lunes, 27 de septiembre de 2004

La Gran Vía, ¿hacía donde?

Termina el sufrimiento. Al fin, vamos a tener un lugar para "compras al estilo de las grandes ciudades". Están construyendo en El Espino "La Gran Vía", la respuesta de los Dueñas y Simán a los Metrocentros, los Hiper Mall, los Plaza Mundo y El Paseo. Pero quien piensa que han botado otros miles de árboles para hacer nada más otro centro comercial, no ha entendido los nuevos tiempos. La Prensa Gráfica, en uno de sus publireportajes que da propaganda encubierta al proyecto La Gran Vía, nos explica que se trata de un "Life Style Center", o sea que "más (de) un estilo de vida que un comercio." Nos ponen, en toda una serie de publireportajes (no sólo en La Prensa Gráfica, sino en casi todos los medios escritos y televisivos), los ejemplos de dos centros comerciales en Miami, el "Lincoln Road" y el "City Place". Así será, muy pronto, La Gran Vía...
¡Qué barbaridad! Estamos botando los cafetales y bosques de El Espino para tener un pedazo de Miami. Para tener un estilo de vida importado de Miami. ¡Qué estupidez! "Compras al estilo de las grandes ciudades", "cosmopolita", así informa La Prensa Gráfica ("Noticias de Verdad") sobre el proyecto de los Dueñas y Simán. Lo cosmopolita, el estilo de las grandes ciudades, reducido al mall gringo.

Lo que está creciendo en lo que hace poco fue la finca El Espino, es la antitesis de la ciudad, de lo urbano, del estilo de vida urbano. El comercio grande, en vez de hacerse cargo de su responsabilidad sobre el centro de la ciudad que lo vio nacer y crecer, lo abandona y lo deja a la merced del comercio informal y de la incapacidad de las burocracias municipales. Primero se van al Metrocentro. Después a la Escalón, construyen Villas Españolas, Galerías, El Paseo. Ahora al Espino. El gobierno le sigue. Quiere construir, a la par de los malls que marcan el estilo de vida a la Miami, el nuevo centro de gobierno. La presidencia ya se fue de San Jacinto, donde tenía la ventaja de estar rodeada por la vida real, a la salida a Santa Tecla y Merliot.

El centro de la ciudad fuera de la ciudad, eso no puede funcionar. Es el tiro de gracia a la ciudad San Salvador. Destruye el urbanismo. La vida urbana ya no tiene centro, centro de gravedad, lugar común de encuentro para todos, se diluye y dispersa en los suburbios. El centro ya fue declarado ingobernable por el alcalde. En vez de renunciar para dejar que tal vez otro intente a gobernar y sanear la ciudad, Rivas Zamora tolera que el centro se consolide como un gran mercado central.

El Metrocentro se va a convertir en el sustituto del centro histórico. Un centro privado, con seguridad privada, donde la gente puede pasear, ver escaparates, comprar, ir al cine. Una vez que se establezca el nuevo Life Style Center en Merliot (la suma de Cascada, Multiplaza y Gran Vía), el Metrocentro va a sufrir, gradualmente, una transformación social, cultural y comercial. Lo que fue inaugurado como el centro comercial para los pudientes terminará sirviendo a los pobres, con todas las transformaciones que esto significa.

La Escalón ya tiene contado su tiempo. Le va a alcanzar la misma suerte que la Laico o la Flor Blanca. Las señoras casas de los ricos que se fueron, convertidas en prostíbulos.
Todo esto pasa, de manera incontenible, cuando ni el gobierno municipal, ni el gobierno central y mucho menos los poderes fácticos de los grandes consorcios tienen una visión de urbanismo, ni asumen su responsabilidad para la ciudad.

Si los grupos Poma, Dueñas, Simán, Murray Meza que siempre se tildan de visionarios y pioneros realmente fueran un poco más que simples mercaderes, no hubieran escogido (y destruido) la finca El Espino para desarrollar el nuevo centro, sino el centro histórico de San Salvador. No con una concepción conservacionista de preservar todo lo histórico, sino con la concepción de devolver al centro su función histórica. Botando todo lo que ya está en ruinas, dejando como islas las pocas partes históricas rescatables, quedaría suficiente espacio, no sólo para centros comerciales integrados en la infraestructura y el tejido social urbano, sino además para parques y parqueos amplios, para universidades, para el centro de gobierno y para modernos y creativos complejos habitacionales.

Si realmente estos grupos pudientes tuvieran interés en nuestra ciudad, no la hubieran abandonado, no la hubieran dejado en manos de la inercia del gobierno municipal y de la vorágine del comercio informal. No se hubieran zafado de la ciudad y su responsabilidad con su futuro yéndose a los suburbios.

Claro, lo que hubieran construido en el centro de la ciudad, no hubiera sido copia de los malls gringos. Tal vez se hubiera parecido al verdadero "estilo de las grandes ciudades", pero no ciudades como Miami (o Houston o Los Angeles), sino más bien ciudades como San Francisco, Paris, Barcelona, Bogotá, Lima o Berlin. Ciudades que han hecho esfuerzos grandes, sostenidos y concertados entre gobierno municipal, gobierno central, capital, comercio y vecinos para recuperar sus centros, volverlos seguros, limpios, creativos, lugares de comercio, cultura, encuentro, diversión. Volverlos corazón y alma de las ciudades. De otra manera, desalmadas, las grandes metrópolis se vuelven monstruos.

Nosotros estamos tolerando que estén destruyendo el centro y al mismo tiempo las áreas verdes que rodean la ciudad. ¿Qué ha pasado con los miles de manifestantes que hace pocos años juraron defender al Espino? ¿Qué ha pasado con la izquierda que ganó el control de las alcaldías de casi toda el área metropolitana, y que juró no sólo defender al Espino sino también a los centros de nuestras ciudades? ¿Qué pasa con todos nosotros que estamos viendo lo qué están haciendo a nuestras ciudades y tampoco nos levantamos para defenderlas? (Publicado en El Faro)

lunes, 20 de septiembre de 2004

El turismo necesita menos regulación, y más creatividad

El día 15 de septiembre leo en La Prensa Gráfica el prometedor título "Europeos directo hacía Centroamérica". Vaya, al fin tendremos vuelos directos entre Europa y Centroamérica, o sea, comunicación más rápida, más barata y más cómoda con Europa. Qué bueno para los pocos que desde Centroamérica viajamos a Europa; pero sobre todo, qué bueno para los muchos que desde Europa podrían venir a Centroamérica si el viaje no fuera tan caro y tan complicado.

Pero leyendo bien la noticia, me doy cuenta que no hay razón ninguna de alegrarse. Por lo menos no en El Salvador. Sí, habrá vuelos directos, pero solamente a Panamá, Costa Rica y Guatemala.
Me entero de que hay una gestión conjunta de los ministros de turismo de los tres países con Iberia, con España, con Europa. A Luis Cardenal, nuestro ministro de turismo, no lo llevaron. Claro, una gestión de esta magnitud no viene de ayer, tiene que haberse iniciado mucho antes de que Luis Cardenal fuera nombrado ministro del ramo de turismo en El Salvador. El problema es que nuestro país no es partícipe de esta gestión conjunta. ¿Por qué será? ¿Será porque aquí tiene su sede TACA, que también tiene planes de volar a Europa?

De paso sea dicho, a raíz de la mencionada noticia me doy cuenta de que el ministro de turismo que nombró Martín Torrijos en Panamá se llama Rubén Blades. ¡Qué envidia! No sólo Panamá, al igual que Costa Rica y Guatemala, nos ha comido el mandado durante años desarrollando políticas creativas de turismo: ahora nos da el tiro de gracia poniendo a Rubén al frente de este esfuerzo. Mostrando al mundo (y a las contrapartes en todo el mundo) la importancia que el gobierno panameño da al turismo, poniendo como ministro a la personalidad panameña más reconocida a nivel internacional. Y El Salvador queriendo competir con un cantante de villancicos...

Mientras Rubén Blades y sus homólogos de Guatemala y Costa Rica están firmando convenios para traer el turismo europeo a sus países, Luis Cardenal propone aquí agravar las tarifas aéreas y hoteleras con un "impuesto para la promoción del desarrollo turístico".

El impuesto es para financiar "la promoción y (el) mercadeo, el desarrollo de campañas internas y externas, la publicidad y la participación del país en eventos promocionales de la oferta turística del país que contribuyan a consolidarlo como destino turístico competitivo" (proyecto de ley de turismo promovido por Cardenal).Hay que fijarse bien en lo que esto significa: los pocos turistas que llegan ahora tendrán que financiar, con un impuesto que encarece su llegada y su estadía en El Salvador, las campañas publicitarias en sus países de origen para atraer a otros turistas. Es absurdo. Como turista uno está acostumbrado a pagar impuestos de turismo, pero siempre cuando éstos se traducen en beneficios directos y visibles. En mi último viaje a Alemania, me tocó pagar, por cada día que estuve en un balneario en la costa, 3 euros de impuesto de turismo. Pero es un impuesto local que la municipalidad cobra para mantener limpia la playa, adornar la ciudad, garantizar la seguridad y organizar eventos culturales para los visitantes, etc. Y el resultado es visible. La playa es impecablemente limpia, los parques de la ciudad son lindísimos, hay conciertos gratis todos los días, y todo esto en un clima de total seguridad. Pero cobrar un impuesto al turista que ya llegó para hacer campañas dirigidas a atraer otros turistas… ¿Cuál es la lógica detrás de esta medida?

El proyecto de ley de turismo demuestra que con la llegada de Cardenal y la conversión de Corsatur en ministerio nada ha cambiado. El proyecto de ley de turismo es el mismo de antes, con las mismas incongruencias, con las mismas exclusiones. Será una ley para dar incentivos a la industria hotelera."El Salvador lo que necesita para generar más turismo es infraestructura de alojamiento", dijo Manuel Avilés, presidente de Corsatur, en el 2003. Esto siempre ha sido la posición de Corsatur y sigue siendo la posición del ministerio. Y es falso. Lo que necesita El Salvador son playas y poblaciones que sean limpias y seguras. Lo que necesita El Salvador para generar más turismo es todo un conjunto de ofertas creativas que involucra mucho más que nuevos hoteles. El futuro del turismo depende de que en los lugares turísticos, así como en las ciudades y pueblos, hayan no sólo cuartos para dormir, sino lugares atractivos para comer y bailar, ofertas culturales, lugares para practicar y aprender toda una gama de deportes o artes. Depende de la creatividad de los que organizan excursiones, paseos en lancha, competencias, tours ecológicos y arqueológicos, etc.

La ley de turismo no incluye incentivos para nada de esto, sólo para nuevos hoteles, o sea principalmente para la empresa grande.

En el preámbulo (los obligatorios y a veces traicioneros "considerando") el proyecto de la ley de turismo habla de la necesidad de "regulación" y del "desarrollo ordenado del sector turismo del país".

¿Es realmente el problema de nuestro sector turístico que no sea ordenado y regulado? Yo diría que no. Lo que necesitamos no es que el estado intervenga poniendo más regulaciones, sino que el estado cree las condiciones para que en nuestro país florezcan miles de flores en el sector turismo. Lo que urge es más creatividad, más iniciativa, más ideas, más empresarios aventureros, más variedad. A lo mejor, para conseguir todo esto, se necesita tener el valor de permitir más desorden en vez de insistir en regulaciones.

Veamos la historia (exitosa) del turismo en Guatemala. El turismo en Antigua, el Lago de Atitlán y Río Dulce no descansa en el atractivo de los grandes hoteles. Si los hay, llegaron después, resultado del desarrollo turístico que tenía como motores a una infinidad de empresas e iniciativas pequeñas pero muy creativas y muy variadas. Lo que ha convertido a estos tres destinos en Guatemala en atracciones a nivel mundial no es lo ordenado, sino más bien lo experimental, lo atrevido y lo diverso. No lo planificado sino lo espontáneo. No la empresa grande que calcula y planifica fríamente sino el clásico empresario "entrepeneur" aventurero. Primero llegaron, como pioneros, unos locos que empezaron a poner cafés, hotelitos, librerías y proyectos de aventura. Ellos pusieron Antigua y Panajachel en el mapa del mundo turístico, y después, mucho después, llegaron los grandes consorcios. Algo parecido pasó en Costa Rica. Fueron visionarios y aventureros los que se inventaron el turismo ecológico que hoy ha convertido a Costa Rica en un destino atractivo a nivel mundial.

En El Salvador hace falta algo parecido, y esto es lo que hay que incentivar. La revista "Negocios y Turismo" publica una serie de artículos bajo el lema "Reinventando el turismo en El Salvador". La conclusión: Se necesita un "cambio radical en las políticas en pro del turismo" y una "redirección de enfoque." O, como en esta revista escribe mi amigo Rafael Leret (quien para mí sería el ministro de turismo que necesitamos para lograr esta redirección de enfoque): "El Salvador no es que haya fallado, no se ha priorizado todavía (el turismo), no ha invertido, no ha habido voluntad política; El Salvador no ha fallado, no ha hecho nada, ha omitido el desarrollo del turismo."

Esta revista (excelente, de paso sea dicho), presenta a una serie de estos empresarios aventureros y sus visiones sobre el tema, precisamente para contrarrestar las visiones muy conservadoras, reguladoras y excluyentes que se manifiestan en el proyecto de ley presentado por Cardenal. "Así es como debería crecer el turismo, en círculos concéntricos, primero desarrollar su turismo interno, posteriormente el turismo regional," dice Leret, con la empresa "riosaventuras" uno de los pioneros del turismo de aventura.

Otro de los entrepreneurs entrevistados es Roy Beers quien con Cadejo Eco Adventures es protagonista del emergente turismo ecológico: "El gobierno (...) tiene el concepto de turismo de hace 30 años, o sea, las playas, y ahí están los hotelones, vacíos..."

Y José Roberto Suárez, del Cóbanos Village Lodge, exige que ya no se incentive las grandes inversiones que "generan divisas que fluyen para fuera" y pregunta: "¿Cuánto se puede beneficiar una población con un turista que usó el bus, compró en la tienda, le pagó a alguien para que lo llevara a pescar, en fin repartió su dinero en la comunidad?"

El proyecto de la ley de turismo que Cardenal heredó de Corsatur y defiende como si fuera el inicio de una política nueva, es obsoleto. No refleja una visión nueva y creativa del desarrollo turístico. Contempla un impuesto contraproducente. Se limita a incentivar a construir nuevos hoteles, lo que no resolvería nada, y excluye a los sectores que podrían convertirse en motores e innovadores del turismo.Bien haría Luis Cardenal (o si es necesario, Tony Saca) en retirar el proyecto de ley e iniciar el trabajo de concertar una nueva concepción para el turismo. (Publicado en El Faro)

lunes, 13 de septiembre de 2004

Un monumento a los Coyotes

"Lo que aquí deberíamos hacer es un monumento a los coyotes. Gracias a ellos ha mejorado la economía del país con el envío de las remesas." Dijo Fernando González, y con ello se perfiló como el único diputado cuerdo de la honorable Asamblea Legislativa. Esta fábrica de leyes ilógicas, mal redactadas e inaplicables estaba al punto de cometer la bestialidad de enviar a la cárcel a los abuelos, tíos o hermanos o "aquel que tenga bajo su cuidado a menores de edad y los entreguen para viajar al extranjero de manera ilegal."

Es absurdo que en un país que vive de la venta de su mano de obra a Estados Unidos, el "tráfico ilegal de personas" sea concebido como crimen organizado, en una categoría con los crímenes más horrendos. Así se lee la lista de crimen organizado en la definición de nuestros legisladores en el Artículo 22ª del Código Penal: "El crimen organizado son las conductas cometidas por dos o más personas, para cometer homicidio, robo, falsificación de dinero, terrorismo, comercio de personas, contrabando, lavado de dinero, tráfico y fabricación de armas." Y con la reforma, nuestros diputados quieren incluir: "pornografía y utilización d menores en ella, tráfico ilegal de personas, trata de personas."Y en el Artículo 294 del Código Procesal Penal (que define los delitos donde no son aplicables la fianza ni la libertad condicional) la lista reza así: "homicidio, secuestro, violación sexual, extorsión, narcotráfico" y con la reforma quieren incluir "delitos contra la libertad sexual y comercio, trata, tráfico ilegal de personas."

Es el colmo de hipocresía que el "tráfico ilegal de personas", o sea lo que hacen los coyotes al organizar la entrada ilegal de salvadoreños a los Estados Unidos, para que puedan aportar con sus remesas a la economía nacional, esté puesto por la gran coalición de legisladores en la misma categoría con "comercio y trata de personas", para no hablar de terrorismo y homicidio, etc.
El comercio de personas o la trata de personas son crímenes contra personas, contra la libertad y la dignidad de personas. Merecen estar en la misma categoría con el secuestro, por que son esencialmente lo mismo. En cambio, el "tráfico ilegal de personas" es un delito contra las leyes de Estados Unidos, cometido con el pleno consentimiento de las personas afectadas; es más, corresponde a una necesidad de las personas "traficadas". En el caso del "tráfico ilegal" de personas, la ofensa contra la dignidad de la persona no la comete el coyote, mucho menos el pariente que entrega a un niño a un coyote para llevarlo a sus padres en Estados Unidos. La ofensa contra la dignidad de las personas la comete la sociedad salvadoreña que no ofrece perspectivas económicas a sus hijos; la comete el gobierno salvadoreño que no cumple con su promesa de asegurar la reunificación de las familias divididas por la migración, sino que confía que los coyotes se harán cargo de esto; la cometen la sociedad y el gobierno de Estados Unidos que necesitan la mano de obra barata inmigrante pero les niegan los derechos fundamentales, como por ejemplo de la integridad familiar.

Es el colmo de hipocresía que los emigrantes son tratados como villanos mientras no hayan cruzado el Río Bravo, y como héroes una vez que mandaron la primera remesa. De los 2 millones de salvadoreños que trabajan en Estados Unidos, ¿cuántos no han entrado por vía del "tráfico ilegal de personas", quiere decir vía coyotes? ¿Cómo piensan los diputados que llegan a Estados Unidos los miles de salvadoreños que mensualmente emigran para Estados Unidos para mantener a sus familias y, de paso, a la economía nacional, si no por los servicios de coyotes?
Que vayan los diputados a un pueblo y hablen con los familiares que han mandado a sus hijos e hijas a Estados Unidos pagando a un coyote. Se darán cuenta que el coyote del pueblo goza de más confianza que el alcalde y el cura, ya que "cobra y cumple", mientras que "los demás sólo cobran".Entonces, ¿por qué los diputados quieren hacer esta reforma, amenazando a los coyotes e incluso a los familiares de niños que agarran para Estados Unidos para estar con los padres a perseguirlos con penas diseñadas para el crimen organizado?

Entiendo que hay presión por parte de Estados Unidos. El embajador de Bush en San Salvador no dejó duda ninguna en el interés de su país en esta reforma, en especial en medidas que evitan que los hijos de los inmigrantes lleguen a Estados Unidos. Claro, los Estados Unidos necesitan mano de obra, no necesitan niños. No quieren gastar en la educación y la salud de los hijos de sus trabajadores. Ya no serán trabajadores tan baratos una vez que tengan familia allá. Pero esto es un problema, una contradicción de Estados Unidos. ¿Será razón para cambiar las leyes salvadoreñas?

Pero los gobernantes salvadoreños tampoco están muy interesados en la reunificación familiar de los inmigrantes. Tal vez el racionamiento es que un trabajador salvadoreño, una vez que sus hijos están con él en Estados Unidos, mandará menos remesas a El Salvador que uno que tiene que mantener a sus hijos en San Vicente.

¿Llegaría a esto el cinismo de los legisladores, o es simplemente para seguir los lineamientos de Washington? ¿O no será tan sofisticado, sino nada más que son estúpidos nuestros diputados?
Algunos van a decir que son los coyotes los responsables de los muertos que todos los días hay en el trayecto al norte. Que los coyotes son unos criminales al exponer a los inmigrantes a los múltiples peligros del viaje ilegal: pueden caer de trenes, morir de sed en el desierto, caer en manos de violadores o policías mexicanos.

Son ciertos todos estos riesgos. Pero el inmigrante los asume, sabiendo que no hay otra forma de llegar a Estados Unidos. Los responsables de las tragedias que a diario pasan en las fronteras no son los coyotes, sino la corrupción de las policías en Guatemala y México, el cinismo de las autoridades estadounidenses, la falta de oportunidades en El Salvador, etc.Obviamente hay irresponsables e ineficientes entre los coyotes. Así como los hay entre los policías, diputados, periodistas. A los coyotes que cometen delitos contra los inmigrantes, habría que investigar y castigarlos por esto. Pero no por el delito contra las leyes migratorias de Estados Unidos. Por este delito, mejor construirles un monumento. (Publicado en El Faro)

martes, 7 de septiembre de 2004

El lavado de mentiras

El lunes 30 de agosto apareció en El Diario de Hoy un artículo que bien puede entrar en los manuales de cómo no ejercer el periodismo. Es el ejemplo clásico de la espiral de mentira que funciona con la interacción entre medios y políticos.

La cosa funciona así: Un medio se inventa una noticia, disfrazándola de rumor originado en fuentes anónimos, preferiblemente de "inteligencia". Por ejemplo así (El Diario de Hoy del 30 de agosto): "La red terrorista Al Qaeda (...) habría establecido contacto con las pandillas centroamericanas, las maras, según un experto en seguridad y ex agente de la CIA, citado por un periódico mexicano."

Enseguida, se presenta a un "experto", preferiblemente de otro país, para que nadie pueda comprobar la información: Por ejemplo así (El Diario de Hoy del 30 de agosto): "-Hay fundamento para esto-, dijo Armando Lara, directivo de la compañía de seguridad Control Risk Group, con sede en Washington, en declaraciones al diario mexicano El Universal. Según Lara, la inteligencia estadounidense dice tener indicios de que Al Qaeda habría establecido contacto con los grupos de delincuencia organizada centroamericana, cuyo núcleo es formado por jóvenes pandilleros deportados de Estados Unidos (...) Lara, quien dijo mantener contacto con gobiernos centroamericanos y organismos de seguridad estadounidenses, reportó haber escuchado versiones de que presuntos terroristas islámicos habrían financiado una 'cumbre' de pandillas de las maras (...)"

Por las dudas que alguien todavía podría tener ante una información tan precisa, tan documentada y proveniente de una fuente tan confiable, se agrega otro "experto", preferiblemente de otro país y otro respaldo institucional. Por ejemplo así (El Diario de Hoy del 30 de agosto): "Jaime Casabianca, especialista de la Organización de Estados Americanos (OEA), expresó carecer de información al respecto, pero no descartó la posibilidad, como tampoco que Al Qaeda pudiese haber buscado contactos de algún tipo con la organización Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)."

Esto ya es lo que expertos internacionales de periodismo podrían identificar con el término "looping argumentativo", y es precisamente cuando se inicia la espiral, truco con el cual se logra convertir un simple rumor en objeto de profundo análisis. Con este valor agregado, el rumor ya no es mentira sino algo que "no se puede descartar", o sea potencialmente verídico.
El siguiente paso, entonces, después de haber ensayado el "looping" con algún "experto" (el cual, claro está a esta altura, igualmente puede ser inventado), le toca a un personaje real, preferiblemente de gran autoridad y credibilidad a nivel nacional, la cual no tiene que hacer otra cosa que cerrar los ojos y valientemente repetir la peligrosa figura del "looping". Por ejemplo así (El Diario de Hoy del 30 de agosto): "El presidente Antonio Elías Saca, (ojo, esta coma no la puse yo, sino El Diario de Hoy, a lo mejor para insinuar una pausa de respeto por la personalidad citada...) dijo que su gobierno no tenía información sobre este tema y no podía confirmar ninguna versión. 'Sin embargo, no se puede descartar porque los terroristas penetran grupos del crimen organizado, como las maras', dijo el mandatario."

Bravo. Aplauso. El señor presidente logró el peligroso "looping argumentativo", casi como si lo hubiera ensayado con el director del show y con la contraparte periodística. Y lo hizo al mejor estilo del circo, cuando los artistas que vuelan por el aire te dejan pensar que ya se van a caer. Imagínense, primero diciendo todo lo contrario, creando falsas expectativas en el público, para de repente dar la vuelta argumentativa y aterrizar en lo verídico que no se puede confirmar pero tampoco descartar.

El siguiente paso en el ejercicio de la espiral manipulativa es muy simple: repetir la maniobra, seguir la espiral. Para El Diario de Hoy el punto de partida era una nota en el Universal. Los demás medios salvadoreños, sobre todo los noticieros televisivos, toman como punto de partida la nota en El Diario de Hoy, y presentan a varios funcionarios de alto nivel mostrando sus versiones del "looping". Nadie con la perfección del jefe de estado, pero todos con la misma figura argumentativa: los confrontan con la noticia publicada en el Diario de Hoy, afirman no poderla confirmar y aterrizan diciendo que tampoco la pueden descartar.

Quien piensa que aquí termina la espiral, se queda corto de imaginación. O corto de confianza en la capacidad circense de nuestros medios. Falta la aplicación realmente artística, llevando la maniobra a un nivel mayor. Y esto funciona así: Una vez un personaje importante, preferiblemente un dirigente político de alto nivel, haya ejecutado exitosamente el "looping argumentativo", esto mismo se convierte en noticia, la cual puede ser comentada, a su vez, por otros personajes y políticos de otros países.

Por ejemplo así (esta vez una nota de Notimex publicada en La Prensa Gráfica de sábado 4 de septiembre, bajo el título: Congresista vincula MS con Al Qaeda): "La organización terrorista Al Qaeda podría tener vínculos con la mara Salvatrucha (...), advirtieron congresistas estadounidenses. Integrantes de la MS se han reunido con Al Qaeda y podrían intentar infiltrar la frontera, dijo el congresista demócrata Solomón Ortíz (...). 'Hemos estado en contacto con funcionarios de El Salvador y ellos han verificado que Al Qaeda ha estado activo con estas pandillas', dijo Ortiz."

¡Vaya salto mortal! Lo que al principio no se podía confirmar, luego era tampoco descartable, y ahora es "verificado" por funcionarios de El Salvador. Así como hay métodos para lavar y blanquear dinero mal ganado en actividades criminales, hay métodos de lavar y blanquear mentiras. Los "looping" y la argumentación en espiral no son otra cosa que métodos de lavado de mentiras. Lo grave es que ya no se trata de la falta de ética profesional de un periodista o de un medio, sino de algo más complejo. Igual que el lavado de dinero necesita la interacción de bancos, gobiernos y mafias, el lavado de mentiras necesita de la interacción de varios medios (en este caso El Universal, El Diario de Hoy, Notimex y La Prensa Gráfica) y de personajes políticos (en nuestro caso el presidente Saca, sus funcionarios, y por lo menos un congresista norteamericano), aparte de actores secundarios fáciles de comprar como los "expertos" y consultores...

El método del lavado de mentiras, siguiendo el manual aquí presentado, es fácil de aprender. Con este método, cualquiera puede inventar y después blanquear cualquier rumor, cualquier mentira, cualquier calumnia. Así como el presidente de la república puede decir, sin mentir: no puedo confirmar, pero tampoco puedo descartar que Osama bin Laden es el jefe de la MS, cualquier otro puede decir: "dicen en círculos vinculados a los aparatos de inteligencia de varios países latinoamericanos que altos funcionarios del gobierno de El Salvador y efectivos de la CIA han infiltrado a la mara 18, como medida de contención a la MS, comandada por emisarios de Al Qaeda. Estas versiones, si bien no las hemos podido confirmar, tampoco las podemos descartar."

Chiste aparte: Combatir a las maras es una cosa (necesaria). Diabolizarlas, es otra cosa (peligrosa y contraproducente). (Publicado en El Faro)