martes, 31 de marzo de 2009

Carta a Garid Safie, fiscal general de la República

Estimado fiscal general:

Si realmente tiene valor, y si realmente quiere hacer algo contra la impunidad en el caso de Katya Miranda, tiene que investigar y echar preso a los funcionarios de alto rango que durante años sabotearon la investigación y obstruyeron la justicia.

Está bien que haya echado preso nuevamente al abuelo Miranda. Todos sabemos que es culpable. Pero esto no resuelve el problema de la impunidad. Lo más probable es que nuevamente saldrá libre, ya que nadie se va creer el cuento del secuestro.

Hay que asumirlo: El asesinato de Katya ya quedó en la impunidad. Los asesinos fueron absueltos. Punto. El Estado falló, irreparablemente. Nadie irá a la cárcel por haber violado y asesinado a Katya.

El daño a Katya ya no se puede reparar, pero sí el daño a la credibilidad del sistema de justicia. Y esto, por muy cruel que parece, ya no es tratando de enjuiciar a los culpables del asesinato, sino investigando y castigando a los fiscales, los jefes policiales, y los forenses culpables de sabotaje a la justicia.

Sabemos que no es fácil. Significa meterse con gente muy poderosa. No sólo con los hijos de Carlos Miranda, quienes en el momento del crimen tenían importantes posiciones en la PNC y la Fuerza Amada, sino con gente aun más poderosa que los han protegido.

Señor fiscal general, usted quiere salir de la fiscalía con la frente en alto. Lo entiendo y lo felicito. Pero no se quede corto.

Atentamente, Paolo Luers

(Publicado en Más)

sábado, 28 de marzo de 2009

El Padrino


Fabio Castillo es una de las personas más brillantes, cultas y simpáticas del país. Sin ninguna duda. Y todos mis amigos entre los abogados, de izquierda como de derecha, confirman que también como abogado es de los más sobresalientes.

Pero todo eso no es suficiente para convertirse en magistrado de la Corte Suprema. Además de brillante, un magistrado tiene que ser independiente. Fabio Castillo, lejos de ser independiente, es protagonista político. Dirigió al FMLN como Coordinador General durante dos años muy recientes, del 1999 al 2001. Y ha sido el padrino del recién electo presidente Funes, el consigliere que detrás del telón negoció el pacto entre la dirigencia del partido y el candidato.

¿Quiere el país permitir, en esta etapa de transición y alternancia, que el padrino del futuro presidente y dirigente orgánico del futuro partido de gobierno esté controlando el Poder Judicial?

Un amigo común, quien conoce a Fabio mucho más de cerca que yo, me dijo: “Si a Fabito lo dejan trabajar en la Corte sirviendo café, en dos meses controla el Poder Judicial...”

Así que no nos demos paja, si Fabio Castillo va para la Corte, va para magistrado presidente. Va para cambiar la correlación de fuerzas en la Corte y en todo el aparato judicial. Va para cambiar la relación entre los poderes del Estado.

No hay duda ninguna que tiene la capacidad. Por años, desde afuera, Fabio Castillo ejerce tanta influencia en la Corte que muchas grandes empresas le pagan grandes honorarios para tenerlo de su lado.

Está en juego nada menos que la separación de poderes. Nuestro sistema tiene supuestamente un filtro que evite que lleguen a la Corte personas no idóneas, sea por falta de capacidad intelectual, sea por falta de independencia.

Este filtro se llama Consejo Nacional de Judicatura. Fue sujeto de reformas en el contexto de los Acuerdos de Paz, precisamente para asegurar la excelencia y la independencia de los jueces, sobre todo de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Este filtro ha fallado estrepitosamente. Los consejales del CNJ, en vez de poner en la lista de elegibles para la Corte Suprema a las mentes jurídicas más competentes e independientes, permitieron que se autoproclamaran su presidente y dos de sus colegas. Además, no sólo propusieron a Fabio Castillo, a pesar de su rol protagónico en el FMLN y su cercanía con el futuro presidente de la República, sino además pusieron a una serie de candidatos de muy bajo nivel académico y profesional. Como decir a la Asamblea Legislativa: O eligen a gente incapaz o acepten a los candidatos que realmente estamos endosando, que son Fabio Castillo y los consejales integrantes del CNJ.

Los diputados tienen sobrada razón para exigir que renuncie por lo menos el presidente del CNJ, no sólo de sus aspiraciones a convertirse en Magistrado, sin del Consejo Nacional de Judicatura. La ley del CNJ provea cuatro razones para remover a los consejales, uno de ellos es “por prevalerse del cargo para ejercer influencias indebidas.”

Pero sobre todo, los diputados no tienen porque aceptar esta maniobra que atenta contra la institucionalidad del sistema jurídico. Tienen toda la razón de rechazar la lista del CNJ. Con todo y Fabio Castillo.

Tal vez algunos están confundiendo el tono conciliador que están adoptando ARENA y sus aliados frente al nuevo gobierno con debilidad, estupidez o oportunismo. Está bien no emprender una oposición obstructiva, pero hay algunas batallas que hay que pelearlas desde ya y sin vacilación. Una de ellas es por una Corte de Suprema de Justicia independiente y balanceada.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

Carta al Consejo Nacional de la Judicatura


Estimados consejeros:


Ustedes tienen un gran poder: deciden quién puede y quién no puede ser elegido Magistrado de la Corte Suprema.

Según la ley, la tarea de ustedes es “garantizar la objetividad e igualdad de oportunidades en la integración de las ternas de candidatos de Magistrados”

Han abusado de su poder. Han hecho mal su tarea. En vez de garantizar la igualdad de oportunidades, han usado su poder para nombrar a tres de ustedes, incluyendo su presidente.

Por lo menos estos tres de ustedes deberían renunciar de sus cargos. O ser removidos.

Además incluyeron en la lista de elegibles a un hombre que ha sido Coordinador General del FMLN del 1999 al 2001, Fabio Castillo. Lo conozco como abogado brillante, pero no puede llegar a la Corte Suprema, a menos que la queremos politizar aun más...

Los Acuerdos de Paz reformaron el Consejo con el “propósito de garantizar su independencia del los Órganos del Estado y partidos políticos.” Así lo ponen ustedes mismos en su pagina Web. Entonces, ¡no hagan chanchullos como proponer como magistrado a Fabio Castillo quien era el padrino que negoció el pacto entre FMLN y Mauricio Funes!

Algunos ya lo ven como presidente de la Corte Suprema. Un dirigente del futuro partido de gobierno presidiendo la Corte. ¡Adiós separación de poderes del Estado!

Consejeros, ¡retiren de esta lista vergonzosa los nombres que nunca hubieran tenido que incluir. Ustedes están ahí para cuidar la independencia del órgano judicial, ¡no para enterrarla!

Atentamente, Paolo Lüers

jueves, 26 de marzo de 2009

Carta a los honorables diputados de la Asamblea Legislativa


Estimados padres de la patria de todos los colores:


acuerdense que nos deben, pero ¡en grande! Y que sólo les quedan 5 semanas para pagar, porque su mandato termina el 30 de abril.

Nos deben un montón de leyes que no han traspapelado, porque no se pusieron de acuerdo, porque estaban en campaña, o porque no les dio la gana. Olvídense del montón, lo pueden dejar a la siguiente Asamblea.

Pero hay una cosa que no vamos a perdonar, porque no puede esperar: La reforma electoral. Todos los partidos prometieron reformar el Tribunal Electoral. Está escrito en los programas de gobierno de FMLN y ARENA. Pero para hacerlo, hay que reformar la Constitución. Para esto se necesita una Asamblea (esta) que lo acuerda y otra (la nueva) que lo ratifique.

Si ustedes no lo hacen en estas 5 semanas, vamos a las siguientes elecciones otra vez sin arbitro que funcione.

Háganlo ya, y de una sola vez, ¡háganlo bien! Cambien incluso la manera de elegir a los diputados. Dejen que escojamos a nuestros diputados en listas abiertas, no nos sigan obligando a votar por listas llenas de gente desconocida, incapaz o indeseada.

Ya que no hicieron bien su trabajo, abren el camino para que en el futuro haya una mejor Asamblea.

Atentamente, Paolo Lüers

Antes de olvidarme, hay dos cosas más que nos deben: la elección del Fiscal General y la aprobación de las escuchas telefónicas. Tal vez podemos empezar a combatir la delincuencia...

(Publicado en Más)

Columna transversal: Banderas rojas


En la noche del 15 de marzo -ya se sabe que el próximo presidente de la República se llamará Mauricio Funes- un vehículo cruza la ciudad capital. Es de los pocos que esta noche no llevan banderas rojas. La Colonia Escalón es escenario de la fiesta de triunfo del Frente. Viajan en silencio tres ex-guerrilleros del FMLN histórico. No están de fiesta, por nada. Son de los dirigentes que hace años se separaron del FMLN, excomulgados por defender posiciones heréticas no tan diferentes como ahora las usó Mauricio Funes para ganar las elecciones.

No han apoyado a Funes. No por simpatía a ARENA, sino por antipatía al partido FMLN, partido que sus ex-compañeros han privado de su pluralidad, su democracia interna, su creatividad basada en diversidad...

Viajan en silencio, viendo el mar de banderas rojas en la Escalón, precisamente donde ellos, hace 20 años, hicieron llegar la ofensiva guerrillera.

De repente uno de ellos, viendo las caras largas de sus compañeros, rompe el silencio: “¿Y no para eso nos dimos riata en la guerra?”

El otro: “¿Para que estos babosos vengan 20 años después a izar banderas rojas en la Escalón? ¡No jodas, yo no me di verga para esto!”

“Nombre, para que cualquiera, aunque te caiga mal, puede ser presidente, si la mayoría así decida. Para esto luchamos, ¿o no?”

Yo también pasé por esta misma zona, en esta misma noche del 15, regresando del canal 12. Y tuve exactamente esa misma sensación de que la historia nos estaba jugando una broma.

Qué ironía: Hace 20 años estábamos dispuestos de perder la vida para ver la bandera roja ondear en Casa Presidencial – y hoy no siento alegría ninguna al ver este mar de banderas rojas en la Escalón. Ya no veo en el rojo de la bandera el símbolo de la esperanza y de la lucha por la libertad, sino el símbolo de ortodoxia, autoritarismo, retórica nostálgica...

Qué ironía: Cuando ya nadie en el mundo marcha bajo banderas rojas, vienen estos y van a elecciones con banderas rojas... ¡y ganan! La última bandera roja del mundo, izada en El Salvador, entre todos los lugares del planeta...

Que ironía: Al fin gana la izquierda, uniformada de rojo, cantando las canciones de anteayer, gritando las consignas de ayer, rezando al Che y a Farabundo como si fueran santos. Y en vez de sentir alegría y satisfacción, a muchos ex-guerrilleros nos entra preocupación: No vaya ser que los que hoy marchan con banderas rojas piensen que al fin han ganado la guerra... y actúen así.

Porque la guerra nadie la ganó y nadie la perdió. La terminamos negociando entre todos, sin excluir a nadie de la nueva república. Esta concepción de la paz y de la democracia hay que defenderla contra las actitudes revanchistas de donde provengan, derecha o izquierda. Contra los que siguen cantando “El Salvador será la tumba de los rojos’ - y contra los que siguen gritando “¡Revolución o muerte, Venceremos!”

¿Quiénes están dispuestos a defender lo que logramos como sociedad con los Acuerdos de Paz? Gente de izquierda y de derecha que se cansaron de gritar tonterías y rendir homenaje a protagonistas de la guerra fría convertidos en estatuas de bronce. De esa gente cansada de imperativos ideológicos, una buena parte marcó la bandera roja del FMLN, porque cree que el cambio prometido por Mauricio Funes también incluye la renovación de su partido; otra parte marcó la bandera de ARENA, porque cree en la apertura y las reformas que prometió Rodrigo Ávila. No importa, a la hora de tener que defender la democracia, se unirán.

Aquí ya no hay mayoría para regimenes autoritarias. El FMLN no pudo ganar sin la camisa blanca y el discurso reformista de Funes. Y ARENA ya no se atreve ir a las elecciones sin un programa reformista como el de Ávila.

Eso ya es ganancia.

(El Diario de Hoy)

martes, 24 de marzo de 2009

Carta a Gerson Martínez, diputado del FMLN y miembro del ‘equipo de gobierno’ de Mauricio Funes

Estimado Gerson:

Todo el mundo aplaudió al presidente electo por la manera cómo te mandó a callar, con nombre y apellido, en un desplegado de prensa de página entera. Yo no.

No me acuerdo haber visto en ningún país del mundo que un presidente use este método escandaloso para callar a un miembro de su propio equipo de gobierno, quien además es el autor de su programa de gobierno.

Funes tenía varias opciones civilizadas para resolver el problema que vos habías creado con tus declaraciones sobre la necesidad de renegociar la deuda externa. Te hubiera podido hablar por teléfono para pedirte que públicamente corrigieras tu posición. O hubiera dicho a los medios que hubo un malentendido y que la verdadera posición del nuevo gobierno es esta y esta...

Pero Funes publicó un desplegado, dejándote como pendejo.

No es que yo te quiero defender, Gerson. Era necesario que alguien te callara ante tantos colochos que estabas poniendo al debate serio sobre las finanzas públicas. Pero no de esta forma humillante y además autoritaria y egocéntrica.

Me pregunto: ¿Será esta la forma del futuro presidente de comunicarse con sus más cercanos colaboradores? ¿Será esta la forma de resolver diferencias de criterio dentro de su gobierno? ¿Cómo ustedes van a discutir con su presidente cuando hay opiniones diferentes? ¿O no van a discutir, sino simplemente obedecer?

En este caso, Gerson, prefiero que no se callen.

Atentamente, Paolo Lüers

Una nueva forma de gobernar

Cuando el presidente electo mandó a callar al coordinador de su programa de gobierno y miembro de su equipo de gobierno, el diputado Gerson Martínez, en un inusual desplegado de prensa, hubo varias reacciones:

Algunos aplaudieron, porque estaban preocupados por el asunto de la discordia, el compromiso del nuevo gobierno de honorar sus compromisos financieros. Gerson Martínez había anunciado que el nuevo gobierno buscará una renegociación de la deuda externa, y Funes aclaró que no hay tales planes.

Otros aplaudieron simplemente porque mandar a callar a Gerson Martínez no parecía tan mala idea, ya que su enmielada retórica sobre asuntos como finanzas públicas -que más bien requieren conocimiento y análisis- ya nos tenía a muchos al borde del mareo.

Otros aplaudieron porque sintieron alivio que el presidente electo hiciera verdad de su promesa de no dejar que el FMLN enturbiara los asuntos macroeconómicos del país y las relaciones con los organismos financieros internacionales. Les parecía positivo que Funes desautorizara al FMLN, desautorizando al diputado Gerson Martínez quien se estaba metiendo en cosas que no entiende y que no le competen.

A otros les causó alegría la manera tan humillante que Funes pusiera en su lugar al dirigente del FMLN, porque lo ven como muestra de las crecientes tensiones entre el presidente electo y su partido - o sea, como muestra de debilidad del proyecto político FMLN-Funes.

Todas estas manifestaciones de alegría por el mal ajeno son perfectamente entendibles. Sin embargo, el inédito método del presidente electo de comunicarse con sus más cercanos colaboradores vía desplegados de prensa debería, en vez de causarnos alegría, provocarnos profunda preocupación sobre el nuevo estilo de gobernar de Mauricio Funes.

En ninguna parte del mundo se ha visto que un mandatario use este método humillante para imponer su autoridad sobre sus asesores o colaboradores. De hecho, Funes no tenía ninguna necesidad de publicar desplegados en los periódicos para corregir una declaraciones de uno de los principales asesores. Podía haberle hablado por teléfono a Gerson Martínez exigiéndole que él mismo corrigiera sus infortunadas declaraciones sobre el refinanciamiento. Podía haber dado una conferencia de prensa hablando de un malentendido por parte de Gerson Martínez y exponiendo la linea oficial del presidente electo.

El hecho que el presidente electo no corrigió sino desautorizó a unos de sus principales asesores, y que lo haya hecho de la manera más humillante, más autoritario, más egocéntrico posible, habla mucho del estilo de conducción del futuro presidente.

Si por una parte existe la preocupación de que el FMLN iba a tener excesiva influencia sobre las decisiones del gobierno, ahora surge por otra parte la preocupación -no menos inquietante- de un liderazgo unipersonal incapaz de tolerar opiniones independientes dentro de su gobierno. ¿Acaso no es preocupante que un presidente se ve obligado a movilizar la opinión pública para imponerse sobre sus ministros y sobre su partido? Porque significa que entre presidente y gabinete, entre presidente y partido de gobierno no hay confianza, no hay debate franco, no hay diálogo. Significa que el presidente exige a su equipo de gobierno sumisión.

En este contexto, la conformación del gabinete del primer gobierno del FMLN cobra singular importancia. Los últimos años tuvimos un gobierno con poca capacidad de debate con su presidente, con pocos personajes fuertes y de criterio independiente. Eso no ha sido muy positivo, porque tener un presidente fuerte es una ventaja, pero si es a costa de tener ministros débiles sin capacidad ni valor de sostener propias posiciones, se vuelve desventaja para el país.
Parece que en este sentido, aunque haya alternancia, no habrá cambio.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

domingo, 22 de marzo de 2009

Palabras grandilocuentes y megalómanas


“Segunda república”... “Un nuevo país”... “Cambio de época”... “Redefinición del rumbo del país”. .. “Fin de ciclo”... “Segundo Acuerdo de paz”... “Refundación de la democracia”...“El fin de la posguerra...”

Palabras algo grandilocuentes andan flotando en el aire para describir el simple hecho que la oposición ganó las elecciones y gobernará los siguientes cinco años.

¿Estamos presenciando la refundación de la república? Según la Real Academia Española, ‘refundación’ significa “acción y efecto de transformar radicalmente los principios ideológicos de una sociedad o de una institución para adaptarlos a los nuevos tiempos, o a otros fines.

¿Es esa la voluntad popular expresada en las elecciones de enero y marzo de 2009? De ninguna manera. Para reformar radicalmente los principios ideológicos de una sociedad, y para adaptarlos a otros fines, es condición indispensable un amplio consenso nacional, resultado de un proceso de diálogo profundo y transparente. Una refundación de la república o de la democracia no puede ser resultado de una confrontación, sino solamente de una concertación. El intento de refundación, de redefinición del rumbo del país, si es resultado de una confrontación, en la cual una parte logra imponerse vía la mayoría electoral, es condenado a terminar en imposición.

No estoy tratando de minimizar la importancia de la alternancia. Sigue siendo un hecho histórico la llegada del primer gobierno de izquierda en la historia de El Salvador. Pero el país sigue dividido. La oposición sigue representando el 49% de la población.

Tampoco hay que minimizar la importancia de las alianzas que Mauricio Funes ha logrado en la recta final de su campaña. Fueron decisivos para su victoria. Sin embargo, hablar de “Unidad Nacional” es una falacia. La alianza ganadora de Funes no es resultado de un acuerdo nacional, sino es resultado y expresión de la polarización, del efecto centrifuga que fuerza a los sectores del centro a adherirse a los polos.

Los Acuerdos de Paz del 1992 sí significaron una refundación. Son el resultado no de un conflicto, en el cual una parte se impuso, sin de la solución del conflicto en la cual todas las partes -las dos partes beligerantes y la sociedad civil- participaron.

Cualquier intento de refundación, de llevar al país a nuevas épocas, de declarar cerrado ciclos, si no es mediante la concertación entre todos los sectores, no puede producir acuerdos nacionales, sino más confrontación.

Esto precisamente está pasando en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, donde una parte de una sociedad fracturada impone a las otras partes nuevas constituciones, refundaciones, nuevos rumbos de nación. Una nueva constitución, un nuevo rumbo, una nueva república... nada de esto tiene sentido si no es obra del consenso, sino de la imposición. Ganar unas elecciones, ganar un referéndum, con mayoría popular tal vez le da legalidad a nuevas constituciones o rumbos, pero no le da legitimidad ni viabilidad.

Obviamente aquí no estamos frente al intento de cambiar la constitución. No es posible y no está en la agenda. Pero elevar una simple victoria electoral, donde un partido logró el 51% de los votos, a categorías rimbombantes de ‘cambio de época’ o ‘segunda república’ va en la misma dirección equivocada...

Lo que tiene la sociedad salvadoreña por asumir de forma civilizada -la alternancia en el ejercicio del poder ejecutivo- por si ya es suficiente importante y complicado en un país como El Salvador. No hace falta complicarse la vida nacional con expectativas megalómanas de que de un simple cambio de gobierno nos catapulte en época, otro ciclo de la historia, otra república...

Cambia el gobierno. Cambia el partido gobernante. Cambian las políticas públicas. Pero la república seguirá la misma. Y quien quiere sustituirla por otra, sepa que para esto no tiene mandato y se enfrentará con una sociedad que desarrollará miles de formas de oposición para defender la república así como está constituida.

Gobernar -sobre todo gobernar mejor- ya es un gran reto para el partido ganador. Mejorar el sistema político, perfeccionar la economía del mercado, buscar consensos para las políticas públicas, eso es el mandato que resulta de una elección cerrada. Cualquier cambio más radical, más profundo, cualquier cosa que parezca a una segunda edición de los Acuerdos de Paz depende de la capacidad de los nuevos gobernantes de concertar, crear consensos de nación entre todos.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

sábado, 21 de marzo de 2009

Carta a Tony Saca, presidente de la República

Estimado Tony:

te están felicitando, porque reconociste el triunfo electoral de Mauricio Funes y le ofreciste una transición de gobierno amigable. ¿Y qué?

No te puedo felicitar por algo que simplemente es tu deber. Lo único que hiciste es respetar las reglas de la democracia y de le decencia. El pueblo decidió, ¿y qué otra cosa ibas a hacer? ¿Robarte las urnas? ¿Sacar tanquetas y declarar a Rodrigo ganador a punta de fusiles?

Me parece un insulto que todo el mundo felicita a los funcionarios por no romper la ley. Felicitar a Walter Araujo y el TSE por no haberse robado las elecciones es como felicitar a alguien por no haber robado millones. ¿Acaso no es insulto si yo hablo al presidente de un banco (o a un alcalde) felicitándole porque ‘pensaba que me ibas a robar y (esta vez) no lo hiciste’?

Quienes ahora te elogian, presidente, quieren insinuar que aquí no hubo democracia. Que la democracia empieza ahora, con ‘el cambio’. Que aquí lo normal es el fraude y que el presidente iba a romper la constitución.

Algunos actúan como si fuera una gran sorpresa que en El Salvador hay democracia. Aquí estamos construyendo democracia desde que nos pusimos de acuerdo a terminar la guerra. Democracia imperfecta, sí, pero democracia.

A menos que quieren contarnos que mientras no ganara el FMLN, no hubo democracia. Se equivocaron. Si no hubiera democracia, no hubieran ganado.

Así que, presidente, disculpe que por parte mía, nada de felicitaciones... Hiciste lo que era tu deber, y mostraste que están mintiendo los que dicen que este país no ha cambiado en 17 años de paz.

Te saluda, Paolo Lüers

(Publicado en Más)

jueves, 19 de marzo de 2009

Carta a Roberto Lorenzana, dirigente del FMLN


Estimado Roberto,


hoy te vi en TCS, en una telenovela que bien podría llamarse ‘Policía malo-policía bueno’. Vos como siempre en el papel del malo, él de la amenaza, del revanchismo: la mano levantada...

Y Mauricio Funes -a la misma hora, en otro canal, pero en la misma obra- en el papel del policía bueno, el hombre de la conciliación, del entendimiento: la mano estrechada...

Vos hablando de que sí hubo fraude, que sí hubo un plan de ARENA de no reconocer el gane del FMLN. Mauricio reconociendo la actitud democrática de sus adversarios, invitándolos al diálogo.

Esta obra igual podría llamarse ‘La zanahoria y el garrote’. Una vieja sabiduría popular señala que para hacer mover o aguantar a un burro no basta con solamente enseñarle zanahoria. Resulta más efectivo si, además, se le enseñe el garrote.

Por más genial que han coqueado la trama de esa telenovela, me parece que tiene una falla que va a chocar: el burro somos nosotros, el público, los electores, los ciudadanos.

De paso sea dicho, Roberto, ¿quién es el guionista de esta obra? ¿Quién escribió esa historia? ¿Y quién es el director que asigna a cada uno su papel, vos el malo para darnos miedo, Mauricio el bueno para darnos confianza?

¿Lo escriben y dirigen juntos el FMLN y Mauricio? ¿O uno es director y el otro actor? ¿O hay un guionista y director para cada capítulo, dependiendo quien se impone?

En eso reside el inmenso suspenso de esa novela.

Saludos, Paolo Lüers

(Publicado en Más)

martes, 17 de marzo de 2009

Primeras reflexiones poselectorales

I
Sin abandonar por nada mi posición crítica al proyecto Funes, felicito a los arquitectos de esta victoria electoral. Han mostrado que tienen estrategia. Han mostrado que saben comunicarse con las inquietudes y las frustraciones de la gente. Han mostrado capacidad de administrar bien sus diferencias internas. Han mostrado que se atreven a hacer alianzas audaces. Han mostrado pragmatismo, no permitiendo que su campaña se enrede en asuntos ideológicos...
Todas esas capacidades son básicas para poder gobernar. En cada una, le han ganado a ARENA...


II
Los que realmente merecen felicitaciones son los miles de mujeres o hombres –muchos ex combatientes que han sido la columna vertebral del FMLN histórico de la guerra– que hoy ven realizado su sueño. No el sueño de la revolución y del socialismo, sino de la justicia social. Con los Acuerdos de Paz lograron poner fin a la represión y conquistar la democracia y la libertad, pero quedó insatisfecho el sueño de la justicia.
Por más capacidad estratégica que hayan mostrado los arquitectos de esta batalla electoral, nunca la hubiera ganado ni Funes ni el aparato partidario sin la entrega, la capacidad de movilización y el enorme prestigio moral que invirtió este contingente histórico a la campaña.
Ellos sí merecen esta victoria. Ellos merecen este día de sentirse ganadores, tomados en cuenta, protagonistas, poderosos...
Ojala que los miles de luchadores genuinos que hay en las filas del Frente sepan defender esa victoria y sus sueño de justicia contra los peligros del autoritarismo y de un nuevo juego político con la pobreza y los pobres para revivir un socialismo obsoleto...

III
No es cierto que esa elección muestra que el país está dividido en dos polos que representan 50% cada uno. Eso es el resultado electoral, pero no refleja la realidad nacional.
Entre los polos antagónicos ARENA y FMLN, quienes son fuertes y representan cada uno una tercera parte de la población, hay otro tercio que no pertenece a nadie. Esos cientos de miles de votantes dan su voto al mal menor, pero no son protagonistas de la polarización. A veces inclinan la balanza electoral hacía ARENA, a veces hacía el FMLN.
Hoy votaron en proporciones casi iguales por Funes y por Ávila, pero siguen teniendo mucho más coincidencia entre ellos que con los partidos por los cuales votaron.
Ese ‘centro’ vota por FMLN o ARENA, porque no tiene expresión partidaria propia. Mientras el FMLN insiste en la transformación revolucionaria y ARENA en la conservación del estatus quo, en medio hay un universo de gente de izquierda y de derecha que quieren reformas.
Algunos confiaron más en el discurso y programa reformistas y centristas de Funes, otros más en el discurso y programa también reformistas y centristas de Ávila, pero en el fondo saben que ambos no son reformistas.
Esta consideración pone en la agenda nacional, con urgencia, la construcción de un proyecto genuinamente reformista que aglutine a los sectores de derecha desafectados del conservadurismo de ARENA y los sectores de izquierda desafectados con el FMLN que sigue anclado en conceptos obsoletos de revolución, anticapitalismo y socialismo.
Si no surge esta opción, en pocos años estaremos nuevamente ante la perversa disyuntiva de elegir entre dos partidos con planteamientos obsoletos.


IV
En política no persiste vacío. Siempre alguien lo llena. El ‘centro’ político históricamente ha sido débil en El Salvador, por lo menos orgánicamente. Hoy la polarización extrema y falsa entre dos polos obsoletos –FMLN y ARENA– terminó de debilitar, dividir, tal vez destruir las opciones centristas. La perversa fuerza centrífuga de la polarización les ha robado identidad e independencia.
Sin embargo, por lo menos una tercera parte del electorado (si no la mayoría) comparte el concepto de reforma. No busca revolución, no quiere conservar las cosas como son, quiere reforma. Quiere asentarse en el centro, no en los polos del esquema polarizante. Y no tiene proyecto político.
Este vacío, ¿quién lo va a llenar? Esa será, para mi juicio, la pregunta estratégica a partir de estas elecciones.
Si no surge una fuerza genuinamente reformista, uniendo a centroizquierda con centroderecha, el centro lo llenará el FMLN con Funes y sus amigos. En este caso, la derecha se quedaría aislada e impotente. Y el FMLN cumplirá su sueño histórico: un Frente Amplio bajo su dirección, con fuerte presencia en el centro e incluso en la derecha. Y además gobernando...

V
ARENA ha tratado de moverse al centro y a ocupar este espacio estratégico, con el planteamiento de país justo, de un gobierno ciudadano, y con un programa electoral explícitamente reformista.
El problema es que se ha quedado corto - ¡y por eso perdió! ARENA ha tratado de proyectarse como fuerza de reforma sin abandonar su carácter conservador. ARENA a tratado de abrazar causas progresistas sin abandonar sus raíces reaccionarias. Por esto perdió. No logró ocupar el centro y el reformismo porque quedó anclado en su conservadurismo.
Mucha gente que no tiene nada en común con el FMLN, terminó votando por Funes, porque mejor logró proyectarse como el hombre abierto a las reformas y al centro.
Al fin, el miedo a que con ARENA todo siga igual resultó más poderoso que el miedo al cambio revolucionario que también existe. ¡Que ironía!: Funes ganó la campaña del miedo...

VI
Si hay conclusión de todo esto (provisional, porque requiere de mucho más discusión), es esta: Lo que precisa no es cerrar filas opositoras contra el gobierno del Frente. Precisa que los partidarios de la reforma exijan a los dos, ARENA FMLN, de ejecutar las reformas que ambos prometieron en materia electoral, fiscal, fortalecimiento institucional, seguridad.
Y precisa que los reformistas ocupen el centro que les perteneces y se constituyen como opción política que puede aglutinar a esta mayoría oculta que no quiere ni revolución ni la conservación del estatus quo.
Esta nueva opción necesita tener la independencia y capacidad para apoyar al gobierno Funes cuando promueve reformas necesarias, y para apoyar a ARENA cuando se trata de parar cambios y rupturas peligrosas promovidas por el FMLN.
Muchos areneros preguntarán: ¿Realmente es necesario y conveniente una fuerza nueva, con el riesgo de debilitar a ARENA y dividir la oposición? Creo que sí. A menos que ARENA suelte sus anclas en el pasado y en el conservadurismo y haga lo que no se atrevió en esta coyuntura electoral: transformarse totalmente, reinventarse como fuerza reformista, abandonar su pasado conservador, con todo y himno y busto del mayor. Para ser franco, no me parece realista. Mejor que ARENA ocupe su lugar en la derecha y deje espacio para que se aglutine el centro.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

Carta a una ex-combatiente guerrillera

Querida L.:

¡Felicidades! Has luchado mucho, con mucha paciencia, para ver este día histórico del gane.

Después de 12 años de guerra, fuiste a rehacer tu vida y tu familia. Un poco resentida, porque nadie te ayudó. Habíamos ganado la democracia, pero el sueño de la justicia social quedó eso: un sueño...

Obligada a ganarte la vida, te retiraste del Frente. Frustrada de tanta habladuría revolucionaria y tanto pleito interno, te concentraste en la tarea diaria de sacar adelante a tu familia.

(Publicado en Más)

Hasta que llegó Mauricio Funes y revivió tus viejos sueños de justicia social. Te metiste nuevamente. El 15 te encontré nuevamente con la bandera del Frente, cuidando el voto. No para Mauricio, sino para tu sueño.

Comparto tu esperanza, aunque no en el FMLN ni en Mauricio Funes. Tengo miedo que nuevamente te defrauden. Vas a tener que luchar nuevamente para que te cumplan los sueños.

Sin embargo, a pesar de mis críticas, a vos te tengo que felicitar, porque vos sí merecés esta victoria. Vos sí merecés este día de sentirte ganadora, tomada en cuenta, poderosa.

Ojala que vos y los miles de luchadores genuinos que hay en las filas del Frente sepan defender esa victoria contra los peligros que yo veo: autoritarismo y un nuevo juego político con la pobreza y los pobres para revivir un socialismo obsoleto...

Si me ves muy crítico es porque quiero obligar al nuevo gobierno que no te defrauden nuevamente.

Tu amigo y compañero de muchas batallas Paolo

jueves, 12 de marzo de 2009

Carta al empresario y benefactor Nicolás Salume


Estimado don Nico:


Usted realmente es buena gente. Está ayudando al pobre Mauricio Funes. No tengo muy claro si realmente le prestó de su propio pisto, o si más bien le prestó a Funes su buen nombre para justificar este montón de plata en su cuenta personal. Sea como sea, ha sido muy generoso por parte suya echarle el hombro al pobre candidato de los pobres.

Además le dio una casona en La Mascota. Definitivamente, no podía permitir que el pobre siga aguantando en aquella casa de clase media en Santa Elena. No era apropiado para el futuro presidente del cambio. Como hoy el candidato reveló en la entrevista con Neto López: En aquella casita de Santa Elena ni siquiera le cabían todos los carros - ¿y cómo le iban a garantizar entonces la debida seguridad?

Lástima, don Nico, que no se le ocurrió esto de la mansión apropiada en las campañas anteriores. El pobre Rubén Zamora, cuando era candidato presidencial del FMLN en 1994, tuvo que quedarse toda la campaña en su casita en la Vista Hermosa. Facundo, cuando era candidato del FMLN en 1999, aguantó toda la campaña presidencial en su casita en la Motocross. Ni siquiera a Schafick le dieron una casona adecuada, se quedó aguantando peligros en su modesta casa por el parque de la Miramonte.

¡A lo mejor por esto perdieron! No tenían los amigotes adecuados para darles carros y casas de presidente...

¡Que bueno que esta vez es diferente! Esta vez, si pierde el FMLN, por lo menos no será porque no le dieron a su candidato un estilo de vida adecuado.

Gracias, Don Nico, por este servicio a la revolución.

Le saluda Paolo Lüers

(El Diario de Hoy, Observador Electoral; y periódico Más))

martes, 10 de marzo de 2009

La fidelidad de Fidel

Los periódicos Granma y Juventud Rebelde de Cuba publicaron facsímiles de las cartas de renuncia del vicepresidente Carlos Lage Dávila y del canciller Felipe Pérez Roque, quienes que a principios de marzo fueron destituidos de todos sus cargos en gobierno y partido.

Con ellos, el general Raúl Castro purgó a dos funcionarios civiles pertenecientes a la siguiente generación de líderes, para sustituirlos con militares de la generación de los hermanos Castro.

Los dos ex-dirigentes, considerados durante años como muy cercanos a Fidel Castro -incluso sus herederos- no recibieron apoyo de su mentor. Más bien una última patada: "La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno", escribió Fidel Castro en Granma.

Traduciendo esto del lenguaje estalinista, Fidel dijo: "Trataron a promover un relevo generacional y una apertura política. No respetaron el poder dinástico que yo delegué a mi hermano...”

Las dos cartas de 'renuncia' son casi idénticas, porque corresponden al clásico padrón de las ‘autocríticas’ de la era de Stalin.
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La Habana, 3 de marzo de 2009

Cro. General del Ejército Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros

Compañero General del Ejército

Querido Raúl:
A Partir de la discusión sostenida por el Buró Político de nuestro Partido, en la que participé como invitado, le informo mi decisión de renunciar a mi condición de miembro del Consejo de Estado, de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y a la de integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Reconozco plenamente que cometí errores, que fueron analizados ampliamente en dicha reunión. Asumo me total esonsabilidad por ellos.

Continuaré defendiendo, con lealtad y modestia, a la Revolución cuyos principios estoy esteré siempre plenamente compartiendo.

Le reitero mi fidelidad a Fidel, a Usted y a nuestro Partido.

Saludos, Felipe Pérez Roque

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La Habana, 3 de marzo 2009
“Año del 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución”

Co. Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Segundo Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de Cuba

Compañero Raúl:

Me dirijo a Usted para renunciar a mis cargos como miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de su Buró Político y a mi condición de Diputado, Miembro del Consejo del Estado y Vicepresidente del Consejo de Estado.

Reconozco los errores cometidos y asumo la responsabilidad. Considero que fue justo y profundo el análisis realizado en la pasada del Buró Político.

Puede Usted estar seguro que mi nuevo puesto de trabajo será una oportunidad para continuar sirviendo a la Revolución y siempre, como hasta hoy, seré fiel al Partido, a Fidel y a Usted.

Fraternalmente, Carlos Lage Dávila

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El partido jamás se equivoca. Esta ‘verdad’ lo afirman hasta sus víctimas. El ritual vergonzante de sumisión.

Ante la posible apertura de Obama hacia Cuba, el Partido Comunista se encierra más y elimina a los posibles protagonistas de la reforma. Ante una posible ruptura del bloqueo económico y político contra la isla, el Partido Comunista Cubano prefiere enconcharse en su régimen confiando sólo en ancianos y militares. El miedo a la apertura.

sábado, 7 de marzo de 2009

Carta al ‘equipo de gobierno’ del señor Funes


Estimados amigos todos:


Cuando vi en la tele a Funes juramentándolos como ‘equipo de gobierno’, me entró una leve emoción: ¡Están llegando al poder un montón de cheros míos! ¡Wow!

Porque la mitad de este grupo son amigos míos. Con Hato Hasbún y Roberto Turcios he fundado periódicos. Con la Chabelita he andado peleando contra encapuchados. Hugo Martínez es de los pocos del Frente que no me han retirado el saludo por traidor. A Héctor Silva lo acompañé en muchos pleitos cuando no sólo Sánchez Cerén, sino también un entrevistador llamado Funes lo tenía en lista negra. Y el doctor Dada siempre ha sido para mi un mentor que me ayudó a entender este país.

¡Que maravilla, mis cheros en el gobierno! Demasiado bueno para ser real.

Pues sí, lastimosamente no es real. Lo que Funes presentó no son sus futuros ministros, solo es su equipo para definir políticas públicas. Pequeña diferencia.

Los ministros de verdad los pondrá Funes con la Comisión Política del Frente, y ahí puede resultar ministro el Diablito de Soyapango o Héctor Silva, Nidia Díaz o la doctora Rodríguez...

Mientras tanto, mis amigos del equipo de gobierno juramentado ayer pueden ayudarle al Frente a ganar las elecciones. De todos modos, antes de llegar al gabinete, hay que ganar...

Mientras tanto grabemos otro spot de televisión con los nuevos locutores...

Siempre su fiel amigo, Paolo Lüers

(Publicado en Más)

viernes, 6 de marzo de 2009

Apantallar con novia, pero sin compromiso

Los dos candidatos a la presidencia han estado bajo gran presión de presentar a las personas claves de su gabinete. La gente quiere saber qué tipo de personas van a gobernar. No quieren firmar cheques en blanco. Tampoco confían en programas, en papeles, quieren ver personas confiables.

Hay temores que en un gobierno de Rodrigo Ávila sigan mandando los mismos de ahora. O sea, que en vez de apertura y reforma haya continuismo. La forma más convincente de disipar estas dudas es presentar a personas nuevas que ocuparán puestos claves. Personas comprometidas con las reformas democráticas y el fortalecimiento de las instituciones. Y con experiencia y capacidad para pilotear el barco en tiempos de tormenta.

Hay temores que en un gobierno de Mauricio Funes mandarían los comandantes del FMLN, los cuadros del Partido Comunista, los amigos de Hugo Chávez. O sea, que en vez de ‘cambio seguro’ haya ruptura con la democracia representativa, erosión de las libertades, alineación del país al eje Venezuela-Cuba, experimentos económicos estatizantes, etc. La forma más convincente de disipar estas dudas es presentar a personas con credenciales democráticas y probada capacidad que ocuparán los puestos claves. Personas que inspiran confianza a inversionistas y empleadores.

Los sectores que tienen estos temores frente a las dos fórmulas presidenciales y sus partidos son los que van a decidir esta elección. Son los que quieren estabilidad, pero no al precio de continuismo y estancamiento. Son los que quieren cambio, pero no al precio de perder la estabilidad y las libertades. Es la gente que exige a los candidatos que les enseñen a las personas claves de su futuro gabinete.

Lastimosamente, ninguno de los dos candidatos y partidos está dispuesto de contestar esta pregunta clave. Rodrigo Ávila ha dicho que no va a entrar a este tema antes de las elecciones. Lamentable, pero por lo menos claro.

Mauricio Funes, en cambio, está haciendo un juego de apariencias: Confrontado con enormes dudas y contradicciones en cuanto a quién mandaría en un gobierno del FMLN, comienza a mencionar personalidades de renombre y prestigio profesional. Los incorpora en su “equipo de gobierno”, pero inmediatamente los poderes fácticos de la Comisión Política del Frente dicen que no se trata del futuro gabinete, sino de asesores del candidato. Y tanto el candidato y los personajes mencionados se apuran a confirmar que nunca han hablado de cargos en el gabinete, sino de la elaboración de políticas públicas...

Muchos interpretan esta indefinición como una nueva manifestación de las contradicciones entre candidato y partido, entre moderados y ortodoxos. No lo creo. Esa es más bien la falsa pista que Mauricio Funes quiere dar para seguir construyendo su imagen de hombre independiente del partido y como moderado.

En realidad es una estrategia electoral consensuada entre el partido y su candidato. Es una división de trabajo: Tu juegas el papel de moderado que te permite acercar y poner en función de la campaña a personalidades y sectores de centroizquierda – y al mismo tiempo que aparecen en tus spots de televisión pidiendo el voto para el vos, los lanzas al ruedo para que los dudosos vean caras confiables... Y nosotros, el partido, trabajamos tranquilamente en el plan de cómo asumir los puestos claves en los ministerios, en las instituciones, en la administración pública. Sobre todo en las áreas que permiten construir poder local, instituciones paralelas, movimiento social, redes territoriales...

Si se gana, a lo mejor estas alianzas y estos personajes siguen siendo útiles en los ministerios que de todas formas el FMLN no los quiere ocupar como partido. En los ministerios que de todos modos serían sujeto a mucha presión de parte de la empresa privada, los Estados Unidos, y la clase media. Presión de concertación y de estabilidad...

Y si no se gana, por lo menos se ha conseguido dividir y neutralizar a los sectores de centroizquierda, comprometiendo una parte con la campaña de Funes, empujando la otra parte hacia la derecha...

Lo del ‘equipo de gobierno’ de Funes es un juego de apariencias, donde los engañados son los votantes que se dejan confundir - y algunos de los personajes que se dejan utilizar. Muchos de ellos, no lo dudo, de buena fe. Otros, por puro oportunismo. Algunos, me consta, para evitar lo peor. Bueno, tal vez estos últimos tengan razón: En caso que gane Funes, preferiría tener en la cancillería a una persona íntegra como el doctor Dada, si esto es la forma de evitar que Nidia Díaz se convierta en la jefe de la diplomacia salvadoreña. Preferiría tener a María Isabel Rodríguez, mi amiga Chabelita, en Salud, en vez del doctor Guillermo Mata, quien condujo para el FMLN la huelga de los médicos y la casi destrucción del Colegio Médico.

Hay un momento en la jugada cuando no tener novia es mal visto. Entonces, mejor conseguirse una(s), pero sin asumir compromiso.

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)

jueves, 5 de marzo de 2009

Carta a los abogados de la República


Estimados letrados:


este sábado votarán para escoger a 15 candidatos a la Corte Suprema de Justicia. Es una gran responsabilidad.

¿Cómo vamos a exigir a la Asamblea Legislativa que al final nombre a los más honestos, más capaces, más independientes como nuevos magistrados, si ustedes, los profesionales del derecho, no presentan las propuestas idóneas?

¿Cómo es posible que en la lista de candidatos se encuentra unos tipos tan desprestigiados como Nelson García o Jaime Roberto Vilanova, ambos involucrados en escándalos sexuales? Para estar en la lista, tienen que haber sido propuestas por una asociación de abogados. ¡Qué vergüenza!

Esperamos que no voten ni por los pícaros ni por los lacayos serviles a los partidos. Ustedes tienen la oportunidad de mandar un mensaje muy claro: ¡Basta con una Corte servil a intereses partidarios!

Si ustedes mandan esta señal --nombrando a los profesionales más competentes, independientes y valientes-- el resto de la sociedad nos vamos a encargar que los diputados entiendan y respetan este mensaje. Entonces, tal vez hay esperanza que se componga la Corte...

Atentamente, Paolo Lüers

miércoles, 4 de marzo de 2009

El suicidio moral de Funes

En última instancia, la elección presidencial es sobre el carácter. Tiene que ver con experiencia, tiene que ver con capacidad y preparación, tiene que ver con programa... pero lo más importante es el carácter.

Si es así, Mauricio Funes acaba de perder las elecciones.
Intentó involucrar a su contrincante Rodrigo Ávila en el asesinato de los tres diputados salvadoreños en Guatemala. En la entrevista que William Meléndez le hizo el lunes 2 de marzo en Canal 12, Funes mencionó tres veces una supuesta entrevista al narcodiputado guatemalteco “Manolillo” Castillo, en la cual acusaba a Rodrigo Ávila de haberse reunido, un día antes del asesinato, con los policías guatemaltecos ejecutores del crimen.

Esta entrevista a “Manolillo” Castillo que Funes cita es una falsificación. La revista guatemalteca ‘Y qué?’, citada por Funes, nunca hizo ni publicó tal entrevista ni tales declaraciones de “Manolillo” contra Rodrigo Ávila.

El periodista que pretende ser presidente tiene días de citar esta falsificación difundida por decenas de blogs cercanos al FMLN. En la entrevista en el canal 12, metió la acusación falsa contra Ávila, sin que nadie se lo preguntara, totalmente fuera del contexto de la conversación y con tono acusador contra los medios que no retomaban la supuesta vinculación de Ávila en el asesinato de sus correligionarios areneros.

Esto es grave. Suficientemente grave para convencer a cualquiera que Funes no es apto para ser presidente.

Yo siempre he defendido el derecho de las campañas electorales —y de los comentaristas— de ser agresivas. La crítica sin misericordia a partidos y candidatos es legítima y necesaria. Es necesario obligar a cada candidato que se haga cargo de sus actos en el pasado, sus errores, sus planteamientos, sus alianzas, sus metidas de pata, sus propuestas no sustentadas.

Pero usar a figuras oscuras como el narcodiputado “Manolillo” Castillo para involucrar al contrincante en un asesinato es otra cosa. Inventar publicaciones no existentes para destruir la integridad moral del contrincante, es muestra de una debilidad de carácter no admisible para gobernantes.

Es perfectamente legítimo acusar a cualquier candidato de incapaz, de confrontarlo con su pasado, de hablar de sus fracasos profesionales y políticos, de juzgarlo por sus amistades, de citar las incongruencias en sus discursos o libros. En este sentido es legítimo confrontar a Arturo Zablah con las incongruencias de sus posiciones antes y después de su incorporación a la fórmula arenera. Es legítimo confrontar a Salvador Sánchez Cerén con los crímenes de guerra cometidos por las FPL y con las barbaridades que dice en su libro. Es legítimo confrontar a Rodrigo Ávila con el fracaso del plan Mano Dura. Es legítimo confrontar a Mauricio Funes con las mentiras que utiliza para desacreditar las encuestas que no le favorecen. Todo esto no sólo es legítimo, es necesario sacarlo a la luz. Pero lo que Mauricio Funes está haciendo para involucrar y destruir la reputación de su contrincante es lo que en inglés llaman “character assassination”.

Ya se sabe que el intento de asesinato, hecho con torpeza y en desesperación, se convierte en suicidio consumado.

Alguien que ha ejercido el oficio periodístico durante 20 años conoce las reglas del manejo de fuentes. Un periodista, por una falta como la que Funes está cometiendo involucrando a Ávila basado en una fuente no verificada, pierde su trabajo. Para aspirantes a la presidencia el standard debe ser igual o más estricto.

(El Dario de Hoy, Observador Electoral)

martes, 3 de marzo de 2009

Carta a un empresario poderoso


Estimado amigo:

al fin hablaste claro. Te entrevistaron y tomaste posición. Dijiste, al fin, claramente: No quiero que gane el Frente. Sería malo para mis negocios, para el país, para la economía y para la gente...

Ya tu silencio me hizo dudar: ¿Será que los ricos ya se arreglaron con Mauricio Funes y José Luis Ramiro? ¿Serán ciertas las insinuaciones que está haciendo Funes que ya habló con ustedes?

Resulta que habló con ustedes, pero que el tiro le salió por la culata. Quería convencerles que un gobierno del Frente no sería peligro, pero consiguió que ustedes, al fin, se dejaran de pajas y hablaran claro...

Sé que te ha costado dar este paso. Me consta que, como muchos, estás decepcionado de ARENA. Que, como muchos, querías otra opción, querías apertura, querías reformas...

Bueno, ojala que después del 15 de marzo no te olvidés de este sueño de apertura y reforma. En gran parte depende de vos y tus homólogos.

Tomar partido contra el cambio que propone el FMLN no significa apoyar que todo siga igual. Ustedes pueden ayudar -e incluso, obligar- a Rodrigo Ávila a cumplir su promesa de reforma y apertura. Tienen este poder y este deber...

Aquí un consejo más y de choto: Una vez que ARENA gana, ¡conviértanse en oposición crítica pero constructiva! Ayuden a construir una opción nueva. No vaya ser que en cinco años estemos nuevamente frente al mismo dilema entre continuismo y paso al vacío...

Disculpe que te hable con tanta confianza un izquierdoso revoltoso,

Atentamente Paolo Lüers

(Publicado en Más)

domingo, 1 de marzo de 2009

El Plan B del Frente

Pasan cosas raras que indican que, por lo menos, una parte de la dirigencia del FMLN ha llegado a la conclusión (o, por lo menos, está coqueteando con la idea) de que no les conviene que el señor Mauricio Funes gane la Presidencia.

El hecho de que el poderoso aparato partidario de la capital no esté jugando un rol activo en la recta final de la campaña presidencial ya no puede explicarse simplemente por el trauma que causó la derrota de la alcaldesa Violeta Menjívar. Además, toda la dirigencia del FMLN está aportando muy poco a una campaña presidencial que cada día gira más alrededor del candidato Funes y menos alrededor de la identidad política del partido.

El hecho de que toda la gigantesca campaña publicitaria esté en manos de los asesores brasileños y de los ‘amigos’ está empezando a crear resentimientos fuertes en el partido. El otro punto de que el candidato y sus amigotes manejen la chequera de la campaña, sin ni siquiera rendir cuentas al partido, no aporta en nada a limar los resentimientos.

Y encima de eso, el candidato está ofreciendo cargos no sólo a personajes como Héctor Dada y Héctor Silva (a quienes los dirigentes del Frente consideran competidores peligrosos porque pueden contagiar a su militancia con ideas socialdemócratas), sino incluso a personajes como Carolina Recinos y Roberto Hernández, quienes no han salido del Frente por diferencias ideológicas sino por pleitos sobre negocios oscuros...

En esta situación, los dirigentes del Frente hacen un cálculo: ¿Realmente nos conviene tragarnos todos estos sapos y seguir trabajando y sacrificando nuestra identidad ideológica para una presidencia de Funes?

La pura lógica lleva a conclusiones que por lo menos están siendo tomadas en cuenta en la reorientación estratégica del Frente. Una es: Si Funes gana, el Frente va a tener que cargar con la responsabilidad de proteger a los salvadoreños de los impactos de la crisis económica mundial; en cambio, si ARENA sigue gobernando, el FMLN puede capitalizar el aumento de la pobreza y las protestas sociales.

Además, el Frente tiene que hacer el siguiente cálculo: Ya el pacto con Funes nos llevó a aumentar nuestro voto para diputados y alcaldes. Para las próximas elecciones legislativas y municipales, ¿qué nos favorece más en tiempos de crisis y tormenta social –ser gobierno o ser oposición–?

Es cierto: Si ARENA sigue gobernando, el FMLN, como oposición, puede lograr en tres años el control de la Asamblea que tanto aspira. Y arrasar aún con más alcaldías. O sea, consolidar el control territorial y los mecanismos de ‘poder popular’ vía alcaldías y movimientos sociales en permanente acción reivindicativa.

De esta manera, en tres años, el Frente puede ser tan fuerte que para la próxima elección presidencial ya no necesitará a un prestanombre como Mauricio Funes. Ya no necesitará esconderse detrás de un candidato pintado de ‘moderado’. Ya no necesitará aliarse con los empresarios amigotes de Funes ni con las “principistas” del CD...

Una estrategia parecida está diseñada en el caso de que Funes gane. Para lograr lo mismo –consolidar su control territorial y construir mecanismos de ‘poder popular’ para poder ir a las siguientes elecciones sin fachadas y disfraces– el Frente tendría que asumir el control de todos los brazos del gobierno que facilitan la construcción de poder territorial y paraestatal: Salud, Educación, Red Solidaria, Gobernación, Inteligencia, Seguridad. En este caso, podrían dejar a Funes y sus amigotes que manejen la política económica y fiscal, que busquen estabilidad macro concertando con la empresa privada y Estados Unidos, pero que no se metan con el área social y territorial bajo control del Frente. Este era el Plan A, por lo menos, hasta el 18 de enero 2009.

Pero resulta que esta estrategia es mucho más compleja e implica mucho más riesgos para el Frente que la otra que apuesta por mantenerse en oposición. Primero, Funes tendría que tener la capacidad de manejar bien la crisis económica, cosa que el Frente sabe que es muy poco probable. Segundo, tendrían que asegurar que alguien como Héctor Silva no se meta en el área de Salud. Pero Funes ya lo instaló para coordinar su reforma de Salud...

En última instancia, el Frente se inclinará más por preservar su papel de oposición. Se siente más seguro en este terreno. Sobre todo en tiempo de crisis. Les sale más fácil asumir que ARENA va a fracasar (y que ellos puedan crecer desde la oposición) que tener confianza de que Funes logre lidiar con la crisis.

No hay indicios de que la dirigencia del FMLN esté decidida a sabotear las aspiraciones presidenciales de Funes. Pero seguramente ya no ponen todo en canasta ajena. De repente, el Plan B les resulta hasta más atractivo que el Plan A de ganar la presidencia.

Conclusión: Esperar hasta dónde llegará Funes en marzo, sin mucha ansiedad, y sin amarrarse al Plan A de derrotar a ARENA. De todos modos, quien perdería en marzo es Funes. El partido siempre gana, con tal que siga creciendo...

(El Diario de Hoy, Observador Electoral)