sábado, 31 de marzo de 2018

Carta al presidente: Como ciudadano, le presento 11 puntos para mejorar la política de Seguridad


Estimado señor presidente en Cuba:
Encontré una noticia interesante en CoLatino: “Gerson Martínez, en su calidad de ciudadano, presentó una propuesta con 11 puntos para mejorar la economía familiar.”

Que bueno que la Pravda del FMLN nos aclare este punto. Algunos malpensados ya asumimos que Gerson presentó estos 11 puntos al presidente en calidad de candidato a la presidencia. O sea: que el FMLN, analizando las causas de su derrota electoral, le encarga a su candidato presidencial de dar a conocer las correcciones de las políticas públicas que más han golpeado a la ciudadanía.

Que bueno saber que no es así. La verdad, según el CoLatino y Gerson Martínez, es que cualquier ciudadano puede ir a Casa Presidencial, entregarle al presidente un plan de mejorar al gobierno – y en su sabiduría e infinito amor al pueblo, lo va a tomar en cuenta.

Entonces, como ciudadano le entrego por esta vía mi “propuesta con 11 puntos para mejorar la seguridad y combatir la violencia”.

1. Restablecer el control civil sobre la PNC, nombrado al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad a un ministro y viceministros a profesionales del derecho, en sustitución de oficiales de la PNC y militantes del partido.

2. Disolver el actual Concejo de Seguridad Ciudadana y Convivencia y crear una mesa de expertos que ayude al Gabinete de Seguridad a elaborar un Plan Nacional de Seguridad Único, tanto para la persecución del delito, como para la prevención. No podemos seguir trabajando con un plan “filosófico” (el famoso Plan El Salvador Seguro) y otro operativo, nunca discutido, controlado por la PNC e Inteligencia.

3. Nombrar a un director general que pueda recuperar la unidad y la mística de la corporación policial.

4. Disolver la actual SIP, que se dedica a inteligencia política, y crear una unidad que provea inteligencia operativa para focalizar las investigaciones y operativos.

5. Ordenar al nuevo director de la PNC a modificar la distribución de recursos humanos y materiales en la PNC, dando prioridad al fortalecimiento de las unidades territoriales.

6. Erradicar todos los incentivos para jefes que midan su eficiencia por la cantidad de detenciones.

7. Poner en vigencia claras reglas para el uso de fuerza, con cero tolerancia hacia abusos de fuerza, ejecuciones extralegales y detenciones arbitrarias.

8. Reforzar los mecanismos y unidades de control interno, supervisadas por el Ministerio de Justicia.

9. Redefinir el concepto de prevención. La única prevención que funciona es que todas las dependencias del gobierno cumplan con su responsabilidad de brindar servicios de calidad a la ciudadanía. Redefinir las prioridades en el presupuesto nacional, focalizando todas las inversiones sociales en los territorios donde el Estado ha perdido presencia y control.

10. Sustituir las “medidas extraordinarias” con una política penitenciaria que establezca un equilibrio entre la necesidad de seguridad con el mandato constitucional de la rehabilitación.

11. La decisión clave: La única manera de cumplir estos 10 puntos es que el presidente de la República asuma la responsabilidad, el mando y el estricto control sobre el gabinete de seguridad y sobre la implementación del nuevo concepto de prevención.

Atentamente,

Posdata: Si no puede cumplir con el punto 11, le recomiendo que se quede mejor en Cuba.

jueves, 29 de marzo de 2018

Carta a los diputados salientes: Ya no se dejen chantajear

Estimados amigos:
Van a entrar en el último mes de esta Asamblea saliente. Muchos de ustedes no van a regresar a sus curules, y los que han sido reelectos, formarán parte de un parlamento con muy distinta correlación de fuerzas. En las recientes elecciones, la ciudadanía les ha corregido la plana – a ustedes igual que al gobierno.

Una de las políticas más desaprobadas ha sido la de Seguridad. Esto obliga a ustedes, los diputados, a reflexionar – y a corregir. Sobre todo cuando ya se mostró que el gobierno, en los cambios que está dispuesto a hacer para responder a su derrota electoral, decidió dejar afuera su fracasada política de Seguridad.

En este contexto, sería un error fatal que la Asamblea saliente, en el último mes que le queda para legislar, condene al país a seguir con políticas fracasadas que en la nueva Asamblea ya no tendrían apoyo mayoritario. Por ejemplo, aprobando las ‘medidas extraordinarias’, para que todo quede igual, a pesar del fracaso, y a pesar del duro revés en las elecciones.

En este mismo diario, hace unos días, Carlos Ponce les hizo un llamado a no prorrogar esta medidas. Ustedes se habrán dado cuenta que pocas veces he coincidido con los planteamientos de este criminólogo. Hemos tenido fuertes controversias en el tema de la tregua. El hecho que ahora coincidimos plenamente en decirles que no aprueben la nueva prórroga de una política penitenciaria fracasada y claramente en conflicto con la Constitución, con convenios internacionales y con la lógica, debería llevarlos a reflexionar también. Durante años ustedes han sido sujeto del chantaje del gobierno del FMLN que les dijo: Si no aprueban las ‘medidas extraordinarias’, ustedes serán culpables de una nueva ola de violencia. Y hasta la oposición les hizo caso, por temor al clamor de la ciudadanía que exigía soluciones al problema de la inseguridad.

Durante dos años ustedes le han dado al gobierno del FMLN y a su gabinete de seguridad un cheque en blanco, aprobándoles un Estado de Excepción que podían aplicar en los penales, suspendiendo a una población carcelaria de 20 mil reos sus derechos constitucionales, rompiendo normas de derecho internacional, aplicando métodos que la comunidad internacional caracteriza como prácticas inhumanas y hasta de tortura – y ahora vemos que la ola de violencia nunca se paró.

Si aprueban una nueva prórroga, ustedes se hacen culpable que estas medidas supuestamente temporales se vuelvan permanentes, a pesar de que ya se comprobó que no han resuelto el problema – por el contrario, lo han agravado.

No acepten más el chantaje. No acepten que esto sea un asunto de blanco y negro, de sí o no. Hagan lo que corresponde a verdaderos legisladores: rechacen el paquete de las medidas, ábranlo, y evalúen una por una cuáles de estas medidas pueden convertirse en ley permanente, cuáles merecen una prórroga temporal, y cuáles hay que abolir, por inconstitucionales y/o por ineficaces.


En ciertos casos, al cojo hay que quitarle las muletas para que vuelva a caminar bien. Es el caso con las ‘medidas extraordinarias’. Son muletas de un gobierno que ya no camina a ningún lado. Quítenselas. Cualquier otra decisión sería abusar de una mayoría dócil al gobierno que la ciudadanía ya desautorizó.


Saludos,




Vea también:
El nuevo diputado que necesita El Salvador. De Carlos Ponce


(MAS! / El Diario de Hoy) 

martes, 27 de marzo de 2018

Carta a los frustrados con la política: Cámbienla, renovando los partidos

Estimados amigos:
Hay miles de razones para rechazar la forma en que han hecho política los últimos gobiernos, tanto de ARENA como del FMLN. De ahí el desencanto con los partidos que se expresa en encuestas – y en las recientes elecciones.

Preocupados con este fenómeno, surgen voces que comienzan a exigir que hay que “transformar el sistema de partidos políticos” e incluso el “sistema Asamblea Legislativa”. No se dan cuenta que con este argumento están abriendo espacio al populismo y al autoritarismo que predican la antipolítica, como Bukele y Nuevas Ideas.

Es una falacia: El problema no es el sistema de partidos, tampoco la Asamblea – el problema son los partidos. El sistema que adoptamos desde los Acuerdos de Paz es la combinación de pluralismo político y democracia representativa. Precisamente este sistema se trata de defender y consolidar, porque es el obstáculo para las pretensiones populistas y autoritarias, no solo de Nuevas Ideas, también dentro del FMLN y la derecha. Lo que hay que transformar son los partidos, no el sistema.

Transformar los partidos no es un asunto de nuevas leyes, mucho menos de acuerdos nacionales entre los partidos – es un asunto entre cada partido y sus militantes, bases y votantes. Democracia interna, alternancia de las cúpulas, transparencia de decisiones y financiamiento de los partidos, son asuntos entre la ciudadanía y los partidos. Tanto en ARENA como a partir del 4 de marzo en el FMLN, hay tendencias de democratización. Hay que darles oxígeno desde la ciudadanía.

Los partidos que se cierran a su renovación serán castigados por los votantes. Y les van a salir competencias nuevas. Ambas cosas están actualmente pasando al FMLN. Si ARENA no se cuida en salud (o sea, en democracia interna y transparencia), le puede pasar lo mismo.

El hecho que surjan partidos nuevos, solo será una amenaza al sistema cuando surjan partidos con clara intención de cambiar el sistema. Y precisamente esto está pasando con Nuevas Ideas. Félix Ulloa, el nuevo socio de Bukele, lo dijo con claridad: “Nuevas Ideas nace con una visión revolucionaria. El sistema tradicional de partidos se agotó. Nuevas ideas plantea la refundación del Estado, le creación de una Segunda República.”

Esto quiere decir: Van por otro modelo del Estado y sus instituciones. Bukele ya lo dejó entrever, cuando dijo que su movimiento va a encontrar obstáculos “mientras no tomemos control del Tribunal Electoral.”

Y en reuniones privadas con personas que intentó de reclutar para su movimiento, Bukele ya planteó que, si él fuera electo presidente, no tendría gobernabilidad con una Asamblea dominada por sus enemigos FMLN y ARENA. Por tanto, inmediatamente habría que convocar una Constituyente para transformar las instituciones del viejo sistema.

Una Constituyente para resolver el problema de una Asamblea controlada por opositores es equivalente a un golpe de Estado. No hay forma constitucional de hacerlo. No tendrá fuerza para dar un golpe de Estado, pero en su locura mesiánica está soñando que tiene el apoyo de 80% de la población para demoler el “sistema viejo”.


Así que, está bien que todos estemos frustrados con los partidos, pero más vale que los renovemos, antes de que en serio comiencen a “transformar el sistema de partidos”.


Saludos,


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(MAS! / El Diario de Hoy)

sábado, 24 de marzo de 2018

Carta al fiscal general: Mal perdedor, mal ganador


Estimado señor Douglas Meléndez:
Usted no solo es mal perdedor, también es mal ganador. Cuando perdió el caso tregua, porque el juez Godofredo Salazar absolvió a todos los acusados, usted de inmediato salió a atacarlo públicamente. No es el comportamiento que un fiscal general debe tener ante los juzgadores. Es más: Inmediatamente mandó a presentar otra acusación a Raúl Mijango, uno de los acusados principales en el caso tregua. Y luego, otra…

Lo que le tocó hacer es apelar la sentencia y esperar a que la cámara resuelva, pero no atacar al juez y poner en duda su honorabilidad. Ahora la cámara declaró nula la sentencia y ordenó una nueva vista pública. O sea, en esta instancia, usted ganó. Pero ojo, no ganó el caso. La cámara no condenó a nadie, no le toca hacerlo, solo encontró fallos en la sentencia y remitió el caso a otro juez.

Pero usted mostró que también es mal ganador. En vez de preparar mejor su caso y someterlo al nuevo juez y la nueva vista pública, de inmediato fue al ataque mediático contra el juez Salazar, amenazando con investigar y acusarlo penalmente. ¿Por qué? Para presionar al señor juez que va a presidir la nueva vista pública.

Y en esta ocasión se le escapó en declaraciones ante la prensa algo que debe pararle el pelo a todos los jueces y magistrados del sistema judicial: “Es importante que los tribunales superiores, como las cámaras e incluso la Sala de lo Penal respalden el actuar de la fiscalía.”

No, señor: Las cámaras y las salas no son para respaldar a la fiscalía. Son para juzgar con imparcialidad. Lo único que pueden respaldar es la ley. Así como la fiscalía tiene que ser independiente, los jueces y magistrados también, incluso (y sobre todo) de la fiscalía. Así como los fiscales tienen que respetar la presunción de inocencia, también los jueces y magistrados.

Presionar a los jueces con campañas mediáticas y amenazas de investigación y persecución penal es inadmisible para un fiscal general. Atenta contra su propia independencia y dignidad y las de los juzgadores. No podemos tener a un fiscal general que cada vez que pierda un caso arme berrinches contra el juez; y que cada vez que obtenga la reversión de una sentencia no favorable a la fiscalía se lance al ataque amenazando al juez de echarlo preso.

Necesitamos que el nuevo fiscal general, que la Asamblea tendrá que elegir este año, sea una persona más equilibrada, más profesional, y menos mediática que usted. Y sobre todo que sea un profesional de derecho que entienda que el fiscal general no solo tiene la función de acusar, a nombre del Estado, a las personas imputadas de delitos, sino que también (y sobre todo) tiene que ser el garante del Estado de Derecho. Esto incluye garantizar que se aplique el principio constitucional de la presunción de inocencia, así como defender otro principio constitucional: que los jueces puedan aplicar justicia libres de presiones y amenazas.

Deje que la nueva vista pública en el caso tregua se desarrolle sin presiones indebidas de ninguna parte. Deje que se haga justicia, basada en pruebas, y no en campañas mediáticas.


Saludos,


(MAS! / El Diario de Hoy)


Vea también la carta en la cual los jueces salvadoreños
denuncian al Fiscal General ante Naciones Unidas
Los jueces penales denuncian al fiscal general Douglas Meléndez

 

Escrutando el escrutinio. Columna Transversal


Fui invitado a presenciar el escrutinio final de San Vicente —por el PCN. Querían a un testigo independiente en este procedimiento, del cual dependía la tercera diputación en dicho departamento. Sabían que iba a ser muy cerrado entre su candidato Roberto Angulo y el de GANA. Contra mucha resistencia de GANA y FMLN, la coalición ARENA/PCN había conseguido una decisión del Tribunal Electoral (desde el desastre de 2015 le quité el atributo “Supremo”) de abrir todas las urnas para revisar todas las papeletas. Sabían que en las mesas de escrutinio se iban a enfrentar no solo a GANA, sino igual al FMLN. Tengo la impresión que me querían presente como testigo para presionar al Tribunal a proceder correctamente.

Acepté la invitación. Así que por cuatro días me uní al PCN y me colgué un carnet de “Supervisor” con su logo azul. Sorpresas que da la vida. Agradezco a Roberto Angulo, Memo Rodríguez y Mario Ponce la confianza que me dieron. Y la oportunidad de observar, desde adentro, cómo funciona el misterioso escrutinio final. Nunca trataron de influenciar mis comentarios públicos.

Durante los cuatro días de este escrutinio publiqué en redes sociales muchos detalles observados. No los voy a repetir, sino más bien formular las conclusiones que solo pude sacar porque pude estar metido dentro del proceso.

Primera conclusión:

Todo el mundo piensa que en estos escrutinios finales, donde todos los partidos están metidos con sus representantes de mesa, sus dirigentes y sus expertos, se negocian los votos. Yo sospechaba lo mismo. Es natural cuando algo ocurre detrás de puertas cerradas y sobre todo cuando pasan días y noches sin que se publiquen resultados. Luego de esta experiencia concluyo que no es así. Los partidos, en estos escrutinios, no negocian votos ni resultados, los pelean. Pude observar que de hecho el sistema, que está basado en la desconfianza mutua entre los partidos, funciona. Lento, tedioso, pero funciona. El Tribunal está permanentemente obligado a resolver las quejas, los reclamos y las exigencias de los partidos y se encuentra ante un permanente monitoreo de cada decisión que toma. La gente sospecha que esto funciona con chanchullos como “Te doy la alcaldía de Zacatecoluca, pero dejáme Gotera”. No es así. Vi a los partidos peleando sobre cada alcaldía y cada diputación. Esto sí, a veces haciendo alianzas, como en el caso de GANA, que recibió apoyo incondicional del FMLN —hasta en sus exigencias más irracionales.

Esta es la segunda conclusión de todas mis observaciones:

Hay una complicidad sólida entre FMLN y GANA, pero también una alianza sólida entre PCN y ARENA. Parece que la nueva correlación de fuerzas en la Asamblea así va a terminar asentándose, en dos bloques: PCN y PDC con ARENA, y GANA con el FMLN. Esto puede cambiar, pero los ánimos, saliendo de estas elecciones, son así —y marcaban todo el ambiente, por cierto tenso, en el Cifco.

Mi conclusión personal:

Viendo su comportamiento en el Cifco, ni con guantes firmaría acuerdos con GANA.

Tercera conclusión:

Urge la reforma del Tribunal Electoral. Urge que la Asamblea revise toda la legislación electoral y luego componga un ente que asuma con autoridad y reglas claras su rol como Tribunal Supremo. Paralelamente hay que crear otro ente separado, encargado de la administración y ejecución de las elecciones. Así como estamos no podemos continuar en materia electoral, si queremos detener la erosión de la confianza en las elecciones.

Algunas reglas que hay que definir
:
Que solo haya votos válidos (o sea validados por la JRV) y votos no válidos. En esta categoría hay que acumular los votos que hoy se separan en diferentes categorías: nulos, impugnados, abstenciones (o votos en blanco). A todos ellos hay que aplicar la norma de por ley revisarlas en el TSE en caso que su suma sea mayor que la diferencia entre partidos o coaliciones. La otra regla por establecer: en cada caso que un acta esté mal elaborada, hay que abrir la caja y revisar todas las papeletas. Reglas claras, menos pleitos, menos dudas.

Urge que las entidades electorales tengan independencia política, pero también presupuestaria. Urge que se apliquen tecnologías que permitan tener conteos y resultados ágiles y confiables. Urge repensar el concepto de la “ciudadanización” (¡qué palabra más monstruosa!) del proceso electoral. Mi conclusión: la desconfianza mutua institucionalizada entre los partidos es el mejor garante de elecciones limpias. En lo que sí hay que avanzar es en la profesionalización, empezando con los magistrados, los encargados de la logística y de los sistemas tecnológicos, hasta llegar a los secretarios de las JRV, quienes tienen que garantizar que las actas fielmente reflejen las votaciones. Mucho trabajo para la nueva Asamblea Legislativa…

Posdata:

¿Y quién ganó al final la tercera diputación de San Vicente? Nadie. Terminó el escrutinio y no hay ganador. Depende de un acta que, al validarla daría el gane a Roberto Angulo, del PCN. Pero como las papeletas de esta urna “se perdieron” para luego aparecer en un basurero, GANA solicitó al Tribunal no tomar en cuenta los 157 votos válidos reflejados en el acta 9140 de San Emigdio en Guadalupe. Los magistrados decidieron sopesar su decisión durante Semana Santa…

(El Diario de Hoy) 
 

domingo, 18 de marzo de 2018

El Observador Electoral en el escrutinio sin fin. De Paolo Luers

Una columna en tuits de Paolo Luers, 17 marzo 2018
 
 (Twitter / El Diario de Hoy)
 

Carta a los que urgen reformar la legislación del aborto: No es el momento.

Estimados amigos:
Para poner las cosas claras: Estoy con ustedes. Tenemos que despenalizar el aborto en casos específicos: cuando el embarazo sea resultado de violación y abuso de menores; cuando mantener el embarazo pone en peligro la vida de la madre; y cuando el feto no tiene posibilidades de vivir fuera del útero. Esta reforma es necesaria para garantizar los derechos humanos y la salud de las mujeres, sobre todo de las menores de edad y de mujeres de poca educación y escasos recursos.

Sin embargo, no es el momento de llevar esta iniciativa a la Asamblea Legislativa. Lo más probable es que no hay votos suficientes. Y si los hubiera, sería con una muy escasa mayoría. Pasar una reforma de este tipo con una mínima y coyuntural mayoría, en una sociedad muy dividida sobre este tema, sería un grave error. Más aun cuando la Asamblea entrante, resultado de las recientes elecciones, tendrá otra correlación de fuerza – también en el tema del aborto. La propuesta de flexibilizar la penalización del aborto de alguna manera ha sido tema de la contienda electoral – y la ciudadanía ha elegido una mayoría de diputados que se oponen a esta reforma.

El tema del aborto sigue siendo un factor de fuertes divisiones en nuestra sociedad. Tratar de aprobar esta reforma en la Asamblea saliente (si es que pueda) nos dividiría aun más, y esto en una coyuntura cuando la ciudadanía tiene otras prioridades y otras decisiones que tomar, en vista de la elección presidencial de febrero 2019. Está en juego la viabilidad del país ante el flagelo de la violencia y ante la falta de crecimiento económico, empleos y desarrollo social. Dividir la sociedad, en este momento, por temas como el aborto puede llevarnos a una fracturación que no nos permitirá definir el rumbo del país.

Sé que muchos de ustedes van a criticar que estas son consideraciones de conveniencia. Pero detrás de ellas hay otras que son de fondo y de principios: Para que una sociedad decida y asuma reformas en temas tan controversiales, que chocan con las convicciones de amplios sectores, debe concluirse un proceso social y cultural que logre cambiar la manera como la mayoría pondera los diferentes principios jurídicos y éticos que están en juego. Por que aquí no se trata de unos derechos válidos y otros obsoletos. Se trata de ponderar dos valores, dos derechos, dos libertades, dos principios válidos.

Para que nuestra sociedad llegue al punto que una sólida mayoría pueda estar de acuerdo con la flexibilización de la ley en el tema del aborte, falta mucho esfuerzo: de debate, de aprender respeto mutuo, de educación, de sensibilización. Otros países han transitado por este proceso y al final hecho estas reformas, sin mayores rupturas de la sociedad. Este camino no se puede acortar, tratando de aprovechar una coyuntural correlación de fuerzas legislativas.

Los que en serio quieren producir este cambio cultural, harán bien en hacer su trabajo de información, sensibilización y debate serio, para que exista una mayoría social a favor de esta reforma – y una minoría que la pueda tolerar.


Entiendo que para muchas mujeres será difícil aceptar este llamado a la paciencia y persistencia. Pero no veo otra forma racional de proceder.


Saludos,

jueves, 15 de marzo de 2018

Carta al presidente del Tribunal Electoral: “Yo de Olivo no me olvido”

Poeta Julio Olivo:
Tiene años de polemizar contra las sentencias de la Sala, sobre todo contra la que permitió el voto cruzado. Según usted, la Sala ha complicado el proceso electoral salvadoreño para diputaciones al grado que ya no es manejable.

Déjeme decirle: El mandato suyo es manejar y ejecutar las elecciones, así como las leyes y la jurisprudencia lo dictan. Si no se siente capaz de cumplir este mandato, hay una solución fácil: Renuncie y dedíquese a escribir poemas. Deje que alguien más capaz asuma su cargo.

El conteo de los votos cruzados y las actas que llenaron las Juntas otra vez resultaron erróneas en esta elección, porque usted bloqueó que el Tribunal diseñara un método de conteo en las mesas y un sistema de procesamiento adecuado para lidiar con el voto cruzado. En el 2015 su excusa fue que no había el tiempo necesario para resolver el problema del voto cruzado. Pero ahora han tenido 3 años para prepararse, y no lo han hecho. Mi conclusión: Fue a propósito. Usted saboteó cualquier solución, para que luego poder decir: Ven, hay que eliminar el voto cruzado…

Después del 4 de marzo, usted se dedicó tiempo completo a presionar a los observadores internacionales y a los partidos a enfocar sus críticas al proceso electoral 2018 en un solo punto: el voto cruzado no es manejable.

Ahora sale Zepeda hijín del PCN diciendo que en la Junta de Vigilancia Electoral los partidos se han puesto de acuerdo de volarse el voto cruzado en la Asamblea. Momentito: Existe una sentencia de la Sala que no la pueden revertir, aunque fuera cierto que tuvieran los votos en la Asamblea (lo que dudo).

¿Nos van a quitar el derecho de votar libremente entre todos los candidatos a diputado propuestos por las diferentes partidos, sólo por el berrinche del presidente del Tribunal Electoral? Yo voté por candidatos de 3 partidos diferentes, y así lo han hecho muchos ciudadanos. Y es nuestro derecho. Si usted, Julio Olivo, no puede o no quiere resolver los problemas técnicos que esto presenta al TSE, lárguese.

Soluciones hay. Un salvadoreño residente en Estados Unidos, experto en desarrollo de software, ofreció al Tribunal un sistema confiable, pero usted bloqueó esta solución para dar el paquete a Smartmatic con sus scripts erróneos.

La solución es fácil: Dejar de hacer las actas a mano, dándoles a cada mesa una computadora con el software adecuado y un secretario capacitado para manejarlos. De un solo se ahorraría el paso innecesario de escanear las actas para luego volver a digitalizarlas. Las actas digitales se transmitirían directamente a la base de datos central, aptas para su procesamiento inmediato. El software no permitiría transmitir actas inconsistentes, y los miembros de las JRV solo las firmarían cuando todo cuadre.

Así que, magistrado, no complique las cosas sencillas.
Y los partidos que tengan mucho cuidado: el problema no es la Sala
ni el voto cruzado, es el presidente del TSE. Destitúyanlo.
Saludos,


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(MAS! / El Diario de Hoy)

martes, 13 de marzo de 2018

Carta a una amiga: ¿Vos con Nayib? No te lo creo

Estimada M.:
Has luchado los mejores años de tu juventud, no solo contra las distintas formas de regímenes militares, sino al mismo tiempo contra los machos, los prepotentes, los demagogos, los vendedores de humo, y los oportunistas dentro de la izquierda.

¿Y ahora me venís a decir que el tal Bukele tal vez no sea tan malo, que hay que darle chance, que a lo mejor hay que apoyarlo? No me jodás.

Pero el Frente es pura babosada, me decís. – Pues sí, pero esto tenemos más de 20 años de saberlo. Y sacamos las consecuencias, nos fuimos del Frente, mientras que Bukele, al solo llegar el FMLN al gobierno, se subió al tren alegre del poder para hacer negocios jugosos, y para que lo lleven a la alcaldía. No me digás que bajarse de este tren, justo antes de que su mal gobierno lo lleve a estrellarse, de repente lo convierte en alternativa.

Pero Paolo, más que 20 años hemos tratado de establecer una tercera vía, y hemos fracasado, tal vez con Bukele al fin se logra, me decís. – Y te contesto: Pero tampoco cualquier tercera vía. Gana también es tercera fuerza, pero es peor que las existentes. Tony Saca quiso establecer una tercera vía, y vos incluso te metiste, con el mismo argumento de ahora, y mire cómo terminó: en Mariona.

No, pero esta vez tal vez sea diferente. Bukele es otra generación, mire el pegue que tiene con la juventud, me decís. – Pues, pegue con la juventud también tiene Justin Bieber, te contesto.

No, pero estamos hablando de política. Nadie más que Bukele ha logrado movilizar a los jóvenes en un proyecto político, me decís. – Pues sí, te contesto: Hugo Chávez también movilizó a los jóvenes, a los resentidos, a los ilusos – y ahora los jóvenes mueren en las calles tratando de deshacerse del monstruo.

No seas tan pesimista, Paolo, no podés comparar a Bukele con Chávez, me decís. – Bueno, siempre es diferente la forma del populismo, pero no el esquema: Detectar las frustraciones y los resentimientos de la gente, para reforzarlos. La misma antipolítica, la misma arenga contra “el sistema”, el mismo desprecio a las instituciones.

Tal vez tengas razón. Pero esto es un movimiento nuevo, nada está definido, tal vez sea mejor meterse y trabajar desde adentro para que se encarrile, me decís. – No, mamita, no te vas a meter en un movimiento creado alrededor de un líder autoproclamado, con la ilusión de poderlo componer. Lo único que vas a hacer es prestarle legitimidad. Por esto ahora anda a la caza de gente como vos: líderes decentes, pero frustrados, en la búsqueda de palos donde arrimarse. No te quiero ver en este papel vergonzoso, no después de toda una vida de luchas por una izquierda decente.

No llegamos a nada. Y me temo que voy a tener estas conversaciones con muchos. Solo les digo a los que están picados de meterse en esta locura, solo para desquitarse su frustración con el Frente: A veces la medicina es peor que la enfermedad. A esta altura refundar la misma izquierda retrógrada, desempolvando las viejas consignas (contra el sistema, la oligarquía, los ricos) es absurdo.

Recuérdense: la primera vez es una tragedia,
la segunda vez es una farsa.

Saludos,

sábado, 10 de marzo de 2018

Columna Transversal: ¿Cuándo se jodió el FMLN?

Para explicar (y otros para explotar) el descalabro que sufrió el FMLN en las urnas el 4 de marzo, hoy muchos lo contraponen al “FMLN histórico” de la guerra, constatando que en el camino al poder –y luego ejerciéndolo- este partido ha abandonado sus virtudes revolucionarias, democráticas y emancipativas, convirtiéndose en un partido cerrado, autoritario, e incluso corrupto.


Una narrativa falsa

Es una narrativa muy simplista. No es nueva, Nayib Bukele la adoptó desde el momento que decidió provocar su separación del FMLN. En la lógica del pleito del divorcio, donde se trata de quien se queda con los hijos, los chuchos y el capital, Bukele tildó al FMLN de Medardo González y Salvador Sánchez Cerén como Arena.2 – y su propio movimiento como verdadero heredero del FMLN histórico y guerrillero. Con este discurso se fue a San Francisco Gotera, sabiendo que es en Morazán donde es más profundo el distanciamiento de las bases históricas del Frente con el actual partido FMLN.

La misma narrativa retoman, después de las elecciones, otros amantes frustrados del mito FMLN, como por ejemplo Dagoberto Gutiérrez. Ricardo Vaquerano escribe en Factum, en un una nota titulada “¿Por qué perdió el (ex) FMLN?” la siguiente frase: “Paradójicamente, cuando el partido que surgió de la guerrilla finalmente se llenó de poder, comenzó a vaciarse de contenido.”

Vaquerano describe como el Frente, antes una fuerza revolucionaria y comprometida con la lucha contra la corrupción y las mañas de la derecha de pisotear la independencia judicial, se convirtió en algo corrompido que él llama “(ex) FMLN”. En este cuento, la desgracia del FMLN comienza con la muerte de Schafik Handal, a quien presenta como el guardián de la ética del Frente, quien nunca hubiera permitido el ascenso al poder de un corrupto como Mauricio Funes. Pero Schafik murió, llegó Funes, lleva al FMLN al poder – y a partir de ahí el FMLN se jodió. Así va la el cuento. Así de simple. Así de falso.

El mito de Schafik como guardián de la ética

Aunque estoy de acuerdo que Funes arruinó al país, pero él no arruinó al FMLN. Se montó encima de un partido ya transformado. Para contar la historia real hay que desmontar algunos mitos. El FMLN no se jodió por la ausencia de Schafik, se jodió bajo el liderazgo de Schafik y Sánchez Cerén. Y tampoco es cierto que antes de esto en el FMLN, durante la guerra y en la postguerra, no hubo verticalismo, autoritarismo, corrupción, imposición, y todos estos pecados que hoy destacan en los diferentes obituarios que se escriben sobre el FMLN. Estos fenómenos siempre han existido en el seno del Frente histórico.

La diferencia entre este Frente histórico y el partido FMLN actual no es que el primero haya sido libre de los pecados que ahora al FMLN le causaron la derrota. La diferencia es que el Frente, antes de que Schafik y Sánchez Cerén tomaron control total del partido, no era monolítica sino pluralista. No era un partido vertical, sino un frente de varias organizaciones con diferencias ideológicas y distintas formas de organización interna. Era un frente con constante lucha interna entre autoritarismo y democracia.


El mito del Frente Histórico

Siempre hubo en este frente plural, incluso en medio de la guerra, actos de corrupción, abuso de poder, tendencias dictatoriales, desprecio a la democracia – pero hubo corrientes y dirigentes que hacían contrapeso. A la par de leninistas, estalinistas, maoístas y castristas hubo tendencias antiautoritarias, socialdemócratas, socialcristianas y hasta liberales. Estas contradicciones existían dentro de cada una de las 5 organizaciones y entre ellas. Hubo asesinatos y purgas dentro del Frente, como en la tragedia entre Marcial y Mélida Anaya; hubo masacres como las de San Vicente, cuando las FPL, bajo el mando de Sánchez Cerén, mandaron a matar a cientos de sus propios combatientes y simpatizantes bajo la sospecha de desviaciones ideológicas. Pero estos casos despertaron fuertes debates internos, que casi llevaron a romper al Frente, porque la mayoría de sus militantes no estaban de acuerdo con estas prácticas dictatoriales. Igual que no estaban de acuerdo con la decisión de las FPL y del PC de asesinar a políticos e intelectuales de la derecha, o de ejecutar secuestros durante las negociaciones de la paz. Siempre hubo en la militancia del Frente histórico debate interno, incluso rebeldía, siempre hubo un contingente de intelectuales críticos; nunca hubo pensamiento único, sino pluralidad.

La transformación del FMLN en un partido autoritario no comenzó con la muerte de Schafik, tampoco con su ascenso al poder. Comenzó cuando los cuadros del Partido Comunista y los dirigentes principales de las FPL se unieron para convertir al FMLN en un partido centralizado, vertical, sin tendencias, sin debate interno, y sin apego a la democracia republicana. Comenzó con la salida escalonada de toda la dirigencia y militancia crítica y democrática del partido. Dirigentes como Salvador Samayoa, Joaquín Villalobos, Fermán Cienfuegos, Facundo Guardado, Héctor Silva, y miles de intelectuales y profesionales con sentido crítico, con tendencias liberales o socialdemócratas ya no cabían en el esquema de un partido vertical. Algunos se fueron, otros fueron marginados, otros expulsados. El Frente se jodió cuando los ortodoxos y autoritarios se quedaron con el control total del partido, y este proceso se terminó cuando los contingentes renovadores que no habían salido se sometieron y adaptaron. Esta es la triste historia de Gerson Martínez, Hugo Martínez, Violeta Menjívar y Oscar Ortiz, quien fue el último en dar batalla, hasta que lo hicieron vicepresidente.


La falsa nostalgia

Es falsa la narrativa de la transformación de unos revolucionarios impecables en un partido oportunista. Para ilustrar lo absurdo de este mito, cito lo que los editores de Factum pusieron como encabezado al obituario de Ricardo Vaquerano:

“FMLN mío no existes
solo eres una mala silueta mía…
Ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de ti…”
Tuit que posiblemente dedicaría hoy Schafik Hándal al FMLN
(adaptación del poema El Gran Despecho, de Roque Dalton)

Este es pura mitología. Es falsa nostalgia. La real historia es que se impuso una corriente que siempre fue antidemocrática y represiva, encabezada por Schafik, Sánchez Cerén. José Luis Merino y Medardo, y que todos los demás o se fueron o se subordinaron. Ahora surgen voces internas que exigen revertir este lamentable proceso, y posiblemente Oscar Ortiz se pondrá a la cabeza de esta exigencia. Veo difícil que la transformación de una izquierda plural en un partido vertical se pueda revertir. Nuevamente tengo que decir: Me encantaría que resultara equivocado.
(El Diario de Hoy)

Carta a Salvador Sánchez Cerén: Limpieza general del gabinete

Señor presidente:
Todos las figuras de su partido están hablando sobre el resultado desastroso que sacaron en las elecciones. Tratan de explicarlo, hacen algunos mates de autocrítica, prometen escuchar al mensaje de sus bases. Todos menos usted.

Tal vez usted piensa que quedarse callado demuestra actitud presidencial. Tal vez piensa que como presidente está encima de estas discusiones. Gran error: lo que la gente, incluyendo muchos militantes y bases del FMLN, están exigiendo son cambios en el gobierno, tanto en la composición del gabinete, como en las prioridades y políticas públicas. Ustedes pueden hacer cambios en la dirección del partido. Deberían. Pero lo que urge a la gente es un mejor gobierno. Más allá de los militantes, a los ciudadanos no les importa el partido, les importa el gobierno y los servicios que da – o más bien no da.

A la gente, también a mi, les da igual si Medardo, Ramiro, Norma y Sigfrido sigan mandando en el FMLN. Esto no nos afecta. Tienen que discutir internamente en el partido si les conviene o no, con vista a las elecciones del 2019. Lo que la gente pidió a gritos el 4 de marzo, incluyendo las bases del FMLN, son cambios en el gobierno. Y esto, señor presidente, es asunto suyo. Solo usted puede poner orden en el gobierno, puede sustituir a ministros y funcionarios que manejan las instituciones como si fueran feudos de ellos.

No es nada difícil saber a quiénes tiene que sustituir. Sólo vea dos cosas: los resultados y los reclamos de la gente. Haciendo esta evaluación, le sale la lista de los ministros y funcionarios que tiene que despedir.

Primero, sus encargados de Seguridad. Empezando con su secretario Manuel Melgar, con el ministro-comisionado Ramírez Landaverde, y con el director de la PNC, Howard Cotto. No le tengo que explicar porqué, es obvio que han fracasado.

Segundo, el presidente de CEL, David López, que no ha logrado aumentar la capacidad de generación de energía eléctrica del país, a pesar de cientos de millones de dólares invertidos. El problema: los han invertido mal. Y el daño lo pagamos todos los meses los ciudadanos y los empresarios, porque CEL no ha logrado bajar los costos de energía.

Tercero, el presidente de CEPA, Nelson Vanegas, en cuya administración se ha saboteado la concesión de nuestros puertos y la ampliación de nuestro aeropuerto, con enormes costos para el desarrollo del país.

Cuarto, el presidente ANDA, Marco Fortín, cuya arrogancia, incompetencia y falta de transparencia le han costado al FMLN buena parte de los votos que perdió.

Quinto, el viceministro de Transporte, Nelson García, quien es tal vez el personaje más odiado por los millones de afectados del caos en nuestras ciudades.

Sexto, el ministro de Hacienda, Carlos Cáseres, quien nunca ha sido capaz de presentar presupuestos equilibrados y completos.

Séptimo, el jefe de PROESA, Sigfrido Reyes, a quien urge sustituir por un funcionario con capacidad profesional y capacidad de atraer inversiones. Ahí va en la cola José Luis Merino, a quien no hay que sustituir con nadie, porque tiene una plaza de viceministro fantasma que inventaron para conseguirle fuero.

Hay más que ya no me caben en esta carta: en la Lotería Nacional, en CORSAIN, en Economía y Salud.

Así que, cuando al fin decida romper su silencio, que sea con el anuncio de una limpieza radical de su gabinete. Y luego para anunciar nuevas políticas en estos ministerios y dependencias.
Estamos pendientes. Saludos,
(MAS! / El Diario de Hoy)

jueves, 8 de marzo de 2018

Carta a Lorena Peña: Su problema no es de comunicación

Estimada Lorena:
Me alegra que ustedes estén iniciando una reflexión profunda. Leí los 4 puntos de autocrítica que publicaste en Facebook. Arrancan bien, pero se quedan cortos.
A ) Un buen sector de la población reclama por una gestión gubernamental más eficiente y cercana a las necesidades cotidianas de la gente.
Es exactamente el mensaje que les mandó la gente el 4 de marzo. Que bueno que al fin lo entendieron. Falta que saquen las consecuencias. ¿Pero cómo van a corregir los errores si tu siguiente conclusión es esta:
B) Es indispensable comunicar más y mejor los avances en las transformaciones que el país está desarrollando. 
Nuevamente estan buscando pretextos. El problema del Frente y sus gobierno no es de comunicación. Es de prioridades mal definidas y políticas mal ejecutadas. Y la falta espantosa de liderazgo. Aunque tuvieran genios de comunicación, no hubieran podido comunicar avances que no hay, ni mucho menos disfrazar la realidad. La gente no es tonta y sabe dónde ustedes han fallado: en casi todos los servicios básicos. En una cosa tienes razón: Escogieron muy mal a sus comunicadores. Entonces, quiten a Eugenio Chicas y Marcos Rodríguez.
C) Es necesaria más lucha ideológica dentro y fuera de nuestras filas, así como desenmascarar y explicar las líneas comunicacionales, la matriz de opinión con que trabaja la derecha.
Es cierto, Lorena: hace falta una intensa lucha ideológica dentro de sus filas, si quieren tener futuro como fuerza política. Pero no la lucha que tienes en mente, contra la derecha. No es la derecha con su propaganda que les ha dado esta paliza electoral, se la han dado ustedes mismos. Hace falta una lucha interna contra la ortodoxia, contra el populismo, contra el verticalismo, contra la adhesión a ideologías como el chavismo, para abrir espacio a una izquierda democrática, abierta, moderna al mundo y sus cambios. Si no abandonan el populismo, les va a nacer un adversario mucho más eficiente y sinvergüenza en la demagogia populista. Además un adversario que ustedes mismos han introducido a la política. Ahora tú dices que “no es tiempo para ceder a un aspirante a caudillo” – pero fue aspirante a caudillo hace 6 años, pero ustedes lo convirtieron en alcalde, y hoy los pone a temblar. ¿Qué tal un poco de autocrítica en este tema?
D) Es tiempo de oír a la gente y tomarnos en serio sus opiniones.
Otra vez 100% de acuerdo. Pero escuchen bien, el mensaje fue claro y fuerte. El problema es que tus conclusiones correctas (puntos A y D) las echas al traste con tus conclusiones ideológicas (puntos B y C).
Mucha gente piensa que el daño que ustedes han hecho a la izquierda ya es irreparable, sobre todo porque han eliminado los mecanismos de debate y relevo tan indispensables para la renovación. Por mi parte, estaría feliz si ustedes me sorprendieran, mostrándome lo contrario.
Saludos,


(MAS! / El Diario de Hoy)

miércoles, 7 de marzo de 2018

Frases que se repiten y que no ayudan para nada: “Transformar el sistema de partidos”

“En El Salvador urge una transformación
del sistema de partidos.”
Por primera vez escuché esta tesis en boca de Rubén Zamora, en una entrevista con Alberto Arene. Este último la retomó en varias columnas – y de repente la repiten varios analistas y columnistas, pero sin nunca decir qué tipo de transformaciones tienen en mente. Me pregunto: ¿Qué está mal con el sistema de partidos? A partir de los Acuerdos de Paz tenemos un sistema pluralista, en el cual todas las corrientes ideológicas compiten y, si logran respaldo popular, participan del poder legislativo y municipal.

Tenemos un sistema constitucional que da a los partidos políticos la función de representar a los diferentes sectores y corrientes de la sociedad y servirles de vía de acceso al poder. La Sala ha flexibilizado esta función, permitiendo candidaturas no partidarias para diputaciones.

¿Qué está mal con este sistema de democracia representativa? Dicen que los partidos políticos son malos, que no son democráticos, que la gente no se siente representada por ellos. Bueno, es cierto. Entonces, cambiemos los partidos, pero no el sistema.

Presionemos que los partidos se renuevan y se abran a la sociedad. Y si no lo hacen, castiguémoslos y fundemos nuevos. Así como la ciudadanía acaba de castigar al FMLN.

Pero la renovación de los partidos esto no es asunto de legislación. Los partidos no cambian por decreto. Cambian por procesos internos y por presión de la ciudadanía, y por la interactuación entre ambos. Ya tenemos una Ley de Partidos Políticos, que para mi criterio no sirve para mucho. Está bien que esta ley obligue a los partidos a transparentar el financiamiento de sus aparatos y campañas. Pero es un absurdo querer obligar por ley a los partidos a ser democráticos, a decretar cómo tienen que elegir sus dirigencias y sus candidatos. Esto es un problema entre los partidos y sus militantes y votantes, o sea un asunto político. Un partido de ideología autoritaria no va a ser democrático internamente, por más que esté obligado de hacer primarias. Si un partido es autoritario, los votantes democráticos lo van a castigar en elecciones. Pregunten a Medardo González y José Luis Merino como funciona esto y qué impacto tendrá.

Entonces, ¿qué quieren reformar en el sistema partidario? Dicen que la legislación electoral favorece a los partidos establecidos y no permite o obstaculiza el surgimiento de partidos nuevos. Correcto. Entonces, cambiemos el Código Electoral. Quitemos esta tontería de obligar a un partido nuevo a coleccionar 50 mil firmas. Abramos espacio para partidos locales o regionales. Quitemos los absurdos obstáculos a candidatos independientes, y permitamos que también puedan correr por alcaldías.

Dicen que la crisis de representatividad de los diputados tiene que ver con la forma en que los elegimos, que mejor sería crear distritos electorales, para que cada diputado sea representante de un territorio y una población, a los cuales tiene que rendir cuentas. Pueden ser 84 distritos (o menos) con un diputado cada uno, o pueden ser, por ejemplo, 25 distritos de igual población electoral, que elijan cada uno a 3 diputados, para garantizar más pluralismo.

Bueno, entonces, discutamos sobre una reforma electoral profunda, pero dejemos de filosofar sobre una “transformación del sistema de partidos’.

Un problema que se hizo evidente, nuevamente, en esta campaña electoral es la falta de peso de los candidatos – y por tanto de la Asamblea. Para que el parlamente juegue plenamente su rol en el sistema republicano de la división de poderes, es indispensable que a la Asamblea lleguen figuras políticas e intelectuales que pueden convertir el parlamento en el centro del debate político del país. Esto incluye, que el liderazgo real de los partidos muestre cara en el parlamento, y por otra parte que los partidos postule a académicos, profesionales e intelectuales que pueden sostener un debate sobre cultura, educación, los retos de la digitalización y globalización, etc. Nunca hemos tenido una Asamblea de este tipo. Ni los debates reales, ni las decisiones reales se toman en la Asamblea.

Pero nuevamente, esto no es una deficiencia del sistema representativo pluralista, sino se debe a la mediocridad de los partidos. Un problema que no se va a solucionar por decreto ni por reformas del sistema, sino por transformación de cada uno de los partidos. Esta es una tarea de los militantes, y en última instancia, cuando las militancias no actúan, el que tiene el poder de cambiar los partidos es el votante. Parece que acaba de comenzar a hacerlo con el FMLN, así como lo hizo con ARENA en el 2009. La militancia de ARENA permitió los abusos de Saca y su grupo, no intervino, pero intervino la ciudadanía en 2009. Exactamente lo mismo pasó ahora al FMLN: una militancia frustrada, pero inactiva, y la factura que mandó el votante.

El partido que rompa con la inercia interna, con la tradición de postular diputados mediocres y borregos, y con primarias arregladas, inmediatamente ganaría una ventaja electoral. El partido que se niega a la renovación y apertura, abre su propia tumba: lo van a desplazar los apóstoles de la antipolítica y del populismo sin principios. Esto es precisamente el peligro que está enfrentando al FMLN. Nuevamente, de manera de conclusión: Bukele no es una amenaza al sistema de partidos, sino al partido FMLN, si no comienza a transformarse.

[En otras columnas, analizaremos otras mitos que distorsionan el debate político: “Las nuevas visiones”; “La necesidad de un nuevo acuerdo de nación”; “La polarización nos tiene como estamos”; “La posguerra se ha agotado”…]
(EDH-Observador)