domingo, 11 de mayo de 2008

¡¿Por que no te callas, Toby?!

Las iglesias no deben meterse en política partidaria, mucho menos electoral. Esa es una regla sacrosanta del Estado laico. Es la otra medalla de la absoluta libertad de culto. El estado no se mete en asuntos religiosos, y las iglesias no se meten en las elecciones. Así de simple.

El pastor general del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel. Edgar López Bertrand, conocido como “hermano Toby, está en campaña contra el FMLN, llamando a sus seguidores a no votar por Mauricio Funes. Es una intromisión inaceptable en asuntos electorales, no sólo de un clérigo, sino de una iglesia como institución. Porque todo el mundo sabe que el “hermano Toby” es la iglesia, es su líder espiritual, su director, su dueño.

No me extraña, por nada, que ARENA y el PCN aplauden al pastor Toby. Son los beneficiados de esta campaña. Aunque habría que preguntarles: ¿Tan mal andan ustedes que necesitan apoyo de este hombre que maneja su iglesia como si fuera su negocio privado?

Mi amiga Ana Guadalupe Martínez, ex-comandante de la guerrilla y ahora dirigente demócrata-cristiana, comentó con lamentable ambigüedad: Por una parte rechazó que el jefe eclesial “intente influir en las decisiones políticas de los feligreses.” Pero por otra parte dice que “todos los comunistas son ateos. Entones, la preocupación de los religiosos es legítima.”

No puedo creer que una mujer como Ana Guadalupe, que tan de cerca conoce al FMLN, esté preocupada por la libertad del culto bajo un gobierno del FMLN? La libertad religiosa y del culto, con toda seguridad, sería lo último que tocaría un gobierno del FMLN presidido por Mauricio Funes. Sus ganas de intervenir, regular, politizar al mercado puede ser un peligro para el funcionamiento de la economía. Su relación viciada con los medios de comunicación podría llevarlo a emular a la política de Hugo Chávez de querer privilegiar medios estatales, partidarios, comunitarios, ideologizados por encima de los medios de propiedad privada. Su revanchismo pronunciado podría abrir la puerta a una política de hostigamiento institucional contra partes de la empresa privada, contra disidentes de izquierda y otros que tienen el privilegio de estar en el la lista de enemigos de Funes y del FMLN.

Digo esto para evidenciar que hay suficientes razones de pensarlo mil veces antes de dar su voto de protesta al FMLN. No hace falta que un pastor traicione la confianza de sus seguidores.

No hace falta que desde los púlpitos nos digan por quien votar. Esto es igualmente válido otro pastor general que maneja otra versión de iglesia bautista y predica en favor de Mauricio Funes. Si los mismos feligreses no paran estos abusos, mañana la polarización partidaria va a dividir iglesias y comunidades.

La decisión por quién votar en el 2009 será, para mucha gente, suficientemente difícil. No hay ninguna razón de convertirla en un enfrentamiento religioso, de transformar las campañas en cruzadas y de pelear contra fantasmas.


(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)