miércoles, 31 de agosto de 2011

Derecho de respuesta


Paolo Lüers
Derecho de respuesta suena muy bien, muy democrático. Me gusta el concepto que el ciudadano que se sienta ofendido por la manera como un medio de comunicación informe o opine sobre él, tenga el derecho a responder.

Pero cuidado: este derecho, mal concebido, puede ser paralizante para los medios de comunicación. No puede ser que el medio, al publicar cualquier información u opinión que puede chocar con los intereses de otros, tenga que correr el riesgo de prestar su espacio a cualquiera que quiere contestar los hechos o contrarrestar la opinión publicada. Por ejemplo, si yo como reportero revelo información sobre alguna persona, empresa o institución que afecta su buena imagen, el afectado tendría que probar que esta información no es verídica antes de obtener el derecho a que el periódico publique su versión de los hechos. O si yo como columnista emito una opinión desfavorable sobre un ministro, el afectado tendría que comprobar que mi juicio no tiene sustento, antes de invocar el derecho de responder.

El derechote respuesta no puede entenderse como el derecho de emitir su propia versión de los hechos y su propia opinión. Por ejemplo, si un periodista publica la lista de promesas o deberes no cumplidos de un funcionario, este no puede usar el derecho a la respuesta para publicar la lista de promesas que sí cumplió, o dice haber cumplido. Tener otra opinión u otra versión de los hechos no puede ser suficiente para invocar el derecho de respuesta. De otra manera, cualquier artículo informativo y de opinión es contestable. Tampoco puede haber derecho a publicidad gratis o lavado de cara para quienes, por su propia actuación, generan cobertura crítica. Llama la atención que son los diputados de Gana que más insisten en el derecho de respuesta, y sin mayor regulación…

El derecho de respuesta sólo tiene sentido, si está regulada por una ley que establezca con claridad los requisitos para que el medio sea obligado a publicar respuestas. Ya establecimos uno: debe haber un criterio objetivo si la publicación merece respuesta. Esto nos lleva al segundo requisito: debe haber una instancia que decida si procede o no la obligación de publicar una respuesta. Esta instancia, para ser objetiva, no puede ser ni el que se siente agraviado, ni tampoco el medio. La ley tendría que crear una instancia competente: o lo decide un juez, con el peligro de sobrecargar el sistema judicial; o se crea un tribunal ético que podría estar conformado por representantes de los gremios de periodistas, de los medios y por representantes de la academia.

Además, la ley debe establecer con claridad cómo los medios tienen que publicar la respuesta, una vez la instancia competente haya fallado que existe derecho de respuesta. En las legislaciones de otros países se establece que la respuesta no puede exceder el espacio que ocupó la publicación objetada. O sea, si alguien adquiere el derecho de respuesta a una de mis cartas en el periódico Más!, la respuesta no podría exceder las 300 palabras que ocupó mi carta-columna. Pero esto es un caso fácil. Más complicado sería si dentro de una entrevista o un reportaje de 3 páginas del periódico se hace una afirmación que resulta objetable. El afectado no tendrá derecho a publicar una respuesta que también ocupa 3 páginas del periódico.

Hay dos salidas de este dilema: o el legislador define de manera general que la respuesta puede tener un determinado formato, digamos un máximo de 500 palabras; o se deja que esta decisión (en cada caso concreto) en manos de la instancia que por ley estaría facultada a decidir sobre el derecho de respuesta.

Regulado de esta manera, el derecho de respuesta puede ser un elemento enriquecedor del debate público. Sin una regulación racional, puede paralizar a los medios y pervertir el debate público.

La mejor manera de responder a la cobertura crítica o a opiniones desfavorables en los medios sigue siendo -para los funcionarios, políticos y otras figuras públicas- el máximo grado de transparencia. Por otra parte, los medios, independientemente de una posible obligación por ley, deberían abrirse al máximo al debate y al pluralismo, abriendo sus espacios informativos y de opinión a todos los actores políticos. De esta manera, el derecho de respuesta se reduciría a cosas extremos, y no tendría que invocarse para complementar la pluralidad de opiniones.

(El Diario de Hoy)

Certifica.com

martes, 30 de agosto de 2011

Carta al ministro de Turismo

Estimado José Napoleón Duarte:

Los ministros también necesitan descansar y relajar. Le recomiendo que pase un fin de semana en El Tamarindo, pero no en Costa Rica sino en el nuestro, en el bello Golfo de Fonseca.

Debería invitar a Manuel Melgar, para que se lleve a su escolta y de paso le dé seguridad. Tal vez la necesite, porque está un poco solo…

La ventaja es que estarían solos. Tendrían todo la playa para ustedes. Nada de turistas y curiosos, tampoco la chusma de vendedores. Tal vez les moleste uno que otro pandillero, por esto le digo que se lleve a alguien como Manuelito que sabe como enfrentarlos…

Lo más que le puede pasar es que le cobren 60 bolas, pero esto incluye el parqueo. Y tal vez a ministros les dan descuento los pandilleros…

Pueden aprovechar incluso de comprar casas, porque la última vez que fui, todas las casonas tenían rótulo de ‘se vende’.

El problema es adónde quedarse, porque el bello hotel Tropi Tamarindo tiene un año de estar cerrado. Estos cobardes tienen miedo a las pandillas, ¿va a creer?, y por esto cierran hoteles, restaurantes, ventas de coco, mariscerías…

Hay un hotelito cerca en Playas Negras, donde se pueden alojar. Sólo que al final de la tarde todo el personal se va y lo dejan solo con el vigilante. Bueno, si almuerza bien, no necesita cena, y por lo menos no habrá bulla. Tampoco se les ocurra ir a pasear en la playa de noche.

Estoy seguro que luego de un relajado fin de semana en El Tamarindo, se va a inspirar a hacer, al fin, la campaña idónea: ‘Sólo en El Salvador: turismo de relax total combinado con aventura extrema!’

Así que por favor, póngase de acuerdo con Manuelito, y de paso inviten a Gerson Martínez del MOP. Lo mejor sería que él ponga el transporte, algún camión con buenas llantas, para que ustedes no se jodan sus camionetas ministeriales para llegar hasta El Tamarindo.

Si quiere que les ayude a armar una conferencia de prensa en El Tamarindo para anunciar de un solo su nuevo programa ‘Pueblos Muertos’, sólo me avisa.

Que disfruten la paz extrema en la playa, les desea Paolo Lüers

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sábado, 27 de agosto de 2011

Carta a mis clientes

Estimados amigos:

Les comunico que con mucho orgullo he recibido, de la máxima autoridad del país en asuntos de tragos, la mención honorífica de “servidor de tragos”. Tomo muy en serio esta distinción y prometo al presidente de la República que por lo menos en esta de mis varias profesiones, no le voy a fallar.

No importa que no le gusten mis cartas, sobre todo las que expresan crítica a su gestión. No importa que en la misma declaración El Noticiero, en la cual me otorgó la alta distinción presidencial de “servidor de tragos”, haya instruido a los empresarios que no hagan caso a mi última carta donde les rogué a mandar al carajo la orden presidencial de ponerse claro y decirle por dónde quieren que los c… con los impuestos…

No importa. El hecho que al presidente le gustan los tragos no lo obliga que le guste la crítica. No voy a esperar que el presidente de la República me eche flores por las críticas que le hago. Lo importante es que su desprecio a mi desempeño como periodista y crítico no le impide reconocer mis logros profesionales en otras áreas igualmente de su competencia.

Esta es la ventaja de tener varias profesiones.

A ustedes, mis clientes, les aseguro que esta alta distinción presidencial me motiva a asumir mi función de servidor de tragos con más ganas y profesionalismo. No puedo, encima de molestar al presidente con mis cartas, fallarle con los tragos. Sería ingrato de mi parte.

Entiendo que en las palabras del presidente hay un mensaje implícito, el viejo dicho “Zapatero, a tus zapatos…” Habría que considerarlo, tal vez tenga razón. ¿Y si le ofrezco a Mauricio Funes un deal: Usted regresa a sus zapatos y deja de jugar a presidente, y yo regreso a mis tragos y dejo de escribir? Me dolería muchísimo, pero tal vez vale la pena este sacrificio para salvar al país…

De todos modos, ustedes tranquilos, siempre voy a servirles tragos. Orgullosamente.

Paolo Lüers

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jueves, 25 de agosto de 2011

Carta a los empresarios

Estimados señores:

El señor presidente les ha tirado un ultimátum poco común: o ustedes le dicen hasta finales de Agosto cómo quieren que les cobre lo que su gobierno necesita para su nuevo plan de seguridad – o él va a solicitar a la Asamblea que aprueba el impuesto al patrimonio que desde hace rato amenaza imponer. Y para que no se equivoquen, les dice que gracias a GANA, ya tiene los votos necesarios…

¿Y ustedes, qué van a hacer?

Olvídense por un momento del hecho que hasta los emisarios de Washington le han dicho al presidente que por favor ya no mencione este impuesto, porque jode al ‘Asocio para el Crecimiento’ que quieren armar con El Salvador…

Olvídense también del pequeño detalle que del plan de seguridad sólo le han explicado las necesidades financiera, pero no cómo van a cambiar las políticas de seguridad…

Olvídense incluso que no han visto ningún recorte en los gastos del gobierno, ninguna revisión de sus políticas de subsidios generalizados.

Olvídense de todas estas incongruencias, aunque son suficientes para mandarlo al carajo. Esta vez les ruego que tomen una posición de principios: mándenlo al carajo por principio. Y háganlo, por favorcito, en público, no de manera diplomática luego de fumarse juntos unos habanos y tomarse unos whiskies. El hombre tiene que aprender a asumir los costos de sus actos.

Hace falta que los empresarios del país se le paren a un presidente que no entiende otro lenguaje, y que digan al país: No aceptamos chantaje ni amenazas. Los impuestos los tiene que definir quien las quiere cobrar, no quien las tendrá que pagar. Y si usted tiene las finanzas del país en un estado tan fatal que necesita echar mano a un nuevo impuesto, aunque sea dañino para el crecimiento de la economía, entonces ¡hágalo y asuma los costos!

Hace falta que ustedes, los empresarios, no traten de zafarse de este pleito, sino que lo asumen de manera franca y pública. Si no, se hacen cómplices de este nuevo atentado contra la economía del país. Y esto, como todos lo sabemos, es exactamente lo que el presidente quiere conseguir con este ultimátum y chantaje.

Así que mándenlo al carajo. La gente lo va a entender y agradecer.

Saludos, Paolo Lüers

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martes, 23 de agosto de 2011

Carta de madre a madre

(Recibí vía correo electrónico esta carta de una madre a otra, las dos encerradas en el ciclo de la violencia que viven muchos barrios. Una reacción más a mi carta en la cual exhorté a los vecinos de los pandilleros a romper su silencio.)


Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV, en la reciente manifestación en favor de la reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares, y con mejores prestaciones.
Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y de lo que supone económicamente para tí, ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia
Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo, y que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs etc. etc.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.
Enorme es la distancia que me separa de mi hijo.
Trabajando mucho y ganando poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los domingos, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.
Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos, familia, etc.
Si aún no me reconoces, yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, y que fue asaltado y herido mortalmente a balazos disparados por tu hijo.
En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio.
¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro modo: seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor.
Ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades (ONGs), que tan solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento.

Una madre

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Medio vacío


Paolo Lüers
Un grupo de jóvenes se organiza para articular la voz de su generación, exigiendo que las generaciones de sus padres y abuelos los escuchen, los tomen en cuenta y eventualmente les ceden el poder.

Se dan el nombre 'Medio Lleno', porque quieren "fomentar ese pensamiento positivo, esa actitud para ver el vaso medio lleno, y dejar de estar enfocados en la porción medio vacía." Así se presentan en su página WEB (mediolleno.com.sv). Uno de los esfuerzos políticos más prometedores en el país: "Un grupo de jóvenes que está abriendo espacios para contribuir…"

Lo abrieron, con gran agilidad. Pero no lo aprovecharon.

Convocaron, por segunda vez, a un evento llamado "Mediollénate" para elaborar, entre los líderes jóvenes participantes, las propuestas que esta nueva generación hace al país. Y convocaron, además, a los protagonistas de la generación en el poder, a recibir estas propuestas.

Doble éxito: lograron convocar y componer mesas temáticas de trabajo a 150 profesionales y estudiantes entre 20 y 30 años que representan diferentes pensamientos, experiencias, calificaciones y liderazgos. Y lograron que presidentes de partidos, diputados, directores de medios, columnistas, académicos de renombre llegaran para escucharlos.

¿Cuándo un grupo de jóvenes que quieren irrumpir e influir en el debate sobre el rumbo de la nación tienen a un expresidente de la República, a los máximos dirigentes de dos partidos, a varios presidenciables, a los más influyentes creadores de opinión pública, al dueño de uno de los principales medios de comunicación sentados durante dos horas para escucharlos? Un gran logro, resultado de un trabajo inteligente y persistente de estos jóvenes de 'Medio Lleno'. Una oportunidad de oro para una generación que no se siente escuchada.

Lastimosamente, una oportunidad mal aprovechada. Tanta expectativa, tanto de los jóvenes como de los viejos, y la montaña parió un ratón. Cuando una por una las seis mesas de trabajo presentaron sus propuestas, los políticos convocados comenzaron a guardar sus bloques de apuntes, donde iban a registrar el catálogo de reclamos, críticas, propuestas, retos que estaban preparados de recibir de una generación inquieta que desafía la manera como conducen al país.

No había nada importante que apuntar. No había reto. No había crítica. No había una nueva visión desafiando al establishment. Se habló de incentivos estatales para la empresa privada para que invierta en educación, deporte y cultura. Se hablaba de canchas, becas, emprendurismo, acceso a créditos… Todas propuestas racionales, bien argumentadas. Pero nada nuevo. ¿Estamos viendo la siguiente generación de lo mismo?

Nadie habló de la corrupción, de la falta de rendición de cuentas y de transparencia y de otros factores que hacen tan poco atractiva -o más bien intragable- la política partidaria para esta generación. Nadie habló del hecho que ni los gobiernos anteriores ni el actual han construido una política de juventud que enfoque los problemas estructurales que enfrenta esta generación: un sistema educativo que no siente las bases para desarrollo tecnológico; políticas de seguridad que oscilan entre mano dura y mano blanda…

Hubo una mesa de municipalismo, pero nadie habló de la necesidad de tener concejos plurales, candidaturas independientes a las alcaldías, participación de organizaciones juveniles, una descentralización real que dé a los gobiernos municipales el control de las escuelas, hospitales, redes viales - y los recursos…

Hubo una mesa de temas económicas, pero ningún joven dijo que su generación ya no se traga los términos estériles sobre privatización versus nacionalización que durante 20 años han estancado reformas indispensables como del Seguro Social (donde no se puede hablar de privatización sin desatar una guerra ideológica); o del transporte público (donde no se puede hablar de nacionalización sin que se desmaye la derecha). Ni siquiera el puerto de La Unión se ha podido poner a cumplir su potencial de dinamizar toda una región y toda una línea de desarrollo, porque la generación en el poder no sabe romper este debate ideológico sobre mercado y estado…

¿Qué pasó con 'Medio Lleno', qué pasó con el enorme empuje con que sus organizadores arrancaron? Obviamente hay un problema con esta filosofía de la 'crítica constructiva', de querer ver el vaso medio lleno, cuando en verdad está casi vacío. O medio lleno de conceptos desfasados…

¿Qué pasó con la energía de los 'indignados', que hace pocas semanas obligara, primero ARENA y luego el FMLN, a rupturas con sus políticas tradicionales de manoseo a la institucionalidad democrática, en el caso del famoso decreto 743 contra la independencia de la Sala de lo Constitucional? Parece que esta muestra de rebeldía y desafío contra la clase política no ha dejado huellas ni siquiera en la generación que la protagonizó. En el evento de 'Medio Lleno', por lo menos, no ha dejado huellas. Este evento, proclamado como el reto de una generación a las anteriores, hubiera podido desarrollarse exactamente igual antes de toda la conmoción e indignación contra el 743… Pareciera que esta generación no tiene conciencia de su poder, de su capacidad de veto, ni siquiera de sus propias victorias.

Escribo esto, en términos que parecen duros, no para detener o descalificar esfuerzos como 'Medio Lleno', sino para reforzarlos. Lo que menos necesitan estos jóvenes es una actitud condescendiente. Este evento no logró captar y expresar la fuerza ni la capacidad renovadora de esta primera generación de posguerra. Pero la fuerza existe. El reto existe. El desgaste de la generación que actualmente maneja al país es evidente. El espacio ya está abierto. Hay que ocuparlo, sin pedir permiso, y sin temer el conflicto que es implícito en cualquier proceso de relevo generacional.

(El Diario de Hoy)

Certifica.com

sábado, 20 de agosto de 2011

Carta al ministro de Obras Públicas

Estimado Gerson Martínez:

Siempre tuviste el don de las palabras. Entre los jefes guerrilleros fuiste quien se destacaba por un lenguaje casi de poeta. Todos hablaban en clave militar, marxista o de estrategas… vos en clave de literatura. Simpático.

No sé si es por esto que tu partido te encargó la redacción de su programa de gobierno para ‘el cambio’, el cual sorprendió a muchos por su lenguaje un poco romántico, tan lejos de la jerga revolucionaria que durante años ha cultivado el Frente. A algunos confundiste con este lenguaje floreado, a otros tal vez les quitaste el miedo al Frente.

Pero ahora te mandaste: “La Diego de Holguín se hace o se hace”, dicho en el momento que estabas sentado en conferencia de prensa para presentar a las empresas licitantes para terminar la autopista Diego Holgien. Sólo que no hubo a qué ni a quién presentar. Nadie solicitó. Las 22 empresas que habían adquirido las bases, las estudiaron y dijeron: Ni loco me meto ahí…

Algo está mal en el estado. Hablé con los representantes de una de las constructoras interesadas y me dijeron: Así como el MOP hizo las bases, es imposible concursar. No cuadran ni los plazos ni los montos. Mal hecho.

¿Y que vas a hacer, Gerson? Este huevo no se resuelve con el don del discurso, hace falta criterio técnico y administrativo. Es la segunda vez que tuviste que declarar desierta la licitación. La tercera es la vencida…

“La Diego de Holguín se hace o se hace” - ¿la cuestión es cómo y cuándo? Algo anda mal en el MOP. Y no sólo en el MOP, para ser justo contigo.

“Una economía fuerte y vigorosa necesita también un gobierno proactivo y efectivo”, escribiste en el programa de gobierno. Bien dicho. Pero que tienes este don de hablar bonito ya lo sabíamos…

Saludos, Paolo Lüers

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jueves, 18 de agosto de 2011

Carta a Francisco Laínez, dirigente de ARENA

Estimado Pancho:

De todo ha habido en el debate sobre el caso de los militares y su orden de captura decretada por un juez español.

Ha habido quienes salían en defensa de los militares y no se dieron cuenta que estaban meando fuera del tarro, porque lo que había que defender es la amnistía como pieza clave de la paz.

Ha habido quienes estaban frustrados porque nadie les dio el gusto de presentar a los generales esposados y humillados, y tampoco se dieron cuenta que estaban jugando fuera de lugar, porque su propia libertad y seguridad nacieron de la misma amnistía que favoreció a los militares.

Y luego apareciste tu, Pancho, en televisión, firmemente defendiendo la patria contra el embate de los insurrectos. Sorry, Pancho: El caso de los militares no es un asunto de defensa de la patria contra el comunismo. Es un asunto de defender los Acuerdos de Paz y el proyecto de la construcción conjunta de la democracia, donde todos participan que antes estaban enfrentados. Esto había que defender, Pancho, no el honor de la gloriosa Fuerza Armada, que indudablemente fue manchada por el asesinato de los padres jesuitas.

Ante un caso delicado como el que el país está debatiendo, el caso de los militares acusados en España, hay que saber bien cómo argumentar y qué defender.

La defensa que tú lanzaste ante las cámaras de Frente a Frente, queriendo cerrar filas con los ‘defensores de la patria contra el comunismo’, divide de nuevo al país en los dos bandos que se enfrentaron en la guerra. Revive un conflicto ya superado.

La segunda concepción (la que no defiende a los acusados ni a su causa durante la guerra, sino defiende la amnistía y los Acuerdos de Paz) busca lo contrario: unir al país alrededor de un proyecto común. Unir a los que durante la guerra fuimos enemigos y que en la paz tenemos la responsabilidad conjunta de reconstruir y reconciliar el país.

Así que, Pancho, mal favor les hiciste a los militares acusados. Y al país.

Saludos, Paolo

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martes, 16 de agosto de 2011

Carta a Roberto Valencia, periodista de El Faro

Muy estimado colega:

A mi última carta en Más!, en la cual reproduje la carta de un estudiante a sus vecinos pandilleros, tú me contestaste en facebook: “¿Un nuevo concurso? ‘Inventa tu propia carta maldiciendo los mareros, reuniendo todos los lugares comunes, y envíala para que se publique en el Más!’"

Yo te contesté en facebook: “Esto no es un pissing contest entre El Faro y Más! Es mas serio.” Este diálogo tuvo lugar el día 13 de agosto. Resulta que es el día cuando, hace 50 años, se construyó el muro de Berlin. Puse en facebook una foto del muro y el comentario: “Nos tardamos 28 años en derrumbarlo…”

Tu me contestaste: “En El Salvador llevamos casi 40 años con un muro invisible que nos divide, y a uno de los pocos que intentó derribarlo, de corazón, le metieron un bala expansiva en el pecho.”

Te repito: esto no es un concurso de quién es el campeón. Temas como el muro, que dividió Berlin, Alemania y el mundo; las pandillas y las divisiones sociales en El Salvador son demasiado importantes para no discutirlas en serio.

No hay exclusividad, no hay derechos reservados para tratar el problema que El Salvador tiene con la violencia. Lo que hay es la obligación de todos nosotros de enfrentarla. Nadie tiene la receta única de cómo enfrentarla.

En vez de seguir con descalificaciones y acusaciones absurdas, mejor hagamos un debate público y serio sobre este tema: ¿Cómo tratar el tema de la violencia y las pandillas en los medios? En serio: propongo un debate público y constructivo. Tal vez los dos aprendamos algo.

Saludos, Paolo Lüers

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domingo, 14 de agosto de 2011

Carta a mis vecinos

[El 2 de agosto publiqué la 'Carta a un asesino cobarde'. Al final hice un llamado : “Así como en Noruega la carta la escribió un estudiante de 16 años, aquí la deberían escribir los verdaderos héroes de nuestros barrios: los muchachos de las colonias que los pandilleros (y a veces los medios) declaran ‘zona de control marero’, pero que a diario salen a trabajar o a estudiar...

Sobre ellos no se escriben reportajes ni se hacen películas, aunque ellos son los verdaderos héroes de los barrios. Sobre ellos nadie hace estudios antropológicos puestas en Internet, aunque en ellos está la clave de la solución.
Quiero publicar estas cartas. Mándenlas a paololuers@yahoo.com.”

Sigo recibiendo cartas. Aquí publico otra:]


Homeboys:

Hola vecinos. Nos conocemos desde chiquito, jugamos juntos, fuimos cheros. Hoy solo me dan lastima y vergüenza. Bueno, más vergüenza que otra cosa. Se hacen los machos, pero yo los conozco. Solo son machos cuando andan en mara, solos no valen nada.

Dicen por ahí que ustedes son mareros, porque la vida no les ha dado oportunidades. Eso es mentira. Han tenido las mismas oportunidades que yo. Pero yo me voy a graduar de ingeniero, y ustedes van a estar muertos o en la cárcel.

Piensan que en la colonia los respetan. Pero los odian, todos los odiamos. Que nadie les dice nada es otra cosa. Yo tampoco, no soy tonto, si ustedes siempre andan varios. ¿Y saben qué? Nos reímos de ustedes...

Mi tía les paga renta, porque no hay de otra, si tiene tienda. Para ustedes es una vieja tonta, la insultan, le dicen cualquier m.... Pero cada vez que agarran o matan a uno de ustedes, ella se ríe. ¿Cómo es el dicho? “A ver quién se ríe de último...”

Lo que ustedes no saben es que ella apunta todo: sus nombres, con quiénes andan, la hora que salan y vuelven de la colonia, las placas de sus carros que a veces andan. ¿Ya se han preguntado porqué la chota los está fregando tanto? Pués sí, mi tía y yo, y el viejito enfrente del parque, y varias de las chavas que ustedes han fregado... no somos tan tontos que ustedes piensan.

Pobres pendejos. Saludos de un vecino.

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jueves, 11 de agosto de 2011

Columna transversal: Argumentos falaces

Hay varios elementos de falacia en la argumentación de quienes sostienen que el Estado salvadoreño está obligado a ejecutar la orden de captura que un juez español emitió contra los militares salvadoreños.

La primera: tenemos que respetar la justicia internacional. Pero no es una corte internacional. Es una corte española. Las cortes internacionales tienen jurisdicción basada en convenios que los estados suscriben. Por eso, es vinculante lo que dicte la Corte Interamericana de DDHH. Obviamente no existe un convenio internacional o bilateral que dé este estatus a la Audiencia de España.

El segundo argumento falaz: nuestras autoridades de seguridad tienen que ejecutar una orden de captura de Interpol automáticamente, no importando si existen las bases legales para una extradición. Dicho de otra manera: la PNC tiene que ejecutar una alerta roja incluso, cuando el delito imputado en El Salvador no existe, está prescrito o está cubierto por una amnistía vigente; que siempre se detiene al imputado y deja a la Corte Suprema decidir si la extradición procede. Este argumento es absurdo. Si de antemano está claro que no hay bases de extradición, la PNC no tiene por qué ejecutar la orden de captura.

La PNC y sus instancias superiores tienen que hacer una evaluación jurídica antes de proceder a ejecutar una alerta roja. El argumento del automatismo sirve para que el director de la policía, el ministro o el presidente se protejan. El comunicado de la presidencia sobre este caso muestra que nadie quiere asumir la responsabilidad. Hay que decirlo con claridad: el Gobierno de El Salvador ya tomó una posición jurídica y política. Cualquier detención para posterior examen de extradición pasa por una decisión jurídica-política del Gobierno, no de la oficina central de Interpol. El Gobierno de Mauricio Funes tomó, sin decirlo claramente, una posición jurídica y política en contra de la vigencia de la Ley de Amnistía y de reconocer la potestad de una corte española de declarar inaplicable la Ley de Amnistía vigente en El Salvador.

Entonces, lo que realmente hay que discutir, porque de esto se trata en el trasfondo de todo este caso, es la vigencia o no de la Ley de Amnistía. Hay razones en contra y en favor de la amnistía. Siempre las hubo. Tiene beneficios y costos. Pero sea cual sea el resultado de este debate, que deberíamos llevar con franqueza y sin esconder la mano que tira la piedra, no es la Audiencia Nacional de España la instancia competente para decidirlo. Por tanto, las autoridades salvadoreñas no pueden ejecutar una orden de captura basada en la no aplicación de la Ley de Amnistía.

Lo más probable es que la Corte Suprema, que tiene que decidir sobre la extradición a España, o la Sala de lo Constitucional, que tiene que decidir sobre un habeas corpus presentado por los militares, van a corregir las falacias cometidas por el Ejecutivo. Pero el problema de fondo persiste: El Gobierno no tiene una posición clara sobre la vigencia.

Todas estas consideraciones nada tienen qué ver la convicción de la culpa de los miliares acusados del asesinato de los padres jesuitas. Es obvio que entre los 19 acusados se encuentran los autores intelectuales, los que dieron la orden para el operativo del batallón Atlacatl de cometer el crimen.

Los que ahora, a raíz del caso que lleva la Audiencia Nacional de España contra los militares salvadoreños, están en campaña contra la amnistía y en favor de su derogación, no quieren aceptar que el país decidió no perseguir estos delitos. Más bien, ninguno de los delitos horribles cometidos en el contexto de la guerra civil, independientemente del bando que lo haya cometido y de la gravedad. El país lo decidió, sabiendo el costo que esto tiene para las víctimas y sus familiares, pero conciente también que esto era el requisito para que todos los involucrados en la guerra civil --y en las violaciones de derechos humanos que la acompañara--, podían incorporarse a la vida civil y a la tarea conjunta de la reconstrucción económica y moral del país, sin temores, sin persecuciones, sin revanchismos.

Todos nos beneficiamos de esta amnistía. No sólo los beneficiados directos --militares, paramilitares, guerrilleros, comandos de secuestro--, sino la población más afectada por la guerra que con el cese al fuego y el cese a la represión podía comenzar a rehacer sus vidas y sus familias.

Es inadmisible que algunos que se beneficiaron de esta amnistía, que les abrió el camino a la inserción política y en última instancia al poder, hoy la desconocen y quieren ver a los jefes militares que paguen sus pecados. Quieren ganar la guerra que militar y políticamente era imposible en El Salvador, en una corte española. Me da pena ajena.

(El Diario de Hoy)

A manera de cierre


Paolo Lüers
Hice mi trabajo de reportero. Entrevisté a los protagonistas. Hablé con los analistas. Molesté con preguntas tontas a amigos, amigos de mis amigos, taxistas y quien se me pusiera en frente.

Los resultados están desplegados en las cuatro entregas publicadas esta semana en El Diario de Hoy. La intención era aportar informaciones y elementos de los debates que se están llevando a cabo en Venezuela, para que los lectores saquen sus propios juicios. Desde un punto de vista profesional, no puedo quedar satisfecho, porque la imagen no queda completa. No pude satisfacer mi propia curiosidad -y la de los lectores- respecto a cómo piensan, discuten y ven el futuro los que gobiernan en Venezuela. El problema es que no hablan, por lo menos no conmigo (vea nota en la entrega 3 de miércoles 10 de agosto).

Apago la grabadora y la cámara de reportero y para cerrar esta serie, regreso a mi otro oficio de columnista y creador de opinión. En cinco viajes, con este último, he logrado excelentes relaciones con algunos de los dirigentes opositores. Pero la ausencia en el panorama que logré desplegar de los protagonistas del chavismo no es debido a la amistad que he desarrollado con líderes opositores jóvenes como Leopoldo López y Enrique Capriles, tampoco es debido a la admiración que he desarrollado por Bony Pertínez, esposa de un preso político convertida en líder; o por escritores y periodistas opositores como Teodoro Petkoff, quien dirige el periódico Tal Cual, o Simón Alberto Consalvi de El Nacional, el ex canciller venezolano, muy vinculado a El Salvador en los tiempos de la búsqueda de la paz en nuestro país. Tampoco es por la amistad con voces que critican a Chávez desde la sociedad civil y la academia, como el doctor Pedro Nikken y Enrique ter Horst, quienes desde Naciones Unidas han sido parte de nuestro proceso de paz...

Profesionalmente y para realmente entender Venezuela hubiera preferido entrevistar a Alí Rodríguez, veterano de la izquierda histórica venezolana que se alió con Hugo Chávez y que le a servido de embajador en Cuba, ministro de petróleo, director de PDVSA, canciller y ministro de finanzas. En los años 80 fue amigo cercano de Joaquín Villalobos y Ana Guadalupe Martínez. El general Alberto Müller Rojas -el único del círculo interno de Chávez que habló conmigo, en mi primer viaje en 2008, y quien falleció en 2010- dijo: “Alí y yo somos los únicos que discutimos con Hugo Chávez”. Alí tiene esta posición especial por dos razones: su amistad personal con Fidel Castro, y por ser el hombre que a Chávez le resolvió la crisis del paro petrolero en el 200202033 PDVSA. Fue el arquitecto del control total que hoy tiene Chávez de PDVSA, su mayor fuente de ingreso.

Lastimosamente, nunca logré platicar con Alí Rodríguez, y ahora está retirado del gobierno y de la presencia pública, por una grave enfermedad. También me hubiera encantado hablar con Aristóbulo Istúriz, otra figura fascinante de la izquierda venezolana, uno de los pocos que dan sustento ideológico al Partido Socialista Unido, del cual es vicepresidente. Un hombre que Hugo Chávez siempre lo ha necesitado para construir el partido, pero a quien nunca ha dado poder real.

A pesar de estas limitaciones, quiero pensar que se logró dibujar una imagen de Venezuela, donde el chavismo no es una zona blanca no descifrable. Hay suficientes indicios para diagnosticar que el proyecto chavista está en una crisis, acentuada y visibilizada por la enfermedad de su máximo líder. Sus políticas de nacionalizaciones e intervenciones en la economía han creado niveles de inflación y decrecimiento económico sin precedentes, con graves consecuencias para un movimiento populista gobernante. Pero igual hay suficientes indicios que, con o sin Chávez, el chavismo no va a desaparecer. Se puede dividir, puede perder la presidencia, pero va seguir siendo una fuerza con mucho arraigo popular, con control sobre casi toda la institucionalidad, incluyendo el parlamento, por lo menos hasta el año 2016.

La oposición, incluso si gana la presidencia en el 2012, tendrá muchas debilidades para gobernar, a menos que logre convertir en realidad lo que hasta ahora es discurso: un gobierno de unidad que trasciende las fronteras ideológicas e incorpore los sectores del chavismo no casados con el autoritarismo y la imposición de un modelo socialista estatizante y confiscador. Para que esto sea posible -o casi obligado- depende mucho del éxito y de la aceptación amplia de los esfuerzos descritos en esta última entrega: la sociedad civil movilizándose para crear una visión compartida para el futuro de Venezuela.

Y con Alí Rodríguez y Aristóbulo Istúriz hablaré largamente cuando sean dirigentes opositores contra el nuevo gobierno...

[Esta columna es el cierre de la serie CON O SIN CHAVEZ, LA REVOLUCION EN CRISIS, publicado en El Diario de Hoy y elsalvador.com)

Carta la alcaldesa de Apopa

Estimada Luz Estrella:

Nunca he visto a un dirigente del FMLN llorar en público. Ya era tiempo. Esta escena de abrazos, lágrimas y chillidos suyos en Apopa, cuando el politburó de su propio partido te mandó a desbancar frente a tus fieles activistas, casi me rompió el corazón.
Casi. Si las lágrimas las hubieras derramado por otra cosa que no sea un pleito por un cargo, por ejemplo por la interminable serie de asesinatos en tu municipio, me hubiera conmovido.
Pero todos sabemos de qué se trata: una vez que ya no sos alcaldesa de Apopa, ya no puedes ser vicepresidenta da Albapetróleo – ¡y eso sí duele! De todos modos tus camaradas ya te sacaron de la dirección del partido. Claro que duele a una fiel soldada... Y ahora la alcaldía, y mañana Albapetróleo, ¿qué hiceste mal para que te quiten todos los cargos y carros?
O tal vez estabas pensando, en un momento de vulnerabilidad humana, en todo lo que no has hecho para Apopa; que ya no serás vos la que traerá seguridad a las colonias de Apopa. Quizás te acordaste de las grandes ilusiones, con las cuales comenzaste tu carrera dentro del FMLN y como alcaldesa.

Ilusiones perdidas. Y ahora que al fin, luego de años de sacrificio, están en el poder, te excluyen...
Pobrecita, Luz Estrella. Ni modo. La disciplina partidaria no se discute. Si el partido necesita tu alcaldía para alguien del Partido Comunista, el partido sabrá, aunque tu como individuo no lo entiendes. El partido no se equivoca, ¿no es esto que te han inculcado?
Así que no llorés, Luz Estrella. Algún huezo te derán.
Saludos, Paolo
(Más!)

miércoles, 10 de agosto de 2011

Con o sin Chávez, la revolución en crisis. Una serie sobre Venezuela.



UNA SERIE EN CUATRO ENTREGAS:
Con o sin Chávez, la revolución en crisis
de Paolo Luers para El Diario de Hoy

Introducción:

Con o sin Chávez, la revolución en crisis

Durante años, el factor incertidumbre trabajaba en Venezuela en favor de Hugo Chávez, a pesar de sus discursos revolucionarios; a pesar de la inflación y escasez que provocó con sus constantes intervenciones en la economía. Por esto ganó elección tras elección.


Dos columnas desde Caracas:

Encarcelados y liberados por órdenes del presidente

La división de poderes, a la venezolana






Un director de orquesta y varios solistas

Hablaba y nadie le cuestionaba. Tras los comicios de 2010, Ramón Guillermo Aveledo había logrado expresar el denominador común de 20 partidos, de derecha e izquierda: la racionalidad.

"Lo estable y la alternativa confiable somos nosotros" Entrevista con Ramón Guillermo Aveledo
"Todo el mundo hace falta, todos tienen que sumar" Entrevista a Carlos Vecchio
No buscamos ningún atajo, jugamos a una salida electoral" Entrevista a Alfonso Marquina






La Fuerza Armada es la reserva moral del país

Pasé días preguntando a todos mis amigos y contactos en Caracas si alguien me podía hacer un contacto con algún militar, activo o retirado, que estaría dispuesto a hablar sobre la situación dentro de la Fuerza Armada. ¿Qué dice la oposición de la Fuerza Armada?
¿Un digno oficial golpista?






¿Hay chavismo sin Chávez?

Uno de los objetivos principales de este viaje a Venezuela fue tratar de entender la situación interna del chavismo en la nueva condición creada por la enfermedad de su líder.
La lucha contra el cáncer como “reality show”
“La fortaleza de Chávez termina siendo su debilidad” Entrevista a Vladimir Villegas
Entrevista a una diputada chavista: “El peor desastre sería que lleguen los corruptos”






La rebelión de los NiNis

Por muy fuerte que sea la polarización política en Venezuela, entre el chavismo gobernante y la coalición de partidos de derecha, centro y centro-izquierda opuestas al camino trazado por Hugo Chávez a una Venezuela socialista, el sector más numeroso siguen siendo los NiNis, como llaman en este país a los que en las encuestas acumulan en la categoría de los indecisos.









Los siete consensos
Entrevista con Werner Corrales: “Necesitamos una visión compartida"
A manera de cierre

martes, 9 de agosto de 2011

Carta a la clase política

Estimados, dirigentes partidarios, firmantes de la paz, gobernantes:

No se vale el silencio. No se vale esperar qué pasa. No se vale meter la cabeza en la arena y esperar que la crisis de resuelva por arte de magia... Hace falta tomar posición.

¿De qué crisis estoy hablando? De la incertidumbre si El Salvador va a ejecutar las ordenes de captura emitidas por un juez español contra militares salvadoreños. De la crisis creada por los que quieren utilizar este caso para echar al traste la amnistía decretada para que todos los involucrados en la guerra civil –y en las violaciones de derechos humanos que la acompañara- podían incorporarse a la vida civil y a la tarea conjunta de la reconstrucción económica y moral del país, sin temores, sin persecuciones, sin revanchismos.

Hay que terminar con esta incertidumbre. Necesitamos escuchar al presidente de la República diciendo qué instrucciones va a dar a la PNC: acatar la orden de un juez español, o aplicar la protección que la Ley de Amnistía da a militares y guerrilleros. Necesitamos escuchar al vicepresidente y a los dirigentes del FMLN si ellos quieren ver humillados a los que negociaron con ellos el cese de fuego, la separación de fuerzas, las acciones conjuntas de desminado.

Pregunto al presidente Cristiani, a Joaquín Villalobos y todos los firmantes de los Acuerdos de Paz si ellos van a permitir que el revanchismo prevalezca sobre la cordura, el perdón y el espíritu de responsabilidad compartida que ustedes han logrado liderar, de forma conjunta, en la transición de la guerra a la paz.

Hago la misma pregunta a los partidos y los diputados. ¿Cómo puede la Asamblea no pronunciarse en esta cuestión que afecta cómo nos definimos como nación y como democracia en construcción? ¿A quienes vamos a permitir que se excluyan de amnistía y de la tarea de la reconciliación? ¿Hoy a los militares acusados en España, mañana a los ex-jefes guerrilleros?

No es cierto que es un asunto técnico legal que podemos delegar al encargado de Interpol o a un juez. Es un asunto vital de la nación.

No importa cuál es la posición de cada uno de ustedes. En pro o en contra de la extradición. Tenemos derecho de conocer la posición de nuestros líderes. Nadie tiene derecho de esconderse y esperar que alguna corte nos quite encima este dilema.

Saludos, Paolo Lüers

sábado, 6 de agosto de 2011

Llamado a las pandillas

El 2 de agosto publiqué la “Carta a un asesino cobarde”. Al final hice un llamado : “Así como en Noruega la carta la escribió un estudiante de 16 años, aquí la deberían escribir los verdaderos héroes de nuestros barrios: los muchachos de las colonias que los pandilleros (y a veces los medios) declaran “zona de control marero”, pero que a diario salen a trabajar o a estudiar...
Sobre ellos no se escriben reportajes ni se hacen películas, aunque ellos son los verdaderos héroes de los barrios. Sobre ellos nadie hace estudios antropológicos puestas en Internet, aunque en ellos está la clave de la solución.
Quiero publicar estas cartas. Mándenlas a paololuers@yahoo.com.”

Ya recibí varias cartas. Aquí la primera:

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Llamado a las pandillas

¿Quieres consejo?... Sé que estas harto de tantas palabras que a tu juicio son pajas.

Bueno, no te voy aconsejar pues te entra por un oído y te sale por el otro. Sencillamente te voy advertir de situaciones reales que por años se repite… como un círculo vicioso.

Das apariencia de un león, pero en la intimidad eres débil. En lo profundo de tu corazón quieres abandonar este barco. Matas por miedo, y lo haces cobardemente: “por la espalda”.

También gozas del dolor ajeno, celebras la muerte de un contrario pero esta te va monitoreando ¡pronto llegara a ti! Si, sigue asesinando, robando, extorsionando, violando ¡adelante! Te espera muy pronto: el hospital, o la cárcel o la tumba.

Las muertes que tú celebras dejan atrás una madre destrozada, un padre consternado una familia desamparada ¡qué bien! ¿Crees que esto es para aplaudirte? ¡JODETE!

Te reto a que si tienes valor para hacer lo malo también tengas h…. para lo bueno.

Yo realmente me siento como un héroe, disfruto de la vida, tengo una familia linda y unida, no poseemos una economía envidiable pero tenemos dos palabras claves: unión y amor.

Tengo la posibilidad de llegar a viejo, ver crecer a mis dos princesas, estar con mis padres hasta el final… me siento satisfecho.

Me desarrollé en la pobreza al igual que la mayoría de ustedes, pobre materialment, pero rico en mi interior y fuerte de carácter.

¿Problemas?, todos los tenemos y en ningún momento nos da el aval para hacer lo ilícito.

Pandillero, corre por tu vida, la pelona esta cerca, mañana será tarde.

Saludos, Cesar Vásquez

(Más!)

martes, 2 de agosto de 2011

Carta a un asesino cobarde

“Querido Anders Behring Breivik”

Así comienza la carta que un muchacho de 16 años escribe al asesino de Oslo. "Tú crees que has vencido, porque has matado a mis amigos y compañeros. Crees que has destruido al Partido Laborista y a la gente que cree en una sociedad multicultural. "Que sepas que has fracasado".

El autor es un muchacho de 16 años, sobreviviente de la masacre que un fanático ultraderechista hiciera en un campamento juvenil en una isla de Noruega, luego de haber detonado una bomba en el centro de la capital Oslo. Saldo: 92 muertos. Cinco de ellos amigos de Ivar Benjamin Oesteboe, quien en su carta afirma: “No responderemos al mal con mal, como a ti te gustaría. Combatiremos el mal con el bien. Y venceremos".

El terrorista noruego justificó su masacre diciendo que quería protestar contra los inmigrantes, cuya presencia, según él y según buena parte de la ultraderecha europea, destruya la ‘identidad nacional’. El joven de 16 años le pone en su lugar: “Te describes como un héroe. Pero no eres un héroe. Has conseguido crear algunos de los héroes más grandes que haya habido jamás en el mundo".

Aquí deberían escribirse y publicarse casi la misma cartas a diario. Dirigida a los pandilleros que también se quieren vestir de héroes, de defensores de sus barrios, y que igual a su colega noruego son lo contrario: loosers, perdedores, cobardes, fracasados...

Así como en Noruega la carta la escribió un estudiante de 16 años, aquí la deberían escribir los verdaderos héroes de nuestros barrios: los muchachos de las colonias que los pandilleros (y a veces los medios) declaran “zona de control marero”, pero que a diario salen a trabajar o a estudiar. Los muchachos que nacieron en la misma situación de pobreza y desintegración familiar, pero que no toman esto para excusa para volverse asesinos y ladrones.

Sobre ellos no se escriben reportajes ni se hacen películas, aunque ellos son los verdaderos héroes de los barrios. Sobre ellos nadie hace estudios antropológicos puestas en Internet, aunque en ellos está la clave de la solución.

Quiero publicar estas cartas. Mándenlas a paololuers@yahoo.com.

Paolo Lüers

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