fuera el centro del mundo. No lo es. Ni ha inventado el populismo vulgar, ni es el único que lo aplica en el mundo. 


Miremos hacía México, donde gobierna el señor Andrés Manuel López Obrador -para amigos y enemigos AMLO- con un partido, que se llama Morena, cuyo nombre completo “Movimiento de Regeneración Nacional” es suficiente para indicar que se trata de una secta. En el lenguaje de AMLO y sus feligreses, el destino de México no está regido por un gobierno, como en cualquier otro país, sino por “La Cuarta Transformación”, con Mayúsculas - y reducida a la letanía ritual como la “4T”. Aleluya. 


Veamos el más reciente paso de esta “cuarta transformación”: Estaba en problemas su proyecto insigne, la construcción del “Tren Maya”, que atraviesa la selva tropical de la península Yucatán – para facilitar el acceso de los turistas a los grandes resorts de lujo en las playas del Caribe. Varios amparos, solicitados por habitantes de esta reserva natural y por organizaciones de protección al medio ambiente, estaban paralizando este mega-proyecto del presidente. Y como éste no ha logrado, como lo hizo Bukele en El Salvador, el control del sistema judicial, ni una mayoría legislativa tan aplastante para cambiar la Constitución, encontró una solución que incluso para un gobernante populista es novedosa: declaró, por decreto presidencial, asunto de Seguridad Nacional la construcción del “Tren Maya”. Punto. Contra la Seguridad Nacional ya no valen sentencias judiciales.


Es interesante la justificación que dio, en una de sus misas que cada mañana celebra en el Palacio Nacional (las llaman “las mañaneras”): Es un asunto de Seguridad Nacional, porque una potencia extranjera está interviniendo. ¿Cómo?, le preguntaron los periodistas. Financiando organizaciones ecológicas, que quieren boicotear el proyecto. ¿Cuál potencia? Estados Unidos.


Ojalá que con esto no esté AMLO dando mal consejo a Nayib Bukele, quien no puede descartar que todavía exista algún juez neciamente independiente que acepte demandas ciudadanas contra sus mega-proyectos insignes: Bitcoin City, el Aeropuerto Internacional La Unión, y el Tren del Pacífico. 


Veamos ahora en Honduras el resurgimiento del clan Zelaya, que se presenta al mundo como resurgimiento de la independencia nacional. No gobierna la mujer presidente, sino su esposo Mel y su movimiento con el significativo nombre “Libre”. No es casualidad que esta pareja también llore por una intervención extranjera – no porque Estados se haya llevado al expresidente Juan Orlando Hernández para enjuiciarlo en Nueva York, sino porque en la Lista Engel salen figuras claves de su círculo interno de poder. Bueno, lo mismo que pasó a Nayib Bukele – sólo que él se quedó callado y puso a protestar y llorar a sus marionetas en la Asamblea Legislativa.


No es un invento de Bukele construirse enemigos contra los cuales puede llamar al pueblo a unirse detrás de él. Para AMLO son “los conservadores” – y siempre Estados Unidos. Para los Zelaya, “los poderes fácticos” - y siempre Estados Unidos. Para Bukele y Nuevas Ideas, “los mismos de siempre: Arena y el FMLN” - y siempre Estados Unidos.


Brasil es un caso digno de estudiar: Ahí compiten por el poder dos versiones diferentes del populismo, una de ultraderecha, la del actual presidente Bolsonaro, y la otra de izquierda, de Lula quien quiere sustituirlo. Por más que se ataquen mutuamente, les une el enemigo común: Estados Unidos.


En Chile, los adeptos del populismo de derecha e izquierda están en una extraña competencia: unos quieren tomar control del recién electo gobierno de izquierda de Gabriel Boris, un hombre necio en insistir en una izquierda pura y no populista – y los otros, de derecha, por no dejar gobernar a Boric. Algo parecido se aproxima en Colombia, donde eligieron a un presidente de izquierda que enfrentará dos luchas: contra el populismo militarista de Uribe y contra la izquierda chavista. 


Nayib Bukele, por más dolor de cabeza que nos genere, sólo es una figura secundaria en un drama latinoamericano de muchas facetas. Pobrecito, él realmente cree que inventó la rueda que mueve la historia. 


Lean sobre lo que está pasando en el continente y el mundo, y se van a relajar: Lo que sufrimos no es una plaga de Dios para El Salvador


Saludos, 



sábado, 23 de julio de 2022

Carta a Gustavo López Davidson: Al fin, en paz. De Paolo Luers

 

Temo que, así como son las cosas ahora en el país, nunca sabremos qué realmente pasó en el trágico allanamiento de tus oficinas.

   

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 23 julio 2022

Estimado Gustavo:

Me impactó tu muerte. No voy a especular si te fuiste voluntariamente, o si te empujaron, o si incluso te mataron. Sería irresponsable.


No fuimos amigos. Si te hubiera conocido mejor, probablemente lo hubiéramos sido. De lo poco que te conocí, me pareciste un tipo decente, preocupado por tu país y dispuesto a tomar responsabilidad, cuando menos te convenía. Asumiste la dirección de tu partido en su momento más difícil...


Cuando comenzaron a ponerte en la mira del aparato de propaganda de Bukele -y lamentablemente también de un fiscal general tan débil y oportunista como lo fue Raúl Melara-, tu partido no te apoyó. Te quedaste sólo. El presidente te acusó públicamente de ladrón y declaró que no te reconocía como legítimo dirigente de ARENA – como si la legitimidad de un dirigente opositor dependiera del aval del gobernante. Tus amigos te dejaron caer – por menos se callaron. Tres meses después, renunciaste a la presidencia de ARENA.


En noviembre del 2019, 3 meses antes de esta renuncia, fuiste a la Fiscalía para demandar a Nayib Bukele por difamación. No vi a ningún dirigente de ARENA acompañarte. Te hablé para pedirte una entrevista. Pero esto fue un pretexto. Lo que quería es mostrarte apoyo moral. Nos citamos en un restaurante en La Escalón. Fue la segunda vez que nos sentamos a hablar. La primera vez fue cuando te lanzaste de precandidato para buscar la candidatura presidencial. El asunto era entre Carlos Calleja y Javier Simán, y de repente se metió un tercero. Me recibiste en tu oficina privada y con una gran sonrisa dijiste: “Sé que sos amigo de Javi y que apoyás a él. Pero esto no importa, hablemos...”


Mientras estaba en tu oficina, recibiste una llamada de tu secretaria. Te disculpaste, saliste y regresaste en unos 10 minutos. “Disculpe, tuvo que despachar a Milena Mayorga, hace ratos que pidió hablar conmigo. Adivine qué quiso...” – “Dinero para su campaña de diputada, me imagino...” – “Cabal. Piensa que es el regalo de Dios para ARENA, el relevo...” – “Y le diste su cheque?” – “Sí, para quitármela encima. Y no es la única que viene a pedir.” ¿Adónde estaba ‘Milena, tu amiga’, cuando te nombraron enemigo de la patria? ¿Dónde estaba cuando te arrestaron en agosto del 2020? ¿Dónde está ahora que estás muerto?


En aquella segunda entrevista, en noviembre del 2019, cuando por presión presidencial te armaron el caso penal por la importación de armas israelitas para el ejército, y cuando fuiste a demandar al presidente por condenarte antes del juicio, me explicaste los detalles de este negocio. Punto central: las armas las había pedido la Fuerza Armada. Se fue una comisión de oficiales a inspeccionarlos en Israel, incluso a probarlos. Decidieron comprarlos. Entonces, vos los importaste. Cuando asumió el nuevo ministro de Defensa de Bukele, dijeron que las armas no sirvieron y que fue una estafa. 


Busqué fuentes militares y me confirmaron tu versión. Sin embargo, en agosto del 2020 te arrestaron y comenzó la tragedia que ahora te costó la vida. 


Yo, por principio e instinto, tiendo a desconfiar de los negocios de armas. Por esto traté de investigar el caso. Pero ningún dato que logré recabar confirmó la acusación de Bukele y del fiscal Melara. Pero aún así, el caso siguió – y llegó a este terrible término: tu muerte.


Me atrevo a decir que este caso tuvo tanta presión del gobierno y que prosperó en la fiscalía, porque podían matar a dos pájaros de un tiro: deslegitimar a un dirigente opositor como vos – y fregar al ex ministro de Defensa (y de Seguridad) David Munguía Payés, el otro acusado. Dos figuras incómodas para Bukele. Ambos ya se habían retirado de sus cargos, ya no estaban en política, ya no tenían ningún poder – pero los siguieron persiguiendo. Hablan de justicia, per venganza se llama.


Temo que, así como son las cosas ahora en el país, nunca sabremos qué realmente pasó en el trágico allanamiento de tus oficinas.  


Gustavo, espero que encontraste la paz, que en los últimos 3 años te robaron.

Adiós, 


jueves, 21 de julio de 2022

Carta a quienes se extrañan de las contradicciones del señor Bukele: Son fake. De Paolo Luers

 

Bukele es Bukele. Las contradicciones son fake, un engaño, un juego de espejos. 


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves  21 julio 2022

Estimados amigos:

Se ha puesto de moda buscar y volver a publicar videos viejos donde aparece Nayib Bukele, en sus años mozos políticos, cuando apenas estaba entrando en la arena política para buscar cumplir el sueño de su familia: un presidente Bukele.

Los que gustosamente escarban en la historia del discurso de Nayib lo hacen con la intención de mostrar las contradicciones entre lo que dijo como joven alcalde, que todavía navegaba con la bandera del FMLN, y lo que dice y hace ahora, como jefe del Estado.

Antes de ser presidente, hablaba sobre la necesidad de defender la separación de poderes. Como presidente la erradicó y tomó control del Estado entero, incluyendo la justicia. Antes hablaba de que al Ejecutivo hay que controlarlo mediante mecanismos de rendición de cuentas, ahora ha castrado las instituciones de contraloría y transparencia y comenzado su lucha contra la libertad de prensa. Antes se codeaba con los dirigentes del FMLN, adoptando su discurso, hoy tiene presos a varios de ellos y descalifica toda la trayectoria de la izquierda salvadoreña como farsa, incluyendo la insurgencia, la guerra y la paz en la cual terminó. Estando ya en campaña presidencial, se fue a la Universidad de El Salvador, para gritar que como presidente iba a ponerse a la cabeza de una marcha para conseguir un presupuesto justo para la U, hoy le ha quitado presupuesto.

Está bueno exhibir estas contradicciones. Pero no hay que crear la fábula de un joven idealista que entró en política como progresista y rebelde, pero que lastimosamente cuando estaba probando los mieles del poder, se corrompió y traicionó sus ideales, volviéndose dictadorcito. Mentira. El poder no corrompe, sólo revela el verdadero carácter de una persona. Bukele sabía perfectamente dónde quería llegar: al poder absoluto. Y desde sus primeros pasos políticos sabía cómo iba a llegar: aprovechando la profunda y masiva decepción con la manera como funcionaba la política, poniéndose a la cabeza de una tendencia de antipolítica, antiinstitucional, anticorrupción, llevando a la masa de votantes de izquierda al populismo…

Uno no puede llegar al poder anunciando que luego va a suspender cosas sagradas como la libertad de prensa, la independencia judicial y la transparencia. Ni Hitler, ni Hugo Chávez hicieron semejante locura. Surfearon sobre las olas del descontento con la política tradicional, prometiendo ‘verdadera democracia’. Ni Fidel, cuando llegó al poder por las armas, habló de la dictadura que iba a establecer, sino fue a Naciones Unidas en Nueva York para hablar de democracia y libertad. Bukele fue a Washington para hacer lo mismo.

La transformación del discurso de Nayib Bukele -desde su llegada a la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, pasando por sus discusiones con los desprestigiados dinosaurios que dirigían el FMLN, hasta llegar a Casa Presidencia, a la toma de la Asamblea y al golpe de estado contra la independencia de la justicia- no es una de traición de ideales, sino una fríamente calculada estrategia de cómo llegar al poder, cómo consolidarlo, y cómo centralizarlo. Los tales ideales nunca existieron. Nayib Bukele es el político menos ideológico y más pragmático que hemos conocido en El Salvador.

Un tuitero muy respetable, publicando un vídeo viejo en el cual Nayib Bukele resaltó que es un gran progreso que ya no hay poder centralizado y absoluto (hablando de la época de posguerra que hoy descalifica), comenta: “El Nayib del pasado poniendo en ridículo al Nayib del presente”. No, mi amigo, es al revés: El Nayib presidente revela las mentiras del Nayib de antes de llegar al poder.

Sigan exhibiendo las declaraciones engañosas del Nayib de antes y contrástenlas con su hechos y posiciones abiertamente antidemocráticas de hoy. Pero háganlo para revelar la estrategia demagógica detrás de su carrera política.

Es más, traten de la misma manera los vídeos del difunto jefe del clan, Armando Bukele, padre de Nayib. No construyan otra leyenda falsa solo porque don Armando, desde su recelo y odio las clases altas del país que nunca lo invitaron a sus clubes y fiestas, despotricó en su programa “Aclarando Conceptos” contra la corrupción, la falta de verdadera democracia, el militarismo…

No es que el hijo haya traicionado a su padre, cuando reviviendo el militarismo y la represión y estableciendo el gobierno más corrupto de la postguerra, hizo lo contrario a los “principios” que “aclaró” su progenitor. El padre, con su discurso, no hizo otra cosa que preparar el terreno para que sus hijos llegaran donde a él nunca lo dejaron llegar. Y los hijos siguieron fielmente su guión: montarse encima de las frustraciones con la manera en la que funcionaba la democracia, pero para destruirla.

Así que Bukele es Bukele. Las contradicciones son fake, un engaño, un juego de espejos.

Saludos, 




martes, 19 de julio de 2022

Carta a la afición: El fútbol es suyo. De Paolo Luers

 

Al fútbol, su independencia y su autenticidad no los van a defender ni los dueños de los clubes, para quienes todo es negocio, ni tampoco los funcionarios, sino los jugadores, los árbitros y, sobre todo, la afición.


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 19 julio 2022

Queridos amigos:

Es lógico que una familia que quiere el control total del país tenga que tomar control también del deporte. Por eso Nayib puso a su hermano Yamil a dirigir el INDES. Pero bajo la misma lógica, quien quiere controlar el deporte, tiene que controlar el fútbol, la madre de los deportes. Por esto, Yamil tiene que destruir la FESFUT, aunque esto signifique paralizar al fútbol profesional. No pueden tolerar a una institución que reconoce como su máxima autoridad a una entidad internacional, la FIFA, y no al gobierno de su Excelencia Nayib.

Digo todo esto como analista, fríamente, sin calenturas que me nublen la mente. En mis 40 años de vivir en El Salvador nunca me he enamorado del fútbol salvadoreño. Nunca fui a ver un partido de la Liga Mayor, ni en televisión, ni en un estadio. No conozco a nadie de la FESFUT ni me interesa defender a nadie de este submundo con mala fama. Como todo el mundo, asumo que existe corrupción en la FESFUT y los clubes. Por supuesto sería bueno que se investigara, pero no como lo hace esta fiscalía, por encargo del gobierno.

Lo que pasa ahora con el fútbol no es un asunto deportivo. Es un asunto político, parte de la lucha del Estado por el control de la sociedad entera. El fútbol mueve las pasiones de las masas y esto lo hace apetitoso para un gobierno autoritario. Para ustedes, los aficionados que van a los estadios, que sufren y celebran con sus equipos, el fútbol es un mundo aparte de la política. Saben que también es un business y hay corrupción e intrigas, pero para ustedes sigue siendo un asunto de amor -y a veces de odio- entre el equipo que siguen, sus jugadores y ustedes, las barras de hinchas. Incluyendo los que no van a los Estadios, sino que gritan los goles en las salas de sus casas o en un chupadero. Es un espacio de libertad y como tal, es muy sensible a la intervención y la imposición política.

A los gobernantes con vocación autoritaria les molestan y estorban todos los espacios independientes de libertad. Por eso, lo que ahora están tratando de hacer con el fútbol -tomar control- también lo van a intentar con las universidades, las iglesias, los sindicatos, los gremios profesionales y empresariales.

En todos estos ámbitos de independencia, el éxito de la imposición gubernamental depende de si hay o no resistencia. Pudieron tomar control de muchos sindicatos, de la justicia, la fiscalía, la Corte de Cuentas, el Tribunal Electoral, del Instituto de Acceso a la Información Pública e incluso la Procuraduría de Defensa de los Derechos Humanos, porque había suficientes funcionarios que fácilmente se dejaron intimidar y comprar. No dudo que esto vaya a pasar o ya esté pasando con los dueños de los clubes. Pero no les está funcionando con los árbitros, porque ellos no están en esto por el pisto, sino por el amor al deporte. Y muy difícilmente les va a funcionar con la afición.

¿Cómo intimidar, extorsionar o comprar a esta masa anárquica y rebelde de hinchas? Están ahí para divertirse, para vivir pasiones, para sentirse libres. No los pueden reprimir, porque saben que pueden encender fuegos peligrosos. No los pueden comprar, porque no son parte de transacciones económicas sino de transacciones emocionales.

Ustedes no van a tolerar pasivamente que la política y la vocación de poder contaminen la poca diversión y alegría que les queda, para muchos la única. Parece que Nayib y Yamil hicieron mal cálculo. Es una cosa tomar control de disciplinas elitistas como el tenis, incluso el básquet, pero el fútbol es un fenómeno popular y quien se mete con él, provoca lo que menos necesita: resistencia popular.

Al fútbol, su independencia y su autenticidad no los van a defender ni los dueños de los clubes, para quienes todo es negocio, ni tampoco los funcionarios, sino los jugadores, los árbitros y, sobre todo, la afición. Juntos son la base popular del fútbol. Pueden defenderlo. Puede ser una señal para los otros sectores de que pronto perderán su independencia si no la defienden.

Saludos, 



sábado, 16 de julio de 2022

Carta a mi viejo amigo campesino de Morazán: ¿Qué dirías vos de la Lista Engel? De Paolo Luers

 Dicen que la lista que anda circulando aún es sujeta a revisión y aprobación. Mejor: Todavía la pueden completar.



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 16 julio 2022

Querido compa:


Un fantasma recorre las redes sociales: la temible ‘Lista Engel’, en la cual el gobierno de Estados Unidos señala y sanciona a funcionarios centroamericanos que han “cometido actos de socavar los procesos e instituciones democráticas, de corrupción significante o de obstrucción de la investigación de tales actos de corrupción”. Esta es la definicióde la ‘Lista Engel’ plasmada en una ley, que obliga (o tal vez más bien permite) al presidente de Estados Unidos señalar y sancionar a dichos funcionarios.


Digo ‘fantasma’, porque alguien en Washington ha decidido filtrar la ‘promoción Engel 2022’, aunque no esté confirmada oficialmente. A saber porqué... Yo me atengo a lo que en 1984 me dijiste vos, mi amigo campesino-miliciano de Jocoaitique, cuando los nuevos helicópteros, armados de cohetes, comenzaron a hacer sus estragos en Morazán. Me preguntaste: “¿Por qué los gringos nos mandan estos inventos? ¿Quieren más masacres?” Yo traté de darte explicaciones geopolíticas, históricas, estratégicas y estratosféricas - pero me interrumpiste: “No entiendo nada de esto, compa. ¿Sabe qué?: Así como los caminos de dios son misteriosos, igual los de los gringos. Vaya usted a entenderlos...” 


Así que no me debería hacer la pregunta de porqué en Washington hacen tanto misterio con su ‘Lista Engel’. Quizás para mantener en zozobra a este montón de pícaros que saben que califican para ser incluidos en la lista. Porque con esta definición que el Congreso da a la ‘Lista Engel’ podría (o más bien, debería) aplicar a todo el gabinete de Bukele, inclusive a él. 


Tampoco debería yo quebrarme la cabeza sobre a quienes al fin incluirán y a qunes no – ¿y porqué, con qué criterios? De antemano extraña que en esta lista que circula sólo salen señalados 7 personeros de El Salvador. 


Puedo entender porqué no podrán incluir a Nayib Bukele, quien obviamente es la cabeza de esta argolla de corruptos y antidemocráticos. No pueden dinamitar los puentes entre dos gobiernos que están condenados a convivir. Pues, tampoco incluyeron a Juan Orlando Hernández, mientras fue presidente de Honduras, pero al sólo terminar su mandato de una vez se lo llevaron esposado para ser enjuiciado en Nueva York. 


Se entiende esto de los puentes. ¿Pero cómo explicarse que el más pícaro operador político, que se llama Herbert Saca, no está ni en la lista del 2021, ni en la lista que ahora circula? “Te dije”, me dirías voz si hubieras sobrevivido la guerra, “los caminos de dios y los gringos...”


Aunque tengas razón, viejo, no puedo dejar de adivinar porqué en la nueva lista (todavía no oficializada) figura la esposa de René Figueroa, pero no las esposas de Toni Saca y Mauricio Funes, Wanda Pignato y Ligia Saca, cuando no hay duda que ambas eran cómplices de las tramas mafiosas de sus esposos. Vaya usted a saber...


Por lo menos ahora, con la vieja y la nueva lista, ya han sido señalados de corruptos y antidemocráticos 5 miembros del gabinete de Bukele (3 todavía en funciones) y 4 de sus secretarios o comisionados presidenciales - o sea 9 miembros del círculo interno del poder. No podrán viajar a Estados Unidos (y pronto tampoco a países de la Unión Europea), y si tienen inversiones, cuentas bancarias y propiedades en el Norte, se las pueden congelar. ¿Y los demás pícaros sentados en la mesa del gabinete Bukele? Vaya usted a saber...


Ya en la lista del 2021 incluyeron a los 5 hombres que usurpan la Sala de lo Constitucional – pero ahora no mencionan a ninguno de los jueces, que se han prestado a aplicar las órdenes presidenciales de perseguir a opositores y a mandar a detención ‘preventiva’ a cualquiera que agarren en las redadas del régimen de excepción, tengan pruebas de su culpabilidad o no. Sin embargo, en la lista del 2022, si así se confirma, habría un mensaje muy fuerte a los jueces y fiscales salvadoreños: se señalarían a muchos de sus homólogos en Guatemala, Honduras y Nicaragua – por las mismas aberraciones jurídicas que aquí están cometiendo.


Todos pensábamos que van a cobrarles sus pecados a los principales capos de la bancada oficialista en la Asamblea, que han promovido tantas barbaridades antidemocráticas. ¿Porqué solamente reconocieron la labor antidemocrática del jefe de la fracción de Nuevas Ideas, Christian Guevara, y no del presidente de la Asamblea, Ernesto Castro? Vaya usted a saber, dirías vos...


Dicen que la lista que anda circulando aún es sujeta a revisión y aprobación. Mejor: Todavía la pueden completar.


Hay que reconocerlo: Algo saben en Washington de guerra sicológica. Pegar a algunos para atemorizar a muchos. Dejarlos en el limbo. Señalar a un presidente autoritario sin mencionarlo. De esto se trata, viejo.


Te mando saludos a la sección del cielo donde descansan los guerreros de Morazán.