martes, 22 de abril de 2014

Carta al ministro de Obras Públicas

Estimado Gerson:
Me encanta que los políticos sigan teniendo esta capacidad de asombrarnos. Y que sean optimistas. Ya demasiadas malas noticias nos tiran. Ayer domingo de resurrección, con los políticos todavía de vacaciones y sin producir noticias, Teleprensa nos tiró un noticiero de A hasta Z lleno de muertos...

Bueno, pero ya ustedes los gobernantes están de regreso y nos dan buenas noticias. Vos como siempre adelante, anunciando en TCS que a mediados de mayo iniciará operaciones el nuevo sistema de transporte urbano SITRAMS, con sus buses articulados conectando Soyapango y San Salvador.
¿Mediados de mayo? Pero esto es en tres semanas. La Juan Pablo y el Boulevard del Ejército, donde tienen que funcionar el nuevo sistema, todavía están hechos un solo desastre. Y las estaciones apenas están comenzando a construirlos. Pero vos decís que en tres semanas todo funcionará.
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Los conductores todavía no han sido entrenados para estos buses novedosos y extra-largos. Y hasta ahora no existen los talleres de mantenimiento para los nuevos buses. Es más, ni siquiera saben adónde construirlas. Pero vos decís que en tres semanas todo funcionará.
 El gobierno todavía no ha negociado las tarifas para el nuevo sistema, ni la manera como el sistema interconecta con las líneas antiguas. Bueno, los concesionarios de las líneas actuales no saben por dónde van a pasar sus unidades, porque por la Juan Pablo ya no se podrá. Pero vos decís que en tres semanas todo funcionará.
Desde Brasil mandan a decir que ni siquiera están firmados los préstamos para los buses. Pero vos decís que en tres semanas todo funcionará.
Pero como a vos ya te conocemos, sabemos que de alguna manera va a funcionar el nuevo sistema de transporte. Será pura improvisación y caos; será sin pasar por las etapas de concertación con los empresarios involucrados, sino más bien a pura imposición... pero lo van a poner a funcionar. Aunque no funcione.
Claro, Funes no se va a ir sin inaugurar este megaproyecto. Como es el único, porque los del puerto de La Unión, neles pasteles. Lo del Chaparral, un impresentable hoy donde desaparecen los millones. El aeropuerto, nada. Perdón, para ser justo, por lo menos se instaló una placa con el nuevo nombre del aeropuerto. Algo tiene que inaugurar Funes antes de irse.
Porque la alternativa sería terminar todas las construcciones, arreglar bien las instalaciones, negociar bien las tarifas y las interconexiones en vez de improvisar e imponer, capacitar a nuevos motoristas (porque no van a poner estos buses nuevos en manos de los cafres que manejan ahora las chatarras...), tener un sistema de mantenimiento para que las nuevas unidades no terminen como las actuales, sin frenos y sin luces... pero entonces, dice Funes, le tocará inaugurar el sistema al profe que todavía no ha hecho nada, y de todos modos le estoy dejando para que inaugure, al final de su gestión, Comapala, perdón Romero, y La Unión, perdón, también Romero...
Bueno, estimado Gerson, ya pasamos 5 años conociendo tu talento de improvisación y de lidiar con el caos vehicular resultante. Vas a salir bien de esta nueva prueba de improvisación. Y luego, dicen que vas a asumir la coordinación de la inversión pública en el nuevo gobierno. Nosotros ya nos armamos de paciencia y resignación.
Saludos, Paolo Lüers 
(Más!/EDH)