miércoles, 19 de septiembre de 2007

¿Miedo a qué?

Empiezan nuevamente las campañas del miedo. Nuevamente tratan de convertir las elecciones en referéndum. La derecha en un referéndum entre dictadura y libertad, caos y orden, socialismo y economía de mercado. El Frente en referéndum entre injusticia y justicia, represión y derechos humanos, imperialismo e independencia.

El presidente Saca dice que, sea quien sea su candidato, la izquierda llevaría al país a la dictadura comunista. La otra cara de esta moneda falsa es: Sea quien sea el candidato de la derecha, será el defensor de la democracia y del mercado libre. El FMLN dice que, sea cual sea su candidato, ARENA siempre llevará al país a perder su independencia y su viabilidad financiera.

Son igualmente falsas todas estas afirmaciones. Sólo distraen de las reales disyuntivas que enfrentan tanto derecha como izquierda. Ambos pueden escoger candidatos --y políticas-- que significan retrocesos o avances para la democracia, la libertad y el desarrollo del país. Un mal presidente arenero puede ser igualmente lesivo para nuestro sistema político y económico que un mal presidente comunista. Y la otra cara de esta medalla: Ningún candidato de ningún partido, aunque gane, puede cambiar el sistema, abolir nuestras libertades, erigir un sistema dictatorial. Puede poner al sistema en crisis, pero el sistema como tal no está en juego, ni la democracia, ni la economía de mercado. Quien nos quiere asustar con fantasmas, nos miente. Aquí, aunque gane incluso un candidato comunista, no habrá cómo establecer un régimen cubano. Y aunque gane el candidato más reaccionario de ARENA, no podrá retroceder el reloj y establecer una dictadura derechista o militar. Quien quiere asustar con estos fantasmas, ofende la inteligencia de los electores -- y subestima la solidez de nuestras instituciones.

Institucionalidad. Esta es la palabra clave. En quince años de posguerra hemos logrado construir una institucionalidad suficiente fuerte para ya no permitir retrocesos a sistemas antidemocráticos. Pero no suficiente fuerte para no permitir abusos a la institucionalidad: la corrupción en casi todos los estratos del Estado, y la instrumentalización permanente y pactada para intereses sectoriales --partidarios o económicos-- de instituciones como la Corte de Cuentas, el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General de la República – para sólo hablar de las instituciones más críticas porque son las llamadas a combatir abusos.

Y ahí se explica el verdadero pánico que invade algunos sectores de la derecha. No es, como gritan y lloran, el miedo al comunismo. Es el miedo a que el FMLN, al llegar al gobierno, haga exactamente lo mismo con las instituciones que ellos han hecho durante años. Lo mismo, pero en beneficio de otros sectores, y en detrimento de los que hasta ahora se han beneficiado.

A varios sectores de la derecha política y económica les da pánico imaginarse que en las sillas directivas de la fiscalía, policía, Corte de Cuentas tomen asiento personas que dependen del lineamiento, ya no del COENA, sino de la Comisión Política del FMLN. ¿Qué tipo de investigaciones harían, contra quiénes, con qué intereses y manoseos? Y además en la silla del presidente del Tribunal Electoral, para hacer lo que ellos mismos hicieron para perpetuarse en el poder... Y en las jefaturas de los ministerios e instituciones donde ellos saben perfectamente cuánto dinero se puede robar...

ARENA sabe que si pierde las elecciones, no es contra la Liga contra la Corrupción, sino contra el FMLN, que en sus alcaldías ya ha mostrado su capacidad de hacer uso partidario y privado del poder.

Para los que compartimos esta preocupación, la única conclusión es: presionar, cada uno donde tenga influencia, a que en los partidos mayoritarios se impongan los sectores y candidatos más comprometidos con la institucionalidad, con las reformas necesarias para hacerlas fuertes e inmunes contra abusos. Para que, al final de cuentas, llegue quien llegue a gobernar, las reglas sean claras y sacrosantas.

De esto se trata, no de asustar con fantasmas.

(Publicado en El Diario de Hoy, el 19 de sept. 07)