martes, 30 de abril de 2013

Carta a los candidatos a la presidencia


Estimados:
Los vi a los tres (disculpe, coronel, los cuatro) en el ENADE, el foro de los empresarios salvadoreños: sentaditos, callados, y bien portados. Primera vez que los veo juntos. Y ojala no la última: Los queremos ver juntos debatiendo en televisión. Los queremos ver sentados juntos en auditorios universitarios contestando las preguntas de los jóvenes. Este reto implica un compromiso por parte de los creadores de la opinión pública: Haremos lo posible para que quien se corra del debate, pierda.

El sábado me tocó dar una ponencia frente a un grupo de ciudadanos que se definen como ‘centro’, que se proponen superar la polarización y el enfrentamiento de ideologías. Les dije que yo pienso lo contrario: El problema que tiene el país no es un exceso de ideología y polarización, sino una polarización carente de claridad ideológica. En este vacío, parece que todo se vale. Cualquier demagogia, cualquier unidad o pacto, cualquier populismo oportunista...

Esta es una razón porque necesitamos que ustedes se enfrenten al debate de ideas. Que Salvador Sánchez Cerén explique el socialismo que quiere aplicar en El Salvador. Que Elías Antonio Saca explique el contendido de derecha popular y de unidad. Que Norman Quijano explique lo de gobierno ciudadano, y cómo esto será diferente a los 20 años de ARENA. Que el coronel Rodríguez explique porqué necesitamos una cuarta fuerza.


La otra razón por la cual es indispensable que ustedes debaten en público es esta: Sea quien sea de ustedes quien llegue a la presidencia, va a tener que tomar decisiones duras y poco populares, si es que quiere hacer más que seguir administrando la miseria y la crisis. Tienen 10 meses para preparar a los ciudadanos para que, cuando asuman el gobierno y tengan que tomar decisiones audaces, las entiendan y no se asusten. Más bien que ustedes no se ahuevan y no se retracten, con el argumento de siempre: que la gente no está lista para terapias dolorosas...

Hoy en 396 días, uno de ustedes asumirá la presidencia. A nosotros nos tocará asegurar que sea el candidato que más abierto se muestre al debate, a la construcción de una gobernabilidad basada en coincidencias, por una parte, y en tolerancia para las divergencias, por otra parte. Para esto, primero hay que definir con claridad la posición propia. Quien no tiene convicciones claras -o miedo de expresarlas- no tendrá capacidad de concertar y gobernar. Lo que menos necesitamos es un gobernante que finge apertura y tolerancia durante la campaña y luego, por falta de definición ideológica y de principios claros, puede ir a cualquier lado.

Así que, señores, a debatir. Cada uno mostrando claridad de principios y voluntad de definir coincidencias. Lo más peligroso son las alianzas, unidades, pactos, donde nadie tiene claro las posiciones y los intereses de cada uno. Tanto lo del ‘buen vivir’, como lo de ‘gobierno ciudadano’ y la ‘unidad’ (entre los primos Saca, los pescados, algunos amigos de Funes, el PCN y GANA) me parecen melcochas ideológicas peligrosas, porque dicen todo y nada. Y dejen flancos abiertos para cualquier populismo aberrante.

Bueno, ya les di tareas, señores. Entiendo que esto también era el mensaje que les mandaron ayer los empresarios del país.  Tienen tiempo para cumplir: 277 días hasta la primera vuelta, y 313 hasta se segunda y decisiva.

Suerte les desea Paolo Lüers
(Más!/EDH)

sábado, 27 de abril de 2013

Carta a Mauricio Funes


Señor presidente:
No nos lleva a nada bueno armar pleito con todos que expresan dudas, críticas, preguntas y reservas a su decisión (necesaria, digo yo) de focalizar el gasto social de su gobierno para dar sostenibilidad al proceso iniciado con la tregua entre pandillas. La tregua no solo ha producido una sensible reducción de la violencia, sino ha abierto la oportunidad de atacar las raíces del problema. En esto se trata de invertir dinero. No en la tregua o "para apoyar a las pandillas", como algunos lo quieren mal interpretar.
Hace meses, discutiendo con los dirigentes de la MS-13 presos en Ciudad Barrios sobre la necesidad imperativa de convertir la tregua en un proceso de paz con la ciudadanía, les pregunté: "¿Qué esperan ustedes del gobierno? ¿Qué quieren que haga el gobierno?"
La respuesta: "Que haga su trabajo. Que haga lo suyo. Nada más."
"¿Qué significa esto en concreto?"
"¿Y acaso no es responsabilidad del Estado mantener en condiciones mínimas de dignidad humana las cárceles, con programas educativos, atención de salud, facilidades de trabajo? ¿Y acaso no es el deber del gobierno intervenir los barrios abriendo a nuestras familias y comunidades el acceso a salud, educación, deporte, agua, desagüe? Los gobiernos no han hecho su trabajo. Que lo hagan."
"¿Sobre esto quieren negociar con el gobierno?"


"Esto no requiere de negociación. Es su tarea. Que la cumplan. ¿Para qué van a negociar con pandillas lo que por ley y por decencia deberían hacer?"

Usted, presidente, y su gobierno, no tienen porqué apoyar una tregua. La tregua no es con ustedes. Es entre pandilleros que quieren parar la escalada de violencia. Usted como gobierno ni siquiera tiene que tratar de convertirse en protagonista del proceso de paz que se puede derivar de esto. Porque tampoco es con usted: Es un asunto de la sociedad civil con un sector de ella misma, que busca volver a ser parte; que quiere dejar de estar en conflicto con la sociedad.
Si el gobierno entiende la oportunidad que ahí se abre, la puede aprovechar focalizando su inversión social en las comunidades donde se originó y se sigue alimentando esta fatal espiral de miseria, exclusión, descomposición familiar y social, violencia, represión, más violencia, más persecución y más miseria. Digo 'inversión', porque al hacer esto, se resuelve un problema estructural, se construye algo para el futuro.
Esto el gobierno lo hubiera tenido que hacer hace un año, sin ni siquiera hablar de treguas y pandillas. Esto es algo que su gobierno (y el siguiente) tiene que hacer de todas formas, exista tregua o no, digan lo que digan los pandilleros o los mediadores. Hacerlo es la esencia del gobierno.
Me encanta esta definición: Que el gobierno haga lo suyo. Del resto que se encarguen los que realmente les toque: La persecución del delito –la fiscalía y la PNC. La tregua– los pandilleros. La reconciliación –las iglesias, las alcaldías, las escuelas, los ciudadanos. La creación de empleo– los empresarios. Pero urge que el gobierno al fin haga su trabajo: reformar las cárceles, que ahora son una ofensa a la dignidad humana; invertir en los barrios. Y dejar de vender como éxitos gubernamentales lo que han construido los mediadores con los pandilleros, los alcaldes, las iglesias, y algunos ciudadanos.
Cada uno lo suyo, presidente. Resulta que al final tuvo razón su ministro Munguía Payés cuando describió su rol como mero facilitador. Necesitamos un Estado facilitador, ¡pero que cumpla!
De todos modos, le felicito por la decisión de cambiar las prioridades del gasto gubernamental en función de aprovechar la gran oportunidad que se ha abierta al país para superar nuestro problema principal: la violencia. Sólo falta explicarlo bien.
Paolo Lüers
(Más!/EDH)

jueves, 25 de abril de 2013

Carta al Fiscal General de la República


Estimado Luis Martínez:
Siempre hemos querido tener como fiscal general a un hombre con los huevos puestos e independiente del ejecutivo - y una y otra vez nos hemos quedado frustrados. Siempre dijimos que necesitamos a un fiscal dispuesto y capaz de investigar y perseguir el delito más allá de lo que el gobierno de turno esté interesado y dispuesto que se investigue – y siempre nos defraudaron los hombres que los partidos llevaron a la fiscalía...

Usted es el primer fiscal que da la impresión que toma en serio esto de la independencia, y que muestra voluntad de asumir el papel de fiscalización del poder que durante décadas nos hizo falta para completar la institucionalidad democrática. Lo felicito, y le aseguro que muchos que trabajamos en la generación de opinión pública, no lo vamos a dejar solo.

Tengo la impresión (sólo basada en lo que usted ha expresado en público recientemente) que tal vez en el afán de marcar territorio y dejar claro que este nuevo fiscal no obedece a lineamientos del gobierno, usted puede equivocarse y correr peligro de llevarse de encuentro lo poco bueno que este gobierno está haciendo. Me refiero a sus comentarios sobre la tregua que clasificó de “hipócrita” mientras los pandilleros dejen de cometer crímenes contra la población.

Cuando usted dijo esto en televisión, inmediatamente todos los detractores de la tregua (y de la decisión del gobierno de crear condiciones favorables para que se sostenga y se convierta en un proceso de paz) te aplaudieron frenéticamente, pensando que ahí se les presentó un aliado poderoso. Creo que se comieron sus ansias y festejaron antes de tiempo. Apuestan a que usted, para reafirmar su independencia del gobierno, hará lo necesario para hacer fracasar la tregua.

Son embargo, estoy convencido que usted no va caer en esta trampa. Para alguien responsable la independencia no significa que por principio tiene que oponerse al gobierno y obstaculizar sus planes, aun cuando son acertados. El que realmente es independiente, tiene la solvencia de concertar con los poderes, porque no corre peligro que al estrecharles la mano le agarren el codo – y el ama..

Nosotros los periodistas y columnistas enfrentamos el mismo dilema: Por oficio tenemos que ser independientes y críticos al gobierno - ¿y qué hago si de repente hay un punto de coincidencia y mi conciencia me obliga a apoyar al gobierno en un asunto de interés nacional? ¿Me mantengo al margen y seguro que nadie me va a acusar de haber abandonado la independencia? ¿O hago lo que hay que hacer, digo lo que hay que decir, con el peligro que digan: “Al fin se vendió al gobierno - ¿cuál independencia?”

La tregua y la oportunidad que se abrió con ella para iniciar al fin un proceso que nos lleve a construir la paz social es uno de esto puntos donde tenemos que probar que nuestra independencia es suficiente sólida, basada en principios y no en cálculos de posicionamiento. Suficiente sólida para aguantar tomar decisiones audaces y construir alianzas audaces.

Como ya le comenté en twitter: Usted tiene la tarea de perseguir el crimen. Nosotros que estamos metidos en hacer sostenible la tregua y llevarla a proteger a toda la ciudadanía, asumimos la tarea de reducir y prevenir el crimen. Las dos tareas pueden ser conflictivas, pero nunca excluyentes. Juntos, señor fiscal, buscaremos cómo resolver este dilema.

Le saluda con mucho respeto Paolo Lüers
(Más!/EDH)

martes, 23 de abril de 2013

Carta a los areneros


Estimados amigos:
¿A quién se le ocurrió esta idea de penalizar el transfugismo? O más bien: ¿Cómo es posible que si alguien tiene una propuesta tan descabellada (cosa que pasa en las mejores familias), esta pase por todos los filtros de un partido político y se convierta en propuesta oficial? No me explico porqué no hubo nadie en la fracción o en el COENA que paró esta locura antes de que todo un partido se hizo el ridículo. Pero así pasó...
Es ridículo pensar que el problema que sufre ARENA –la deserción de sus diputados– tenga solución jurídica o penal. La lealtad y la unidad pasan por construir confianza, visión compartida, espacio de debate interno, y una cultura que permita criticar y disentir sin perder la cohesión. No pasa por amarrar a sus diputados haciéndoles firmar pagarés o amenazarlos con echarlos presos.
Si un partido postula candidatos a diputados para evitar que, al no postularlos, se resientan y se vayan con otro partido, siempre será sujeto a extorsión, traición y deserciones. Parece que esta lección ya la aprendieron, tarde pero tal vez a tiempo. Por lo menos a nadie se le ocurrió a ofrecerle a Pancho Laínez un lugar en la formula presidencial, ni a otros que de manera sutil amenazaron con irse con Saca si no los tomaban en cuenta... Sin embargo, la última planilla de diputados la hicieron con este criterio: mejor integrarlos para que no se vayan...

En vez de andar proponiendo leyes absurdas para penalizar la deserción, dedíquense desde ya a componer una planilla de diputados y un plan legislativo coherente para el 2015, poniendo candidatos no para comprar su lealtad, sino por su capacidad profesional, su criterio de independencia e integridad, y por su capacidad de interlocución con la masa crítica de la ciudadanía.
No se atrevan a ofrecer nuevamente una pandilla de legislativa con las mismas caras. Si no logran entusiasmar a por lo menos una docena de profesionales jóvenes a apostar a su partido y a la Asamblea para cambiar la manera de hacer política, prepárense para una victoria del abstencionismo en 2015, por lo menos entre la juventud. Y esto no es una tarea que pueden dejar para el último minuto: Para convencer a los jóvenes, tienen que empezar desde ya, cambiando radicalmente la manera de conducir la fracción legislativa. Tienen diputados que pueden enfrentar este reto, pero no les están dando el espacio que necesitan para convertirse en la cara nueva y convincente de ARENA.
Y en vez de presentar leyes absurdas, trabajen desde ya en preparar el terreno para la reforma indispensable: la elección de diputados por distritos. Es la único cura segura al problema que sufre nuestra democracia representativa: que los diputados no representan a una población específica que les exige rendición de cuentas.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

sábado, 20 de abril de 2013

Carta a María Teresa Simán Siri


Estimada amiga:
Publicaste el jueves una carta abierta a Beatriz, la mujer en el ojo del huracán del pleito universal sobre el aborto. Ella, me imagino, tiene otros problemas más vitales que andarte contestando esta carta en la cuál le imploras: "¡Beatriz, no lo mates!". Te contesto yo.
Lo bueno de tu carta es que no te vas por la parte jurídica, sino por el dilema humano en que se encuentra Beatriz: el peligro de su propia vida versus el derecho a la vida de un feto que está creciendo en su vientre, pero sin cerebro.
Voy a hacer lo mismo: hablar del drama humano detrás de esta noticia y de este pleito entre ideólogos de dos campos enfrentados: los que luchan contra el aborto, y los que luchan por el derecho de la mujer de decidir sobre su cuerpo. El lado legal, que lo definan los jueces. Los diagnósticos, que los hagan los médicos. Hablemos del drama humano.
Yo respeto tus convicciones. Si tu conciencia te obliga a no abortar un embarazo jamás, ni siquiera cuando mantenerlo puede poner en peligro tu propia vida; y tampoco cuando los médicos te dicen que tu niño nacería sin cerebro - esta es una posición de principios valiente, consecuente, hasta admirable.
Lo que no puedo respetar es que tú -o cualquiera- se arrogue el derecho de exigir (e incluso imponer) que cualquier otra mujer que se encuentre en estas circunstancias dramáticas, tome la misma decisión - o sea obligada por el Estado a mantener el embarazo.
Me espanta e indigna cómo Beatriz, enfrentada al drama más profundo y existencial de su vida, es usada por los radicales en las cruzadas en pro y en contra del aborto. No me gusta cómo los que abogan por el derecho al aborto usan el caso de Beatriz. Y no me explico de dónde ustedes sacan el valor y la prepotencia de hablar de esta manera a una mujer que no conocen, por tanto no pueden entender. "¡No lo mates!" es un imperativo categórico. Así solo puede hablar un dios, pero no una persona humana a otra...
No sé qué debe hacer Beatriz. Sólo ella y los médicos de su confianza pueden decidirlo. Todo lo demás es barbarie. Poner a otros médicos que no son de confianza de la paciente, que ni siquiera la conocen, a dar diagnósticos y recetas en medios de comunicación, es inhumano. Poner a diputados y jueces a decidir desde sus oficinas, es inhumano.
No sé cómo van a salir los magistrados de la Sala de este reto que les han lanzado. No hay solución jurídica a este dilema humano.
Lo indignante es que las únicas que quedan atrapadas (y posiblemente destruidas) en este tipo de dilemas, son las mujeres con escasa educación y escasos recursos. Y los fanáticos de ambos lados de la batalla sobre el aborto suelen venir de familias que resuelven este dilema lejos de las clínicas públicas nacionales, que necesitan un fallo judicial para efectuar un aborto - lo resuelven en clínicas privadas en países con legislación más liberal.
Hay una frase en tu carta que tengo que reclamarte: "La vida es un don, un gran regalo que no depende de ser rico o pobre." Discúlpame, pero esto sólo lo puede decir a una mujer que no es pobre. Teológicamente puede ser cierto, pero por efectos de la vida real de Beatriz, es una mentira. No te conozco, María Teresa, pero conociendo a tu familia estoy seguro que no es cinismo que te movió a escribir esta carta tan categórica, sino tu profunda convicción religiosa.
Pero por favor, cuando ores, no cierres tus ojos a la realidad de otras mujeres.
Con todo respeto, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

jueves, 18 de abril de 2013

Columna transversal: Fase eliminatoria


Es muy temprano para esperar que las encuestas nos indiquen quién va a ganar las elecciones. Demasiadas cosas pueden pasar en los 10 meses que faltan para llegar a las elecciones en febrero del 2014. A esta altura, ni siquiera están bien definidos los proyectos políticos que están compitiendo por el voto. Por lo menos no los dos que se disputan la mayoría de votantes indecisos: ARENA y Saca. El proyecto político del FMLN está bastante definido: un poco discurso de Rafael Correa (el 'buen vivir') y Lula, y en la sustancia una amalgama de Castro y Chávez. Sin embargo, esto influye poco en el proceso electoral, porque casi ya no existen indecisos que este proyecto de izquierda conservadora puede atraer. Los indecisos que realmente van a definir estas elecciones, están sin decidirse entre ARENA, Saca y la abstención.
Donde sí tienen importancia decisiva las encuestas que están saliendo ahora que el elenco de candidatos está completo, precisamente para definir o redefinir las respectivas estrategias y los contenidos de las tres campañas.
Olvidémonos de todas las encuestas hechas antes de que Saca entrara en la jugada. La primera encuesta relevante es la que acaba de salir: la que la firma mexicana Mitofski realizó para TCS. Lo que más llama la atención (los números para la primera vuelta, según los cuales Quijano lleva ventaja sobre Sánchez Cerén con 33 puntos contra 32 y con Saca como distante tercero con 18 puntos), es lo menos relevante. Estas elecciones entre tres candidatos no se definirán en primera vuelta, sino en la segunda. Y ahí la encuesta se vuelve interesante y relevante. Según los números de Mitofski, si la segunda vuelta fuera hoy, Quijano vencería a Sánchez Cerén con mayoría contundente, con 61 contra 39 puntos. Norman Quijano también ganaría a Saca, pero con menos margen: 55 contra 45. Y con precisamente la misma proporción de 55:45, Saca ganaría en segunda vuelta a Sánchez Cerén.
Esto confirma un cuadro algo complicado: Para ARENA, el adversario principal parece ser el FMLN, por el hecho que están empatados en primera vuelta; pero en la decisiva segunda vuelta la fuerza que más peligro constituye para Norman Quijano es la que está construyendo Elías Antonio Saca. La ventaja que en este momento Norman Quijano tiene sobre Saca son solamente 10 puntos, y Saca obviamente tiene potencial de crecimiento. Sobre todo cuando, al final de su gobierno, Funes apuesta su capital político en apoyo a Saca.
En cambio, según Mitofski, Norman Quijano lleva una ventaja sólida de 22 puntos sobre el candidato de un FMLN, quien además tendrá relativamente poco espacio para crecer, porque ya casi topó con su techo electoral, y con la gran mayoría de los indecisos fuera de su alcance.
En conclusión, ARENA tendrá que llevar para la primera vuelta, o sea de aquí hasta febrero, una campaña destinada principalmente a un propósito: que Saca no llegue a la segunda vuelta. Tiene que disputarle cada centímetro de espacio que intenta ocupar Saca.
Tiene lógica política ver el mayor peligro en Saca: La mayoría de los votantes de Saca son conservadores y votarían, en una segunda vuelta entre el FMLN y ARENA, por el candidato de derecha. En cambio, muchos de los votantes del FMLN, al quedarse sin candidato propio para la segunda ronda, votarían por Saca para no permitir el regreso al poder de ARENA. Para ARENA, el adversario a eliminar en primera vuelta se llama Saca.
Para el FMLN, el mejor de los mundos sería poder eliminar en primera vuelta a Norman Quijano. Pero como esto parece más difícil que eliminar a Saca, el FMLN se verá obligado a desmarcarse de Saca y sus partidos satélite.
De repente Saca se verá atacado por ambos lados. Cosa que incluso él mismo provoca con su discurso contra la polarización y contra el bipartidismo. Aunque en el pasado, cuando era el dueño de ARENA, Saca era el principal protagonista de la partidocracia, ahora el discurso contra la partidocracia es su único camino viable frente a las dos grandes maquinarias. Si lo lleva al extremo, Saca se mete en un sandwich muy incómodo, muy a pesar del pacto original con el Frente que se llama 'Todos contra ARENA'.
Lo más probable (y para este analista lo más deseable) es que Saca quede eliminado. Sería la sabia respuesta de la ciudadanía a una 'tercera opción' que no es auténtica: Se trata de un impostor llenando el vacío que la polarización ha dejado abierto en el centro. Al final, las aguas regresarían a su cauce luego de los accidentes históricos que pasaron en la izquierda (Funes) y en la derecha (Saca). Y estas dos fuerzas, tal vez no en el 2014, pero con toda certeza a la larga empezarán una competencia por la reforma y la modernización. Esta competencia será el motor del progreso.
 (El Diario de Hoy)

Carta al magistrado Araujo


Estimado Walter:
Entiendo que cuando un magistrado de nuestro Tribunal Supremo Electoral viaja a Venezuela para observar las elecciones, tiene el deber de emitir al final un reporte sobre lo que ha observado. Nos debes tu juicio: ¿Fue limpio o no el proceso electoral? ¿Ganó legítimamente Nicolás Maduro o tiene razón el candidato opositor en exigir un recuento voto por voto? Para esto te mandamos a Caracas, magistrado. Y que no sea un reporte confidencial al TSE sino abierto al público que pagó el viaje...
Durante el día electoral recibimos de parte tuya mensajes contradictorios vía twitter. A una hora de haberse abiertos los locales electorales tú escribiste: "A las 10:10 a.m. Proceso sin incidente importante alguno!!!"
Note: hablaste del 'proceso', muy en general. Por esto te escribí, siempre en twitter: "Mejor no haga estas afirmaciones, Walter. Hay bastantes denuncias...
Tu respuesta inmediata: "no puede inventarse los problemas, He visto un proceso ordenado y eficiente al menos hasta las 12:34".
Y luego, durante todo el día, mensajes tuyos como estos: "El proceso, se ha comportado ejemplarmente, en orden, en tranquilidad, se reconoce por oficialismo y opositores!!" -- "Ojalá no me regañe Paolo Lueers, o como se escriba, pero esto está tranquilo my en paz!!!' - "El proceso, se ha comportado ejemplarmente, en orden, en tranquilidad, se reconoce por oficialismo y opositores!!" Este último cuando los voceros de la campaña opositora ya estaban, por todos medios, denunciando irregularidad de todo tipo...


Y más noche, cuando en Caracas reinaba una gran tensión porque el Consejo Nacional de Elecciones retrasaba el momento de dar a conocer los resultados, tú comenzaste en twitter a publicar cualquier cosa: un berrinche con Marvin Galeas, cuestionamientos de la credibilidad mia -y un extenso pleito virtual con el presidente de tu partido ARENA, Jorge Velado...
Estas extrañas conversaciones no puedo citar porque 'alguien' las borró de tu cuenta en twitter. No sé si se trata de un caso de hacker o de un caso de la goma de la mañana siguiente... Pero se perdieron en el ciber espacio. Tal vez mejor así...
Esta misma noche se armó en Venezuela una profunda y peligrososa crisis: La oposición presenta más de 3 mil incidentes que ponen en duda estas elecciones y los resultados dados a conocer por el CNE. El supuesto ganador primero dice que está de acuerdo que se haga un recuento total voto por voto, luego acusa a cualquiera que insiste en el recuento como golpista. ¿Y nuestro observador, el magistrado Walter Araujo? Mandando mensajes de twitter criticando a la dirección de su propio partido... Y ni una palabra sobre lo que estaba pasando en Caracas...
De paso sea dicho, Walter: Mucha de la crítica que tú haces a ARENA, tengo meses o incluso años de estarlas haciendo: la falta de democracia interna, la manera como ponen candidatos, la falta de transparencia...
Pero todo a su momento, su lugar y su tono. Desde tu hotel en Caracas, cuando todos estábamos esperando que nuestro observador nos informe (porque Eugenio Chicas no lo iba a hacer...) sobre la verdad de las elecciones venezolanas, tu nocturno pleito con tus correligionarios areneros parecía grotesco. Con razón que 'alguien' lo borró...
Entonces, Walter, nos debes la respuesta: ¿Fueron limpias las elecciones de Venezuela y los resultados publicados? Para esto te mandamos a Caracas. Y luego tendrás tiempo para definir tu relación con ARENA, con Saca y con tu cargo en el TSE.
Saludos, Paolo
(Más!/EDH)

martes, 16 de abril de 2013

Carta a mis amigos en Venezuela


Amigos:
Qué país más loco el de ustedes: Un movimiento popular 'gana' las elecciones, y nadie celebra. Maduro da un discurso, supuestamente de triunfo, y la multitud de chavistas ni siquiera aplaude. Capriles es decretado perdedor, pero se comporta como ganador. Como escribe Juan Andrés Ravell, el creador de La Isla Presidencial: "No salgo del asombro, nunca pensé que la oposición tendría un líder y el chavismo no..." Parece el mundo al revés. Uno pierde acreditándose un triunfo en las elecciones. El otro gana perdiéndolas...
Este resultado 50:49, proclamado por la autoridad electoral, es probablemente el resultado ideal para Henrique Capriles. Incluso mejor que ganar. No tiene que gobernar a una Venezuela ingobernable y en serios problemas económicos, sociales y de inseguridad; puede asumir el rol de líder incuestionable de una oposición consolidada que representa la mitad del país. Tiene que asumir el gobierno un Maduro debilitado, cuestionado en su propio campo. Tiene que manejar la crisis (del chavismo y del país) el hombre que heredó de Chávez una sólida ventaja electoral sobre Capriles de 8 puntos - y la perdió en un mes. Es más, en el momento emocional crítico de la muerte del presidente-comandante, las encuestas le daban al heredero entronizado por el moribundo una ventaja de más de 20 puntos sobre Capriles. Esta es el capital que le dejó el líder a Maduro y que hizo agua en un sólo mes.

Entiendo que ustedes están frustrados: Llegaron tan cerca del deseado momento de cambiar el país - y otra vez la historia les pide paciencia... Pero imagínense que el resultado hubiera sido al revés: 50:49 a favor de Capriles. ¿Cómo iba a gobernar Capriles contra una oposición que controla casi toda la institucionalidad del país: todos menos 3 gobernaciones, la Asamblea Nacional, la Corte Suprema, la Fiscalía...? Y lidiando con la profunda crisis financiera y social creada por la megalomanía de Chávez, el financiamiento a Cuba (Bolivia, Nicaragua, el FMLN...), por el desmontaje de la estructura productiva del país, por la corrupción...
Lo más probable es que, como no lo iban a dejar gobernar y buscar soluciones, el gobierno de Capriles hubiera ido a las elecciones de diputados en 2015 con las manos vacías. Lo más probable es que el chavismo se hubiera consolidado en el rol de oposición con capacidad de veto, y que se hubiera desecho del perdedor Maduro. Ahora están condenados a aguantarlo...
Ahora le toca a Maduro cuidarse de las conspiraciones de palacio y al mismo tiempo administrar la crisis. Si la oposición actúa tan unida e inteligente como en esta coyuntura de la muerte de Chávez, podrá arrebatarle el control parlamentario en 2015. Esto profundizaría la fragilidad con que de todas formas nació el gobierno de Maduro.
Lo que ahora necesitan ustedes es paciencia. Obviamente tienen que insistir en una auditoria y un recuento total de los votos. Tienen que denunciar todas las irregularidades y abusos del poder estatal durante la campaña y el día electoral. Pero tengan claro: Al final del día Maduro quedará en el poder. Pero no necesariamente por 6 años. Ustedes tienen una constitución que permite que a los 3 años el pueblo revoque el mandato de un mal gobernante.
A raíz de este triunfo pírrico del chavismo, lo más probable es que la oposición y el liderazgo de Capriles se van a fortalecer, y que al mismo tiempo el chavismo y el liderazgo de Maduro se va a continuar debilitando.
A esto, me imagino, se refirió Henrique Capriles en su primer discurso postelectoral cuando dijo: "Nicolás, el tuyo es un gobiernos mientras tanto..."
Saludos les manda desde San Salvador Paolo Lüers
(Más!/EDH)

domingo, 14 de abril de 2013

Lo que está en juego hoy en Venezuela


Cuando ustedes leen estas líneas, en Venezuela están decidiendo en las urnas el futuro de este país - y posiblemente también de Cuba. O confirman en el poder a Nicolás Maduro preservando el modelo chavista en Venezuela y el castrista en Cuba; o eligen al joven líder opositor Henrique Capriles, terminando la 'revolución bolivariana' que en los últimos 10 años ha financiado la continuidad de la revolución cubana.
Si cae el chavismo, al rato caerá el régimen cubano. Y sin sus padrinos en La Habana y la chequera de Caracas, es cuestión de tiempo que el FMLN llegue al punto de no poder seguir negándose al cambio, la democratización, la conversión en una izquierda plural, y el cambio generacional.
Así que yo sostengo la tesis: Quien realmente quiere que la izquierda tenga futuro en El Salvador y el continente, tiene que cruzar los dedos para que hoy los venezolanos derroten en las urnas a Maduro, a la leyenda de Chávez, al socialismo del siglo 21, y al populismo...
Si Capriles gana las elecciones de este domingo 14 de abril, saldrá derrotado no sólo el chavismo, que es el populismo del siglo 21, sino también el populismo tradicional, que arruinó Venezuela en los años 80 y 90, representado por el binomio AD-COPEI que durante décadas compartió el poder y el fruto de la corrupción. Y la tercera fuerza política que quedaría enterrada por un triunfo de Capriles es la derecha tradicional. A todos ellos los habrá vencido un grupo de políticos jóvenes que se rebelaron contra estas tres fuerzas del pasado, creando sus propios partidos y movimientos. Esta fuerza renovadora es encabezada por Henrique Capriles, Leopoldo López, Henri Falcón, Pablo Pérez y Carlos Oscariz, todos socialdemócratas con ideas liberales (o al revés, liberales con ideas socialdemócratas).
Cuando los conocí en 2008, en el primero de mis cinco viajes periodísticos a Venezuela, cada uno de estos líderes jalaba a otro lado: Falcón todavía andaba con Chávez y soñaba con democratizar al chavismo desde adentro; Leopoldo se estaba peleando con Pablo Pérez el liderazgo en el partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo; y Capriles y Oscariz en Primero Justicia. En los subsiguientes años han logrado formar una unidad plural, pero disciplinada, y un futuro equipo de gobierno sólido, que proyecta a los venezolanos incomparablemente más certidumbre, confianza, profesionalismo que los herederos de Chávez, que a duras penas y sólo por órdenes del difunto se mantienen unidos...
Yo no sé predecir qué decisión mayoritaria van a tomar hoy los venezolanos. Tampoco sé si el régimen chavista va a reconocer una derrota o va a tratar de hacer fraude en la noche larga del conteo de votos. Lo que sí me atrevo a predecir son dos cosas: Primero, si Maduro logra ganar estas elecciones, sea por voluntad popular o por fraude, no podrá gobernar sin recurrir a mucho más represión que Hugo Chávez, quien dominaba principalmente mediante su carisma. Como Maduro no tiene nada de carisma, Venezuela enfrentará tiempos difíciles de represión. Segundo, gane quien gane, Venezuela va a enfrentar problemas económicos muy serios. Hubo incluso una discusión interna si era conveniente ganar el gobierno en estas circunstancias, y si no era más inteligente dejar que se desgaste Nicolás Maduro... Por suerte, el liderazgo de Capriles no permitió a la oposición venezolana asumir una actitud tan cobarde. La respuesta de Capriles: El país merece algo mejor que un chavismo sin el liderazgo de Chávez.
Con esta actitud recta y valiente, Capriles ya logró su primer triunfo: Incluso si pierde, su liderazgo y la unidad opositora saldrán fortalecidos. En cambio, Maduro ya está en una situación de pierde-pierde: incluso si logra ganar estas elecciones, difícilmente tendrá mucho futuro.
(El Diario de Hoy)