miércoles, 21 de mayo de 2008

Gobierno con sentido, por favor

Ojala que después de este “gobierno con sentido humano” tendremos uno simplemente “con sentido”. Sentido sin adjetivos, a menos que sea “sentido común”.

Urge un gobierno con sentido. No es mucho que pedir. Un gobierno que responda al sentido común. El sentido común dictaría un manejo muy responsable de publicidad. Sólo gastar en información seca. No sólo desde un punto de vista de austeridad en un momento que todo el mundo habla de crisis, sino también desde el punto de vista de la conveniencia política, de la credibilidad. La gente exige del gobierno información – y al mismo tiempo rechaza rotundamente la campaña de publicidad para elevar la imagen del presidente. Campos pagados o spots del gobierno que informan y orientan sobre adónde comprar más económico, cómo conseguir medicamentos baratos, cómo ahorrar energía - esto sería un gobierno con sentido. Lo del “sentido humano”, si no se traduce a otra cosa que ponerle una cara humana al gobernante, no tiene sentido. Además, no hace otra cosa que revelar debilidad...

Lo único con sentido que puede hacer el gobierno de aquí a las elecciones es gobernar. Sin tanta paja. Tomar las medidas que hay que tomar para evitar una crisis de abastecimiento. Donde no se puede tomar medidas para evitar el encarecimiento, tomar otras compensatorias en favor de la economía familiar. Focalizar las subvenciones, para que lleguen a los necesitados y no a todo el mundo.

Y hacer lo que se puede hacer todavía en un año para fortalecer la institucionalidad. Para que al final, a la hora de entregar el gobierno a quien haya ganado las elecciones, exista el menor riesgo posible para la estabilidad, para la seguridad jurídica, para el estado de derecho. Con esta mayoría que la derecha tiene en la Asamblea, no hay excusa de no gobernar bien en este último año. De paso sea dicho, sería el requisito indispensable para poder competir exitosamente en las próximas elecciones.

A menos que se quiera provocar una situación en la cual la solución de esta crisis, en la cual la derecha se encuentra a partir de las primarias de ARENA, sea resuelta en oposición al gobierno, al presidente, al candidato de ARENA. En otras palabras: El hecho que ARENA esté perdiendo la capacidad de renovación, no condena a toda la derecha, mucho menos al país, a conformarse con más de lo mismo. Quienes han roto con la tradición de la alternancia interna, dan pauta a que otros actúen para restablecer la ley natural que el poder es prestado. Y no está escrito en piedra que este otro sea Mauricio Funes.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)