martes, 27 de mayo de 2008

Hagan su trabajo, colegas, déjense de lamentos

No se me ocurre qué tiene que pasar –qué cosa grave, de emergencia nacional o poniendo en juego el futuro de la humanidad- que obligue al gremio de los medios de comunicación a pronunciarse mediante un campo pagado. Campos pagados los compra quien de otra manera no tiene canal de expresión. Alguien que tiene que pagar para que lo escuchen. Alguien que no tiene medio propio.

Los propietarios de los medios organizados en la Asociación de Medios Publicitarios Salvadoreños AMPS tienen periódicos, radios y canales de televisión para expresarse. Si tienen una crítica a un candidato o a un partido, les sobran oportunidades de expresarla. De hecho, lo hacen todos los días, sobre todo cuando los objetos de la crítica son Mauricio Funes y el FMLN. Y de especial manera cuando sienten amenazada la libertad de prensa.

No entiendo la razón por la cual los medios se expresan mediante el campo pagado que salió el día de martes 27 de mayo en los principales periódicos del país. Menos aun entiendo el tono llorón de parte de nos señores que constituyen el cuarto poder (que en El Salvador, ante la debilidad de los poderes legislativo y judicial, a lo mejor es el segundo...).

Los medios de comunicación, mediante el comunicado de la AMPS, condenan que Funes los haya declarado “adversarios” y lamentan que este candidato se reserva el derecho de decidir a qué medio atender y qué preguntas contestar.

No puedo creer que los más poderosos medios del país publiquen lamentos. Mucho menos que se sientan tan débiles que se ven obligados a “llamar a los salvadoreños” a defenderlos. Perdón, a “defender y fortalecer la libertad de expresión y de información”.

¿No pueden los grandes medios defenderse ellos mismos, mediante el ejercicio del periodismo, haciendo uso de su poder de generar opinión?

No hay ley ninguna que obligue a un candidato a atender a las preguntas que no le gustan. Si no lo hace, paga un precio político que a la larga es mucho más alto que el costo de contestar las preguntas incomodas.

Tampoco hay una ley que obligue a un medio a cubrir las actividades, las declaraciones, las propuestas de una candidato, mucho menos cubrirlas como él lo quiere. Pero también el medio, al no cubrir eventos y propuestas que son del interés público, paga un alto precio político, porque pierde credibilidad.

Los candidatos tienen que aprender a aguantar que los medios los interrogan, cuestionan, incomodan, critican. Y los medios tienen que aguantar que los candidatos les paguen con la misma manera. No están encima de la contienda, son parte.

Con otras palabras: Es normal y no tiene nada de malo que los periodistas y los candidatos, los medios y los partidos, se enfrentan, se critican, incluso se desautorizan mutuamente. No es que los candidatos sean actores en este deporte político y los periodistas árbitros que haya que respetar. Ambos son actores y competidores en el mundo de la opinión pública, y el único árbitro es el público (lectores, para unos, y votantes, para los otros).

Un jugador de fútbol no puede agarrar pleito con el árbitro. Lo sanciona o incluso lo saca del juego. No es así entre políticos y medios. Cualquier candidato puede armar berrinche con los medios. Y al revés. Sólo que los berrinches, si no se comunican bien al público, tienen un alto costo – para candidatos y partidos igual que para periodistas y medios.

Si Mauricio Funes declara los medios adversarios a vencer, no está atentando contra la libertad de prensa, está atentando contra sus propios intereses, contra toda lógica de campañas electorales. Son declaraciones torpes, pero no son peligrosas, a menos para él mismo. De todas formas no merecen que los medios, mediante su gremial empresarial, publiquen un comunicado irresponsablemente llorón pidiendo a sus lectores que por favor les defiendan de los enemigos de la libertad de expresión...

Quien sospecha o está convencido que detrás de las declaraciones de Mauricio Funes hay una tendencia autoritaria que, en caso de convertirse en política gubernamental, puede ser peligrosa para la libertad de prensa, que lo investigue, que lo argumente -- pero periodísticamente, no en campaña publicitaria. Para eso son los medios. Para eso se ejerce el periodismo. En vez de lamentarse en campos pagados, que manden a sus mejores entrevistadores a interrogar al candidato, que manden a sus más fogueados reporteros a cubrir sus actividades de campaña. Si no contesta, pierde. Si contesta, quien pierde o gana depende de qué buenos, profesionales, insistentes y preparados sean los periodistas. Y de qué recursos y apoyos les de su medio. Y depende de otra cosa: de la credibilidad del medio, o sea de la disposición y del valor del medio de hacer las preguntas incómodas a todos los candidatos, de buscar los peligros para la democracia y libertad en todos los partidos...

Entonces, estimados señores de los medios, ¡a trabajar en vez e llorar!

(Publicado en el blog siguientepagina.blogspot.com)

El cambio tiene que empezar en casa

“Rodrigo no levanta”, esa es la frase célebre del mes.
Una especie de acuerdo nacional. Lo dicen sus ad-
versarios en el FMLN, lo dicen los que en ARENA
querían otros candidatos, y lo dicen sus amigos, in-
cluyendo los mejores. Lo dicen incluso los que lo conven-
cieron de que se lanzara de precandidato, y tampoco son ex-
cepción los que lo impusieron como candidato. No hay otro
hecho político sobre el cual toda la nación esté de acuerdo.
Hoy lo reconfirma la más reciente encuesta publicada
por el prestigioso Instituto Universitario de Opinión Pú-
blica de la UCA. Según esta encuesta, el FMLN aventaja
a ARENA con 16 puntos en la intención de voto para pre-
sidente. 42 % votaría por el Frente, 26% por ARENA.
En vez de cerrarse, la brecha se hace más grande. Al
iniciar su campaña, Rodrigo Ávila estaba en una desven-
taja de unos 8%, ahora --con más de un mes de campaña
pública-- la desventaja se ha duplicado.
ARENA dirá que la UCA es de izquierda y que sus resul-
tados no son confiables. Pero en el fondo todos, sin excep-
ción, saben que el diagnóstico es acertado: Rodrigo no levan-
ta. Esto no significa necesariamente que Rodrigo Ávila
no puede ganar. Lo que significa es que así como se pre-
senta al elector, no provoca ninguna confianza. La gente
quiere cambio y rechaza a un candidato que percibe co-
mo garante de continuidad. Sólo hay dos maneras de
romper esta percepción: la menos radical es mantener al
candidato, pero cambiar todo lo demás; cambiar el Coe-
na, sustituyendo al Coena actual por uno de reunifica-
ción del partido; cambiar al mismo tiempo el equipo y la
estrategia de campaña; presentar un equipo de gobierno
de lujo y de inclusión, o sea las mejores mentes, indepen-
diente de su afiliación partidaria (e independiente de la
aprobación del actual presidente: por lo contrario, ten-
drían que incluirse algunos que han roto con Tony Saca).
La manera más radical de componer la situación sería
hacer todo lo anterior, pero también cambiar de candida-
to. Esto sólo es recomendable si existe un candidato que
cumple dos requisitos: tener el respaldo de toda la dere-
cha, y a que pueda enfrentar, con valentía y autoridad, a la
actual dirigencia arenera y al candidato opositor.
Las dos soluciones tienen un elemento en común, o
sea un requisito sin el cual ninguna de los dos puede fun-
cionar: un cambio limpio, radical y confiable en la direc-
ción de ARENA. No se trata que un sector desplace a otro
del poder. De nada serviría. Se trata de atreverse a insta-
lar una dirección plural, representativa, que restablezca
la unidad con un criterio muy claro: poner el interés del
país por sobre cualquier interés sectorial.
Lo que estoy diciendo no es invento mío. Lo dicen los mis-
mos areneros, en privado: fundadores, ministros, ex minis-
tros, empresarios. No logro entender por qué no se ponen
de acuerdo y actúan. No logro entender por qué ni siquiera
lo dicen en público. No puede ser que todos sean tan cobar-
des para no dar la batalla, primero dentro de la derecha, lue-
go contra el FMLN y sus candidatos Funes y Sánchez Ce-
rén. No puedo aceptar que las cosas incómodas las tenga-
mos que decir los observadores provenientes de la izquier-
da que estamos convencidos de que el país necesita una cam-
paña electoral de verdad, entre dos adversarios fuertes, que
obliga a cada uno de los electores a pensar, comparar, anali-
zar y al fin, tomar una decisión racional y responsable.
Igual como señalamos al FMLN que para convencer al
electorado de que estén listos para gobernar, produzcan
un viraje real y confiable en su partido, mediante el de-
bate abierto con resultados vinculantes que se reflejan en
su programa, sus estatutos, sus principios aprobados por
un congreso programático.
Repito: Estas elecciones las ganará quien logra trans-
formar a su propio partido. Lo voy a repetir hasta la sa-
ciedad, aunque caiga mal a los señores en el FMLN y en
ARENA, que perderían control y privilegios si estas
transformaciones se hacen con seriedad.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)

viernes, 23 de mayo de 2008

Resistencia contra la contaminación electoral

Al ministro de Turismo, Rubén Rochi, se le acabó la paciencia. Tenía ratos de proponer a los partidos, empezando con el gobernante, que dejen de hacer el país más feo de lo que ya es. O sea, que dejen de ensuciar los postes, los puentes, las cunetas, las autopistas con mares de rojo y azul. Que suspendan la pinta y pega.

Como ministro de Turismo, él tiene la tarea de vender a El Salvador como destino turístico, a pesar de los obstáculos: delincuencia, suciedad de las carreteras, playas que parecen basureros. Tarea suficiente difícil sin que le agreguen la contaminación electoral. Entonces, el ministro, ejerciendo su responsabilidad sobre la imagen del país y tratando de aplicar la idea de un gobierno con sentido común, propone un pacto entre los partidos de suspender esta práctica primitiva --y además ineficiente-- de la propaganda política. Nadie le hace caso. Por lo contrario: Su propio partido, la gobernante Alianza Republicana Nacionalista, manda a pintar los postes en frente del ministerio.

El ministro manda a despintar los postes. El partido de gobierno vuelve a pintarlos de sus colores. Un mensaje al señor ministro: Aquí manda la calle. Aquí el partido marca terreno, así como lo hace la MS (o la 18, dependiendo a cuál mara contrataron esta vez para sus acciones nocturnas...).

Siguiente paso: El señor ministro contacta a un colegio y le plantea un proyecto de resistencia ciudadana: En vez de sólo despintar los postes, embellezcamos los postes con dibujos infantiles. Tal vez los vándalos respetan la expresión de los niños. Y para movilizar la opinión pública, convoca una conferencia de prensa para presentar sus postes liberados de la contaminación electoral y para volver a hacer el llamado a los partidos a suspender esta forma de vandalismo.
La sorpresa del ministro: silencio, cero eco. El tema no pega. Nadie le hace caso, ni en el gobierno, ni en su partido, ni en los demás partidos. Ni en la ciudadanía, porque ni siquiera se da cuenta...

Este observador electoral ofrece este espacio de opinión como caja de resonancia para la loable iniciativa del ministro. Convirtamos esto en una campaña de resistencia contra la contaminación electoral. ¿Cómo? Muy fácil: Sigamos el ejemplo del ministro. Que cada uno --cada ministerio, banco, negocio, fábrica, casa, alcaldía-- adopte los dos o tres postes que tiene en frente. Que cada poste envilecido de noche por los comandos urbanos de los partidos amanezca pintado de blanco o con dibujos infantiles o artísticos, dependiendo de las posibilidades de cada uno. ¿Cuánto nos cuesta? Una pizca de responsabilidad, otra de valentía ciudadana, y una cubeta de pintura... Nada se consigue de choto, mucho menos un país digno.

Tal vez así los autoridades competentes --alcaldías, ministerios, Concultura, policía-- y los partidos se den cuenta que la población rechaza esta barbaridad. Tal vez así los partidos se convencen que, para ganar votos, mejor se dediquen a despintar los colores partidarios en vez de ponerlos. ¿Será tan utópica la idea que algún día, ojala en esta campaña, un partido inteligente ponga a sus activistas a limpiar las ciudades, puentes, carreteras en vez de ensuciarlos? A la luz del día y poniendo la cara... Muchos votarían por este partido.

jueves, 22 de mayo de 2008

El país necesita que sus veteranos de guerra caminen con la frente en alto

El domingo pasado se reunieron en Perquín unos 70 ex guerrilleros para iniciar una nueva batalla. “Los veteranos del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) nos organizamos para trabajar porque ningún hombre y ninguna mujer que ha participado de la guerra en nuestras filas viva avergonzado, marginado ni se conduzca con la cabeza baja, sino orgullosos de su aporte a la historia del país y participando del desarrollo político, social y económico que juntos hemos hecho posible,” reza en su declaración de principios.

El acta de constitución de la Asociación de Veteranos Rafael Arce Zablah lo firmaron campesinos de Morazán, cooperativistas de Usulután y profesionales de San Salvador, en representación de los miles de veteranos del ERP que participaron en distintos encuentros y asambleas preparatorias. Gente orgullosa de su participación en la organización guerrillera más combativa entre las cinco que formaron durante la guerra el FMLN. Gente que al firmar la paz regresó a la vida civil, reconstruyó sus familias, casas, fincas, negocios, carreras. Gente que ahora ejercen su liderazgo acumulado en todos los partidos políticos así como afuera de la política partidaria, en organizaciones sociales, en ONGs, en el sector empresarial, en la academia, en los medios de comunicación.

El ERP decidió disolverse casi inmediatamente después de firmar la paz, no sólo como estructura militar, sino también como organización política. Misión cumplida. Ya no necesitamos partido, ya nada de verticalismo, somos ciudadanos, somos independientes.

Después de 15 años de dispersión (y, en algunas ocasiones, de enfrentamientos, sospechas, acusaciones) los ex-integrantes del ERP (ex-guerrilleros, ex-cocineras, ex-activistas, ex-logísticos, ex-comandantes, ex-colaboradores, ex-propagandísticos...) reconvertidos en médicos, trabajadores, profesores, agricultores, contadores.... comenzaron a sentir un vacío. Un vacío emocional, una necesidad de volverse a encontrar, a volver a sentir la hermandad y la igualdad. Pero también un vacío político. ¿Qué se ha hecho este liderazgo político, esta iniciativa, esta creatividad, esta audacia, que convirtieron al ERP en una de las guerrillas más exitosas de América Latina? ¿Adónde está toda esta capacidad, que durante la guerra hizo la diferencia, ahora cuando el país más lo necesita para salir de la polarización estéril?

¿Y qué pasó qué en las versiones que tanto la derecha como el FMLN dan de la historia reciente del país los aportes del ERP quedan afuera o tergiversados?

Cientos de veteranos se comenzaron hacer estas preguntas. Y comenzaron a reencontrase. Volvieran a sentir que era mucho más lo que los unía que lo que los separaba. Que tenían una historia común – y también una responsabilidad compartida: cuidar este país, esta democracia, estas libertados que se lograron construir haciendo la guerra y haciendo la paz.

Todos coincidieron que ningún partido los representaba. Que necesitaban representarse ellos mismos.

Algunos propusieron refundar el ERP como partido. Pero la gran mayoría rechazaba esta idea. Eso sólo los iba a dividir. Cobró fuerza la idea de construir una asociación totalmente autónoma de veteranos sin fines partidarios, pero de un gran significado político. Una asociación donde la militancia política no es requisito, pero tampoco obstáculo, sea cual sea el partido. Donde la identidad compartida de haber participado, en la función que sea, de las luchas del ERP es más importante que nuestras actuales preferencias electorales.

Al primer encuentro nacional en Perquín en noviembre de 2006 llegaron más de tres mil veteranos del ERP, a pesar (o talvez a raíz) del boicot que había decretado la dirigencia del FMLN. Una fiesta de la unidad, de la independencia - y del compromiso con la paz. “Combatientes del ERP 1981-1991, contra la violencia del 2006” rezaban las camisetas que se pusieron los participantes.

En una columna en El Faro escribí sobre este encuentro histórico: “La gran sorpresa del 11 de noviembre en Perquín: Por muy dispersos que estén los veteranos del ERP, siguen siendo organizadores, militantes de causas progresistas, activistas, soñadores. De guerrilleros se han convertido en ciudadanos. Lo que el FMLN no ha podido hacer --de ‘vanguardia revolucionaria’ convertirse en expresión de la sociedad civil-- los veteranos del ERP lo han hecho, cada uno o en pequeños grupos, obligados por las exigencias de la sobrevivencia, combinados con las exigencias de su conciencia. El gran potencial de esta militancia histórica del ERP reside precisamente en esto: Son ciudadanos, no funcionan con lógica de partido, sino con lógica de sociedad, con lógica de país. (...) Y parece que todos siguen compartiendo el mismo ideario que los unió en la guerra: justicia, libertad, creatividad, pluralidad. Y sobre todo el compromiso de ser eficientes, no quedarse en teorías, no darse pajas, sino trabajar, hacer, mover, transformar.”
Los amigos en el FMLN pueden estar tranquilos: Lo que empezó en el encuentro en Perquín en noviembre del 2006 y lo que se constituyó este domingo legalmente no es un partido que competirá con ellos. Es la libre asociación de los guerrilleros convertidos en ciudadanos. Un ex-combatiente de la Brigada Rafael Arce Zablah describió los fines de esta asociación así: “No vamos a poner alcaldes, no somos partido. Pero quien en el futuro quiere ser alcalde en Morazán, del partido que sea, va a tener que hablar con nosotros si quiere ganar...”

Tranquilitos, detrás de esto no está conspirando Joaquín Villalobos, sino unos campesinos necios de Morazán que convencieron al resto de ex-integrantes del ERP que la experiencia y convivencia compartidas en la guerra eran demasiado preciosas para darse el lujo de no darles continuidad y vida ahora en unción de la paz.

Surgió una asociación de veteranos de la guerrilla que ya está construyendo relaciones con los veteranos de las otras organizaciones que en la guerra integraban el FMLN, con los veteranos del ejército nacional, con veteranos de la guerra de Vietnam. Ya era tiempo que existiera. El país, para defender y hacer sólida la paz y la reconciliación, necesita que sus veteranos de guerra caminen con la frente en alto.

(Publicado en El Diario de Hoy)

miércoles, 21 de mayo de 2008

Gobierno con sentido, por favor

Ojala que después de este “gobierno con sentido humano” tendremos uno simplemente “con sentido”. Sentido sin adjetivos, a menos que sea “sentido común”.

Urge un gobierno con sentido. No es mucho que pedir. Un gobierno que responda al sentido común. El sentido común dictaría un manejo muy responsable de publicidad. Sólo gastar en información seca. No sólo desde un punto de vista de austeridad en un momento que todo el mundo habla de crisis, sino también desde el punto de vista de la conveniencia política, de la credibilidad. La gente exige del gobierno información – y al mismo tiempo rechaza rotundamente la campaña de publicidad para elevar la imagen del presidente. Campos pagados o spots del gobierno que informan y orientan sobre adónde comprar más económico, cómo conseguir medicamentos baratos, cómo ahorrar energía - esto sería un gobierno con sentido. Lo del “sentido humano”, si no se traduce a otra cosa que ponerle una cara humana al gobernante, no tiene sentido. Además, no hace otra cosa que revelar debilidad...

Lo único con sentido que puede hacer el gobierno de aquí a las elecciones es gobernar. Sin tanta paja. Tomar las medidas que hay que tomar para evitar una crisis de abastecimiento. Donde no se puede tomar medidas para evitar el encarecimiento, tomar otras compensatorias en favor de la economía familiar. Focalizar las subvenciones, para que lleguen a los necesitados y no a todo el mundo.

Y hacer lo que se puede hacer todavía en un año para fortalecer la institucionalidad. Para que al final, a la hora de entregar el gobierno a quien haya ganado las elecciones, exista el menor riesgo posible para la estabilidad, para la seguridad jurídica, para el estado de derecho. Con esta mayoría que la derecha tiene en la Asamblea, no hay excusa de no gobernar bien en este último año. De paso sea dicho, sería el requisito indispensable para poder competir exitosamente en las próximas elecciones.

A menos que se quiera provocar una situación en la cual la solución de esta crisis, en la cual la derecha se encuentra a partir de las primarias de ARENA, sea resuelta en oposición al gobierno, al presidente, al candidato de ARENA. En otras palabras: El hecho que ARENA esté perdiendo la capacidad de renovación, no condena a toda la derecha, mucho menos al país, a conformarse con más de lo mismo. Quienes han roto con la tradición de la alternancia interna, dan pauta a que otros actúen para restablecer la ley natural que el poder es prestado. Y no está escrito en piedra que este otro sea Mauricio Funes.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)

lunes, 19 de mayo de 2008

Urge El Faro

Siempre me he cuidado de mantener muy buena amistad con mis ex-novias. No tiene sentido negar la atracción que una vez nos hizo amantes, sólo porque llegamos a sentir que nos era imposible compartir todos los días.

Hay amores que son eternos, pero no de todos los días y todo el día. Así es la cosa mía con El Faro.

Obviamente, es una declaración de amor, aunque ya no quiero escribir, semana por semana, en sus páginas. El problema con El Faro era que no logramos crear distancia. Demasiada identificación. Para mi, El Faro tenía que ser perfecto, y no lo era, obviamente. Tiene algo mucho mejor que perfección: el atrevimiento desenfadado y desinhibido de comenzar la construcción de un periodismo nuevo desde cero, sin ínfulas de perfección...

Para ellos, mis columnas tenían que ser expresión de su manera de concebir el periodismo - y yo los defraudé con mis polémicas a veces poco mesuradas, les toqué el nervio con mis críticas internas a veces demasiado exigentes y impacientes...

Hicimos bien tomar distancia. De todas formas, mi compromiso principal con El Faro ya lo había cumplido. No era mi columna, sino la ejecución, durante dos años, de los debates bajo el nombre “Encuentros-la cena política de El Faro”. Poner al Faro en el centro del debate nacional; poner el debate al centro del Faro...

Desde la nueva distancia, veo más claro el enorme aporte de El Faro a la cultura política salvadoreña: la independencia radical, sin restricciones. Cosa que los medios comerciales no pueden lograr por definición, y mucho menos los medios estatales, gubernistas, partidarios, sectoriales o comunitarios.

Con El Diario Hoy, donde hoy publico, no existen los problemas de esta exagerada identificación y falta de distancia. Más bien existen acuerdos claros que respetan las diferencias. El hecho que El Diario de Hoy me da --aparte de proporcionarme su enorme caja de resonancia-- un grado extremadamente alto de independencia como autor, no quita la necesidad que exista un medio que como tal sea verdaderamente independiente. Ese es El Faro, y por ello, lucharé por su existencia y su desarrollo, sea donde sea que yo escriba mis insignificantes opiniones.

No es un gesto de falsa humildad. La opinión, la columna, la independencia de cada uno de nosotros son insignificantes a la par de lo que está en juego con El Faro: la existencia de un medio que como tal es verdaderamente independiente.

Esto se traduce en el reto de cómo hacer este medio sostenible sin empeñar su independencia. Un medio que no es sostenible financieramente, tiene su independencia amenazada. O está condenado a estancarse en su proceso de crecimiento y profesionalización. Uno de los dos --o la independencia o el desarrollo-- está vetado, si El Faro no consigue sostenibilidad financiera. Sus directores tienen la responsabilidad de remover esta espada de Damocles que amenaza la independencia o el desarrollo del Faro, o ambos.

Me recuerdo del editorial que escribí para el último número de Primera Plana, periódico semanal que suspendimos en 1995, luego de un año de existencia, precisamente por falta de sostenibilidad. Este editorial no fue publicado, porque mis compañeros en la dirección del periódico lo consideraban demasiado amargo. Puede ser. Sin embargo, tuve razón. Escribí en el editorial de despedida que no publicamos:

“Cada sociedad tiene los periódicos que merece. La sociedad merece lo que realmente demanda. Si la sociedad salvadoreña realmente demandara un periódico independiente y crítico como Primera Plana, el periódico sería sostenible. El hecho que hay tan pocos empresarios dispuestos a invertir en este periódico; el hecho que hay tan pocos empresarios dispuestos a firmar contratos de publicidad con este periódico; y el hecho que sólo hay tres mil lectores salvadoreños dispuestos a invertir en una suscripción anual, son muestras irrefutables que no existe una demanda conciente de renovación del periodismo como la estamos tratando de hacer. No veo sentido que regalemos, con ayuda de fundaciones internacionales, a la sociedad salvadoreña un periódico que no está dispuesta a sostener. Por esto decidimos cerrar Primera Plana antes de mantenerla viva con donaciones.”

Estoy convencido que hoy, casi 15 años más tarde, la situación es diferente. En parte, porque la sociedad ha desarrollado demandas mucho más exigentes a sus medios. Y en parte, porque El Faro ha mostrado como se puede hacer mucho con pocos recursos. Deseo, de todo corazón, que la sociedad salvadoreña demanda y está dispuesta a sostener y hacer crecer un periódico como El Faro.

(Publicado en El Faro)

sábado, 17 de mayo de 2008

Disyuntiva para Funes: esconder el cáncer o erradicarlo

Cuando el 5 de julio de 2006 el activista del FMLN, Mario Belloso, aprovechó una manifestación de estudiantes para apostarse con un M-16 frente a la UES y asesinar a dos policías, participé en “Compromiso Ciudadano”, una iniciativa de intelectuales, religiosos, académicos, rectores, artistas, profesionales y dirigentes sociales que emplazó públicamente al FMLN desautorizar y condenar, de una vez por todo, el uso de la violencia política.

La primera reacción oficial del FMLN fue negativa y agresiva: Negaron enfáticamente cualquier vínculo entre la Brigada Limón de Belloso y el FMLN; por lo tanto, dijeron, no tenían porque asumir una posición autocrítica y de distanciamiento; más bien acusaron a los medios y a los firmantes del “Compromiso Ciudadano” a dirigir una campaña sucia contra su partido.

Pero hubo otros en el FMLN que nos dijeron, privadamente: Por favor, sigan presionando, eso nos ayuda a exigir un debate serio adentro del partido y aislar a los sectores que siguen jugando con la violencia política.

A las dos semanas, cuando ya eran evidentes e innegables los vínculos entre la Brigada Limón de Belloso con algunos dirigentes y alcaldes del FMLN, los promotores del debate y de un claro compromiso con la no-violencia su impusieron en el FMLN. El partido, al fin, hizo una declaración de principios, dejando cero espacio dentro de sus filas a grupos y tácticas violentas. Enhorabuena.

¿Les parece conocida esta historia? Correcto, es exactamente lo que está pasando ahora en el FMLN, ante las evidencias de la vinculación que dirigentes del partido mantienen con las FARC. Vinculación en serio, no como tratan decirnos “Nos conocemos, hemos platicado con las FARC, ¿y qué? ¿Todos los que han hablado con las FARC son terroristas?”

No, estamos hablando de vínculos entre gentes y proyectos políticos que comparten una visión y que se apoyan mutuamente.

Las reacciones oficiales del FMLN son las mismas que después del 5 de julio: negar o minimizar los vínculos; declararse victima de campañas sucias de la derecha, atacar a los medios y a los intelectuales de izquierda que exigen al FMLN una posición clara.

No extraña tanto que la dirigencia del FMLN tome esta posición. Es una dirigencia conservadora, a la cual le cuesta despedirse de conceptos y retóricas históricas, aunque ya sea hayan vuelto obsoletos y convertido en obstáculos para ellos mismos. Lo que sí extraña es que Mauricio Funes, el hombre que supuestamente quiere cambiar y moderar al FMLN y hacerlo apto a gobernar, tome la misma posición defensiva, vacilante, intransigente. Para Funes, las revelaciones sobre los vínculos con las FARC podrían ser la palanca que le faltaba para transformar al FMLN. En vez de defender a “Ramiro”, debería exigir su exclusión de la dirigencia.¿Tendrá las agallas para hacerlo? Esta es la pregunta de fondo.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)

viernes, 16 de mayo de 2008

Contadores y archivistas del terror

Cuando me incorporé a la guerrilla, la principal indicación era no andar con ningún papelito con nombres, direcciones, números de teléfono. No sólo en la clandestinidad de San Salvador uno no podía andar papeles, tampoco en las montañas de Morazán o en viajes al exterior. Nunca. Mucho menos andar coleccionando apuntes sobre reuniones, debates, contactos.

Me pregunto: ¿Qué guerrilleros más extraños los de las FARC que andan todo el expediente de su carrera conspirativa en sus laptops o memorias UPS? Bueno, son los mismos guerrilleros, sobre los cuales Teodoro Pettkov, veterano de la guerrilla venezolana de los años 70, se preguntaba, viendo las fotos del campamento destruido de Raúl Reyes: ¿Adonde se han visto guerrilleros que mueren en pijamas?

Bueno, son los mismos que andan celulares satelitales laptops con los secretos conspirativos. Los mismos que despachan en sus campamentos como si fueran oficinas de partido.

La cosa es que no son guerrilleros. La mentalidad que los hace llevar la contabilidad de todos sus contactos no es la mentalidad de un guerrillero, sino de los aparatos burocráticos comunistas.

Me recuerdo de las imágenes de los activistas del movimiento ciudadano opositor tomando control del cuartel general de la Seguridad de Estado (Stasi) de Alemania Oriental. Encontraron un edificio de seis pisos repleto de archivos, fólderes, informes. La contabilidad impecable de la autocracia, del control del Estado sobre sus ciudadanos. Cada detalle de cada observación de cada ciudadano - registrado, sellado, firmado, archivado para a saber qué uso.

Se tuvo que promulgar una ley que permitía a cada ciudadano ver “su” archivo. Yo ni siquiera era ciudadano de esta república de orejas, pero hubo un archivo mío donde encontré miles de datos, todos totalmente irrelevantes: con quién había ido al cine para ver qué película; los títulos de los libros que había sacado de la biblioteca universitaria; fotos de mis novias, conversaciones sobre teatro y deporte... Bueno, algunos datos muy relevantes: los nombres de mos amigos, colegas, compañeros que habían reportado toda esta basura a la Stasi...

Tan era el volumen de los archivos que, cuando cayó el régimen, no tenían capacidad de destruirlos. Y el régimen no cayó de la mañana a la noche. Tenían semanas enteras - y no lograron deshacerse de sus archivos. Cayeron en manos del “enemigo” –y de la opinión pública- los nombres de las orejas, de los espías, de los infiltrados en el gobierno de la otra Alemania, de las sumas pagadas por servir de orejas...

Si alguien me hubiera contado de estos archivos, yo hubiera dicho, con toda convicción, que era mentira, fabricación, campaña negra. Pero los fui a ver, así como lo hicieron millones de alemanes. Y todos nos convencimos que los tales archivos no eran producto de las fabricaciones imperialistas, sino producto de la enfermiza mentalidad burocrática de hombres y mujeres que se llamaron revolucionarios.

Los archivos de Raúl Reyes me dieron exactamente la misma sensación. Son auténticos. Es auténtica la mentalidad de los burócratas del terror de coleccionar datos, archivar cartas, dormir en pijamas, jugar ajedrez con las vidas de sus rehenes encadenados, documentar toda la información sobre enemigos y amigos y compañeros. Información sobre personas es poder. Todo esto parece una locura, pero es coherente. No con una guerrilla, ni con un movimiento revolucionario, pero sí con lo que son las FARC: una empresa política-mafiosa.

Esta empresa –por cierto multinacional- no es sujeto de solidaridad. La izquierda salvadoreña, que durante la guerra ha gozado de un enorme y merecido apoyo solidario de parte de las izquierdas de todo el mundo, no tiene porque repagar esta deuda a las FARC. Sería un grave error. Sobe todo cuando es sólo una minoría, aunque poderosa, en el FMLN que tiene coincidencias ideológicas y negocios con las FARC. El resto, la gran mayoría, no tiene nada que ver con las FARC. No les deben nada. Sobre todo los guerrilleros salvadoreños que nunca han caído en la tentación de usar actos terroristas y que han sabido hacer la paz con igual determinación que la guerra. No puede ser que la izquierda salvadoreña esté obligada de pagar los platos rotos de unos cuantos dirigentes aliados con las FARC. Ni de otros “dirigentes” que no se atreven a desmarcarse de las FARC y sus infiltrados.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)

martes, 13 de mayo de 2008

Merkel vs. Chávez 2:0 por autogol

Nunca me imaginé una situación en la cual tuviera que apoyar a un jefe de gobierno alemán proveniente de la democracia cristiana. No que la señora Angela Merkel necesite que la defiendan, yo sólo tomo la palabra porque son tan raras veces que yo me siento orgulloso de un canciller alemán. Sólo acuerdo dos veces: La primera cuando Willy Brandt tuvo la valentía de arrodillarse frente a un monumento a las víctimas que el nazismo alemán causó en Polonia. Le segunda cuando Angela Merkel pone en su lugar a Hugo Chávez.

Ella se defiende solita y con gran dignidad, dejando nuevamente como bruto a Hugo Chávez, el teniente coronel venezolano convertido en “comandante de la revolución”. Hay que esperar la cumbre de Lima para ver si Angela Merkel logre lo que no pudo el rey Juan Carlos: callar a Hugo Chávez. Ya dijo, a raíz del intercambio con la jefa del gobierno alemán, que estaba considerando mejor no participar en la cumbre de Lima, para evitar decir algo que podría enojarla. Sería una lástima, porque realmente me gustaría ver a este macho vencido por las armas de una mujer como Angela Merkel: humildad, dignidad, humor y, sobre todo, su capacidad de trascender barreras ideológicas.

¿Que ha hecho Angela Merkel, una mujer muy poco confrontativa, más bien conciliadora, para enojar tanto al teniente coronel para que dijera, en su homilía dominical Aló Presidente, “Señora cancillera... vaya usted... como es una dama no digo más nada... pero vaya usted?”

Angela Merkel hizo dos cosas para encender la mecha corta de Chávez: Cuando este solicitó a los países de Europa de dejar de considerar y tratar a las FARC de Colombia como fuerza terrorista, ella públicamente vetó cualquier moción de este tipo. Y antes de viajar a Lima, dio una entrevista a la agencia alemana de noticias DPA diciendo que “Un único país no puede dañar por mucho tiempo las relaciones entre la Unión Europea y América Latina. El presidente Chávez no habla por Latinoamérica”.

Eso es grave para un hombre que se cree la reencarnación de Simón Bolívar y, por lo tanto, el vocero natural de América Latina.

Sólo así se explica que Chávez ni siquiera se contentó con mandar al diablo a su colega alemana, sino de compararla con Adolf Hitler, diciendo que la Democracia Cristiana alemana, el partido que preside Angela Merkel, es “la misma derecha que apoyó a Hitler, al fascismo".

Aunque ya estamos acostumbrados a los exabruptos de este militar con antecedentes golpistas, estas son palabras mayores entre jefes de Estado. Es admirable cómo la canciller alemana reacciona a este insulto que, de otra manera, podría convertirse en un problema diplomático serio y en un obstáculo pesado para la cumbre de Lima. Lo toma no como asunto entre Estados, sin como muestra de ignorancia, malacrianza y amargura de un hombre desesperado porque ya ha perdido el apoyo popular para sus aventuras del ‘Socialismo del Siglo 21’.

Angela Merkel toma todo esto con calma, precisamente porque sabe que Hugo Chávez quiere estropear la cumbre de Lima. Chávez no está interesado en buenas relaciones, ni mucho menos en estrategias compartidas, entre la Unión Europea y América Latina. Por lo contrario, esto sería una competencia fatal ara su liderazgo y para sus proyectos geopolíticos alternos de carácter anti-capitalista, anti-americano y anti-europeo.

O, como mejor lo resume un editorial del periódico alemán Ostsee-Zeitung: ”Europa y América Latina dependen una de la otra. Merkel lo sabe. Chávez no.”

(Publicado en Primera Página)

domingo, 11 de mayo de 2008

¡¿Por que no te callas, Toby?!

Las iglesias no deben meterse en política partidaria, mucho menos electoral. Esa es una regla sacrosanta del Estado laico. Es la otra medalla de la absoluta libertad de culto. El estado no se mete en asuntos religiosos, y las iglesias no se meten en las elecciones. Así de simple.

El pastor general del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel. Edgar López Bertrand, conocido como “hermano Toby, está en campaña contra el FMLN, llamando a sus seguidores a no votar por Mauricio Funes. Es una intromisión inaceptable en asuntos electorales, no sólo de un clérigo, sino de una iglesia como institución. Porque todo el mundo sabe que el “hermano Toby” es la iglesia, es su líder espiritual, su director, su dueño.

No me extraña, por nada, que ARENA y el PCN aplauden al pastor Toby. Son los beneficiados de esta campaña. Aunque habría que preguntarles: ¿Tan mal andan ustedes que necesitan apoyo de este hombre que maneja su iglesia como si fuera su negocio privado?

Mi amiga Ana Guadalupe Martínez, ex-comandante de la guerrilla y ahora dirigente demócrata-cristiana, comentó con lamentable ambigüedad: Por una parte rechazó que el jefe eclesial “intente influir en las decisiones políticas de los feligreses.” Pero por otra parte dice que “todos los comunistas son ateos. Entones, la preocupación de los religiosos es legítima.”

No puedo creer que una mujer como Ana Guadalupe, que tan de cerca conoce al FMLN, esté preocupada por la libertad del culto bajo un gobierno del FMLN? La libertad religiosa y del culto, con toda seguridad, sería lo último que tocaría un gobierno del FMLN presidido por Mauricio Funes. Sus ganas de intervenir, regular, politizar al mercado puede ser un peligro para el funcionamiento de la economía. Su relación viciada con los medios de comunicación podría llevarlo a emular a la política de Hugo Chávez de querer privilegiar medios estatales, partidarios, comunitarios, ideologizados por encima de los medios de propiedad privada. Su revanchismo pronunciado podría abrir la puerta a una política de hostigamiento institucional contra partes de la empresa privada, contra disidentes de izquierda y otros que tienen el privilegio de estar en el la lista de enemigos de Funes y del FMLN.

Digo esto para evidenciar que hay suficientes razones de pensarlo mil veces antes de dar su voto de protesta al FMLN. No hace falta que un pastor traicione la confianza de sus seguidores.

No hace falta que desde los púlpitos nos digan por quien votar. Esto es igualmente válido otro pastor general que maneja otra versión de iglesia bautista y predica en favor de Mauricio Funes. Si los mismos feligreses no paran estos abusos, mañana la polarización partidaria va a dividir iglesias y comunidades.

La decisión por quién votar en el 2009 será, para mucha gente, suficientemente difícil. No hay ninguna razón de convertirla en un enfrentamiento religioso, de transformar las campañas en cruzadas y de pelear contra fantasmas.


(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)

sábado, 10 de mayo de 2008

La milagrosa conversión de Mauricio Funes

Está muy bien que Mauricio Funes vaya a conocer de cerca la socialdemocracia europea, que platique con políticos y estadistas socialdemócratas. Que lo inviten a foros. Algo se le va a pegar.

Lo que no está bien es que el solo hecho de haber logrado tomarse la foto con personalidades de la socialdemocracia alemana, o de haber coincidido con ellos en un foro, lo presente como conversión. De repente Funes detecta que, en el fondo, es socialdemócrata. Siendo candidato de un partido del cual han tenido que salir todos que se declararon socialdemócratas, entre ellos tres de los cinco miembros de su Comandancia General (Fermán Cienfuegos, Joaquín Villalobos, Francisco Jovel), dos de sus principales negociadores de paz (Salvador Samayoa y Ana Guadalupe Martínez), y uno de sus candidatos a la presidencia (Facundo Guardado), entre miles de otros...

¿Cómo se produjo, entonces, esta milagrosa conversión? Las iglesias tienen las más increíbles leyendas de conversión repentina. Que a un fulano le apareció un ángel cantándole... O el mero mero... Que de repente otro fulano se curó de su enfermedad incurable... Que a otro le apareció la imagen de la virgen en medio del noticiero...

¿Algo parecido habrá pasado a Mauricio Funes en Alemania? ¿Le pareció, cerca del canal donde fue asesinada en Berlin, la leyendaria Rosa Luxemburg hablándole de los peligros del autoritarismo dentro de a izquierda?

¿O se encontró, en la Casa Willy Brandt, con algunos veteranos socialdemócratas de la guerra civil española, quienes le contaron que a veces el enemigo más peligroso no eran las tropas franquistas sino los comisarios políticos comunistas?

¿O con unos ancianos sindicalistas de la difunta RDA (Alemania Oriental) quienes le podrían haber contado de la cárcel de Bautzen, donde pasaron largos años porque trataron de mantener vivo el Partido Socialdemócrata luego de su fusión forzada con el Partido Comunista?

¿O será que nuestro candidato, sentado en el foro sobre el futuro de las relaciones entre Europa y América Latina, al cual fue invitado, escuchó hablar al dirigente socialdemócrata Kurt Beck y entendió el mensaje?

Mientras el argentino Carlos Álvarez, presidente del Consejo de Representantes Permanentes del Mercosur, hablaba en este foro en Berlin en defensa de los gobiernos latinoamericanos comprometidos con el la concepción del Socialismo del Siglo 21, el presidente del Partido Socialdemócrata Alemán, Kurt Beck, pintó otra idea muy diferente para el siglo 21. Reproduzco parte del comunicado del Partido Socialdemócrata Alemán sobre el foro:

“Kurt Beck dijo que el futuro del siglo 21 depende, en gran medida, de la fuerza de los partidos socialdemócratas: ‘Tenemos que luchar para que el siglo 21 sea el siglo socialdemócrata’."

La agencia de noticias española EFE recuenta este debate en Berlin de la siguiente manera:

Berlín, 5 may (EFE).- El presidente de la Comisión de Representantes del Mercosur, Carlos Álvarez, afirmó hoy en Berlín que criticar a los presidentes de Venezuela, Ecuador y Bolivia es "simplista" y refleja un "desconocimiento" de la historia de esos países y de la región latinoamericana.
"Es simplista criticar a Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales porque ellos no son causa de nada sino consecuencias de determinados regímenes políticos y económicos", dijo Álvarez en un acto sobre América Latina organizado por el Partido Socialdemócrata Alemán. (...)
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, destacó los avances que se han registrado en América Latina en las últimas décadas, pero a diferencia de Álvarez consideró que la política de Chávez es populista. (...)
El candidato a la presidencia de El Salvador y líder del Frente Farabundo Marti de Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, suscribió la lectura política de Álvarez sobre Chávez, Morales y Correa, y pidió a la socialdemocracia alemana ser "evaluado" desde la perspectiva salvadoreña si logra el poder, en marzo de 2009.

Entonces, ¿”socialismo del siglo 21” o “luchar para que el siglo 21 sea el siglo socialdemócrata”? Una de dos.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)

jueves, 8 de mayo de 2008

NO SIRVO DE TESTIGO

El costo de escribir en El Diario de Hoy es suficiente alto sin que su director y editorialista me llama como testigo en su juicio sumario contra Mauricio Funes y el FMLN.

Este precio --la permanente sospecha por parte de mis amigos y enemigos en la izquierda que me haya vendido -- lo asumo con gusto, por razones que ya expliqué en mi primera columna en este periódico: No me gusta predicar a los convencidos, primero; y segundo, los que siempre hemos luchado por ampliar los espacios de expresión y debate en el país, tenemos la responsabilidad de llenarlos cuando se abren. Esto estamos haciendo Joaquín Villalobos, Salvador Samayoa, Joaquín Samayoa y yo en El Diario de Hoy.

Mi trato con El Diario de Hoy está basado en el mutuo respeto por la diferencia de nuestras opiniones. Lo hemos cumplido a cabalidad las dos partes. Pero este trato no incluye que me voy a convertir en partícipe ni en testigo en las cruzadas anticomunistas que le gustan a algunos en El Diario de Hoy, entre ellos su director. En su editorial del viernes 2 de mayo me cita frecuentemente para reforzar su rechazo al candidato Mauricio Funes. Apoyándose en citas de una columna mía, publicado en este diario, donde me expresé críticamente del mismo candidato, el editorialista quiere fundamentar unas tesis que no son mías. No es que yo me retracte de mis críticas a Funes o al FMLN, pero resulta que no coinciden con las del editorialista. Sería mejor, para los dos, que me deje afuera de su juicio contra la izquierda.

Hay una diferencia que quiero dejar bien clara: Mi oposición a los comunistas es para defender las posiciones de la izquierda democrática contra el autoritarismo. Eso es distinto al anticomunismo que piensa que hay que defender la civilización occidental contra la izquierda. Yo puede convivir en un periódico, en un debate, en un espacio democrático con esta posición anticomunista, pero no sirvo de testigo para sostenerla.

A diferencia de muchos que sostienen que estas diferencias deberían impedirme a escribir en El Diario de Hoy, a mí las contradicciones no me molestan y no me inhiben. Por lo contrario, es positivo que en un periódico pueden argumentarse, a la par, opiniones diferentes. Por esto, el intento del editorialista de El Diario de Hoy a usarme de testigo no me motiva a razonar mi participación en su diario. Me motiva a aclarar mi posición.

Regresemos al editorial en cuestión. Conozco demasiado bien al FMLN y a Mauricio Funes para que sea posible la frase con la cual arranca el editorial (“Apunta Lüers que al candidato comunista Funes raras veces se le ve sonreir…”). Yo sé que para el autor del editorial todo el FMLN y buena parte de la izquierda fuera del FMLN son comunistas. Obviamente, no es así. Mauricio Funes no es comunista. Y no lo digo porque ahora, siendo candidato, Funes está usando un discurso moderado. Lo digo porque Funes nunca ha sido comunista. Es parte de una izquierda radical cuyo motor es la mala conciencia generada en movimientos cercanos a la Iglesia Católica que se radicalizaron en el enfrentamiento a las élites políticas y económicas del país, caracterizados por una de alta y cínica inmoralidad. Su radicalidad no proviene de un análisis marxista, sino de un profundo resentimiento, que no es social sino moralista. Y que se vino agudizando, profundizando y radicalizando en la posguerra, porque en el fondo no entendieron ni aceptaron el pragmatismo (Realpolitik) de los Acuerdos de Paz. De paso sea dicho: Para mí criterio, este radicalismo es aun más dañino que el de los comunistas. El radicalismo de Funes es irracional y más resistente al debate, a los argumentos, que la teoría comunista que en el fondo es racional. Es por eso que yo tiltulé mi columna en cuestión “Extrañando a Schafick”.

Igualmente, lo que opina el editorialista sobre Stalin, Castro, Brezhnew, Drácula y la inquisición en España --sea cual sea el denominador común entre ellos-- lo puede sostener perfectamente sin tener que malinterpretar un comentario que yo hice sobre Schafick Handal. Incluso, si la intención era incluir al pobre Schafick en su galería de monstruos, yo sería el peor testigo, porque daría testimonio de lo contrario. Yo dije una cosa muy sencilla de Schafick: que a diferencia de Mauricio Funes, el viejo conspirador comunista tenía humor. No en el sentido que alude el editorialista que hasta los más perversos asesinos se ríen del mundo, sino en el sentido contrario: Schafick no sólo sabía reírse, sabía hacernos reír. Yo diferí mucho de Schafick, pero tengo mucho más miedo a los líderes que en el fuego de su “misión” se han olvidado cómo reírse y cómo hacernos reír. O --como lo dijo magistralmente Joaquín Samayoa sobre Mauricio Funes-- quienes “llegaron tarde a la repartición de la inteligencia emocional.”

Para que funcione nuestra extraña y productiva convivencia en un mismo periódico, en las mismas páginas de opinión, solicito que nadie me use de testigo para sostener tesis que no comparto. Tenemos coincidencias, tenemos contradicciones, y de los dos los lectores, con suerte, pueden sacar algo bueno.

(Publicado en El Diario de Hoy, jueves 8 de mayo 2008)

martes, 6 de mayo de 2008

Reflexiones sobre el 1 de mayo y la autonomía de los movimientos sociales

Para Medardo González, coordinador general del FMLN, la marcha del 1 de mayo 2008 “fue una muestra de fuerza del partido”. Me imagino que lo dijo por tres razones: por la cantidad considerable de manifestantes en la calle; por la predominancia de los colores, banderas, camisetas, cachuchas, consignas del FMLN en las marchas; y por el relativo éxito que ha tenido la dirección del partido en disciplinar las marchas. Hubo menos violencia, menos pintas, menos daños a propiedades privadas y públicas, y casi no hubo consignas que salieran del guacal, repitiendo las reivindicaciones y ataques que recientemente han sido eliminados del lenguaje del FMLN en campaña electoral. Masa disciplinada, el sueño de los dirigentes de partidos como el Frente...

Sin embargo, lo que el FMLN ve cómo muestra de fuerza, en realidad es una muestra de su más sensible debilidad. Si un partido de izquierda se toma los movimientos sociales --sindicatos, asociaciones campesinas, organizaciones estudiantiles, etc.--, cunado los viste con sus colores, cuando los maneja bajo su lógica partidista y electoral, cuando les impone su discurso, su moderación táctica, su lenguaje, está matando cualquier expresión auténtica de la sociedad civil. Es a la vez una muestra que no existen sindicatos ni otros movimientos reivindicativos independientes, representativos, democráticos.

El partido convoca a sus bases a llenar el vacío de un auténtico movimiento obrero. Y a las pocas y raquíticas organizaciones sindicales los obliga a formar parte de este desfile de disfraces, les quita su poca autenticidad, los convierte en “masas” del partido. Perdón, hoy son “bases”.

La represión y la permanente persecución de los años 60 y 70 obligaron a los movimientos sindicales y populares a ir a la clandestinidad. En los años de la guerra civil, ya no hubo espacio para sindicatos y movimientos reivindicativos. Fueron tratados como guerrilleros y tuvieron que asumir la lógica de la guerra. Se convirtieron --por necesidad, por sobrevivencia, y por la lógica de la guerra-- en entidades dirigidas por las organizaciones político-militares. Sólo podían sobrevivir junto al FMLN, porque el régimen les negaba los espacios necesarios para desarrollarse como movimientos reivindicativos independientes y representativos.

Los Acuerdos de Paz volvieron a abrir el espacio democrático, no sólo para que las organizaciones guerrilleras se convirtieran en partido político, sino sobre todo para que los sindicatos, las organizaciones estudiantiles, el movimiento cooperativista, y todos las formas de organización de la sociedad civil recuperaran la libertad de organización, de expresión, de ejercer oposición, de luchar por sus intereses.

Es irónico que el FMLN, que luchó y negoció con tanta consecuencia para que las organizaciones reivindicativas vuelvan a recuperar sus derechos y sus garantías, hizo nada para que también recuperaran su independencia, su pluralidad, su autonomía.

El debate interno, dentro de las organizaciones miembros del FMLN, sobre cómo transformarse en un movimiento democrático, civil, horizontal, participativo, se dio con intensidad en los años 1992-93, pero fue abortado a favor de construir un partido político que, aunque dejó de ser militar, mantenía la estructura vertical, autoritaria, paternalista, centralizada.

De la misma manera, nunca se dio un debate serio sobre cómo refundar los movimientos reivindicativos. Había algunos que dijeron que ahora, al terminar la guerra, había que revertir el proceso que había llevado a miles de dirigentes, activistas, organizadores sindicales, gremiales, estudiantiles, cooperativistas, campesinos a convertirse en guerrilleros, en militantes partidarios, en gente que dependían, incluso económicamente, de su partido. Algunos dijeron que no era sano mantener la fusión partido-movimiento social; que la democracia, para desarrollarse, necesitaba que vuelvieran a retomar su plena autonomía las organizaciones gremiales.

Igualmente, este debate se abortó muy rápido. Para la dirigencia del FMLN era más cómodo seguir instrumentalizando para sus fines partidarios a los sindicatos, el movimiento estudiantil, las ONGs, las iniciativas ecológicas y de mujeres...

Los que no compartieron esta concepción de un partido que conduce todo el tejido de organización social y cívica, salieron del FMLN, pero en muy pocos casos tenían la capacidad de construir organizaciones o movimientos autónomos.

Así se explica que en El Salvador no existe un movimiento sindical representativo que sea capaz y legitimado para sentarse a negociar con la empresa privada y el gobierno sus intereses y el rumbo del país. Así se explica que no existe organización representativa de los estudiantes. Dejó de existir AGEUS. Existen organizaciones políticas-partidarias de trabajadores, estudiantes, campesinos; existen además gremios corruptos que aprovechan el vacío en cuanto a organizaciones representativas y auténticas.

Todo esto se manifiesta en las marchas del 1 de mayo. Son marchas del FMLN, organizadas por organizaciones que han perdido su carácter gremial y funcionan, en la peor tradición comunista, como “correa de transmisión” del partido.

PD: Me recuerdo de las marchas del 1 de mayo en Berlin Oriental: la gran marcha organizada por el partido del Estado (Partido de la Unidad Socialista, como se llamaba el Partido Comunista de la República Democrática Alemana). Una marcha obligatoria para trabajadores, estudiantes, empleados públicos. Un mar de banderas rojas. Desfile militar del Ejército Popular junto con sus hermanos soviéticos con todo y sus cohetes nucleares...

Marchaba la clase obrera conducida por su vanguardia. Esta marcha todavía funcionó a perfección el 1 de mayo del año 1989. Sin embargo, pocos meses después el régimen comunista colapsó – y ni un sólo sindicalista lo defendió. Porque resultó que no existían sindicatos, sólo correas de transmisión de partido.

En Berlin Occidental, en la época de la guerra fría, los socialdemócratas tenían un control casi idéntico sobre los sindicatos. No por la vía de la represión, como en Alemania Oriental, más bien por la dominación política-ideológica. Marchas grandes, banderas del partido, demostraciones de la unidad partido-sindicato. Otros contenidos, otra ideología, pero el mismo error, la misma dominación partidaria sobre los sindicatos.

Que cosa más absurda: Cada 1 de mayo hubo en Berlin Oriental una enorme marcha comunista, y en Berlin Occidental una enorme marcha anticomunista. Una dirigida por el Partido Comunista, la otra dirigida por el Partido Socialdemócrata. Pero de repente, a partir del 1968, surgió --sólo en Berlin Occidental, porque al otro lado del muro hubieran echado preso a cualquier disidente-- un movimiento dentro de los sindicatos de recuperar su autonomía. En los primeros años fuimos unos pocos que marchamos en esta tercera marcha del 1 de mayo en Berlin. A los años, sólo quedaron dos marchas: siempre la oficial de los comunistas en Berlin Oriental, pero en Berlin Occidental los partidos --tanto los socialdemócratas como los comunistas—perdieron el control de los sindicatos. Guardaron sus banderas y observaron, con resentimiento, que el 1 de mayo volvía a ser la manifestación auténtica e independiente de todos los trabajadores, sin color de partido.

En este proceso, el obstáculo más grande fueron los diferentes partidos comunistas (pro-soviéticos y pro-chinos) que existían en Berlin Occidental, minoritarios y sectarios todos. Cuando los sindicatos se comenzaron a desprender de la dominación orgánica y política del Partido Socialdemócrata, los comunistas de todos los colores y sabores querían llenar el “vacío”. Pero resulta que lo que ellos sólo podían ver como “vacío”, era autonomía, independencia. No era debilidad, era fuerza.

Cuento esto para ilustrar que nunca es tarde para deshacerse de los intentos de los partidos de anexar a los movimientos sociales.

(Publicado en el blog Siguiente Página)

domingo, 4 de mayo de 2008

Voces del pasado

En estos días, la dirección de ARENA publicó un comunicado que comienza así: “ARENA, su Presidente y candidato a la presidencia de la República, Ingeniero Rodrigo Ávila, reconoce y respalda el liderazgo del Presidente Saca ante la grave crisis mundial generada por los altos precios del petróleo y los alimentos...”

Ya no hay que seguir leyendo para darse cuenta que andan perdidos. En algún momento, ARENA tiene que darse cuenta que el que tiene que ganar las próximas elecciones es Rodrigo Ávila, no Antonio Elías Saca. No sólo porque no hay reelección presidencial en El Salvador; no sólo porque en la papeleta aparecerá el nombre del candidato, no del presidente saliente; sino sobre todo porque Elías Antonio Saca, aunque tuviera la oportunidad de reelegirse, perdería. La gente ya ha decidido que quiere cambio. Y si no lo puede producir ARENA, lo producirá el FMLN.

Este es el hecho básico que tienen que aceptar. Este tiene que ser punto de partida para la elaboración de la estrategia, del programa de gobierno, de la campaña, pero también --y sobre todo—de la manera de terminar su tarea de gobernar en este año preelectoral.

Si tuvieran claro esto, el comunicado hubiera arrancada así: “El nuevo Consejo Ejecutivo Nacional de ARENA, bajo el liderazgo de nuestro candidato a la presidencia, Rodrigo Ávila, ante la grave crisis generada por los altos precios del petróleo y los alimentos, ha planteado al presidente de la República, Elías Antonio Saca, y su gobierno la necesidad de tomar medidas responsables y concretas para enfrentar esta crisis...”

La interrogante que todo el mundo se hace no es si el liderazgo del actual presidente goza del reconocimiento y respaldo de su partido y su candidato. El liderazgo que necesita respaldo y reconocimiento es el del candidato. Rodrigo Ávila tiene que mostrar que es él quien toma las iniciativas, quien introduce una manera nueva de hacer política, quien es capaz de construir consensos para formular políticas públicas. Tienen que hacer visible, detrás de iniciativas como la de formar la comisión de sabios para analizar las políticas sociales y económicas, la voluntad al cambio y la concertación de Rodrigo Ávila como nuevo presidente del partido.

Si esta voluntad no se proyecta con claridad y fuerza, es probable --e incluso necesario-- que ARENA pierda, aunque el Frente no está preparado para gobernar, aunque el país y sus instituciones no han sido suficientemente fortalecidos y democratizados para poder asegurar la institucionalidad gobierne quien gobierne.

Lo primero que tendrá que hacer Ávila, antes de proponerse a cambiar al gobierno y al país, es cambiar su propio partido. Asegurarse que en los comunicados oficiales de ARENA se expresen la visión y la voluntad de Rodrigo Ávila. Antes de querer conquistar el futuro, Rodrigo Ávila tiene que poner punto final a lo que desde el pasado hace estorbo al futuro. Si quiere ser arquitecto de un “país justo”, Ávila no puede permitir que ARENA siga diciendo frases como esta, tomado del mismo comunicado del COENA: “..los salvadoreños deberían elegir entre los que han construido y los que han destruido. Entre los que han sido el conflicto y los que han sido la paz. Esa es la elección.”

Suena como si aquí la guerra hubiera sido entre un movimiento pacifista y otro violento. Suena como si la paz hubiera sido un decreto de ARENA y no un acuerdo entre todos. Aquí la guerra ha sido entre dos bandos que tenían capacidad y voluntad de destruir. Y aquí la paz ha sido construida entre todos que han tenido voluntad de dejar las armas y construir la democracia. Ha habido resistencias a la paz, la democracia y la institucionalidad desde la izquierda y desde la derecha.

Mientras el COENA ve el mundo así como se expresa en este comunicado, no se ve real el cambio que promete Ávila. Interesante simetría con el FMLN que sigue hablando en términos de la confrontación, mientras Mauricio Funes trata de convencer al resto de la sociedad que la izquierda ha cambiado.

Por eso sostengo mi tesis: Estas elecciones va a ganar el candidato que produce la percepción que puede cambiar su propio partido.


(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)