viernes, 1 de noviembre de 2013

Carta al candidato del FMLN

Estimado profesor:
Usted es el único de los 5 candidatos a la presidencia que no participó en el evento de “Acuerdo de Nación 2014-2044” y que se negó a firmar la “Carta de Entendimiento para la Construcción de un Acuerdo de Nación”. Todos hemos estado muy pendientes de este evento solemne, pero sobre todo del compromiso que iban a firmar los candidatos. La sorpresa: Lo que terminaron firmando se resume en esta frase: “Nos comprometemos a construir el Acuerdo de Nación que más convenga a los intereses de nuestro país y sus ciudadanos...

Le confeso: Yo tampoco hubiera firmado una cosa tan vaga. Digo esto corriendo el riesgo que algunos trasnochados nuevamente salgan diciendo que estoy defendiendo al candidato del FMLN, como pasó luego de mi carta a la señora Maritza Rebollo Herrera...
Sin embargo, no lo digo por simpatía con usted, sino por simpatía con la verdad. Es obvio que ningún candidato va a decir que quiere hacer lo que menos conviene al país. 
 

No sé si es por esta razón que usted no firmó este documento. ¿O será que a usted le parece absurda la idea de que los candidatos para el período presidencial del 2014 al 2019 traten de ponerse de acuerdo de una sola vez para un período de 30 años: del 2014 al 2044. Tal vez usted dijo: Quien plantea esto, o es demasiado visionario para mi gusto, o simplemente nos da paja...  Yo igual tengo mucha desconfianza a los visionarios megalómanos que piensan que lo que hoy hacen determina el futuro de nuestros bisnietos. Mientras este tipo de visionarios estén escribiendo libros, está bien, pero cuidadito que lleguen al poder.
Pero para decir la verdad, aunque tal vez ofenda a algunos: No veo detrás de esta iniciativa de escribir, en medio de la campaña electoral, el guión compartido del país para los próximos 30 años, este tipo de líderes con exceso de visión y sentido de misión. Sólo exceso de retórica...
Y esto me lleva a otra interpretación posible de la decisión suya de no firmar el Acuerdo: Tal vez su negativa de firmar el compromiso de construir, en medio de la recta final de la campaña, un Acuerdo de Nación para los próximos 40 años, es simplemente porque usted resulta ser más honesto (o menos mentiroso) que los demás. Bueno, digamos... más realista. Y tal vez incluso más valiente. Porque obviamente, en este caso requería de más coraje decir no. Lo fácil, lo cómodo era decir “sí, venga esta paja, ¿adónde firmo?”
En medio de la campaña, en una carrera tan cerrada, no existe la posibilidad de construir acuerdos honestos. Ahora se trata de proyectar cada uno sus propuestas y soluciones, y de enfocar con la máxima claridad en las diferencias, para que los ciudadanos podamos tomar decisiones informadas y concientes a la hora de votar. Es hora de elección, no de negociación. Si este es su mensaje, lo suscribo.
Pero de repente leo el comunicado que usted publicó para explicar su no asistencia, y todo se ve diferente: “No hemos sido parte de la formulación inicial de la agenda, la que además consideramos insuficiente, pues faltan temas importantes... tales como la inequidad social..”
Claro, si usted quiere incluir en un Acuerdo de Nación, de una sola vez, la discusión del modelo económico social, claro que esta iniciativa no le parece. No por demasiado ambiciosa, sino por lo contrario: por quedarse corta; no por exceso, sino por falta de visión misionaria.
Vaya, me confirmó porque no votar por usted. Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)