jueves, 27 de diciembre de 2007

TRES SALIDAS EN FALSO


S
uficientes resúmenes del año han sido publicados. No hace falta otro. Voy a limitarme a resaltar algunos eventos/procesos con potencial de cambiar el mapa político del país:

1) La salida en falso de Mauricio Funes y Leonel González en la carrera presidencial. En deporte, la segunda es la vencida. No aplica en este caso, porque empezaron a correr tan temprano que aún no había nadie en el estadio, ni competidores, ni público, ni jueces. Por esto nadie los sancionó. Sólo que cuando toque la salida de verdad, contra competidores reales, ellos ya estarán agotados.

Pero broma aparte: El FMLN necesita este tiempo extra --y con gusto paga su costo-- para lograr transformarse de oposición maximalista y ortodoxa en contendiente real por el poder, por primera vez.

Una vez eliminada toda oposición interna de sectores renovadores y reformistas, el candidato "civil" Mauricio Funes facilita a la cúpula del FMLN la adopción de posiciones reformistas y pragmáticas, necesarias para poder competir exitosamente en elecciones presidenciales. Con Héctor Silva hubieran podido ganar, pero con él el ala renovador hubiera tomado control del partido. Con Mauricio no existe este peligro, porque ya no existe ala renovador.

2) El intento de Arturo Zablah de convencer al FMLN a construir una amplia alianza. Se abortó con la nominación prematura de Funes. Su plan B --abrir una vía alterna al cambio y a la alternancia-- también se frustró. Dejando colgados de la brocha a sus potenciales socios en CD y FDR.

Con esto se confirma la incapacidad de la izquierda socialdemócrata de articularse como fuerza política. Existe, tiene fuerza e influencia como corriente de pensamiento, pero no logra competir por el poder.

3) La tercera salida en falso, la de René Figueroa, provocada por un tiro de salida falso a manos de Ana Vilma Escobar, también se frustró. Tiro por la culata: En vez de continuismo, habrá un viraje estratégico en ARENA, una apertura, un posicionamiento nuevo como partido reformista del centro...

Aunque al final de este año, ARENA aún está buscando construir consensos sobre su apuesta estratégica y su fórmula, ya está clara la dirección de su viraje.

4) La toma de control de la Universidad de El Salvador por parte del FMLN, que tomó partido en las elecciones universitarias, las ganó, puso rector, y ahora está en el escaparate: Quien quiere ver lo mal que gobierna el Frente, ya tiene dos ejemplos a estudiar: la alcaldía de San Salvador y la UES.

El FMLN va a tratar de contrarrestar estas manchas con una maniobra audaz y muy pragmática: Sacrificar a la fracasada alcaldesa Violeta Menjívar y ofrecer un concejo capitalino plural, con participación de profesionales independientes y otros partidos de izquierda, con un candidato a alcalde externo. Alguien como Héctor Silva o Héctor Dada. Si van solos, de cualquier manera pierden la capital, y con esto las presidenciales. Entonces, mejor ofrecer un escaparate nuevo: "Vean, somos capaces de ser flexibles, abiertos y plurales"…

5) La salida de Will Salgado es el inicio del fin del PCN, por lo menos en su rol parasitario de proveedor de mayorías. Con Salgado en el PDC, serán Rodolfo Parker y Ana Guadalupe Martínez con quienes habrá que hablar de gobernabilidad. Aunque a muchos no le guste, por lo menos será gobernabilidad concertada, ya no la gobernabilidad comprada al PCN. Y esto independiente de quien sea el residente de Casa Presidencial.

6) El "efecto Tony Saca". Saca sigue siendo el político más popular del país. Y por una sola razón: sus políticas sociales. Lo que sólo logrará capitalizar a favor de su partido si decide apoyar al viraje y sintonizarse con el nuevo discurso que adoptará el candidato. Las 19 medidas sociales de su "Alianza para la Familia" (nombre equivocado para políticas correctas) apuntan en esta dirección, y seguramente tendrá otros panes en el horno. Sorpresas incluidas.

7) Suchitoto, 2 de julio. La realidad detrás de los discursos. Demostraciones de fuerza del FMLN y del aparato de seguridad del Estado. Se exhibe el potencial y la disposición a provocar violencia. El Frente feliz por tener presos políticos. El gobierno feliz por poder aplicar su ley antiterrorista. Los moderados de los dos lados apartados de las decisiones y obligados a asumir el discurso bélico de los halcones.

¿Ya es cosa del pasado, ahora que todos hablan suave? Será pasado cuando en ambos bandos los candidatos y las direcciones digan públicamente: "Suchitoto fue un error, no volverá a pasar".

(Publicado en El Diario de Hoy)

miércoles, 26 de diciembre de 2007

NO HAY DERECHO AL PODER

Alternabilidad, alternancia..., palabras mayores en estos días. Con razón, se trata de la esencia de la democracia: Todos tienen la posibilidad de llegar al poder, siempre y cuando el pueblo así lo decida en elecciones.

Pero esto no significa que todos tienen derecho a gobernar. En la democracia no hay ninguna regla que diga: Hoy le toca el turno a quien nunca ha gobernado. Hay quienes nunca van a gobernar, porque nunca van a ganar elecciones, Por suerte. ¿O queremos que le toque el turno nuevamente al PCN? Y esto, que algunos nunca van a gobernar, es inherente al concepto de la alternabilidad democrática.

El simple “hoy me toca a mí” no es argumento. No hay turnos que reclamar.

El hecho que en El Salvador ARENA esté gobernando de manera permanente, no es muestra de la falta de alternabilidad. Más bien de la falta de alternativa. La culpa no tiene ARENA, sino la izquierda que es incapaz de proyectarse como alternativa viable.

En democracia, la aspiración de quedarse en el gobierno –incluso por quinta vez- es tan legítima que la aspiración de la oposición de llegar al poder.

Además hay otro malentendido: que sólo desde el ejecutivo se puede poner en práctica las ideas programáticas de su partido. Esto es así mientras la concepción de oposición es obstrucción. Pero en una cultura política donde oposición incluye propuesta, concertación, negociación y niveles de corresponsabilidad, gobernar no es la única forma de producir cambios, reformas y avances.

Hay otra palabra que todos usan: cambio. Viene el cambio, dice el FMLN, mientras Arturo Zablah y el FDR hablaron de construir una alianza para el cambio. En la cual querían que participe otro partido que incluso adoptó la codiciada palabra y marca en su nombre: Cambio Democrático.

Palabras como el cambio son putas, no son amantes leales. Van con cualquiera. No tienen dueños. Esto ya lo tuvo que aprender Schafick Handal, quien pensaba que la palabra cambio fue inventada para o por él. Gran sorpresa, cuando un señor arenero le quitó la bandera anunciando: ¿Cambio quieren? Pues,¡que bueno, el cambio soy yo!. Y ganó.

Hoy, aun más que en el tiempo de Schafick, la gente demanda cambios. Todas las encuestas lo confirman. Y nuevamente hay quienes se confunden y piensan que quien más y más alto grita “¡cambio!”, convence a los ciudadanos que quieren cambio. Afortunadamente, no es así. Los ciudadanos que quieren cambio, esta masa crítica de la sociedad, no pregunta quién promete más cambio, sino quién tiene capacidad de producirlo. No es la cantidad y radicalidad de cambios prometidas que gana votos, sino más bien la factibilidad de los cambios que le gente ve que alguien puede producir.

La izquierda -cierta clase de izquierda- tiende a adolecer de una enfermedad que afecta de manera misteriosa su capacidad de análisis: la enfermedad de sentirse asistido por la historia. Antes en los manuales del marxismo producidos por Moscú esta locura de creer que la historia es de mi lado, por tanto el cambio, la transformación, siempre va a favorecer a la izquierda, se llamaba ‘materialismo histórico’. Siempre ha sido y sigue siendo un error fatal que lleva a estrategias y políticas equivocadas.

Los cambios se dan cuando la sociedad lo demanda. Y si una fuerza política no es capaz de producirlos –por más que lleve la palabra ‘cambio’ en su discurso-, lo va a hacer la otra. Simplemente porque la sociedad lo exige. Y si esta otra fuerza política es conservadora –de derecha-, en esta situación histórica se va a convertir en fuerza transformadora. El peronismo argentino es un ejemplo clásico de una fuerza de derecha que produce los cambios sociales que la izquierda es incapaz de producir. En México, cuando se agotó el régimen del PRI, el PAN tuvo que asumir las reformas democráticas porque el PRD no estaba listo para gobernar.

En El Salvador está abierto quién es la fuerza que producirá los cambios. De esto se trata de aquí al 2009.


(Publicado en Siguiente Página)

viernes, 14 de diciembre de 2007

Desayuno dulceamargo

Tengo ganas de no suspender mi suscripción al periódico El Mundo. Sería lo correcto. Hay varias razones fuertes para hacerlo. Sin embargo, voy a seguir leyendo El Mundo, por una sola –y no muy digna- razón: el morbo.

Este es el dilema: No quiero ser el único en no darse cuenta de los chambres que a diario publica El Mundo sobre la clase política. Pero detesto el chambre impreso. No hay nada mal con el chambre que te cuentan en el cafetín, en la tienda del barrio, donde el peluquero, en el gimnasio. Es la sal en la sopa insípida que a veces es la vida. Pero el chambre producido por periodistas, el que se hace pasar por información, es un atentado a la ética profesional. Es chuco, venenoso y barato.

El truco es: publicar lo que no es publicable. Aplicando las reglas básicas no sólo del periodismo sino de la decencia humana, no se puede publicar lo que alguien ha contado confidencialmente. Cualquier información que empieza con “dicen que…” es inadmisible para un periódico serio. Claro, no dicen nombres, pero el personaje siempre es identificable.

Si yo escribo: “Dicen que un periodista nicaragüense y otro de Costa Rica, que antes trabajaron juntos en otra empresa mediática…” –y de ahí empiezo a hablar que están ligados a “un grupo de inteligencia, pero que aparece en el organigrama del Estado, pero sí tiene relaciones con funcionarios del Estado…” -- ¿quién no va entender de quienes hablo y te qué cosa los acuso? Sin embargo, ante cualquier reclamo de mi amigo Lafitte Fernández, yo le voy a decir: “Pero Laffo, ¿quién dice que estoy hablando de vos? Además, a mi no me consta nada, sólo que alguna gente menciona….”

Dije que las razones de no leer El Mundo son múltiples, no sólo la tal columna de chambres. Es un periódico con muy poco información interesante. Y cuando es interesante, es poco confiable. Tiene una tendencia de agarrar llave con algunos personajes. Todo contra Orlando Mena se vale. O contra Rodolfo Parker. Los pocos reportajes y crónicas que produce El Mundo, a veces rayan a la ficción. No necesariamente para joder a alguien, sino simplemente para contar algo sin haberlo investigado bien. Muy pocas veces vale la pena leer las columnas, y nunca los editoriales.

Suficientes razones para no leer este periódico. Si no fuera por los malditos chambres de ellos y por el gusanito del morbo. Por esto, todas las mañanas abro El Mundo, y todas las mañanas me siento un poco sucio. Y un poco culpable.

(Publicado en Siguiente Página)

jueves, 13 de diciembre de 2007

Dime quiénes son tus diputados y te diré quién eres

Ya es previsible que para ganar en 2009 los dos partidos grandes se verán obligados a cambiar su discurso. Todos van a decir que quieren una nueva forma de gobernar: más moderación, más concertación, menos polarización, más diálogo, gobernabilidad democrática y consensuada en vez de gobernabilidad pactada y comprada. Muy bien. Les voy a dar el beneficio de la duda cuando vea hechos. Si dicen querer cambiar la forma de gobernar y no cambian el tipo de personas que ofrecen como diputados, es paja. Con los que ahora ocupan las diputaciones en ARENA y el FMLN, no habrá otra forma de hacer política. Por más nuevas que sean las caras de los candidatos a la presidencia.

La pésima calidad de los diputados no es accidental. No es que los partidos se hayan equivocado. Es a propósito que los diputados de ambos partidos grandes son como son: mediocres intelectualmente; sin capacidad propositiva; sin capacidad de diálogo y de construcción de consensos. Los escogieron no para pensar y debatir, sino para obedecer y reproducir líneas partidarias.

Mientras no vea una propuesta legislativa del FMLN donde Hugo Martínez será el jefe de fracción; el doctor Eduardo Espinoza el presidente de la Comisión de Salud, el ex-diputado Héctor Córdova el vocero en asuntos fiscales, el doctor Fabio Castillo el hombre en la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, el renovador Francisco Jovel vicepresidente del Congreso, y donde vea incorporados como diputados a personas de la capacidad de un Roberto Rubio o de un Alberto Enríquez (ambos de Funde), Mauricio Funes puede seguir hablando de un cambio en la forma que el FMLN hace política, y no le voy a creer ni una sola palabra.

Igual, si no veo como dirigentes de la fracción arenera a personajes de la integridad, independencia intelectual y capacidad de concertación como Francisco Bertrand Galindo, Federico Hernández Aguilar, David Escobar Galindo, Federico Colorado, Evelyn Jacir o Elena María de Alfaro, me pueden poner como candidata a la presidencia a la Madre Teresa, y no voy a creer en un cambio en ARENA.

Obviamente, para ilustrar mi tesis, estoy usando nombres conocidos, lo que no significa que los diputados nuevos que se necesitan para llegar a una gobernabilidad consensuada no puedan ser caras nuevas. Por supuesto que sí. Con tal que no sean fotocopias de los prestanombres que ahora representan a sus direcciones partidarias en la Asamblea.

Alguien va a decir: ¿Pero cómo los partidos van a convencer a gente tan independiente y crítica como Elena María de Alfaro, Roberto Rubio, Francisco Jovel o David Escobar Galindo a convertirse en diputados? ¿Cómo va el FMLN convencer que a los que ha tratado tan mal que regresen a sus filas? Esto precisamente es el centro del problema. Mientras los partidos no logren convencer a estas mentes brillantes y exigentes que no quieren seguir con lo mismo, sino construir políticas públicas y formas de gobernar nuevas, nosotros como observadores o votantes tampoco nos vamos a convencer.

Si el FMLN no es capaz de incorporar en su estrategia de cambio a las cabezas críticas de la izquierda, mejor se queden de un solo con los diputados Salvador Arias, Humberto Centeno, Nidia Díaz, José Luis Merino. Entonces, ya sabemos a qué tipo de régimen político aspira el FMLN y no nos hagamos bolas con el nuevo discurso electoral…

Y si ARENA no es capaz de convencer a la Nena Alfaro, a Chico Bertrand o a don David que vale la pena convertirse en sus líderes parlamentarios, simplemente no habrá nada nuevo que esperar de ARENA…

Sigo escéptico, pero con gusto me dejaré sorprender. De paso se haría algo muy valioso para nuestra democracia: dar más valor, más fuerza, más autoridad ética e intelectual, más credibilidad al Parlamento. Y sobre todo: más capacidad de construir políticas de nación.
Nuestra democracia es presidencialista, no es parlamentaria. Prefiero los regímenes parlamentarios, donde los ciudadanos eligen a los diputados, y los diputados eligen al jefe de gobierno, formando coaliciones si un partido no alcanza la mayoría necesaria en el Parlamento para asegurar la gobernabilidad.

Nuestra Constitución es presidencialista y no vale la pena lamentarlo. Pero esto no significa que no se pueda y no se deba reforzar el Parlamento. Ningún artículo de la Constitución obliga a los partidos a tratar con tanto desprecio a la Asamblea Legislativa, nombrando como diputados a gente mal educada, mal preparada y mal intencionada. En cambio, si realmente quieren cambio, ahí es donde menos cuesta empezar, y donde todo el mundo entiende el mensaje.
Dime quiénes son tus diputados, y te diré quién eres.
(Publicado en El Diario de Hoy)

martes, 4 de diciembre de 2007

Primeras tesis sobre Venezuela -- el inicio del fin

El fracaso de su referéndum es el inicio del fin de Hugo Chávez y su proyecto político. El coronel ya tenía más poder que cualquier otro presidente latinoamericano. Pero quería poder absoluto. Se jugo todo y perdió.Quería imponer una constitución que adopta, como ideario del Estado y de la nación, la plataforma partidaria –o más bien personal- de Hugo Chávez. La gente dijo no.
Quería una constitución que le permite quedarse en la presidencia y gobernar por decreto. La gente dijo no.
Quería una constitución que le permite el total control de los bienes del Estado y de los bienes privados confiscados por el Estado. La gente dijo no.
La gente dijo no incluso a los dulces que pensaba regalar para ganar el referéndum. La gente no es tan tonta que cree que vía enmienda constitucional se puede acabar con la pobreza, garantizar un régimen de prestaciones sociales a todo el mundo, reducir la jornada laboral. La gente dijo no, porque sabe que esto es paja.
El coronel destruyó la base de su poder extraordinario que era la incapacidad, la cobardía y la desunión de la oposición. Queriendo perpetuar e institucionalizar la impotencia de la oposición, provocó el nacimiento de una nueva oposición: los estudiantes. ¿Cómo decretar el socialismo, si no tenés de tu lado la juventud, o sea el futuro del país? ¿Cómo perpetuarse en el poder, si tenés a la juventud en las calles protestando? Que mande el coronel a preguntar en Praga, en Belgrado, en Budapest, en Varsovia… En todos estos lugares hay un montón de viejitos todavía tratando de entender qué les pasó: Tenían el control absoluto de los aparatos del Estado, del partido y de los cuerpos armados, tenían el socialismo ya decretado - y todos perdieron el poder, porque perdieron el control de la juventud. Y si todavía tiene dudas el coronel, que mande a preguntar en Santiago de Chile a la familia de su hermano en armas Pinochet…
Hugo Chávez, apostando al poder total, dio impulso a una oposición que a partir de ahora le va hacer imposible su forma de gobierno Una oposición que ya no es inepta, sino muy creativa. Que ya no es desunida y fracturada, sino plural, multifacética e incluyente. Que ya no está siendo liderada por las momias reaccionarias del sistema anterior, sino por gente mucho más progresista que Hugo Chávez.
Además, la apuesta al poder total le costó a Chávez el apoyo de muchos de sus aliados. Sectores que durante años estaban con él, se pronunciaron en contra de la reforma constitucional. Gente que ha votado por Chávez en las elecciones, en el referendo votó por el No. Gente que siempre lo ha apoyado, esta vez se abstuvo. Sin la erosión en el campo del oficialismo, el No difícilmente hubiera ganado.
En síntesis. El nuevo intento de golpe de Estado le fue por la culata. Unió la oposición y desunió a su propio campo. El inicio del fin del chavismo.
(Publicado en Siguiente Página)