jueves, 30 de marzo de 2017

Carta al Dr. Castillo: Si la verdad no es pública, no sirve para nada

Muy estimado Fabio:
Contrario a lo que muchos asumen, lo estimo mucho. Cuando lo propusieron como magistrado, le dije algo que no lo le gustó: que usted, aunque solo le pusieran a servir café en la Corte Suprema, terminaría controlándola. Y usted me dijo “tabernero”, lo que jamás tomé como insulto: ejercí esta profesión con orgullo durante 20 años.

El lunes pasado usted dijo en televisión una frase que me confirmó porqué estimo su sabiduría: “A estas alturas pretender castigar a la gente por los errores o las barbaridades que unos y otros cometimos durante la guerra, ya no tiene ningún sentido para la reconciliación de los salvadoreños.”

Pero enseguida dijo algo que me chocó, sobre todo en boca de alguien tan ilustrado: “La Comisión de la Verdad dijo que su informe debía quedar en secreto hasta que el pueblo salvadoreño fuera capaz de enfrentar su propia verdad, y esas palabras fueron sabias. No he leído el informe.”

Nada más lejos de la verdad, Fabio. El Art. 2 de los Acuerdos de Chapultepec dice que la Comisión de la Verdad “tendrá a su cargo la investigación de graves hechos de violencia, cuya huella sobre la sociedad reclama con mayor urgencia el conocimiento público de la verdad.”

Y cuando la Comisión entrega su informe, dice en la introducción: “Los negociadores de la paz querían que esa paz nueva esté edificada sobre la transparencia de un conocimiento que diga en público su nombre. Ese conocimiento público de la verdad es reclamado con mayor urgencia.”

Lo que complica hasta hoy al país no es que el doloroso informe se haya conocido antes de que “el pueblo salvadoreño fuera capaz de enfrentar su propia verdad.” Es al revés: No le hemos dado la difusión sistemática necesaria para que la verdad pudiera ejercer su poder de superación, sanación y reconciliación. Y pagamos el costo, con múltiples exigencias de abrir juicios…

Me parece insólito que uno de los intelectuales protagonistas de la transición de la guerra a la paz diga que nunca leyó el Informe de la Comisión de la Verdad. Ni le creo.

Lo otro que le tengo que corregir es algo que dijo sobre los que hicimos campañas para financiar la insurgencia salvadoreña. Según usted, el actual ministro de relaciones exteriores de Alemania “fue miembro de todos los comités de solidaridad con la guerrilla, o sea que la guerrilla (salvadoreña) recibió dinero del extranjero.” Pero cuando en Alemania hicimos la campaña “Armas para El Salvador”, Sigmar Gabriel tuvo apenas 19 años y estaba cumpliendo su servicio militar. Logramos apoyos inesperados con esta campaña, pero tampoco desde adentro de la Fuerza Armada alemana.

No me tome mal estas dos correcciones, Fabio. Siempre podemos coincidir sobre el bachiller Funes. Saludos,



(MAS!/El Diario de Hoy)
 

martes, 28 de marzo de 2017

Carta a la conciencia de los jefes de FGR y PNC: Se fueron de boca y murió alguien

Destacados funcionarios:
Todo es show mediático: Van al rescate de la bebé desaparecida luego del asesinato de su mamá – y ahí va el Fiscal General, con su chaqueta que dice F1, rodeado de cámaras. “El fiscal al rescate…”, se lee en los medios.

El director de la PNC no es alguien que se deja robar cámaras. Inmediatamente aparece en pantalla: “Fueron heroicos policías los que rescatan a la niña.”

En este afán de protagonismo, todo se expuso: el carro que usaron para secuestrar a la mamá, y que luego dio la pista para encontrar a la bebé; el hogar donde encontraron a la bebé. Todo en el reality show ‘El Salvador Impresionante’.

Se fueron de boca y murió la mujer. Expusieron a la testigo y la dejaron a su suerte. El día siguiente amaneció muerta.

No se necesitaba que un policía debajo de la mesa filtrara información. El fiscal general y el director de la PNC se encargaron de esto.

Si la bebé fue secuestrada junto a su mamá y luego apareció en la casa de alguien, es obvio que este alguien se convierte en testigo clave. Es el link entre los asesinos y la bebé. Ella los pudo haber identificado.

Todos estamos satisfechos que rescataron a Alexandra. Todos queremos que los asesinos de su mamá y Yamilet reciban su castigo. Nadie está criticando a fiscales y policías por hacer su trabajo investigativo. Lo que sí hay que cuestionar es la manera mediática e irresponsable de sus máximos jefes de manejar la información, dejando a la testigo expuesta y sin protección.

“A una mujer de aquí se la trajeron (a la bebé). Dice que no sabía  nada, que solo se la trajeron para que la cuidara unos días”, declaró Douglas Meléndez. ¿Por qué tenía que decir esto? ¿Por qué incluso tenía que aparecer él en la casa donde encontraron a la bebé, sabiendo que iba atrear todas las cámaras y micrófonos del país? ¿Por qué tenía el director de la PNC que aparacer en televisión dando más detalles, para mostrar que fue la PNC y no la fiscalía la que rescató a la niña?

Se fueron de boca y murió asesinada Jackeline Lisseth Cortez Aguirre. Digo el nombre para que Lorena Peña no reclame que se esté lamentando la muerte de una mujer sin decir su nombre.

No es culpa de los medios. En el momento que el fiscal general y el director de la PNC hablan, es información pública, y la responsabilidad la tienen ellos. Tampoco me digan que esto es una campaña de desprestigio a la PNC o la FGR. No tengo nada contra Douglas Meléndez y Howard Cotto, pero sí contra su afán de buscar el impacto mediático, aunque esto comprometa sus investigaciones – o incluso la vida de una testigo.

Saludos,





(MAS!/El Diario de Hoy)

lunes, 27 de marzo de 2017

Estadísticas irresponsables

Una noticia hizo impacto fuerte esta semana: El fiscal Douglas Meléndez dio a conocer una cifra de desaparecidos que es casi igual de alta como la de los homicidios. Según la fiscalía, en 2014 hubo 4,525 desapariciones (homicidios: 3,894); en 2015: 4.203 desapariciones (6,657 homicidios); y en 2016: 3,847 desapariciones (5,274 homicidios). Estos serían para los últimos tres años 12,575 desapariciones versus 15,825 homicidios. “Hay un margen de disminución de los homicidios, pero un margen elevado de desapariciones,” declaró Douglas Meléndez en la Asamblea Legislativa. Y agregó que “pueden ser más”.
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Es falso: Sólo pueden ser menos. Veamos porqué.

La policía maneja números muy distintos: 2,900 desaparecidos en 2014; 1,959 en 2015, y 1,778 en 2016. Sería para los tres años del 2014 al 2016 un total de 6,637 desaparecidos. ¿Cómo es posible que la fiscalía registra lo doble de desapariciones que la PNC? El mismo fiscal dio una pista: Reconoció que por falta de fondos la FGR no tiene capacidad de verificar sus propios números. Cabe la pregunta: ¿Entonces, para qué los divulga? ¿Será parte de su estrategia para obligar al gobierno a darle el presupuesto que exige?

Incluso, la PNC se contradice en sus propios datos. Al cierre del año 2012 hablaba de 612 desaparecidos, pero ahora la PNC habla de 1,555 para este mismo año. Extraño: la cifra de desaparecidos puede disminuirse retrospectivamente, pero no aumentarse.

¿O será todo esto parte del eterno pleito sobre el enfoque de las políticas de Seguridad? En los años de la tregua, el director de Medica Legal permanentemente publicaba cifras de desaparecidos mucho más altas que las de la PNC. Su tesis (por cierto compartida con el entonces fiscal general Luis Martínez) era que la PNC, para legitimar la tregua con su notable disminución de homicidios, no quería reconocer que hubo un incremento de desapariciones por parte de las pandillas. ¿Tenemos ahora una nueva edición de este pleito?


Independiente de los manejos políticos que todos los involucrados hacen del drama de los desaparecidos, ¿cuál es el problema de fondo?

Es la irresponsabilidad del Estado, que para desapariciones no ha creado un mecanismo interinstitucional, profesional y confiable de confrontar y depurar los datos. Para homicidios existe un mecanismo tripartita de verificación y seguimiento. Para desapariciones, los números son tan discrepantes porque cada institución trabaja con diferentes fuentes. El IML registra las denuncias de personas que acuden a sus morgues buscando a sus familiares. No es su trabajo dar seguimiento a estos casos y depurar la estadística, a menos que las personas en algún momento aparezcan muertas. En este caso se suman a la estadística de homicidios. Pero cuando aparecen vivas, o resultan que salieron del país o se unieron a la pandillas, el IML no tiene como saberlo.

La PNC y la FGR establecen sus estadísticas de desaparecidos a partir de denuncias formales. Pero sólo la policía investiga estos casos y depura la lista. Persona que luego aparece muerta o viva, es descontada. En el caso de la fiscalía, no está claro con qué datos nutre su estadística. Las familias normalmente no acuden a la fiscalía para reportar personas desaparecidas, sino a Medicina Legal y la PNC. La fiscalía simplemente retoma los números de la PNC, pero como reconoce Douglas Martínez, no tiene capacidad de dar seguimiento a los casos mientras no se judicialicen. Y como no hay mecanismo interinstitucional de verificación y seguimiento a los datos, la fiscalía simplemente se queda con el dato “bruto” – o sea con todos los casos que en algún momento han sido reportados.

Necesitamos un mecanismo independiente y profesional de monitoreo

Para tener una estadística confiable de desapariciones, es indispensable establecer un mecanismo interinstitucional entre IML, PNC y FGR. Cada institución tendría que acumular en una sola base de datos consolidada todas las denuncias de desapariciones. Luego, cada institución, sobre todo la PNC, debería pasar a esta base de datos los resultados de sus investigaciones: desaparecidos encontrados muertos; desaparecidos que aparecen vivos; denuncias que resultan falsas; desaparecidos que luego se sabe que emigraron o que se unieron a las pandillas. Descontando todos estos casos, al final quedaría un saldo de casos no resueltos, que pueden caracterizarse como desaparecidos. Mientras tanto, el manejo de la estadística de desaparecidos sigue siendo sujeto a manipulación y propaganda barata.

Si el país tuviera este mecanismo institucional, las cifras de desaparecidos (los que realmente nadie sabe qué pasó con ellos; si están vivos o muertos; si son víctimas o no; o si simplemente decidieron desaparecer por las razones que sean) estarían mucho más cerca de las cifras de la PNC que de los que tan irresponsablemente maneja el fiscal. Digo irresponsable, porque es una manera no profesional, sin ningún mecanismo de depuración, sin investigación y seguimiento de cada caso reportado.

El país ya está suficientemente golpeado por la violencia como para aumentar las angustias con cifras infladas de desaparecidos. El drama de las desapariciones es suficiente traumático, incluso si asumimos las cifras más conservadoras. Cada caso es una tragedia. La Constitución manda a las instituciones a colaborar para buscar el beneficio de la ciudadanía. ¿Será mucho pedir que al fin se crea una Comisión Interinstitucional de Monitoreo de la Violencia? Necesitamos una entidad profesional e independiente que evita las manipulaciones políticas y mediáticas del dolor de las familias.
(El Diario de Hoy)

sábado, 25 de marzo de 2017

Carta a los salvadoreños: Pongámonos del “Lado Positivo del Mundo”

Estimados amigos:
El 28 de marzo, nuestro gobierno presentará, con toda la pompa que lo caracteriza, un proyecto millonario: La nueva “Marca País” para sustituir el ya trillado “El Salvador Impresionante”. Gastaron mucho dinero, contrataron empresas internacionales, todo esto dirigido por Sigfrido Reyes, presidente de PROESA. Un típico proyecto desde arriba…

Pero El Salvador ya tiene una “Marca País”, elaborada desde abajo, por los mejores profesionales de diseño y publicidad del país, quienes se unieron en el “Colectivo País” y sin pago alguno elaboraron un proyecto completo de “Marca País”.


Sigfrido, como buen burócrata, no cree en nada que no venga del gobierno. Nunca ha tomado en cuenta esta iniciativa y sus propuestas profesionales. Ha ido por el camino que más les gusta: derrochar dinero en consultorías, asesorías y expertos internacionales.

En cambio, la “marca país” hecha en casa, con su lema “El Lado Positivo del Mundo” es una propuesta estratégica que nació de un estudio profundo de nuestra identidad nacional y refleja la creatividad que nos caracteriza.


A ver con qué “nueva idea” millonaria nos querrá sorprender don Sigi. Los salvadoreños vamos a seguir usando la “Marca País” hecha desde abajo, porque ella sí recoge la manera como nosotros vemos el país y sus potenciales.

Pongámonos del “Lado Positivo del Mundo”. Saludos,



 

 


La Presentación del Colectivo País:



(MAS!/El Diario de Hoy)

viernes, 24 de marzo de 2017

Columna transversal: Trump no gana en Europa

Trump no es el inicio de una ola de populismo y autoritarismo en los países industrializados. Es más bien el inicio del fin.


Observando el accidentado arranque de su gobierno, un arranque sin luna de miel, con menos apoyo popular de todos los presidentes de la reciente historia, en Europa los movimientos de derecha populista y nacionalista se despertaron muy rápido de sus festejos de una supuesta “nueva era nacionalista”.

En Austria, el candidato de la ultraderecha para la presidencia perdió contra un ecologista convencido de la integración europea. En Holanda, un envalentonado imitador de Trump (de su peinado hasta sus consignas anti-inmigrantes) Geert Wilders se propuso convertir las elecciones parlamentarias en un referéndum contra la integración europea y contra las políticas de integración de inmigrantes y refugiados. Lo logró, pero lo perdió. La similitud entre Trump y Wilders produjo lo contrario: una clara mayoría en pro del futuro del país dentro de la Unión Europea y en defensa de la larga tradición holandesa de liberalismo, tolerancia y sociedad abierta.

En Francia, la incapacidad de los dos partidos tradicionales –los socialistas y los conservadores- de enfrentar el auge del populismo, parecía llevar a una situación muy favorable para el movimiento ultranacionalista de Le Pen, la gran amiga de Donald Trump y Putin. Los socialistas gobernantes, ante el fracaso de su presidente François Hollande, se refugiaron en una trinchera de izquierda ortodoxa, condenándose ellos mismos a la marginación política. Los conservadores practicaron el deporte de destruir a todos sus potenciales candidatos y terminaron con el peor, un hombre que no tiene tiempo de hacer campaña electoral porque está ocupado defendiéndose de acusaciones de corrupción y nepotismo. Todo esto y de postre el triunfo de Trump parecía una mesa servida para los ultranacionalistas. Pero de repente surge algo insólito para Francia: un movimiento centrista, y postula a un candidato joven, liberal y defensor de la integración europea y del libre comercio: Emmanuel Macron. En pocas semanas desplaza a los candidatos de los socialistas y conservadores y comienza a enfrentarse a Le Pen y sus consignas racistas, aislacionistas y anti-europeas. Es él que va a alcanzar la segunda ronda, y será él que va a derrotar a Le Pen.

La idea de Europa, el concepto de una integración económica y política que supera los nacionalismos, de repente resulta nuevamente viva y atractiva. Y también la idea de una sociedad abierta, respetuosa de las diferencias religiosas, raciales, y culturales.

En esta situación pasa algo inesperado en Alemania. En los últimos años, el sistema político había sufrido un cierto desgaste. Había estabilidad política y económica, garantizada por la gran coalición entre los dos partidos mayoritarios, la Democracia Cristiana y la Socialdemocracia, y por el liderazgo de Angela Merkel. Pero la prolongada existencia de la gran coalición cobraba un precio: una falta de debate político, de polarización, y también de oposición. En este desgaste, y aprovechando las angustias creadas por la entrada a Alemania de más de un millón de refugiados, principalmente de Medio Oriente, nació una nueva derecha que se enfrentó a dos consensos básicos de la gran colación: la aceptación de los refugiados y la integración europea. Nació de nuevo el monstruo del nacionalismo alemán, cobrando fuerza en varias elecciones regionales. Y la gran coalición, con su lógica de concertación y pactos permanentes entre las élites políticas, no sabía como responder a este reto. Hasta que el Partido Socialdemócrata, el socio minoritario en la gran coalición, rompe el equilibrio, renueva su dirigencia, y da inicio a algo que Alemania ya tenía tiempo de no ver: un debate y una competencia fuerte entre los dos partidos grandes. Pero con una característica: Ambos protagonistas: la democratacristiana Angela Merkel y el socialdemócrata Martin Schulz, ambos son fervientes defensores de la integración europea y de una Alemania inclusiva y plural. El debate es sobre cómo y sobre prioridades, y es fuerte y sustancial, pero el consenso básico queda intacto.

A un mes del lanzamiento de Martin Schulz, las encuestas lo ven a la par de Angela Merkel, con tendencia creciente. Y la Alternativa para Alemania, el movimiento populista-nacionalista, comienza a descender y deja de ser un peligro para Europa.

Resultado de todo esto: las democracias se han fortalecido y dinamizado en Francia, Holanda y Alemania, tres países clave para la unidad europea – y con consensos renovados sobre el camino de la integración europea y contra cualquier nacionalismo y aislacionismo. Estos consensos renovados y esta nueva dinámica política va a extenderse en el resto de Europa, incluso en los países donde el populismo y el nacionalismo ya han ganado terreno, como Polonia y Hungría. Haga lo que haga Trump, no va a lograr hacer retroceder en el resto del mundo la tendencia en pro de la integración y de la apertura comercial y política.
(El Diario de Hoy) 

Un cuento hipotético (Columna Transversal del 19 de junio 2006)

Esta columna fue publicada el 19 de junio 2006 en El Faro. 11 años después, con otro gobierno y otros alcaldes, esta columna que mezcla realidad con ficción todavía tiene vigencia. Ahora tenemos una autopista y un aeropuerto Monseñor Oscar Arnulfo Romero, tenemos una plaza Schafik Handal en Mejicanos, tenemos un Monumento de Reconciliación espantoso, y sigue ondeando la bandera de ARENA en el redondel Roberto D'aubuisson. Siguen molestándose los unos y los otros, pero para la mayoría de salvadoreños es algo normal. Que bueno...

 

Primer paso: Se inaugura la Plaza Roberto D’Aubuisson en uno de los nuevos redondeles creados en lo que fue la Finca El Espino. Basado en un acuerdo del Concejo Municipal de Antiguo Cuscatlán, el partido ARENA erigió un monumento en homenaje a su fundador, inmortalizando en grandes placas de mármol las consignas con las cuales D’Aubuisson lanzó su campaña anticomunista: “El arma más poderosa de los hombres libres es el voto”, “Patria sí, comunismo no”, “Primero El Salvador, segundo El Salvador, tercero El Salvador” y “Presente por la Patria”. Faltaba el quizás más importante: “Haga patria, mate un cura…”
Tambien la Calle Pedregal de Merliot, que conduce de este redondel hacia el El Platillo, pasando por los nuevos centros comerciales Multiplaza, La Cascada y La Gran Vía, recibió el nombre de Mayor Roberto D’Aubuisson.

Bueno, por lo menos una parte de la Calle El Pedregal. Porque sobre la otra parte –la que pertenece al municipio de Santa Tecla- no tiene poder el COENA de Arena. Aquí gobierna el FMLN. O más bien: Oscar Ortiz. Antes de que el partido le pueda dar línea de cómo reaccionar a la plaza y la calle D’Aubuisson, Oscar inaugura, en el redondel conocido como El Platillo, la plaza Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Y la misma Calle Roberto D’Aubuisson, al cruzar el límite municipal e ideológico, se llama Calle Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

Víctima y victimario comparten una sola calle. Entre dos redondeles de Ciudad Merliot está suspendida, de manera sintética y simbólica, la historia contemporánea de los salvadoreños.

Los representantes del FMLN, por supuesto, protestan contra el hecho de que ahora una plaza pública lleve el nombre de quien ellos consideran el líder de los escuadrones de la muerte. A los derechistas, por supuesto, les disgusta el homenaje a quien consideran un traidor a la iglesia y la patria. 

Uno que está en medio de los dos extremos (y de las dos plazas, con su Universidad Matías Delgado), el poeta David Escobar Galindo, declaró en agosto de 2006: “Conociendo a los dirigentes de nuestros dos partidos mayoritarios, hicieron los homenajes de mala fe. Son declaraciones de guerra. No se dan cuenta que han creado una milla de la reconciliación.”

Sin embargo, a esta altura no muchos eran tan visionarios como para llegar a esta conclusión. Más bien, se desató una especie de guerra de homenajes.

El FMLN hizo un análisis político-histórico y otro cartográfico. Detectaron que dos de los nuevos redondeles en El Espino, situados entre la Colonia San Benito y la flamante Plaza Mayor D’Aubuisson, forma parte del municipio de San Salvador, donde gobierna la doctora Violeta Menjívar. Bueno, digamos donde gobierna un Concejo Municipal compuesto por reconocidos líderes comunistas y otros que vienen de las FPL y de otros lados. En este concejo se generó un debate bien complicado: unos querían contrarrestar la Plaza D’Aubuisson con una Plaza Schafick Handal; otros dijeron: Si los areneros pueden hacerle un homenaje a los escuadrones de la muerte, dejémonos de pajas y pongamos una Plaza Comandante Marcial. Aprovechemos la coyuntura para rescatar a este líder histórico. Hubo quienes no estaban, para nada, de acuerdo con esta propuesta, y propusieron más bien una Plaza Comandante Ana María. Incluso hubo un cínico que dijo: ¿Por qué no los dos? Si ya han puesto a Monseñor a compartir una calle con su asesino, ¿por qué no podemos poner un monumento a Marcial en un redondel y otro a Ana María en el siguiente? Lo dijo medio en (mala) broma, pero parece que había rescatado la unidad. Y así resolvió el Concejo: A partir del 10 de octubre, aniversario de la fundación del FMLN, el primero de dos redondeles en El Espino se llamará Plaza Comandante Marcial y el segundo redondel Plaza Comandante Ana María. Nuevamente, víctima y victimario comparten una calle.

Obviamente, estas decisiones del FMLN y su alcaldía capitalina, tenían que provocar reacciones fuertes. Para no abusar del espacio de esta columna, las voy a resumir en una lista, en orden cronológico:

• La cooperativa El Espino, dueña todavía de la parte de la finca declarada reserva forestal (no tomando en cuenta las 55 manzanas que necesitaba urgentemente el Club Campestre para ampliar su campo de golf que, de paso sea dicho llevará el nombre “Parque ecológico Hugo Barrera”), anuncian su decisión irrevocable de convertir el resto de los cafetales en otro parque ecológico, pero denominado “Parque Napoleón Duarte”, en homenaje al impulsor de la reforma agraria que los hizo dueños de estas tierras.

• El ministro de Defensa, acompañado por el presidente de la República y la alcaldesa de Antigua Cuscatlán, anuncia que la Escuela Militar ubicada en la finca El Espino, será rebautizada en homenaje al máximo héroe de la Fuerza Armada en la guerra civil, Coronel Domingo Monterrosa.

• En el mismo acto, la alcaldesa de Antiguo Cuscatlán, inaugura en frente de la Escuela Militar, un monumento en homenaje al coronel Monterrosa. Un invitado de honor, otro especialista en acciones de tierra arrasada, el excoronel Mauricio Staben, en su primera aparición pública en El Salvador después de la guerra, dijo: “Este lugar en frente de nuestra Escuela Militar estaba mal llamada Plaza de Naciones Unidas. Pero no son Naciones Unidas que han conservado aquí la libertad y la institución armada, sino hombres como Domingo Monterrosa.”

• Un mes después, se inaugura en la vecina Santa Tecla, en frente de la Plaza Merliot, un monumento para las víctimas de la masacre de El Mozote. Para construirlo, trasladaron desde el Museo de la Revolución los restos del helicóptero en el que murió el autor de la masacre, el coronel Domingo Monterrosa.

Y así podría continuar la historia. Acción y reacción. Mi héroe, tu villano. La mitología de los males y los buenos.

Pero muchas veces la historia no toma el rumbo que han trazado sus protagonistas. Afortunadamente, en nuestro caso.

Diez años después, buses panorámicos circulan en toda la zona entre la Escalón, San Benito, El Espino, Merliot, Santa Elena y Santa Tecla, con turistas, pero también con alumnos de los colegios de todo el país. El tour que ofrecen, guiado por estudiantes bien formados en la historia de nuestro país, se llama “Tour de la Paz”. Cualquiera que se mete en esta aventura, organizada conjuntamente por el Museo de Historia Contemporánea, la Asociación de Historiadores y la Federación de Veteranos de la Guerra Civil, recibe un curso extensivo de la historia reciente del país. Los buses disponen de equipos audiovisuales. Mientras recorren las plazas y avenidas con sus monumentos, los visitantes van conociendo, en grabaciones de audio, slideshows y videos, a los protagonistas de nuestra historia. En las plazas y los parques que todavía se llaman como las hemos bautizado en esta historia, aparte de los monumentos existen pabellones con centros de documentación computarizados donde el visitante puede profundizar sus conocimientos sobre el conflicto, sus protagonistas, el contexto social y cultural de la guerra.

Al fin, tuvo razón la hipotética posición de David Escobar Galindo. Lo que era una zona de disputa sobre quiénes eran los malos y quiénes los buenos de la historia, con el tiempo se convirtió en un distrito de reconciliación, donde caben todos, porque todos éramos parte de la historia.

Cuando uno, después de una guerra, sólo quiere ver monumentos de sus propios héroes, tiene que ganar la guerra. Coincidimos con Don David, el poeta y negociador, que la mayor suerte de El Salvador ha sido que nadie ganó la guerra. Siempre la historia es escrita por los vencedores. Cuando no hay vencedores, es más complicado, pero también hay más probabilidad de que al final haya menos mentiras, menos mitología, más verdad. Nuestra historia la tenemos que escribir entre todos.

jueves, 23 de marzo de 2017

Carta a una jueza: A pesar de todas las presiones, ¡haga justicia!

Estimada aplicadora de justicia:
Usted ya sabe a quién me dirijo y a qué caso me refiero. No pongo nombres, porque el problema es precisamente que usted está haciendo un manejo de la reserva del caso que me parece peligroso. No vaya ser que al hablar de este caso claro y peladamente, como es mi costumbre, me consigo una demanda.

Resulta que usted está oyendo un caso penal que ya va en su fase final. Ya pasó el tiempo de instrucción que usted concedió a la Fiscalía. Ya presentó la Fiscalía su acusación, y ya está programada la audiencia para mayo. Por tanto, los defensores de los acusados le solicitaron copia de esta acusación, para poder preparar su defensa técnica, como es su deber constitucional, y un derecho de cualquier acusado.

Me parece absurdo que tengan que solicitar este documento cuando teóricamente, por lógica y razón común, automáticamente tendría que ser puesta a disposición de la defensa. Pero más que absurdo, mejor digamos insólito, es que la Corte le niegue este documento de acusación a la defensa, a menos que la Fiscalía no tenga objeciones.

La Fiscalía no puede tener veto en este asunto solo porque que se declaró reserva sobre el caso.
Lo lógico es que la reserva signifique que el público y los medios no tengan acceso a la información que se ventila en un caso. ¿Pero cómo puede interpretarse que la reserva se aplique a los acusados y sus defensores? ¿Cómo se puede negar a la defensa el pleno y pronto conocimiento de los supuestos elementos comprobatorios aportados por la fiscalía? ¿Cómo se le puede conceder a la fiscalía el derecho de vetar los derechos de la defensa?

No soy jurista, pero el derecho tiene que corresponder siempre a la razón común. Y a la decencia. Si esto no está garantizado, si el derecho no se rige por la lógica sino por sofismos que nadie entiende, los ciudadanos no podemos tener confianza en la Justicia.

Todavía es tiempo para que usted, señora jueza, oiga las objeciones de la Fiscalía para luego, a nombre de la justicia y el derecho a la defensa, rechazarlas. No lo estoy exigiendo porque algunos de los acusados sean mis amigos, sino porque como muchos estoy preocupado por la credibilidad del sistema judicial.

Si no podemos tener confianza en la actuación de la PNC y de la Fiscalía, por tantos abusos y manipulaciones que están cometiendo, la última barrera entre el Estado de Derecho y el Estado fallido son los jueces, su independencia y su valentía.

Le saludo con mucho respeto por su difícil tarea,

(MAS!/El Diario de Hoy) 

martes, 21 de marzo de 2017

Carta al director de la policía: ¿Y la transparencia? ¿Y la ley?

Estimado Howard Cotto: El 17 de febrero del 2017 hice una solicitud de acceso a información pública a la PNC. El 20 de febrero recibí la Constancia de Recepción de solicitud, firmada por Evelyn Arévalo de Juárez, Colaboradora Oficial de Información de la PNC. Se asignó el número de referencia PNC-UAIP-98-2017 a mi solicitud, y se me informó que “a dicha solicitud se dará respuesta conforme a ley en un plazo máximo de 10 días hábiles y con fecha probable de respuesta  03 de marzo de 2017.”

Hoy es el 20 de marzo y no he recibido ninguna respuesta. Ya el caso está en manos del Instituto de Acceso a Información Pública.

¿Por qué la PNC no cumple con la Ley de Acceso a la Información Pública? Porque la información que pedí tiene que ver con el caso Daniel Alemán, y porque ellos saben que como periodista estoy investigando este caso.

Lo que pedí es el informe que la Unidad de Control entregó a la Inspectoría General de Seguridad Pública y a usted, como director de la PNC, sobre las extrañas circunstancias de la captura de Daniel Alemán.

La legislación de transparencia es para esto: Dar a ciudadanos y periodistas acceso a la información pública para poder monitorear a las instituciones y sus funcionarios, y para investigar y denunciar sus irregularidades. Hacer funcionar este derecho y este monitoreo es especialmente vital en el caso de la PNC y otras instituciones que tienen que garantizar nuestra seguridad y nuestros derechos humanos.

No dar acceso a información vital del caso equivale a entorpecer las investigaciones periodísticas que pueden ser incómodas para su institución y para usted, quien la dirige. Más grave aun: Tampoco han dado a la defensa del acusado acceso a este informe que incluye importantes pruebas de descarga, o sea que comprueban la inocencia del acusado y las irregularidades cometidos por miembros de la PNC.

Quiere decir que la PNC, y en última instancia usted como su jefe, no sólo están obstaculizando el trabajo periodístico sino también el ejercicio de una defensa técnica a la cual cualquier ciudadano tiene derecho.

Esto no se vale, Howard. Para esto nosotros dos hemos luchado contra los abusos de los cuerpos de seguridad, por su disolución por y por su sustitución por una nueva policía de carácter civil y garante de los derechos humanos. Bien me recuerdo que esto era tu ideal cuando entraste a la nueva policía. ¿Y qué pasó para que ahora, cuando al fin llegaste al poder en la PNC, todo esto te vale riata?

Te lo pregunta alguien que estaba a la par tuya cuando luchaste contra la Guardia Nacional y la Policía de Hacienda. Saludos,

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Es hora para el Fiscal General de actuar

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Carta al director general de la PNC: Está en sus manos corregir una injusticia

Carta a la Fiscalía: ¿Del “caso Daniel” al “caso FGR”?

(MAS!/El Diario de Hoy)

lunes, 20 de marzo de 2017

Es hora para el Fiscal General de actuar

El 7 de marzo publiqué una carta a la Fiscalía, advirtiendo el peligro de que el “caso Daniel”, que más bien es el “caso PNC”, se convierta en el “caso FGR”. Lamentablemente, esto ya pasó, y es tiempo de que el Fiscal General, como titular de la Fiscalía, lo corrija.

La PNC, en vez de corregir un error de algunos agentes corruptos, lo encubrió con otras irregularidades. Y da la impresión de que la FGR, en vez de corregir los errores e investigar las irregularidades de la PNC, las encubre y reproduce. De repente ya no se trata de “errores” o irregularidades, sino de delitos: evidencias y acusaciones falsas, manipulación de la justicia. En el lenguaje jurídico esto se llama prevaricato. El precio lo paga un bicho que ya tiene dos meses de estar preso luego de una detención a todas luces arbitraria. Y ahora enfrenta otra acusación que también deja lugar a serias dudas sobre cómo proceden PNC y FGR.

La ley obliga a la Fiscalía General a investigar y entregar a los tribunales no solo las pruebas de cargo (que indican la culpabilidad de un acusado), sino también las pruebas de descargo (que indican su inocencia). El Fiscal General, como máximo garante del Estado de Derecho, tiene que garantizar que sus fiscales no estén quebrando la ley. Tienen que revisar los dos casos presentados contra Daniel Alemán. Es hora de que actúe para reparar el daño y para restablecer la confianza en la justicia.

En el primer caso contra Daniel, la PNC fabricó evidencias y dio a la Fiscalía y al juez testimonios falsos. Esto lo prueba un informe de la Unidad de Control de la PNC, que incluso ya tuvo como consecuencia el arresto de dos agentes de Altavista. A ellos se les encontró en sus casilleros en la subdelegación fuertes cantidades de marihuana. Existe por lo menos la sospecha de que parte de esta droga en posesión de agentes de Altavista la plantaron a Daniel para justificar su detención arbitraria. Pero el escándalo se hace más grande cuando la Fiscalía, en su nueva versión de la acusación contra Daniel, ni siquiera menciona la investigación de la Unidad de Control ni el hallazgo de drogas en la subdelegación ni la existencia de múltiples testigos que testifican que a Daniel no le encontraron ninguna droga y que fue detenido en otro lugar que el indicado por los agentes.

En vez de hacer lo correcto para corregir estas irregularidades -liberar a Daniel de cargos falsos y abrir investigaciones contra los agentes de Altavista- los fiscales retoman otra acusación que la PNC le hace a Daniel. ¿Será que para encubrir errores y delitos ya cometidos incluyeron a Daniel retrospectivamente en un caso de extorsión que data del año pasado? El requerimiento fiscal recoge un relato de los agentes de la PNC, en el cual reportan que el 4 de enero 2017 Daniel fue sujeto a una “intervención policialmente hablado”. Esto es un procedimiento policial inexistente, que por supuesto no deja ninguna evidencia ni huella en ninguna acta escrita.

El colmo: la Fiscalía permitió que dos policías que, según una investigación de la Procuraduría de Derechos Humanos, fueron agentes de la DAN, entraron al penal donde esta recluido Daniel para intimarlo en este nuevo caso. Esto es una ilegalidad, porque solo la Fiscalía puede entrar a un penal para intimar a un detenido. Si entran policías encapuchados y sin identificarse, es más bien intimidación. Todo esto solo nos consta por qué la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y un abogado de la Procuraduría General de la República lo investigaron.

Esto pasó el 22 de febrero. Inmediatamente la madre de Daniel, Meira Alemán, fue a la Fiscalía, tanto en Soyapango como a la oficina central en Santa Elena, y la respuesta fue contundente: en la FGR no existe ningún expediente que involucra a Daniel en una investigación de extorsión. ¿Cómo es posible que no existe expediente, pero la PNC ya lo “intimó”? Y el 1 de marzo, el director de la PNC, Howard Cotto, informa a los medios de esta nueva acusación contra Daniel que la FGR dice desconocer.

Parece que luego PNC y FGR se pusieron de acuerdo. La Fiscalía retoma las acusaciones hechas por Cotto y presenta un requerimiento fiscal. Lo absurdo: ofrecen al juez como “prueba” las declaraciones de Howard Cotto. ¿Cuándo se ha visto que la palabra del director de policía, quien obviamente no fue testigo de este presunto delito, se convierte en prueba ante un tribunal? Varios abogados consultados aseguraron que en toda su carrera de penalistas no han visto una “prueba” de este tipo. Howard Cotto más bien debería ser llamado como testigo de descargo a favor de Daniel, porque dijo públicamente: “En la detención por droga yo he recibido un informe de la Unidad de Control donde tenemos dudas razonables sobre el procedimiento que tienen que ser investigadas, constatadas y determinar si hay fallo en el procedimiento y deducir responsabilidades en los agentes captores”.

Es hora de que el Fiscal General personalmente analice los expedientes de los dos casos contra Daniel Alemán, incluyendo el informe de la Unidad de Control, el dictamen de la PDDH y la forma irregular de la intimación. Es hora de que ordene una investigación de los policías y los fiscales involucrados. Es hora de que pida a los respectivos jueces sobreseer a Daniel Alemán en ambos casos y que decreten inmediatamente su libertad.

Cuando escribí el primer reportaje sobre este caso, lo titulé: “Algo anda mal en Altavista”. Hoy tengo que decir: Algo anda muy mal en la Fiscalía General de la República.

El “caso Daniel” por sí solo es gravísimo. Pero lo realmente preocupante es que no es un caso aislado. Detrás de esto hay un patrón de procedimiento de la PNC y de la FGR, que tal vez a través de este caso se puede comenzar a corregir. Digo tal vez, porque hasta ahora no hemos visto disposición de hacerlo, ni por parte de la dirección de la PNC ni del Fiscal General y tampoco de los jueces.

LEA SOBRE EL MISMO CASO:


Editorial de El Diario de Hoy: Procuradora de Derechos Humanos declara ilegal captura de joven


Algo anda mal en Altavista o los siempre sospechosos de todo


Carta al director general de la PNC: Está en sus manos corregir una injusticia


Carta a la fiscalía: ¿Del “caso Daniel” al “caso FGR”

 (El Diario de Hoy/Observadores)

jueves, 16 de marzo de 2017

Carta a los que siempre recordaremos a Marianita

Compañeros:
Si Marvin Galeas todavía tuviera su espacio semanal en El Diario de Hoy, hubiera dedicado una columna a Marianita, su hermana del alma en las montañas. Hace poco murió de cáncer en su natal México DF. Me toca a mí escribir esta columna porque fue hermana mía también.

¿Cómo explicar lo extraordinaria que fue esta mujer? De bicha apareció en Nicaragua para unirse a los sandinistas y luego en el COMIN, el legendario “Comando Internacional de Información” del ERP, donde estábamos imaginándonos y planificando el surgimiento de Radio Venceremos y la locura de querer convertir esta revolución en la primera en la cual la comunicación -las palabras, las fotos y las películas- iban a ser instrumentos estratégicos a la par de la organización política y la lucha militar. Igual que Hernán “Maravilla” Vera, Santiago, Marvin y yo, Marianita dijo: “yo quiero ser parte de este reto”. Y este reto desafiaba todo, la lógica militar, el miedo, el poder mediático y la ley de probabilidad.
Luego de mi primer año de la guerra en San Salvador, volví a encontrármela en Morazán, ya incorporada al equipo de la RV y a la vida social en esta comunidad de campesinos, guerreros, activistas y artistas que estaba naciendo en las montañas de este departamento.

La guerra te puede sacar lo peor de tu personalidad. Todos tuvimos que observar y vivir esto, pero también te puede sacar lo mejor, lo más noble, lo más generoso. Ese era el caso de Marianita. Creció como ser humano con cada reto que le planteó la guerra.

Cada vez que regresé a Morazán la encontré una mujer más completa. Asumió más responsabilidades, acumuló más liderazgo y autoridad hasta que al final fungió como una especie de alcaldesa, resolviendo los problemas de la población de esta zona controlada por la guerrilla y bajo permanente ataque de la Fuerza Armada y su aviación.

Todos la amamos: los guerreros, los jefes, los milicianos, las mujeres campesinas, hasta los prisioneros de guerra. Personas como Marianita hicieron humana la guerra. “Maravilla” me hizo preservar, en medio de la guerra, la capacidad de reírme y gozar de la vida. Marianita me hizo preservar la confianza en el sentido humano detrás de la guerra que libramos.

Al terminar la guerra, todos rehicimos nuestras vidas. Ella lo hizo en su amado México, pero siempre pendiente de El Salvador, de la gente que había dejado atrás en Morazán. Desde lejos, pero nunca alejándose, siguió siendo nuestra hermana.

Cuando ayer publiqué en Twitter la esquela que dedicamos a Marianita, una lectora comentó: “Mercenaria al igual que usted”. Lástima que la pobre nunca conoció a María del Socorro Álvarez, conocida en México como “Coquito” y en El Salvador como “Marianita Chicas”.

Saludos,


(MAS!/El Diario de Hoy)

martes, 14 de marzo de 2017

Carta a la Iglesia Católica: No mezclen la fe con la política

Estimados obispos, padres y laicos:
Algunos obispos viajarán a Roma para hablar con el Papa sobre la canonización de monseñor Romero. No permitan que este hecho tan anhelado por muchos salvadoreños se contamine por manipulaciones políticas y electoreros.

Si quieren que nuestro país, que todavía busca la reconciliación y la paz, tenga un Santo que nos una, expliquen al Papa que no visite El Salvador en medio de una campaña electoral. Si celebra la canonización de monseñor en septiembre 2017 en San Salvador, como propuso el presidente de la República, no le estaría haciendo ningún favor al país, ni al Santo, ni a la Iglesia salvadoreña. Le estaría haciendo un favor al partido de gobierno, que desde su fundación ha tratado de convertir la figura del mártir en símbolo de su causa política e ideológica. Esta usurpación es una de las razones que a muchos les hizo tan difícil abrazar a monseñor como figura de unidad y reconciliación.

No es correcto lo que vimos el domingo pasado: la pareja presidencial, no conocida por su devoción católica, en la misa del aniversario de la elección del Papa Francisco, y luego a la par del arzobispo, anunciando juntos la fecha de la canonización y de la visita papal que propondrán al Vaticano.

Ya cometieron el error una vez: Permitieron que la beatificación de monseñor Romero se convirtiera en un acto de Estado – y para muchos, lamentablemente, en un acto partidario. No cometan el mismo error otra vez, mucho menos cuando estamos a las puertas de una campaña electoral.

La canonización es asunto de la Iglesia – y de ninguna manera del Estado, mucho menos del gobierno. La visita del Papa será eminentemente pastoral, y no hay que confundirla con una visita de Estado. Como Iglesia tienen que exigir al Estado, al gobierno y a los partidos que respeten el carácter pastoral de la visita papal y de la canonización.

El Salvador es una República laica, aunque a veces dirigentes religiosos y políticos mezclan la fe con la política. Recientemente el arzobispo encabezó una marcha a la Asamblea Legislativa para exigir la aprobación de una Ley. Y un partido político comenzó a exigir a sus militantes que acepten la identificación de su partido con el credo católico. En ambos casos se atenta contra el carácter laico de la política.

El Salvador necesita que se reafirme la estricta separación Estado-Iglesia, por el bien de la Iglesia y de la política. Cúrense en salud y propongan al Papa que venga a celebrar la canonización de Romero, una vez que salgamos de las elecciones del 2018 y 2019. Porque de aquí al marzo 2019 estaremos en campaña electoral.

Con mis saludos al Papa Francisco,



(MAS!/El Diario de Hoy)

sábado, 11 de marzo de 2017

Carta a nuestra conciencia: ¿Lo del ‘Hogar Seguro’ de Guatemala puede pasar mañana en El Salvador?

En Guatemala celebraron el Día de la Mujer dejando morir a más de 30 muchachas en un lugar que irónicamente se llama ‘Hogar Seguro’.

Las menores de edad -algunos internados por abandono, otros por conflicto con la ley- durante años fueron sujeto a abusos de todo tipo, incluyendo violaciones. Sus denuncias y las respectivas órdenes judiciales no fueron atendidas por las ‘autoridades’. 80 de ellas se fugaron y 60 fueron recapturadas y encerradas en una sala. Se amotinaron. Hubo un fuego, posiblemente causado por las niñas encerradas para llamar la atención a su situación, como grito de ayuda. Nadie los liberó, nadie les abrió las puertas. Murieron más de 30, y unos 20 están en hospitales, debatiéndose entre vida y muerte. Feliz Día Internacional de Mujer…

Nos tenemos que preguntar: ¿Puede pasar algo parecido en El Salvador? ¿Cómo asume el Estado salvadoreño su responsabilidad sobre los menores de edad que están a su cuidado, sea por abandono o maltrato de parte de sus familias, sea porque han violado leyes?

Sinceramente: ¿Cuántas de las siguientes preguntas las podemos contestar con un sí?


¿Nos consta que en El Salvador, en las ‘instituciones de resguardo’, no están mezclados menores abandonados con menores delincuentes?

¿Podemos estar seguros nosotros que en El Salvador en estas ‘instituciones de resguardo’ los menores internos no sufren el mismo hacinamiento, los mismos abusos sexuales, la misma comida podrida, la misma ausencia de asistencia sicológica y educación que en Guatemala? ¿O para no ir tan lejos, como en nuestros centros penales?

¿Podemos dormir tranquilos, sin pesadillas, luego de ver las noticias del ‘Hogar Seguro’ de Guatemala y escuchar a los funcionarios de más alto nivel del país vecino evadiendo su responsabilidad?

¿Podemos confiar que en nuestro país las niñas y los niños en los orfanatos, los centros de resguardo, los centros de detención de menores viven seguros y libres de humillaciones, abusos, violaciones?

¿Podemos confiar que en El Salvador no puede pasar una tragedia similar?

 

Temo que a cada una de las preguntas la respuesta es: no. No podemos confiar en esto.


Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cómo reaccionamos como sociedad ante esta incertidumbre? ¿Cómo garantizamos que la dignidad y seguridad de los menores que están bajo la custodia del Estado?
Cada uno tiene que hacerse estas preguntas inquietantes. No podemos dormir tranquilos.

Piénsenlo.


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(MAS!/El Diario de Hoy)

Lea el reportaje:
La tragedia de ‘un sistema de protección fallido’ en Guatemala

viernes, 10 de marzo de 2017

Columna transversal: Correcciones para mantener el país al flote

Los que hablan de ‘Segundos Acuerdos de Paz’ o de ‘Acuerdos de Paz de Segunda Generación’ son igualmente irresponsables que los que piden un ‘Pacto de Nación’ que defina, de una por todas, el rumbo del país, o incluso la ‘Refundación de la República’ mediante una Constituyente…

Buscar unos ‘Segundos Acuerdos de Paz’ sólo tendría sentido si habláramos de buscar la paz, mediante diálogo y tal vez negociaciones, en el actual conflicto sangriento, que es entre Estado y
pandillas. Pero ni el gobierno, que invitó a Naciones Unidas a esta iniciativa, ni este organismo internacional, ni los partidos políticos dejan duda que no están buscando esto. Entonces, ¿‘Segundo Acuerdo de Paz’ entre quiénes? ¿Entre los que firmaron el primer Acuerdo de Paz: ARENA y FMLN? La última vez que chequeé, no estaban en guerra. Olvidémenos de este término.

Otros hablan de ‘Acuerdos de Segunda Generación’, obviamente viendo los de 1992 como acuerdos incompletos. Es una idea erronea pensar que los Acuerdos de Paz se quedaron cortos y por tanto habrá que completarlos ahora. Los acuerdos del 1992 cumplieron a cabalidad lo que eran sus propósitos: terminar la guerra; erradicar la violencia como instrumento de la política; y establecer el pluralismo democrático, en el cual la izquierda se podía incorporar, buscando realizar su concepto de transformaciones sociales mediante el uso de la política, del derecho a la organización y de la libertad de expresión.

Todo esto (y la desmilitarización) se cumplió con la reforma del sistema político e institucional producida por los Acuerdos de Chapultepec. El hecho la izquierda, luego de incorporarse al sistema plural e incluso llegar al Ejecutivo, no produjo ninguna transformación social es un problema o de su incapacidad, o de su falta de voluntad, o del enredo ideológico de este partido – pero de ninguna manera es falacia de los Acuerdos de Paz.

El hecho que tampoco ARENA ha tenido éxito en poner en páctica su concepto que con suficiente crecimiento económico y con libertad empresarial se generarían los recursos para erradicar la probreza y marginación, tampoco es culpa de los Acuerdos de Paz, sino de las políticas de ARENA – y de su deslice al populismo con la llegada de Saca. Pero Saca del lado de ARENA y Funes del lado del FMLN no son consecuencias tardías de los Acuerdos de Paz, sino de errores y desviaciones de sus respectivos partidos.

No necesitamos completar los Acuerdos de Paz, ni mucho menos refundar la República o reescribir la Constitución. Necesitamos renovación de la política y de los partidos para prevenir al siguiente Saca o Funes. Necesitamos desarrollar políticas públicas y formas de gobernar adecuadas para enfrentar los retor del siglo 21, con su revolución tecnológica y una globalización indetenible. Necesitamos analizar el presente y el futuro para definir estas políticas pública, en vez de seguir analizando los conflictos del siglo XX.

Bueno, dirán muchos: Pero por lo menos tiene que salir de esta coyuntura de diálogo y los buenos oficios de Naciones Unidas un ‘Pacto de País’ que rompa la paralización causada por la polarización. Un pacto que defina el rumbo, para que todos podamos trabajar unidos con los mismos propósitos…

Esto o es una trampa o es una ingenuidad. La polarización no tiene nada de malo, sino es inherente a la democracia pluralista. Nuestro problema no es que los dos partidos tengan propuestas incompatibles, sino que no tienen propuestas, o por lo menos no las quieren exponer con transparencia. La paralización y la falta de acuerdos no se rompen con pactos, sino cambiando la correlación de fuerzas mediante elecciones. Y para que las elecciones produzcan una clara definición de rumbo, primero necesitamos que los partidos definan y expliquen con claridad la diferencia entre sus respectivos rumbos, programas y propuestas.

¿Con esto estoy diciendo que el diálogo no tiene sentido? Por lo contrario, el diálogo siempre tiene razón, en el sentido muy pragmático de mantener al país al flote mientras no se termine construyendo la nueva mayoría necesaria para redefinir el rumbo. Este proceso va a durar por lo menos hasta el 2019 (y posiblemente más) – y mientras tanto hay que mantener funcionando al país, su economía y su Estado.

Si el diálogo promovido por Naciones Unidas lograra permitir al gobierno flexibilizar sus posiciones, abrazar al pragmatismo, salirse de los callejones sin salida donde se ha atrincherado, ya sería un enorme aporte. Aunque no defina el rumbo, no lleve a un pacto nacional, no refunda la República, este diálogo sería útil. Si mediante el diálogo se lograra establecer un marco, dentro del cual el FMLN y su gobierno no pierdan la cara cambiando la políticas que necesitan cambiar para mantener el país a flote, vale la pena que todos aportemos a este esfuerzo. Lo más probable es que con esta idea el presidente, al no ver otras alternativas de cómo salir de la crisis, haya invitado a Naciones Unidas como facilitador.
(El Diario de Hoy)