sábado, 21 de mayo de 2016

Carta al Fiscal General: Reprobado


Estimado Douglas Martínez, disculpe: Meléndez
No está haciendo su trabajo. Lo eligieron -casi unánimemente- para que proceda contra la impunidad y la corrupción. La Corte Suprema le hizo casi todo el trabajo, mandándole los casos de Probidad: Mauricio Funes, Tony Saca, etc. Además usted heredó el caso Chaparral, listo para proceder contra una red de corrupción cultivada alrededor de la CEL.


Usted asumió la fiscalía con la correlación de fuerzas necesaria para ir contra la corrupción. Para ir contra los grandes, que normalmente quedan impunes.
Y se va contra los indefensos. Se deja ir en un caso donde sabe que no va a chocar con nadie grande, pero que sí va a tener grandes éxitos mediáticos – y sin pagar costo político, porque no va a chocar contra ningún poder. El “caso tregua”. El caso contra Raúl Mijango, a quien la izquierda detesta por disidente y la derecha teme por revolucionario – el hombre ideal para joderlo. El hombre ideal para humillarlo, llevándolo al centro judicial en ropa interior blanca. El caso además contra policías y funcionarios que no tienen protección política ni partidaria. Y que no han hecho otra cosa que implementar una política que en aquel entonces fue política pública oficial: facilitar la tregua entre las pandillas…
Y en este caso estrella, el único importante que ha presentado, usted y su “nueva fiscalía” tampoco han hecho su tarea. Ahora nos damos cuenta que todo el tamal ya estaba hecho por Luis Martínez: el requerimiento fiscal contra Raúl Mijango y los otros 20 acusados en el “caso tregua” es idéntico documento acusador redactado por los hombres de confianza de Luis Martínez. El único trabajo que hizo la “nueva fiscalía” fue quitar de la lista de acusados al ministro de Defensa, David Munguía Payés. Y esconder el documento complementario: la solicitud de antejuicio contra el ministro.
El resultado: una chambonada. Usted llegó a la conclusión, así como lo dijo en su conferencia de prensa, que no puede perseguir la tregua entre las pandillas, su facilitación por parte del Estado y la labor de los mediadores, simplemente porque no constituyen delitos. En cambio, Luis Martínez sí, los consideraba delitos, así lo predicaba a los cuatro vientos - y así mandó a redactar la acusación. Entonces, si usted sabe que estos delitos no existen, y que por tanto no puede acusar al ministro Munguía Payés, ¿por qué no mandó a redactar una acusación nueva – una acusación que corresponde a los delitos que usted imputa a los 21 que acusados?
Pero no, usted presenta a la corte y tira al ventilador de los medios de comunicación la misma escritura elaborada por la FGR de Luis Martínez, solo quitando a David Munguía Payés de la lista de acusados. Pero en todo el escrito, página por página, sigue apareciendo como “mastermind” de una “trama” contra el Estado y a favor de las pandillas. Todo esta montaña para parir un ratón: acusar a 21 personas de delitos menores como “introducción de ilícitos” – y esto, para más joder, sin ninguna prueba.
Que bueno que aparecieron a la luz pública los documentos originales de esta acusación, con escudo de la Fiscalía General de la República. Aunque usted lo niegue, estos documentos comprueban que usted no hizo su trabajo. Todo esta acusación solo tendrá lógica si usted lograra clasificar la política pública del gobierno anterior como delito. Y como esto no es posible jurídicamente, como usted mismo dijo, todo el caso se le cae. En vez de solo sacar al ministro, usted hubiera tenido que archivar todo el caso, como una adefesio impresentable más de la fiscalía de Luis Martínez.
Pero usted quería su “caso estrella”. Tan así que cometió otro error imperdonable. Como el objetivo suyo era mediático, no solicitó reserva sobre el caso, como hubiera sido oportuno para proteger la identidad y seguridad de varios de los acusados y sus familias. No, usted tiró la acusación al público, y cuando ya todo estaba publicado, solicitó reserva – para que nadie pueda refutar sus acusaciones.
Reprobado, señor fiscal. Saludos, Paolo Luers
(Mas!/El Diario de Hoy)