jueves, 31 de marzo de 2016

Carta a los pandilleros: Hagan lo correcto

El mismo día que el gobierno aplicó el Estado de Emergencia en todos los penales donde hay gente de ustedes, con un discurso bastante guerrerista, ustedes declararon que quieren sostener ‘indefinidamente’ esta especie de cese al fuego unilateral, que habían originalmente decretado a todas sus clicas por 72 horas al final de Semana Santa.

Cuando salió el primer vídeo con su anuncio de los 72 horas, muchos dijeron: “Claro, como el gobierno ya comunicó que al sólo salir de vacaciones iba a presentar sus famosas ‘medidas extraordinarias’ contra las pandillas, estos babosos vienen a pedir cacao…”. Ustedes mismos dijeron:
“Vamos a suspender la violencia para mostrar que no es necesario un estado de excepción”.

Cuando el gobierno, como había anunciado, procedió con sus medidas en los penales, comenzando con el traslado de 299 mandos medios de las pandillas a una nueva sección de alta seguridad en Quezaltepeque, lo lógico era esperar que ustedes reaccionaran con el machete desenvainado…
Sin embargo, hicieron lo contrario, prometiendo a la nación que iban a prolongar ‘indefinidamente’ el cese al fuego.

Nadie entiende bien lo que está pasando. ¿Hay detrás del discurso guerrerista del gobierno nuevos puentes para buscar entendimientos con ustedes? ¿O es realmente una medida unilateral de las pandillas, sin condiciones y sin exigir gestos recíprocos por parte del gobierno? ¿Es un gesto para señalar que, así como en los últimos dos años el conflicto escaló, con buena voluntad puede desescalar?

Algunos, con los pelos parados, especulan que estamos ante una ‘nueva tregua’, esta vez entre ustedes y el gobierno. El gobierno jura que no hay ni nunca habrá diálogo con ustedes.

Yo, que siempre he luchado por que no se cierran los canales de diálogo entre la sociedad y ustedes, les tengo que decir: ¡No jueguen con los sentimientos de la gente! No jueguen ni con el terror ni mucho menos con la esperanza de la gente. Y lo mismo digo al gobierno, a los partidos.

Nadie tiene derecho de subir y bajar los homicidios, según conveniencia. Nadie tiene derecho de dosificar la cuota de sangre que el país está pagando, dependiendo de lo que quieran conseguir del otro bando o de la opinión pública, ni el gobierno ni ustedes. Nadie.

No se hagan ilusiones: Este gobierno no va a cambiar su política. Ustedes de su propia experiencia saben que el FMLN nunca estuvo de acuerdo con la tregua de los años 2012-2013. La tregua tuvo lugar en el interludio de 2 años y medio que el partido FMLN no estaba controlando la política de Seguridad. Y cuando el Frente recuperó el control de la PNC, de Centros Penales, del Ministerio de Seguridad y de los aparatos de inteligencia, inmediatamente adoptaron estrategias de mano dura y solución militar, e incluso de exterminio. Esto no va a cambiar, porque el FMLN sabe que el único terreno donde puede ganar apoyo popular es aplicando mano dura, mucho más dura que todos los gobiernos anteriores.

Todos los diálogos que el FMLN les ha ofrecido a ustedes antes y durante sus gobiernos han sido pactos de tipo electoral, no para buscar soluciones a los problemas detrás de la violencia y la marginación. Y ARENA ni siquiera ha comenzado a reflexionar sobre qué tipo de política de Seguridad quiere implementar si en el 2019 regresa al poder: seguir con la confrontación o iniciar un diálogo nacional que no excluya a nadie, para construir bases para la paz y la reinserción.

Ustedes están haciendo lo correcto, cuando deciden volver a reducir la violencia. Sólo que nadie sabe si lo hacen por las razones correctas. Si lo hacen por razones tácticas, no va llevarnos más cerca de la paz. Si lo hacen porque realmente han entendido que en esta guerra, de la cual son parte y protagonistas, víctimas y victimarios, vamos a perder todos, incluyendo sus comunidades, sus familias, sus hijos, y ustedes mismos.

Si es por esta última razón que suspenden la violencia, poco por poco la gente les va a abrir canales de diálogo y puertas de reinserción. En cambio, si lo hacen jugando con la gente y sus sentimientos, la mayoría seguirá apoyando a cualquier político que ofrece soluciones a fuego y sangre, represión y exterminio.

Ustedes no pueden seguir matando y extorsionando a la gente. Lastimosamente, todos sus líderes que en el 2012 llegaron a esta conclusión, están fuera de la jugada, en Zacatraz y ahora en Quezaltepeque, por que el gobierno así lo decidió. Ya no son interlocutores para la sociedad, y también perdieron el control de las pandillas. Ahora todo depende de ustedes, los pandilleros de tercera y cuarta generación en los barrios.

Dieron un paso correcto. Mantengan esta voluntad, haga lo que haga el gobierno. ¿Les va a costar? Correcto. ¿Van a perder vidas? Sí. Pero mucho más caro les sale seguir con la guerra. Si ustedes dejan de matar a la loca, la sociedad va a obligar al gobierno a suspender acciones de aniquilamiento y a controlar los grupos de exterminio. La paz, una vez que agarre fuerza, es invencible.
Hagan lo que es mejor para sus familias y su futuro.

Saludos,
e2b99-firma-paolo 

(Mas!/El Diario de Hoy) 

miércoles, 30 de marzo de 2016

#RingDeHoy: ¿Es necesario un estado de excepción para detener el alza de violencia y asesinatos en el país? De Guillermo Gallegos y Paolo Luers



Guillermo Gallegos y Paolo Luers debatiendo sobre estado de excepción y otras medidas extraordinarias de Seguridad

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Sí es necesario. De Guillermo Gallegos

 

En las democracias modernas se han establecido disposiciones constitucionales para definir los lineamientos para  que los gobiernos puedan declarar y aplicar normas excepcionales de emergencia en casos de graves conflictos externos e internos.
Debido a los inaceptables niveles de  una salvaje  criminalidad  de las pandillas que afecta  la seguridad de los salvadoreños, especialmente de aquellos que residen en las comunidades identificadas como de alta incidencia delincuencial, se hace necesario  buscar alternativas urgentes de solución que sean respetuosas del marco constitucional y legal del país.
Por ello, he propuesto con el claro objetivo de disminuir y controlar la espiral de violencia, la  urgente aplicación del Régimen de Excepción Focalizado referido en el artículo 29 de la Constitución, en aquellos municipios identificados por su alta incidencia  criminal, en virtud de la grave perturbación al orden público que provoca y  a efecto de restituirles la tranquilidad a las familias decentes y honradas, salvaguardando  su vida, sus valores y bienes jurídicos.
Nos hemos basado en sólidas premisas jurídicas y constitucionales, no de exabruptos ideológicos o de mezquinos oportunismos políticos con objetivos electorales de sectores anacrónicos claramente  evidenciado, que mienten descaradamente y  manipulan  la realidad de los acontecimientos e iniciativas hechas con visión de nación.
La suspensión de  ciertas garantías constitucionales se hará únicamente en los municipios y comunidades en aquellos lugares identificados como de alta incidencia delincuencial, por las autoridades de seguridad pública.
Pero ante todo, queremos expresar con claridad y firmeza para que no se manipule nuestra posición, que los hombres y mujeres libres de GANA mantenemos  nuestra  enérgica  oposición  a  que los regímenes de excepción focalizados,   se utilicen como una justificación para implementar medidas de corte totalitario, como la supresión de  la  libertad del pensamiento, la libertad  de expresión y el derecho a la  información.
Estas facultades de suspensión de ciertas garantías constitucionales, dentro de un Estado de Derecho son una forma de protección especial del derecho fundamental a la vida, deben ser evaluadas como una medida adicional dentro de un conjunto de medidas excepcionales contempladas con visión sistémica e integral, no como una panacea aislada como la presentan malintencionadamente los grupos que  buscan cínicamente  agudizar la crisis nacional,  para obtener los votos de los salvadoreños espantados por el inhumano genocidio que  realizan las pandillas.
Los Estados ejercen estos poderes extraordinarios con fundamento en el marco constitucional y jurídico, pues ello regula su ejercicio y establece los límites necesarios al poder público, así como también determina las eventuales responsabilidades legales provenientes de las infracciones que cometan las autoridades en el ejercicio de dicha facultades.
El Salvador ha reconocido el Pacto de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos suscritos en Nueva York el 16 de diciembre de 1966  que regula los estados de excepción de la siguiente manera: “En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y cuya existencia haya sido proclamado oficialmente, los Estados parte en el presente Pacto podrán adoptar disposiciones que en la medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación suspendan las obligaciones contraídas en virtud de este Pacto…”.
Las circunstancias excepcionales que vive nuestra nación no admiten los argumentos de los “envenenados ideológicamente”, ni de “oportunistas políticos”, ni mucho menos de “garantistas románticos”, que se llenan la boca con verborrea cargada de tecnicismos inconsistentes que se desmoronan ante la cruda y dolorosa realidad que vivimos todos los salvadoreños. !!!Nosotros sostenemos que las ideologías dividen y los principios unen !!!
Estamos plenamente convencidos  de nuestro compromiso cristiano  para detener la sangre derramada de nuestros hermanos, el cual es compartido incluso por el Arzobispo de San Salvador, que  con sinceridad clama por acciones inmediatas para salvar la vida de cada una de nuestras familias.
 @GGallegos24

No es necesario. De Paolo Luers

Paolo
 
Un estado de excepción según artículo 29 de la Constitución no aportaría nada para el combate a la delincuencia, y mucho menos para la reducción de la violencia. Los derechos constitucionales que permitiría suspender, no constituyen obstáculos para que la PNC, la Fuerza Armada y la Fiscalía hagan más eficiente su trabajo. Suspender las libertades de expresión, de asociación y de libre movimiento solamente afectaría a los ciudadanos comunes, ya que los pandilleros de todas formas se mueven fuera de la legalidad, con o sin régimen especial.

Provocar un debate sobre un estado de excepción fue una clásica trampa cazabobos del FMLN. El primero que cayó fue el fiscal general: fue él quien en la reunión en Casa Presidencial propuso un régimen de excepción, no el presidente, quien solo hablaba en términos generales de ‘medidas excepcionales’. Luego cayeron varios diputados opositores. Como ya le pidieron un estado de excepción, el gobierno de repente ganó legitimidad para pedir por lo menos un ‘estado de emergencia’ y/o ‘medidas excepcionales’. De repente, a pesar del fracaso de sus políticas de seguridad, goza de amplio apoyo…

Un ‘estado de emergencia’ no suspende derechos constitucionales, pero le libera al gobierno de las limitaciones y reglas presupuestarias; le da el derecho de mover libremente fondos y contratar servicios o compras sin licitaciones públicas.

¿Es necesario un ‘estado de emergencia’ para detener la violencia en el país? Tampoco. El obstáculo para enfrentar con más eficiencia la violencia es la falta de un plan integral, o sea la incapacidad del gobierno de definir las prioridades de sus inversiones sociales. Un gobierno que no sabe priorizar estratégicamente sus inversiones, no necesita más flexibilidad en el manejo del presupuesto, necesita más flexibilidad mental que le permita abandonar los conceptos clásicos de mano dura y, aun peor, de la estrategia contrainsurgente aplicada a seguridad pública. El derecho de hacer uso discrecional de los fondos públicos no mejora la capacidad del combate a la delincuencia, sólo abre nuevos espacios para la corrupción.

Quedan entonces las ‘medidas extraordinarias’ que el ejecutivo presentará a la Asamblea después de vacaciones. Lo irónico: pedirán apoyo legislativo incluso para medidas que ni siquiera requieren aprobación parlamentaria.

La principal medida extraordinaria que implementarán es la intervención de los centros penales, con medidas muy drásticas: suspensión total de visitas (familiares, abogados, delegados de la Cruz Roja Internacional); encierro en celdas las 24 horas; requisas permanentes en todos los penales; toma de control de seguridad penitenciaria por parte de la PNC.


Nada de esto requiere aprobación legislativo. Lo que buscan es el aval de la oposición para sus planes, pero sin revisión del rumbo de su política de seguridad. Quieren que la oposición comparta el costo político, en caso que la situación, en vez de mejorar, se empeore a partir de las ‘medidas extraordinarias’.

¿Medidas extraordinarias de este tipo tienen sentido para reducir la violencia? No. Aunque es cierto que muchos delitos son ordenados o aprobados desde las cárceles, no existe ningún indicio para esperar que se cometerán menos delitos, con menos violencia, si se corta totalmente la comunicación con los pandilleros presos. Por lo contrario, es más probable que la violencia se multiplicará – como ha pasado cuando en febrero 2015 sometieron a aislamiento total en Zacatraz a las máximas cúpulas pandilleras. Intervenir los penales es otra medida populista con el cual el gobierno mostraría mano dura, pero la experiencia indica: Por más atomizadas y desorganizadas las pandillas, más agresivas y violentas se vuelven. La incapacidad de controlar los territorios no se resuelve incrementando la represión en los penales.

La mejor medida excepcional que sería que el gobierno retome y ejecute con eficiencia y consistencia todas las funciones regulares que el Estado ha dejado de cumplir para buena parte de sus territorios. Como escribió Sandra de Barraza: “En situaciones excepcionales, deben tomarse medidas extraordinarias. Extraordinario es utilizar el valioso talento y los millonarios recursos disponibles en el sector público extraordinariamente.”

@paololuers

martes, 29 de marzo de 2016

Carta a los futbolistas de playa: No se dejen manipular

Estimados amigos:
Otra vez todo el mundo habla de ustedes. Grita el coro nacional: ¡Qué bárbaro que tuvieron que amenazar, a medio torneo internacional, con huelga para que les paguen los viáticos! Pero yo diría: ¡Qué descaro que les paguen $15 al día, como si les hubieran contratado para cortar la grama o para lavar los vehículos a la FESFUT!

Ustedes de por sí son un fenómeno: de la nada, o más bien de las playas más abandonadas del país, surgió un equipo deportivo de calidad mundial. Sólo esto daría materia para estudios de la gente más experta en deporte que yo

Es sorprendente (¡y sumamente motivante!) que en un siglo donde los grandes éxitos deportivos son resultado de complejas operaciones científicas y financieras, siguen surgiendo, de vez en cuando, leyendas deportivas directamente del barrio, de la calle… o en su caso, de las playas populares. Así siguen naciendo muchas de las grandes leyendas del boxeo: en los guetos de inmigrantes de afroamericanos de Chicago y Nueva York. Así nació la leyenda del futbol brasileño: en los barrios de Sao Paulo y Rio de Janeiro. Así nació la leyenda del fútbol alemán: en los barrios obreros de las ciudades mineras como Dortmund y Schalke. Algunos clubes, como el BVB Dortmund o el Leicester City FC todavía preservan algo de esta leyenda, a pesar de que también están convirtiéndose en corporaciones millonarias, que son dueños de equipos sintéticos con jugadores comprados en el mercado global…

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Pero detrás de este fenómeno deportivo que son ustedes, nacido de un fenómeno social, se esconde otro fenómeno que tiene que ver con la sicología colectiva de todo un país. Con la frustración de todo un pueblo que ama su tierra, pero no encuentra razones de enorgullece de su país. La economía estancada, la corrupción galopante, la violencia imparable, no hay liderazgo ni político ni moral en que confiar. En estas situaciones, los pueblos tienden a proyectar todo en su equipo nacional de fútbol. Los argentinos, metidos en la más profunda crisis política, moral y económica, encontraron en el fútbol el orgullo nacional perdido y elevaron a Maradona a Dios.

Aquí la gente vibra, canta, sufre, celebra con la Selecta, pierda o gane. Hasta que todo se cae con los escándalos de los amaños, de la FESFUT y de la mera FIFA. Y en este gran vacío, cuando ya no había nada que celebrar y nadie que apoyar, surgen ustedes, los “guerreros de la playa”, como rápidamente los tildan. Unos futbolistas tan humildes que van abajo del radar de la corrupción. La antítesis a los funcionarios y jugadores estrellas corruptos… Nace la leyenda.

¡Qué peso que tienen encima ustedes! Todas las frustraciones sobre la falta de oportunidades, el auge de violencia, la corrupción –y encima de esto los fracasos de la Selecta- encuentran una nueva válvula de escape: el amor a la Selecta de Playa, a los deportistas del pueblo, los incorruptibles, los que nos permiten sentirnos orgullosos.

Y vienen todos los buitres para explotar este fenómeno. Los buscan los partidos para hacerse foto con candidatos. Sale un alcalde regalándoles motores de lancha.

Y nadie de estos buitres mueve un dedo para garantizar que este nuevo deporte nacional tenga condiciones dignas para desarrollarse. Nadie de estos buitres entiende que la lección que ustedes dan es que hay que apoyar al deporte desde abajo, no desde arriba.

No se dejen impresionar de tanta gente hipócrita y oportunista que los festejan como ‘guerreros’ o ‘héroes’ – mejor aprovechen el poder que ahora tienen para cambiar las reglas del juego en las políticas de deporte. Hagan sus huelgas, no sólo para que les paguen viáticos dignos, sino para erradicar la corrupción que tiene en crisis al deporte nacional. El apoyo ya se lo ganaron con creces…

Saludos,

e2b99-firma-paolo 

domingo, 27 de marzo de 2016

Columna transversal: Un relajo llamado Robby Salomón


En cada generación de intelectuales y artistas salvadoreños hay quienes abandonan el país. Algunos obligados por circunstancias económicas, políticas, o de persecución; otros, por obligación interna: para superarse, para aprender, por curiosidad, porque les queda chiquito el país…

Algunos de los que prueban suerte afuera  tienen éxitos inesperados: en la academia, en las letras, en las artes, en la tecnología, en medicina… Y de estos, algunos, muy pocos, regresan al país para implementar y enseñar lo que han aprendido afuera. Uno de estos valiosos y valientes es Robby Salomón, el teatrero. Gracias a que Robby salió al mundo y gracias a que ha regresado, hoy existe el Teatro Poma. Ricardo Poma puso la sala y el pisto, pero Robby le dio vida de teatro.

Hace un par de semanas atendí una invitación de Robby al Teatro Poma, para acompañarlo en la presentación de un libro sobre la historia de su vida y la historia del teatro salvadoreño, dos cosas no separables.

El libro se llama “Hippies de barranco”, escrito por Alejandro Córdova. Lo leí de una sola sentada, por lo fascinante que es el personaje y su tránsito por los tiempos de antesala de la guerra en los años 60 y 70 en El Salvador, y por los mundos intelectuales de Nueva York y Europa…

Recomiendo el libro por la riqueza de la vida de Salomón, aunque no estoy del todo de acuerdo de cómo está escrito. Está escrito desde una doble perspectiva: la de Robby en las diferentes etapas de su vida y del teatro; y la de un joven de 20 años, quien de manera muy industriosa lee, escucha, estudia, entrevista a docenas de gentes –todo para entender a Robby Salomón, para descifrar la historia del país, y para poder explicar el desarrollo del teatro contemporáneo– cosas que obviamente no puede lograr. Sin embargo, cumple el encargo de escribir el libro. A su manera…
 
El resultado es un libro con dos hilos entrelazados: la historia de Robby Salomón, fundador del bachillerato de Artes, luego del CENAR, luego de Actoteatro; exiliado, estudiante del teatro moderno en Nueva York y Europa; y quien regresa al país para fundar el Teatro Poma; y el otro hilo es la pelea de un joven talentoso con esta historia del teatro, del país, de la revolución, de la guerra y de Robby inmerso en todo esto –el hilo de este joven tratando de digerir, de entender, y de poner en orden todas estas historias que no son lineales, sino un solo relajo. La vida de Robby y la historia del país son un tremendo relajo. Y el joven autor, en vez de ordenarlo, lo enreda más.

Roberto Salomón
No sé si Robby encargó este libro a un joven de 20 años porque nadie más lo quería escribir - o precisamente para generar esta doble perspectiva, este relajo dentro del relajo. Tanto Jorge Ávalos como Giovanni Galeas, quienes vivieron las mismas épocas y siempre han estado en contacto con el teatro, hubieran podido entregar un libro más acabado y maduro, académicamente más correcto –un libro más justo a la historia del país, del teatro y del maestro Salomón.

Por otra parte, pasar la vida y obra de Robby por el filtro de la ingenuidad e ignorancia inocente que frente a la historia intelectual, política y social del país mantiene un joven de 20 años, resulta en un libro fascinante, porque los ojos del joven escritor ven lo que la gran mayoría de los lectores verán: una historia ya bastante distante, difícil de entender.

El lector un poco más viejo, que ha vivido estas épocas, y el lector muy versado en la historia y teoría del teatro, se asustan cuando de repente lee frases como esta: “Peter Brook es reconocido como el mejor director teatral a nivel mundial”. Uno vuelve a leer este juicio tan determinante, y se pregunta: ¿Quién habla aquí? ¿Habla Robby? No, habla el joven escritor. Robby, de todas formas, nunca diría una frase tan ligera como esta. Y el autor, ¿cómo habrá llegado a esta conclusión, sin conocer ni a Peter Brook ni a los otros grandes directores? Bueno, diría el lector sorprendido, es el derecho de la juventud asumir juicios, aunque todavía no tenga elementos para sostenerlas.

¿Es Robby responsable de las ligerezas que afirma su joven autor? No. Le habrá contado algo, pero no es su problema como Alejandro Córdova lo entendió. Igual que no es problema de un dramaturgo o cineasta lo que cada uno en público piensa entender de la obra.

Y así el libro está lleno de rupturas de una perspectiva a la otra, y de afirmaciones extrañas en boca del joven autor: sobre la generación comprometida, sobre los artistas que el Partido Comunista mandó a estudiar en Moscú o Praga – “para perfeccionarse”; sobre el valor de la obra de Álvaro Menén Desleal, sobre Albert Camus (“obras revolucionarios para público burgués”)… Siempre uno encuentra algo de Robby en esto, pero un poco torcido, “enajenado” como dirá Brecht. Un hombre sofisticado como Robby Salomón nunca lo diría así de simple – en esto reside buena parte de la tensión que tiene el libro. Entre sabiduría y atrevimiento.
(El Diario de Hoy)

viernes, 25 de marzo de 2016

Carta a la gente de Las Palmas y sus vecinos: Alfombras para la paz



Estimados amigos:
En Semana Santa, uno va para Sensuntepeque, Sonsonate, Chalchuapa, Texistepeque o Panchimalco para ver las procesiones, las alfombras, el viacrucis. A nadie se le ocurre ir a visitar Las Palmas, aquella colonia en el hoyo entre la San Benito, la Feria y el Estado Mayor de la Fuerza Armada.

Este Viernes Santo nos invitaron a Las Palmas. Y pocas veces hemos sentido de manera tan tangible como las tradiciones cristianas y las costumbres de Semana Santa pueden unir una comunidad. Cientos de adultos, jóvenes y niños se pasaron desde la madrugada haciendo docenas de alfombras, todo el mundo estaba en la calle. A Daniela la invitaron a unirse a dos familias a cargo de la alfombra más grande, en frente del Centro Escolar República de Canadá, en la mera entrada a la colonia.
A las 11 salió el viacrucis, con docenas de jóvenes actuando la pasión y el calvario de Jesús. Este evento no tiene nada que envidiar a las famosas procesiones que atraen turistas y cámaras en otros pueblos. Pero los residentes de San Benito, al otro lado del gran muro que los separa de Las Palmas, ni cuenta se dan que tienen como vecinos una comunidad que vive y cuida sus propias tradiciones, con la misma dignidad y pasión que su parroquia San Benito.
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Las procesiones de Las Palmas no salen del hoyo donde se esconde la colonia, y las procesiones de sus vecinos San Benito y San Juan Bautista, aunque pasen cerca, nunca entran a Las Palmas. Hay quienes llaman esto apartheid. Porque Las Palmas tiene mala fama, es una colonia que los medios solo mencionan en el contexto de pandillas, extorsiones y violencia. Visitantes que entran por primera vez, lo hacen con miedo, hasta que se dan cuenta –muy pronto, por cierto– que ahí lo que menos hay es violencia y miedo.

Pasando el Vienes Santo en Las Palmas, uno confirma que es una comunidad donde hay de todo: profesionales, trabajadores, comerciantes, estudiantes, familias tratando de dar educación y oportunidades a sus hijos, un gran fervor religioso – y un indomable deseo de convivir en paz.
12801578_1023897014316381_7057188706289356107_nComo en todo el país, también en Las Palmas hay pandilleros, pero a diferencia de muchos barrios capitalinos, no hay un régimen de terror. No son los pandilleros que marcan la manera como se vive, trabaja, celebra fiestas en Las Palmas, sino la gente trabajadora. Los pandilleros, para vivir ahí, se han adaptado al deseo de la gente de Las Palmas de superar el estigma que el resto de la sociedad les ha puesto.

Me encantaría ver, en el futuro cercano, que alguna procesión de Las Palmas salga a San Benito; y que otra de San Benito entre a las Palmas; o que las diferentes comunidades católicas, un día de Semana Santa se encuentren en un punto común, que podría ser la Avenida de la Revolución en frente de la Feria. Esta avenida, ahora frontera, podría convertirse en punto de encuentro – todos comparten la misma fe y el mismo deseo de paz.

Los feligreses de San Benito, de San Juan Bautista y de Las Palmas podrían hacer juntos, en la Avenida Revolución, una gigantesca alfombra compartida, símbolo de querer convertirse en buenos vecinos.

Bueno, por lo menos en Semana Santa es permitido soñar.

Saludos,

e2b99-firma-paolo

(Mas!/El Diario de Hoy

 

jueves, 24 de marzo de 2016

Carta a la presidente de la Asamblea: Cuidado con los símbolos

Estimada Lorena y colegas directivos de la Asamblea:
Hoy salió en un rotativo el diseño del nuevo edificio para los diputados. Con helipuerto en el techo, con una suite personal para la presidencia, con “sala VIP”, con salas de estar para los diputados, con elevadores “privados”…

Estoy seguro que, al compararlo con los edificios que tienen muchos parlamentos del mundo, lo que ustedes proyectan construir es hasta algo modesto. Pero estos otros países no tienen escuelas destartaladas, hospitales con pacientes en los pasillos, cárceles con 400% de sobrepoblación, bartolinas policiales cuyas condiciones violan nuestra Constitución y todos los tratados internacionales por haber…

Estoy seguro que vos, Lorena, que vives de manera humilde en la misma casa donde creciste en la Centroamérica, no te inventaste estos diseños para construir un parlamento del primer mundo en un país del tercer mundo, donde la mitad de la población vive, trabaja, se transporta y (no) se cura en condiciones de cuarto mundo. Sospecho que el que dio las indicaciones al los arquitectos fue tu antecesor Sigfrido Reyes, conocido por sus exquisitos gustos.


 Infografía: Diario El Mundo
Infografía: Diario El Mundo

Pero nada te impide parar esta locura. Y si realmente fuera necesario construir un nuevo edificio para las oficinas de los diputados, hacerlo de manera más austera.

Es la Asamblea Legislativa donde, en última instancia, se tienen que definir las prioridades del país. Cada año que ustedes discuten y aprueban el presupuesto general, están definiendo las prioridades para nuestro país: ¿Apostamos a elevar la calidad de la educación, la calidad del sistema de salud, la eficiencia de la policía y la fiscalía – o apostamos a erigir símbolos del poder, como el edificio parlamentario que quieren construir?

Los símbolos son importantes, Lorena, pueden determinar la manera como la ciudadanía percibe a sus gobernantes. Estamos ante una disyuntiva bastante clara: apostemos a la simbología de las camionetas de lujo en las cuales se transportan los altos funcionarios de todos los órganos del estado – a apostemos a la simbología de unos diputados y ministros que se transportan como cualquier hijo de vecino: en un carro funcional como un Nissan Sentra o Toyota Corolla?

¿Queremos un país con una simbología de poder, constituida por las caravanas, los helipuertos y las lujosas oficinas de magistrados, ministros y presidentes legislativos (todos símbolos que los separan a ustedes del ciudadano) – o queremos buscar una simbología diferente que disminuya la brecha entre gobernantes y gobernados?

El ejemplo de un ministro o diputado que se moviliza por la ciudad como cualquier hijo de vecino; o de una directiva legislativa que decrete que los diputados, van a pagar por su almuerzo, como cualquier otro empleado público; o de una Asamblea que comunique a la nación que en vez de construir un palacio legislativo de lujo construirá en Las Margaritas en Soyapango una escuela como Dios manda – estos son elementos para construir una simbología marcada por humildad y transparencia. Pónganle nombre a esta nueva escuela: Centro Escolar Poder Legislativo. Decreten que la Asamblea, mientras exista la República, patrocinará esta escuela con libros, becas, programas deportivos, y que cada diputado se convierta en padrino de 2 alumnos.

Estos son los símbolos que necesitamos para que los ciudadanos vuelvan a creer en el sistema político democrático.

Saludos,



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(Mas!/El Diario de Hoy) 

martes, 22 de marzo de 2016

Carta a los periodistas con mejores salarios... y sin cojones


Colegas:
Esto va a los colegas que este lunes estaban en la histórica conferencia de prensa conjunta de Barack Obama y Raúl Castro en La Habana. Y los que se callaron el pico cuando Raul Castro dijo, literalmente: "Si hay presos políticos, dame la lista para soltarlos. Dime el nombre o los nombres para soltarlos. Si hay presos políticos a la noche los suelto."
Nadie dijo nada, y ver esta escena y escuchar este silencio ha sido uno de los pocos momentos que me da pena ser periodista.
¡Que banda de cobardes y oportunistas! Todos en esta sala, sin excepción, si no tenían a la mano la lista completa de presos políticos en Cuba (que la debieron tener si son periodistas de verdad), se sabían los nombres de los más prominentes disidentes presos. Y todos se callaron, cuando era el momento histórico de hablar y poner a prueba las palabras del presidente cubano…
Obviamente no estoy hablando de los periodistas cubanos que estaban en esta sala. Cualquiera de ellos que abre el pico por lo menos pierde su trabajo. Esto va con los periodistas estrella que tienen el privilegio de acompañar al presidente Obama en su Air Force One; los que ahora andan con él en Cuba, aprovechando el Día Mundial de la Poesía para escribir poemas sobre el fin de la guerra fría.
Nadie de ellos habló. ¡Que silencio tan elocuente! Todos tienen la información sobre los presos políticos (y si uno de ellos no la tiene, fue un error de mandarlo a Cuba); todos hubieran podido aprovechar la situación para gritar por lo menos un nombre. ¿Hubieran corrido un riesgo? Me imagino que sí. El riesgo de no volver a conseguir visa de periodista para trabajar en Cuba. Riesgo tal vez incluso de ya no ser invitado al pool de periodistas que viaja con el presidente de Estados Unidos.
Tal vez sí, tal vez no. Pero cualquiera que se hubiera animado a desafiar a Castro y ponerlo en la situación de tener que explicar porque no cumplía su promesa, hubiera salido de esta sala, tal vez no como héroe, pero como periodista decente.
No corrían riesgo de perder su trabajo. Mucho menos de ir preso, como cualquiera de sus colegas cubanos. Ustedes son los periodistas mejor pagados del mundo, representando a los medios más poderosos del mundo – y se acobardan ante un presidente Castro, porque por más que ahora haya apertura entre estados Unidos y Cuba, este autócrata todavía puede decidir si ustedes serán parte de esta historia tan atractiva para el periodismo… Y esto, me da mucha pena decirlo, es suficiente para callar a todo el famoso press corps de la Casa Blanca.
¿O estaban ustedes esperando que Barack Obama sacara de la manga la lista de los presos políticos cubanos y se la diera a Castro?
Obama ha abierto una puerta, ¡enhorabuena!, pero de nada sirve si los periodistas no pasan por ella - y si no nosotros no nos quedamos parados en la puerta para que nadie la pueda volver a cerrar, y para que al final los cubanos pueden pasar por ella.
¿No se dan cuenta ustedes que en esta historia fascinante de la apertura entre Cuba y Estados Unidos nosotros, los periodistas y los medios, no solo somos observadores. Somos protagonistas, ocupando el espacio que se abre.
No nos hagan pasar vergüenza, colegas. 
 (Mas!/El Diario de Hoy

sábado, 19 de marzo de 2016

Carta a los que se sentirán aludidos: Doblemente hipócrita no se vale

La gente perdona a sus líderes que cometan errores. Lo que nunca les perdona es cobardía.

Neto Muyshondt cometió dos errores: uno de imprudencia y otro de hipocresía. El error de imprudencia (de haberse metido en un diálogo con pandilleros siendo vicepresidente de su partido) lo está pagando caro ahora porque se lo están cobrando, no solo sus adversarios del FMLN (que es lógico), sino también sus supuestos amigos en ARENA. Sin embargo, los ataques del FMLN son tan absurdos y a la vez tan hipócritas que a la larga se hunden ellos mismos. Ellos, quienes han negociado con las pandillas todas las elecciones entre el 2004 y enero del 2014 - ¡y con éxito! -  dicen ahora que la ola descomunal de homicidios que sufre el país desde enero del 2015 es culpa de ARENA porque en febrero del 2014 Neto se reunió con pandilleros para convencerlos que desmonten el operativo de intervención a favor del FMLN implementado en la primera ronda presidencial, en enero de 2014.

El dramático auge de la violencia en 2015/16 es debido a la decisión del FMLN y su segundo gobierno de declarar la guerra sin cuartel a las pandillas.

Regresemos a Neto Muyshondt y sus pecados. El error de hipocresía lo cometió cuando, habiendo dialogado con los pandilleros en el 2014, luego regresó a un discurso bélico contra las pandillas, la tregua, y todos los esfuerzos de diálogo para reducir la violencia. Pero para sorpresa de muchos, este error lo enfrentó muy bien Neto Muyshondt, cuando publicaron la grabación de su reunión con los pandilleros, se hizo cargo, y en vez de acobardarse, corrigió su actitud hipócrita de antes. Dijo, con la frente en alto: No solo no es ningún delito hablar con pandilleros, a veces puede ser necesario. En aquel momento para garantizarle el derecho al voto libre a todas las comunidades, y otro día para buscar la reinserción de los que ahora están al margen de la sociedad y la ley…

Observando a Neto Muyshondt en esta crisis, atacado por adversarios y abandonado por correligionarios, estoy seguro que ya no va a regresar al discurso hipócrita contra cualquiera que se atreva a incluir a los pandilleros en el diálogo que necesitamos para superar el estado de guerra en que está el país.

Donde Neto Muyshondt ha pecado de hipocresía y ahora se atreve a enfrentar el problema (no solo el suyo, también el del país) con sinceridad, muchos dentro de su partido ARENA pecan de doble hipocresía. No solo sabían perfectamente (y en algunos casos se beneficiaron) de las gestiones que Muyshondt y Ruano (y yo, de paso sea dicho) hicimos para convencer a los pandilleros a no seguir interviniendo en el derecho al voto libre de sus comunidades, sino además ahora se rasgan las vestiduras condenando a sus correligionarios. Esto se llama cobardía, y la gente no se los va a perdonar.

En los momentos que yo escribo esta carta, el Tribunal de Ética de ARENA está reunido recibiendo las declaraciones tanto de los dos “pecadores”, el alcalde Salvador Ruano, y el diputado Ernesto Muyshondt, como de Norman Quijano, en aquel entonces candidato a la presidencia, y Jorge Velado, en 2014 y ahora presidente del COENA.

Ojala que los miembros de este tribunal tengan sabiduría, sinceridad y valor para no caer en la hipocresía que rodea este caso.
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(Mas!/El Diario de Hoy)

jueves, 17 de marzo de 2016

Carta al fiscal general: No emule al infeliz ejemplo de su antecesor

Estimado Douglas Meléndez:
Hay políticos que cada vez que sienten el clamar popular a raíz de otro repugnante crimen, salen a la calle, rodeado de Rambos armados hasta los dientes, para a gritos pedir sangre, represión, que saquen al ejército, que pasen de las palabras a la acción…
Ya sabemos que estos son poses de macho que se asumen pensando en las próximas elecciones.
Pero un fiscal general no puede caer en estas actitudes populistas. A su antecesor Luis Martínez le encantaban estas poses, las palabras fuertes, las cámaras, los chalecos antibala… Mucha bulla, pocas nueces – y al fin la ciudadanía, que antes le aplaudía, se dio cuenta que de nada nos sirve tener a la cabeza de la fiscalía a alguien que habla fuerte y produce poco. Por esto no fue reelecto…


Y por esto los ciudadanos dijimos a los partidos y diputados: Necesitamos a un fiscal general de cabeza fría. Alguien que piensa en resultados, no en fotos; alguien que no piense en su reelección, sino en la protección de los ciudadanos y del Estado de Derecho.
Y por esto fue electo usted, licenciado Meléndez. Un fiscal de oficio, no de show publicitario. Alguien que ponga orden en la fiscalía. Y todos estamos contentos ver que usted está cumpliendo..
No borre esta buena impresión que tenemos los ciudadanos de usted, por favor. No la borre cediendo a la gente que quieren escuchar palabras fuertes.
¿Por qué salió usted un día de estos a posar antes las cámaras en Mejicanos, vistiendo un ridículo chaleco diciendo F1, rodeado de guardaespaldas apuntando sus fusiles a los cuatro vientos? Alguien había atacado un microbús, hubo un muerto y dos heridos. Y en la escena del crimen hizo aparición, rodeado de cámaras, el fiscal general de la República en persona, pidiendo a gritos ‘medidas extraordinarias’ del Estado y de la Fuerza Armada, para que “la ciudadanía sienta que el Estado está imperando”…
Que casualidad: Pocos días antes, fuentes cercanos a Casa Presidencial afirmaron que no fue el presidente Salvador Sánchez Cerén sino usted, el fiscal general de la República, que en la reunión de emergencia en Casa Presidencial había pedido que se decrete “estado de excepción.”
Disculpe al atrevimiento, señor fiscal: La tarea del fiscal general es defender los derechos constitucionales de la ciudadanía – y esto implica no permitir que el gobierno los restringe, sin tener un fundamento jurídico sólido, decretando estados ‘de excepción’ o ‘de emergencia’.
Usted no es electo jefe de policía, ni ministro de Seguridad, no mucho menos vocero de Casa Presidencial. Usted es el fiscal general, y como tal el garante del Estado de Derecho. Como no es policía, ni fiscal específico, no tiene que salir a la calle disfrazado de Rambo. Deje eso en el triste pasado de Luis Martínez. Tampoco tiene que salir pidiendo estos de excepción ni operativos de la Fuerza Armada: deje esto al presidente y la Asamblea, a quienes corresponde – y dedíquese a revisar si estas medidas corresponden a la ley y la Constitución.
Usted ha mostrado independencia, valentía, y profesionalismo. Siga así, por favor, no caiga en las tentaciones del populismo.
Saludos, 
(Mas!/El Diario de Hoy) 

sábado, 12 de marzo de 2016

Carta al presidente de la República: ¿Y los cambios en su gabinete?

Estimado profesor Sánchez Cerén:
¿Qué pasó con los cambios que usted, a finales del año pasado, anunció en su gabinete? Sólo tocó al gabinete de Seguridad, pero incluso esto quedó a medias. Sustituyó al ministro y su vice por dos policías; y promovió a Howard Cotto como director general de la PNC, pero dejó en su cargo al director de la Academia Nacional de Seguridad Pública, al director general de Centros Penales, al jefe de la OIE, a su comisionado presidencial de Seguridad, Hato Hasbún. Y pasó lo que pasa cuando uno hace las cosas a medias: todo siguió igual.

Resultado: 24 homicidios al día en lo que va del año 2016. Cifra tan impactante que tiene al país en una discusión absurda sobre ‘estado de excepción’ (para ampliar facultades a la policía, a costa de restricción de derechos constitucionales), ‘estado de emergencia’ (para suspender restricciones presupuestarias), y ‘medidas excepcionales’ (que nadie sabe definir, pero que tendrán algo que ver con el rol de la Fuerza Armada).

Pero ninguna ‘medida extraordinaria’ tiene sentido si no va dentro de una redefinición de la política de Seguridad y de las prioridades del gobierno, y de una renovación del liderazgo en el área Seguridad. ¿Qué más tiene que pasar para que usted tome estas decisiones, señor presidente? Sigue la indefinición de mando en Seguridad.

Y las otras áreas de sus políticas públicas, aunque igualmente están en crisis, ni siquiera las ha tocado en cuanto a relevo de liderazgos y conceptos. Sigue en su cargo el ministro de Hacienda, a pesar de la pena que le está haciendo pasar a usted, a su gobierno y a su partido con el fracaso de su proyecto de reforma de pensiones. Ya está claro que la reforma de Cáceres, que significa la expropiación de los fondos individuales de ahorro, no va. No es políticamente viable, ni siquiera sus más fieles aliados en GANA y PCN están dispuestos a cometer suicidio político-electoral aprobando esta reforma. Desde el año pasado se está especulando por quién usted va a sustituir a Carlos Cáceres, y ahí sigue el hombre, obstaculizando los necesarios acuerdos sobre el futuro de las pensiones.

¿Y cuántos hechos embarazosos tienen que revelarse de Marcos Rodríguez, su secretario de Apariencias, y de Tharsis Salomón López, su ministro de Economía, para que usted los despida? No importa desde qué ángulo se vea la desaparición (o pérdida, o destrucción, o simple retención) de los datos de los viajes de Funes, que la Sala de lo Constitucional solicitó a Casa Presidencia, quien tiene que asumir la responsabilidad se llama Marcos Rodríguez. Si usted lo mantiene en su cargo, el costo caerá directamente al Presidente de la República.




En el caso del ministro de Economía, cuesta entender que no haya sido sustituido hace largo rato. Más bien, nunca se entendió su nombramiento. Si la idea de nombrar a este empresario fue restablecer la confianza entre gobierno y sector privado, obviamente no se cumplió. A este funcionario lo hubiera tenido que apartar cuando se hicieron públicos sus compromisos financieros con ALBA Petróleos. Luego pasaron los escándalos de despidos arbitrarios de varios colaboradores del Ministerio, y a hora la destrucción de documentos oficiales del gobierno supuestamente custodiados en los archivos del ministerio. Y don Tharsis sigue, como si en el país no hubieran cientos de profesionales mucho más capacitados y mucho más probos para ocupar el cargo de ministro de Economía.

Podríamos ampliar la lista y hablar de ANDA, de CEPA, de PROESA, de CORSAIN.
Déjeme decirle, presidente: Ya nadie entiende su manera de premiar a los mediocres, los  fracasos, las negligencias y los abusos.

Y otra cosa: No tiene que esperar hasta mayo, cuando termine su segundo año, para poner orden en su gabinete. Cualquier día del año funciona para hacer cambios.

Saludos,
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(Mas!/El Diario de Hoy

jueves, 10 de marzo de 2016

Carta a los diputados: Cuidado, trampa cazabobos

Dirijo esta carta a todos los diputados, ya que ustedes, en los próximos días, tendrán que autorizar o rechazar el plan del gobierno de decretar un régimen de excepción, supuestamente para mejorar su capacidad de combatir a las pandillas. Pero muy en particular esta carta va a aquellos diputados de la oposición, quienes inmediatamente, sin discusión, sin ni siquiera conocer una solicitud del gobierno, ofrecieron sus votos para establecer en El Salvador nuevamente el estado de excepción que tuvimos durante toda la guerra de los 80.

Entre los 84 diputados hay muchos que por su participación en la guerra, de uno y del otro bando, saben perfectamente que incluso durante la guerra, el estado de excepción muy poco sirvió a la Fuerza Armada para vencer a la guerrilla y que, más bien, sirvió para la sistemática represión de los derechos civiles de toda la nación, facilitando prácticas de tortura, censura y represión de organizaciones sindicales, de estudiantes y de campesinos. Sería interesante que en los pasillos de la Asamblea hubieran pláticas bilaterales entre el ex general Mauricio Vargas y el ex comandante “Milton” Medardo González. Siendo honestos, coincidirían con que el permanente Estado de
Excepción, prolongado cada rato por la Asamblea, no sirvió para nada bueno.

Aun así, ahora me encuentro con la absurda vuelta de la historia que ambos, Vargas y Medardo, quieren implementar nuevamente un Estado de Excepción, esta vez en una guerra contra las pandillas. Con Rodrigo Ávila, Norman Quijano y otros apoyando a un feliz Guillermo Gallegos, quien tiene años de estar proponiendo cosas como la pena de muerte y un régimen de excepción. Por suerte, y para salvar el honor de su partido, también hubo dirigentes y diputados que inmediatamente dijeron no a la intención del FMLN de implementar un estado de emergencia.

Manuel Hinds comprueba en su columna en esta misma edición que ninguna de las garantías constitucionales que un decreto de régimen de excepción suspendería ha sido obstáculo para reducir la violencia, ni para combatir a las pandillas. Por tanto: Ninguna de las facultades extraordinarias, que el régimen de excepción puede dar al gobierno,  sirve para evitar masacres como la de Opico, donde se supone (pero tampoco comprueba) que los responsables fueron pandilleros. Mucho menos para prevenir masacres como la de San Blas y otras, donde los responsables fueron agentes del Estado.
Sería realmente interesante ver si en la Asamblea hay 43 diputados dispuestos de dar al gobierno el poder de suspender garantías constitucionales, aunque nadie puede explicar en qué va a favorecer a los salvadoreños que quieren que termine la epidemia de violencia. Más aun, sería interesante ver cuántos diputados opositores estarían dispuestos a dar sus votos para que con 63 votos (mayoría de tres cuartos) se apruebe la suspensión por 14 días de todos los derechos que protegen a los detenidos. Como dice Manuel Hinds: Esto abre la puerta al fantasma de la tortura.

El presidente, hasta ahora, no ha hecho una solicitud formal. Solo ha dicho a los presidentes de la Asamblea y la Corte Suprema y al fiscal general que está considerando un decreto de emergencia haciendo uso de los artículos 29-31 de la Constitución.

El FMLN, desde su historia guerrillera, siempre ha sido experto en trampas cazabobos. Y esta le funcionó perfectamente: El FMLN sólo menciona el régimen de excepción como una posibilidad, y sólo se pone a esperar hasta que desde la oposición salgan las voces de quienes piensan que tienen que ganarle al FMLN en los terrenos de populismo y mano dura. Y cabal: Los tres areneros de la Comisión de Seguridad se suman al grito de guerra de Gallegos y exigen al gobierno que decrete el régimen de excepción. Bueno, dirá el presidente, si hasta la oposición me lo pide…

Todavía hay tiempo para analizar y recapacitar. La Asamblea, sobre todo la oposición en ella, tienen la función de defender la institucionalidad y el Estado de Derecho contra cualquier intención autoritaria de limitar nuestras libertades y garantías constitucionales.

La Asamblea no tiene porque avalar un estado de excepción. Si el gobierno realmente lo quiere, tiene derecho de decretarlo en el Consejo de ministros, menos las garantías que los artículos 12 y 13 dan a los detenidos.

Su ineptitud lleva al gobierno a proponer dos medidas de excepcionalidad: expropiar los fondos de pensiones, para salir de su crisis fiscal; y un régimen de excepción para crear la ilusión que están haciendo lo necesario para combatir el crimen. La batalla política es sobre quien va a asumir la responsabilidad y el costo político para estas locuras. El gobierno quiere que entre todos lo asumamos. Aceptarlo sería suicidio político.

Saludos,

e2b99-firma-paoloVea también sobre el tema:
Estado de excepción. De Manuel Hinds
Medidas Extraordinarias… De Luis Mario Rodríguez

 (Mas!/El Diario de Hoy)
 

martes, 8 de marzo de 2016

Carta a Jorge Velado

Estimado Jorge:
Diste el paso. Te apartaste. Dejaste libre el espacio para que otros asuman el liderazgo.

Te felicito. Facilitar el relevo es bueno, aunque siempre tiene sus riesgos. Aunque no es importante, lo voy a decir: Yo hubiera preferido que te postularas una vez más, para llevar a buen termino el proceso de democratización, apertura y renovación de ARENA. Hubo muchos que empujaron la apertura, pero vos fuiste el hombre que se quedó parado en la puerta, cuidando que nadie la cerrara. Este riesgo existe, ahora que te apartas de la contienda por la presidencia del COENA. Es obvio que hay quienes solo esperan que vos te apartes, para volver a cerrar la puerta y hasta las ventanas – y evitar que sigan entrando aires de rebeldía y renovación.

Pero también hay quienes están dispuestos a defender y profundizar el proceso de apertura, porque saben que es la única forma de construir la nueva mayoría que puede, no sólo de ganar las elecciones del 2018 y del 2019, sino sostener políticas públicas audaces que nos llevan a salir de la crisis de crecimiento y seguridad.

De aquí a septiembre, cuando se elija el nuevo COENA, te tocará ser el guardián del proceso democrático interno. A los que desde el COENA y la Comisión Política controlan el aparato partidario les tocará asegurar que este no se articule en defensa de sus propios intereses, sino con visión de país.

En el proceso de definición interna habrá competencia fuerte. No hay que tenerle miedo. Con tal que logren que el debate no sea solamente sobre personas (como en el burdo espectáculo de las primarias republicanas en Estados Unidos), sino sobre conceptos políticos y sobre propuestas de cómo enderezar al país, la competencia es ventaja. Por más plural el partido, más amplia la mayoría que logrará construir.

Entonces, ¿por qué estoy diciendo que tu salida significa un riesgo?

Porque esta vez, ARENA no se puede equivocar.


La elección del nuevo liderazgo de ARENA es el primer paso de un proceso que incluye saber escoger a los candidatos más idóneos para alcaldías y diputados, y para la contienda presidencial del 2019. Es también el primer paso para construir un maquinaria electoral que desde septiembre 2016 a marzo 2019 trabaje con una sola misión: construir la nueva mayoría, junto con la ciudadanía y todas sus expresiones, necesaria para ganar las elecciones del 2018 y 2019, para defender la institucionalidad (en 2019 se elegirá a cinco magistrados de la Corte Suprema, entre ellos cuatro para la Sala de lo Constitucional), y para hacer sostenibles las políticas públicas audaces necesarias para superar la crisis de seguridad y para reactivar la economía.

Esta vez ARENA no se puede equivocar. Y esto no sólo significa que tiene que saber escoger, ¡esta vez sí!, al candidato presidencial (que bien puede ser candidata) que logra romper con la desconfianza y apatía de la ciudadanía frente a los partidos, incluyendo ARENA.

Tu partido no tiene derecho de equivocarse nuevamente. Y parte de este imperativo categórico, Jorge, te toca a vos – aunque ya no competirás en la contienda interna. Más bien: Precisamente por esto. El rumbo de ARENA se define entre hoy y septiembre. O retrocede y se atrinchera en la zona de confort de los funcionarios públicos y partidarios; o se lanza a conquista de la confianza de la ciudadanía, que es indispensable para ganarse nuevamente el derecho y privilegio de gobernar.

Será un ejercicio complejo entre unidad y rumbo claro. Hay que preservar la unidad, por esto el nuevo liderazgo tiene que ser amplio e inclusivo. Pero al mismo tiempo hay que definir el rumbo – y proyectarlo sin titubeos. Rumbo de renovación, pluralidad, apertura; rumbo de democratización interna, de autocrítica y corrección; rumbo de abrazar la responsabilidad social.

Si el partido, para no ofender a nadie y así mantener una unidad precaria, decide mejor no definir su rumbo, no tiene posibilidad de convencer a la ciudadanía no partidaria.

Así que la tarea del liderazgo que ustedes elegirán en septiembre, es compleja. Tiene que ser inclusivo y expresar la pluralidad, pero con clara definición del rumbo.

Tendrás mucho trabajo de aquí a septiembre, Jorge. A la obra – lo más transparente posible, porque tu principal aliado lo tendrás en la ciudadanía y la opinión pública.

Saludos,

e2b99-firma-paolo 

Lea la siguiente entrevista a Jorge Velado:
“Mi objetivo es dejar un partido más democrático”

(Mas!/El Dieario de Hoy) 

 


sábado, 5 de marzo de 2016

Carta al Secretario de Apariencias: Tarde o temprano, sabremos la verdad

stimado Marcos Rodríguez:
Esta carta sobre los archivos ‘perdidos’ (extraviados, destruidos, escondidos, ¿quien sabe?) de Casa Presidencial te cae a vos, porque sos el que estuviste a cargo, tanto en el gobierno de Funes como en el actual, de la transparencia de la gestión presidencial.

Vamos a resumir el caso. Se trata de los archivos que documentan los viajes del presidente Mauricio Funes y su señora durante el quinquenio 2009-2014. Con todo: costos, acompañantes, medios de transporte, lugares de hospedaje, etc.

Un ciudadano pidió esta información, haciendo uso de los derechos que le confiere la Ley de Acceso a la Información Pública. La información le fue negada, primero por Casa Presidencial, y luego por el Instituto de Acceso a la Información Pública. La razón: Casa Presidencial declaró reservada esta información y ordenó que se desclasificara hasta el año 2017, alegando ‘problemas de seguridad’, y el Instituto, al cual el ciudadano acudió, le dio razón a CAPRES.

En este momento, junio del 2013, los documentos solicitados tienen que haber existido en Casa Presidencial. Por que si no hubieran existido, la respuesta que de la Oficina de Información y Respuesta OIR de Casa Presidencial hubiera tenido que ser que los documentos requeridos no existen. Además, para declarar reservada una información, se supone que había que revisar y analizarla. Por tanto, tiene que haber existido. A menos que Casa Presidencial mintió, no solo al ciudadano sino también al Instituto de Acceso a la Información Pública.

El ciudadano se fue a la Sala de lo Constitucional y pidió un amparo contra la resolución del Instituto de avalar la reserva declarada por CAPRES.

Y en la Sala, alguien tuvo que haber tenido el presentimiento que algo raro estaba pasando con esta información. Por esto, la Sala tomó una medida poco usual: Ordenó a Casa Presidencial a entregar todos los archivos relacionados con los viajes de Funes y su esposa a la Sala, en una especie de custodia para resguardar su seguridad y evitar que se desaparezca o altere. Vaya olfato que tuvieron los ‘magníficos’ – como si ya conocen tus mañas, Marcos…

Y cuando ustedes nunca entregaron los archivos, la Sala les pone un ultimátum de tres días. Con amenaza de sanciones penales. Vaya, babosada.

Y en este momento, Casa Presidencial dice: Fíjense, no podemos encontrar los archivos. No existen. Vos decís una cosa, el vocero presidencial Eugenio Chicas dice otra, el presidente, como es usual, no dice nada – pero al fin queda claro: no cumplen con la entrega ordenada por la Sala de lo Constitucional, alegando que los archivos no están en poder de Casa Presidencial. Se perdieron, se quemaron, se fueron volando, alguien los robó, se traspapelaron – ¿quién sabe? En una Casa Presidencial administrada al estilo de Marcos Rodríguez o Hato Hasbún todo es posible…

Ahora hay dos hipótesis – y ambas involucran delitos cometidos en Casa Presidencial. Me gustaría saber cuál es la verdad.

La primera: Cuando en 2013 empezaron se pidió toda la documentación de todos los viajes de Funes y su esposa, alguien en CAPRES se asustó, porque sabía esta información, si salía a la luz pública, iba a causar un problema político y posiblemente legal serio al presidente. Por tanto, alguien tomó la decisión de destruir la documentación. En este caso, la declaración de reserva fue una medida para encubrir el delito de haber destruido la documentación – delito cometido, a su vez, para encubrir algo grave.

La otra hipótesis es al revés: Llega la solicitud del ciudadano, revisan la documentación y deciden: No puede salir a la luz, hay que declararla reservada. La declaran reservada, el Instituto les hace caso. Parece que el problema se resolvió.

Pero no: El ciudadano no se rinde y va a la Sala. Los magistrados de la Sala, ‘obedeciendo a la oligarquía’, ordenan a CAPRES entregar la documentación a la Sala, para revisarla y para resguardarla. Alguien se asusta en Casa Presidencial y destruye o esconde la documentación.  En este caso, el delito de destrucción de evidencia se comete porque no les funcionó la estrategia de declararla reservada.

En ambos casos, se cometieron delitos, y me cuesta creer que el hombre que en el 2013 fue subsecretario de transparencia y ahora es secretario presidencial de transparencia, no tenga nada que ver.

Algún día la verdad saldrá a la luz: tanto la relacionada con los viajes de Funes que quieren esconder, como el enigma de los archivos perdidos. También la verdad sobre el Masferrari y los zapatos del presidente.

Saludos,

e2b99-firma-paolo 

(Mas!/El Diario de Hoy) 

jueves, 3 de marzo de 2016

Observador político: ¿Cuál es el escándalo?

Las escenas del strip tease en el penal de Izalco pueden ser de muy mal gusto, pero ojo: La disco móvil y el show de bailarinas no matan. Podemos todos estar de acuerdo que este tipo de eventos no son admisibles en una cárcel, pero no podemos darnos el lujo de indignarnos más de este video que de los 25 homicidios que ahora tenemos todos los días, cuando en septiembre del 2012 (una posible fecha de la grabación del video) tuvimos 158 homicidios (o sea, 5.1 al día); y en agosto del 2013 (la otra posible fecha de la fiesta de Izalco) tuvimos 242, o sea 8.06 al día.

Y estos números no fueron flor de un día ni de 1 ó 2 meses, sino representan el promedio de estos años. Los 24 meses del 2012-13 mostraron un promedio diario de 7 homicidios. Esto no le quita nada a lo asqueroso de un show strip tease en un penal, ante cientos de hombres sedientes de sexo – pero pone el problema en su justa dimensión. El país no está en una crisis de seguridad al borde de caer en una crisis humanitaria debido a unas muchachas desnudas bailando en el penal, tampoco debido a la tregua (de la cual esta fiesta nunca fue parte) – sino debido al fracaso de todas las políticas de seguridad ‘post-tregua’ de los gobiernos de Funes y Sánchez Cerén.

Está bien que hechos como la fiesta de Izalco haya sido denunciada y que sea investigada. Es obvio que ahí se violaron el buen gusto y la ética. La fiscalía debe determinar si además se violaron leyes. Pero otra cosa es usar la indignación sobre estas chocantes imágenes para desacreditar el trabajo de los mediadores y su intento de convertir una tregua entre pandillas en un genuino proceso de reducción de violencia, con participación de la sociedad civil, el sector privado, los liderazgos comunales, las iglesias, alcaldías y el servicios públicos del Estado en las comunidades. La intención (y ahí se unen voceros del FMLN con otros de la oposición) es vetar que ante el evidente fracaso total de la guerra frontal contra las pandillas surjan alternativas que incluyen el diálogo y la inserción. Para esta intención, los videos de Izalco son un regalo de Dios – o mas bien de las entrañas del aparato de inteligencia que los filtró. Y no serán los últimos.

NADA QUE VER CON LA TREGUA
Me consta que los mediadores y sus equipos de trabajo no tuvieron nada que ver con hechos como la fiesta nudista en Izalco y otras que se dieron en muchos penales antes, durante y después de la tregua, debido a la corrupción existente en Centro Penales, y debido al oportunismo con el cual todos los gobierno (de Flores hasta el actual) han buscado canjear ciertos beneficios para los pandilleros presos contra cortos períodos de calma y, sobre todo, contra apoyo electoral.

Los mediadores de la tregua, monseñor Fabio Colindres y Raúl Mijango, y sus colaboradores trabajaron de manera diferente. Quiero explicar dos diferencias de fondo: 1) Fueron los primeros que entraron en diálogo con los cabecillas no buscando réditos electorales ni reducciones coyunturales de la violencia, sino buscando romper la escalada de violencia y abrir caminos a la reinserción; 2) no ofrecieron nada a los reos que no les corresponda por ley y por decencia de un sistema democrático. Más bien los retaron que, antes de pedir algo, muestren su voluntad de conducir sus pandillas a abandonar la violencia.

Concesiones a los reos como fiestas con bailarinas desnudas nunca fueron parte del concepto de la tregua. O sea, no fueron parte de los cambios en los penales que los mediadores gestionaron ante el gobierno para crear un clima mas favorable para la tregua.

Los equipos de mediación propusimos y conseguimos cambios como:
-reunificación de los internos con sus familias, sobre todo sus hijos, que muchos de ellos no los habían podido ver por años;
-esto incluyó también más oportunidades de visitas conyugales. Que esto fue aprovechado para meter prostitutas, no es extraño dado el grado de corrupción en centros penales.
-acceso a noticias, periódicos, libros. En este contexto se gestionó la instalación de plasmas, más o menos 1 por cada 200 reos, para entretenimiento e información.
-actividades culturales; formación de grupos de música, teatro, danza, pintura. Yo sé que muchos dirán: ¡DANZA, miren los videos! Pero no: hubo (y espero que sigan existiendo) grupos serios de danza artística en varios penales;
-mejoramiento de la asistencia de salud; mejor salubridad en los penales (agua, basura, limpieza, reparaciones de sistemas de desagua, ventilación, etc.)
-mas proyectos productivos en los penales;
-acceso de los medios a los penales.

¿Esto ha desnaturalizado el carácter de la pena y convertido las cárceles en hoteles? De ninguna manera. Cualquiera que ha visitado los penales, en su extrema situación de hacinamiento y abandono, puede testificar que la vida en ellas por nada es envidiable. Sigue siendo un infierno. Invito a los religiosos, embajadores, empresarios, periodistas que han podido visitar los penales durante la tregua que digan en público lo que vieron y olieron. No se callen ante la campaña de mentiras.

Todas estas medidas arriba mencionadas juntas definitivamente aportaron a la creación de un clima más favorable para el diálogo, para la gestión de acuerdos tendientes a reducir la violencia en los penales, en las escuelas, en el transporte público, etc. El resultado: tasas de homicidios que ya no subieron de un promedio de 7 al día; ausencia total (por casi 2 años) de asesinatos de policías, soldados, custodios y sus respectivas familias – cosas que hoy vemos casi diarios; recuperación de la paz en muchos centros escolares y suspensión del reclutamiento forzoso de alumnos. Inicio de pláticas y experimentos locales de reducción de extorsiones.

EL DESMONTAJE DE LA TREGUA
Todo esto empezó a revertirse cuando en junio del 2013 el gobierno de Funes une fuerzas con el fiscal general Martínez para desmontar todos los mecanismos de la mediación que eran indispensables para mantener sostenible la tregua. Y esto no fue culpa de orgías en los penales u otros excesos que se pueden haber dado durante la tregua, igual como se dieron antes y después de ella. El nuevo auge de violencia que se comenzó a gestionar a finales del 2013 y que culmina en el 2015/16, no es culpa de la tregua, sino de la forma torpe e irresponsable en que la boicotearon y desmontaron Ricardo Perdomo, Luis Martínez, Benito Lara, Hato Hasbún, Mauricio Landaverde y Howard Coto – para sustituirla con la declaración de una guerra frontal de la cual ninguno de estos señores tiene idea como ganarla. No es culpa de los mediadores, que pueden haber cometido errores, pero que nunca fomentaron actos de violencia, ni dentro de los penales ni en los barrios – es culpa de políticos del FMLN y también de ARENA que quisieron ganar elecciones prometiendo mano dura y satanizando la tregua.

Así que, cada cosa en su dimensión. Investiguen el escándalo de Izalco o cualquier otro abuso en el sistema penitenciario. Si hay delitos, castíguenlos. Pero no usen estos escándalos y el morbo que despiertan para desviar la atención de los verdaderos escándalos en Seguridad Pública: la tensión interna en la PNC; los operativos de exterminio contra sospechosos de ser miembros o colaboradores de las pandillas, como por ejemplo la masacre de San Blas; la pésima situación humanitaria y de hacinamiento en las bartolinas y los penales; la militarización de la operatividad de la PNC; las deficiencia de investigación en PNC y FGR; los obsoletos conceptos de redadas; la falta de liderazgo de Casa Presidencial, donde el presidente delega las cosas más importantes a sus asesores más ineptos…
(El Diario de Hoy)