martes, 31 de mayo de 2016

Carta a Norma Guevara: Todo lo que se hace con 700 mil dólares

Estimada diputada:
Usted no es cualquier gata en la Asamblea, usted es la jefa de fracción del FMLN, del partido gobernante. Hay que tomar en serio lo que dice.
Dijo usted que cuál era la jodedera con los 700 mil dólares que gasta la Asamblea en viajes cada año. Dijo que si ahorraran estos 700 mil, “no se hace ni el corredor del centro penal.”

Bueno, no sé tanto de construcción de penales, pero estoy seguro que con 700 mil dólares se haría mucho más que un corredor. ¿O cuánto cuesta una unidad de bartolinas en una delegación policial?

Sí le puedo asegurar que hay múltiples formas de invertir mejor estos 700 mil dólares anuales que ustedes los diputados gastan en sus viajes.

Con 700 mil dólares se pueden dar becas universitarias de $500 a más de 100 estudiantes de escasos recursos.

Con 700 mil dólares se puede poner a la disposición de las escuelas públicas en todo Soyapango 60 profesores extra.

Con 700 mil dólares se puede crear un equipo de 60 entrenadores deportivos para trabajar tiempo completo en las comunidades de más incidencia de delincuencia violenta.

Con 700 mil dólares se podría duplicar el presupuesto de la Compañía Nacional de Danza y crear una Compañía Nacional de Teatro.

Con 700 mil dólares la escuela de teatro del proyecto ESARTE en Suchitoto podría dar becas a 30 estudiantes y además hacer 20 talleres en comunidades o cantones del país.

Con 700 mil dólares se construyen canchas de deporte en 5 comunidades, con grama artificial, luces y gradería.

Con 700 mil dólares se construye 7 casas comunales equipadas con todo.

Claro, diputada: También se podría comprar con 700 mil dólares 10 camionetas Prado para la Junta Directiva de la Asamblea – pero ahora mejor no hablemos de subvenciones. Hablemos de inversión social en educación, deporte, cultura, convivencia, prevención…

Usted puede decir que no es realista, que algunos viajes los tienen que hacer los diputados, sobre todo los directivos. Y yo le pregunto: ¿Qué daño le causaría al país si ningún diputado saliera de viaje al exterior? Y comparemos esto con el daño que causa no invertir en las comunidades en riesgo: en profesores extra, en entrenadores, en canchas, en becas, en arte y cultura. Contésteme cuál daño es más grave para el país – y yo le digo si usted es progresista o simplemente una funcionaria acomodada.

Saludos,
44298-firma-paolo 

(Mas!/El Diario de Hoy)

sábado, 28 de mayo de 2016

Carta a ARENA: Plan de guerra o plan de paz. De Paolo Luers

Aprobaron los 152 millones parea financiar las “medidas extraordinarias” de Seguridad. Okey, entiendo porque dieron sus votos. El FMLN y el gobierno los tenía con la pistola en la cabeza: “Si no dan sus votos, ustedes serán responsable de cualquier homicidio que las pandillas cometan.” Hato Hasbún y Oscar Ortiz ya estaban en la Asamblea para ponerles el dedo…

Así que se dejaron torcer el brazo. Bueno, hay entre ustedes a quienes no hace falta torcerles el brazo, porque de todos modos ya estaban metidos en la gran competencia con el FMLN de quién es el más macho para aplicar la mano dura. Pero me consta que también hay entre ustedes quienes saben que esta política del gobierno de apostar a una solución militar no va a solucionar el problema de la violencia sino profundizarla. Hay entre ustedes quienes saben que es peligrosa la militarización del conflicto –y de la misma PNC-, y que es aún más peligroso el hecho que a 25 años de la paz volvamos a tener escuadrones de la muerte.

Pero la extorsión funcionó. Nadie quiere ser percibido como aguafiestas en esta fiesta guerrerista. Quien se niega a dar a la policía y al ejercito los fondos (y mano libre) para ir a la guerra será el responsable de haberla perdido. Así de simplista.

Por esto incluso los que para nada están convencidos de la actual política de Seguridad del FMLN votaron para financiarla. Yo los entiendo y ni siquiera los critico. Como ARENA no ha sido capaz de construir una propuesta de Seguridad alternativa, integral y racionable, no le queda otra que enrollar la cola y apoyar la política del FMLN.

El problema es: Una vez que la oposición está en esta posición de no tener propuesta propia, va perdiendo haga lo que haga. O ejerce oposición, y es culpable cuando la situación de seguridad empeora. O no se opone, muestra “unidad”, pero es percibido como débil. Y además, aunque tal vez todavía no tienen claro, de hace el gran favor al FMLN de legitimarle la única política de su gobierno con potencial de generarles apoyo popular y electoral. El FMLN no va ganar ningún punto en el terreno económico, simplemente porque no tiene la capacidad de generar crecimiento. Tampoco va a ganar más puntos en lo social, porque se les acabó el pisto para seguir con sus políticas clientelistas. El único campo donde pueden generar apoyo es Seguridad, capitalizando la desesperación de la gente.

Mientras ARENA no tiene la capacidad y los huevos de presentar soluciones alternativas a la salida militar que ofrece el FMLN al país, les va a pasar una y otra vez como este jueves: les van a doblar el brazo, van a tener que votar por más préstamos, más impuestos, más batallones especiales, más represión como medicina. Y van a perder las siguientes elecciones. No por que el FMLN haya hecho bien las cosas, sino por que ustedes no ofrecen alternativas.

Así que no les va a quedar otra: Tienen que abrir, con urgencia pero también con profundidad y sinceridad, un debate sobre alternativas a la política de seguridad del FMLN que en vez de mejorar va a empeorar la violencia.

Ustedes no van a poder cambiar las políticas del gobierno, nadie les puede exigir esto. Pero si hacen su tarea, la próxima vez que el FMLN les ponga la pistola para obligarles a votar por nuevos decretos o préstamos, ustedes pueden armar un debate público sobre Seguridad; o sea, sobre el fondo del problema y no solo sobre transparencia, como hicieron este jueves. Si no tienen una propuesta propia de Seguridad que va más allá de la represión, van a terminar como apéndice del FMLN.

Si el gobierno ofrece un plan de guerra, la oposición tiene que tener la capacidad y los huevos de ofrecer un plan de paz. Y ya queda establecido por la historia de la tregua: solo ARENA podría presentar a la sociedad un plan de paz, igual como tuvo que llegar al poder Cristiani para que el país aceptara una política de paz.

Saludos,
44298-firma-paolo 

(Mas!/El Diario de Hoy)

jueves, 26 de mayo de 2016

Carta a los jueces: No consientan la mediocridad de la Fiscalía

Estimados administradores de justicia:
En un país que tiene buenos jueces (independientes, justos, incorruptibles), todos los problemas tienen solución y no se convierten en crisis de Estado. Incluso cuando el problema es un mal juez (corrupto, incapaz o parcial), los demás jueces corrigen la falla.

En la ciudad en la cual yo crecí los jueces eran los personajes más respetados de la sociedad, sinónimo de sabiduría y equilibrio. La gente les pedía consejo mucho antes que un conflicto desembocara en un delito o en violencia. Su autoridad era indiscutible.

Aquí en El Salvador, lamentablemente hay demasiados jueces malos, corruptos, incapaces, haraganes, parciales, prejuiciados… Claro que también hay jueces excelentes -pero no suficientes para restablecer la confiabilidad del sistema. Esta es una triste realidad que a diario destruye existencias y, lo peor, la confianza de la gente en el sistema.

Dando seguimiento de cerca al “caso tregua” que involucra a varios amigos, veo como los derechos de los acusados a una defensa efectiva están siendo pisoteados de una manera sistemática. Uno podría pensar que lo que está pasando en este caso son abusos excepcionales, debido al carácter político del caso y a la evidente precondena mediática. Pero discutiendo y consultando con muchos abogados penalistas me doy cuenta que los abusos son la regla. Les pregunté a mis amigos penalistas cómo es posible que Raúl Mijango, luego de 2 semanas de estar recluido en la misma bartolina de la DAN donde tuvieron a Paco Flores, no ha tenido derecho de tener en su posesión el mamotreto de 138 páginas que presentó la fiscalía para acusarlo. Les pregunté cómo alguien va a preparar su defensa cuando no conoce los argumentos y las supuestas pruebas contra él, y por tanto no puede analizarlas, refutarlas. Las reuniones con su abogado son limitadas a 10 minutos y ni siquiera pueden estudiar conjuntamente el documento acusador. ¿Cómo el acusado se va a defender? ¿Cómo el abogado va a preparar, junto con al acusado, la defensa? Si no dan medidas sustitutivas, no habrá defensa efectiva.

Y todos los penalistas que consulté me dicen: Mire papito, así es, no es la excepción, es la regla.
Les pregunté a los penalistas: ¿Y cómo es posible que un juez, en la audiencia de revisión de medidas, permita a la Fiscalía modificar la clasificación del delito y basado en esto niega las medidas sustitutivas y confirma la detención preventiva por 6 meses? ¿Cómo asociación ilícita simple (para cometer un delito concreto) de repente se convierte en asociación ilícita con agrupaciones criminales? Todos los abogados me explican que esto es sumamente irregular - pero que lo mismo pasa todos los días en muchos juzgados…

Lo que pasa, me explican mis amigos letrados, es que muchos fiscales tienen mentalidad de policías - y que muchos jueces tienen mentalidad de fiscales, y tanto jueces como fiscales deberían entenderse como garantes del estado de derecho.

¿Por qué crees, me preguntó un penalista, que nunca avanzamos en la profesionalización de la investigación? Y como no tengo la respuesta, me la da: Porque hay demasiados fiscales que no exigen a la Policía rigurosidad en la investigación y porque hay demasiados jueces que dejan pasar a los fiscales acusaciones incongruentes o pruebas que no se sostienen -por lo menos en la fase inicial. Por esto hay miles de personas que guardan prisión preventiva por meses o incluso años, sin condena, porque hasta en la fase de instrucción hay un análisis serio de las pruebas y de los alegatos de la Fiscalía.

Esta falla del sistema -y de los jueces- produce dos resultados fatales: el alto grado de impunidad, porque ni la PNC ni la Fiscalía investigan bien; y un altísimo número de personas que al final salen libres pero tuvieron que pasar meses o años en prisión preventiva, porque los jueces de primera instancia aceptaron acusaciones mal hechas, pobremente fundamentadas o incluso viciadas que al final no se sostuvieron, pero decretaron detención preventiva.

Ahora veo a mis amigos Raúl Mijango, Roberto Castillo y otros del “caso tregua” atrapados en este sistema disfuncional y arbitrario, pero lo mismo le pasa a miles de salvadoreños. Sus derechos de defensa y la asunción de inocencia son violadas todos los días, y mientras no nos pase a nosotros o a alguien cercano, no decimos nada.

Ustedes los jueces tienen el poder de cambiar esto. Si la Fiscalía trabaja mal y no presenta acusaciones sustentadas con pruebas confiables, ustedes tienen que rechazar los casos o por lo menos decretar que los acusados puedan esperar su juicio en libertad.

Saludos, Paolo Lüers

(Mas!/El Diario de Hoy)



martes, 24 de mayo de 2016

Carta a Juan Valiente: gracias por obligar a todos los partidos a bajarse los pantalones

Estimado “un político menos”:
Cuando vos en tu campaña electoral prometiste transparencia, duela a quien duela, muchos dijeron: este es otro vivo que al llegar a la Asamblea va a ser “un político más”. Se equivocaron.

Vos solito destapaste la práctica de los partidos de llenar la Asamblea con plazas, algunas fantasmas, otras de carácter partidario, todas sin un régimen estricto de transparencia y profesionalismo. Y lo destapaste sabiendo que todos los partidos, incluyendo el tuyo, iban a quedar señalados.

Ahora muchos, incluyendo tu partido ARENA, te critican y atacan. No importa: hiciste un gran favor a la institución de la Asamblea, obligándola a revisar estas prácticas oscuras de repartición de plazas a los partidos. Y en tu partido, aunque ahora muchos te odian por haber roto el manto de silencio y complicidad, pronto se darán cuenta que gente como vos están restableciendo la confianza en la política - y en el partido.

Un partido que llevó a la Asamblea a gente nueva que se niega a poner la ciega disciplina y conveniencia partidaria encima de la ética puede volver a conectar con la ciudadanía y sus aspiraciones. Tiene futuro un partido que, aunque a algunos les cueste mucho, tiene suficiente amplitud, pluralismo y tolerancia para tener entre sus diputados -¿y por qué no entre sus futuros dirigentes?- a hombres y mujeres con independencia de criterio, valor de disentir y fidelidad a principios.

Johnny Wright hizo mucho más por la credibilidad de su partido que todas las “camisetas sudadas” juntas cuando se negó a votar “unánimemente” por el fiscal general pactado con el FMLN y GANA.

Neto Muyshondt pagó un alto costo político, incluso dentro del partido, cuando enfrentó con valentía la acusación de haber buscado un pacto con las pandillas. Pero Neto, defendiendo la posición impopular de que “es legítimo dialogar con pandilleros” cuando se trata de defender la libertad del voto, a la larga aportó mucho más a la credibilidad del partido que todos los hipócritas que prefirieron dejarlo solo y colgado de la brocha - solamente por la presión de la opinión pública.

Y a vos Juan, destapador de los lados oscuros de la Asamblea y de los partidos, aunque ahora te critican, mañana te van a reconocer como la cara nueva -la buena- de tu partido.

Solo te pido que tengas cuidado: el asunto de la corrupción en la Asamblea y en los partidos se presta para manejos peligrosos de corte populista. Hay que saber cómo destapar la corrupción sin abonar a las consignas de la antipolítica: que los partidos ya no sirven; que todos los diputados son corruptos; que la política es mala.

Nunca hemos tenido más urgencia de buena política y buen parlamentarismo. Nunca hemos tenido más urgencia de la renovación de los partidos. No es cierto que no vale la pena invertir en una buena Asamblea, con asesores de calidad profesional, con equipos de análisis económico, social o de seguridad… Lo que hay que erradicar es la arbitrariedad, la repartición partidaria de plazas y la inflación de plazas fantasmas.

Seguí criticando y proponiendo y al rato la ciudadanía y tu partido te van a respaldar.

Saludos, Paolo Lüers


(Mas!/El Diario de Hoy)



sábado, 21 de mayo de 2016

Carta al Fiscal General: Reprobado


Estimado Douglas Martínez, disculpe: Meléndez
No está haciendo su trabajo. Lo eligieron -casi unánimemente- para que proceda contra la impunidad y la corrupción. La Corte Suprema le hizo casi todo el trabajo, mandándole los casos de Probidad: Mauricio Funes, Tony Saca, etc. Además usted heredó el caso Chaparral, listo para proceder contra una red de corrupción cultivada alrededor de la CEL.


Usted asumió la fiscalía con la correlación de fuerzas necesaria para ir contra la corrupción. Para ir contra los grandes, que normalmente quedan impunes.
Y se va contra los indefensos. Se deja ir en un caso donde sabe que no va a chocar con nadie grande, pero que sí va a tener grandes éxitos mediáticos – y sin pagar costo político, porque no va a chocar contra ningún poder. El “caso tregua”. El caso contra Raúl Mijango, a quien la izquierda detesta por disidente y la derecha teme por revolucionario – el hombre ideal para joderlo. El hombre ideal para humillarlo, llevándolo al centro judicial en ropa interior blanca. El caso además contra policías y funcionarios que no tienen protección política ni partidaria. Y que no han hecho otra cosa que implementar una política que en aquel entonces fue política pública oficial: facilitar la tregua entre las pandillas…
Y en este caso estrella, el único importante que ha presentado, usted y su “nueva fiscalía” tampoco han hecho su tarea. Ahora nos damos cuenta que todo el tamal ya estaba hecho por Luis Martínez: el requerimiento fiscal contra Raúl Mijango y los otros 20 acusados en el “caso tregua” es idéntico documento acusador redactado por los hombres de confianza de Luis Martínez. El único trabajo que hizo la “nueva fiscalía” fue quitar de la lista de acusados al ministro de Defensa, David Munguía Payés. Y esconder el documento complementario: la solicitud de antejuicio contra el ministro.
El resultado: una chambonada. Usted llegó a la conclusión, así como lo dijo en su conferencia de prensa, que no puede perseguir la tregua entre las pandillas, su facilitación por parte del Estado y la labor de los mediadores, simplemente porque no constituyen delitos. En cambio, Luis Martínez sí, los consideraba delitos, así lo predicaba a los cuatro vientos - y así mandó a redactar la acusación. Entonces, si usted sabe que estos delitos no existen, y que por tanto no puede acusar al ministro Munguía Payés, ¿por qué no mandó a redactar una acusación nueva – una acusación que corresponde a los delitos que usted imputa a los 21 que acusados?
Pero no, usted presenta a la corte y tira al ventilador de los medios de comunicación la misma escritura elaborada por la FGR de Luis Martínez, solo quitando a David Munguía Payés de la lista de acusados. Pero en todo el escrito, página por página, sigue apareciendo como “mastermind” de una “trama” contra el Estado y a favor de las pandillas. Todo esta montaña para parir un ratón: acusar a 21 personas de delitos menores como “introducción de ilícitos” – y esto, para más joder, sin ninguna prueba.
Que bueno que aparecieron a la luz pública los documentos originales de esta acusación, con escudo de la Fiscalía General de la República. Aunque usted lo niegue, estos documentos comprueban que usted no hizo su trabajo. Todo esta acusación solo tendrá lógica si usted lograra clasificar la política pública del gobierno anterior como delito. Y como esto no es posible jurídicamente, como usted mismo dijo, todo el caso se le cae. En vez de solo sacar al ministro, usted hubiera tenido que archivar todo el caso, como una adefesio impresentable más de la fiscalía de Luis Martínez.
Pero usted quería su “caso estrella”. Tan así que cometió otro error imperdonable. Como el objetivo suyo era mediático, no solicitó reserva sobre el caso, como hubiera sido oportuno para proteger la identidad y seguridad de varios de los acusados y sus familias. No, usted tiró la acusación al público, y cuando ya todo estaba publicado, solicitó reserva – para que nadie pueda refutar sus acusaciones.
Reprobado, señor fiscal. Saludos, Paolo Luers
(Mas!/El Diario de Hoy) 
 

Columna transversal: Cuatro de los ocho logros de la paz están en peligro

En una charla con jóvenes universitarios, me preguntaron cuáles eran los logros más importantes de los Acuerdos de Paz - las conquistas por las cuales valió hacer la guerra y  terminarla negociando.

Les nombré 8 logros:
1. La desmilitarización de la sociedad salvadoreña. Con una Fuerza Armada que ya no se mete en política ni viola los Derechos Humanos.
2. La creación de una policía de carácter civil.
3. Una Procuraduría de DDHH que vigila al Estado.
4. Una justicia que no se presta a persecuciones políticas.
5. Garantía absoluta de la libertad de expresión.
6. Un acuerdo nacional amplio y profundo de erradicar toda forma de violencia política, tanto para llegar al poder, como para defenderlo.
7. Garantía de elecciones libres y justas.
8. El pluralismo político con la plena incorporación de la izquierda al sistema político.
Los primeros cuatro de estos logros principales hoy están en peligro y en diferentes estados de erosión. La mitad – un balance preocupante.
La desmilitarización ha sido el corazón de la nueva República fundada por los Acuerdos de Paz. Y el más grande de sus éxitos. La Fuerza Armada se ha mantenido, de manera impecable, al margen de la política. Esto, por suerte, no está en peligro y no hay erosión. Pero por la políticas implementadas por el actual gobierno, la Fuerza Armada nuevamente se ve involucrada en violaciones de Derechos Humanos, por el excesivo rol que el gobierno le ha asignado en Seguridad Pública, en particular en su “enfrentamiento frontal” contra las pandillas. Este rol ya no ex transitorio y excepcional, como manda la Constitución, sino permanente, regular y masivo. Esto es un problema muy serio para la Fuerza Armada, porque tiene miles de efectivos en el terreno, actuando en la guerra contra las pandillas, pero tiene cero control de la planificación, de la elaboración de los lineamientos y de la conducción de sus acciones. Todo esto está concentrado en la PNC y el ministerio de Seguridad dirigido por un policía.
Con esto llegamos al otro pilar de la democratización del país que hoy, mucho más que la Fuerza Armada, enfrenta una seria y profunda erosión de sus valores y principios fundadoras: la PNC. El real problema de militarización que enfrenta hoy el país no reside en el excesivo uso de la Fuerza Armada en misiones de Seguridad, sino en la militarización de la misma policía. Con los resultados que todos conocemos, pero que pocos quieren enfrentar o denunciar: violaciones masivas de Derechos Humanos por parte de una policía cuyos operativos ya no se concentran en la localización y detención de delincuentes, sino en el objetivo de comprometerlos en enfrentamientos de carácter militar y eliminarlos. A esta militarización de la PNC y de sus modo operando se suman las ejecuciones extralegales, cometidos por policías o por comandos de “limpieza social” con apoyo y encubrimiento de la policía.
Ante esta situación, la Procuraduría de Derechos Humanos, otro de los logros de los Acuerdos de Paz, debería permanente e insistentemente investigar y denunciar los abusos policiales o militares. Lastimosamente, la Procuraduría, desde que la izquierda asumió el gobierno en 2009, ha dejado de ejercer con rigurosidad e independencia su mandato central: vigilar al Estado en cuanto a Derechos Humanos.
El cuarto de los logros principales del proceso de paz igualmente está en peligro de erosión y perversión. Renace el viejo fantasma: Nuevamente, la justicia está siendo usada para persecución política. Los casos de CEL-ENEL y del ex presidente Flores se han manejado con intenciones y métodos políticos, creando pre-condenas mediáticas que impiden juicios penales justos. En el actual “caso tregua”, lamentablemente el nuevo fiscal general usa el mismo método: fabricar una acusación eminentemente política, dirigida contra una política pública oficial del gobierno anterior, pero sin poderlas calificar como delitos - para aterrizar en imputaciones de delitos concretos de menor escala y con pruebas muy débiles o inexistentes. Esto da para una impactante acusación mediática y política, y para una muy débil acusación penal.
Por suerte, en el sistema de justicia hay contrapesos comprometidos con una justicia no politizada y con juicios justos. La batalla no está perdida, ni para los políticamente perseguidos, ni para la democracia. Pero los peligros persisten.
La buena noticia es que los últimos 4 logros democráticos de mi lista permaneces sólidos, por una simple razón: han sido asimilados a profundidad por toda la ciudadanía – tan así que nadie puede atentar contra ellos sin pagar un altísimo costo político y electoral. La libertad de expresión es sacrosanta en El Salvador, igual que la libertad del voto. cualquier tipo de violencia política enfrenta un rechazo social inmediato. El pluralismo -incluyendo la alternancia en el ejercicio del poder- son pasos irreversibles. Estos 4 logros hay que defender y fortalecerlos con todo el poder de la ciudadanía, porque solo así tendremos la fuerza para reparar el daño ya causado a los primeros 4 logros de la paz y de la democracia. Para decirlo de otra manera: Sin hacer uso valiente de la libertad de expresión, no lograremos enfrentar el nuevo militarismo.
(El Diario de Hoy)


martes, 17 de mayo de 2016

Carta al presidente: sobre “golpes de Estado”

Estimado ciudadano Salvador Sánchez:
Las relaciones diplomáticas son entre estados y países, no entre gobiernos, mucho menos entre presidentes o partidos de gobierno. La afinidad ideológica de los gobernantes puede ser un elemento para mejorar las relaciones entre países, pero nunca puede ser condición para las buenas relaciones. Nuestras relaciones con un país tan importante como Brasil no pueden depender de si a usted o la Comisión Política del FMLN le caiga bien o mal el que gobierna este país. El sábado pasado, usted anunció en su mitin electoral en Izalco que ha dado instrucciones de retirar a nuestro embajador de Brasil, con la siguiente justificación: “Hemos analizado la situación y hemos tomado la decisión de no reconocer ese gobierno provisional de Brasil porque hay una manipulación política”.

La cancillería salvadoreña dijo en un comunicado: “Asistimos, desafortunadamente, a la configuración de un golpe de Estado”. Y la Comisión Política del FMLN, lamentablemente rectora de nuestra política internacional, habla de un “golpe de Estado Parlamentario perpetrado contra la legítima presidenta de la República Federativa de Brasil, Dilma Rousseff”.

¿Qué significa esto de un “golpe de Estado parlamentario”? Todo el mundo en América Latina sabe qué es un golpe de Estado: Significa la ruptura del orden constitucional, efectuada por la fuerza, normalmente por las Fuerzas Armadas. A la presidenta Dilma Rousseff no la apartó de la presidencia el ejército o paramilitares de la derecha, sino el senado de Brasil, a solicitud de la cámara de diputados, usando un mecanismo establecido por la Constitución. El Senado abre una investigación de los cargos contra la presidenta, y en 180 días tiene que declararla culpable o no culpable. Si no es culpable, retoma la presidencia. Si es culpable, es apartada definitivamente.

¿A dónde está el uso de la fuerza? ¿A dónde está el golpe de Estado? ¿A dónde está la ruptura del orden constitucional? Todas las instituciones constitucionales (cámara de diputados, senado, Corte Suprema, Corte Constitucional, Fiscalía, etc.) siguen funcionando sin alteración ninguna. Solo cambia, transitoriamente, el poder ejecutivo, porque está bajo investigación.

Si el FMLN habla de un “golpe de Estado parlamentario”, mañana va a hablar de “golpe de Estado electoral”, cuando la oposición propone elegir, en el 2019, un gobierno diferente.

El FMLN también ha dicho que los que exigimos para El Salvador una Comisión Internacional contra la Impunidad y Corrupción, como existe en Guatemala, estamos preparando un golpe de Estado. O sea, ¿en Guatemala el presidente Otto Pérez, investigado por fiscalía y CICIG, sufrió un “golpe de Estado judicial”? O incluso un “golpe de Estado ciudadano”, tomando en cuenta las manifestaciones multitudinarias que exigían su renuncia…

¿Y el referéndum de revocatoria contra Maduro, anclado en la Constitución venezolana, es para el FMLN un “golpe de estado constitucional”. Para el FMLN, la “participación ciudadana” solo es buena para fortalecer a un gobierno de izquierda, nunca para cuestionarlo…

Es una estupidez e irresponsabilidad supeditar la política exterior y nuestras relaciones con países aliados como Brasil a prejuicios ideológicos. Causa grave daño al país.

Solidaridad partidaria es una cosa, relaciones entre Estados son otra - y nunca hay que mezclarlas -. Con 7 años en Casa Presidencial, usted ya hubiera tenido que aprender esto.

Saludos, Paolo Lüers

De paso sea dicho: A mí tampoco me gusta el proceso contra la presidenta Rousseff por una simple razón: No veo que esto en Brasil pueda llevar a un gobierno menos corrupto.


(Mas!/El Diario deHoy)

sábado, 14 de mayo de 2016

Carta al director de la PNC: ¿Para este tipo de policía luchamos?

Estimado Howard:
¿Cómo el director de la policía puede permitir que en el lugar de un accidente de tráfico con un motociclista muerto, llegan unos pistoleros, amenazan y apartan a los agentes de la PNC y remueven el vehículo del responsable? O sea, ¿cómo puedes permitir que traten a tus policías como si fueran payasos que regulan el tráfico, sólo porque el vehículo que causó el accidente y la muerte de un ciudadano era de Casa Presidencial? Y sólo porque el segundo vehículo que llegó al lugar también era de Casa Presidencial, y los hombres armados que intervinieron en la investigación policial eran de la seguridad presidencial…

El accidente pasó el 1 de mayo, y hasta la fecha ustedes no han identificado quién manejaba el vehículo de CAPRES. Tampoco han identificado a quién estaba adscrito este vehículo y qué estaba haciendo el domingo 1 de mayo en el puerto de Libertad.

¿Te pregunto, comisionado Cotto: ¿En dos semanas el aparato investigativo de a PNC y de la fiscalía no ha podido establecer quiénes andaban en la camioneta, en qué misión, en qué estado? Esto nadie te lo cree. Tanto Casa Presidencial como la PNC como la fiscalía deben saber qué pasó. Y deberían acusar al responsable, sea quien sea, sea un motorista o un funcionario de CAPRES, o un familiar de funcionario. Y deberían procesar a los agentes de CAPRES que intervinieron con la investigación policial – y tal vez incluso a los policías que lo permitieron.

Esto se llama encubrimiento. Desde el momento que los policías permitieron que agentes armados de CAPRES impidieran la revisión del vehículo, la captura y el examen toxicológico de quien manejaba y que causó el accidente fatal, es un claro caso de encubrimiento.

Así operaban los militares en tiempos de los gobiernos de coroneles. En cualquier caso que salió involucrado un oficial militar en un delito o accidente, llegaban vehículos y efectivos de la Fuerza Armada para retirar las pruebas, intimidar a testigos, para garantizar la impunidad del responsable.

Tanto vos como yo y miles de otros nos metimos a la guerrilla para combatir estos abusos, esta impunidad, esta falta de justicia. ¿Y luego de la guerra vos te metiste en la nueva policía, la Policía Civil creada por los Acuerdos de Paz, para hacer exactamente lo mismo? ¿Para seguir dando impunidad a los altos funcionarios?

Si bien me recuerdo vos fuiste comisionado de la PNC cuando un Ferrari se accidentó en el redondel Masferrer. En esta ocasión también se presentaron miembros de la Seguridad Presidencial, tomaron control de la escena, y removieron el vehículo, que tenía rastros de sangre – y nunca se supo quién manejó el Ferrari, quiénes más iban en el vehículo, de quién era la sangre en el parabrisas. Luego se supo que una muchacha que probablemente iba en el Ferrari, fue trasladas a un hospital en Guatemala, donde falleció. Nunca se esclareció el caso, debido al encubrimiento que los responsables de la PNC permitieron.

¿Permite la PNC y sus altos mandos que en ciertos casos exista encubrimiento e impunidad? Todo indica que sí. A cualquier ciudadano normal lo llevan preso y lo investigan cuando causa un accidente con víctima fatal. Pero a algunos no. En el caso del Ferrari se rumoraba que tenía relación con Casa Presidencial, por el simple hecho que los que tomaron control de la escena removiendo evidencias eran miembros de la Seguridad Presidencial. En este nuevo caso del puerto de La Libertad está claro que el vehículo que causó la muerte del motociclista, pero esto es todo lo que sabemos a ciencia cierta.

Conseguiste llegar a la cúpula de la PNC, Howard. Sos el jefe de la policía. Lo hiciste. Llegaste. Felicidades. ¿Y ahora qué? ¿Para qué? ¿Para que todo siga igual? La historia de un guerrillero que quiso reformar la policía…

Y ya que te estoy reclamando: ¿Qué ondas con los tres compañeros oficiales tuyos que están bajo arresto en el “caso tregua”? ¿Qué estás haciendo como jefe de los inspectores Aguilar Marín y Castillo Díaz para garantizar que no sean chivos expiatorios en un caso eminentemente político? Bien sabés que ambos cumplieron misiones encubiertas, pudiendo perder su vida en el momento que se supiera que eran oficiales de inteligencia policial. ¿Cómo el director de la PNC pudo permitir que el mismo Estado, que les encomendó sus misiones encubiertas, hoy les quita la cobertura y los expone en público, con todos los riesgos que significa para ellos y sus familias?

¿Para tener este tipo de policía luchamos? Yo no. Saludos,

 
44298-firma-paolo






(MAS!/El Diario de Hoy)

jueves, 12 de mayo de 2016

Carta a Guillermo Gallegos: El que comete apología del delito es usted

Ya tiene una semana se andar diciendo a cualquier micrófono que le pongan enfrente: “¡Metan preso a Paolo Luers!” Por suerte mía (y del país), usted no es fiscal, ni juez, sino diputado, y además de los diputados sin ninguna credibilidad.

Anteriormente, usted se dedicó a exigir que me expulsen del país, probablemente ignorando que en nuestra República y en nuestra Constitución se ha erradicado la práctica de los regímenes militares de expatriar a sus críticos.
Desde el fuero de diputado que lo protege, usted me ha acusado, siempre en público, de ser “traficante de armas” (vea mi carta a usted titulada “Carta a un mentiroso compulsivo del 12 de febrero 2014) y “vocero de pandillas” y otras cosas por el estilo.
A mi me llena de orgullo tener a usted como enemigo. Los hombres decentes no podemos ser sino enemigos de los sinvergüenzas y de los predicadores del odio.
¿Cómo no ser enemigo de un dirigente político que promueve la pena de muerte y al no encontrar eco, abiertamente apoya la triste práctica de los comandos de exterminio, diciendo: “legal o ilegalmente, la pena de muerte en el país es necesaria”?
¿Y cómo no ser enemigo de un político que habla así en twitter?

Puedo perfectamente entender que así reaccionan las víctimas de la violencia. Pero no un diputado. A los diputados y funcionarios loselegimos para que no nos gobierna el higado, sino la racioanlidad.
Y este hombre que pide sangre me acusa a mí de apología del delito y de la violencia…
Por más que usted exija que me arresten y me acusen del delito de haber sido mediador de la tregua, esto no va a pasar. Y es más, también Raúl Mijango y los otros acusados en el “caso tregua” van a salir libres, una vez que se asienta el polvo de la acusación política y mediática y la justicia comience a revisar en serio las pruebas. A pesar de todo, a pesar incluso del populismo judicial en el caso de Raúl Mijango, yo sigo creyendo en nuestro sistema de justicia. Yo sigo confiando que no se preste a juicios políticos.
Mauricio Funes promovió los juicios políticos contra Don Billy Sol Bang  y a Francisco Flores – y mire quien al final va a tener que enfrentar la justicia…
Usted va a terminar este año siendo presidente de la Asamblea Legislativa, porque lamentablemente así el FMLN se compró “gobernabilidad” para su gobierno. El precio que vamos a pagar como país, será inmenso. Ya vimos en Guatemala y Brasil qué puede pasar cuando ponen al frente del parlamento a personajes sin moral.
La única manera que usted puede cumplir con el país sería renunciar a la presidencia de la Asamblea.

 (Mas!/El Diario de Hoy)

martes, 10 de mayo de 2016

Carta a Mauricios Funes: El gran odio

Concedo el espacio de mi carta a mi amigo José Antonio Rodríguez Rivas, hijo de Antonio Rodríguez Porth, ministro de Presidencia de Alfredo Cristiani asesinado en junio del 1989 por un comando guerrillero. Le tiene mucho que decir a usted:


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El gran odio
Yo vivía en Canadá en 1992. Tenía un trabajo estable haciendo mapas con imágenes de radar por todo el mundo. Mi primer hijo acababa de nacer cuando se firmaron los acuerdos de paz en El Salvador. Después del asesinato de mi padre, yo pensé que no regresaría nunca a vivir a El Salvador, pero en un viaje de negocios a mi tierra natal, sentí que se respiraban aires distintos, aires de reconciliación, y decidí volver.

En aquellas épocas, abrieron sus puertas La Luna y La Ventana, unos establecimientos donde uno se podía encontrar con exguerrilleros departiendo en la mesa próxima a los hijos del Presidente. Era un ambiente de apertura, de tolerancia a las diferencias ideológicas, de amor a la vida, de esperanza. En ese ambiente crecieron mis hijos, reconstruimos el país y para impulsar esa esperanza triplicamos la generación de energía geotérmica limpia en El Salvador, manteniendo el costo relativamente bajo para el consumidor. Me queda la satisfacción de que por lo menos en geotermia El Salvador tomó una posición de merecido liderazgo regional.

En aquel entonces nos referíamos a los años de guerra como “el conflicto” o “la guerra”, pero considerábamos que era algo del pasado, aunque siempre hubo nubarrones negros en el ambiente. El asesinato de mi padre quedó impune, nadie se hizo cargo. La Comisión de la Verdad consideró su magnicidio “irrelevante”. Pero el país progresaba, pese a los problemas.

Mauricio Funes fue el encargado de destapar el gran odio, mismo que ahora lo consume a él mismo. El resentimiento latente se manifestó de lleno. Los trabajadores dejaron de ocultar su odio por los empresarios. Todo el mundo empezó a clamar por que zamparan preso a su vecino y mejor si se le humillaba públicamente primero. Ahora, el que piensa diferente y lo expresa abiertamente se expone al linchamiento público. Y como todos piensan diferente a alguien, todos pueden ser linchados. Los órganos del Estado - los tres - se han volcado en contra de la gente. Se han perdido principios de justicia y convivencia esenciales, como la presunción de inocencia, la tolerancia a las diferencias y la capacidad de diálogo y debate. Todo esto ha sido reemplazado por el odio exacerbado, los comentarios fuera de tono en los medios sociales, la descalificación, la fabricación de acusaciones judiciales sin mayor fundamento, los juicios y los prejuicios mediáticos.

Veo que la gente está ciega y sorda, pero no muda. No veo que en El Salvador se pueda tener justicia, tolerancia, diálogo razonado, ni mucho menos unidad, en los próximos cinco años, por lo menos. El FMLN vive del odio y por eso lo atiza, y ARENA se despedaza al interno por la desconfianza y la descalificación. Y a la gente le ha gustado este ambiente de linchamientos públicos. Les ha gustado el espectáculo. Si alguien sale razonando sus opiniones, los que comentan en los medios sociales se lo acaban y demandan su muerte o encarcelamiento. Hay unos pocos que luchan porque la gente no pierda la esperanza, pero están peleando cuesta arriba en una cuesta que se pone más empinada a medida que pasa el tiempo. La gente ya perdió la esperanza y recuperarla va a tomar unos diez años, por lo menos. Por ahora, el público disfruta del espectáculo que trae el odio. Las frases como “es que todos son corruptos”, y “que zampen preso a ese ‘h.d.p.’” han reemplazado todo diálogo civilizado. Creo que así como ahora nos referimos al período de 1980-1992 como “la guerra” o “el conflicto armado”, en el futuro la historia se va a referir al período que empezó con la campaña presidencial de Mauricio Funes como “el gran odio”. Seguramente, este odio y este resentimiento van a marcar este período histórico.

Al igual que tantos compatriotas, decidí repatriarme a Canadá. Celebro orgulloso mi día de repatriación con mis conciudadanos canadienses, cada 4 de octubre. Aquí soy diferente, igual que todos los demás, y soy libre de serlo. Las diferencias se celebran, no se reprimen. A veces me siento culpable por haber puesto primero el bienestar y la sanidad de mi familia por encima de “La Patria”, pero luego me recuerdo que en el altar de “la patria” sacrificaron a mi padre y a mi cuñado y que “la patria” consume a otros de mis seres queridos. Entonces mejor le doy gracias al pueblo canadiense, que es tan ejemplar, por haberme acogido a mi regreso. “Por la Patria” regresé a El Salvador en 1992. Ese fue tal vez el gran error de mi vida. Con dolor infinito, he llegado a esa conclusión.

                                                                                                            José Antonio Rodríguez Rivas

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Sin nada que agregar. Paolo Lüers.

                                                                                                                                                    (Mas! / EL Diario de Hoy)

sábado, 7 de mayo de 2016

Columna transversal: ¿Volveremos a tener presos políticos?

Cuando acusaron a los exfuncionarios públicos en el caso de CEL-Enel, les congelaron sus cuentas, les prohibieron viajar fuera del país, y los exhibieron en público como delincuentes, estábamos ante un fenómeno nuevo: un gobierno y un Fiscal General tratando de enjuiciar y penalizar la política pública de un gobierno anterior. Esto fue obra de Luis Martínez – y para que esto no haga escuela y se repita, como sociedad civil lo quitamos de la Fiscalía General. Pensábamos que con esto, este lamentable capítulo de juicios políticos, estaba cerrado. Pensábamos que por presión de la sociedad civil el país había logrado limpiar la justicia y la fiscalía de la contaminación política.

Hoy resulta que el nuevo Fiscal General cae en el mismo error. Ya tenemos otro juicio político-mediático: el “caso tregua”. El Fiscal General dijo que esta acusación no es contra la política pública vigente en los años 2012-2013, cuando el gobierno decidió permitir y facilitar una tregua entre las pandillas. Esto puede ser cierto en la acusación formal que en estos días tiene que presentar contra Raúl Mijango, el principal mediador de la tregua, y 20 personas más. Pero en la acusación mediática y política, empezando con su misma conferencia de prensa, el Fiscal General va contra “la tregua” como componente de la política de Seguridad definida por el entonces ministro David Munguía Payés y autorizada por el presidente Funes. Los tres oficiales de la PNC, y los funcionarios de Centros Penales están acusados por haber implementado una política oficial de su gobierno. Están ahora sentados en bartolinas policiales preguntándose cómo es posible que el mismo Estado que les encomendó la implementación de un plan estratégico, ahora los persigue y los exhibe como delincuentes. En el caso de dos de los oficiales de la PNC acusados es aún más grave y absurdo: ellos asumieron, con altos riesgos, una misión encubierta; la cumplieron con excelencia – y ahora el mismo Estado rompe su cobertura, los exhibe y expone a ellos y sus familias a riesgos mucho más grave de estar encarcelados. Pueden perder la vida.

¿Cómo el Estado va a exigir a sus funcionarios, sobre todo los que trabajan en áreas tan delicadas como los policías y el personal de centros penales, que asuman sus responsabilidades con dedicatoria, lealtad y espíritu de sacrificio, si el Estado no les da la seguridad jurídica que si el próximo gobierno o el próximo fiscal general los va a sancionar, encarcelar y exhibir públicamente? Ninguno de los policías o directores de penales se ha metido en esto por iniciativa propia, mucho menos por afinidad a las pandillas. Se definió una política para parar la guerra fratricida entre las pandillas, y de manera patriótica y desinteresada hicieron su aporte al propósito de ahorrarle al país un eterno baño de sangre.

Uno no puede estar de acuerdo con lo que se intentó hacer con la tregua y todo el proyecto de usar el diálogo y la mediación para reducir la violencia. De hecho, la mayoría de los salvadoreños no está de acuerdo. El siguiente gobierno y el siguiente fiscal pueden cambiar esta política – pero lo que no se vale es criminalizar la anterior política y perseguir a los servidores públicos que la han implementado. No se valió en el caso CEL-Enel, y no se vale ahora con el “caso tregua”.

Raúl Mijango está preso y enfrentará un juicio penal, porque ofreció sus buenos oficios como mediador, sabiendo que no puede ser el Gobierno que abra canales de diálogo con grupos fuera de la ley. Raúl Mijango ahora es el malo de la película, porque estaba dispuesto de asumir una tarea sumamente impopular. Aceptó y desarrolló con mucho sacrificio el rol de mediador, y termina siendo acusado de ser cómplice de grupos criminales.

Vamos a ver si nuestro sistema judicial funciona y si realmente se ha liberado de sus vicios políticos: Si a Raúl Mijango y los demás acusados no les devuelven su libertad, para que se puedan defender en condiciones dignas de las acusaciones, habrá regresado un fantasma del pasado: tendríamos nuevamente presos políticos.

El sistema judicial no se debe dejar intimidar ni influenciar por el carácter mediático de la acusación del fiscal, ni por una opinión pública claramente desfavorable para la tregua y sus protagonistas. No puede ser que las existencias y el honor de los acusados sean destruidas teniéndolos durante meses encarcelados, cuando es muy probable que al final la fiscalía no tendrá capacidad de sustentar y comprobar las acusaciones concretas contra ellos. Estarían presos, no por la gravedad de los delitos concretos que se les imputan, sino por lo fuerte de la condena que la opinión pública (y la opinión publicada) expresan contra el fantasma de “la tregua”. Aunque, como el Fiscal General dijo correctamente, la tregua y la mediación para reducir la violencia no constituyen delito.
(El Diario de Hoy)

jueves, 5 de mayo de 2016

Carta a los que tienen fe ciega en las acusaciones de la Fiscalía: Los 10 mitos sobre la tregua

1. “Traslado de cabecillas a cárcel menos rigurosas. Los pandilleros fueron trasladados a penales de menor seguridad, desde donde podían comunicarse con los miembros de la estructura en el exterior”.

No es delito. Está dentro de las facultades de Centros Penales y de los Consejos Criminológicos. Además era una decisión política del gobierno, que consideraba que la tregua entre las pandillas solo podía implementarse si los líderes que la firmaron salieran del régimen de estricto aislamiento. Esta decisión se puede criticar, pero no penalizar.

2. “Se les organizaban fiestas en las cárceles. Estas podían durar días e incluían música en vivo y prostitutas”.

Las fiestas no son productos de la tregua. Se hicieron año con año, tanto durante gobiernos de ARENA como en los primeros años de Funes.

3. “Recibieron mejoras en instalaciones eléctricas, lo que les permitía hacer uso de calentadores de agua, televisores plasma, consolas de juego, tablets y celulares”.
Plasmas o consolas de juego no son objetos ilícitos según Ley Penitenciaria. Tablets y celulares son ilícitos, pero se han introducido por múltiples vías, antes, durante y después de la tregua.

4. “Uso de internet y cable. Los pandilleros podían conectarse a sus redes sociales y habrían recibido al menos 300 celulares para contactarse con el exterior”.

Uso de cable no es ilícito. Uso de internet nunca ha sido permitido. Los reos que disponen de smartphones siempre han usado internet de manera ilegal, antes, durante y después de la tregua. Si han entrado 300 celulares, entraron por la misma vía ilegal como entraron antes y después de la tregua.

5. “Tenían autorización para pedir comida rápida a domicilio, la que era introducida a los penales sin problemas”.

Introducción de comida desde afuera puede ser autorizado por Centros Penales en casos especiales. No es ilícito. Durante la tregua se ha implementado durante las reuniones de mediadores con reos provenientes de diferentes penales que no podían disponer de la comida del penal.

6. “Familiares tenían libre acceso a visitar a los pandilleros, sin restricción del número que podría entrar y sin importar parentesco con el reo”.
7. “Los internos podían tener visitas íntimas, y se les permitía tener relaciones no solo con sus compañeras y esposas, sino con otras mujeres”.

En 2012 se cambió el reglamento de Centros Penales, a petición de los mediadores. Se consideraba que era importante rehacer y fortalecer el vínculo de los reos con sus familias, en especial con sus hijos. Cualquier manual de rehabilitación recomienda esta medida. En esta época muchos pandilleros formalizaron sus relaciones, se casaron y comenzaron a asumir su paternidad. Se implementaron medidas para reducir la promiscuidad.

8. “Los cabecillas de pandillas utilizaban vehículos de la Policía y autobuses para asistir a las reuniones con los mediadores de la tregua, según reveló el fiscal”.

Por supuesto, los traslados de reos, para asistir a reuniones con los mediadores, se efectuaron en vehículos de Centros Penales y con seguridad de la PNC. Cualquier otra modalidad hubiera sido ilegal.

9. “Autoridades les permitían a los reos manejar las tiendas de los centros penales, en donde se habrían malversado $2 millones que finalmente tuvo que cancelar el Estado”.

Mucho antes de a tregua existían tiendas informales manejadas por internos como medio de subsistencia de internos y sus familiares, igual que algunos talleres productivos. Estos “privilegios” no surgieron durante la tregua. La afirmación de los 2 millones faltantes en las tiendas institucionales no está sustentada. La FGR lo reconoce y habla de una “investigación paralela” y no acusa a nadie de los arrestados por esta “malversación”.

10. “Se realizaron pagos y se facilitaron privilegios a familiares y cabecillas de pandillas, y hasta a los mediadores de la denominada tregua entre pandillas, que recibían un sueldo de hasta 5 mil dólares”.

Los acuerdos en el contexto de la tregua jamás contemplaron remuneraciones a cabecillas, y mucho menos a mediadores. El Estado sí asumió costos de movilización de los funcionarios encargados de la facilitación de las mediaciones, y parcialmente de los mediadores externos. Esto tampoco constituye delito y fue parte de las políticas definidas por el Ministerio.


El Diario de Hoy, 5 mayo 2016
El Diario de Hoy, 5 mayo 2016

 Resumen: La tregua no facilitó acciones ilícitas. El sistema penitenciario históricamente es tan obsoleto y corrupto que siempre -antes, durante y después de la tregua- se han introducido ilícitos (armas, droga, celulares). Los “privilegios” que se introdujeron durante la tregua, todos estaban dentro del marco de las competencias legales de las autoridades penitenciarias, y fueron diseñados para crear condiciones más propicias para poder lograr una significativa reducción de la violencia en el país.

Recuérdense: para conocer la verdad, siempre hay que ver los dos lados de la moneda.
Saludos,
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(Mas1/El Diario de Hoy)
 

martes, 3 de mayo de 2016

Carta a… no sé a quien mandar esta carta, porque nadie parece escuchar. De Paolo Luers

Estimados amigos:
En noviembre del año 2007, René fue arrestado por primera vez. Tenía 16 años. Su pecado: Un mascón de futbol nocturno en una cancha de su colonia.

Conocía a René toda su vida. Es hijo de una señora que fue empleada de mis vecinos, así que creció junto con mi hijo hasta llegar a los 12 años, cuando se mudaron a San Martín. Cuando le pasó lo mismo por segunda vez -esta vez combinado con una tremenda paliza a manos de los policías-, me dijo: Me tratan como pandillero, así que me voy a hacer pandillero. Y al próximo policía que me toca, lo voy a matar…

Me impactó tanto lo que me dijo el bicho que escribí una columna titulada “Botan con una mano lo que construye la otra”. Mi conclusión, en noviembre del 2007: “Urge revisar los códigos para poder soltar a los inocentes sin tenerlos tres noches en bartolinas. Urge borrar la concepción policíaca de cuotas de detenciones que cada patrulla debe cumplir para quedar bien. Pero lo que más urge es una cosa mucho más de fondo. Hay que volver a la presunción de inocencia. Hoy tenemos presunción de culpa. Los bichos tienen que probar su inocencia. No puede ser que los policías y fiscales vean a cada joven y a cada pobre como presunto maleante. Si no, vamos a seguir produciendo pandilleros.”

Y así pasó. René se hizo pandillero. Terminó en el centro de detención juvenil de Tonacatepeque. Se echó 7 años, se portó bien, sacó su bachillerato en la cárcel, no se metió en problemas. Hace medio año le dieron libertad condicional. Va cada 15 días al juzgado para firmar. Con su antecedente, no ha encontrado trabajo.

El otro día que lo vi, René me cuenta que ya no duerme en la dirección donde está registrado. “Me vinieron a buscar para matarme.” – “¿Quiénes, los de la pandilla? No aceptan que te calmaste?” Se ríe, como si hubiera dicho una estupidez: “No, hombre… son policías. Tienen la lista de los que salimos, con direccione y foto, y matan uno tras otro. Tengo que ir clandestino. Nunca duermo en casa. Si me encuentran en casa, me matan a mi, a mi compañera y hasta a mi hija. Y vos leés en el diario: hombres vestidos de negro, fuertemente armados, sacaron a dos personas de su casa, y encontraron los cadáveres en un predio…”

¿Cuáles son la opciones que tiene René? ¿Tiene opción de reinserción? Lo convirtieron en pandillero a puras patadas. Lo tuvieron en Tonaca siete años – y ahora lo obligan a vivir en la clandestinidad. ¿Cómo va a vivir clandestino sin volver a delinquir? ¿Cuál reinserción?

René tiene orgullo. Le sobra. Por orgullo, por ver lesionada su dignidad, se metió en la pandilla. Y ahora no va a ir pidiendo limosnas a una iglesia o un ONG. O le dan una salida digna, o seguirá luchando contra lo que llama “el sistema”. ¿Puede ganar esta lucha? No, tiene absolutamente claro que no puede ganar. Ni siquiera puede definir lo que significaría “ganar”. Pero seguirá luchando. Sabe que se va a hundir. Terminará muerto o preso otra vez.

No sé cómo ayudarle a René. No hay nada que puedo hacer. No se va a separar de la pandilla mientras el resto del mundo le persigue para matarlo o le dan sermones, pero no le abren las puertas de reinserción.

René está convencido que “el sistema” ha decidido eliminarlo. Lo dice con tristeza, pero también con coraje. Y aunque trato de convencerle que sí hay salidas, estoy convencido que no está equivocado. El gobierno ha quemado todos los puentes que podrían marcar salidas. La violencia se ha vuelto un circuito cerrado. Violencia produciendo más violencia.

Esta es la carta más triste que me ha tocado escribir en años. Saludos,
e2b99-firma-paolo






 (Mas!/El Diario de Hoy)